¡Descarga la singularidad de gómez de la serna y más Apuntes en PDF de Filología hispánica solo en Docsity! La singularidad de Gómez de la Serna Introducción. Su padre creó y sostuvo para él la revista Prometeo en la que publicó muchos de sus textos juveniles. En 1905 publica su primer libro, Entrando en fuego y se fue a París; en 1908 comienza su relación con Carmen de Burgos, diez años mayor que él. Ya en Madrid se dedicó bohemiamente a la literatura y escribió muchos textos, que le cobraron reconocimiento público. Muere en 1963 en Buenos Aires, dejando tras de sí muchos rasgos que influye a otros, como bien habla de ello en Mi autobiografía, Paquete de cartas a mí mismo o Nuevo paquete de cartas a mí mismo. Su despacho (Torreón) no era tan sólo un gabinete de trabajo, sino la imagen de su universo literario: un microcosmos caótico donde se acumulan y yuxtaponen imágenes y objetos, las cuales provienen del mundo real, pero en su Torreón pierden esa función para combinarse según las leyes del caos, el azar o el collage, destacando las imágenes de erotismo y muerte. El Torreón nos da pistas sobre su estética, caracterizada por la poética de las cosas (es la expresión plástica del subconsciente del autor). Pero tienen relación El Torreón y El Rastro, donde se empapó de la poesía de los objetos, y toda la gente que poblaba su gabinete. El padre de las vanguardias en España. Fue uno de los protagonistas de la bohemia literaria y el precursor de las vanguardias de principios de siglo XX. Aglutinó a muchos escritores en torno a su personalidad, que se reunían los sábados en el café Pombo. A esta tertulia se unieron también el pintor Tomás Borrás, los hermanos Bergamín y Borges. Estas reuniones firmaron una especie de manifiesto literario, Primera y Segunda proclama de Pombo, redactado por Ramón, donde se apostaba por una nueva literatura que tenía como fin la novedad, la búsqueda de una “sinceridad mortal”, libertad artística que se baste a sí misma, deseo de vivir intensamente, el destruirlo todo para construirlo a capricho. Esta tertulia despareció con la guerra civil, aunque algunos de ellos se reunieron en 1949 para recibir a Ramón en su visita a España. En Pombo y La sagrada cripta de Pombo nos ofreció anécdotas sobre las gentes que habitaban las tertulias. Esta renovación que exigía Ramón era en él una postura vital imaginativa y excéntrica, como en su conferencia de los peces se situó encima de una pecera. Sus posiciones políticas. Influido por Nietzsche y Proudhon, defendió un anarquismo nihilista en su juventud, pero este pensamiento fue dando paso a una indiferencia hacia cuestiones políticas, que hizo que sólo se centrara en el arte, sin posicionarse en ninguna tendencia política gracias a su independencia artística. Se autoexilió en Buenos Aires en la guerra civil y en 1946 colaboró en el diario madrileño Arriba, vinculado a la FET y las JONS, y en 1961 en el ABC. En 1949 se entrevistó con Franco, quien le animó a regresar a España, pero no cedió. Obra. Ramón no tiene género ni generación, porque es un adelantado, un pionero del vanguardismo español, de ahí que algunos críticos hablen de la “generación unipersonal de Gómez de la Serna”, es decir, esta singularidad da lugar a un ismo literario propio: el ramonismo. Y es la greguería el rasgo morfológico más distintivo de este ismo. Y no tiene género porque sus obras no comparten los rasgos propios de la poesía, la novela, el teatro o el ensayo. Las novelas de Ramón son fingidas, ya que parten de una idea poética que el trata de novelizar a lo largo de páginas y páginas, no novelesca. La greguería. Es un nuevo género que consiste en la elaboración literaria y poética inédita con unos rasgos estilísticos y unas técnicas propias. La greguería forma la unidad mínima del conjunto de su obra. Es el hilo continuo que aparece a lo largo de sus novelas, ensayos o biografías. Por otra parte, él mismo distinguía, dentro de las greguerías, por una parte las greguerías propiamente dichas, y por otra las variaciones, las gollerías, los caprichos. Nunca definió la greguería, sólo dijo lo que no es: ni aforismo, ni reflexión, ni chiste, ni frase célebre,
