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Orientación Universidad
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LIBRO RADIO COMPLETO, Ejercicios de Comunicación Audiovisual

Asignatura: Estructura y empresa de Radio, Profesor: Julio Larrañaga, Carrera: Comunicación Audiovisual, Universidad: UCM

Tipo: Ejercicios

2017/2018

Subido el 20/02/2018

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¡Descarga LIBRO RADIO COMPLETO y más Ejercicios en PDF de Comunicación Audiovisual solo en Docsity! Descargado en: patatabrava.com ESTRUCTURA Y EMPRESA DE RADIO (UCM) LIBRO RADIO LARRAÑAGA, JULIO 17-18 Descargado en: patatabrava.com ESTRUCTURA Y EMPRESA DE RADIO (UCM) RADIO LIBRO LARRAÑAGA, JULIO 16-17 Introducción a la industria radiofónica Julio Larrañaga-Rubio AZ icono 7 1conol4 Colección: Estudios de comunicación 9. Introducción a la industria radiofónica Julio Larrañaga-Rubio Primera edición: diciembre de 2015 © Del autor, 2015 © Icono14 Editorial, 2015 C/ Salud 15, 5º Derecha - Madrid (28013) www.icono14.es editorial@icono14.es Editores: Francisco García García y Mario Rajas Maquetación y diseño de portada: María Bastida ISBN: 978-84-940289-1-5 Imágenes de portada diseñadas por Freepik.es Texto evaluado por el método de revisión por pares (Peer review) Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de la misma mediante alquiler o préstamo públicos. 9 Prólogo Este libro es una aproximación a la industria radiofónica española. En él se releja el estado de la cuestión de acuerdo con los análisis de diferentes autores sobre diversos aspectos económicos de este medio de comunicación. En primer lugar, se efectúa un recorrido por la evolución histórica de la industria de la radio, atendiendo a sus orígenes y a los modelos hege- mónicos de comunicación radiofónica. A continuación, se aborda la economía de la radio desde diversos puntos de vista: el producto radiofónico, los modelos de radio genera- lista o especializada, las cadenas y redes o la estructura del sector en España. Seguidamente, se estudia la publicidad, la audiencia y el consumo de radio en nuestro país, para abordar, inalmente, los principales modelos de radio: la comercial, la pública, la comunitaria y, sobre todo, la digital, que ha supuesto una auténtica revolución tecnológica y económica en el medio radiofónico. Julio Larrañaga-Rubio Profesor en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid desde el año 1986. Ha publicado diversos textos sobre aspectos económicos de las Industrias Culturales y de la Sociedad de la Información y del Conocimiento. Julio Larrañaga-Rubio 12 pasando de medio de comunicación punto a punto a medio de comunicación de masas, la radio inició el diseño y peril de su modelo comunicativo y/o de negocio en el mundo, en los años 20 del siglo pasado” (Bonet, 2005). En la segunda década del siglo XX la radio “se expandirá y consoli- dará como un medio de comunicación de masas electrónico de implanta- ción planetaria, con audiencias masivas en contextos sociales y geográ- icos dispares” (Franquet, 2008a). En el año 1920 aparecen las primeras cadenas que emiten de una forma regular: las estadounidenses WWJ en Detroit y KDKA en Pittsburg. En 1921 comienzan las emisiones en Francia, desde París (Torre Eiffel) y en 1922 en Gran Bretaña: la British Broadcasting Company (nacionalizada en 1927 y que cambia su nombre por British Broadcasting Corporation, BBC). Años después, en 1926, nace en los Estados Unidos la cadena National Broadcasting Company (NBC) y en 1928 la Columbia Broadcasting System (CBS). Por su parte, en España, se crea en el año 1924 Radio Barcelona y en 1925 Radio España (en Madrid). En los años siguientes, Radio Cádiz, Radio Castilla, Radio Sevilla y Unión Radio —que en 1942 adoptó el nombre de SER: Sociedad Española de Radiodifusión—. Modelos del sistema radiofónico Desde los principios de la radio se puede hablar de la existencia de tres diferentes modelos de negocio: monopolio del sector público, basado únicamente en la iniciativa privada y un modelo mixto con coexistencia de radio privada y pública: 1. Iniciativa privada: es el modelo existente en los Estados Unidos. Desde el principio, el desarrollo de la radio estuvo ligado al sec- tor empresarial. Se caracteriza por tener unas potentes cadenas de emisoras. La emisora pública (National Public Radio) surge en los años setenta y tiene un papel secundario (Franquet, 2008a). La Federal Communications Commission (FCC) legisla y regula el 1. Industria radiofónica: evolución histórica 13 sector: “El modelo en EE.UU. se basó desde los inicios en los dos pilares clásicos del liberalismo: el comercio y la propiedad, y aun- que la disponibilidad de frecuencias en FM posibilitó un incre- mento notable en la cifra de radios, se dio la agrupación de esta- ciones en pequeñas o medianas cadenas que, con el tiempo serían absorbidas por conglomerados multimedia” (Franquet, 2008a). Además, la Telecommunications Act de 1996 facilitó el proceso de acumulación de emisoras. 2. Monopolio del estado: en la mayoría de los países europeos la ra- dio es considerada como un servicio público y hasta la década de los 70 del siglo XX no se produce un proceso de liberalización de la industria. Los diferentes estados se encargaron del control e impulso de la radio en sus respectivos países (Franquet, 2008a). Unos ejemplos de este modelo son: Austria, Francia —aunque creada por el sector privado se transforma en un monopolio pú- blico en el año 1944 y no se autorizan las radios privadas hasta el 1981—. La BBC fue monopolio público hasta 1972. En Alemania la primera licencia de radio comercial se concede en 1985. El mode- lo de inanciación de la radio varía en los diversos países: canon anual, subvenciones del estado y publicidad. En la década de los setenta se inicia de una forma generalizada en varios países un proceso de liberalización que facilitó la entrada de empresas pri- vadas con la eliminación de los monopolios públicos (Franquet, 2008a). 