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La Vuelta al Mundo en 80 Días, Julio Verne - Literatura del Siglo XIX - Resumen, Resúmenes de Literatura del Siglo XIX

Fix fue rápidamente a las oficinas del consulado y le contó todo del criado y su señor y que su descripción era igual a la del ladrón. Tocaron a la puerta y estaban el amo y el criado. El cónsul le puso el pasaporte en regla y Fix le preguntó al señor si se llamaba Phileas Fogg y le dijo que sí y su criado era francés, llamado Passepartout y le dijo a Fix que se dirigían hacia Bombay. Cuando salieron Fix le dijo al cónsul que al ser su criado francés le costaría tener la boca cerrada. Fogg se me

Tipo: Resúmenes

2011/2012

Subido el 08/06/2012

laura531
laura531 🇪🇸

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¡Descarga La Vuelta al Mundo en 80 Días, Julio Verne - Literatura del Siglo XIX - Resumen y más Resúmenes en PDF de Literatura del Siglo XIX solo en Docsity! Capítulo 1 Píelas Fogg vivía en Saville Row, era un gran miembro del Reform− club de Londres. Nunca hacía nada que llamase la atención, nadie sabía nada de él. Solo sabían que era una buena persona y si alguien necesitaba algo él ayudaba. Nunca había viajado y sabía todo el mapamundi. No tenía hijos ni mujer, solo a su criado y pasaba más tiempo en el Reform− club que en su casa. Exigía a su criado una extraordinaria puntualidad por ello despidió al suyo. A su casa fue su nuevo mayordomo, llamado Jean Passepartout. Éste sabía que Phileas Fogg era un hombre tranquilo y el más puntual de todo el país por eso se presentó allí para estar a su servicio y con una vida sin acelerarse. Luego Phileas Fogg se fue al reform−club y Passepartout se quedó solo. CAPITULO 2 Passepartout comparó a su nuevo amo con unas figuras de cera de una mujer con la que trabajó al ser tan tranquilo. Según él era sereno y con sangre fría. Phileas Fogg era como un cronómetro y era siempre muy exacto. Passepartout era un chico agradable, apacible y servicial. Éste no quería un amo como los que tuvo, caprichosos, desiguales, aventureros o viajeros. Passepartout solo en la casa inspeccionó las habitaciones. Fogg tenía varios relojes, timbres y una nota en la que estaba apuntado todo lo que hace al día y su hora. Su ropa tenía números de orden y Passepartout quedó encantado con la puntualidad y orden de su amo. CAPÍTULO 3 Phileas Fogg hizo lo de siempre ese día con la misma puntualidad. Se encontró con sus amigos y empezaron a hablar sobre un robo en el banco de Inglaterra. Jugaron al whist e interrumpieron el juego con una conversación que trataba de que Phileas Fogg y otro amigo más pensaban que la tierra había disminuido de tamaño. Otro dijo que decían eso porque se podía dar la vuelta al mundo en tres meses con las nuevas tecnologías pero Fogg le contradecía diciendo que se podía dar la vuelta al mundo en 80 días. Pensaban sus amigos que sería imposible hacer eso pero él lo haría y apostaría la mitad de su fortuna. Aceptaron la apuesta y en cuanto terminaron de jugar se fue a su casa a prepararse. CAPÍTULO 4 Passepartout se quedó sorprendido de ver a su señor Fogg venir a esa hora. Éste le llamó pero Passepartout no contestó y a la segunda vez Passepartout le dijo que todavía no era la hora. El señor Fogg se lo explicó todo. Prepararon todo, sólo se llevaron una bolsa de viaje con dos camisas y medias. Passepartout pensó que esto no era lo que pensaba y él que quería tranquilidad ya no la tendría. También se llevaron el dinero que apostó Fogg con sus amigos, unas veinte mil libras. Llegaron a la estación y Fogg le dio a una mendiga unas veinte guineas. Cogieron los billetes y estaban allí para despedirlo sus amigos