Docsity
Docsity

Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes

Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity


Consigue puntos base para descargar
Consigue puntos base para descargar

Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium


Orientación Universidad
Orientación Universidad

Libro el perro del hortelano, Traducciones de Lengua y Literatura

Libro el perro del hortelano de

Tipo: Traducciones

2023/2024

Subido el 21/05/2024

helena-hernandez-18
helena-hernandez-18 🇪🇸

1 / 92

Toggle sidebar

Documentos relacionados


Vista previa parcial del texto

¡Descarga Libro el perro del hortelano y más Traducciones en PDF de Lengua y Literatura solo en Docsity! Lope de Vega EL PERRO DEL HORTELANO This edition of the play is intended to be a reliable edition but is, under no circumstances, to be considered as a thorough critical edition complete with variant readings, extensive notes, nor any of the valuable expository discussion that is usually found in such. Those who would like to study the play or to comment on it with greater security than can be claimed for this electronic edition should refer to one of the two modern critical editions of the work: the edition prepared by A. David Kossoff and published in Madrid by Castalia in 1970, or that prepared by Victor Dixon and published in London by Támesis in 1981. Either of these editions should be easily found in any reasonable university library. In them you will also find a bibliography of early editions and manuscripts available for the play, cogent discussion of the work as literature, and a suggestive bibliography of articles about this comedia. Dovehouse Editions published a fine translation of the play by Victor Dixon (AThe Dog in the Manger@) in 1990. El perro del hortelano has also been the subject of many studies that have been published since these two editions were prepared. These items may be identified by reference to the valuable ABibliography on the Comedia@ published each fall in the Bulletin of the Comediantes. A marvelous recent film, directed by Pilar Miró was made in Spain. One of the points the director made in preparing the film was that the original text of Lope de Vega was a lucid and performable text even in this modern media. That film is available on commercially published video. It can be obtained on loan from the video collection of the AHCT by members of that association. The video tape collection of the AHCT also contains tapes of a production in English translation, AThe Dog in the Manger,@ as performed at the University of Dublin in 1986 under the direction of Victor Dixon and a second performance in English translation as performed by the Kitsilano Theater of Vancouver in 1994 for the annual ASiglo de Oro Drama Festival@ at El Chamizal National Memorial in El Paso, Texas. Vern G. Williamsen June 11, 2001 EL PERRO DEL HORTELANO Lope de Vega Personas que hablan en ella: DIANA, condesa de Belflor TEODORO, su secretario OTAVIO, su mayordomo FABIO, su gentilhombre TRISTÁN, lacayo ANARDA, dama MARCELA, dama DOROTEA, dama FEDERICO, conde LUDOVICO, conde RICARDO, marqués LEONIDO, criado ANTONELO, lacayo FURIO LIRANO CELIO, criado CAMILO Un PAJE ACTO PRIMERO Salen TEODORO y TRISTÁN; vienen huyendo TEODORO: Huye, Tristán, por aquí. TRISTÁN: Notable desdicha ha sido. TEODORO: )Si nos habrá conocido? TRISTÁN: No sé; presumo que sí. Vanse. Sale DIANA 5 DIANA: (Ah gentilhombre!, esperad. (Teneos, oíd! )qué digo? )Esto se ha de usar conmigo? Volved, mirad, escuchad. (Hola! )No hay aquí un crïado? 10 (Hola! )No hay un hombre aquí? Pues no es sombra lo que vi, ni sueño que me ha burlado. por él cuando huyendo fue. FABIO: Luz, señora, llevaré. Vase DIANA: Si ello viene a averiguarse, no me ha de quedar culpado 90 en casa. OTAVIO: Muy bien harás; pues cuando segura estás, te han puesto en este cuidado. Pero aunque es bachillería, y más estando enojada, 95 hablarte en lo que te enfada, ésta tu injusta porfía de no te querer casar causa tantos desatinos, solicitando caminos 100 que te obligasen a amar. DIANA: )Sabéis vos alguna cosa? OTAVIO: Yo, señora, no sé más de que en opinión estás de incansable cuanto hermosa. 105 El condado de Belflor pone a muchos en cuidado. Sale FABIO FABIO: Con el sombrero he topado; mas no puede ser peor. DIANA: Muestra. )Qué es esto? FABIO: No sé. 110 Éste aquel galán tiró. DIANA: )Éste? OTAVIO: No le he visto yo más sucio. FABIO: Pues éste fue. DIANA: )Éste hallaste? FABIO: Pues )yo había de engañarte? OTAVIO: (Buenas son 115 las plumas! FABIO: Él es ladrón. OTAVIO: Sin duda a robar venía. DIANA: Haréisme perder el seso. FABIO: Este sombrero tiró. DIANA: Pues las plumas que vi yo, 120 y tantas, que aun era exceso, )en esto se resolvieron? FABIO: Como en la lámpara dio, sin duda se las quemó, y como estopas ardieron. 125 Ícaro, )al sol no subía, y abrasándose las plumas, cayó en las blancas espumas del mar? Pues esto sería. El sol la lámpara fue, 130 Ícaro el sombrero; y luego las plumas deshizo el fuego, y en la escalera le hallé. DIANA: No estoy para burlas, Fabio. Hay aquí mucho que hacer. 135 OTAVIO: Tiempo habrá para saber la verdad. DIANA: )Qué tiempo, Otavio? OTAVIO: Duerme agora; que mañana lo puedes averiguar. DIANA: No me tengo de acostar, 140 no, por vida de Dïana, hasta saber lo que ha sido. Llama esas mujeres todas. Vase FABIO OTAVIO: Muy bien la noche acomodas. DIANA: Del sueño, Otavio, me olvido 145 con el cuidado de ver un hombre dentro en mi casa. OTAVIO: Saber después lo que pasa fuera discreción, y hacer secreta averiguación. 150 DIANA: Sois, Otavio, muy discreto; que dormir sobre un secreto es notable discreción. Salen FABIO, MARCELA, DOROTEA, ANARDA FABIO: Las que importan he traído; que las demás no sabrán 155 lo que deseas, y están rindiendo al sueño el sentido. Las de tu cámara solas estaban por acostar. ANARDA: (De noche se altera el mar, Aparte 160 y se enfurecen las olas.) FABIO: )Quieres quedar sola? DIANA: Sí. Salíos los dos allá. [FABIO habla] aparte a OTAVIO FABIO: ((Bravo examen! OTAVIO: Loca está. FABIO: Y sospechosa de mí.) Vanse OTAVIO y FABIO 165 DIANA: Llégate aquí, Dorotea. DOROTEA: )Qué manda vuseñoría? DIANA: Que me dijeses querría quién esta calle pasea. DOROTEA: Señora, el marqués Ricardo, 170 y algunas veces el conde Paris. DIANA: La verdad responde de lo que decirte aguardo, si quieres tener remedio. DOROTEA: )Qué te puedo yo negar? 175 DIANA: )Con quién los has visto hablar? DOROTEA: Si me pusieses en medio de mil llamas, no podré decir que, fuera de ti, hablar con nadie los vi 180 que en aquesta casa esté. DIANA: )No te han dado algún papel? )Ningún paje ha entrado aquí? DOROTEA: Jamás. DIANA: Apártate allí. [MARCELA habla] aparte a ANARDA MARCELA: ((Brava inquisición! ANARDA: Crüel.) 185 DIANA: Oye, Anarda. ANARDA: )Qué me mandas? DIANA: )Qué hombre es éste que salió... ANARDA: )Hombre? DIANA: ...de esta sala; y yo 270 me pide sólo un cabello para atarlos, porque estén en su pensamiento quedos. Mas )para qué me preguntas niñerías? DIANA: Tú a lo menos 275 bien te huelgas. MARCELA: No me pesa; porque de Teodoro entiendo que estos amores dirige a fin tan justo y honesto, como el casarse conmigo. 280 DIANA: Es el fin del casamiento honesto blanco de amor. )Quieres que yo trate de esto? MARCELA: (Qué mayor bien para mi! Pues ya, señora, que veo 285 tanta blandura en tu enojo y tal nobleza en tu pecho, te aseguro que le adoro, porque es el mozo más cuerdo, más prudente y entendido, 290 más amoroso y discreto, que tiene aquesta ciudad. DIANA: Ya sé yo su entendimiento del oficio en que me sirve. MARCELA: Es diferente el sujeto 295 de una carta, en que les pruebas a dos títulos tu deudo, de verle hablar más de cerca, en estilo dulce y tierno, razones enamoradas. 300 DIANA: Marcela, aunque me resuelvo a que os caséis, cuando sea para ejecutarlo tiempo, no puedo dejar de ser quien soy, como ves que debo 305 a mi generoso nombre; porque no fuera bien hecho daros lugar en mi casa. (Sustentar mi enojo quiero.) Aparte Pues ya que todos lo saben, 310 tú podrás con más secreto proseguir ése tu amor; que en la ocasión yo me ofrezco a ayudaros a los dos; que Teodoro es hombre cuerdo, 315 y se ha crïado en mi casa; y a ti, Marcela, te tengo la obligación que tú sabes, y no poco parentesco. MARCELA: A tus pies tienes tu hechura. 