3. Modelo mixto: coexistencia de radio pública y privada.Países ejemplos de este modelo son: España (desde años 40) y Luxemburgo. La desregulación ha potenciado generalmente un proceso de reestructuración del sector radiofónico, con la concentración de la propiedad, de las audiencias y de los ingresos publicitarios (Franquet, 2008a). Además, se ha producido una eliminación de programas dirigidos a públicos minoritarios, lo que ha conllevado una reducción de la pluralidad tanto en Europa como en los EE.UU. Julio Larrañaga-Rubio 14 El modelo de la radio en España Dentro del desarrollo de la radio en Europa, España constituye un caso particular. Desde los orígenes de la radio en nuestro país estuvo ligada al sector privado y la primera emisora pública se crea en el año 1937 por el ejército franquista en Salamanca (Franquet, 2008a). Inicialmente, aunque la legislación establecía que el Estado podía explotar el servicio radiofónico por sí mismo o mediante concesión, se estructuró mediante una utilización privada de las frecuencias. Los distintos gobiernos fracasaron en sus intentos de crear un servicio de radiodifusión vinculado al Estado. Las Cortes de la República aprobaron en el 1934 la Ley de Radiodifusión que es “la única en la historia espa- ñola que ha abordado el medio radiofónico de forma integral y especíi- ca” (Arboledas, 2012), pero que no se llegó a aplicar por la Guerra Civil. En enero de 1937, en Salamanca el ejército de Franco crea la primera emisora de Radio Nacional de España, que “entroncó con la idea de ser- vicio nacional de la ley del 1934” (Arboledas, 2012). Se utiliza la radio como arma propagandística. Período Franquista La ley del año 1934 no se llegó a aplicar durante la II República y Franco no la derogó formalmente ni tampoco aprobó un texto alternativo, “apro- vechó de ella lo que más le convenía y la completó con una yuxtaposición de decretos, órdenes y medidas administrativas” (Arboledas, 2012). Tras un proceso de depuración de sus propietarios con el in de garantizar su ainidad con el nuevo régimen, continuaron en el año 1939 las emisoras privadas que existían antes de la Guerra Civil; además surgieron nuevas emisoras vinculadas a personas y grupos que habían apoyado al ejército franquista (Franquet, 2008a): Movimiento Nacional (Emisoras de la Falange), Frente de Juventudes (Estaciones Escuela, Estaciones del Frente de Juventudes o Radio Juventud), Organización Sindical Española (Emisoras Sindicales). Estas emisoras darán origen 1. Industria radiofónica: evolución histórica 17 democrática da lugar a un fenómeno que ha aparecido en otros países, el nacimiento de pequeñas estaciones de radio en FM que reivindican su derecho a ocupar las ondas para salvaguardar la libertad de expresión dando la voz a colectivos y movimientos sociales (mujeres, homosexua- les, ecologistas, paciistas, objetores de conciencia, etc.) con escasa pre- sencia en las emisoras convencionales” (Franquet, 2008a). Los años 80 Durante esta década se conceden nuevas licencias para aumentar el gra- do de competencia; también en estos años se inicia la creación de las grandes cadenas. La concesión de nuevas licencias generó una cierta po- lémica y se acusó al gobierno de la UCD de favoritismo hacia personas/ empresas aines (Arboledas, 2012). Las nuevas licencias rompen la situa- ción de oligopolio que existía en el sector. El 23 de febrero de 1981 se consolida la credibilidad del medio gracias al esfuerzo informativo realizado por la radio en la que ha sido denomi- nada como ‘noche de los transistores’ (Franquet, 2008a). La información es la base de la nueva imagen de la radio. Desde el año 1982, las CCAA asumen competencias en concesión. Y se produce un fuerte cambio en el panorama radiofónico con la creación de nuevas emisoras (Arboledas, 2012): • Antena 3 Radio: con propietarios de los medios periodísticos entre sus accionistas (Godó, Luca de Tena, Joly). • Radio 80: creada por algunos grandes bancos y la Iglesia católica. Fue absorbida en el año 1984 por Antena 3 Radio. • Familia Rato: amplía su número de concesiones. • En Cataluña, CIU intenta implantar una cadena próxima a posicio- nes nacionalistas y ligada al diario Avui. • En Andalucía se concedieron licencias a personas próximas al PSOE para reequilibrar el mapa radiofónico —antes las concesiones se habían realizado a empresas aines a los partidos de derechas—. Las emisoras fracasaron y se acabaron integrando en la Rueda Rato. Julio Larrañaga-Rubio 18 Las principales leyes en este período son: • Estatuto de la Radio y la Televisión (Ley 4/1980; BOE, 12/01/1980). Es el resultado de un pacto entre la UCD y el PSOE. La radio y la televisión se consideran como unos servicios públi- cos esenciales cuya titularidad correspondía al Estado. Aunque la referencia al modelo radiofónico queda relegada a la disposición adicional primera del Estatuto. Ratiica el sistema mixto que había funcionado durante el franquismo y que se había preigurado en el Plan de 1978: “El Estatuto no se ocupó de la radio privada más que para con- irmar su existencia mientras que, en el caso de la radio pública, apenas diseñó las líneas maestras de su organización a través de dos grandes redes” (Arboledas, 2012): Radio Nacional de España (RNE) y Radio Cadena Española (RCE), que se fusionan en 1988. Los primeros canales autonómicos de radio nacen a principios de los ochenta sin una regulación legal. La Ley 46/1983, reguladora del Tercer Canal de Televisión, permitió a las Comunidades Autónomas crear tanto su propio canal de televisión como sus propias emisoras de radio. La primera Comunidad Autónoma fue el País Vasco, cuyo gobierno compró en el año 1982 Radio Vitoria (una emisora asociada a la SER) (Arboledas, 2012). Posteriormente se incorporó Cataluña (1982) y Galicia (1984). En 1989, lo hicieron Andalucía, Madrid y Valencia y Murcia en 1990. La segunda generación se inició en 1999 con Castilla-La Mancha, Asturias, Aragón, Baleares y Extremadura y Canarias en 2008. A principios de los años ochenta empieza el proceso de crea- ción de grandes cadenas de emisoras, produciéndose una concen- tración de emisoras: Antena 3 adquiere Radio 80; durante el año 1984, PRISA entra en el accionariado de SER —compra acciones del Banco Urquijo y de la familia Gómez Mira— y a lo largo de los siguientes años amplía su participación —absorbió la totalidad de su capital social— (Arboledas, 2012). 