del Reform−club. Dijo que volvería dentro de 80 días, el sábado 21 de Diciembre a las ocho y cuarenta y cinco minutos de la noche. Cuando el tren se puso en marcha Passepartout recordó que no apagó el farol de gas de su habitación. CAPÍTULO 5 La noticia de la apuesta de Phileas Fogg de que podía dar la vuelta al mundo en 80 días se extendió en el Reform−club, luego a los periódicos y al final al público. Todos los periódicos decían que lo que quería hacer era imposible, excepto un periódico que estaba a su favor. A sus amigos del Reform− club les censuraron por hacer esa apuesta. 1 También hicieron unas acciones llamadas Phileas Fogg pero bajaron. A la policía metropolitana les llegó un telegrama diciendo que perseguían a un ladrón de bancos llamado Phileas Fogg y que enviasen ese mensaje a Bombay (India). CAPÍTULO 6 Se esperaba en Suez el paquebote llamado Mongolia. En el muelle había dos personas esperando, uno era el agente consular del Reino Unido y el otro que parecía más nervioso era el detective Fix. Éste estaba impaciente porque quería que llegase el Mongolia y vigilar a los pasajeros que llegasen para capturar al ladrón del banco de Inglaterra, que según el telegrama era Phileas Fogg. Fix le preguntó al cónsul si llegaba pronto y él dijo que sí. Hubo un revuelo en el muelle ya que llegaba el Mongolia. Cuando los pasajeros bajaron uno se acercó a Fix, le preguntó donde estaba el agente consular inglés y le enseñó a Fix el pasaporte. Le dijo que no era su pasaporte sino de su señor así que lo llamó porque sino no podría poner el visado británico. CAPÍTULO 7 Fix fue rápidamente a las oficinas del consulado y le contó todo del criado y su señor y que su descripción era igual a la del ladrón. Tocaron a la puerta y estaban el amo y el criado. El cónsul le puso el pasaporte en regla y Fix le preguntó al señor si se llamaba Phileas Fogg y le dijo que sí y su criado era francés, llamado Passepartout y le dijo a Fix que se dirigían hacia Bombay. Cuando salieron Fix le dijo al cónsul que al ser su criado francés le costaría tener la boca cerrada. Fogg se metió en su camarote del Mongolia y en su agenda tenía los viajes que había hecho hasta Suez. En total llevaba seis días y medio de viaje. CAPÍTULO 8 Fix alcanzó a Passepartout para poder saber todo sobre Phileas Fogg. Passepartout tenía que comprar algo de ropa y Fix le llevó al bazar. Le contó que su amo había hecho una apuesta en la que daría la vuelta al mundo en 80 días y Fix pensó que sería una excusa para que los policías no le cogiesen en Londres por el robo y por eso iba tan deprisa. Passepartout le dijo que irían de Suez a Bombay. Fix lo dejó en el bazar y le contó todo al cónsul. Pensó que Fogg era el ladrón. CAPÍTULO 9 La mayor parte de pasajeros del Mongolia iban a Bombay. En el Mongolia había bailes y se tocaba algo de música. Fogg jugaba al whist con unos nuevos compañeros parecidos a él porque tenían pasión por este juego. Al día siguiente vio en el Mongolia a Fix y se alegró mucho. Ellos desde que se vieron charlaban muchas veces y a Fix le convenía para saber todo sobre Phileas Fogg. En un momento el Mongolia repostó pero no retrasó a Fogg. Llegaron con dos días de adelanto y eso era una ventaja para Phileas Fogg. CAPÍTULO 10 El señor Fogg y su criado desembarcaron del Mongolia. Fogg le pidió a Passepartout que realizara unas compras. Poco después el detective Fix salió del Mongolia y le contó todo al director de policía de Bombay, le preguntó si había venido una orden de detención para Phileas Fogg pero no recibió ninguna. Mientras Passepartout hacía las compras vio una fiesta de carnaval parsi. Tuvo la idea de entrar en el Malebar− Hill. No sabía que