La realidad de Carlitos, Transcripciones de Lengua y Literatura

¡Descarga La realidad de Carlitos y más Transcripciones en PDF de Lengua y Literatura solo en Docsity! CARLITOS Mariela Glana En mebiO DEL tránsito ciudadano te sneontré esperando el sesenta en la esquina de Callao y Rivadavia. Tenías el pelo suelto y untufo a punto esperando un programa, que no pude evitar acercarme. -¡Che, Luisa! Tumirada se sorprendió y sacó los inteoj afuera, Ahí me ratificaste que, efectivamente, te había pescado en alguna, =¿Te acordás de mí? La chicatez de tus lentes de conticto me demostró otra vez que ni sabías de qué te hablaba, ¡Vamos, Luis e dije dándote unas palmadas en la espalda que te tiraron la cartera al suelo. -Soy yo, Luisita, soy yo. ¿Y? ¿Alora te acordás? Te perdiste en tu memoria lraciendo un esfuerzo sobrehu- mano, De compromiso sonreíste como quien allá, a lo lejos, pesca un recuerdo, -¡Dale, nena! E le Boedo. Tímidamente me volviste a sonreír y dijiste “¡Ah, sil", Pero yo sabía que no te acordabas. Por eso arremetí. de la e: 105 —¿Esperás a alguics? ¿No? ¿En serio noesperás a nadie? ¿Y no querés que vayamos a tomar un café? ¡Che, pero qué alegrón encontrarte, nena! ¡Hace tantos años! Dale, no te hagas rogar. Acá en la esquina hay un barcito posta posta, Un ratito nomás y así hablamos de doña Lola ¿De ella te acordás mejor? Cuando te mencioné a doña Lola te toqué un punto débil. Asícomprobaste que no le ñando y viniste entregadita a tomar algo conmigo. -¡Menos mal que me acordé de la vieja! Si no, no me dabas pelota, no me dabas. Pasá, gorda. Con todo respeto, che, No es que tés entrada en carnes pero ya no somos pendejos, ¿no, Luisa? - ¡qué alegrón encontrarte! ¡Años pensando qué sería de ver si te encontraba y mirá de qué manera tabaeng Luisa vOS, pelotuda te vengo a encontrar! Lui Y. sí, no podía dejar de suspirar. Estabas linda, Más pintada épocas mozas y con el culito más caído y gordo. Pero eras Luisa, no había dudas. ¡Mozo! Dos cafecitos, plís. ¿Te siguen gustando los cor- tonces esperá que cambio. ¡No, no, Luisita, qué mo Mozo! ¡Un cortado y un café! ¿Así que te acordás de que en nuestra Tu boca sonrió. Evocabas un recuerdo querido, seguro. abías que se murió? Hace como quince años, ¿no te enteraste? No, claro, si no pisaste más el barrio. Sí, pobrecita, diabetis, y de las bravas, Después de mucho sufrir, dos años de arteroclorosís y chau, de un día para el otro, Tu cara se entristeció, A cambiar de tema, a ver si echaba todo a perder por un comentario desafortunado. —Pero hablemos de cosas findas. A ver, di Mmmm... ¿ que viví la bolud: áme pensar, e acordás de Carlitos? ¿Cómo que no? El otario ése en la misma pensión que vos. Dale, Luisa, ¡no te hagás ! (Uy, disculpáme! Se me escapó. Carlitos, el aparato de 106 Escaneado con CamScanner