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Crisis de paradigmas en Historia: Basadre y nuevas tendencias, Resúmenes de Lengua Portuguesa

Este documento analiza la obra y pensamiento de Jorge Basadre, quien lideró una nueva tendencia historiográfica en la segunda mitad del siglo XX. Basadre rechazó la historia neopositivista y las propuestas posmodernas, y propuso una historia funcional o relacional. El texto también discute la influencia de historiadores como Lucien Febvre, Pierre Nora y Edward P. Thompson en el desarrollo de esta nueva aproximación histórica.

Tipo: Resúmenes

2017/2018

Subido el 30/10/2021

nicole-chanco-huanaco
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¡Descarga Crisis de paradigmas en Historia: Basadre y nuevas tendencias y más Resúmenes en PDF de Lengua Portuguesa solo en Docsity! Jorge Basadre, la historiografía y la política Examen de su proyecto de construcción de una nueva historiografía nacional César Espinoza Claudio RESUMEN Este ensayo es un primer intento de reflexión sobre la obra y el pensamiento historiográfico de Jorge Basadre. Luego de revisar un lote de estudios ingresamos a explorar las influencias del pensamiento historiográfico europeo en la reflexión teórica e historiográfica de Basadre. Asociamos su vida política con su tarea historiográfica y su propuesta de construir una nueva perspectiva historiográfica nacional. Examinamos su paso de la historia historicista a la historia ciencia y sus reflexiones sobre los limites y las virtudes de las tendencias historiográficas hegemónicas en los 70: la escuela de los Annales y el materialismo histórico. Finalmente, adjuntamos un primer catálogo bibliográfico sobre la 1emática de la teoria de la historia y la historiografía consultada en sus principales obras escritas. INTRODUCCIÓN Nuestro ensayo intenta acercarse al pensamiento y a la propuesta de un nuevo pro- yecto historiográfico construido por Basadre después de la Segunda Guerra Mundial. En este sentido nuestro intento busca ordenar ideas, orientaciones teóricas, esquemas y modelos de construcción de la historia. Cuando fui alumno de pre y postgrado en Historia en San Marcos y en la Universidad Católica, la historia de los «grandes hombres» estaba subordinada a la historia social, a la historia de los grandes movi- mientos rurales y urbanos. Esta orientación dominante en los años setenta empezó a. resquebrajarse a finales de los ochenta y a penetrar en las aulas de San Marcos la historia de las mentalidades (Utopia Andina), a experimentarse un mayor acerca- miento entre Antropología e Historia y en general a practicarse una nueva experien- cia colectiva de ejercicio historiográfica entre la Historia y las Ciencias Sociales, Lentamente las visiones estructurales están siendo desplazadas por la historia de los sujetos colectivos. Sin embargo, esta tendencia en el Perú es todavia muy débil frente al auge de las biografías históricas en Europa, la nueva moda historiográfica, es InvesTicaciónes SOCIALES AñO VIL, N' 11, pp, 249-289 [uns / mes, Lima, 2003] 249 decir, el retorno a Ranke, La crisis del marxismo historiográfico y de la Escuela de los Annales han provocado el auge del neopositivismo en la historiografía actual, atada a intereses políticos, de mercado editorial y de alianzas con los medios de comunicación, Frente a esta orientación ha emergido y se ha conso'idado una nueva enciclope- cia de la historiografía internacional. Se trata de un movimiento crítico de historia- dores del mundo en el campo de la Historiografía que ha nacido paralelo a los gran- des movimientos sociales antiglobalización y que ha construido una red electrónica para la comunicación y el debate permanente y la búsqueda de alternativas. En cfec- to, para Historia a Debate (HaD) el comienzo del siglo XXI es un tiempo fundacional ya que al publicarse el Manifiesto se propone un ejercicio y una práctica de rotación de perspectiva en la orientación historiográfica que dominó el siglo xx: la escucla de los Annales y el materialismo histórico. La propuesta final es la de combatir a la historia «neopositivista» y a las propuestas posmodernas de transformar la historia en Literatura y en un ejercicio sin roles ni funciones en un mundo en plena globaliza- ción (véase, www.h-debate.com).! En esta perspectiva, Hal) propone que el ejercicio de reflexión historiográfico está vinculado con un presente que lo influye y en muchos casos rige sus ortentacio- nes y contenidos, En San Marcos (Lima, Perú) una nueva generaciór de historiadores jóvenes está planteando nuevas reconceptualizaciones y reorientaciones al ejercicio historiográfico contemporáneo. En medio del derrumbe de la sociedad oligárquica y la casi extinción de los partidos politicos, esta vez encontramos un renovado esfuerzo por encontrar un nuevo camino que asocie universidad y sociedad, historia y patria, presente y futuro. En este sentido, en el campo de los estudios históricos predominan novedosos titu- los como Diálogos en Historia (Grupo de Estudios e Investigaciones Clío), Nueva Sintesis (Revista de Humanidades), Perú Contemporáneo. Revista de Historia y Sucie- dul, Ulupacha. Revista de Investigaciones Históricas; en la que sus integrantes se encuentran enrumbados hacia un nucvo tipo de ejercicio historiográfico que combina la ducencia con la investigación, la consulta de archivos y los recursos clectrónicos de intemet, investigadores nacionales y extranjeros, materiales en idioma castellano y len- gua extranjera. Conceptos como «nueva historia», «nueva historia cultural», «muevo historicismo» se ensayan para encontrar una nueva respuesta al dilema actual de un 1 Carlos Rawos Defensa e ilustración del mantjiesto historiográfico de Historia a Debate. 2003. Universidad de Santiago de Compostela, Galicia, España. Roberto Lórz $. «Ta crisis de paradigmas en la Historia, ¡as nuevas tendencias historiográficas y la construcción de mevos paradigmas en la investigación históricas. En: Espacio Abierta, vol 9, N'3, pp. 391-414, Cuademos Venezolanos de Sociología, Caracas, 2000. 