1. Industria radiofónica: evolución histórica 19 • Ley 31/1987 de Ordenación de las Telecomunicaciones (LOT; BOE, 19/12/1987): se considera que es “el primer intento para corregir el desorden y la dispersión legislativa” (Arboledas, 2012) en la que se encontraba el medio, aunque “la radio aparece junto a la televisión en un breve capítulo dedicado a los servicios de difu- sión y en modo alguno puede decirse que esta ley recoja las lí- neas maestras del sector audiovisual en general ni de la radio en particular” (Arboledas, 2012). Se diferencia en la explotación de las ondas entre la onda cor- ta y la larga que se reservan al Estado y la onda media que podrá ser explotada por el Estado y por empresas o particulares median- te concesión administrativa. Además, se recoge la posibilidad de que los ayuntamientos puedan explotar sus propias emisoras de radio —aunque muchas de ellas llevaban años funcionando—. Por su parte, la FM se destina a las Administraciones Públicas, incluidos los ayuntamientos y particulares y empresas, también a través de concesiones. Además, se ija el número máximo de concesiones por titular: una en onda media y dos en FM en un mismo ámbito de cobertu- ra. Pero, cuando en el área geográica existe un número de emiso- ras que permitan garantizar la pluralidad, se pueden otorgar más de una licencia (Arboledas, 2012). Se airma que “con esta medida el gobierno socialista conce- dió estatus de legalidad a la fusión entre Antena 3 Radio y Radio 80, acordada en 1984 y que permitió a la nueva cadena resultante controlar dos emisoras en muchas ciudades. Fue la primera gran operación empresarial de concentración en la radio española. También se facilitó la estrategia expansiva iniciada por la ca- dena SER tras la entrada como accionista mayoritario del grupo PRISA” (Arboledas, 2012). Julio Larrañaga-Rubio 22 pués el Tribunal Supremo había declarado contraria a la ley porque incumplía la normativa anti-concentración” (Arboledas, 2012). • Ley 17/2006 de la Radio y la Televisión de Titularidad Estatal (BOE, 06/06/2006) que “signiicó un repliegue de la radio públi- ca estatal para situarla en una posición similar a la que Radio Nacional tenía en los inicios del régimen democrático” (Arboledas, 2012). Con el objetivo de acabar con la deuda endémica, se elabo- ró un plan de viabilidad económica que produjo una conlictivi- dad muy elevada. Al inal se produjo una reducción de los centros territoriales y una prejubilación de 2.150 trabajadores mayores de 52 años (el 44% de la plantilla) (Arboledas, 2012). • Plan Técnico de 2006 (BOE, 18/09/2006). Tenía el objetivo de in- crementar la pluralidad y dar una solución a la situación irregular de unas 1.600 emisoras de FM que carecían de una concesión ad- ministrativa. La Asociación Española de Radiodifusión Comercial (AERC) criticó la nueva ampliación porque ponía en peligro la viabilidad económica del sector, ya que implicaba un incremento de emisoras del 83,4% en un mercado con una fuerte competen- cia —la publicidad local supone el 55% de los ingresos de la radio española— (Arboledas, 2012). También criticaba la AERC que la ampliación se hacía sin cerrar las más de 2.000 emisoras que es- taban funcionando ilegalmente. En el análisis de las adjudicaciones se concluye que el número de emisoras legalizadas es prácticamente nulo y la inmensa ma- yoría de las licencias son distribuidas entre las grandes cadenas. También se airma que “cabría interpretarse este Plan como una apuesta personal del ministro Montilla que puede ser analizada en clave catalana” (Arboledas, 2012). En el año 2002, el gobierno catalán (en manos de CIU) otor- gó varias decenas de licencias de manera provisional para pos- teriormente adjudicarlas deinitivamente mediante un concurso público —lo que se denominó como Plan Piloto—. Algunas consi- deran que uno de los objetivos del Plan Técnico de 2006 impulsa- do por José Montilla (ministro de Industria, Turismo y Comercio) 1. Industria radiofónica: evolución histórica 23 era otorgar un marco legal deinitivo a estas emisoras (Arboledas, 2012). • Ley 7/2010 General de la Comunicación Audiovisual (LGCA; BOE, 01/04/2010): se considera que esta ley nació con la idea de superar el caos normativo y para cumplimentar la obligación de transponer a la legislación española la Directiva aprobada en 2007 por la Unión Europea. “Era necesaria una norma integradora que terminase con la dispersión legislativa motivada por el juego de intereses políticos o simplemente partidistas que se estima que habían dominado la regulación del sector audiovisual” (Arboledas, 2012). Supone una reforma de carácter radical con respecto al Estatuto de 1980, en donde se declaró a la radio y a la televisión como servicios públicos esenciales cuya titularidad correspondía al Estado. Por el contrario, en la LGCA se establece que la radio y la televisión son unos servicios de interés general cuya presta- ción requiere una comunicación previa ante la autoridad y que necesitan una licencia previa obtenida mediante un concurso, si utiliza el espectro radiofónico (Arboledas, 2012). También se incluye en la LGCA la digitalización del servicio de radiodifusión sonora terrestre en un plazo de 18 meses a contar desde su entrada en vigor. España decidió adoptar oicialmente el estándar DAB “a través de dos artículos del Plan Técnico Nacional de la Radiodifusión Sonora Digital Terrestre (Real Decreto 1287/1999, de 23 de junio; BOE de 26 de julio) pero pasados siete años su aplicación puede caliicarse sin ninguna duda de fracaso y no contribuye a su despegue la planiicación de 1.101 nuevas frecuencias de FM del Plan del 2006” (Bonet, 2005). Es un proceso que continúa abierto en la actualidad. Por otra parte, aunque se mantienen en la LGCA los límites a la