320 DIANA: Vete. MARCELA: Mil veces los beso. DIANA: Dejadme sola. [ANARDA habla] aparte a MARCELA ANARDA: ()Qué ha sido? MARCELA: Enojos en mi provecho. DOROTEA: )Sabe tus secretos ya? MARCELA: Sí sabe, y que son honestos.) MARCELA, DOROTEA y ANARDA hacen tres reverencias a la condesa, y se van 325 DIANA: Mil veces he advertido en la belleza, gracia y entendimiento de Teodoro, que a no ser desigual a mi decoro, estimara su ingenio y gentileza. Es el amor común naturaleza; 330 mas yo tengo mi honor por más tesoro, que los respetos de quien soy adoro, y aun el pensarlo tengo por bajeza. La envidia bien sé yo que ha de quedarme; que si la suelen dar bienes ajenos, 335 bien tengo de que pueda lamentarme, porque quisiera yo que, por lo menos, Teodoro fuera más, para igualarme, o yo, para igualarle, fuera menos. Vase DIANA. Salen TEODORO Y TRISTÁN TEODORO: No he podido sosegar. 340 TRISTÁN: Y aun es con mucha razón; que ha de ser tu perdición si lo llega a averiguar. Díjete que la dejaras acostar, y no quisiste. 345 TEODORO: Nunca el amor se resiste. TRISTÁN: Tiras, pero no reparas. TEODORO: Los diestros lo hacen ansí. TRISTÁN: Bien sé yo que si lo fueras, el peligro conocieras. 350 TEODORO: )Si me conoció? TRISTÁN: No y sí; que no conoció quién eras, y sospecha le quedó. TEODORO: Cuando Fabio me siguió bajando las escaleras, 355 fue milagro no matarle. TRISTÁN: (Qué lindamente tiré mi sombrero a la luz! TEODORO: Fue detenerle y deslumbrarle, porque si adelante pasa, 360 no le dejara pasar. TRISTÁN: Dije a la luz al bajar, *Di que no somos de casa+; y respondióme: *Mentís+. Alcé y tiréle el sombrero; 365 )quedé agraviado? TEODORO: Hoy espero mi muerte. TRISTÁN: Siempre decís esas cosas los amantes cuando menos pena os dan. TEODORO: Pues )qué puedo hacer, Tristán, 370 en peligros semejantes? TRISTÁN: Dejar de amar a Marcela, pues la condesa es mujer que si lo llega a saber, no te ha de valer cautela 375 para no perder su casa. TEODORO: Y )no hay más sino olvidar? TRISTÁN: Liciones te quiero dar de cómo el amor se pasa. TEODORO: )Ya comienzas desatinos? 380 TRISTÁN: Con arte se vence todo: oye, por tu vida, el modo por tan fáciles caminos. Primeramente has de hacer resolución de olvidar, 385 sin pensar que has de tornar eternamente a querer; que si te queda esperanza de volver, no habrá remedio de olvidar; que si está en medio dio la memoria en decirme que pensase en blanco azar, en azucena y jazmín, en marfil, en plata, en nieve, 485 y en la cortina, que debe de llamarse el faldellín, con que yo me deshacía. Mas tomé más cuerdo acuerdo, y di en pensar, como cuerdo, 490 lo que más le parecía; cestos de calabazones, baúles viejos, maletas de cartas para estafetas, almofrejes y jergones; 495 con que se trocó en desdén el amor y la esperanza, y olvidé la dicha panza por siempre jamás amén; que era tal, que en los dobleces, 500 y no es mucho encarecer, se pudieran esconder cuatro manos de almireces. TEODORO: En las gracias de Marcela no hay defetos que pensar. 505 Yo no la pienso olvidar. TRISTÁN: Pues a tu desgracia apela, y sigue tan loca empresa. TEODORO: Toda es gracias: )qué he de hacer? TRISTÁN: Pensarlas hasta perder 510 la gracia de la condesa. Sale DIANA DIANA: Teodoro TEODORO: (La misma es.) Aparte DIANA: Escucha. TEODORO: A tu hechura manda. TRISTÁN: (Si en averiguarlo anda, Aparte de casa volamos tres.) 515 DIANA: Hame dicho cierta amiga que desconfía de sí que el papel que traigo aquí le escriba. A hacerlo me obliga la amistad, aunque yo ignoro, 520 Teodoro, cosas de amor; y que le escribas mejor vengo a decirte, Teodoro. Toma y léele. TEODORO: Si aquí, señora, has puesto la mano, 525 igualarle fuera en vano, y fuera soberbia en mí. Sin verle, pedirte quiero que a esa señora le envíes. DIANA: Léele. TEODORO: Que desconfíes 530 me espanto: aprender espero estilo que yo no sé; que jamás traté de amor. DIANA: )Jamás, jamás? TEODORO: Con temor de mis defetos, no amé; 535 que soy muy desconfïado. DIANA: Y se puede conocer de que no te dejas ver, pues que te vas rebozado. TEODORO: (Yo, señora! )Cuándo o cómo? 540 DIANA: Dijéronme que salió anoche acaso, y te vio rebozado el mayordomo. TEODORO: Andaríamos burlando Fabio y yo, como solemos, 545 que mil burlas nos hacemos. DIANA: Lee, lee. TEODORO: Estoy pensando que tengo algún envidioso. DIANA: Celoso podría ser. Lee, lee. TEODORO: Quiero ver 550 ese ingenio milagroso. Lee *Amar por ver amar, envidia ha sido; y primero que amar estar celosa es invención de amor maravillosa, y que por imposible se ha tenido. 555 De los celos mi amor ha procedido por pesarme que, siendo más hermosa, no fuese en ser amada tan dichosa, que hubiese lo que envidio merecido. Estoy sin ocasión desconfïada, 560 celosa sin amor, aunque sintiendo: debo de amar, pues quiero ser amada. Ni me dejo forzar ni me defiendo; darme quiero a entender sin decir nada: entiéndame quien puede; yo me entiendo+. 565 DIANA: )Qué dices? TEODORO: Que si esto es a propósito del dueño, no he visto cosa mejor; mas confieso que no entiendo cómo puede ser que amor 570 venga a nacer de los celos, pues que siempre fue su padre. DIANA: Porque esta dama, sospecho que se agradaba de ver este galán, sin deseo; 575 y viéndole ya empleado en otro amor, con los celos vino a amar y a desear. )Puede ser? TEODORO: Yo lo concedo; mas ya esos celos, señora, 580 de algún principio nacieron, y ése fue amor; que la causa no nace de los efetos, sino los efetos de ella. DIANA: No sé, Teodoro: esto sient 585 de esta dama, pues me dijo que nunca al tal caballero tuvo más que inclinación, y en viéndole amar, salieron al camino de su honor 590 mil salteadores deseos, que le han desnudado el alma del honesto pensamiento con que pensaba vivir. TEODORO: Muy lindo papel has hecho: 595 yo no me atrevo a igualarle. DIANA: Entra y prueba. TEODORO: No me atrevo. DIANA: Haz esto, por vida mía. TEODORO: Vuseñoría con esto quiere probar mi ignorancia. 600 DIANA: Aquí aguardo: vuelve luego. TEODORO: Yo voy. TRISTÁN: ((Vive Dios, que hay chamusquina, Aparte y que por murciegalero 685 me pone en una galera!) DIANA: ((Qué traigo de pensamientos! Aparte Sale FABIO FABIO: Aquí está el marqués Ricardo. DIANA: Poned esas sillas luego. Salen RICARDO y CELIO, y vanse FABIO y TRISTÁN RICARDO: Con el cuidado que el amor, Dïana, 690 pone en un pecho que aquel fin desea que la mayor dificultad allana, el mismo quiere que te adore y vea: solicito mi causa, aunque por vana esta ambición algún contrario crea, 695 que dando más lugar a su esperanza, tendrá menos amor que confïanza. Está vuseñoría tan hermosa, que estar buena el mirarla me asegura; que en la mujer--y es bien pensada cosa-- 700 la más cierta salud es la hermosura; que en estando gallarda, alegre, airosa, es necedad, es ignorancia pura, llegar a preguntarle si está buena, que todo entendimiento la condena. 705 Sabiendo que lo estáis, como lo dice la hermosura, Diana, y la alegría, de mí, si a la razón no contradice, saber, señora, cómo estoy querría. DIANA: Que vuestra señoría solemnice 710 lo que en Italia llaman gallardía por hermosura, es digno pensamiento de su buen gusto y claro entendimiento. Que me pregunte cómo está, no creo que soy tan dueño suyo que lo diga. 715 RICARDO: Quien sabe de mi amor y mi deseo el fin honesto a este favor se obliga. A vuestros deudos inclinados veo para que en lo tratado se prosiga; sólo falta, señora, vuestro acuerdo, 720 porque sin él las esperanzas pierdo. Si, como soy señor de aquel estado que con igual nobleza heredé agora, lo fuera desde el sur más abrasado a los primeros paños del aurora; 725 si el oro, de los hombres adorado, las congeladas lágrimas que llora el cielo, o los diamantes orientales que abrieron por el mar caminos tales tuviera yo, lo mismo os ofreciera; 730 y no dudéis, señora, que pasara adonde el sol apenas luz me diera, como a sólo serviros importara: en campañas de sal pies de madera por las remotas aguas estampara, 735 hasta llegar a las australes playas, del humano poder últimas rayas. DIANA: Creo, señor marqués, el amor vuestro; y satisfecha de nobleza tanta, haré tratar el pensamiento nuestro, 740 si al conde Federico no le espanta. RICARDO: Bien sé que en trazas es el conde diestro, porque en ninguna cosa me adelanta; mas yo fío de vos que mi justicia los ojos cegará de su malicia. Sale TEODORO 745 TEODORO: Ya lo que mandas hice. RICARDO: Si ocupada vuseñor hurtarle el tiempo. DIANA: No importara nada, puesto que a Roma escribo. RICARDO: No hay disgusto como en día de cartas dilatada 750 visita. DIANA: Sois discreto. RICARDO: En daros gusto. [RICARDO habla] aparte [a CELIO] (Celio, )qué te parece? CELIO: Que quisiera que ya tu justo amor premio tuviera.) Vanse RICARDO y CELIO DIANA: )Escribiste? TEODORO: Ya escribí, aunque bien desconfïado; 755 mas soy mandado y forzado. DIANA: Muestra. TEODORO: Lee. DIANA: Dice así: Lee *Querer por ver querer envidia fuera, si quien lo vio sin ver amar no amara, porque si antes de ver, no amar pensara, 760 después no amara, puesto que amar viera. Amor, que lo que agrada considera en ajeno poder, su amor declara; que como la color sale a la cara, sale a la lengua lo que al alma altera. 