2 Perú Contemporáneo: Marcos Garfias, Rolando Rojas, Mir:-am Laqui, Juan San Martin, Carlos Mellado, Cé- sar Castilla, Jorge Huamán. Diálogos en Historia: José Chaupis Torres, David Rengifo, Wualter Vega Jácome Nueva Síntesis: Luis Arana Bustarmnte, Carlos Caricción Rele, David Rodriguez Quispc, Luis Tello Vidal Uezpacha, Revista de Hnvostigaciones históricas: Dino León F. htrp:www geocities.com/Ukusacha 250 INVESTIGACIONES SOCIALES En el capítulo 1 realizamos un balance preliminar de los ensayos y escritos acerca del pensamiento y la obra de Jorge Basadre, En el capítulo 2 iniciamos una revisión sobre la construcción del pensarvento histórico moderno en Europa, en particular en Francia y Alemania, que van a influenciar en las propuestas de modelos y metodologías de análisis y reflexión histórica en Basadre. En particular tratamos de precisar el encuentro de un historiador peruano con las dos grandes tradiciones historiográficas europeas: el historicismo y el positivismo. En el capítulo 3 sintetizamos la biografía académica y política de Basadre, sus viajes, sus contactos con lideres de tendencias historiográficas y el proceso de cuntacto con la teoria e historiograña europca. Se trata aquí de presentar un primer ordenamiento bibliográfico de los materiales producidos por Basadre acerca desu experiencia de trabajo con la teoría y la historiografía curopea. En el capitulos 4 precisamos su itinerario como historiador profesioral: usando los tecursos de la historiografía alemana Basadre cuestiona las explicaciones delterministas y utopistas. En sus escritos, posteriores a la Segunda Guerra Mundial, plantea la nece- sidad de pasar de la historia politica a la de las mentalidades, en esta dirección explora las representaciones del imaginario colectivo, extiende el campo de la historia a la vida cotidiana y al examen de la complejidad y la relevancia de los factores inconscientes. En el capítulo 5 exploramos algunos conceptos centrales propuestos por Basadre para modemizar la reflexión histórica e historiográfica en el Perú. En especia) nos concen- tramos en los avances realizados por la historiografía europea y sus críticas a la visión del marxismo estructural que ambicionaba disponer de una ciencia objetiva y sistemá- tica de la historia. Al final de su vida, Basadre empieza a revisar esta capacidad explica- tiva de las estructuras y la desconfianza en los actores que habia marcado a su genera- ción en los 60. Basadre fue un hombre que tuvo en mente las ideas de Karl Popper, conocía los debates entablados entre Sartre y Althusscr y saboreaba las propuestas historiográficas en los 80 de Edward Thompson, George Rudé, Jacques Le Goíf y George Duby. Esto es lo que puede verificarse revisando el capitulo 6, dividido en dos grandes bloques bibliográficos. En este bloque de recursos bibliográficos podemos percibir cómo Basadre prayecta fundar en el Perú una «mueva» historia, y que sus escritos y obras constituyen una reacción contra el paradigma tradicional del marxismo dogmático, el determinismo geográfico y la historiografía totalizante.* 1. ESTUDIOS PRELIMINARES SOBRE LA OBRA E HISIORJA EN BASADRE Los estudios realizados sobre Basadre, su obra y pensamiento contemporáneo son es- casos y marginales. En 1978, la Universidad Católica cditó dos volúmenes en homena- jea este gran historiador: Historia, problema y promesa, es el título que recopila nume- tosas contribuciones sobre diversos tópicos. Aqui encontramos dos pequeños ensayos 6 — Quisiera precisar que este trabajo empezó a elabararse como una monografía en 1988 en el curso Teoría de la Historia dictado por el Mr. Heraclio Bonilta en la Maestría de Historia (PUCP). INVESTIGACIONES SOCIALES — 253 que intentan descubrir y puntualizar las coordenadas y pautas metodológicas en la orien- tación historiográfica de Basadre. El primeroes de don Francisco Miró Quesada:' «His- toria y teoria en la obra de Jorge Basadre», quien plantea la influencia de la filosofía en el razonamiento histórico de procesos históricos y la meditación permanente sobre las pos:bilidades del conocimiento histórico. Respecto al examen de los procesos históri- cos encuentra una sistemática utilización de fuentes documemales que sustentan un particular razonamiento histórico y el descubrimiento de nuevos hechos buscando cons- truir un razonamiento sobre la base de explicaciones causales y una minuciosidad des- criptiva. Respocto a lo segundo, sobre las ideas filosóficas que animan este razona» miento histórico, Miró Quesada encuentra que Basadre intenta construir una historia científica que alcance la verdad histórica. Sostiene que el conocimiento histórico, aun- que objetivo, es probable. Los conceptos de azar y probabilidad son fundamentales para su constitución. En sustancia, el contenido de la historia es la conducta humana intersubjetiva y, por tanto, concluye que Basadre es portador de una específica filosofía de la historia. Entre las limitaciones que encontramos en el texto de Basadre tenemos una carencia en el examen conceptual y en el registro de las diversas tendencias historiográficas europvas que se inerustan en el medio académico de las ciencias socia- les en América Latina durante el primer tercio del siglo XX. El segundo ensayo se titula «La vida y la historia. Consideraciones sobre las inemorias de Jorge Basadre», escrito por David Sobrevilla.$ La revisión de este libro le permite postular la tesis de que Basadre gozaba de una sólida formación humanística y un permanente «deseo intenso de estar formado y actualizado sobre tcorías y técnicas y en varios campos del saber». Basadre era un escritor que no estaba satisfo- cho con el tratamiento narrativo y buscaba superar la dimensión de la historia políti- ca. En su fecunda obra historiográfica reconoce la validez de muchas hipótesis mar- xistas y se esfuerza por combatir el reduccionismo y el determinismo economicista, Ahora bien, Sobrevilla postula la tesis de que cl razonamiento histórico de Basadre está mucho más cercano a las propuestas del historiador francés Fernand Braudel.? 7 Pomtificiz Universidad Católica del Perú, 1978, Homenaje a Jorge Basadre. Vol. Il, pp. 191-206. La obra de 1, Basadre todavía no ha sido tratada sistemáticamente. Lo que ubicamos hasta el 2002 son ensayos y artículos periodísticos. Ver: Luis Jaime Cisxeros VizQuERRA: «Basédre y mi generación». En: ANH, Revista Histórica, tomo XXIX, pp. 199-150, Lima, 1998, Alberto FLows Gariwno: La terca apuesta por el sío. Fin: Tiempo de Plagas. pp. 123-128, El Caballo Rojo Ediciones, Lima, 1988, Femando Lecaes: «Basadre y el ciudadano». En Revista Carezas, N* 1547, pp. 43 44, 12/03/1998, César Paceco Vées, «Jorge Basadre (1903-1980) a la pasión porla Historia». En: Revista Historia de América, N*92, pp. 195-214, IPGH, 1981. Miguel MAricoreNA ESTRADA: «La idea de nación cn Jorge Basudre». En Rev. Peráá Contemporáneo, N* 1, pp. 97-112, Lima, 2000. César Estisoza OLacow: Jorge Basadre y la construcción de un nuevo rostro del Perú: 1903-1980. EAP de Historia, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad Nac.onal Mayor de San Marcos. 46 pp,Lima, 1995. Gustavo Mosrora «Jorge Basacre. El ensayo como estrategia» En: La ticiación dle la República, tomo 1, UNMSM, 2002. Hoy puede consultarse la página web de la Universidad de Tacne en la que se difunden sus principales ensayos twwwunjbg.edu. pe) 3 1d. pp.289-312. 9 Carlos A. Acuiree Rosas. Arado! a debate. Ensayos sobre su Htinerario imeleciual. ¡GH Editores, México, 1997. 