propiedad establecidos en el año 2005, se introducen algunos nuevos aspectos. Se admite la compraventa y arrendamiento que no estaban reconocidos aunque existían en la práctica y se inclu- ye de manera formal la existencia de cadenas radiofónicas. Julio Larrañaga-Rubio 24 “Hasta el año 2010, cuando una persona (física o jurídica) re- cibía una concesión en FM de diez años de duración, podía ex- plotarla directa o indirectamente o podía venderla previa au- torización administrativa (BOE, 1987). La nueva ley cambia las concesiones por licencias de quince años de duración, prohíbe que sean vendidas antes de dos años de la adjudicación e impone límites a su arrendamiento” (Badillo y Pérez, 2012) Además, en el art. 37 se especiican una serie de límites a la concentración de la propiedad: • “Una misma persona física o jurídica no puede tener más de cinco licencias en un mismo ámbito de cobertura. • En cada Comunidad Autónoma la misma persona física o jurídica no puede tener, sumadas, más del 40% de las li- cencias de lugares donde haya una sola emisora; es decir, si hay diez pueblos en los que hay una sola radio, el mismo propietario no podría tener más de cuatro de esas diez. • En el total del Estado, ninguna persona física o jurídica puede controlar, directa o indirectamente, más de un ter- cio del conjunto de licencias” (Badillo y Pérez, 2012). La radio digital Se pone en marcha utilizando la tecnología DAB (Digital Audio Broadcasting) por medio de una Disposición Adicional a la Ley de Acompañamiento a los Presupuestos del Estado (Ley 66/1997, de Medidas Fiscales, Administrativas y de Orden Social, en su Disposición Adicional 44ª). Y su lanzamiento deinitivo se produce con el Plan Técnico Nacional de la Radiodifusión Sonora y Digital Terrestre (BOE, 1999). Además, unos días antes de las elecciones del año 2000 el Consejo de Ministros del Gobierno del PP concedió una serie de licencias. Se prescinde (pero no inmediatamente) de la OM y FM y las sustituye por una banda nueva; además se cambia la distribución de fuerzas del 27 2. Introducción a la economía del medio radio La radio como industria cultural La radio es una industria cultural. Bonet señala en su artículo Nuevos caminos para la radio. Un proceso productivo digital para un negocio analógico que las industrias culturales se clasiican en dos grandes gru- pos: los productos de edición o mercancías culturales, que son productos que se venden en un mercado, por ejemplo: libros, discos, películas de cine o vídeos; y las industrias con una programación de lujo, que tam- bién se llaman de difusión continua, “son los productos caracterizados por la continuidad y amplitud de su difusión, los productos de un día vuelven obsoletos los del día anterior” (Bonet, 2007), por ejemplo: radio y televisión. Economía del medio radio A continuación se expondrán una serie de nociones básicas sobre dis- tintos aspectos económicos de la radio y para ello se seguirán las ex- plicaciones contenidas en el libro La industria de la cultura y el ocio. Un análisis económico de Vogel (2004). En primer lugar se analiza la relación entre la radio y la situación macroeconómica del país ya que “las tendencias macroeconómicas son de una importancia fundamental para el desempeño inanciero de la in- dustria”. El crecimiento de la industria radiofónica y de la televisión en abier- to tiene una trayectoria parecida a la evolución del PIB del país. Aunque también pueden afectar otros factores, por ejemplo, unos posibles Jue- gos Olímpicos. Julio Larrañaga-Rubio 28 La evolución de la inversión en publicidad determina los ingresos de la industria radiofónica; a su vez, “los beneicios corporativos totales son el factor que inluye de manera más determinante en el modo en que muchas empresas gastarán en publicidad”. En los productos desti- nados para un consumo masivo, como por ejemplo jabones y hambur- guesas, inclusive en una situación con un crecimiento reducido del PIB, normalmente, las empresas anunciantes no realizan un elevado recorte de sus gastos publicitarios. Por el contrario, este ajuste es más frecuente en el caso de la publicidad local, dado que los negocios locales usual- mente sufren la crisis de una forma más inmediata y suelen recortan rápidamente sus gastos publicitarios. Desde el punto de vista microeconómico, la radio, al igual que la te- levisión en abierto, son sectores con una elevada regulación por parte de los gobiernos en los distintos países. Aunque en los años ochenta del siglo pasado se inició en muchos de ellos un proceso hacia la desregula- ción que ha provocado una reestructuración de la industria. Desde el punto de vista microeconómico la radio es lo que se denomi- na como un bien público, igual que lo es la defensa nacional. En los bienes públicos, “el coste de producción es independiente del número de consumidores que se beneician de los mismos y el consumo aislado de una persona no reduce la cantidad disponible para los otros”. Aunque esto únicamente es cierto en el caso de la radio tradicional, no en el caso de la radio online. “En las industrias del entretenimiento no es extraño encontrar bienes que tienen características próximas a las de los bienes públicos. En efecto, resulta inapreciable el coste marginal que supone añadir un nuevo espec- tador a un programa de televisión o un nuevo visitante a un parque temá- tico”. Por otra parte, la competencia entre distintas emisoras de radio i- nanciadas únicamente con publicidad afecta a los niveles de bienes- tar público debido a que “la competencia bajo inanciación publicitaria tienden a producir menos diversidad y más ‘duplicación de tele-basura’ que lo que demanda el óptimo social. Esta duplicación ocurre por la ten- dencia del sistema de emisión con una limitada cantidad de canales que 2. Introducción a la economía del medio radio 29 producen programas, si no idénticos, sustitutos cercanos para ganar sec- tores masivos de audiencia”. La oferta de productos también depende en las industrias del entre- tenimiento, entre las que se encuentra la industria