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Lengua española. Lenguas modernas y sus literaturas., Apuntes de Idioma Español

Asignatura: Lengua Española (Teoría y Prácticas de la Lengua Escrita), Profesor: Maria Maria, Carrera: Lenguas Modernas y sus Literaturas, Universidad: UCM

Tipo: Apuntes

2015/2016

Subido el 02/02/2016

ninahelena
ninahelena 🇪🇸

4.3

(14)

6 documentos

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¡Descarga Lengua española. Lenguas modernas y sus literaturas. y más Apuntes en PDF de Idioma Español solo en Docsity! TEMA 1. LA LENGUA ESPAÑOLA: UNIDAD Y PLURALIDAD DE NORMAS Los textos escritos (ámbito académico) deben ser correctos lingüísticamente, esto es, su autor debe conocer y aplicar las normas gramaticales referidas al sistema de la lengua. El texto escrito, por lo tanto, tiene que ser un texto correcto. El uso correcto de la lengua española está regulado por la norma que define como << el conjunto de referencias lingüísticas vigentes en una comunidad de hablantes, adoptadas por consenso implícito entre sus miembros y convertidas en modelo de buen uso >> (DPD, XIII). Si no existiese ese conjunto de referencias lingüísticas comunes y cada hablante emplease un sistema particular, la comunicación se haría difícil, llegando incluso a ser imposible. Dicha norma, surge del uso común aceptado y se impone pero no por capricho o decisión de alguna autoridad lingüística. Se aseguraba la existencia de un código compartido que preserva la eficacia de la lengua como instrumento de comunicación. La RAE (Real Academia Española) se dedica a la planificación lingüística mediante la promulgación de normativas dirigidas a fomentare la unidad idiomática dentro y entre diversos territorios, así garantiza una norma común. 1. La evolución histórica del español Formado históricamente como muchas otras lenguas, a partir de un dialecto o variedad regional, el español adquirió ya su temprana historia medieval con una funcionalidad amplia y normalización en el plano ortográfico. Su difusión tardía en época medieval, se debe en parte a costa de los dialectos humanos. Dicha fusión fue configurando un espectro de variación en todos los niveles y echando bases del futuro transplante en América. Difundido en el Nuevo Mudo, el español dio origen a otra variedades regionales y sociales, por un lado la reestructuración del elemento patrimonial, y por otro las influencias alegláticas. Como el español transplantado contaba con una variedad de lengua culta, en América existió el ab origine, variedad que se constituyó. La codificación iniciada por Nebrija al filo de la Edad Moderna continuó dos siglos de modo abundante, heterogéneo y característico. Individualizan el proceso codificador y la reflexión metalingüística que estuviera referida a variedades peninsulares, muchas a veces polémicas. Sólo con la creación de la Real Academia Española, se inicia la codificación y la normalización institucionalizada; era inevitable que tuviera un carácter monocéntrico, en el sentido de reconocerse un único centro como irradiador de una norma para el continente americano y la Península. Destaca José Luis Rivarola con Sobre variedades y norma del español en el marco de una cultura lingüística pluricéntrica. 1.1. Las etapas de la evolución histórica de la lengua española 1.1.1. El español moderno En el año 1713 se funda la RAE que se convirtió en la institución símbolo de comienzo del período y referente normativo. La institución tiene éxito, por lo que se produce el carácter oficial de la institución, de manera que hubo una implantación de propuestas cambiando paulatinamente. El lema de la RAE es el siguiente: << Fija, limpia y da esplendor >>. Surge la publicación del Diccionario de Autoridades (entre 1726-1739) y la Gramática de la Lengua Castellana (1771). 1.1.2. El siglo XVIII El español en las escuelas sustituye al latín y se produce la alfabetización de las clases medias y populares. La lengua escrita se toma como referente culto y conciencia de lengua común. 1.1.3. El siglo XIX Se considera la lengua como vehículo de cultura y prestigio, se plantea el peligro de fragmentación entre la invasión lingüística y anglicismos. La actitud purista y academicista de los académicos españoles, facilitó que se eligiera la variedad septentrional frente a la meridional (mayoritaria), propia de los autores españoles, considerados modelos de buen hablar. El habla culta hispana presenta homogeneidad a pesar de las variantes dialectales. 1.1.4. La situación actual Corresponde a una cultura lingüística pluricéntrica, la cual muestra territorios como modelos de prestigio que son transmisores de un país y región. Cuántos y cuáles son, no se sabe debido a la falta de investigaciones empíricas. La mayor parte de las normas son de carácter subyacente. Se quiere aumentar los vínculos con los países americanos, creando la academia en todos los países de habla hispana. En 1951 se crea la Asociación de Academias de la Lengua Española que se basa en unidad, integridad y crecimiento de la lengua. Destaca el Diccionario panhispánico de dudas (DPD). Hay que destacar dos cuestiones: por un lado, la unidad de la lengua, dado que es un tema que presenta variaciones diatópicas, diastráticas y diafásicas. El tema desde el siglo XIX es si existe peligro de fragmentación, por lo que la Asociación de Academias vela por la sistematización en la adopción y asimilación de neologismos y tecnicismos en todos los países. Por otro lado, tenemos la cuestión de la proyección universal, puesto que es la lengua convertida en uno de los idiomas com mayor número de hablantes nativos y con mayor proyección, presenta importancia demográfica y homogeneidad. El idioma se ha convertido en un poderoso activo económico, a través de las industrias culturales para producir bienes y servicios. Crece el número de hablantes y además, cumple con los requisitos que la nueva revolución tecnológica exige. 2. Los desvíos y la norma Los hablantes hacen uso de estructuras gramaticales y realizaciones fonéticas que puede que se desvíen. A veces en el habla de los niveles socioculturales medio y alto, hace que se desarrolle el escrito y adquiera más o menos prestigio. Entonces entran a formar parte de las normas gramaticales y fonéticas de la lengua estándar, la cual se usa como modelo de realización culta y de buen uso de la lengua. Destacan el Diccionario panhispánico de dudas (DPD) y la Nueva Gramática de la Lengua Española (NGLE) que despejan las dudas y permiten conocer mejor la lengua. Como ya hemos dicho anteriormente, la norma se definía como << el conjunto de preferencias lingüísticas vigentes en una comunidad de hablantes, adoptadas por consenso implícito entre sus miembros y convertidas en modelo de buen uso >>. Es una norma pluricéntrica plural, por lo que es necesario señalar las opciones mayoritarias o generales. También las particularidades que proceden de una variante del español americano o europeo, << cuando estas opciones resultan comunes y hasta ejemplares >>. Ambas obras distinguen entre lengua culta y las marcadas por razones geográficas. El español estándar es, por lo tanto, la expresión culta formada por la lengua que empleamos todos o aspiramos a emplear cuando sentimos la necesidad de expresarnos con corrección. Es la lengua que se enseña en la escuela, ensayos y libros de carácter científico técnico. 5.3.1. las reglas generales de acentuación en palabras polisílabas. a. Las palabras agudas se acentúan en la última sílaba y llevan tilde cuando terminan en n, s o vocal como balón, compás y café. Si terminan en s precedida de otra consonante, se escriben sin tilde como robots y tampoco cuando terminan en y como virrey. b. Las palabras llanas se acentúan en la penúltima sílaba y llevan tilde cuando no terminan en n, s o vocal como clímax, hábil y tándem. También se acentúan cuando terminan en s precedidas de otra consonante como bíceps o cómics, y cuando terminan en y como yóquey. c. Las palabras esdrújulas se acentúan y llevan tilde siempre como cántaro o mecánica. d. Las palabras sobreesdrújulas se acentúan en la primera sílaba y llevan tilde siempre como cómetelo. Ejemplo: Chiita es una palabra polisílaba cuya secuencia vocálica está formada por dos vocales cerradas (doble i latina) iguales que desde el punto de vista fónico se separan en tres sílabas chi- i-ta, por lo tanto, al estar fuera las vocales de una misma sílaba, forman un hiato. Desde el punto de vista ortográfico, es una palabra llana ya que el acento recae en la penúltima sílaba, pero para que lleve tilde debe acabar en distinta de n, s o vocal. En conclusión, no lleva tilde. 