254 — ——_ INVESTIGACIONES SOCHIES Otra de las ideas que postula Sobrevilla es que Basadre plantea una historia fun- cional o «relacional». Funcional porque construye argumentos con un sentido arqui- tectónico, y relacional porque los reordena en un «tiempo largo», un ejercicio que le permitirá ingresar al estudio de las estructuras profundas de la dimensión histórica. Basadre es un hombre que proyecta construir una historia libre y perspectivista. De Braudel utiliza la noción del «tiempo largo» y el análisis multidimensional del pasa- do. Es la propuesta de una historia como totalidad (estructuras de larga duración). Otro tema gue examina Sobrevilla es la relación existente entre las orientaciones historiográficas y la producción historiográfica de Basadre. Sobre este asunto sugie- re presentarlo on tres etapas: Historia social y narrativa Programa Analítico de Historia del Perú, 1928-1929. Iniciación de la República, 1929-1930, Historia política narrativa Historia de la República del Perú. Ediciones 1939-1940-1946-1949, Historia perspectivista y Historia de la República del Perú. explicativa Ediciones 1962-1964 y 1969-1969. María Mannarelli presentó en 1982 una tesis, en la Universidad Católica, titulada Jorge Basadre: su obra y la República aristocrática." En sus primeras páginas ad- vierte que no tratará el tema de la epistemología, tampoco el tratamiento de las fuen- tes y su naturaleza y menos catalogar las lecturas realizadas por Basadre para enten- der su pensamiento historiográfico. Explica que su tesis se concentra en cl examen de una coyuntura histórica republicana, el primer tercio del siglo Xx. Esta tesis explora en la primera parte los cambios ocurridos en la vida nacional en un ciclo de auge del capital industrial y financiero. Mannarelli constata que Basadre sostiene una dinámi- ea vocación nacionalista que tiene su puntu de partida en su experiencia infantil y familiar en Tacna. Enla segunda parte, Mannarelli busca correlacionar la producción historiográfica, los cambios socioeconómicos y las etapas cualitativas en la obra de Basadre. Consta- ta que las décadas que van del 20 al 30 son tiempos definitorios en la consolidación de su vocación por la investigación histórica desde una perspectiva de construir una 10. María Mannarcuu. Jorge Basadre: su obra y la «República aristocrática». Tesis de bachiller en Letras y Ciencias Humanas, Pontificia Universidad Católica del Perú, 1982. Has:a 1989 sc han publicado £os impor- tantes libres. El primero de FezxanDo Lecaros: El joven Basadre. Edic. Rikchkay, Perú, N' 13, Lima 1983. El segundo de Nos Jave (comp.): Jorge Basadre. La Historia y la política. Federación Universitaria de San Mayos, Lima, 1981. En este libro se compilan los trabajos de Willtedo Kapscx: «Jorge Basadre y la historiografía peruana» (pp. 13-44), Waldemar Esernoza: «Jorge Basadre frente a la civilización andina» (pp. 149-185) y de Nelson Marque: «Basadre y la Guerra del Pacífico» (pp. 191-225). Miguel MaricorENa ESTRADA: (Na- ción y Estado en Jorge Basadre». Ein: Revista Época. Actualidad Gráfica del Norte, Piura, Año XIII, N* 230, junio-julio, pp. 26-27, Perá, 1989 INVESTICACIONES SOCIALES. - 255 en el Perú. En el prólogo del libra En torno ul Perú y América de Francisco García Calderón (1954), Basadre recuerda que estos escritos representan la «superación del negativismo de González Prada [...] es el llamamiento a una burguesía moder- ra, progresista, ilustrada» (p. XV1). Basadre es consciente de la tarea historiográfica que falta realizar en un país que busca transformarse en República y no puede huir del tiempo histórico en el que vive y en el que se encuentra con numerosos intelec- tuales provincianos migrantes de la costa y de los Andes proyeciándose en el cam- po de la política activa y de la historiografía a lo largo de toda su vida. Fue total- mente consciente de que la historia y la política no pueden andar separadas, y esto explica por qué en los últimos momentos de su vida apostó por el socialismo demo- crático y condenaba reiteradamente al aprismo, al totalitarismo soviético y al autocrat:smo militarista republicano. Veamos ahora una de las vertientes teóricas que guió el pensamiento historiográfico de Basadre. La historiografía europea en el siglo x1é* Durante el siglo x1x, en Furopa se enfrentan vanas tradiciones historiográficas asen- tadas en dos países, Francia y Alemania. En el primero, desde fmales del siglo xvi, triunfa la Ilustración y la concepción según la cual la rueda de la historia puede ser cambiada por el hombre, así como producir cambios en la naluraleza. Para este efec to se construye una historiografía que usa conceptos globales y generalizadores de los procesos sociales que atraviesa Europa con la industrialización y profundización de las ideas liberales y el mercantilismo. Estamos entonces frente a una concepción que elabora conceptos de validez general para el estudio de la naturaleza humana. En sustancia se trata de una historia regida por una ley de desarrollo natural. De otro lado, en Alemania se construye otra tipo de historia para no repetir el devenir de la revolución francesa y la dictadura de Napoleón. Esta vez la historia se definirá como el conocimiento de hechos individuales y no generales y recurren- tes. Su ubjeto de estudio es ahora el Estado nacional. En esta perspectiva, los histo- riadores se han propuesto restablecer los hechos ocurridos en el pasado, buscando los origenes de este proceso histórico. En el fondo se trata de un ejercicio que implica la búsqueda de fuentos que permitan demostrar los hechos. Estamos, pues, frente a una ciencia que plantea la critica textual y la hermenéutica (el arte de la interpretación de los documentos). En efecto, Alemania es un territorio en el cual sus élites despliegan una nueva concepción de la hisloria. Se plantea la organización de una ciencia para estudiar el nacimiento y la afirmación de los Estados nacionales; es decir, se les 19 Véase: Samos Juná Historia social. Sociologta histórica. Siglo XXT Editores S.A., Madrid. 1989. Andrew Bowe. Estética y subjeiividar La filosofía alemana de Kant a Nietzsche y la teoria estética actual. Roger Chakner. «dl histoire aujourd”hui: doutes défis, propositions», En: Carlos Barros (editor), Afsroria a Debate. Tomo T, Pasado y Futuro. Actas del Congreso Irtemacional «A Historia a Debaten, Santiugo de Compostela. Pp. 119-130, Galicia, España, 1995, 258 IWESTHACIONES SOCHLES examina como representantes e individuos históricos diferenciados. Se madura la propuesta según la cual los Estados son el producto de los conflictos y en ellos los roles centrales son desempeñados sustantivamente por personalidades vigorosas. Se difunde la idea de que para Alemania estas experiencias son únicas e irrepetibles en el mundo occidental. Por tanto, se postula la idea de un Estado como producto de acontecimientos políticos, diplomáticos y religiosos. Los defensores de este esque- ma historiográfico plantean la necesidad de estudiarlo en su significado singular e irrepetible acompañado de la documentación ubicada, el significado de su contenido y el manejo de un lenguaje narrativo exuberante y con capacidad de provocar emo- ciones y sentimientos patrióticos. En buena cuenta, en Alemania se avanza en la construcción de un nuevo concep- to de Historia sobre la base del uso crítico de las fuentes, una elegante narrativa y la definición de un nuevo objeto de estudio representado por