765 No digo más, porque lo mis ofendo desde lo menos, si es que desmerezco porque del ser dichoso me defiendo. Esto que entiendo solamente ofrezco; que lo que no merezco no lo entiendo, 770 por no dar a entender que lo merezco+. DIANA: Muy bien guardaste el decoro. TEODORO: )Búrlaste? DIANA: (Pluguiera a Dios! TEODORO: )Qué dices? DIANA: Que de los dos, el tuyo vence, Teodoro. 775 TEODORO: Pésame, pues no es pequeño principio de aborrecer un crïado, el entender que sabe más que su dueño. De cierto rey se contó 780 que le dijo a un gran privado: *Un papel me da cuidado, y si bien le he escrito yo, quiero ver otro de vos, y el mejor escoger quiero+. 785 Escribióle el caballero, y fue el mejor de los dos. Como vio que el rey decía que era su papel mejor, y díjole al mayor 790 hijo, de tres que tenía: *Vámonos del reino luego; o qué pálida manzana se esmaltó de carmesí? Lo que veo y lo que escucho, 880 yo lo juzgo Co estoy locoC para ser de veras poco, y para de burlas mucho. Mas teneos, pensamiento, que os vais ya tras la grandeza, 885 aunque si digo belleza, bien sabéis vos que no miento; que es bellísima Dïana, y en discreción sin igual. Sale MARCELA MARCELA: )Puedo hablarte? TEODORO: Ocasión tal 890 mil imposibles allana; que por ti, Marcela mía, la muerte me es agradable. MARCELA: Como yo te vea y hable dos mil vidas perdería. 895 Estuve esperando el día. como el pajarillo solo; y cuando vi que en el polo que Apolo más presto dora, le despertaba la aurora, 900 dije: *Yo veré mi Apolo+. Grandes cosas han pasado; que no se quiso acostar la condesa hasta dejar satisfecho su cuidado. 905 Amigas que han envidiado mi dicha con deslealtad, le han contado la verdad; que entre quien sirve, aunque veas que hay amistad, no lo creas, 910 porque es fingida amistad. Todo lo sabe en efeto; que si es Dïana la luna, siempre a quien ama importuna, salió y vio nuestro secreto. 915 Pero será, te prometo, para mayor bien, Teodoro; que del honesto decoro con que tratas de casarte le di parte, y dije aparte 920 cuán tiernamente te adoro. Tus prendas le encarecí tu estilo, tu gentileza; y ella entonces su grandeza mostró tan piadosa en mí, 925 que se alegró de que en ti hubiese los ojos puesto, y de casarnos muy presto palabra también me dio, luego que de mi entendió 930 que era tu amor tan honesto. Yo pensé que se enojara y la casa revolviera, que a los dos nos despidiera y a los demás castigara; 935 mas su sangre ilustre y clara, y aquel ingenio en efeto tan prudente y tan perfeto, conoció lo que mereces. (Oh, bien haya amén mil veces 940 quien sirve a señor discreto! TEODORO: )Que casarme prometió contigo? MARCELA: Pues )pones duda que a su ilustre sangre acuda? TEODORO: (Mi ignorancia me engañó. Aparte 945 (Qué necio pensaba yo que hablaba en mí la condesa! De haber pensado me pesa que pudo tenerme amor; que nunca tan alto azor 950 se humilla a tan baja presa.) MARCELA: )Qué murmuras entre ti? TEODORO: Marcela, conmigo habló pero no se declaró en darme a entender que fui 955 el que embozado salí anoche de su aposento. MARCELA: Fue discreto pensamiento, por no obligarse al castigo de saber que hablé contigo, 960 si no lo es el casamiento; que el castigo más piadoso de dos que se quieren bien es casarlos. TEODORO: Dices bien, y el remedio más honroso. MARCELA: )Querrás tú? 965 TEODORO: Seré dichoso. MARCELA: Confírmalo. TEODORO: Con los brazos, que son los rasgos y lazos, de la pluma del amor, pues no hay rúbrica mejor 970 que la que firman los brazos. Sale DIANA DIANA: Esto se ha enmendado bien. Agora estoy muy contenta; que siempre a quien reprehende da gran gusto ver la enmienda. 975 No os turbéis ni os alteréis. TEODORO: Dije, señora, a Marcela que anoche salí de aquí con tanto disgusto y pena de que vuestra señoría 980 imaginase en su ofensa este pensamiento honesto para casarme con ella que me he pensado morir; y dándome por respuesta 985 que mostrabas en casarnos tu piedad y tu grandeza, dile mis brazos; y advierte que si mentirte quisiera, no me faltara un engaño; 990 pero no hay cosa que venza, como decir la verdad, a una persona discreta. DIANA: Teodoro, justo castigo la deslealtad mereciera 995 de haber perdido el respeto a mi casa; y la nobleza que usé anoche con los dos no es justo que parte sea a que os atreváis ansí; 1000 que en llegando a desvergüenza el amor, no hay privilegio que al castigo le defienda. dame consejo, Teodoro, ansí a Marcela poseas, para aquella amiga mía, que ha días que no sosiega 1085 de amores de un hombre humilde. Porque si en quererle piensa, ofende su autoridad; y si de quererle deja, pierde el jüicio de celos; 1090 que el hombre, que no sospecha tanto amor, anda cobarde, aunque es discreto, con ella. TEODORO: Yo, señora, )sé de amor? No sé, por Dios, cómo pueda 1095 aconsejarte. DIANA: )No quieres, como dices, a Marcela? )No le has dicho esos requiebros? Tuvieran lenguas las puertas, que ellas dijeran... TEODORO: No hay cosa 1100 que decir las puertas puedan. DIANA: Ea, que ya te sonrojas, y lo que niega la lengua, confiesas con las colores. TEODORO: Si ella te lo ha dicho, es necia. 1105 Una mano le tomé, y no me quedé con ella, que luego se la volví; no sé yo de qué se queja. DIANA: Sí, pero hay manos que son 1110 como la paz de la Iglesia, que siempre vuelven besadas. TEODORO: Es necísima Marcela. Es verdad que me atreví pero con mucha vergüenza, 1115 a que templase la boca con nieve y con azucenas. DIANA: )Con azucenas y nieve? Huelgo de saber que templa ese emplasto el corazón. 1120 Ahora bien, )qué me aconsejas? TEODORO: Que si esa dama que dices hombre tan bajo desea, y de quererle resulta a su honor tanta bajeza, 1125 haga que con un engaño, sin que la conozca, pueda gozarle. DIANA: Queda el peligro de presumir que lo entienda. )No será mejor matarle? 1130 TEODORO: De Marco Aurelio se cuenta que dio a su mujer Faustina, para quitarle la pena, sangre de un esgrimidor; pero estas romanas pruebas 1135 son buenas entre gentiles. DIANA: Bien dices; que no hay Lucrecias; ni Torcatos ni Virginios en esta edad; y en aquélla hubo Faustinas, Teodoro, 1140 Mesalinas y Popeas. Escríbeme algún papel que a este propósito sea, y queda con Dios. [Se] cae [DIANA] (Ay Dios! Caí. )Qué me miras? Llega, 1145 dame la mano. TEODORO: El respeto me detuvo de ofrecerla. DIANA: (Qué graciosa grosería! (Que con la capa la ofrezcas! TEODORO: Así cuando vas a misa 1150 te la da Otavio. DIANA: Es aquella mano que yo no le pido, y debe de haber setenta años que fue mano, y viene amortajada por muerta. 1155 Aguardar quien ha caído a que se vista de seda, es como ponerse un jaco quien ve al amigo en pendencia; que mientras baja, le han muerto. 1160 Demás que no es bien que tenga nadie por más cortesía, aunque melindres lo aprueban, que una mano, si es honrada, traiga la cara cubierta. 1165 TEODORO: Quiero estimar la merced que me has hecho. DIANA: Cuando seas escudero, la darás en el ferreruelo envuelta; que agora eres secretario: 1170 con que te he dicho que tengas secreta aquesta caída, si levantarte deseas. Vase TEODORO: )Puedo creer que aquesto es verdad? Puedo, si miro que es mujer Dïana hermosa. 1175 Pidió mi mano, y la color de rosa, al dársela, robó del rostro el miedo. Tembló, yo lo sentí: dudoso quedo. )Qué haré? Seguir mi suerte venturosa; si bien, por ser la empresa tan dudosa, 1180 niego al temor lo que al valor concedo. que las mujeres no es razón que esperen de nuestra obligación tanto disgusto. Pero si ellas nos dejan cuando quieren 1185 por cualquiera interés o nuevo gusto, mueran también como los hombres mueren. ACTO SEGUNDO Salen El Conde FEDERICO y LEONIDO FEDERICO: )Aquí la viste? LEONIDO: Aquí entró, como el alba por un prado, que a su tapete bordado 1190 la primera luz le dio; y según la devoción, no pienso que tardarán; que conozco al capellán y es más breve que es razón. 