5.3.2. Las reglas generales de acentuación en palabras monosílabas Las palabras monosílabas son las palabras de una sola sílaba y no se tildan nunca, salvo en caso de tilde diacrítica como te y té. 5.3.3. Las reglas generales de acentuación en diptongos, hiatos y triptongos a. Un diptongo es una secuencia de dos vocales distintas que se pronuncian dentro de una misma sílaba, como vien-to o a-cei-te. Se considera diptongos, las siguientes secuencias vocálicas. 1. Vocal abierta + vocal cerrada / vocal cerrada + vocal abierta, siempre que la cerrada no sea tónica. Ejemplo: amáis, peine, suave… 2. Dos vocales cerradas distintas: ciudad, viudo… Colocación de tilde en diptongos: 1. Vocal abierta tónica + vocal cerrada átona o viceversa, la tilde se coloca sobre la vocal abierta. Por ejemplo: adiós, después… 2. En los diptongos formados por dos vocales cerradas la tilde se coloca en la segunda vocal. Por ejemplo: acuífero, interviú… b. Un hiato es una secuencia de dos vocales que se pronuncian en sílabas distintas como guí-a o pa-ís. Se considera hiatos a las secuencias vocálicas siguientes: 1. Dos vocales iguales. Por ejemplo: poseer, chiita, albahaca… 2. Dos vocales abiertas. Por ejemplo: anchoa, teatro, aéreo… 3. Vocal cerrada tónica + vocal abierta átona on en orden inverso vocal abierta átona + vocal cerrada tónica. Por ejemplo: alegría, río, búho, raíz, reír, oír… Colocación de tilde en hiatos: 1. Las palabras con hiato formadas por dos vocales o dos vocales abiertas distintas, siguen la regla de acentuación general. 2. Las palabras con hiato formadas por una vocal cerrada tónica y una vocal abierta átona o una vocal abierta átona y una cerrada tónica, siempre llevan tilde en la cerrada, con independencia de las reglas. Por ejemplo: armonía, guía, raíz… c. Un triptongo es una secuencia de tres vocales que forman parte de una misma sílaba como a- pre-ciáis. Para que exista un triptongo ha de combinarse dos vocales cerrada (i,u) átonas y en medio una vocal abierta (a, e, o). Colocación de tilde en triptongos: 1. Las palabras con triptongo siguen las reglas generales de acentuación. 2. Respecto a la tilde, se puede decir que va siempre sobre vocal abierta. Por ejemplo: consensuáis, habituáis… 5.3.4. Solo y sólo Sólo con tilde es un adverbio y por ambigüedad lleva tilde, mientras que solo sin tilde es adjetivo. 5.3.5. Aún y aun Aún lleva tilde cuando puede sustituirse por todavía y aun sin tilde cuando tiene significado de hasta, también o incluso. 5.3.6. Los interrogativos y exclamativos Cómo, cuál, cuándo, cuánto, dónde, qué, quién… 5.3.7. Demostrativos Los demostrativos este, ese y aquel pueden ser pronombres, sea cual sea función, son tónicas y pertenecen, por su forma, al grupo de palabras que deben escribirse sin tilde, salvo en aquel caso de ambigüedad. 6. La puntuación Textos de ejemplo: “Elvira se levantó a echar las persianas y se acordó de que estaría por lo menos un año y medio sin ir al cine. Para marzo del año que viene, no. Para el otro marzo. Eran plazos consabidos, marcados automáticamente con anticipación y exactitud, como si se tratase del vencimiento de una letra. Con las medias grises, la primera película. A eso se llamaba el alivio de luto.” (C. Martín Gaite, Entre visillos) “La historia de un pueblo, en esencia, es la historia del modo en que su gente se comunica entre sí y con los ajenos. La historia es un devenir de entendimientos y discordias, de comunicación y de malentendidos, entre propios y extraños, con consecuencias muy diversas en todos los ámbitos de la vida social. Siendo así, resulta imprescindible conocer bien la historia lingüística y comunicativa de cualquier lugar, la historia social de sus lenguas [...].“ “Don Juan, agoniza” –> Vocativo 6.1. El punto Signo de puntuación (.) cuyo uso principal es señalar gráficamente la pausa que marca el final de un enunciado —que no sea interrogativo o exclamativo—, de un párrafo o de un texto. Se escribe sin separación de la palabra que lo precede y separado por un espacio de la palabra o el signo que lo sigue. La palabra que sigue al punto se escribe siempre con inicial mayúscula. 6.1.1. Los usos lingüísticos a. Recibe distintos nombres, según marque el final de un enunciado, un párrafo o un texto: Si se escribe al final de un enunciado y a continuación, en el mismo renglón, se inicia otro, se denomina punto y seguido, nombre más lógico y recomendable que el también usual de punto seguido. Si el punto y seguido coincide con el final de una línea, se comienza a escribir en la siguiente con el mismo margen, sin sangrado inicial. El punto y seguido es, pues, el que separa los enunciados que integran un párrafo. Si se escribe al final de un párrafo y el enunciado siguiente inicia un párrafo nuevo, se denomina punto y aparte, aunque en algunas zonas de América se dice punto aparte. La primera línea de cada párrafo debe tener un margen mayor que el resto de las líneas que lo componen, es decir, ha de quedar sangrada. Ejemplo: Estuvo rondando la casa varias horas, silbando claves privadas, hasta que la proximidad del alba lo obligó a regresar. En el cuarto de su madre, jugando con la hermanita recién nacida y con una cara que se le caía de inocencia, encontró a José Arcadio. Úrsula había cumplido apenas su reposo de cuarenta días, cuando volvieron los gitanos. Eran los mismos saltimbanquis y malabaristas que llevaron el hielo. El punto y aparte es, pues, el que separa dos párrafos distintos, que suelen desarrollar, dentro de la unidad del texto, ideas o contenidos diferentes. Se escribe punto detrás de las abreviaturas, con muy pocas excepciones. Por ejemplo: sra. Si se escribe al final de un escrito o de una división importante del texto, se denomina punto final. No es correcta la denominación punto y final, creada por analogía de las correctas punto y seguido y punto y aparte (→ a y b). b. Se escribe punto detrás de las abreviaturas, con muy pocas excepciones. Por ejemplo: sra. c. Las siglas no llevan punto entre las letras que las componen, salvo que formen parte de un enunciado escrito en mayúscula. Por ejemplo: OTAN 6.1.2. La Combinación con otros signos a. El punto se escribirá siempre detrás de las comillas, los paréntesis y las rayas de cierre: Dijo: «Tú y yo hemos terminado». Tras estas palabras se marchó, dando un portazo. (Creo que estaba muy enfadada). En la calle la esperaba Emilio —un buen amigo—. Este, al verla llegar, sonrió. b. No debe escribirse punto tras los signos de cierre de interrogación o de exclamación, aunque con ellos termine el enunciado; está, pues, incorrectamente puntuada la secuencia siguiente: ¿Quieres darte prisa?. ¡Vamos a llegar tarde por tu culpa!. Pero ¿se puede saber qué estás haciendo?. Solo debe escribirse punto si tras los signos de interrogación o de exclamación hay paréntesis o comillas de cierre: Se puso a gritar como un loco (¡vaya genio que tiene el amigo!). Me preguntó muy serio: «¿De veras puedo contar contigo?». a. Preceden a una enumeración de carácter explicativo: Ayer me compré dos libros: uno de Carlos Fuentes y otro de Cortázar. b. Cuando, por interés, se anticipan los elementos de la enumeración, los dos puntos sirven para cerrarla y dar paso al concepto que los engloba: Natural, sana y equilibrada: así debe ser una buena alimentación. c. Preceden a la reproducción de citas o palabras textuales, que deben escribirse entre comillas e iniciarse con mayúscula (→ mayúsculas, 3.3c): Ya lo dijo Ortega y Gasset: «La claridad es la cortesía del filósofo». d. Se emplean tras las fórmulas de saludo en el encabezamiento de cartas y documentos. En este caso, la palabra que sigue a los dos puntos, y que inicia el cuerpo de la carta, se escribe con inicial mayúscula y en renglón aparte (→ mayúsculas, 3.3a): Muy señor mío: / Le agradeceré que en el plazo más breve posible... Es costumbre anglosajona, que debe evitarse en español, utilizar la coma en lugar de los dos puntos: Querido amigo, / Te escribo esta carta para comunicarte… e. Sirven para separar una ejemplificación del resto de la oración: De vez en cuando tiene algunos comportamientos inexplicables: hoy ha venido a la oficina en zapatillas. f. En textos jurídicos y administrativos, como