el Estado-nación. Estamos frente a una ciencia social histórica bautizada en su tiempo como historicismo, pues prioriza el estudio de lo singular. Al privilegiar el estudio del Estado sc lc identificará con el pueblo y la nación. Por tanto, se radicaliza la diferenciación entre los fenóme- nos de la naturaleza y de la historia. Esta vez la humanidad buscará examinarse por su historia y ya no por las leyes naturales. Esta tendencia historiográfica bautizada con el nombre de historicismo se acerca a los postulados planteados por la ciencia y se propagandiza velozmente gracias a su elegante narración, la concentración en asuntos políticos, en el estudio de personajes de las élites civiles y religiosas gobernantes y en la crítica textual. Estamos pues frente a una historia alemana que posee numerosas virtudes: el manejo lógico y explicativo que aplica a la descripción de acciones, intereses, sen- timientos y comportamientos individuales. Esta vez el historiador asume la misión de construir grandes relatos anudando hechos eronológicos y postulando un senti- do, una tendencia o dirección a este conjunto complejo de acontecimientos. Se trata de una historia que la construyen los individuos, pero no cualquicr sujeto, sino de aquellos que tienen poder político, público o privado. Es una historia poli- tica que postula la idea de que los Estados y las naciones son el producto del accio- nar de individuos, los mismos que buscan dinamizar las diferentes dimensiones sociales y encontrarles la dirección y el sentido hacia donde marchan. En sustan- cia, nos encontramos frente a una historia que no pretende el cambio social sino todo lo contrario, la reproducción del orden vigente y de sus estructuras de poder, una historia que sirva para educar a las élites dirigenciales, a la clase politica y a la burocracia estatal?! 20 Robert William Foot, y GR. Beron. ¿Cuál de los caminos al pasado? Dos visiones de ta Historia. Fondo de Cultura Económica, Serie Brevarios, México, (1983), 1989. Cap. «Historia “ejentifica” e Historia tradicional». (R.W. Fogel) 21 Hayden WhurtE. Metahistoria, La imaginación histórica en la Europa del siglo xx. Cap. «Ranke: el realismo histórico como comedizo, pp. 161-186, 1% reimpresión, México, 2001 IMESTICACIONES SOCIALES. 259 En el transcurso del siglo x1x se organizan e imponen diferentes corrientes de pensamiento (socialdarwinistas, nacionalistas y democráticas) las mismas que logra- rán un fuerte impacto en la Historia. Nos preguntamos, ¿cuáles fueror. las consecuen- cias del auge y de la crisis del positivismo en la metodología histórica? Leopold Von Ranke (1795-1886)” fue el constructor de un tipa de historia basada en el análisis crítico de las fuentes, el manejo de una narrativa elegante, la exaltación de la dimensión política y la tesis ¿e que las ideas, encarnadas en hombres o instituciones, son finalmente las raices últimas de un proceso histórico. Este es el gran esquema de la llama- da historia «historicista» dominante en la primera mitad del siglo x1x en Alemania. En esta coyuntura histórica de grandes cambios cmergerá un nuevo modelo llamado historia «positivista» que busca sostenerse en un mayor manejo cuantita- tivo y cualitativo de las fuentes, un nuevo estilo narrativo y una base filosófica. Sin dejar la narración, esta propuesta plantea ingresar e la dimensión analítica, al razo- namiento histórico, ya no solamente a la dimensión politica sino a la totalidad humana. En la dimensión explicativa esta vez se apuesta por encontrar la explica- ción última ya no en una realidad trascendental sino en la naturaleza de las mismas cosas examinadas.? Entre 1870 y 1900 coexisten estas dos escuelas historiográficas y la novedad es que la historia se pondrá en contacto con nuevas corrientes del pensamiento social. Esta vez madura alga nuevo, una historia que tiene como base una condición central- mente subjetiva, particular y relativa. En Francia, la historia positivista producirá importantes obras como la de Fustel de Coulanges, Historia de las instituciones políticas de la antigua Francia (1875). Otro escritor, Hyppolite Taine, quien publica Los orígenes de la Francia contempo- ránea (1876), postulará ideas deterministas de la historia. Él sostiene, por ejemplo, que mediante la observación puede :legarse a alcanzar el conocimiento y la verdad histórica. Mlaciendo un paralclo con el conocimiento de un insecto (sus partos y fun- cionamiento) sostiene la tesis de que cn los humanos las pasiones, las ideas y las voluntades de cada grupo social pueden clasificarse y hasta medirlas En Inglaterra sobresalen dos excelentes representantes del positivismo historiográfico, lord Acton y John B. Bury (profesores de historia moderna en Cambridge). Ambos postularán la idea de que con el acceso a nuevos documentos puede alcanzarse conocimientos absolutos. Otra propuesta es la práctica de una his- toria narrativa de acontecimientos singulares. Finalmente, John B. Bury planteó en Cambridge, en 1902, que la historia era una ciencia. 22 Leopoki vow RANKE, Iistoriador alemán. Escribió Épocas de la historia moderna (1888). Historia de los pueblos neolarinos y germánicos (1824), Historia alemana de la época de la Reforma (1839-1843), El papu- do romano, su iglesia y su Estado en tos siglos XVI y XVIF (1334-1826). Trabajó en la Universidad de Berlín y publicó una Historia Universal en 6 volámenes entre 1880 y 1885. 23. C.Cannoso, y Pérez Bricno1, H. Los métodos de la Historia. Barcelona, 1981. E.H. Car. ¿Qué es la Histo- ria? Bareclona, Ariel, 1984: 2% ed. 260. _ IAVESTIGACIONES SOCIALES. Antes de 1928, Jorge Basadre habia publicado pequeños «rtículos y ensayos sobre Vivanco, José Garcia Calderón, Flora Tristán, Pedro Zulen y José María Eguren. Si- multáneamente a los estudios sobre literatura, caudillos militares y políticos naciona- les, escribe y estudia temáticas de carácter político-social, como la conscripción vial, el nacionalismo, la situación Icyal de Tacna, la revolución rusa, la vida incaica, las elev- ciones parlamentarias y los presupuestos republicanos. En este conjunto de ensayos bistoriográficos encontramos un primer esfuerzo de reflexión e intento de trazar grue- sas pautas explicativas sobre el proceso de construcción de la república del Perú en un contexto de dominación del capital extranjero y la organización política de nuevas élites dominantes amparadas en el control y la reorganización del Estado. En 1928, publica su primer libro titulado £quivucaciones. Ensayos sobre literatura penúltima?! En esta obra esboza grueszs pmceladas sobre la vida y obra de don Pedro Zulen, José María Eguren y Abraham Valdelomar. De igual forma, este mismo año publica tres cortos ensayos referidosa la élite dominante colonial y republicana («Bosquejo sobre la clase militar en los primeros años de la República»? «La nobleza colonial y la evolución social en los primeros años de la República»” y «Apuntes sobre la monarquía en el Perú» 1929 es un año crucial para Basadre ya que siente madura