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Orientación Universidad
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lectura obligatoria 2, Apuntes de Historia del Arte

Asignatura: Arte Contemporáneo, Profesor: Olga Pérez Monzón, Carrera: Historia del Arte, Universidad: UAM

Tipo: Apuntes

2013/2014

Subido el 05/05/2014

ablun
ablun 🇪🇸

2.7

(6)

6 documentos

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¡Descarga lectura obligatoria 2 y más Apuntes en PDF de Historia del Arte solo en Docsity! 92 LYNDA NLAD do de la representación del cuerpo femenino y han explorado la subjetividad en relación con una política del cuerpo. Muchas de estas artistas trabajan con su propio cuerpo en vez de emplear modelos, pero también hay maneras en las que las premisas éti- cas de la clase del natural pueden utilizarse para explorar diferen- tes y progresivos conjuntos de temas, Ya las profesoras feministas (normalmente profesoras a tiempo parcial en el sistema de las escuelas de arte) han cstado trabajando para introducir preocupa- ciones feministas en la situación de la clase del natural e. Se celebran sesiones teóricas a la vez que las clases prácticas, de modo que, en cada estadio, los estudiantes son conscientes de los significados de las imágenes que producen. En vez de ignorar la cuestión del poder, las relaciones entre profesora, estudiante y modelo y cl poder de la imagen se encaran constantemente. Ins- trumentos teóricos básicos tales como la semiótica, introducida en la clase del natural, muestran cómo las imágenes son codifica- das, cómo el cuerpo es generizado y sexualizado por medio de poses particulares, gestos y situaciones. El desnudo femenino es una tradición cultural muy poderosa, y la clase del natural desempeña un papel central en su formación; los estudiantes conscientes de esta tradición y los valores que propaga tienen la posibilidad de trabajar con imágenes de una manera informada y crítica, de modo que hay un lugar para la enseñanza de la clase del natural y la política sexual, pero hay limitaciones en lo que respecta a lo cfectivas que puedan ser estas ostrategias. En un momento en que los presupuestos de las escuelas de arte han sido salvajemente recortados y los contratos de muchas de las profe- soras a tiempo parcial rescindidos, será más difícil desarrollar estas ideas dentro del sistema. Y no olvidemos nunca que esta- mos tratando con un mito cultural muy penetrante. Si, como he afirmado, la situación de la clase del natural ha sido empleada para propagar una definición particular de la masculinidad viril, ” Agradezco muy vivamente a Roxane Permar sus discusiones acerca de sus cursos sobre «El desnudo y la política sexual», impartidos en St Martins School of Art cn 1985-1987. Algunas de estas cuestiones rolativas al feminismo, la clase del matural y la relación artista/modelo son exploradas por Angela Clarke. Frangoise Dupre, Julia Gash y Roxanc Permar en una exposición titulada «Watching You Watching Me», que tuvo lugar en The Small Mansion Arts Centre, Londres 5 de noviembre/4 de diciembre de 1988. FL DESNUDO FEMENINO 93 hay mucho en juego. Costará mucho trabajo borrar los rastros de esta mitología en todos los niveles de la producción cultural, 4. LA CRÍTICA DE ARTE Y LA METÁFORA SEXUAL. En la formación discursiva del desnudo femenino, la er fea de arte funciona como un lugar importante para la producción de significados y valores. En su mayor parte ha funelonado para legitimizar visiones patriarcales de la feminidad, megas a A maba estar completamente al margen de las preocupaciones polí- ticas cotidianas de la sociedad. En El mundo, el texto y la crítica, Edward Said ataca a la crítica literaria dentro de la cultura domi- nante por preocuparse sólo de su área discrcta particular de oa cialización profesional y por haberse separado de sus liga ura explícitas con la política y la sociedad. La crítica literaria aus diferentes formas — historia académica, periodismo, apreciación, teoría—, según Said, ha tendido a apoyar a la autoridad a la sociedad, haciendo las conexiones entre las esfera $ de la po mn ca, cultura y sociedad invisibles, si ya no imposibles, Al apelar al final de estas actividades críticas profesionalizadas, propone E cambio una «política de la interpretación», formulada a e e las respuestas a las siguientes preguntas: «Quién oseriber a ara quién se realiza la escritura? ¿En qué circunstancias?» *. | se Ss un punto de partida útil para un nuevo examen de la función de. a crítica de arte: sólo que, a las preguntas de Said, yo añadiría: «¿Qué tipo de escritura es? ¿Cómo se usa el lenguaje y con qué incs? ess textos de los manuales de clase del natural, comenta. dos en la sección anterior, se veía que el sexo y la sexudlicad podrían no ser permitidos a la hora de dominar la represortución del cuerpo femenino: el sexo debe ser implicito más que explicta to para guardar la pareja arteícontemplación intacta een la convencional polaridad del arte y la pornografía. Así también, o encies, and Community» Y Fward Wi Said, «Opponents, Audiences. Constituencies, and Communis en W 1. Y Mitchell (od, Zhe Pics o/Inerprearon, University of Chicago Press. Chicago'Londres, 1983, p. 7. También ho citado /he