decretos, sentencias, bandos, edictos, certificados o instancias, se colocan después del verbo que presenta el objetivo fundamental del documento y que va escrito con todas sus letras en mayúscula (→ mayúsculas, 2.2d). La primera palabra que sigue a dicho verbo se escribe con inicial mayúscula y en párrafo aparte (→ mayúsculas, 3.3b ): CERTIFICA: / Que D. José Álvarez García ha seguido con aprovechamiento el Curso... Solamente en este caso los dos puntos son compatibles con la conjunción subordinante que. g. Sirven para marcar una pausa enfática tras locuciones de carácter introductorio como a saber, ahora bien, pues bien, esto es, dicho de otro modo, en otras palabras, más aún..., y no precisan que la oración que los sigue se inicie con mayúscula: Nunca me ha molestado colaborar. Dicho de otro modo: me gusta ayudar a los demás; ¿Recuerdas lo que te conté de Ramiro? Pues bien: ha vuelto a hacerlo. En la mayoría de estos casos los dos puntos son sustituibles por la coma. La diferencia entre el uso de uno u otro signo está en que con la coma el énfasis desaparece y la expectación creada en el lector con respecto a lo que se va a decir es menor. h. Se usan también para conectar oraciones relacionadas entre sí sin necesidad de emplear otro nexo. Son varias las relaciones que pueden expresar: a) Causa-efecto: Se ha quedado sin trabajo: no podrá ir de vacaciones este verano. b) Conclusión, consecuencia o resumen de la oración anterior: El arbitraje fue injusto y se cometieron demasiados errores: al final se perdió el partido. c) Verificación o explicación de la oración anterior, que suele tener un sentido más general: La paella es un plato muy completo y nutritivo: tiene la fécula del arroz, las proteínas de sus carnes y pescados, y la fibra de sus verduras. i. En tí tulos y epígrafes es frecuente su uso para separar el concepto general del aspecto parcial del que va a tratarse: La literatura medieval: estudio comparativo de los principales motivos recurrentes. j. Separan los epígrafes internos de un libro del texto que los sigue, cuando este comienza en la misma línea: La Revolución industrial: Su origen hay que situarlo en Gran Bretaña, alrededor de 1780, cuando... k. Es incorrecto escribir dos puntos entre una preposición y el sustantivo o sustantivos que esta introduce. 6.3.2. Usos no lingüísticos a. Se emplean para separar las horas de los minutos en la expresión de la hora. No debe dejarse espacio de separación entre los dos puntos y las cifras colindantes: 15:30 h (para esto se usa también el punto; → punto, 4.1). b. Indican división en expresiones matemáticas. En este caso, se escriben con espacio de separación respecto de las cifras colindantes: 8 : 2 = 4. En este uso alternan con la barra (→ barra , 1i) y con el símbolo ÷. 6.4. Los puntos suspensivos Signo de puntuación formado por tres puntos consecutivos (...) —y solo tres—, llamado así porque entre sus usos principales está el de dejar en suspenso el discurso. Se escriben siempre pegados a la palabra o el signo que los precede, y separados por un espacio de la palabra o el signo que los sigue; pero si lo que sigue a los puntos suspensivos es otro signo de puntuación, no se deja espacio entre ambos. Si los puntos suspensivos cierran el enunciado, la palabra siguiente debe escribirse con mayúscula inicial: El caso es que si lloviese... Mejor no pensar en esa posibilidad; pero si no cierran el enunciado y este continúa tras ellos, la palabra que sigue se inicia con minúscula: Estoy pensando que... aceptaré; en esta ocasión debo arriesgarme. 6.4.2. Usos a. Para indicar la existencia en el discurso de una pausa transitoria que expresa duda, temor, vacilación o suspense: No sé si ir o si no ir... No sé qué hacer; Te llaman del hospital... Espero que sean buenas noticias; Si yo te contara… b. Para señalar la interrupción voluntaria de un discurso cuyo final se da por conocido o sobrentendido por el interlocutor: A pesar de que prepararon cuidadosamente la expedición, llevaron materiales de primera y guías muy experimentados... Bueno, ya sabéis cómo acabó la cosa. Es especialmente frecuente este uso cuando se reproduce un refrán o un fragmento literario de sobra conocido: Más vale pájaro en mano..., así que dámelo ahora mismo; Y en mitad de la fiesta, se subió a una mesa y comenzó a recitar: «Con diez cañones por banda...». c. Para evitar repetir la cita completa del título largo de una obra que debe volver a mencionarse: La obra Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos, de Rafael Alberti, está llena de grandes aciertos. Los versos de Yo era un tonto... contienen algunos de los mejores hallazgos expresivos del autor. d. Para insinuar, evitando su reproducción, expresiones o palabras malsonantes o inconvenientes: ¡Qué hijo de... está hecho! e. Cuando, por cualquier otro motivo, se desea dejar el enunciado incompleto y en suspenso: Fue todo muy violento, estuvo muy desagradable... No quiero seguir hablando de ello. f. Sin valor de interrupción del discurso, sino con intención enfática o expresiva, para alargar entonativamente un texto: Ser... o no ser... Esa es la cuestión. g. Al final de enumeraciones abiertas o incompletas, con el mismo valor que la palabra etcétera o su abreviatura: Puedes hacer lo que quieras: leer, ver la televisión, oír música... Debe evitarse, por redundante, la aparición conjunta de ambos elementos: Puedes hacer lo que quieras: leer, ver la televisión, oír música..., etc. Puedes hacer lo que quieras: leer, ver la televisión, oír música, etcétera... h. Entre corchetes [...] o entre paréntesis (...), los puntos suspensivos indican la supresión de una palabra o un fragmento en una cita textual: «Fui don Quijote de la Mancha y soy agora [...] Alonso Quijano el Bueno» (Cervantes Quijote II [Esp. 1615]). 6.4.3. Combinación con otros signos a. Si los puntos suspensivos finalizan el enunciado, no debe añadirse a ellos el punto de cierre (se escribirán solo tres puntos): Me encanta esta casa. Es hermoso despertarse y ver el sol, los árboles, la luz en las ventanas... Creo que volveré el año que viene; pero si los puntos suspensivos van detrás de una abreviatura, se suma a ellos el punto que la cierra, de modo que se escribirán cuatro puntos en total (→abreviatura, 6d): Algunas abreviaturas con tilde son pág., cód., admón.... b. Tras los puntos suspensivos sí pueden colocarse otros signos de puntuación, como la coma, el punto y coma y los dos puntos, sin dejar entre ambos signos ningún espacio de separación: Cuando decidas los colores, las telas, el tipo de mobiliario..., ven a verme y te haré el presupuesto. Mañana traerán la mesa, las sillas, los cuadros...; entonces sí parecerá una casa. Pensándolo bien...: mejor que no se presente. c. Los puntos suspensivos se escriben delante de los signos de cierre de interrogación o de exclamación si el enunciado interrogativo o exclamativo está incompleto: ¡Si te dije que...! Es inútil, nunca haces caso a nadie; si está completo, los puntos suspensivos se escriben detrás, sin espacio de separación: ¿Me habrá traído los libros?... Seguro que sí. Pueden darse casos en que se junten el punto de una abreviatura, los tres puntos suspensivos y el de los signos de cierre de interrogación o de exclamación: —¿Viste a ese Sr....? —Sí, el Sr. González estuvo aquí ayer. PRÁCTICAS SIGNOS PUNTUACIÓN (punto, punto y coma, dos puntos, puntos suspensivos): • Dijo: “Tú y yo hemos terminado”. Tras estas palabras, se marchó dando un portazo creo que estaba muy enfadada en la calle la esperaba Emilio un buen amigo este al verla llegar sonrió. • ¿Quieres darte prisa?. (no hay que poner el punto (. ) después de la interrogación es una falta de ortografía) • ¡Vamos a llegar tarde por tu culpa!. (no hay que poner punto ( . ) después de la exclamación, es una falta de ortografía) • Se puso a gritar como un loco ( ; porque la relación que hay entre las dos frases es mayor que una , y menor que un . ) o ( : ) o ( , porque hay una relación estrecha entre ambas frases ) vaya genio que tiene el amigo. • Le gusta todo tipo de cine ( : porque introduce una enumeración simple) negro ( , porque la relación existente es estrecha y porque se está haciendo una enumeración) histórico ( , porque la relación que hay es estrecha y porque se está dado lugar a una enumeración) de aventuras ( … Porque es una enumeración interrumpida) es un cinéfilo empedernido · Las asambleas la última duró casi cuatro horas sin ningún descanso se celebran en el salón de actos. ·El año de su nacimiento ( 1616 ) es el mismo en que murió Cervantes. Se pone entre paréntesis 1616 porque se trata de algo añadido sin menor importancia). · Toda su familia nació en Guadalajara (México ). México va entre paréntesis porque se trata de una información secundaria. 