su proyecto de historia republicana, Sus lecturas y su participación política en sucesos universitarios y na- cionales lo impulsan a construir una historia narrativa utilizando un esquema extenso de naturaleza progresiva, en el que incorpora nuevas fuentes documentales y rets- tructura los esquemas de historia política para un ciclo histórico peruano de corta duración: 1827-1834. La iniciación de la República: contribución al estudio de la evolución política y social del Peri” y La multitud, la ciudad y el campo en la Historia del Perú," repre» sentan un primer esfuerzo de sintesis de explicación ordenada del proceso de transi- ción histórica del viejo régimen volitico virreinal hacia el nuevo Estado republicano. Se trata de un ejercicio de histuria política que privilegia el examen de las clases y grupos politicos dominantes y dominados que se reartic.lan al interior de un espacio en proceso de legitimación difícil y complicado por el accionar anárquico y violento de los representantes del primer militerismo peruano. El segundo volumen de La iniciación de la República"? se publicó en 1930. En 1931 publica Perú: problema y puvibilidad* un texto en el que se registra ya nuevas pautas historiográficas y, sin abandonar cl relato ameno, incluye el examen, la reflexión 31 J Basapaz. Equivacaciónes. Ensayos sobre literatura penúltima. Casa editora 1a Opinión Nacional, Lima, 1928 32 Mercurio Peruano, N* 117,Año XI, vol. XVII, merzo, pp. 181-199, Lima 33 LaSierra,N* 20-21, Añe ll, pp. 5-7. agosto-seriembre. 34. Roletir Bibliográfica, N* 5, Año VI, vol. LIL. pp. 232-265, setiembre, Limas. 35 Lima, Rosay, Vul. [ 36. Lima, Imprenta A.), Rivas Berrio. 37 Lima, Aosay, vol. 38 Tama, Zosay, Vol, -. INVESTIGACIONES SOCIALES. 265 y la explicación de procesos históricos y las conductas asumidas por los actores socia- les que lideran la nación en proceso de construcción. Se trata de un primer ejercicio historiográfico moderno de historia social en el que se analiza las luchas políticas y doctrinarias. En este texto se priorizan temas como el caudillismo militar, las cleses sociales, las pugnas internas por la conquista del poder del Estado, sus propuestas ideo- lógicas, las intrigas palaciegas, las traiciones y virtudes de soldados y civiles en medio de un país que busca recuperarse de una prolongada guerra enticolonja'. En buena cuenta, en estos libros podemos encontrar una tendencia dominante: el abandono de una historia de buena conducta y de patriotismo chauvinista hacia otro tipo de historia cuya función social está «destinada a establecer una relación consciente entre los hom- bres y el mundo en que viven, a organizer la memoria colectiva de los pueblos».** En suma, una historia comprometida eon la recuperación de la memoria y en combate con la armesia colectiva en la búsqueca de altemativas a la historia oficial y tradicional. En un segundo momento, comprendido entre 1932 y 1950, Basadre logra publi- cat varios libros que responden a una experiencia de vida singular, ya que viajó a Estados Unidos y Europa, lugares en donce se puse en contacto con ¿as principales corrientes historiográficas que animan a esta disciplina social. Entre los libros que destacan encontramos los siguientes: Historia del derecho peruano (1937), Historia de la República del Perú (1 ed, 1939), La promesa de la vida peruana (1943), El Conde de Lemos y su tiempo (1945), Meditaciones sabre el destino histórico del Perú (1947), Chile, Perú y Bolivia indepen dientes (1948), Historia de la República del Perú (4 ed.). Para Jorge Basadre los años 40 constituyen un tiempo fecundo y singular. En este periodo (1943-1948), en el que vive atareado con el manejo de programas públicos educalivos, impulsa la publicación de la revista Fénix, el Anuario Bibliográfico Pe- ruano y el Boletín de la Biblioteca Nacional de Lima. En 1n primer momento, entre los años de 1943 a 1943 se concentra cn la difusión de la revista Historia, en la que muestra su preocupación por el impacta de la Segunda Guerra Mundial en los pue- blos de América Latina y el examen de las principales corrientes historiográficas que empiezan a imponersc en América del Sur. Es un tiempo histórico en el que ejercita el examen de los problemas contemporáneos, las sabuciones prácticas en Europa frente a la crisis económica y política asociado a notas nacionales que difurden los conflic- tos sociales en los Andes, el avance del capital, la tecnología de las comunicaciones y la naciente migración de las poblaciones andinas y costeñas hacia la capital del Perú. El resultado de esta experiencia que combina historia y comunicación social es la construcción de una concepción de historia de corte nacionalista y de afirmación nacional, la historia es una herramienta útil para lograr la integración de los ciudada- nos y la construcción de una identidad y memoria histórica que reafirme la voluntad de progreso y desarrollo de los pueblos, ciudades, comunidades y regiones andinas. 39M. MannaReLar, 1982, pp. 72-74, 266 - INVESTIGACIONES SOCHLES Un tercer momento está comprendido entre 1950 y 1981, en el cual registramos en el ejercicio profesional y académico de Basadre el tratamiento de dos grandes preacu- paciones historiográficas. De un lado, la experiencia de contacto con la historiografía europea y norteamericana, y de otro, su labor historiográfica en San Marcos y otras instituciones nacionales. El primero le va a permitir reafirmarse en su vocación por el estudio de la República y para el efecto profundiza el examen de temas especificos, ensaya metodologías diversas, incorpora nuevas fuentes documentales, realiza estu- dios comparativos y analiza el papel de múltiples factores condicionantes y causales en los procesos de crisis social y políticos, de los movimientos sociales regionales, las permanencias y los cambios coyunturales y estructurales. Esta labor de formación y de escritura de libros sobre la República le permitirá a Basádre madurar sus primeros textos y avanzar en la construcción de la Historia de la República para la quinta (1962-64) y sexta (1968-69) edición. Esta vez ha incorpo- rado y ampliado nuevas temáticas en el campo de la cultura y la vida cotidiana, a su vez, ha prolongado el marco cronológico de estudio. En 1956 publica una nueva obra titulada Fundamentos de la historia del derecho. En 1963 aparece la Historia de la Cámara del Comercio de Lima. De su fundación hasta 1938. Una ligera revisión de su producción bibliográfica, publicada entre 1971 y 1981, muestra que lo que predomina es la variedad. En efecto, cronológicamente los libros mayores y ensayos que se difunden en estos años son: Introducción a las bases docu- mentales para la historia de la República del Perú. Con algunas reflexiones, 2 volúme- nes (1971), El azar en la historia y sus límites (1973), La vida y la historia. Ensayo sobre personas, lugares y problemas. 