1195 FEDERICO: (Ay si la pudiese hablar! LEONIDO: Siendo tú su primo, es cosa acompañarla forzosa. FEDERICO: El pretenderme casar 1275 LEONIDO: Háblala; no te turbes. FEDERICO: (Ay Leonido! Quien sabe que no gustan de escuchalle, )de qué te admiras que se turbe y calle? Vanse. Sale TEODORO TEODORO: Nuevo pensamiento mío, desvanecido en el viento, 1280 que con ser mi pensamiento, de veros volar me río, parad, detened el brío, que os detengo y os provoco; porque si el intento es loco, 1285 de los dos lo mismo escucho, aunque donde el premio es mucho, el atrevimiento es poco. Y si por disculpa dais que es infinito el que espero, 1290 averigüemos primero, pensamiento, en qué os fundáis. Vos a quien servís amáis; diréis que ocasión tenéis, si a vuestros ojos creéis; 1295 pues, pensamiento, decildes que sobre pajas humildes torres de diamante hacéis. Si no me sucede bien, quiero culparos a vos; 1300 mas teniéndola los dos, no es justo que culpa os den; que podréis decir también cuando del alma os levanto, y de la altura me espanto 1305 donde el amor os subió, que el estar tan bajo yo os hace a vos subir tanto. Cuando algún hombre ofendido, al que le ofende defiende, 1310 que dio la ocasión se entiende. Del daño que os ha venido, sed en buen hora atrevido; que aunque los dos nos perdamos, esta disculpa llevamos: 1315 que vos os perdéis por mí y que yo tras vos me fui, sin saber adónde vamos. Id en buen hora, aunque os den mil muertes por atrevido; 1320 que no se llama perdido el que se pierde tan bien. Como a otros dan parabién de lo que hallan, estoy tal, que de perdición igual 1325 os le doy; porque es perderse tan bien, que puede tenerse envidia del mismo mal. Sale TRISTÁN TRISTÁN: Si en tantas lamentaciones cabe un papel de Marcela, 1330 que contigo se consuela de sus pasadas prisiones, bien te le daré sin porte, porque a quien no ha menester nadie le procura ver, 1335 a la usanza de la corte. Cuando está en alto lugar un hombre Cy (qué bien lo imitas!C (qué le vienen de visitas a molestar y a enfadar! 1340 Pero si mudó de estado, como es la Fortuna incierta, todos huyen de su puerta como si fuese apestado. )Parécete que lavemos 1345 en vinagre este papel? TEODORO: Contigo, necio, y con él entrambas cosas tenemos. Muestra; que vendrá lavado, si en tus manos ha venido. Lee 1350 *A Teodoro, mi marido+. )Marido? (Qué necio enfado! (Qué necia cosa! TRISTÁN: Es muy necia. TEODORO: Pregúntale a mi ventura si, subida a tanta altura, 1355 esas mariposas precia. TRISTÁN: Léele, por vida mía, aunque ya estés tan divino; que no hace desprecio el vino de los mosquitos que cría; 1360 que yo sé cuando Marcela, que llamas ya mariposa, era águila caudalosa. TEODORO: El pensamiento, que vuela a los mismos cercos de oro 1365 del sol, tan baja la mira, que aun de que la ve se admira. TRISTÁN: Hablas con justo decoro mas )qué haremos del papel? TEODORO: Esto. TRISTÁN: )Rasgástele? TEODORO: Sí. 1370 TRISTÁN: )Por qué, señor? TEODORO: Porque ansí respondí más presto a él. TRISTÁN: Ése es injusto rigor. TEODORO: Ya soy otro; no te espantes. TRISTÁN: Basta; que sois los amantes 1375 boticarios del amor; que, como ellos las recetas, vais ensartando papeles. Récipe: celos crüeles, agua de azules violetas. 1380 Récipe: un desdén extraño, Sirupi del borrajorum, con que la sangre templorum, para asegurar el daño. Récipe: ausencia, tomad 1385 un emplasto para el pecho; que os hiciera más provecho estaros en la ciudad. Récipe de matrimonio: allí es menester jarabes, 1390 y tras diez días süaves purgarle con antimonio. Récipe: signum celeste, que Capricornio dicetur: ese enfermo morietur, 1395 si no es que paciencia preste. Récipe: que de una tienda joya o vestido sacabis con tabletas confortabis TEODORO: Yo lo digo; que soy de quietud amigo, y de guardar el decoro a la casa que me ha dado 1485 el ser que tengo. MARCELA: Oye, advierte. TEODORO: Déjame. MARCELA: )De aquesta suerte me tratas? TEODORO: (Qué necio enfado! Vase MARCELA: (Ah, Tristán, Tristán! TRISTÁN: )Qué quieres? MARCELA: )Qué es esto? TRISTÁN: Una mudancita 1490 que a las mujeres imita Teodoro. MARCELA: )Cuáles mujeres? TRISTÁN: Unas de azúcar y miel. MARCELA: Dile... TRISTÁN: No me digas nada; que soy vaina de esta espada, 1495 nema de aqueste papel, caja de aqueste sombrero, fieltro de este caminante, mudanza de este danzante, día de este vario hebrero, 1500 sombra de este cuerpo vano, posta de aquesta estafeta, rastro de aquesta cometa, tempetad de este verano; y finalmente, yo soy 1505 la uña de aqueste dedo, que en cortándome, no puedo decir que con él estoy. Vase MARCELA: )Qué sientes de esto? DOROTEA: No sé; que a hablar no me atrevo. MARCELA: )No? 1510 Pues yo hablaré. DOROTEA: Pues yo no. MARCELA: Pues yo sí. DOROTEA: Mira que fue bueno el aviso, Marcela, de los tapices que miras. MARCELA: Amor en celosas iras 1515 ningún peligro recela. A no saber cuán altiva es la condesa, dijera que Teodoro en algo espera, porque no sin causa priva 1520 tanto estos días Teodoro... DOROTEA: Calla; que estás enojada. MARCELA: ...mas yo me veré vengada. Ni soy tan necia, que ignoro las tretas de hacer pesar. Sale FABIO 1525 FABIO: )Está el secretario aquí? MARCELA: )Es por burlarte de mí? FABIO: Por Dios, que le ando a buscar; que le llama mi señora. MARCELA: Fabio, que sea o no sea, 1530 pregúntale a Dorotea cuál puse a Teodoro agora. )No es majadero cansado este secretario nuestro? FABIO: (Qué engaño tan necio el vuestro! 1535 )Querréis que esté deslumbrado de lo que los dos tratáis? )Es concierto de los dos? MARCELA: )Concierto? (Bueno! FABIO: Por Dios, que pienso que me engañáis. 1540 MARCELA: Confieso, Fabio, que oí las locuras de Teodoro; mas yo sé que a un hombre adoro, harto parecido a ti. FABIO: )A mí? MARCELA: Pues )no te pareces 1545 a ti? FABIO: Pues, )a mí Marcela? MARCELA: Si te hablo con cautela, Fabio, si no me enloqueces, si tu talle no me agrada, si no soy tuya, mi Fabio, 1550 máteme el mayor agravio, que es el querer despreciada. FABIO: Es engaño conocido, o tú te quieres morir, pues quieres restituír 1555 el alma que me has debido. Si es burla o es invención, )a qué camina tu intento? DOROTEA: Fabio, ten atrevimiento y aprovecha la ocasión; 1560 que hoy te ha de querer Marcela por fuerza. FABIO: Por voluntad fuera amor, fuera verdad. DOROTEA: Teodoro mis alto vuela; de Marcela se descarta. 1565 FABIO: Marcela, a buscarle voy. Bueno en sus desdenes soy, si amor te convierte en carta, el sobrescrito a Teodoro, y en su ausencia denla a Fabio. 1570 Mas yo perdono el agravio, aunque ofenda mi decoro, y de espacio te hablaré, siempre tuyo en bien o en mal. Vase DOROTEA: )Qué has hecho? MARCELA: No sé ; estoy tal 1575 que de mi misma no sé. Anarda )no quiere a Fabio? DOROTEA: Sí quiere. MARCELA: Pues de los dos me vengo; que amor es dios de la envidia y del agravio. Salen DIANA y ANARDA. [Hablan aparte] 1580 DIANA: (Ésta ha sido la ocasión; no me reprehendas más. ANARDA: La disculpa que me das me ha puesto en más confusión. Marcela está aquí, señora, 1585 hablando con Dorotea. DIANA: Pues no hay disgusto que sea TEODORO: Pues ya vengo a que me mandes, 1660 y perdona si he faltado. DIANA: )Ya has visto a estos dos amantes... estos dos mis pretendientes? TEODORO: Sí, señora. DIANA: Buenos talles tienen los dos. TEODORO: Y muy buenos. 1665 DIANA: No quiero determinarme sin tu consejo. )Con cuál te parece que me case? TEODORO: Pues )qué consejo, señora, puedo yo en las cosas darte 1670 que consisten en tu gusto? Cualquiera que quieras darme por dueño, será el mejor. DIANA: Mal pagas el estimarte por consejero, Teodoro, 1675 en caso tan importante. TEODORO: Señora, en casa, )no hay viejos que entienden de casos tales? Otavio, tu mayordomo, con experiencia lo sabe, 1680 fuera de su larga edad. DIANA: Quiero yo que a ti te agrade el dueño que has de tener. )Tiene el marqués mejor talle que mi primo? TEODORO: Sí, señora. 1685 DIANA: Pues elijo al marqués: parte, y pídele las albricias. Vanse la condesa [DIANA] y ANARDA TEODORO: )Hay desdicha semejante? )Hay resolución tan breve? )Hay mudanza tan notable? 1690 )Estos eran los intentos que tuve? (Oh, sol abrasadme las alas con que subí, pues vuestro rayo deshace las más atrevidas plumas 1695 a la belleza de un ángel! Cayó Dïana en su error. (Oh, qué mal hice en fïarme de una palabra amorosa! (Ay! )Cómo entre desiguales 1700 mal se concierta el amor! Pero )es mucho que me engañen aquellos ojos a mí, si pudieran ser bastantes a hacer engaños a Ulises? 