6.6.1. Usos de los paréntesis a. Cuando se interrumpe el enunciado con un inciso aclaratorio o accesorio. También se usan comas, pero el paréntesis indica mayor grado de aislamiento. b. Para intercalar algún dato o precisión como fechas, lugares desarrollo de una sigla, el nombre de un autor, etc. c. Para introducir opciones en un texto. Ejemplo: en el documento se indicará(n) el(los) día(s) en que haya tenido lugar la baja. d. Para desarrollar las abreviaturas o reconstruir las palabras incompletas del texto original cuando se reproducen o transcriben textos, códices o inscripciones. Por ejemplo: imp(eratori) caes(ari). e. En la reproducción de citas textuales, se usan tres puntos entre paréntesis para indicar que se omite un fragmento original. f. Para encerrar en obras teatrales, acotaciones del autor o aportes de los personajes. Por ejemplo: Rernarda (golpeando con el bastón en el suelo). g. Las letras o números que introducen elementos de una clasificación o enumeración. h. En fórmulas matemáticas o químicas, los paréntesis sirven para aislar operaciones que forman parte de una serie. 6.6.2. La combinación con otros signos a. Los signos de puntuación correspondientes al período en el que va inserto el texto entre paréntesis se colocan siempre después del paréntesis de cierre. Por ejemplo: Llevaba casados mucho tiempo (el año pasado cumplieron sus bodas de oro), pero nunca lograron entenderse. b. El texto contenido dentro de los paréntesis tiene una puntuación independiente. Por ejemplo: se fue dando un portazo (creo que estaba muy enfadado). 6.7. Corchetes Signo ortográfico doble ([ ]) que se utiliza, por lo general, de forma parecida a los paréntesis que incorporan información complementaria o aclaratoria. Los corchetes se escriben pegados a la primera y la última palabra del período que enmarcan, y separados por un espacio de las palabras o signos que los preceden o los siguen (hay algunas excepciones; 2 1 9 2 2c); pero si lo que sigue al corchete de cierre es un signo de puntuación, no se deja espacio entre ambos. 6.7.1 Usos del corchete a. Cuando dentro de un enunciado que va entre paréntesis es preciso introducir alguna precisión o nota aclaratoria: Una de las últimas novelas que publicó Galdós (algunos estudiosos consideran su obra Fortunata y Jacinta [1886-87] la mejor novela española del siglo xix) fue El caballero encantado (1909). Este orden de inclusión se invierte en las fórmulas matemáticas o químicas, donde los corchetes encierran operaciones que contienen otras ya encerradas entre paréntesis: [(4 + 2) × (5 + 3)]– (6 – 2) ( 2 1 9 2 paréntesis, 2h). b. En libros de poesía, se coloca un corchete de apertura delante de las últimas palabras de un verso cuando no se ha transcrito en una sola línea y se termina, alineado a la derecha, en el renglón siguiente: Y los ritmos indóciles vinieron acercándose, juntándose en las sombras, huyéndose y [buscándose. (Silva Obra [Col. 1880-95]). c. En la transcripción de un texto, se emplean para marcar cualquier interpolación o modificación en el texto original, como aclaraciones, adiciones, enmiendas o el desarrollo de abreviaturas: Hay otros [templos] de esta misma época de los que no se conserva prácticamente nada; Subió la cue [s]ta con dificultad. [En el original, cuenta]; Acabose de imprimir el A[nno] D[omini] de 1537. Al desarrollar abreviaturas, no se deja espacio de separación ante los corchetes de apertura. d. En obras de carácter lingüístico, se usan para encerrar las transcripciones fonéticas: [d-wén,de], transcripción fonética de duende. Para las transcripciones fonológicas se emplean las barras ( 2 1 9 2 barra, 1e). e. Se usan tres puntos entre corchetes para indicar, en la transcripción de un texto, que se ha omitido un fragmento del original: «Pensé que él no pudo ver mi sonrisa [...] por lo negra que estaba la noche» (Rulfo Páramo [Méx. 1955-80]). 6.7.2. Combinación con otros signos Es idéntica a la de los paréntesis 6.8. Comillas Signo ortográfico doble del cual se usan diferentes tipos en español: las comillas angulares, también llamadas latinas o españolas (« »), las inglesas (“ ”) y las simples (‘ ’). Las comillas inglesas y las simples se escriben en la parte alta del renglón, mientras que las angulares se escriben centradas. En los textos impresos, se recomienda utilizar en primera instancia las comillas angulares, reservando los otros tipos para cuando deban entrecomillarse partes de un texto ya entrecomillado. En este caso, las comillas simples se emplearán en último lugar: «Antonio me dijo: “Vaya ‘cacharro’ que se ha comprado Julián”». Las comillas se escriben pegadas a la primera y la última palabra del período que enmarcan, y separadas por un espacio de las palabras o signos que las preceden o las siguen; pero si lo que sigue a las comillas de cierre es un signo de puntuación, no se deja espacio entre ambos. · Dijo que la comida llevaba muchas “especies”. Se pone especies entre comillas para señalar un vulgarismo. ✳ Los títulos de los archivos van entre comillas. 6.8.1. Usos de las comillas a. Para enmarcar la reproducción de citas textuales. Si el texto que se reproduce consta de varios párrafos, antes era costumbre colocar comillas de cierre al comienzo de cada uno de ellos (salvo, claro está, en el primero, que se inicia con comillas de apertura): Dice Rafael Lapesa en su obra Historia de la lengua española, a propósito de los germanos: «En el año 409 un conglomerado de pueblos germánicos —vándalos, suevos y alanos— atravesaba el Pirineo y caía sobre España [...]. »Así quedó cumplida la amenaza que secularmente venía pesando desde el Rhin y el Danubio». Hoy, lo normal es reproducir la cita con sangrado respecto del resto del texto y generalmente en un cuerpo menor. En ese caso, ya no son necesarias las comillas: Dice Rafael Lapesa en su obra Historia de la lengua española, a propósito de los germanos: En el año 409 un conglomerado de pueblos germánicos —vándalos, suevos y alanos— atravesaba el Pirineo y caía sobre España [...]. Así quedó cumplida la amenaza que secularmente venía pesando desde el Rhin y el Danubio. Cuando se intercala un comentario del transcriptor de la cita, este debe enmarcarse entre rayas ( 2 1 9 2 raya, 2.5), sin necesidad de cerrar las comillas para volverlas a abrir después del inciso: «Es imprescindible —señaló el ministro— que se refuercen los controles sanitarios en las fronteras». También se encierran entre comillas las palabras textuales que se reproducen dentro de un enunciado en estilo indirecto: «Desde Medicus Mundi reconocieron ayer sentir “impotencia y congoja” por este asesinato y exigieron “un compromiso de las autoridades para el esclarecimiento de estos graves hechos”» (País@[Esp.] 12.6.00). La inclusión, a través de las comillas, de un texto literal dentro de un enunciado en estilo indirecto es aceptable siempre y cuando no se incumpla alguna de las condiciones impuestas por el estilo indirecto, como, por ejemplo, la correlación de tiempos verbales o los cambios en determinados pronombres o adverbios. No sería aceptable, por tanto, un enunciado como el siguiente: Mi madre nos recomendó que «no salgáis a la calle sin abrigo». b. Para encerrar, en las obras literarias de carácter narrativo, los textos que reproducen de forma directa los pensamientos de los personajes: «“¡Hasta en latín sabía maldecir el pillastre!”, pensó el padre» (Clarín Regenta [Esp. 1884-85]). Cuando los pensamientos del personaje ocupan varios párrafos, se colocan comillas de cierre al comienzo de cada uno de ellos (salvo, claro está, en el primero, que se inicia con comillas de apertura): «“¡Oh, a él, a don Álvaro Mesía le pasaba aquello! ¿Y el ridículo? ¡Qué diría Visita, [...] qué diría el mundo entero! ”Dirían que un cura le había derrotado. ¡Aquello pedía sangre! Sí, pero esta era otra”. Si don Álvaro se figuraba al Magistral vestido de levita, acudiendo a un duelo a que él le retaba... sentía escalofríos» (Clarín Regenta [Esp. 1884-85]). · Cuando el comentario o aclaración del narrador va introducido por un verbo de habla (decir, añadir, asegurar, preguntar, exclamar, reponer, etc.), su