radiofónica, de la posibilidad de que algunas nuevas empresas puedan superar las barreras a la entrada de la industria y concurrir al mercado. Las barreras a la entrada —clasiicadas según su importancia para las industrias del entretenimiento— son: capital, saber hacer, regula- ción y competencia en precios. Aunque, en nuestro país, la barrera más importante en la industria radiofónica es la necesidad de un permiso administrativo. La estructura de costes típica de la industria radiofónica, con unos elevados costes ijos —que se denominan costes hundidos— reduce los niveles de competencia. Lógicamente, el objetivo de la empresa de radio es maximizar su beneicio, para ello marca el precio para sus productos en el volumen de producción donde se veriica que IMg=CMg (ingreso marginal=coste marginal). Obviamente, es necesario tener en cuenta que los consumidores de los contenidos radiofónicos no pagan dinero por su consumo, la empresa se inancia con los ingresos obtenidos por la venta de la atención y el tiempo de su audiencia a las empresas anunciantes. Para conseguir maximizar sus beneicios la empresa debe “desplazar hacia la derecha e incrementar la pendiente de la curva de demanda”: al desplazarse la demanda hacia la derecha, se incrementa la demanda para cada precio dado. Y al incrementarse la pendiente, la “cantidad de- mandada es menos sensible a los cambios en los precios —se hace más inelástica en precios—”. Estructura industrial de la radio Desde el punto de vista de los tipos de estructuras industriales es nece- sario tener en cuenta que “las industrias pueden ser clasiicadas según el modo en que las empresas toman las decisiones relativas a los precios y al nivel de producción basándose en las condiciones del mercado”. Julio Larrañaga-Rubio 32 33 3. El medio radiofónico En este capítulo la exposición se centrará básicamente en la publicación de Rosa Franquet El medio radiofónico que es un capítulo del libro de Durán y Sánchez que lleva por título Industrias de la Comunicación Audiovisual (2008a). Se airma que la radio “es un medio de comunicación electrónico muy efectivo para transmitir información y proporcionar entretenimiento a enormes segmentos de la población”. Se la caliica como un medio de proximidad y que tiene una elevada capacidad de adaptación, lo que permite que pueda seguir teniendo un papel relevante: “debido a su versatilidad, su implantación no ha dejado de crecer, a pesar de la competencia desatada con otros medios”. Además, el medio radio ha evolucionado “al ritmo de los aconteci- mientos sociales, políticos y tecnológicos”, adaptándose a los cambios surgidos: • Frecuencia modulada: facilitó la incorporación de un público ju- venil. • Transistor y dispositivos radiofónicos en los automóviles: permi- tieron la audiencia en movilidad. • Plataformas TDT, internet, móviles y tablets: nuevas audiencias. Aunque Franquet considera que el medio radio está preparado para afrontar el desafío que suponen las nuevas tecnologías —“la evolución histórica nos demuestra que el medio se encuentra preparado para afron- tar la evolución tecnológica y social”—, otros autores mantienen unas posiciones más pesimistas. Por ejemplo, Bonet, en su artículo Nuevos caminos para la radio. Un proceso productivo digital para un negocio analógico (2007), también menciona la capacidad camaleónica que tuvo la radio a lo largo de su historia para poder adaptarse y sobrevivir, pero señala las diicultades que está teniendo ante el reto de la codiicación binaria de las ondas. De este proceso la radio “puede salir reforzada, Julio Larrañaga-Rubio 34 aunque puede que se consolide la tendencia a convertirse en un medio subsidiario, perdiendo incluso parte de su inluencia social, si no se lo- gra captar y convencer a nuevas generaciones de oyentes” (Bonet, 2007). El producto radiofónico Franquet señala que en las etapas iniciales del medio las restricciones técni- cas limitan las emisiones radiofónicas, debido a que “toda la programación se realiza en directo sin ninguna posibilidad de efectuar emisiones en di- ferido”. Además, sus profesionales se tienen que inventar la “programación con espacios, contenidos y géneros sin precedentes a los que recurrir”. Posteriormente, los profesionales a partir de sus experiencias desa- rrollarán una programación especíica explotando las ventajas compara- tivas que tiene el medio: “Una programación que evolucionará en el tiempo gracias a los avan- ces tecnológicos y al conocimiento de las técnicas precisas para explotar las características de la radio como medio capaz de proporcionar infor- mación, formación, entretenimiento y sobre todo estimular el conoci- miento y la imaginación”. La evolución de la programación radiofónica obedece tanto a los cam- bios tecnológicos como a los cambios sociales: “En paralelo a la evolu- ción tecnológica, la programación radiofónica se ve afectada por las si- tuaciones sociales de excepcionalidad”. Por ejemplo, la II Guerra Mundial o la Guerra Civil en España. Por otro lado, se especiica cómo los formatos de la radio se nutren de tres elementos básicos: material, estructura y estilo (Franquet, 2008a): • Material: música, informativos, entrevistas, comentarios, anun- cios, etc. • Estructura: “la duración y disposición del material en el tiempo y la relación que dicho material tiene con otro contenido”. • Estilo: “lo que dicta todo lo que se emite, el tiempo y la familia- ridad de las canciones, la presentación urgente o más convencio- nal, el empleo de títulos y sintonías”. 