1705 De nadie puedo quejarme, sino de mí. Pero en fin, )qué pierdo cuando me falte? Haré cuenta que he tenido algún accidente grave, 1710 y que mientras me duró, imaginé disparates. No más; despedíos de ser, oh pensamiento arrogante, conde de Belflor; volved 1715 la proa a la antigua margen; queramos nuestra Marcela; para vos Marcela baste. Señoras busquen señores; que amor se engendra de iguales; 1720 y pues en aire nacistes, quedad convertido en aire; que donde méritos faltan, los que piensan subir, caen. Sale FABIO FABIO: )Hablaste ya con mi señora? TEODORO: Agora, 1725 Fabio, la hablé, y estoy con gran contento, porque ya la condesa mi señora rinde su condición al casamiento. Los dos que viste, cada cual la adora; mas ella, con su raro entendimiento, 1730 al marqués escogió. FABIO: Discreta ha sido. TEODORO: Que gane las albricias me ha pedido; mas yo, que soy tu amigo, quiero darte, Fabio, aqueste provecho: parte presto, y pídelas por mí. FABIO: Si debo amarte, 1735 muestra la obligación en que me has puesto. Voy como un rayo, y volveré a buscarte, satisfecho de ti, contento de esto. Y alábese el marqués; que ha sido empresa de gran valor rendirse la condesa. Vase. Sale TRISTÁN 1740 TRISTÁN: Turbado a buscarte vengo. )Es verdad lo que me han dicho? TEODORO: (Ay, Tristán! Verdad será, si son desengaños míos. TRISTÁN: Ya, Teodoro, en las dos sillas 1745 los dos batanes he visto que molieron a Dïana; pero que hubiese elegido, hasta agora no lo sé. TEODORO: Pues, Tristán, agora vino 1750 ese tornasol mudable, esa veleta, ese vidrio, ese río junto al mar, que vuelve atrás, aunque es río; esa Dïana, esa luna, 1755 esa mujer, ese hechizo, ese monstruo de mudanzas, que sólo perderme quiso por afrentar sus vitorias; y que dijese me dijo 1760 cuál de los dos me agradaba; porque sin consejo mío no se pensaba casar. Quedé muerto, y tan perdido, que no responder locuras 1765 fue de mi locura indicio. Díjome, en fin, que el marqués le agradaba, y que yo mismo fuese a pedir las albricias. TRISTÁN: Ella, en fin, )tiene marido? 1770 TEODORO: El marqués Ricardo. TRISTÁN: Pienso que, a no verte sin jüicio, y porque dar aflicción no es justo a los afligidos, que agora te diera vaya 1775 de aquel pensamiento altivo con que a ser conde aspirabas. TEODORO: Si aspiré, Tristán, ya expiro. TRISTÁN: La culpa tienes de todo. TEODORO: No lo niego; que yo he sido Sean, pues, estas memorias parte a despertar la tuya, 1865 pues confieso tus vitorias. MARCELA: No quiera Dios que destruya los principios de tus glorias. Sirve, bien haces, porfía, no te rindas; que dirá 1870 tu dueño que es cobardía. Sigue tu dicha; que ya voy prosiguiendo la mía. No es agravio amar a Fabio, pues me dejaste, Teodoro, 1875 sino el remedio más sabio; que aunque el dueño no mejoro, basta vengar el agravio. Y quédate a Dios; que ya me cansa el hablar contigo; 1880 no venga Fabio, que está medio casado conmigo. TEODORO: Tenla, Tristán; que se va. TRISTÁN: Señora, señora, advierte que no es volver a quererte 1885 dejar de haberte querido. Disculpa el buscarte ha sido, si ha sido culpa ofenderte. Óyeme, Marcela, a mí. MARCELA: )Qué quieres, Tristán? TRISTÁN: Espera. Salen DIANA y ANARDA 1890 DIANA: (Teodoro y Marcela aquí?) Aparte ANARDA: Parece que el ver te altera que estos dos se hablen ansí. DIANA: Toma, Anarda, esa antepuerta, y cubrámonos las dos. 1895 (Amor con celos despierta.) Aparte Ocúltanse DIANA y ANARDA MARCELA: Déjame, Tristán, por Dios. ANARDA: Tristán a los dos concierta, que deben estar reñidos. DIANA: (El alcahuete lacayo Aparte 1900 me ha quitado los sentidos.) TRISTÁN: No pasó más presto el rayo, que por sus ojos y oídos pasó la necia belleza de esa mujer que le adora. 1905 Ya desprecia su riqueza; que más riqueza atesora tu gallarda gentileza. Haz cuenta que fue cometa aquel amor. Ven acá, 1910 Teodoro. DIANA: ((Brava estafeta Aparte es el lacayo!) TEODORO: Si ya Marcela, a Fabio sujeta, dice que le tiene amor, )por qué me llamas, Tristán? 1915 TRISTÁN: (Otro enojado! TEODORO: Mejor los dos casarse podrán. TRISTÁN: )Tú también? (Bravo rigor! Ea, acaba, llega, pues, dame esa mano, y después 1920 que se hagan las amistades. TEODORO: Necio, )tú me persüades? TRISTÁN: Por mí quiero que le des la mano esta vez, señor. TEODORO: )Cuándo he dicho yo a Marcela 1925 que he tenido a nadie amor? Y ella me ha dicho... TRISTÁN: Es cautela para vengar tu rigor. MARCELA: No es cautela; que es verdad. TRISTÁN: Calla, boba. (Ea, llegad! 1930 (Qué necios estáis los dos! TEODORO: Yo rogaba, mas C(por Dios, que no he de hacer amistad!C MARCELA: Pues a mí me pase un rayo. TRISTÁN: No jures. [MARCELA habla aparte a TRISTÁN] MARCELA: (Aunque le muestro 1835 enojo, ya me desmayo. TRISTÁN: Pues tente firme.) DIANA: ((Qué diestro Aparte está el bellaco lacayo!) MARCELA: Déjame, Tristán; que tengo que hacer. TEODORO: Déjala, Tristán. 1940 TRISTÁN: Por mí, vaya. TEODORO: Tenla. MARCELA: Vengo mi amor. TRISTÁN: )Cómo no se van ya? Que a ninguno detengo. MARCELA: (Ay, mi bien!, no puedo irme. TEODORO: Ni yo, porque no es tan firme 1945 ninguna roca en la mar. MARCELA: Los brazos te quiero dar. TEODORO: Y yo a los tuyos asirme. TRISTÁN: Si yo no era menester, )por qué me hiciste cansar? [Desde el paño ANARDA y DIANA] 1950 ANARDA: ()De esto gustas? DIANA: Vengo a ver lo poco que hay que fïar de un hombre y una mujer.) TEODORO: (Ay! (Qué me has dicho de afrentas! TRISTÁN: Yo he salido ya, con veros 1955 juntar las almas contentas; que es desgracia de terceros no se concertar las ventas. MARCELA: Si te trocare, mi bien, por Fabio ni por el mundo, 1960 que tus agravios me den la muerte. TEODORO: Hoy de nuevo fundo, Marcela, mi amor también; y si te olvidare, digo me dé el cielo en castigo 1965 el verte en brazos de Fabio. MARCELA: )Quieres deshacer mi agravio? TEODORO: )Qué no haré por ti y contigo? MARCELA: Di que todas las mujeres son feas. TEODORO: Contigo, es claro. 1970 Mira qué otra cosa quieres. MARCELA: En ciertos celos reparo, ya que tan mi amigo eres; que no importa que está aquí Tristán. DIANA: )Aún no le conoces, bestia? Pues yo sé que le murmuran de mi casa hasta las piedras.) TEODORO: Ya el papel está cerrado; 2035 sólo el sobreescrito resta. DIANA: Pon, Teodoro, para ti; y no lo entienda Marcela; que quizá le entenderás cuando de espacio le leas. Vanse la condesa [DIANA] y ANARDA 2040 TEODORO: (Hay confusión tan extraña! (Que aquesta mujer me quiera con pausas, como sangría, y que tenga intercadencias el pulso de amor tan grandes! Sale MARCELA 2045 MARCELA: )Qué te ha dicho la condesa, mi bien?, que he estado temblando detrás de aquella antepuerta. TEODORO: Díjome que te quería casar con Fabio, Marcela; 2050 y este papel que escribí es que despacha a su tierra por los dineros del dote. MARCELA: )Qué dices? TEODORO: Sólo que sea para bien, y pues te casas, 2055 que de burlas ni de veras tomes mi nombre en tu boca. MARCELA: Oye. TEODORO: Es tarde para quejas. Vase MARCELA: No, no puedo yo creer que aquésta la ocasión sea. 2060 Favores de aquesta loca le han hecho dar esta vuelta; que él está como arcaduz, que cuando baja, le llena del agua de su favor, 2065 y cuando sube, le mengua. (Ay de mí, Teodoro ingrato, que luego que su grandeza te toca al arma, me olvidas! Cuando te quiere me dejas, 2070 cuando te deja me quieres. )Quién ha de tener paciencia? Salen RICARDO y FABIO RICARDO: No pude, Fabio, detenerme un hora. Por tal merced le besaré las manos. FABIO: Dile presto, Marcela, a mi señora 2075 que está el marqués aquí. MARCELA: (Celos tiranos, Aparte celos cr tras tantos locos pensamientos vanos?) FABIO: )No vas? MARCELA: Ya voy. FABIO: Pues dile que ha venido nuestro nuevo señor y su marido. Vase MARCELA 2080 RICARDO: Id, Fabio, a mi posada; que mañana os daré mil escudos y un caballo de la casta mejor napolitana. FABIO: Sabré, si no servirlo, celebrallo. RICARDO: Éste es principio solo; que Dïana 2085 os tiene por crïado y por vasallo, y yo por solo amigo. FABIO: Esos pies beso. RICARDO: No pago ansí; la obligación confieso. Sale DIANA DIANA: (Vuseñoria aquí! RICARDO: Pues, )no era justo, si me enviáis con Fabio tal recado, 2090 y que después de aquel mortal disgusto, me elegís por marido y por crïado? Dadme esos pies; que de manera el gusto de ver mi amor en tan dichoso estado me vuelve loco, que le tengo en poco, 2095 si me contento con volverme loco. )Cuándo pensé, señora, mereceros, ni llegar a más bien que desearos? DIANA: No acierto, aunque lo intento, a responderos. (Yo he enviado a llamaros! )O es burlaros? 2100 RICARDO: Fabio, )qué es esto? FABIO: )Pude yo traeros sin ocasión agora, ni llamaros, menos que de Teodoro prevenido? DIANA: Culpa, Ricardo, de Teodoro ha sido. Oyóme anteponer a Federico 2105 vuestra persona, como primo hermano y caballero generoso y rico, y presumió que os daba ya la mano. A vuestra señoría le suplico perdone aquestos necios. 2110 RICARDO: Fuera en vano dar a Fabio perdón, si no estuviera donde vuestra imagen le valiera. Bésoos los pies por el favor, y espero que ha de vencer mi amor esta porfía. Vase DIANA: )Paréceos bien aquesto, majadero? 