intervención se inicia en minúscula, aunque venga precedida de un signo de puntuación que tenga valor de punto, como el signo de cierre de interrogación o de exclamación: —¡Qué le vamos a hacer! —exclamó resignada doña Patro (y no —¡Qué le vamos a hacer! —Exclamó resignada doña Patro). Si la intervención del personaje continúa tras las palabras del narrador, el signo de puntuación que corresponda al enunciado interrumpido se debe colocar tras la raya que cierra el inciso del narrador: —Está bien —dijo Carlos—; lo haré, pero que sea la última vez que me lo pides. · Cuando el comentario del narrador no se introduce con un verbo de habla, las palabras del personaje deben cerrarse con punto y el inciso del narrador debe iniciarse con mayúscula: —No se moleste. —Cerró la puerta y salió de mala gana. Si tras el comentario del narrador continúa el parlamento del personaje, el punto que marca el fin del inciso narrativo se escribe tras la raya de cierre: —¿Puedo irme ya? —Se puso en pie con gesto decidido—. No hace falta que me acompañe. Conozco el camino. · Si el signo de puntuación que hay que poner tras el inciso del narrador son los dos puntos, estos se escriben también tras la raya de cierre: —Anoche estuve en una fiesta —me confesó, y añadió —: Conocí a personas muy interesantes. e. Las rayas se usan también para enmarcar los comentarios del transcriptor de una cita textual: «Es imprescindible —señaló el ministro— que se refuercen los sistemas de control sanitario en las fronteras». f. La raya sirve asimismo para introducir cada uno de los elementos de una relación que se escriben en líneas independientes. En este caso, debe dejarse un espacio en blanco entre la raya y el texto que sigue. A la hora de puntuar este tipo de relaciones, hay dos opciones: · Escribir con inicial minúscula cada uno de los conceptos, cerrando los enunciados con punto y coma, excepto el último, que se cerrará con punto: Las funciones del lenguaje, según Jakobson, son seis: — expresiva; — fática; — conativa; — referencial; — poética; — metalingüística. Cuando los elementos que se relacionan son simples, como ocurre en el ejemplo anterior, es posible eliminar la puntuación: Las funciones del lenguaje, según Jakobson, son seis: — expresiva — fática — conativa — referencial — poética — metalingüística · Escribir con inicial mayúscula cada uno de los conceptos, cerrando los enunciados con punto, opción recomendada cuando la relación se compone de enunciados completos: Entre los rasgos del castellano hablado en Aragón, sobresalen los siguientes: — La entonación es claramente ascendente y hay tendencia a alargar la vocal final. — Se evita el acento en posición esdrújula. — El sufijo diminutivo dominante es -ico. — Se emplea mucho la partícula pues. La raya puede sustituirse, en estos casos, por letras con paréntesis, números u otros signos. g. En listas alfabéticas, índices bibliográficos y otros repertorios, la raya al comienzo de una línea se usa para indicar que en ese renglón se omite, para no repetirlo, un elemento común ya expresado en la primera de sus menciones. También en este caso debe dejarse un espacio en blanco después de la raya: Verbos intransitivos — irregulares — regulares — transitivos Tras la raya de sustitución no debe escribirse el signo de puntuación que sigue, si lo hubiere, a la expresión sustituida; así, en el ejemplo siguiente, no deben escribirse tras las rayas los dos puntos que sí aparecen, en la primera mención, tras el nombre del autor: Ortega y Gasset, J.: Artículos (1917-33). — Idea del teatro (1946). — La rebelión de las masas (1930). h. La raya se usa precedida de un punto (.—) en los casos siguientes: · En los epígrafes internos de un libro, cuando el texto que sigue comienza en la misma línea: Género de los sustantivos.— Por el género, los sustantivos se dividen en español en femeninos y masculinos. El género neutro no existe en español. Decimos que un nombre es femenino o masculino cuando... · En la edición de obras teatrales, para separar el nombre de cada uno de los personajes del texto de sus intervenciones: María.—¿Dónde vas? Juan.—A dar una vuelta. TEMA 2: LA MORFOLOGÍA 1.3 El queísmo El queísmo es la supresión indebida de una preposición (generalmente de) delante de la conjunción que, cuando la preposición viene exigida por alguna palabra del enunciado. No debe suprimirse la preposición en los casos siguiente: a. Con verbos pronominales que se construyen con un complemento de régimen. Por ejemplo: acordarse de algo, alegrase de algo, arrepentirse de algo, fijarse en algo, olvidarse de algo, preocuparse de algo o por algo, etc.. ·Me alegro de que hayáis venido / Me alegro que hayáis venido (*). ·Me olvidé de que tenía que llamarte / Me olvidé que tenía que llamarte (*) ·Te preocupaste de o porque pasáramos calamidades / Te preocupaste que pasáramos calamidades. (*) Algunos de estos verbos cuando se utilizan de forma no pronominal, se construyen sin preposición, por lo que, en ese caso la oración subordinada ejerce de sujeto o de complemento directo. Por ejemplo: ·Me alegró que vinieras / Me alegró de que vinieras (*). ·Olvidé que tenía que ir al dentista / Olvidé de que tenía que ir al dentista (*). b. Con verbos no pronominales que se construyen con un complemento de régimen. Por ejemplo: convencer de algo, insistir en algo, tratar de algo (en el sentido de procurarlo, intentarlo) etc… algunos ejemplos son: ·Lo convencí de que escribiera el artículo / Lo convencí que escribiera el artículo (*). ·Insistió en que nos quedáramos a cenar / Insistió que nos quedáramos a cenar (*) c. Con sustantivos que llevan complementos preposicionales. Por ejemplo: ·Iré con la condición de que vayáis a recogerme / Iré con la condición que vayáis a recogerme (*). ·Tengo ganas de que llueva / Tengo ganas que llueva (*). d. Con adjetivos que lleven complementos preposicionales. Por ejemplo: ·Estamos seguros de que acertaremos / Estamos seguros que acertaremos (*). ·Estoy convencido de que llegará lejos /Estoy convencido que llegarás lejos (*). e. En la construcción hasta el punto de que. f. En locuciones verbales: caber o haber duda de algo, caer en la cuenta de algo, darse cuenta de algo. Por ejemplo: No cabe duda de que es un gran escritor / no cabe duda que es un gran escritor (*). g. En locuciones como: a pesar de que, a fin de que, a condición de que, en caso de que… No deben confundirse las locuciones caer en la cuenta, darse cuenta, que exigen de, con tener en cuenta que no exige la preposición. Por ejemplo: no tien en cuenta que nos esforzamos / no tiene en cuenta de que nos esforzamos (*). ATENCIÓN CON VERBOS DE INFORMACIÓN. a. Los verbos advertir, avisar, cuidar, dudar e informar en sus acepciones más comunes, pueden construirse de dos formas: ·Advertir (algo) a alguien / Advertir de algo a alguien. ·Avisar algo a alguien / Avisar de algo a alguien ·Cuidar algo a alguien / Cuidar de algo a alguien. Con estos verbos, la presencia de la preposición de delante de la conjunción que no es obligatoria b. En las expresiones formadas por el verbo dar + un sustantivo abstracto que designa sentimiento como vergüenza, miedo, pena, rabia, etc, se admite alternancias. Por ejemplo: me da pena que haya tanta gente sin techo / me da pena de que hay tanta gente sin techo. c. Antes (de) que, después (de) que, con tal (de) que… 1.4 el dequeísmo El dequeísmo es el uso indebido de la preposición de delante de la conjunción que cuando la preposición no viene exigida por ninguna palabra del enunciado. Se produce: a. Cuando se antepone la preposición de a una oración subordinada sustantiva de sujeto. El sujeto nunca va precedido de preposición. Por ejemplo: me alegra que seáis felices / me alegra de que seáis felices (*). Sin embargo, algunos verbos cuando se usan en forma pronominal como alegrarse, preocuparse, etc necesitas obligatoriamente el conjunto de la preposición y conjunción: me alegro de que seáis felices / me alegro que seáis felices (*). b. Cuando se antepone la preposición de a una subordinada sustantiva de complemento directo, con verbos principalmente de pensamiento (pensar, opinar, creer, considerar, etc), de habla (decir, comunicar, exponer), de temor (temer, etc) y de percepción (ver, oír, etc…). Por ejemplo: pienso que conseguiremos ganar el campeonato / pienso de que conseguiremos ganar el campeonato (*). c. Cuando se antepone la preposición de a una oración subordinada con función de atributo en oraciones copulativas con el verbo ser. Este complemento no lleva preposición. Por ejemplo: mi intención es que participemos todos / mi intención es de que participemos todos (*). d. Cuando se inserta la preposición de en locuciones conjuntivas que no la llevan como: a no ser que, a medida que, una vez que… e. Cuando se usa la preposición de en lugar de la que realmente exige el verbo. Por ejemplo: insistieron en que fuéramos con ellos / insistieron de que fuéramos con ellos (*). f. Con los verbos advertir, avisar, cuidar(se), dudar e informar(se), se admite doble alternancia como hemos visto en el queísmo. g. Un procedimiento que puede servir para determinarse si debe emplearse la secuencia de preposición + que, o simplemente que, es la de transformar el enunciado dudoso en interrogativo. h. Antes (de) que, después (de) que, con tal (de) que. 1.5. La preposicón <<a>> con verbos acostumbrarse y dignarse La norma admite: ·Yo acostumbro levantarme temprano / Yo acostumbro a levantarme temprano ·Acostumbré a mis hijos a levantarse temprano ·No se dignó saludarme / No se dignó a saludarme. 