2? edición (1975), Apertura. Textos sobre temas de Historia, Educación, Cultura y Política escritos entre 1924 y 1977 (1978), Ántece- dentes de la guerra con Chile (Edit. Mejia Baca, tomo VII, 1979), Elecciones y centra- lismo en el Perú. Apuntes para un esquema histórico (1980), Sultanismo, corrupción y dependencia en el Perú republicano (1981). Esta diversidad de líneas temáticas incluirán fuentes bibliográficas, análisis de coyunturas (Independencia, época del guano, la guerra del Pacífico, la experiencia política de la república aristocrática, el gobierno dictatorial de Leguía, la emergencia del aprismo, el movimiento social obrero y el socialismo, la experiencia política del Trente Democrático Nacional, etc. Este múltiple ejercicio temático, metodológico y documental posibilitará la revisión permanente de sus propueslas explicativas y un nuevo ejercicio de análisis y de cunstrucción de esquemas interpretativos que tomará de historiadores y estudiosos eurupeos y norteamericanos. Estamos, pues, frente a una nueva apuesta historiográfica de acercamiento de la ciencia de la historia hacia las propuestas que construyen y difunden las emergentes ciencias sociales después 40 Sobre este tema puede revisarse: Carlos A. AGUIRRE ROJAS. Hiinerarios de la Historiografía del siglo XX. De los diferentes marxismos a los varics Annales. Centro de Investigación y Desarrallo de la cultura cubana Juan Marineio, La Habana, 1995. INVESTIGACIONES SOCHLES__ 267 Estas nuevas preferer.cias temáticas y metodológicas posibilitaron la escritura de un conjunto de obras clásicas del mundo contemporáneo. Este es el caso del modernista Lucien Febvre con su estudio regiona. histórico-geográlico sobre Felipe HI y el Fran- 2o-Condado (1911) y con un pionero ejercicio de historia de las mentalidades: El prablema del descreimiento en el siglo XVI la religión de Rabelais (1942). Marc Bloch realiza un nueva análisis histórico sobre la cultura de la superstición en Los reyes taumaturgos (1924) y un trascendental estucio histórico socio-económico: Los caracteres originarios de la historia rural fruncesa (1931). Sin embargo, el verdadero triunfo intelectual de esta nueva perspectiva historiográfica se produce recién después de la Segunda Guerra Mundial, cuando se gencralizó en Francia y en otros paises europeos y extracuropeos. Esta perspectiva se amplía a partir de 1956 cuando Fernand Braudel (1902-1985) asume la dirección de la revista a la muerte de Febvre (Marc Bloch había sido fusilado durante la ocupación alemana por su participación en la resistencia). Braudel publica en 1949 El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe 11. Esta obra cxpresa el modelo ecológico-demográfico que desarrollarian otros integrantes de Annales. En este libro Braudel estudia un amplio espacio geográ- fico para el sigla xv! examinando tres niveles temporales distintos. En la base, el tiempo de la «larga duración» corresponde a las «estructuras» de la historia: «cier- tos marcos pcográficos, ciertas realidades biológicas, ciertos límites de productivi- dad, y hasta determinadas coacciones espirituales», Por encima, sc ubica el tiempo de Ja duración media que corresponde a las «coyunturas» de ciertos procesos socia- les, económicos y culturales: «una curva de precios, una progresión demográfica, el movimiento de los salarios, las variaciones de la tasa de interés». Finalmente, en «el tercer nivel», el tiempo corto y breve del «individuo y el acuntecimiento»: se trata de la historia episódica que básicarrente es una historia política tradicional. Es una innovación metodológica que jerarquiza los tiempos y los niveles. En buena cuenta, Braudel privilegia el estudio de los dos primeros órdenes, busca practicar una «histo- ria estructural» o «coyuntural», y a minusvalorar la «historia episódica» de los acon- tecimientos («crestas de ola que animan superficialmente el potente movimiento res- piratorio de una masa oceánica»). Utilizando este modelo, los historiadores de Annales, casi todos medievalistas y modernistas, Jacques Le Goff, Georges Duby, Emmanuel Le Roy Ladurie, Pierre Nora, etc., estudian una multitud de procesos de larga y media duración en marcos geográficos precisos y sobre aspectos poco tradicionales y metapoliticos. Er el corto plazo emergen varias tendencias. Por un lado, un sector de los «analistas» 55 Luis Antonic REsTRCrO, 1999, «Ll testamento espiritual de Marc Bloch». En: /Yisioria y Sociedad, N*Ó, pp. 218-220, Universidad Nacional de Colombia, Vicdellín. Carlos AGumRE Rusas, 1996, Fernend Braudel y las ciencios humanas. Barcclona. 56 Femand Braun, La Historia y las ciencias soc Madrid, 1968, Ecrits sur Phistoire. París, 1969. 20 INVESTIGACIONES SOCIALES acudieron a la estadística para penetrar en la «larga duración» y la «coyuntura» y crearon la «historia serial», es decir, una historia de magnitudes cuantificables «in- teresada menos por los hechos individuales [...] que por los elementos que pueden ser integrados en una serie homogénea». Esta es la historia que cultiva Pierre Chaunu y Le Roy Ladurie. De otro lado, se redescubrió la temática de la cultura popular bajo la rúbrica de «historia de las mentalidades», un concepto consagra- do por los trabajos de Philippe Ariés y Michel Vovelle; estos autores buscarán construir un nuevo aparato metodológico que tenía en la cuantificación estadística su medio y objetivo máximo.” A partir de la década de los ochenta, y especialmente tras la muerte de Fernand Braudel, el modelo historiográfico desarrollado por los Annales fue perdiendo su vigor y atractivo siendo gradualmente desplazado por otras corrientes renovadoras anglosajonas, En esta dirección, la tercera generación de historiadores de Annales (Jacques Le Goff, George Duby, Roger Chartier, Jacques Revel, etc.) impulsará una diversidad de enfoques metodológicos, perspectivas temáticas y orientaciones ideológicas que hace muy difícil asumir su pertenencia a una misma escuela historiográfica coherente y homogénea. * La influencia de la historiografía marxista británica. Después de 1945 la historiografía de tradición marxista comenzó a expandirse en Gran Bretaña. Para su desarrollo fue clave la fundación, en 1952, de la revista Past and Present. En esta empresa historiográfica se encontraba un grupo de historiadores de tenden- cia marxista (el arqueólogo Vere Gordon Childe, el medievalista Rodney Hilton, el modernista Christopher Hill y el contemporanista Eric J, Hobsbawm), con- juntamente con otros historiadores y cultivadores de las ciencias sociales como Geoffrey Barraclough, R.R. Betts y A-H.M. Jones, entre otros. En poco tiem- po. esta revista se convirtió en el adalid de la renovación de los estudios históri- cos británicos, Estamos pues entre una tradición historiográfica marxista en Gran Bretaña que se enfrentaba a la historiografía marxiana cuantitativa generada en la Unión Soviética desde 1917 y convertida en ideología oficial de Estado. Esta última escuela historiográfica fue liderada por Mijail Pokrovski (1868-1932). De otro lado, la historiografía marxista en Francia, representada por Albert Soboul (Historia de la Revolución Francesa, 1961) o Pierre Vilar (Cataluña en la España moderna, 1962) 57 — Michel VoveLLE, historiador francés, es docente en la Universidad de Aix-en-Provence y en la Universidad de Paris. Ha publicado Ideologías y mentalidades. Editorial Ariel, Barcelona, 1985. Visión de la mort et de l'au- dela en Provence d'aprés les autels des ámes du Purgatoire. Armand Colin, París, 1970. La mort en Occident depuis le Xlile siécie jusqu'á nos jours. Gallimard, París, 1983. La mentalidad revolucionaria. Editorial Critica, Barcelona, 1989. Aproximación a la historia de las mentalidades colectivas. Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 2" ed., Lima, Perú, 2003. 58 — Joseph FONTANA, 1992, La Historia después del fin de la Historia. Reflexiones acerca de la situación actual de ta ciencia histórica. Edic. Crítica, Barcelona. 59 Eric HoespawM. Años interesantes. Una vida en el siglo XX. Barcelona, 2003. INVESTIGACIONES SOCIALES. mn será limitada en su crecimiento y renovación por el puderoso influjo teórico del estructuralismo marxista liderado por el filósofo Louis Althusser. A partir de 1952 sobresale la vitalidad de los historiadores marxistas británicos. Sus aportaciones más destacadas se sitúan en el ámbito de la historia social y cultural británica y europea desde la Edad Media y hasta la época contemporánea: El campe- sinado inglés en la baja Edad Media (Hilton), Los origenes intelectuales de la Revo- lución Inglesa (HilD, La era de las revoluciones (Hobsbawm), etc. En marcado con- traste can la Escuela de Annales, sus investigaciones combinaron la aplicación de los métodos utilizados por otras ciencias sociales con el tratamiento de asuntos «estruc- turales» tanto como «episódicos», restituyendo a la política un lugar central en la evolución histórica. A esta lista de histuriadores británicos marxistas deberá incorporarse Edward P. Thompson, quien ha estudiado La fornación de la clase obrera en Inglaterra (1963), y ha renovado por completo el contenido y sentido de los conceptos de «clase» y «lucha de clases» en la investigación histórica. El mismo autor arremetió duramente contra el estructuralismo marxista althusseriano y sus efectos esterilizantos para la investigación histórica. En este sentido, toda la obra de los historiadores marxistas británicos consti- tuye una impugnación a la idea del marxismo como «ciencia» perfecta. De la historia anécdota a la historia ciencia El historiador y las fuentes. Para Basadre la Historia es una «ciencia por su apego a la verdad posible, arte por el aura de belleza que acompaña a toda evocación y afir mación de la vida». La Historia es una preocupación vital tal como lo fueron la elencía en el siglo XIX, la filosofía en el siglo XVIL y la teología en los siglos anterio- res. Basadre insiste y recomienda que cl «sujeto que conoce debe buscar ante todo, convencerse asimismo de la verdad imbibita en su aprehensión del pesado, en una entrega centrifuga, alejarse en lo posible de todas las formas de representación pura- mente imaginarias y transmitir ese mensaje con lealtad a sus lectores y oyentes». ” La primera virtud en el historiador debe ser el espiritu crítico. Historia científica es historia crítica. Postula la tesis de que toda ciencia busca la verdad. Que el historia- dor debe cuidarse de la subjetividad de sus informantes y también de sí mismo. Ni panfletario ni panegirista. Por el contrario, se debe dialogar con el ayer en un toro 60 Arrrmrssrm, Louis (1918-1990) Filósuti francés de origen argelino (1918-1990), Se licenció en Filosofa y Lewas en la prestigiosa École Normale Supérieure de París. Althusser se afilió al Partido Comunista Francés ($CF) e ingresó, en 1948, en la Éxole Normale Supéricure como profesor titular de Filosofía. Ente sus libros que destacan encomramo» Montesquiex, la política y la historia (1950) y Por Marx (1965). Eran lector de Freud, Lacan, Bachelard y Lévi-Sweuss, Vermbién cscribió Para leer Ei Capital (1967), Lenin y la filosofía (1969), Respuesta a John Levás (1973), Elementos de autocrítica (1974) y Lo que na puede durar en el PCF (1978) 6l 4 BASADRE, L96£, p.! 62 4 BASADRE, 1965, p.> 272 a INVESTIGACIONES SOCHLES En reiteradas oportunidades, Basadre insiste en la necesidad de comparar y expli- car los procesos históricos. Así, para el caso de sus trabajos específicos, explica que si la historia tradicional se limitaba a la corta duración, su Historia de la República entra en el ciclo del «liempo largo», es decir, abarca la República durante 110 años. Basadre insiste en que el historiador debe analizar, comprender y explicar, no solo narrar: debe «buscar las infraestructuras y las estructuras, los modelos que permitan interpretar los fenómenos históricos en sus causas próximas y en sus orígenes lejanos, en sus caracte- rísticas y en sus efectos. Ir a lo que alguna vez se llamó la historia genética». ? Tradición y renovación en la historiografía reciente. Al margen de las tres grandes corrientes surgidas después de 1945, las dos especialidades que más habían sufrido el embate contra el tradicionalismo empirista, la historia política y la historia diplomática, también experimentaron un proceso de renovación en sus presupuestos teóricos y metodológicos. Ciertamente, ambas especialidades habian seguido practicándose en el gremio profesionaí de historiadores con dedicación y relativo éxito de público, aun cuando no se vieran afectadas por las proclamas de las vanguar- dias historiográficas. Pero desde los años cincuenta, la conexión con los métodos y técnicas de las ciencias sociales también alcanzó a estas disciplinas. La historia polí- tica dejó de ser la difamada historia elitista y belicista «del tambor y la corneta». al igual que la historia diplomática superó el estadio de relato sobre «los entresijos de las cortes y las cancillerías»,* Por ejemplo, tanto la Historia de la politica exterior italiana desde 1870 hasta 1896 de Federico Chabod (1951) coma Los origenes políticos de la nueva diploma- cia de Arno J. Mayer (1959), arrumbaron la tesis tradicional que concebía la política exterior como un ámbito de evolución autónomo e independiente. Por el contrario, ambos estudios demostraban que la formulación y ejecución de la política exterior dependía no solo de los intereses del Estado en el escenario internacional sino tam- bién y esencialmente de las tensiones y equilibrios de fuerzas políticas y sociales en el interior del propio Estado. En 1961 aparece el libro de Fritz Fiseher sobre Los fines de guerra de Alemania en la Primera Guerra Mundial que revalidó magistralmente esa nueva perspectiva, a pesar del duro rechazo que provocó la obra en círculos hustoriográficos conservadores germanos. En todo caso, después de esos trabajos, la historia diplomática, denominada como «historia de las relaciones internacionales» (término preferido por el historiador francés Pierre Renouvin), retomó su lugar al lado de la historia política. Un renacimiento modernizador similar tuvo efecto en el ámbito de la historia cultural. En realidad, la tradición «disidente» de Burckhardt se había perpetuado de la mano de cultivadores tan fecundos como el holandés Johan Huizinga (El otoño de la Edad Media, de 1919) o el alemán Friedrich Meinecke (El historicismo y su géne- 67 5. BASADRE, 1987, p. 343, 68 Manuel Turón pz Lara. Metodología de la listoria Social en España. Madrid, 1973, INVESTIGACIONES SOCHLES 275 sis, de 1936). Sobre la base de esta historia intelectual y de la «alta cultura», las corrientes surgidas después de 1945 se reflejaron fielmente en la disciplina: búsque- da de la cuantificación y ensanchamiento de su campo temático hasta incluir las manifestaciones de la cultura de masas y la cultura de las clases populares.