2115 FABIO: )Por qué me culpa a mí, vuseñoría? DIANA: Llamad luego a Teodoro. ((Qué ligero Aparte este cansado pretensor venía, cuando me matan celos de Teodoro!) FABIO: (Perdí el caballo y mil escudos de oro.) Aparte Vase 2120 DIANA: )Qué me quieres, Amor? Ya, )no tenía olvidad Pero responderás que tú no eres, sino tu sombra, que detrás venía. (Oh celos! )Qué no hará vuestra porfía? 2125 Malos letrados sois con las mujeres, pues jamás os pidieron pareceres que pudiese el honor guardarse un día. Yo quiero a un hombre bien; mas se me acuerda que yo soy mar y que es humilde barco, 2130 y que es contra razón que el mar se pierda. En gran peligro, Amor, el alma embarco; mas si tanto el honor tira la cuerda, por Dios, que temo que se rompa el arco. Salen TEODORO y FABIO. [Hablan aparte] FABIO: (Pensó matarme el marqués; Haré yo que os maten luego. 2220 TEODORO: )Qué hace vuseñoría? DIANA: Daros, por sucio y grosero, estos bofetones. Salen FEDERICO y FABIO. [Hablan aparte] FABIO: Tente. FEDERICO: Bien dices, Fabio; no entremos. Pero mejor es llegar.) 2225 Señora mía, )qué es esto? DIANA: No es nada: enojos que pasan entre crïados y dueños. FEDERICO: )Quiere vuestra señoría alguna cosa? DIANA: No quiero 2230 más de hablaros en las mías. FEDERICO: Quisiera venir a tiempo que os hallara con más gusto. DIANA: Gusto, Federico, tengo; que aquéstas son niñerías. 2235 Entrad y sabréis mi intento en lo que toca al marqués. Vase. [FEDERICO y FABIO] hablan aparte FEDERICO: (Fabio... FABIO: )Señor... FEDERICO: Yo sospecho que en estos disgustos hay algunos gustos secretos. 2240 FABIO: No sé, por Dios; admirado de ver, señor conde, quedo tratar tan mal a Teodoro; cosa que jamás ha hecho la condesa, mi señora. 2245 FEDERICO: (Bañóle de sangre el lienzo!) Vanse FEDERICO y FABIO TEODORO: Si aquesto no es amor, )qué nombre quieres Amor, que tengan desatinos tales? Si así quieren mujeres principales, furias las llamo yo, que no mujeres. 2250 Si la grandeza excusa los placeres que iguales pueden ser en desiguales, )por qué, enemiga, de crueldad te vales, y por matar a quien adoras, mueres? (Oh mano poderosa de matarme! 2255 (Quién te besara entonces, mano hermosa, agradec No te esperaba yo tan rigurosa; pero si me castigas por tocarme, tú sola hallaste gusto en ser celosa. Sale TRISTÁN 2260 TRISTÁN: )Siempre tengo de venir acabados los sucesos? Parezco espada cobarde. TEODORO: (Ay Tristán! TRISTÁN: Señor, )qué es esto? (Sangre en el lienzo! TEODORO: Con sangre 2265 quiere Amor que de los celos entre la letra. TRISTÁN: Por Dios, que han sido celos muy necios. TEODORO: No te espantes; que está loca de un amoroso deseo, 2270 y como el ejecutarle tiene su honor por desprecio, quiere deshacer mi rostro, porque es mi rostro el espejo adonde mira su honor, 2275 y véngase en verle feo. TRISTÁN: Señor, que Juana o Lucía cierren conmigo por celos, y me rompan con las uñas el cuello que ellas me dieron; 2280 que me repelen y arañen sobre averiguar por cierto que les hice un peso falso, (vaya! Es gente de pandero, de media de cordellate 2285 y de zapato frailesco; pero que tan gran señora se pierda tanto el respeto a sí misma, es vil acción. TEODORO: No sé, Tristán; pierdo el seso 2290 de ver que me está adorando, y que me aborrece luego. No quiere que sea suyo ni de Marcela; y si dejo de mirarla, luego busca 2295 por hablarme algún enredo. No dudes: naturalmente es del hortelano el perro. Ni come ni comer deja, ni está fuera ni está dentro. 2300 TRISTÁN: Contáronme que un doctor, catedrático y maestro, tenía un ama y un mozo que siempre andaban riñendo. Reñían a la comida, 2305 a la cena, y hasta el sueño le quitaban con sus voces; que estudiar, no había remedio. Estando en lición un día, fuéle forzoso corriendo 2310 volver a casa, y entrando de improviso en su aposento, vio el ama y mozo acostados con amorosos requiebros, y dijo: *(Gracias a Dios, 2315 que una vez en paz os veo!+ Y esto imagino de entrambos, aunque siempre andáis riñendo. Sale DIANA DIANA: Teodoro... TEODORO: )Señora...? TRISTÁN: ()Es duende Aparte esta mujer?) DIANA: Sólo vengo 2320 a saber cómo te hallas. TEODORO: )Ya no lo ves? DIANA: )Estás bueno? TEODORO: Bueno estoy. DIANA: )Y no dirás *A tu servicio+? TEODORO: No puedo estar mucho en tu servicio, 2325 siendo tal el tratamiento. DIANA: (Qué poco sabes! TEODORO: Tan poco que te siento y no te entiendo, pues no entiendo tus palabras, RICARDO: Bien puede ser; 2405 que hay en Nápoles quien vive de eso y en oro recibe lo que en sangre ha de volver. No hay más de buscar un bravo, y que le despache luego. 2410 FEDERICO: Por la brevedad os ruego. RICARDO: Hoy tendrá su justo pago semejante atrevimiento. Viendo venir a TRISTÁN y otros tres FEDERICO: )Son bravos éstos? RICARDO: Sin duda. FEDERICO: El cielo ofendido ayuda 2415 vuestro justo pensamiento. Salen TRISTÁN, vestido de nuevo, FURIO, ANTONELO y LIRANO FURIO: Pagar tenéis el vino en alboroque del famoso vestido que os han dado. ANTONELO: Eso bien sabe el buen Tristán que es justo. TRISTÁN: Digo, señores, que de hacerlo gusto. LIRANO: Bravo salió el vestido. 2420 TRISTÁN: Todo aquesto es cosa de chacota y zarandajas, respeto del lugar que tendré presto. Si no muda los bolos la Fortuna, secretario he de ser del secretario. 2425 LIRANO: Mucha merced le hace la condesa a vuestro amo, Tristán. TRISTÁN: Es su privanza, es su mano derecha, y es la puerta por donde se entra a su favor. Dejemos favores y fortunas, y bebamos. 2430 FURIO: En este tabernáculo sospecho que hay lágrima famosa y malvasía. TRISTÁN: Probemos vino greco ; que deseo hablar en griego, y con beberlo basta. [RICARDO habla] aparte a FEDERICO RICARDO: (Aquel moreno, del color quebrado, 2435 me parece el más bravo, pues que todos le estiman, hablan y hacen cortesía.) Celio... CELIO: )Señor... RICARDO: De aquellos gentileshombres llama al descolorido. A TRISTÁN CELIO: (Ah caballero! Antes que se entre en esa santa ermita, 2440 el marqués, mi señor, hablarle quiere. A sus amigos TRISTÁN: Camaradas, allí me llama un príncipe: no puedo rehusar el ver qué manda. Entren, y tomen siete u ocho azumbres, y aperciban dos dedos de formache, 2445 en tanto que me informo de su gusto. ANTONELO: Pues despachad a prisa. TRISTÁN: Iré volando. Vanse FURIO, ANTONELO y LIRANO )Qué es lo que manda vuestra señoría? RICARDO: El veros entre tanta valentía nos ha obligado al conde Federico 2450 y a mí, para saber si seréis hombre para matar un hombre. TRISTÁN: ((Vive el cielo, Aparte que son los pretendientes de mi ama, y que hay algún enredo! Fingir quiero.) FEDERICO: )No respondéis? 2455 TRISTÁN: Estaba imaginando si vuestra señoría está burlando de nuestro modo de vivir; pues vive el que reparte fuerzas a los hombres, que no hay en toda Nápoles espada que no tiemble de sólo el nombre mío. 2460 )No conocéis a Héctor? Pues no hay Héctor adonde está mi furibundo brazo; que si él lo fue de Troya, yo de Italia. FEDERICO: Éste es, marqués, el hombre que buscamos. Por vida de los dos, que no burlamos; 2465 sino que si tenéis conforme al nombre el ánimo, y queréis matar a un hombre, que os demos el dinero que quisiéredes. TRISTÁN: Con doscientos escudos me contento, y sea el diablo. RICARDO: Yo os daré trescientos, 2470 y despachadle aquesta noche. TRISTÁN: El nombre del hombre espero y parte del dinero. RICARDO: )Conocéis a Dïana, la condesa de Belflor? TRISTÁN: Y en su casa tengo amigos. RICARDO: )Mataréis un crïado de su casa? 2475 TRISTÁN: Mataré los crïados y crïadas y los mismos frisones de su coche. RICARDO: Pues a Teodoro habéis de dar la muerte. TRISTÁN: Eso ha de ser, señores, de otra suerte, porque Teodoro, como yo he sabido, 2480 no sale ya de noche, temeroso por ventura de haberos ofendido; que le sirva estos días me ha pedido. dejádmele servir, y yo os ofrezco de darle alguna noche dos mojadas, 2485 con que el pobrete *in pace requiescat+, y yo quede seguro y sin sospecha. )Es algo lo que digo? FEDERICO: No pudiera hallarse en toda Nápoles un hombre que tan seguramente le matara. 2490 Servidle, pues, y así al descuido un día pegadle, y acudid a nuestra casa. TRISTÁN: Yo he menester agora cien escudos. RICARDO: Cincuenta tengo en esta bolsa; luego que yo os vea en su casa de Dïana, 2495 os ofrezco los ciento, y muchos cientos. TRISTÁN: Eso de muchos cientos no me agrada. Vayan vuseñorías en buen hora; que me aguardan Mastranzo, Rompemuros, Mano de Hierro, Arfuz y Espantadiablos; 2500 y no quiero que acaso piensen algo. RICARDO: Decís muy bien. Adiós. FEDERICO: (Qué gran ventura! RICARDO: A Teodoro contadle por difunto. FEDERICO: El bellacón, (qué bravo talle tiene! Vanse FEDERICO, RICARDO y CELIO TRISTÁN: Avisar a Teodoro me conviene. 