2. Los adverbios con posesivos a. Encima nuestro / nuestra (*), enfrente suyo / suya (*), lejos mío / mía (*), delante mío / mía (*). b. A sus expensas / a expensas suyas (*), de tu parte / de parte tuya (*), a nuestro pesar / a pesar nuestro (*), en su entorno / en entorno suyo (*), a mi lado / al lado mía (*), a su alrededor / alrededor suyo (*), en mi contra / en contra mía (*) y a su través / a través suya (*). 3. El leísmo. El leísmo es el uso impropio de le y les en función de complemento directo, en lugar de lo, la, los y las. Los pronombres le y les proceden de las formas latinas de dativo illi, illis. El dativo es el caso de la declinación latina en la que se expresaba el complemento indirecto. La norma culta del español estándar establece el uso de estas formas, independientemente del género del sustantivo. Por ejemplo: conocí a un cirujano plástico a quien le conté mi problema. Son casos de leísmo en el que le funciona como complemento directo como por ejemplo: era Huayna Cápac, según dicen muchos indios que le vieron y conocieron (salvador educador). 1. Debido a la extensión entre hablantes cultos y escritores de prestigio, se admite el uso de le en lugar de lo en función de complemento directo cuando el referente es una persona de sexo masculino. Por ejemplo: Tu padre no era feliz […] nunca le vi alegre […] 2. El leísmo no se admite de ningún modo en la norma culta cuando el referente es inanimado. Por ejemplo: el libro que nos prestaste le leí de un tirón (*). 3.1. El uso del leísmo de cortesía a. Se trata del uso de le y les en función de complemento directo cuando sustituyen a los pronombres de respeto usted y ustedes en un registro de tratamiento formal. Por ejemplo: señoras, les saludo (a ustedes) con cariño… b. Se justifica por el deseo de evitar la ambigüedad entre lo, los, y la, las ya que podrían referirse tanto a un interlocutor presente como una tercera persona no partícipe en la conversación. Por ejemplo: Ande y discúlpelo (a él), que yo en seguida le acompaño (a usted). 3.2 Falsos leísmos · Alternancia acusativo/dativo · I. Verbos: acusar, ayudar, creer, escuchar, obedecer y telefonear · A esa chica no la/le creo. · A la profesora hay que escucharla/escucharle con mucha atención. · Con un complemento oracional o nominal de cosa explícito —> le, les · Le escuché con mucha atención lo que nos estaba diciendo. · II. Verbo llamar. · Con complemento predicativo —> La/le llamaban loca. · Sin complemento predicativo —> La llaman por teléfono · Enunciados atributivos cuyo sujeto expresa una cantidad: Mil euros son mucho dinero para mi (Concuerda mil euros con el verbo) / Mil euros es mucho dinero para mi (Concuerda con la cantidad, elidida la cantidad de). ·Enunciados atributivos cuyo sujeto es un grupo nominal con valor oracional: Es increíble las cosas que dice / Son increíbles las cosas que dice. · Pronombre plural les y su consecuente: Quiero decirles a los familiares que todo va bien / *Quiero decirle a los familiares que todo va bien: Les dio una mano de pintura a las paredes de la casa / *Le dio una mano de pintura a las paredes de la casa (LAS pintó). (Es frecuente que no aparezcan concordado con su consecuente) 10. Grupos nominales con cuantificador en función de sujeto ·Acudieron a la manifestación cerca de un millón de personas / Acudió a la manifestación cerca de un millón de personas: El 10% de los profesores aprueban la reforma (la concordancia se realiza con los profesores) / El 10 % de los profesores aprueba la reforma (la concordancia se realiza con el 10%): El resto se dispersaron / El resto se dispersó. · La mayoría de los alumnos eran españoles / La mayoría de los alumnos era español · Se veían un montón de piedras a lo lejos (la concordancia se realiza con piedras) / Se veía un montón de piedras a lo lejos (la concordancia se realiza con un montón) ·Concordancia en los tratamientos: su graciosa majestad / vuestra excelencia / vuestra majestad está cansado / Vuestra majestad está cansada. —> La concordancia se hace con la persona que designe con el tratamiento y el género. ·Concordancia con el pronombre usted, ustedes: Usted siempre son sus manías: Usted no da más de sí: Usted volvió en si —> La concordancia se hace con la persona que designe con el tratamiento y el género. · Nadie y alguien + complementos encabezados por de: *Alguien de vosotros / Nadie de tus amigos Alguno de vosotros / algunos de vosotros Lo dijo alguien del vecindario · Quesuismo (fenómeno se sustitución de cuyo por que su) *Me presentaron a una chica que su novio trabaja en la cafetería de enfrente · Enunciados con la conjunción que en estructuras enfáticas: De política es de lo que hablan (antes era la única correcta) / De política es que hablan (desde el momento en el que la academia trata de atender lo que se utiliza en Europa al estilo de América, es correcto): Allí fue donde nos conocimos / Allí fue que nos conocimos. ·Oraciones exclamativas con la partícula expletiva que: ¡Cuánto atrevimiento tiene ese muchacho! / ¡Cuanto atrevimiento que tiene ese muchacho!. · Gerundio *Estudié los dos primeros años en Barcelona, terminando la carrera en Berlín (Solo admite el gerundio de posteridad cuando esa posterioridad sea inmediata) / Dispararon contra el policía matándolo en el acto. *Busco a una persona sabiendo alemán (incorrecto el uso del gerundio como CD de un verbo que no sea de percepción) / Oí un ruido extendiéndose por todo el edificio (Verbo de percepción por lo que el uso del gerundio es correcto) . El Papa pisando tierra española / Marta viendo la televisión. —> Usos con valor predicativos. ·Infinitivo suelto, infinitivo fático. *Comunicarles que el partido se retransmitirá en diferido. —> El uso de un infinitivo necesita de un verbo conjugado para que la frase sea correcta. (Quiero comunicarles que el partido.. sería correcto) ·Condicional en las prótasis de los periodos condicionales : *Si habría tenido dinero, me habría / hubiera comparado una casa · Numerales: doscientos un soldados / *Doscientos un soldado; el treinta por ciento de los alumnos (el cien por cien, el ciento por ciento, el cien por ciento): el veintiuno por ciento / *el veintiún por ciento; el primero y último capítulo / el primer y último capítulo; el primero y el segundo trimestre / *el primero y el segundo trimestre. ·Usos de cada ( con valor generalizador es correcto pero la norma culta esa forma ha de evitarse cuando se trata de un sujeto) : Cada oveja con su pareja / *Llevo al niño cada día al colegio > Llevo al niño cada día al colegio; *Cada bombilla de la lámpara estaba apagada. ·Oraciones impersonales con se y con atributo predicativo: *Cuando se es bueno… / *Cuando se está feliz… (= Cuando uno es bueno… / Cuando uno está feliz) > Cuando se es bueno / Cuando se está feliz. (Antes se rechazaban por considerarse galicismos sintácticos, ahora no se consideran incorrectas) 11. Léxico. Léxico —> Es el aspecto que de forma más evidente indica la adecuación o inadecuación del lenguaje empleado en un texto al registro esperable o preferido para cada género discursivo. El léxico de un texto académico debe ser: 1) Correcto 2) Diverso y 3) Preciso Es necesario: 1) Dominar el manejo de los diccionarios (DPD, DRAE, María Moliner, diccionarios de sinónimos…), 2) Intensificar la lectura y 3) Alternar las voces que utilizamos habitualmente con el uso de expresiones habitualmente con el uso de expresiones sinonímicas o equivalentes que demuestren el dominio de los géneros discursivos y de los diversos registros lingüísticos. Proformas verbales: Ciertos verbos como pedir, decir o tener se utilizan con tanta frecuencia que se convierten en proformas verbales que no siempre denotan un significado preciso. También existen otra proformas no verbales: cosa, persona, el mismo, la misma… que no suelen adoptar contenido léxico. Para favorece la variaciónes el texto y evitar imprecisiones, un buen ejercicio consiste en sustituir las proformas por voces o estructuras que se ajusten mejor al sentido común. *Sustituir el verbo “dar” por otros verbos de significado más preciso. 