si era cristiano no podía entrar allí y además tenía 2 CAPÍTULO 20 El señor Fogg y la señora Aouda se fueron a dormir al hotel y se extrañaron que Passepartout no estuviera allí pero Fogg pensó que estaría mañana por la mañana para partir en el barco. A la mañana siguiente vieron que Passepartout todavía no estaba allí. Entonces fueron al muelle a ver si estaba allí pero no estaba y se enteraron de que el barco zarpó el día anterior. Se acercó a ellos Fix y se presentó y les explicó lo del barco. Éste estaba feliz ya que para que pasase el próximo barco tardaría ocho días y le daría tiempo a tener la orden de detención. Fogg y la señora Aouda iban buscando junto a Fix por el muelle algún barco y encontraron uno. El piloto se llamaba John Bunsby y aceptó llevarlos hacia su destino. Fogg le ofreció a Fix que fuese con ellos y dijo que sí, éste estaba nervioso. Fueron a la policía para encontrar a Passepartout y repatriarlo después. Luego zarparon con la esperanza de que su criado apareciese y lo llevaran hacía donde estaban ellos. CAPÍTULO 21 Ese viaje era muy arriesgado por las tormentas del mar. Fix no quería hablar con Fogg ya que le repugnaba hablar con un ladrón. Phileas Fogg no paraba de pensar en Passepartout y su extraña desaparición. Creía que podría estar en el barco hacia Yokohama que Fogg perdió. Toda la tripulación estaba muy activa e iba todo muy bien pero durante la noche se produjo una tormenta. La señora Aouda y Fogg estaban tranquilos ante los azotes de las olas y la tormenta, en cambio Fix estaba muy nervioso. Todo empezó a ir con retraso y Fogg perdería su apuesta y el piloto del barco el dinero prometido por Fogg. Al cabo de unas horas el tiempo se tranquilizó y vieron desde el navío como el barco zarpaba del puerto. Fogg tuvo la idea de enviar una señal de ayuda desde allí y así les subirían al barco CAPÍTULO 22 Passepartout cuando reaccionó entró en el barco del Carnatic. Preguntó a un hombre si estaba allí el señor Fogg y una joven que le acompañaba, pero él dijo que no. Passepartout se acordó de lo que pasó, el Carnatic zarpaba antes de cómo Fogg se creía y no pudo avisarlo por culpa de Fix, ya que le hizo fumar opio y se quedó trastornado para que se alejase de Fogg. Éste comió en el barco y llegó a Yokohama. Salió del Carnatic y como no tenía dinero estaba buscando algo para gastárselo en comida. Pensaba avisar a los agentes consulares ingleses y franceses pero luego decidió que no para no contarle su historia. CAPÍTULO 23 Passepartout necesitaba dinero para comer y decidió hacerse por un artista ambulante pero como estaba muy bien vestido le cambió la ropa a un indígena. Cuando ganó algo de dinero fue a comer pero necesitaba ir a San Francisco, América, para encontrarse con su amo. Vio un anuncio que decía que una compañía acrobática hacía una última representación antes de salir a los Estados Unidos. Eso era lo que quería Passepartout, se presentó allí y le aceptaron para trabajar de payaso. Era la hora de la función y cuando hicieron la pirámide humana Passepartout se cayó delante de un espectador que era ni más ni menos que Fogg y la señora Aouda. Entonces salieron de allí y se subieron al paquebote hacia América. CAPÍTULO 24 Ya subidos en el barco la señora Aouda le contó su historia mientras él no estaba y Passepartout también le contó lo que le pasó pero no dijo nada de Fix. La señora Aouda se notaba que sus sentimientos por Fogg eran muy fuertes pero no eran de agradecimiento, pero éste era muy frío. Se encontraron de nuevo Fix y Passepartout y éste se le abalanzó. Cuando se cansó Fix le dijo que fuesen aliados, él no pondría obstáculos a su viaje y cuando llegasen a Inglaterra verían si su amo era un criminal o no. Passepartout aceptó pero si le traicionaba le pegaría. 