* Basadre reconoce que la historia se ha superespecializado en la segunda mitad del siglo XX poniéndose en práctica complejas metodologías de análisis histórico, nuevos yacimientos documentales y un examen minucioso de múltiples aspectos de la realidad social, politica y cultural. Considera además que el marxismo ha influenciado profundamente los trabajos historiográficos en América Latina. Pero, ¿en que sentido el marxismo resultó fecundante para la historiografía? Basadre con- sidera importante rescatar tres aportes sustanciales: — Combate la concepción idealista de la sociedad y de su funcionamiento. Las idcas puras no deciden cl acontecer humano. Idcas e intereses se condicionan, El positivismo, las ciencias naturales y las ciencias sociales derrumban las concepciones teológicas de la sociedad. El análisis debe evaluar su movi- miento, cambio, retroceso o estancamiento. — El énfasis en el concepto de «estructura». La teoría de la lucha de clases.* Basadre tiene un contacto muy temprano con el marxismo a través de su amistad con José Carlos Mariátegui. Su experiencia le permite plantcar que «como instru- mento de trabajo para quien hurga adentro del ayer, estoy de acuerdo en que con este método la historia se acerca a la ciencia. Marx había formulado la ley del desarrollo de la historia humana. Marx no fue historiador profesional pero enseñó que pensar políticamente es justamente pensar históricamente. En sus textos, el modelo teórico hace que la sociedad esté constantemente presente como premisa ante el espíritu. Su concepto central es el modo de producción como esuuctura determinada y determi- nante; una estructura que funciona, y a la vez, se desarrolla; casi exclusivamente le interesa el modo de producción capitalista [...] La vida es siempre más rica que las doctrinas».” Y la vida como la historia es multidimensional. En el campo de la historia económica, Basadre examina las propuestas de la escucla francesa, cl marxismo, ete. En estas tendencias historiogréficas encuentra que sus protagonistas realizan una variada y compleja diversidad de ejercicios en la que se pasa de la descripción a la formulación de problemas, la definición de sus términos operacionales y la sclccción cuidadosa de sus variables explicativas apoya- dos cn grandes masas numéricas y técnicas estadisticas simples y complejas. En este juego de construcción de una nueva tendencia historiográfica, Basadre encuentra un contenido sustantivo del concepto de estructura, una de sus piezas teóricas claves 69 Joseph FONTANA. Análisis del pasado y proyecto social. Barcelona, 1982. La Historia después del fin de la historia. Barcelona, Editoral Critica, 1992. 70 J.Basanar, 1978, pp. 352-353 71 J. BASADRE, 1979, pp. 53-54, 276 ANVESTICACIONES SOCHLES para el razonamiento histórico de los procesos republicanos. En efecto, para Basadre, el concepto de estruciura «representa mecanismos complejos o conjuntos de meca- nismos complejos, propios de cada sistema y cuyas leyes varían según, precisamente el sistema. El estudio de estas leyes relativas conduce a la teoría, relativa como ellas. La tarea del historiador cs, a la vez, verificar y corregir cl enunciado de los mecanis- mos simples para permitir al ceonomista construir una teoria “generalizada” y estu- diar las leyes concernientes a cada sistema, sus estructuras propias y su evolución en relación con la coyuntura». Frente a los historiadores empiristas que sostienen que la historia se encuentra en los archivos, Basadre plantea lo contrario: «muchas veces me dije: ¿Es ésa la verdadera historia, la del dato antes oculto, la concentrada en la crudición recóndita y solo ella? La simple acumulación de noticias no puede ser elevada al rango que tiene la cultura auténtica. Hace mucho tiempo, nada menos que desde las postrimerías del siglo XVII, las Humanidades empezaron a entrar en el plano de la ciencia, o se aproximaron a ella dentro de los que le fue posible. Y la ciencia no se contenta con estar bien informada, pretende, además, ir hasta donde sea posible, a la teoría y a la construcción».? Entre las tendencias historiográficas que estudia Basadre encontramos a la «cliometria» norteamericana, cue es una de las grandes corrientes de investigación histórica aparecida después de 1945. Sc trata de la «nueva historia económica» o cliometría, que se define por el método utilizado. Ésta puede aplicarse a la historia económica, social, demográfica y política. Consiste en la utilización exhaustiva de un método cuantitativo, asociada a modelos teóricos matemáticos explícitos, y al tratamiento informático de grandes masas de ir. formación estadística. En su proyecto de construir una historia como ciencia, Basadre realiza continuas exploraciones en varias tendencias historiográficas. Asi, revalora las aportaciones de Pierre Chaunu, Pierre Vilar, Eric Hobsbawm, Marcelo Carmagnani, etc. En especial Basadre precisa los avances y los límites de la «New Economic History» en su libro El azar en la Historia y sus límites (197337 En cste libro Basadre presenta un conjunto de reflexiones y de problemas acerca de la teoria matemática de] azar y sus aplicaciones, que permitirán construir modelos generales de la organización racional de la acción humana. La unión de teoría econó- mica y métodos estadísticos aplicados a programas informáticos busca construir una teoria general del compertamiento humano basado en «conjeturas controladas».? Examinando la validez y la utilidad de estos instrumentos plantea que la «historia, en su esencia es solo imperfectamente racional. Pertenece a un tiempo contingente y no necesario, discontinuo y no continuo; es decir, ajeno a las características del tiempo racional, a un tiempo lineal, homogéneo. La historia de los hombres, a diferencia de 72). BASADRE, 1971, tomo ),p. 142. 73] Basabee, 1975, p. 623. 74 7. BASADRE, 1978, pp. 568-369. 15. BAsaDRE, 1973, p.19 IMESTICACIONES SOCIALES. 27 TEMA 2, Materiales sobre teoría e historiografía europea ANDERSON, Perry. The Antinomies of Antonio Gramsci, En: New Left Review, N* 100, Nov, 76, enero 77, Londres, 1977. ARENDT, Hannah. The origías of Totalitarism. Matcourt Brace Javanovich, New York, 1951 Auurs, Philippo. Le temps de L'Histoire. Mónaco, 1954. 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