1. Por los servicios prestados a la Corona, se le di el título de marqués. 2. Le ha dado a sus hijos su mismo insolidario y machista sistema de valores. 3. El el sorteo de los pisos de protección oficial, nos han dado el ático izquierda. 4. Si desea más información, denos sus señas personales en las casillas indicadas. 5. Hector ha dado a sus sobrinos parte de la herencia que recibió. 6. Me han dado la beca que habá solicictado. *Sustituir el verbo “decir” por otros verbos de significado más preciso. 1. Decir la verdad. 2. Decir mentiras. *Otros recursos para ampliar el caudal léxico: 1. El detonante , sin emargo, es la normativa autonómica sobre Educación para la Ciudadanía en inglés, de la que piden su retirada y reclaman , (autonomía). 2. Se trata de resarcir al Consistorio marbellí de un patrimonial cifrado en un total de 257 millones de euros — por gastos sin justificar debidamente — correspondiente a la etapa de 1991 - 1999. (prejuicio / perjuicio ) 3. El desmantelamiento de la guerra contra el terror no sólo exige de Obama renunciar a sus instrumentos más , como está haciendo, sino también lidiar con la larga estela de sus consecuencias jurídicas. (inocuo / inicuo) 4. La Policía Nacional había restringido sobremanera el acceso a la zona, convirtiendo el casco histórico de Salamanca en un laberinto para cualquiera que quisiera acercarse al lugar de los hechos. (inexpugnable / inextricable) Problemas estrictos de los textos escritos. ·Problemática ·Climatología ·Inicializar ·Nominalizar ·Rumorología ·Concienciamiento ·Agilizamiento ·Posicionamiento ·Objetivizar ·Proclive —> Pariente, familiar ·Talento —> Cumplimiento ·Grey —> Concejal ·Escrutinio —> Avergonzado ·Azuzas —> Propenso ·Observancia —> Ingenio ·Vergonzante —> incitar. 11. Impropiedades léxicas. ·La adecuación pragmática alude a la intención del emisor de su propósito respecto al receptor. En consecuencia: ·1. El emisor selecciona una determinada variedad de acuerdo con el uso particular utilizado. ·2. ·Un texto oral o escrito muestra la adecuación necesaria si: ·Consigue el propósito comunicativo con el que se ha producido. ·Mantiene un nivel de formalidad uniforme. Si la formalidad es alta, no debe figurar ninguna expresión vulgar o demasiado coloquial, y por el contrario, si el tono es familiar, no es apropiado que aparezcan palabras demasiado técnicas o cultas, ni que la sintaxis sea muy compleja. ·Mantiene el mismo grado de especialidad, sea alto o bajo. EJEMPLO: ·Introducción a una monografía sobre la extensión y el uso de los libros digitales presentada por un estudiante, ¿estilo adecuado de un texto académico? ·Se cree que los primeros sistemas de escritura surgen sobre el cuarto milenio a.C. (sistema de escritura: tipo de sistema simbólico usado para representar elementos o declaraciones expresables en el lenguaje): tanto los jeroglíficos como la escritura cuneiforme, por las mismas fechas. ·A partir de ahí todo ha avanzado muy rápido. A día de hoy, trasladándonos en el metro, podemos observar fácilmente a personas leyendo un libro de bolsillo o, mirando un e-reader. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Más aún, ¿por qué unos libros en papel y otros, libros digitales?¿En qué estado se encuentra esta industria? Pero para contestar a todo esto, primero hay que regresar al pasado. 14. COHESIÓN ·Es una propiedad textual imprescindible, tanto en el texto escrito como en el oral ·La cohesión textual refiere a que los enunciado integranres de un texto no son unidades aisladas e inconexas, simplemente colocadas una al lado de otra, sino que están relacionados a través de medios lingüísticos diversos (puntuación, entonación, sinónimos, etc) que conforma · 1.Mecanismos de cohesión ·Los principales mecanismos de cohesión textual son la referencia, la elipsis y los marcadores textuales, pero también intervienen como herramientas cohesivas la entonación, la puntuación y la cohesión temporal expresada por los tiempos verbales. ·1. La referencia consiste en la relación entre un elemento del texto y otro ·La referencia textual se establece en dos direcciones: ·Referencias exofórica: Hacia fuera del texto. ·Referencias endofórica: Hacia dentro del texto. Es la relación que entabla un elemento del texto con un referente que está presente en el mismo texto. También se le conoce como correferencia, porque ambos elementos del texto están […] ·Las referencias endofóricas pueden ser de dos clases de acuerdo con su dirección: anafóricas y catafóricas: ·Anáfora: referencia hacia atrás. ·Catáfora: referencia hacia adelante. ·Las clases de palabras que permiten establecer relaciones referenciales son: ·Los pronombres ·Algunos adverbios. ·Expresiones referenciales que generan difilcutades en la interpretación 1. María Bermúdez es técnica del programa de VIH/Asia. Al oírla hablar es fácil darse cuenta de que le apasiona su trabajo, aunque es muy consciente de las dificultades y las limitaciones a las que se enfrenta si misión. Para ella, lo más bonito es creer en las personas. 15. El léxico, mecanismo de cohesión ·La cohesión léxia puede darse por sinónimos, hiperónimos o hipónimos. ·La cohesiñon léxica por sinonimia consiste en utlizar otras palabras o expresiones de igual significado para nombrar elementos. · · ·2.Elipsis: significa “omisión”, y elíptico, “omitido, sobreentendido, tácito”. Se trata de un mecanismo de cohesión ·3. La entonación: es uno de los mecanismos de cohesión más importanres y expresivos de los textos orales. Indica, fundamentalemtne, si una iraciín ha terminado o no, si el emisor ha acabado de hablar, si está formulando una interrogación… Pero también tiene otras funciones y capacidades expresivas: indica la actitud del hablante… ·4. Se ha dicho con frecuencia que los signos de puntuaciín son la equivalencia escrita de la entonaciín. Pero lo cierto es que ambos sistemas presentan más difrencias que semejanzas.. Mientras que determinados signos gráficos (¿?, ¡!) marxab en el escrito diferencias de entonación ·5. La cohesión temporal de las formas verbales empleadas en un texto dado sustenta la sucesión coronológica de los hechos y garantiza la existencia de una correlación lógica […] ·6. Los enunciados que componen un texto mantienen distintas clases de relación, que se expresan mediante diversos tipos de enlace a los que se denomina marcadores textuales. Se puede proponer una clasificación de estos marcadores textuales (también llamados correctores discursibvos) en dos grandes grupos: 1. 2. Conectores o marcadores cuya función consiste en organizar la estructura del texto 16. Marcadores discursivos. Precisiones iniciales. ·El estudio de los marcadores desde diferentes perspectivas y a partir de corpus variados ha supuesto un eceso en la terminología a emplear, agravado por el hecho de que los términos no son totalmente coincidentes respecto del concepto y de los elementos que se quieren incluir. ·Se han propuesto: enlaces extraoracionales, conectores, conectores extraordinarios, conectores argumentativos, conectores discursivos, relacionantes supraoracionales, elementos de cohesión, operadores discursivos, partículas discursivas… ·Marcador vs. Conector: 1. Bajo la denominación de marcador, podemos acoger elementos que no conectan nada, 2. Hay elementos que funcionan como conectores gramaticales y pragmáticos (algunas conjunciones) 3. Marcador discursivo: unidad lingüística invariablem que no ejerce una función sintáctica en el marco de la predicación oracional, y que tiene por función guiar los contenidos que se relaizan en la comunicación. Estos elemtnos facilitan la cohesión textual y la articulación discursiva, la función argumentativa […] 4. Un texto presenta mejor articulación interna, mayor cohesiín entre las partes y más claridad cuantdo contiene en la redacción este tipo de expresiones conectivas, que indiquen con precisión cuáles son las reciones semánticas que mantienen los enunciados. ·Algunos ejemplos: ·Lo haré bien / Bien, lo haré ·Lo haré en cualquier caso / En cualquier caso, lo haré 5. La presencia de los marcadores no siempre resulta absolutamente necesaria. 