5 CAPÍTULO 25 Llegaron a San Francisco y se hospedaron en un hotel. Luego salieron a pasear Fogg y la señora Aouda, se encontraron con Fix y fue con ellos. Mientras paseaban los tres había una marea de gente gritando y Fix dijo que se trataba de un mitin electoral. Le pillaron en medio a los tres y un hombre le iba a dar a Fogg pero Fix se interpuso y le dio en la cabeza. Fogg le dijo que era un yankee pero era inglés como él. Luego se vieron con Passepartout y al ver a Fix le dio mucha rabia pero cuando le contaron lo que hizo Fix ya no era un enemigo para él. Fogg dijo que después de volver a Inglaterra irá a América a por ese hombre y no permitirá que traten a un inglés así. Después de decir eso los cuatro subieron al vagón del tren. CAPÍTULO 26 Estaban en el expreso del ferrocarril hacia San Francisco. Empezó a nevar pero era tan fina que el viaje no se retrasaría. El retraso de Fogg fue que en ese país pasan una manada de bisontes cuando quieren delante de los trenes y eso fue lo que ocurrió, tuvieron que esperar a que pasasen todos y Passepartout estaba nervioso por ese retraso, pero a las tres horas ya siguieron su viaje. CAPÍTULO 27 En el tren Passepartout vio a un hombre extraño que pegaba en el tren notas sobre una conferencia sobre el mormonismo en el vagón 117. Passepartout decidió ir y saber sobre la cultura mormona. Empezó la charla y al rato se fueron unos cuantos, luego otros más y al final solo quedaron diez personas pero también salieron de allí hasta que Passepartout era el único que quedaba allí. Ese hombre le dijo que si quería pertenecer a su cultura y Passepartout le dijo que no y huyó. Luego bajaron a la estación Fogg, la señora Aouda, Fix y Passepartout para visitar esa ciudad. Los mormones eran polígamos, es decir, podían casarse con varias mujeres. Luego entraron otra vez en el tren y ya se había puesto en marcha cuando un hombre corría hacia el tren pero al final consiguió subir. Passepartout le preguntó que si huía de sus esposas y dijo que sólo tenía una y ya bastaba. CAPÍTULO 28 Passepartout estaba más inquieto que Fogg por si había algún retraso. Descendían del vagón varias personas y la señora Aouda vio que entre ellos se encontraba ese hombre que se llamaba Proctor y que en América quiso golpear a Fogg en ese mitin electoral. Ella se lo contó a Fix y a Passepartout y le dijo que evitarán que Proctor y Fogg se vieran porque entonces se enfrentarían. Para que no se viesen en el tren, Fix compró unas cartas de whist, el juego favorito de Fogg, al que jugaron durante mucho tiempo la señora Aouda, Fix y Fogg. El tren se paró y Fogg le dijo a Passepartout que por qué se había parado mientras el jugaba al whist. El tren no podía pasar porque el puente no aguantaría su peso. A un hombre se le ocurrió que pasaran con el tren por el puente a toda marcha. Pasaron rápidamente y cuando ya habían pasado el puente se cayó. CAPÍTULO 29 Mientras que Fogg jugaba al whist con sus compañeros se acercó Proctor y le habló insolentemente sobre su juego. Fix dijo que el asunto iba con él ya que fue a quien golpeó, pero Fogg dijo que solo le concernía a él. Proctor le dijo que se batiera en duelo con él y Fogg aceptó. La señora Aouda estaba preocupada. Esperaron que se parara en la próxima estación pero no se paró. El revisor le dijo que daba igual y que podrían batirse en duelo con el tren en marcha. Iban a prepararse cuando unos indios salvajes entraron para atacar a los viajeros, éstos llevaban revólveres y empezaron a pelearse. Cuando los indios se fueron faltaban tres viajeros y entre ellos Passepartout. 