2505 Perdone el vino greco y los amigos. A casa voy; que está de aquí muy lejos. TEODORO: Si en mis tristezas adoro, 2580 sabré estimar mi cuidado. No quiero yo mejorar de la enfermedad que tengo, pues sólo a estar triste vengo cuando imagino sanar. 2585 (Bien hayan males que son tan dulces para sufrir que se ve un hombre morir y estima su perdición! Sólo me pesa que ya 2590 esté mi mal en estado, que he de alejar mi cuidado de donde su dueño está. DIANA: (Ausentarte! Pues, )por qué? TEODORO: Quiérenme matar. DIANA: Sí, harán. 2595 TEODORO: Envidia a mi mal tendrán que bien al principio fue. Con esta ocasión, te pido licencia para irme a España. DIANA: Será generosa hazaña 2600 de un hombre tan entendido; que con esto quitarás la ocasión de tus enojos, y aunque des agua a mi ojos, honra a mi casa darás. 2605 que desde aquel bofetón Federico me ha tratado como celoso, y me ha dado para dejarte ocasión. Vete a España; que yo haré 2610 que te den seis mil escudos. TEODORO: Haré tus contrarios mudos con mi ausencia. Dame el pie. DIANA: Anda, Teodoro. No más. Déjame; que soy mujer. 2615 TEODORO: (Llora; mas, )qué puedo hacer?) Aparte DIANA: En fin, Teodoro, )te vas? TEODORO: Sí, señora. DIANA: Espera... Vete... Oye. TEODORO: )Qué mandas? DIANA: No, nada; vete. TEODORO: Voyme. DIANA: (Estoy turbada. Aparte 2620 )Hay tormento que inquiete como una pasión de amor?) )No eres ido? TEODORO: Ya, señora. Me voy. Vase DIANA: (Buena quedo agora! (Maldígate Dios, honor! 2625 Temeraria invención fuiste, tan opuesta al propio gusto. )Quién te inventó? Mas fue justo, pues que tu freno resiste tantas cosas tan mal hechas. Vuelve TEODORO 2630 TEODORO: Vuelvo a saber si hoy podré partirme. DIANA: Ni yo lo sé, ni tú, Teodoro, sospechas que me pesa de mirarte, pues que te vuelves aquí. 2635 TEODORO: Señora, vuelvo por mí, que no estoy en otra parte; y como me he de llevar, vengo para que me des a mí mismo. DIANA: Si después 2640 te has de volver a buscar, no me pidas que te dé. Pero vete; que el Amor lucha con mi noble honor, y vienes tú a ser traspié. 2645 Vete, Teodoro, de aquí; no te pidas, aunque puedas; que yo sé que si te quedas, allá me llevas a mí. TEODORO: Quede vuestra señoría 2650 con Dios. Vase DIANA: (Maldita ella sea, pues me quita que yo sea de quien el alma quería! (Buena quedo yo, sin quien era luz de aquestos ojos! 2655 Pero sientan sus enojos: quien mira mal, llore bien; ojos, pues os habéis puesto en cosa tan desigual, pagad el mirar tan mal; 2660 que no soy la culpa de esto; mas no lloren; que también tiempla el mal llorar los ojos; pero sientan sus enojos. Quien mira mal, llore bien; 2665 aunque tendrán ya pensada la disculpa para todo; que el sol los pone en el lodo, y no se le pega nada. Luego bien es que no den 2670 en llorar. Cesas, mis ojos. Pero sientan sus enojos. Quien mira mal, llore bien. Sale MARCELA MARCELA: Si puede la confïanza de los años de servirte 2675 humildemente pedirte lo que justamente alcanza, a la mano te ha venido la ocasión de mi remedio, y poniendo tierra en medio, 2680 no verme si te he ofendido. DIANA: )De tu remedio, Marcela? )Cuál ocasión? Que aquí estoy. MARCELA: Dicen que se parte hoy, por peligros que recela, 2585 Teodoro a España, y con él puedes, casada, envïarme, pues no verme es remediarme. DIANA: )Sabes tú que querrá él? MARCELA: Pues, )pidiérate yo a ti 2690 sin tener satisfación, remedio en esta ocasión? DIANA: )Hasle hablado? MARCELA. Y él a mí, 2765 de ricas telas de Persia. Acordéme de una historia que algunos pasos me cuesta; y con deseos de ver a Nápoles, ciudad bella, 2770 mientras allá mis crïados van despachando las telas, vine, como veis, aquí, donde mis ojos confiesan su grandeza y hermosura. 2775 LUDOVICO: Tiene hermosura y grandeza Nápoles. TRISTÁN: Así es verdad. Mi padre, señor, en Grecia fue mercader, y en su trato, el de más ganancia era 2780 comprar y vender esclavos; y ansí en la feria de Azteclias compró un niño, el más hermoso que vio la naturaleza, por testigo del poder 2785 que le dio el cielo en la tierra. Vendíanle algunos turcos, entre otra gente bien puesta, a una galera de Malta que las de un bajá turquescas 2790 prendieron en Chafalonia. LUDOVICO: Camilo, el alma me altera. TRISTÁN: Aficionado al rapaz, compróle y llevóle a Armenia donde se crïó conmigo 2795 y una hermana. LUDOVICO: Amigo, espera, espera; que me traspasas las entrañas. TRISTÁN: ((Qué bien entra!) Aparte LUDOVICO: )Dijo cómo se llamaba? TRISTÁN: Teodoro. LUDOVICO: (Ay cielo! (Qué fuerza 2800 tiene la verdad de oírte! Lágrimas mis canas riegan. TRISTÁN: Serpalitonia, mi hermana, y este mozo--(nunca fuera tan bello!--con la ocasión 2805 de la crïanza, que engendra el amor que todos saben, se amaron desde la tierna edad; y a dieciséis años, de mi padre en cierta ausencia, 2810 ejecutaron su amor, y creció de suerte en ella, que se le echaba de ver, con cuyo temor se ausenta Teodoro, y para parir 2815 a Serpalitonia deja. Catiborrato, mi padre, no sintió tanto la ofensa como el dejarle Teodoro. Murió en efeto de pena, 2820 y bautizamos su hijo; que aquella parte de Armenia tiene vuestra misma ley, aunque es diferente iglesia. Llamamos al bello niño 2825 Terimaconio, que queda un bello rapaz agora en la ciudad de Tepecas. Andando en Nápoles yo mirando cosas diversas, 2830 saqué un papel en que traje de este Teodoro las señas, y preguntando por él me dijo una esclava griega que en mi posada servía: 2835 *)Cosa que ese mozo sea el del conde Ludovico?+ Dióme el alma una luz nueva, y doy en que os he de hablar; y por entrar en la vuestra, 2840 entro, según me dijeron, en casa de la condesa de Belflor, y al primer hombre que pregunto... LUDOVICO: Ya me tiembla el alma. TRISTÁN: ...veo a Teodoro. 2845 LUDOVICO: (A Teodoro! TRISTÁN: Bien quisiera hüirse; pero no pudo; dudé un poco, y era fuerza, porque el estar ya barbado tiene alguna diferencia. 2850 Fui tras él, asíle en fin, hablóme, aunque con vergüenza, y dijo que no dijese a nadie en casa quién era, porque el haber sido esclavo 2855 no diese alguna sospecha. Díjele: *Si yo he sabido que eres hijo en esta tierra de un título, )por qué tienes la esclavitud por bajeza?+ 2860 Hizo gran burla de mí; y yo, por ver si concuerda tu historia con la que digo, vine a verte, y a que tengas, si es verdad que éste es tu hijo, 2865 con tu nieto alguna cuenta; o permitas que mi hermana con él a Nápoles venga, no para tratar casarse, aunque le sobra nobleza; 2870 mas porque Terimaconio tan ilustre abuelo vea. LUDOVICO: Dame mil veces tus brazos: que el alma con sus potencias que es verdadera tu historia 2875 en su regocijo muestran. (Ay, hijo del alma mía tras tantos años de ausencia hallado para mi bien! Camilo, )qué me aconsejas? 2880 )Iré a verle y conocerle? CAMILO: )Eso dudas? Parte, vuela, y añade vida en tus brazos a los años de tus penas. LUDOVICO: Amigo, si quieres ir 2885 conmigo, será más cierta mi dicha; si descansar, aquí aguardando te queda; y dente por tanto bien toda mi casa y hacienda; 2890 que no puedo detenerme. TRISTÁN: Yo dejé, puesto que cerca, ciertos diamantes que traigo, y volveré cuando vuelvas. Vamos de aquí, Mercaponios. 2895 FURIO: Vamos, señor. Vase FEDERICO: Bravo es el hombre. RICARDO: Astuto y ingenioso FEDERICO: (Qué bien le ha de matar! RICARDO: Notablemente. Sale CELIO CELIO: )Hay caso más extraño y fabuloso? 2965 FEDERICO: )Qué es esto, Celio? )Dónde vas? Detente. ] CELIO: Un suceso notable y riguroso para los dos. )No veis aquella gente que entra en casa del conde Ludovico? RICARDO: )Es muerto? CELIO: Que me escuches te suplico. 2970 A darle van el parabién contentos de haber hallado un hijo que ha perdido. RICARDO: Pues, )qué puede ofender nuestros intentos, que le haya esa ventura sucedido? CELIO: )No importa a los secretos pensamientos 2975 que con Dïana habéis los dos tenido, que sea aquel Teodoro, su crïado, hijo del conde? FEDERICO: El alma me has turbado. RICARDO: )Hijo del conde? Pues, )de qué manera se ha venido a saber? CELIO: Es larga historia, 2980 y cuéntanla tan varia, que no hubiera para tomarla tiempo ni memoria. FEDERICO: (A quién mayor desdicha sucediera! RICARDO: Trocóse en pena mi esperada gloria. FEDERICO: Yo quiero ver lo que es. RICARDO: Yo, conde, os sigo. 2985 CELIO: Presto veréis que la verdad os digo. Vanse. Salen TEODORO, de camino y MARCELA MARCELA: En fin, Teodoro, )te vas? TEODORO: Tú eres causa de esta ausencia; que en desigual competencia no resulta bien jamás. 