6. La ausencia de marcadores entre los diferentes enunciados no impide la perfecta comprensión. 7. Su presencia por el contrario, tampoco garantiza que el texto resultante sea coherente, adecuado o, simplemente interpretable. 8. Otras veces los marcadores no son usados con su auténtico significado, sino con otro que erróneamente el autor les ha puesto. 9. Conclusiones: ·La inserción de marcadores, de resonancia más o menos culta. 17. Rasgos de los marcadores 1. Clase heterogénea. El estatuto categorial de los marcadores es muy complicado, y encontramos al menos tres tipos de elementos: 2. Unidades imples (adjetivos, conjunciones, adverbios, preposiciones, verbos, etc) —> Bueno pero, incluso, sobre, mira… 3. Unidades fraseológicas gramaticalizadas de diverso tipo —> 4. Unidades no convencionales, infrecuentes, no predecibles y sin ningñun tipo de fijación —> No sé si verdaderamente 5. Los marcadores no tienen función sintáctica dentro de la oración en la que se insertan. Ejemplos Lucía está lesionada y, por consiguiente, no puede formar parte del equipo —> El motivo es que está lesionado Lucía está lesionada 6. Fijación. Los marcadores son unidades lingüísticamente invariables. Ejemplos. 7. Movilidad sintáctica. Dentro de las unidades invariables que guían las inferencias, se han de diferencias por sus propiedades gramaticales las conjunciones del resto de los […] 8. Esta movilidad, no obstante, tiene limitaciones 9. Ahora bien, la construcción es gramatical si se sitúa entre el núcleo y sus adyacentes, 10. Marcas fonológicas. Los marcadores pueden se tanto átonos como tónicos, pero, en este último caso, se sitúan entre pausas, por lo que su curva entonativa será propia, es decir, distinta de la unidad en que se inserte, Ejemplos Haré bien el trabajo. Bien, haré el trabajo. 11. Solo por el hecho de aparecer entre comas hay quienes lo determinan marcadores parentéticos. Los marcadores pueden interesarse no solo en oraciones, sino en categorías léxicas y sintagmáticas muy diversas. Ejemplos: S. Nominales S. Adverviales S. Preposicionales. 23. Significado Los marcadores no tienen un significado conceptual, sino que su significado es de procesamiento, es decir, su significado consiste en una serie de instrucciones semánticas que guían inferencias dadas a partir de los distintos miembros del discurso en los que aparecen estas unidades. Los marcadores reflejan, y a la vez construyen, los contextos interpretativos e interactivos en que el discurso viene dado. 24. Clasificación Podemos clasificar los marcadores de la siguiente forma: 1. Estructurados de la información: Señalan la organización informativa de los discursos, es decir, facilita la estructuración de esa información. Se dividen en: ·Comentadores, que introducen un nuevo comentario, distinguiéndolo del discurso previo, que es comprendido como un comentario distinto o como una preparación al nuevo comentario introducido por el marcador —> pues, bien, pues bien, así las cosas… Ordenadores: Agrupan distintos miembros del discurso como partes de un único comentario. Se basan en la numeración, en el espacio o en el tiempo, incluso algunos de ellos pueden formar partes correlativos —> En primer lugar / en segundo… Disgresores; Que introducen un comentario marginal con respecto a la organizacion 2. Conectores: Funcionan vinculando semántica y pragmáticamente un miembro del discurso con otro anterior, y su significado guía las inferencias que se han de efectuar entre los dos miembros discursivos conectados. ·Conectores aditivos: unen dos miembros con la misma orientación —> además · Conectores aditivos con valor argumentativa: Es multimillonario y, encima, le ha tocado la lotería. · Conectores aditivos sin valoración argumentativa: Al final, han venido todos a la fiesta. Incluso Lucas ha venido. ·Conectores consecutivos: que conectan un consecuente con su antecedente —> por tanto, en consecuencia… ·Conectores consecutivos que señalan la causa previa; por eso, por ello, por tal / esa / dicha razón / causa / motivo… ·Conectors consecutivos que marcan solo la conclusión que sigue: por tanto, en consecuencia, por consiguiente, por ende, de ahí… ·Conectores contraargumentativos: que eliminan alguna de las conclusiones que pudieran inferirse de un movimiento anterior —> no obstante, con todo… · que introducen algumentos “fuertes” (que gana en la batalla dialéctica) —> pero, sin embargo, aun así —> A, pero B = “gana” B ( B se presenta como un argumento más “fuerte”) · que introducen argumentos débiles: aunque, si bien, a pesar de que —> Aunque resulta demasiado caro, este coche me encanta. 3. Refurmoladores: Presetan el miembro del discurso en que insertan como una expresión más adecuada a corde de lo que se pretendió decir con el miebro procedente. ·Explicativos ·Rectificación: sustituyen un miembro discursivo anterior por una foormulación ·De distancia: aquellos que condicionan la continuidad del discurso ·Recapitulativos: introducen una recapitulación o conclusiín de un miembro discursivo anterior o de una serie de ellas. 4. Operadores discursivos: Condicionan por su significado las posibilidades argumentativas del miembro en que se incluyen pero sin relacionarlo significativamente con otro anterior, se trata, exclusivamente, de una fundamentación pragmática. · de refuerzo argumentativo · de concreción —> por ejemplo 5. Marcadores conversacionales: Grupo constituido por las partículas discursivas que aparecen más frecuentemente de la conversación · De modalidad epistémica: señalan el grado de certeza, evidencia que el enunciador atribuye al miembro del discurso con que se relaciona la partícula —> claro, desde luego, por lo visto.. · De la alteridad: orientan sobre la manera es que el anunciador se sitúa en relación con el enunciatario en la interacción comunicativa · De modalidad deóntica: señalan distintas actitudes volitivas del enunciador ·Metadiscursivos conversacionales: Ejercicios: Inserte un marcador del discurso entre las oraciones que conforman un texto mínimo en los puntos siguientes: 1. Magdalena había sufrido una operación muy grave. Estaba muy deprimida. 2. He entregado ya las actas de febrero. Las de junio las tengo en casa. 3. Mi hija es bastante dócil. El niño es un fiera. 4. Han retirado la denuncia. Retirada no, pero no va a celebrarse el juicio. 26. Cohesión Es la propiedad textual que garantiza la transmisión de la información. Tiene una naturaleza básicamente semántica y afecta a la organizaci´ón de contenidos de texto. La coherencia de un texto se logra organizando y distribuyendo correctamente en él la información sobre un tema determinado. Los enunciados que forman un texto no son una cadena de ideas.. Una exposición desorganizada, que mezcla ideas o las repite, que no las secuencia de forma ordenada o que no sigue ningún esquema, constituye un texto incoherente. La comunicación no se realiza mediante la simple acumulación o adición de oraciones. Para que nuestros mensajes tengan sentido y puedan ser comprendido, los enunciados que los componen tienen que relacionarse entre sí tejiendo una trama, una estructura coherente. Uno de los aspectos más importantes de la coherencia textual, junto con la calidad y la extructuración de la información, es la cantidad de información que le conviene al texto: Otro de los aspectos importantes de la coherencia textual es la calidad de la información selecionada: ¿son claras y comprensibles las idea que aparecen en el texto?… 1. Párrafo Constituye una unidad de significado coherente: es un conjunto de oraciones que expresan un tema común. Es un mecanismos para fraccionar la información global del texto en unidades más pequeñas: funciona, por tanto, como una unidad de distribución informativa. Permite que el lector visualice la estructura de la información ya que constituye una unidad gráfica y perceptiva. Es una unidad relacional, una parte de un todo, una pieza más de un mecano más amplio, el texto.
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