3. El medio radiofónico 37 clivaje público/privado incluida en el libro de Gallego y García Leiva, Sintonizando el futuro: Radio y producción sonora en el siglo XXI (2012). Se deine una cadena de radio como “una agrupación de estaciones y frecuencias que emiten una producto radiofónico común”. Por su parte, la Ley del Audiovisual 7/2010 especiica que es un “conjunto de emisio- nes simultáneas de radio organizadas dentro de un horario que no puede ser alterado por el público”. Existen cadenas de radio comerciales y cade- nas de radio públicas. El concepto de cadena de radio implica la existencia de un produc- to radiofónico común, pero no conlleva que las distintas emisoras sean propiedad de un mismo grupo empresarial. Por su parte, el concepto de producto radiofónico se deine como el “conjunto de contenidos diseñados para alcanzar una audiencia determi- nada a través de una o varias estaciones agrupadas en una cadena”. El producto “está construido expresamente para atraer a un determinado tipo de audiencia que pueda resultar interesante al mercado publicitario”. Un ejemplo es el producto ‘40 Principales’, gestionado por PRISA Ra- dio que se emite a través de varias cadenas de radio en varios países del área iberoamericana”. Badillo y Pérez especiican que no se deben con- fundir los formatos con los productos, y ponen, por ejemplo, cómo el for- mato todo noticias origina una serie de productos distintos dado que “el formato ‘Top 40’ sirve para generar el producto ‘40 Principales’, que se emite a través de varias cadenas radiofónicas en distintos países”. Por su parte, una red de radios es “una agrupación de emisoras que se organizan entre sí para compartir programación o cualquier otro re- curso” y se indica que las redes se generan “por la necesidad de las esta- ciones independientes de obtener sinergias derivadas de la explotación conjunta de recursos con otras estaciones similares”. Y un grupo radiofónico es “una empresa que gestiona más de un pro- ducto radiofónico”. Usualmente “los grupos radiofónicos de mayor ta- maño pertenecen a grupos de comunicación multimedia que gestionan además otro tipo de negocios de comunicación”. Badillo y Pérez especiican que las emisoras de radio tienen cuatro modos de relacionarse con las cadenas: Julio Larrañaga-Rubio 38 1. Emisoras independientes: operan de forma autónoma, se mantie- nen al margen de las cadenas. 2. Emisoras asociadas: al “suscribir un acuerdo de asociación fuerte con una cadena, para poder utilizar la marca en su negocio”. Por su parte, la asociación fuerte es “aquella en la cual los con- tratos contienen alguna de las siguientes cláusulas: validez por tiempo indeinido, rescisión necesariamente acordada por las dos partes o por un tercero, penalizaciones por renuncia unila- teral sin derecho a preaviso que las elimine, cláusulas penales por denuncia voluntaria del contrato y pactos de no competencia posterior a la eventual separación”. Es un concepto deinido por el Consejo de Ministros al aprobar la concentración de la SER y Antena 3 en el año 1994. 3. Ailiadas: si suscriben un acuerdo de asociación débil con una cadena “para poder difundir algunos de sus programas en su área de cobertura”. 4. Las que son propiedad de los propios grupos radiofónicos o sus sociedades iliares. Estructura del sector radiofónico en España El análisis de la estructura del sector radiofónico en España se reali- za utilizando la información que proporciona el capítulo dedicado a la radio incluido en el Anuario SGAE de las Artes Escénicas, Musicales y Audiovisuales 2014 realizado por la Fundación SGAE (2014). El informe de la SGAE comenta que durante el año 2013 el panorama de la radio “ha sufrido cambios generados por la situación económica en nuestro país, que ha llevado a variedad de emisoras al apagón de sus ondas o, en su defecto, a la venta de emisoras de unos grupos empre- sariales a otros”. Las emisoras con un mayor índice de audiencia con- tinúan siendo la SER, Onda Cero y COPE. Por otra parte, los principales cambios producidos en la industria en 2013 han sido que “Onda FM ha pasado a llamarse Melodía FM y ha aparecido una nueva emisora llama- 3. El medio radiofónico 39 da Megastar (perteneciente al grupo COPE)”. Además, “ABC Punto Radio (39 emisoras) dejó de emitirse en marzo de 2013” siendo absorbida por la Cadena COPE. Los grandes grupos empresariales de la industria radiofónica nacional son: PRISA Radio, Onda Cero y COPE: • PRISA Radio: es el principal grupo nacional; su crecimiento se debe “a cuatro puntos estratégicos de negocio: radio, música, otros medios de comunicación y desarrollo de marca”. Está com- puesta por: Cadena SER, 40 Principales, M80 Radio, Cadena Dial, Radiolé, Máxima FM y Onda FM. Y la composición de su capital es la siguiente: PRISA (73,5%), Godó (18,4%) y 3i (8,1%). • Onda Cero: forma parte de la Corporación Atresmedia. Lo inte- gran: Onda Cero, Europa FM y Melodía FM. Sus accionistas son: Planeta DeAgostini (41,7%), UFA: RTL-Grupo Berstelmonn (19,2%), Imagina (10,2%), Autocartera (0,5%) y resto (28,4%). • Cadena de Ondas Populares Españolas (COPE): compuesto por COPE, Cadena 100, Rock FM y Megastar. Sus principales accionis- tas son: Conferencia Episcopal (51%), Diócesis (21%), Autocartera (7%), La Información (5%) y Cajasur (5%). En el año 2013, emiten 30 cadenas y se ha producido “un aumento en las horas de emisión de las cadenas de radio comercial”; el incremento ha sido tanto en relación a las horas medias al día (con un aumento del 11% respec- to a 2012), como en el total diario (con 98 horas más). El total de horas de emisión en cadena se incrementó de 41.418 en 2012 a 44.251 en 2013. Por el contrario, se ha reducido el número de emisoras locales que pertenecen a alguna cadena, de 1.992 en el año 2008 hasta 583 en el 2013; también ha disminuido durante este período el total de horas de emisión local: desde 1.992 hasta 895,7. Aunque aumentó el número de emisoras independientes, de 402 a 564, no ocurrió lo mismo con sus ho- ras de emisión: 4.462 en 2008 y 2.763,6 en 2013. Por otra parte “hay mayor número de piezas musicales en las emiso- ras de local (29.431.354 piezas musicales) que en las emisoras de cadena Julio Larrañaga-Rubio 42 Los principales tipos de formatos publicitarios son los siguientes: • Cuña: “mensajes pregrabados que se emiten de forma intercalada en la programación”. Es el formato estrella y habitualmente tiene una duración de entre veinte y treinta segundos. • Flash o ráfaga: mensajes más cortos que la cuña. • Jingle o cuña cantada: se crea una canción expresamente para el