¡Descarga las primeras sociedades productoras y más Apuntes en PDF de Historia antigua solo en Docsity! AH OCT 2015 10 Sociedades productoras De cazadores-recolectores a agricultores-ganaderos Cueva de Las Ventanas (Piñar, Granada). Vasija neolítica decorada con incisiones rellenas de pasta blanca, seis representaciones soliformes y borde perforado, asociada a contexto funerario. El término sociedades productoras hace alusión al hecho culminante por el que los grupos humanos del periodo Tardiglaciar cambiaron su modo de vida basado en la depredación de la naturaleza por su progresivo dominio con el empleo de nuevas técnicas de producción de alimentos. La necesidad de un importante incremento en la recolección de semillas permitió adquirir los conocimientos necesarios en el proceso de reproducción de las plantas y sus ciclos productivos dando lugar al nacimiento de la agricultura. También determinadas especies animales fueron reunidas por el hombre, dirigiendo su reproducción para obtener una reserva de alimento. JOSÉ ANTONIO RIQUELME CANTAL UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA L os grupos humanos de cazadores/ recolectores pasarán a ser sedentarios para poder realizar las nuevas ocupa- ciones que la agricultura y la ganadería de- mandan, estableciéndose en comunidades cada vez más numerosas que darán lugar a poblados donde se observa el germen que se plasmará en la sociedad urbana. Estos grupos humanos se vuelven más complejos, dando lugar a diferentes ofi - cios y se ponen las bases de una estructura social basada en la capacidad y la impor- tancia de la actividad que se ejerce. Las técnicas y los útiles necesarios para ocu- parse de las nuevas tareas impuestas por la agricultura y la ganadería mejoran con rapidez. Por otra parte, gracias al alimento asegurado tanto por el grano almacenado como por el ganado estabulado, el hom- bre dispondrá de periodos de tiempo que le permitirán desarrollar su espirituali- dad y otras cuestiones diferentes a la consecución de alimentos. También surgirán en el seno de estos grupos líderes capaces de organizar a los restantes miembros en el trabajo o en la defensa de los bienes al- macenados frente a riesgos prove- nientes de otros grupos foráneos. Por tanto, nos encontramos ante el inicio de un proceso que condu- cirá a la situación actual. De este modo, el califi cativo de “revolución neolítica” está plenamente justifi cado. La “revolución neolítica” se inició hace unos 12.000 años en Próximo Orien- te, en la zona denominada “Creciente Fér- til”. Se concretaba este proceso por la exis- tencia de un escenario previo en el que ya se ensayaba la domesticación de plantas y animales. A partir de este foco las inno- vaciones neolíticas se fueron extendiendo a otros lugares, ya fuera por migraciones humanas o por la simple trasmisión de ideas. Esta teoría difusionista es todavía aceptada aunque no en los mismos térmi- nos que se presentó en un principio, ya que la antigüedad de ciertas culturas neolíticas europeas hacen pensar en una multiplici- dad de focos de aparición de los nuevos mo- delos económicos y sociales. En la Penínsu- la Ibérica, y concretamente en Andalucía, no existen problemas teóricos ni prácticos a la hora de aceptar o no un origen inde- pendiente de la agricultura y ganadería puesto que este fenómeno ha tenido lugar en varios lugares del mundo independien- temente. Sin embargo, no podemos perder de vista que los asentamientos neolíticos más antiguos de la Península Ibérica pre- sentan una fauna y una especies vegetales domésticas de las que no existen antece- dentes silvestres aquí, de ahí que el nuevo modo de vida haya sido explicado tradicio- nalmente como una aportación foránea in- troducida a través del Mediterráneo. En el proceso de cambio que representa el Neolítico, la presencia de especies forá- neas domésticas desde sus primeras ma- nifestaciones, tanto de plantas como de animales, inclina a admitir un estímulo inicial exterior. Desde los comienzos, y concretamente en Andalucía, nos encon- tramos con una economía agrícola y ga-