6 CAPÍTULO 30 Fogg pensó que su criado y los otros dos viajeros estaban muertos o eran prisioneros de los indios. Fogg estaba decidido a ir en busca de Passepartout y un capitán y unos treinta soldados fueron con él. Fogg le dijo a Fix que se quedara con la señora Aouda. Fix pensó que pudo haberle dicho Passepartout a Fogg que era un detective y había huido. Vieron el tren que desenganchó Passepartout y se enganchó con el otro, fue una alegría para los viajeros, pero la señora Aouda se quedó en la estación con Fix. Vieron a unas dos millas a Fogg a la cabeza con Passepartout y los otros dos viajeros junto con los soldados. CAPÍTULO 31 Fix le preguntó a Fogg que si realmente tenía prisa y éste le dijo que sí, entonces Fix, le ofreció ir en trineo. Él dijo que sí pero Fogg quería que la señora Aouda fuese con Passepartout por una ruta más segura. Ella no quería separarse de él. Así que al final fueron todos en trineo. Cuando llegaron a la estación de Omaha Phileas Fogg pagó al timón. Se montaron en el ferrocarril hacia Chicago y luego en la locomotora hacia Nueva York. Cuando llegaron el paquebote con destino a Liverpool ya había zarpado. CAPÍTULO 32 Las esperanzas de Fogg estaban muy bajas y perdería su fortuna. Passepartout se echaba la culpa ya que le puso muchos obstáculos. Se hospedaron en un hotel y Fogg vería si había algún paquebote al día siguiente. Cuando salieron del hotel no había ningún paquebote y perdieron sus esperanzas pero Fogg vio un barco de carga y subieron. Costó convencer al capitán del barco pero le prometió ocho mil dólares y aceptó. CAPÍTULO 33 Cuando estaban a bordo el capitán estaba encerrado con llave en un camarote. Fogg le pidió ir a Liverpool pero no aceptó y dijo que él se dirigía Burdeos y allí es donde podría llevarles. Así que Fogg sobornó a su tripulación y lo encerraron para que Fogg se dirigiese a Liverpool. Passepartout escuchó que podían quedarse sin carbón y éste se lo dijo a Fix. Fogg le dijo a Passepartout que fuera a por el capitán. Cuando lo soltó Fogg le ofreció mucho dinero para comprar el barco y el capitán aceptó. Utilizaron de combustible la madera del barco y llegaron a Queenstown. Se montaron en un steamer y llegaron a Liverpool. Fix podría detenerlo pero no lo hizo, quizás comprendió que él no era no era un ladrón. Estaban a seis horas para llegar a Londres pero de repente Fix sacó la orden de detención y esposó a Phileas Fogg. CAPÍTULO 34 Fogg estaba en la cárcel de Liverpool y debería pasar la noche allí. Passepartout pensó que el era la desgracia de su amo y que hubiera sido mejor que le hubiese contado desde el principio quien era Fix. La señora Aouda y éste permanecieron allí en la noche fría. La joven estaba muy preocupada por Fogg, su salvador. Ya no veían como iba a ganar la apuesta. Fogg tenía su reloj adelantado dos minutos y si en ese momento subiese a un expreso llegaría bien a Londres, su destino. Fogg vio a Passepartout, a la señora Aouda y a Fix, éste le pidió perdón porque se había equivocado de hombre y el ladrón ya fue capturado tres días antes. Fogg empujó a Fix y los tres corrieron hacia la estación. Cuando llegaron a Londres, Fogg llevaba un retraso de cinco minutos. Había perdido la apuesta. CAPÍTULO 35 Fue a su casa y mandó a Passepartout a comprar algunas cosas. Fogg estaba arruinado, luego, Passepartout, Fogg y la señora Aouda fueron a dormir. Cuando se despertaron la señora Aouda le dijo a Passepartout que Fogg no se daba cuenta de lo que le quería. Por la tarde, Fogg habló con la señora Aouda y después de una conversación breve, la señora Aouda le dijo que quería casarse con él y aceptó ya que el también estaba 7
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