producto. • Publirreportaje: “reportaje de estilo informativo sobre un deter- minado producto”. Tiene una duración variable. • Comunicado: “formato similar al de una noticia que el locutor lee en directo”. • Mención (prescripción): “el locutor o locutora inserta de manera aparentemente espontánea un determinado producto/marca en su locución”. • Microespacio: “espacio que reproduce las fórmulas de un progra- ma radiofónico pero en el que los contenidos se centran en un de- terminado producto o marca”. • Patrocinio: “colocación de una publicidad determinada dentro de un programa perteneciente a la emisora. Es precisamente esta publicidad la que permite que el programa se realice y se emita”. • Batering o cambio por programa: “programa producido por un anunciante en el que, evidentemente, sólo aparece publicidad de sus productos y marcas”. • Concursos, consultorios, premios y regalos. • Fórmulas de autopromoción de la propia cadena: autopublicidad y “fórmulas de continuidad (informar al oyente de la cadena que está escuchando)”. La fórmula más utilizada son las cuñas. No se ha producido una innovación en la publicidad radiofónica. No se puede hablar de nuevos formatos publicitarios. “A diferencia de la televisión, donde, a pesar de la competencia de inter- net, se innova buscando nuevas fórmulas que permitan superar la saturación 4. La publicidad y la audiencia radiofónicas 43 y llegar al público objetivo (target) de manera más efectiva, la radio sigue anquilosada en los formatos de siempre y con el discurso de siempre”. Principales problemas de la publicidad radiofónica La realidad es que los anunciantes ignoran las ventajas comparativas que tiene la radio como medio publicitario. Y además la profesión parece que tampoco lo cree. Además se presenta un problema relacionado con el prestigio profesional: “los mismos profesionales consideran que la radio carece del glamour del que gozan medios eminentemente visuales, en es- pecial, la televisión”. Otros problemas relacionados con la publicidad radiofónica que men- cionan Barbeito y Fajula son: • La radio es un medio con una audiencia muy atomizada, por lo que es difícil conseguir las cuotas de audiencia de la TV. • Reducida eicacia en la comercialización de los espacios publicita- rios radiofónicos: las emisoras locales tratan directamente —sin intermediación de las agencias de medios— con los anunciantes locales y ofrecen fuertes descuentos. • Ausencia de imagen: en la sociedad actual impera lo visual. • Falta de creatividad: es el problema básico, no hay una creativi- dad especíica para la radio. • Un elevado porcentaje de la publicidad en el medio se realiza por el efecto estar ahí: “las inversiones no obedecen a criterios estra- tégicos, sino a lo que podemos llamar el efecto de estar ahí” ya que lo hace la competencia. Además, como señala Emma Rodero en su aportación titula- da Publicidad y continuidad: evolución y desafíos incluida en el libro Sintonizando el futuro: Radio y producción sonora en el siglo XXI (2012) existe un amplio consenso sobre la mala calidad de la publicidad. Tam- bién menciona que se produce una paradoja en la publicidad radiofónica: es el segundo medio en audiencia y con ventajas como soporte publicita- Julio Larrañaga-Rubio 44 rio, pero su peso porcentual en la cifra total de la inversión publicitaria en medios convencionales es el cuarto —es una tendencia mundial—. Emma Rodero también indica que es necesaria una publicidad creati- va y comenta los siguientes puntos fuertes de la publicidad radiofónica: • Peril oyente: hombre de mediana edad (35-44), de clase alta y que escucha preferentemente radio temática. • Simplicidad técnica: elaborar un mensaje es rápido, sencillo y ba- rato —lo que facilita poder duplicar su emisión—. • Alcance: elevado nivel de penetración y segmentación geográica (público objetivo). • Portabilidad: se puede escuchar en cualquier momento y lugar — se escucha cuando se realiza otra actividad—. • Recepción del mensaje: estimula la imaginación. • Credibilidad del medio. • Fuerte conexión emocional con el oyente. • Fidelidad del oyente con la emisora: no cambia de emisora cuan- do emite publicidad —sólo el 6% de los televidentes no cambian de canal cuando se emiten promociones o publicidad, en cambio en la radio es cerca de la mitad—. Cifras del mercado publicitario en España A continuación se exponen las principales cifras del mercado publicitario en España. En primer lugar, es necesario tener en cuenta que la radio pública esta- tal no emite publicidad. Y que los montantes correspondientes a las radios autonómicas públicas y a las municipales suponen un porcentaje muy pe- queño de la cifra total del mercado publicitario español. Para la exposición se utilizará la información proporcionada por el Estudio InfoAdex de la Inversión Publicitaria en España 2014 realizado por InfoAdex (2014). En dicho estudio se analiza la inversión real estimada a lo largo del año por medios, soportes, sectores y anunciantes. 4. La publicidad y la audiencia radiofónicas 47 Lamas comenta, en su publicación El uso de la tecnología en la medición de las audiencias (2002), que el audímetro “nace de la mano de Claude E. Robinson, un joven estudiante de la Universidad de Columbia, que en 1929 patenta un aparato de su invención. El invento consiste en un dispositivo que, acoplado a un aparato de radio, es capaz de registrar en el tiempo los períodos de encendido así como las frecuencias a las que dicho aparato ha estado sintonizado” (Lamas, 2002). La falta de notoriedad de este invento conllevó que fuese reinventado en el 1934 por Elder y Woodruff. El primer estudio de audiencia utilizando esta técnica se realizó en 1935, pero su impulsor “fue Arthur C. Nielsen, que en 1936 compra a Elder y Woodruff las patentes y derechos de los audímetros y posteriormente dedica esfuerzos e inversiones signiicativas para mejorarlos. Nielsen también desarrolla las técnicas y procedimientos de utilización de los mismos aplicados a un proyecto de investigación con- tinua en base a una muestra panelizada de