2990 MARCELA: Disculpas tan falsas das como tu engaño lo ha sido; porque haberme aborrecido y haber amado a Dïana lleva tu esperanza vana 2995 sólo a procurar su olvido. TEODORO: )Yo a Dïana? MARCELA: Niegas tarde, Teodoro, el loco deseo con que perdido te veo de atrevido y de cobarde: 3000 cobarde en que ella se guarde el respeto que se debe; y atrevido, pues se atreve tu bajeza a su valor; que entre el honor y el amor 3005 hay muchos montes de nieve. Vengada quedo de ti, aunque quedo enamorada, porque olvidaré vengada; que el amor olvida ansí. 3010 Si te acordares de mí imagina que te olvido porque me quieras; que ha sido siempre error que suele hacer que vuelva un hombre a querer, 3015 pensar que es aborrecido. TEODORO: (Qué de quimeras tan locas, para casarte con Fabio! MARCELA: Tú me casas; que al agravio de tu desdén me provocas. Sale FABIO 3020 FABIO: Siendo las horas tan pocas que aquí Teodoro ha de estar, bien haces, Marcela, en dar ese descanso a tus ojos. TEODORO: No te den celos enojos 3025 que han de pasar tanto mar. FABIO: En fin, )te vas? TEODORO: )No lo ves? FABIO: Mi señora viene a verte. Salen DIANA, DOROTEA y ANARDA DIANA: )Ya, Teodoro, de esta suerte? TEODORO: Alas quisiera en los pies, 3030 cuanto más, señora, espuelas. DIANA: (Hola! )Está esa ropa a punto? ANARDA: Todo está aprestado y junto. [FABIO y MARCELA hablan aparte] FABIO: (En fin, )se va? MARCELA: )Y tú me celas!) [DIANA habla] a TEODORO DIANA: Oye aquí aparte. TEODORO: Aquí estoy 3035 a tu servicio. DIANA: Teodoro, tú te partes, yo te adoro. TEODORO: Por tus crueldades me voy. DIANA: Soy quien sabes; )qué he de hacer? TEODORO: )Lloras? DIANA: No; que me ha caído 3040 algo en los ojos. TEODORO: )Si ha sido amor? DIANA: Sí debe de ser; pero mucho antes cayó, y agora salir querría. TEODORO: Yo me voy, señora mía; 3045 yo me voy, el alma no. Sin ella tengo de ir; no hago al serviros falta, porque hermosura tan alta con almas se ha de servir. 3050 )Qué me mandáis? Porque yo soy vuestro. DIANA: (Qué triste día! TEODORO: Yo me voy, señora mía; yo me voy, el alma no. DIANA: )Lloras? TEODORO: No; que me ha caído 3055 algo, como a ti, en los ojos. DIANA: Deben de ser mis enojos. TEODORO: Eso debe de haber sido. DIANA: Mil niñerías te he dado, que en un baúl hallarás; 3060 perdona, no pude más. Si le abrieres, ten cuidado DIANA: Palabra os doy. LUDOVICO: Adiós, Teodoro mío. 3135 TEODORO: Mil veces beso vuestros pies. LUDOVICO: Camilo, venga la muerte agora. CAMILO: (Qué gallardo mancebo que es Teodoro! LUDOVICO: Pensar poco quiero este bien, por no volverme loco. Vanse LUDOVICO y CAMILO DOROTEA: Danos a todos las manos. 3140 ANARDA: Bien puedes, por gran señor. DOROTEA: Hacernos debes favor. MARCELA: Los señores que son llanos conquistan las voluntades. Los brazos nos puedes dar. 3145 DIANA: Apartaos, dadme lugar; no le digáis necedades. Déme vuestra señoría las manos, señor Teodoro. TEODORO: Agora esos pies adoro, 3150 y sois más señora mía. DIANA: Salíos todos allá; dejadme con él un poco. [MARCELA habla aparte a FABIO] MARCELA: ()Qué dices, Fabio? FABIO: Estoy loco.) [DOROTEA habla] aparte a ANARDA DOROTEA: ()Qué te parece? ANARDA: Que ya 3155 mi ama no querrá ser el perro del hortelano. DOROTEA: )Comerá ya? ANARDA: Pues, )no es llano? DOROTEA: Pues reviente de comer.) Vanse MARCELA, FABIO, DOROTEA y ANARDA DIANA: )No te vas a España? TEODORO: )Yo? 3160 DIANA: )No dice vuseñoría, *Yo me voy, señora mía, yo me voy, el alma no+? TEODORO: )Burlas de ver los favores de la Fortuna? DIANA: Haz extremos. 3165 TEODORO: Con igualdad nos tratemos, como suelen los señores, pues todos lo somos ya. DIANA: Otro me pareces. TEODORO: Creo que estás con menos deseo: 3170 pena el ser tu igual te da. Quisiérasme tu crïado, porque es costumbre de Amor querer que sea inferior lo amado. DIANA: Estás engañado; 3175 porque agora serás mío, y esta noche he de casarme contigo. TEODORO: No hay más que darme: Fortuna, tente. DIANA: Confío que no ha de haber en el mundo 3180 tan venturosa mujer. Vete a vestir. TEODORO: Iré a ver el mayorazgo que hoy fundo, y este padre que me hallé sin saber cómo o por dónde. 3185 DIANA: Pues adiós mi señor conde. TEODORO: Adiós, condesa. DIANA: Oye. )Qué? DIANA: (Qué! Pues, )cómo? )A su señora así responde un crïado? TEODORO: Está ya el juego trocado, 3190 y soy yo el señor agora. DIANA: Sepa que no me ha de dar más celitos con Marcela, aunque este golpe le duela. TEODORO: No nos solemos bajar 3195 los señores a querer las crïadas. DIANA: Tenga cuenta con lo que dice. TEODORO: Es afrenta. DIANA: Pues, )quién soy yo? TEODORO: Mi mujer. Vase DIANA: No hay más que desear; tente, Fortuna, 3200 como dijo Teodoro, tente, tente. Salen FEDERICO y RICARDO RICARDO: En tantos regocijos y alborotos, )no se da parte a los amigos? DIANA: Tanta cuanta vuseñorías me pidieren. FEDERICO: De ser tan gran señor vuestro crïado 3205 os las pedimos. DIANA: Yo pensé, señores, que las pedís con que licencia os pido, de ser Teodoro conde y mi marido. Vase RICARDO: )Qué os parece de aquesto? FEDERICO: Estoy sin seso. RICARDO: (Oh, si le hubiera muerto este picaño! 3210 FEDERICO: Veisle, aquí viene. Sale TRISTÁN TRISTÁN: (Todo está en su punto. Aparte (Brava cosa! (Que pueda un lacaífero ingenio alborotar a toda Nápoles!) RICARDO: Tente, Tristán, o como te apellidas. TRISTÁN: Mi nombre natural es *Quita-vidas+. 3215 FEDERICO: (Bien se ha echado de ver! TRISTÁN: Hecho estuviera, a no ser conde de hoy acá este muerto. RICARDO: Pues, )eso importa? TRISTÁN: Al tiempo que el concierto hice por los trecientos solamente, era para matar, como fue llano, 3220 un Teodoro crïado, mas no conde. Teodoro conde es cosa diferente, y es menester que el galardón se aumente; hombre que verdad profesa. Con esto, para ir a España vuelvo a pedirte licencia; 3300 que no quiero yo engañar tu amor, tu sangre y tus prendas. DIANA: Discreto y necio has andado: discreto en que tu nobleza me has mostrado en declararte; 3305 necio en pensar que lo sea en dejarme de casar, pues he hallado a tu bajeza el color que yo quería; que el gusto no está en grandezas, 3310 sino en ajustarse al alma aquello que se desea. Yo me he de casar contigo; y porque Tristán no pueda decir aqueste secreto, 3315 hoy haré que cuando duerma, en ese pozo de casa le sepulten. Saliendo [TRISTÁN] TRISTÁN: Guarda afuera. DIANA: )Quién habla aquí? TRISTÁN: )Quién? Tristán, que justamente se queja 3320 de la ingratitud mayor que de mujeres se cuenta. Pues, (siendo yo vuestro gozo, aunque nunca yo lo fuera, en el pozo me arrojáis! 3325 DIANA: (Qué! )Lo has oído? TRISTÁN: No creas que me pescarás el cuerpo. DIANA: Vuelve. TRISTÁN: )Que vuelva? DIANA: Que vuelvas. Por el donaire te doy palabra de que no tengas 3230 mayor amiga en el mundo; pero has de tener secreta esta invención, pues es tuya. TRISTÁN: Si me importa que lo sea, )no quieres que calle? TEODORO: Escucha. 3235 )Qué gente y qué grita es ésta? Salen LUDOVICO, FEDERICO, RICARDO, CAMILO, FABIO, MARCELA, ANARDA y DOROTEA RICARDO: Queremos acompañar a vuestro hijo. FEDERICO: La bella Nápoles está esperando que salga, junto a la puerta. 3240 LUDOVICO: Con licencia de Dïana, una carroza te espera, Teodoro, y junta, a caballo, de Nápoles la nobleza. Ven, hijo, a tu propia casa 3245 tras tantos años de ausencia; verás adonde naciste. DIANA: Antes que salga y la vea, quiero, conde, que sepáis que soy su mujer. LUDOVICO: Detenga 3250 la Fortuna, en tanto bien, con clavo de oro la rueda. Dos hijos saco de aquí, si vine por uno. FEDERICO: Llega, Ricardo, y da el parabién. 3255 RICARDO: Darle, señores, pudiera de la vida de Teodoro; que celos de la condesa me hicieron que a este cobarde diera, sin esta cadena, 3260 por matarle mil escudos. Haced que luego le prendan, que es encubierto ladrón. TEODORO: Eso no; que no profesa ser ladrón quien a su amo 3265 defiende. RICARDO: )No? Pues, )quién era este valiente fingido? TEODORO: Mi crïado; y porque tenga premio el defender mi vida, sin otras secretas deudas, 3270 con licencia de Dïana, le caso con Dorotea, pues que ya su señoría casó con Fabio a Marcela. RICARDO: Yo doto a Marcela. FEDERICO: Y yo 3275 a Dorotea. LUDOVICO: Bien queda para mí, con hijo y casa, el dote de la condesa. TEODORO: Con esto, senado noble, que a nadie digáis se os ruega 3280 el secreto de Teodoro, dando, con licencia vuestra, del Perro del Hortelano fin la famosa comedia. FIN DE LA COMEDIA
Docsity logo



Copyright © 2024 Ladybird Srl - Via Leonardo da Vinci 16, 10126, Torino, Italy - VAT 10816460017 - All rights reserved