World, the Text and the Criric, Harvard University Press, Cambridge. Mass., 1983, especialmente la scc- ción «Secular Criticism» 94 TYNDA NLAD dentro de la crítica ici j dea ade adicional el lenguaje de los connois- gusto y valor. La manera en que se emploa el1 e Eo lO $ el lenguaje en la S- exipelones del desnudo femenino Nos permite jar El pa] Bs de e e en la crítica de arte reciente AS deportes es: las pinturas al óleo han sido saborea- a o oriadoreS del arte y la práctica de apli- oe » sido cargada de connotaciones sexuales. La a to as formas se hacen voluptuosas, el color es ls de pl ara misma es lujuriosamente fisica *. Esta repre- tentación O oducción artística sostiene el estereotipo domi- ld como producto, activo, controlador, un hombre e dades cana izada a través del pincel; que encuentra ón y sas Eon mediante el acto de pintar. Acaso la más Romo Lo que ción e la metáfora del pene como pincel viene de ad nenos conocido, aunque igualmente significati- la nera en que la afimación de Renoir es contextualizada or su hijo; a la pena recordarlo eu su totalidad, Cuando se le a 1Ó paid con las manos deterioradas por la artritis, plicó: «Con la polla», una observación que su hijo y bió- y ori A a de esos raros testimonios, esados en la historia del ilagro Mee la del mundo, del milagro de la trans- ción e matoria en espíritu» *. Es ésta a riac $0 ie tesi made da Icotomía materia/forma; en este caso es la sexcald AS co ars que el cuerpo femenino, lo que se transmuta es a En arte. Dentro de esta estructura metafórica, cl lien- conil a Icle vacía pero receptiva; vacio de significado — des. E dead y se le da significado por cl artista. La fin ndinsky de 1913 es un ej i mento 0 1 de K sl 3es emplo pe É vivido do la feminización del lienzo-superficie.. PE y tan rara- ' Dentro de esta misma tend a 'sta a lencia, véanse, jes cha pude Paine. Phaidon, Oxtord, 1979, p. 60 E Sa a e qe al the Nude, Thames £ Hudson, Londres, 198), p 72. Mt Ce Bo O ana E . E ze Pio ; mo aparece citado en Hobhouse, The Bride Siripped Bare, p. 135. p. . p. 135. Para una discusión importante de la metáfora del pene-c mo-pinecl, véase or penc-co L véase € aro! Duncan, sthetics of Pa re 977), pp. can, «The Esthetics of Power in Modern Erotic Art», Heresies, 1 (1 7), , a , Pp. 46-50, y sobre metáforas de la paternidad literaria, véanse Sandr: Gilbert de la paternidad Susan Gubar, The Madwoman in the Áttic: The Woman ma r and the Nineteenth- Gubar, woman in the Áttic: The Woman Writer ON : Nineteent Century Literary ln , iversi o Vale University Press, New Haven/L.ondres Entonces aprendi a batallar con el lienzo, llegar a conocerlo como un ser que resiste mi desco (sueño). y a inc deseo. Al principio so queda ahí como una virgen casta y luego Dega el pincel descoso que primero aquí, luego al mente conquista con toda la energía peculiar suya, como un coloniza- dor europeo *. En esta combinación asombrosa de ideologías contemporáneas seculares y colonialistas, evoca Kandinsky la práctica de pintar como una escena de violación, una violación del cuerpo lemeni- no/lienzo que luego compara a la subordinacion forzada de un sujeto colonizado por el poder colonizador. Kandinsky puede haberse dado cuenta del valor de las imágenes que es aba invo- cando pero no puede haber sido consciente de los lazos estructu- rales más profundos entre cl género y el estilo que está utilizando. En Espolones: Los estilos de Nietzsche, examina Derrida el concepto de estilo en la escrivura filosófica y erítica, y las motá- foras que encarna el concepto. Comenzando por la referencia soterrada al stylus, afirma Derrida que estilo normalmente es concebido como un proyectil apuntado, afilado. Esta idea es parte de una oposición entre lo apuntado, o puntual, y el material hostil que rodea y que resiste o perfora: En la cuestión del estilo hay siempre aquí el peso o examen de algún objeto puntiagudo. En ocasiones esto objeto podría ser sólo un punzón o una pluma. Pero podría igual de fácilmente ser un puñal o incluso un espadin. Tales objetos pueden ser usados en un ataque vicio- so contra aquello a lo que la filosofía apela con el nombre de materia O mavriz, un ataque cuya arremetida no podría sino dejar su marca, sino inseribir alguna marca o forma [...], parece. el estilo también usa su espolón (éperon) como wm medio de protección contra la amenza terro- sífica. cegadora, mortal [de lo] que se presenta a la vista %. 4% Como aparece citado en Max Kozloff, «The Authoritarian Personality 10 Modern Art», Ariforum (mayo de 1974), p. 46. * Jacques Derrida, Epérons, Les Styles de Nietzsche, Flammarion, París 1978 (versión española: Espolones Los estilos de Nietasche, Pro-Textos, Valencia. 1981). Por su caracterización de la majer como cl «otro» imposible de conocer, informe, este ensayo ha sido con toda justificación criticado por algunas filósofas feministas. Aunque estas Objeciones no pueden ser examinadas en nuestro contexto, véanse Margaret Whitford, Luce Irigaray: Philosophy in the Feminine, Routledgo, Londres/Nueva York, 1991, pp. 129-131, y Gayatri Chakrayorty Spivak, In Other Words: Essays in Cultural “Politics. Methuen, Nueva YorkíLondres, 1987, pássim.
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