hogares: el NRI (Nielsen Radio Index)” (Lamas, 2002). En el año 1942 se realiza el primer estudio comer- cial basado en el NRI “pero la compañía Nielsen se vio obligada inalmente a cerrar su operación de radio en 1963 porque en sus veinte años de exis- tencia no había conseguido salir de los números rojos” (Lamas, 2002). Posteriormente, distintas empresas han desarrollado sus propios au- dímetros: la compañía americana Arbitron, la alemana Infratest Burke y la suiza Telecontrol. La otra técnica para medir la audiencia radiofónica se basa en “la metodología del diario, que consiste en la confección de un diario de escucha telefónica… Cada hogar seleccionado dispone de un cuaderno semanal para cada uno de los miembros de la unidad familiar y una vez cumplimentado el mismo debe remitirse a la empresa suministradora” (Franquet, 2008a). El EGM En España, uno de los sistemas utilizados para la medición de la audien- cia es el Estudio General de Medios (EGM) que realiza la Asociación para Julio Larrañaga-Rubio 48 la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC). “El EGM es auspi- ciado por un grupo de empresas (agencias, anunciantes y medios de co- municación). El EGM aporta información sobre el comportamiento de las audiencias en cada uno de los medios e informa sobre las tendencias en un período de tiempo más o menos amplio” (Franquet, 2008a). Aunque el EGM es el medio de referencia para la audiencia de la ra- dio, también tiene una serie de carencias: “su aceptación por parte del conjunto de la industria como principal fuente de investigación del com- portamiento de los oyentes no esconde, en cualquier caso sus limitacio- nes. Las mismas se reieren directamente a la diversiicación de las po- sibilidades de distribución de la oferta y a las nuevas y múltiples formas de consumo. En otras palabras, no se miden todos los oyentes que existen en las distintas plataformas de distribución de las señales de radio ni se esti- man todas las modalidades de consumo muy frecuentemente superpues- tas en entornos multimedia y multipantalla” (García Leiva, 2012). En el Resumen general de resultados EGM. 3º año móvil 2013. Febrero a Noviembre 2013 (que se puede obtener de forma online) se incluye su i- cha técnica: • Universo: población de 14 o más años: 39.331.000 individuos. • Muestra anual tres últimas olas: 32.289 multimedia (+46.931 mo- nomedia radio +42.677 monomedia prensa +23.680 monomedia re- vistas +10.675 monomedia televisión). • Método de recogida de información: entrevista face to face —o entrevista telefónica para ampliación radio, prensa y televisión, o entrevista face to face para ampliación revistas—. • Diseño muestral: selección aleatoria de hogares y elección de una persona del hogar. En dicho resumen, correspondiente al año 2013, la radio obtiene una penetración general de la audiencia del 61,5%, inferior a la obtenida por la televisión que tenía un 88,7%, pero mayor que las correspondientes a Internet con un 53,7%, las revistas un 43,4% y el cine un 3,0%. 4. La publicidad y la audiencia radiofónicas 49 Cuando se analiza la evolución de la radio se observa su incremento: 55,3% en el año 2009, 56,9% en 2010, 58,5% en 2011 y 61,9% en 2012. En relación a los valores correspondientes a las distintas variables so- ciodemográicas en el año 2013, se observa como la radio tiene un mayor nivel de penetración entre los hombres: el 66,2% por el 57,0% en mujeres. Por edades, la penetración más elevada se produce en el tramo de edad comprendido entre los 35 y 44 años, en cambio la más reducida es en el tramo de 65 y más años, un 45,6%. Desde el punto de vista de la clase social, los mayores niveles se pro- ducen en la clase alta con un valor del 72,5%, y en la clase media alta con un 68,7%. Por otra parte, el valor más reducido corresponde a la cla- se baja con un 38,5%. Cuando el análisis de centra en el peril de la audiencia del medio radio se observa cómo los valores más elevados corresponden a las mu- jeres, un 52,4% frente al 47,6% de hombres, al tramo entre 45 y 54 años con un 18,1% en relación a la variable edad y la clase social media con un 44,9%. Por otra parte, la primera posición en el ranking de emisoras de radio generalista durante el año 2013 (medido de lunes a domingo) la ocupa la SER con casi 4 millones y medio de oyentes/día, seguida por Onda Cero con 2.354.000 de oyentes, la COPE con casi dos millones y la radio públi- ca RNE con 1.280.000 de oyentes/día. En total, hay unos 11.474.000 de oyentes/día de radio generalista. Por su parte, el total de oyentes/día de radio temática ascendió hasta los 14.709.000; de ellos 13.674.000 son de temática musical y 1.275.000 de temática informativa. Ocupando las primeras posiciones la cadena 40 Principales con 3.485.000 de oyentes/día, seguida por la Cadena Dial con 2.124.000, Europa FM con 1.893.000, la Cadena 100 con 1.679.000 y con valores más reducidos Kiss FM con 872.000. Por share, en las radios generalistas se mantiene la SER como líder con un 35,5%, seguida por Onda Cero (19,5%), la Cadena Cope (13,1%) y RNE (8,5%). En las cadenas temáticas, la Cadena 40 Principales está muy destaca- da con el 18,8%, seguida por Cadena Dial (12,7%) y Europa FM, (10,1%). Julio Larrañaga-Rubio 52 En las cadenas temáticas musicales, los 40 Principales continúan siendo la cadena con una mayor audiencia acumulada: más de 10 millo- nes. RNE3 y Radio Clásica son las únicas cadenas que aumentan su au- diencia, mientras que Radio Olé es la cadena que más disminuye. Por su parte, la audiencia de todas las cadenas temáticas informativas desciende, aunque un porcentaje muy pequeño, excepto en el caso de Rock FM, donde se ha incrementado de una forma elevada desde el año 2011. Existencia o ausencia de crisis en la audiencia radiofónica A continuación se analiza el efecto de la crisis económica en la radio y para ello se exponen las principales ideas incluidas en el libro Nuevos tiempos para la industria radiofónica en España (Capítulo 1) coordinado por José Patricio Pérez Rufí (2013). En este libro se plantea la hipóte- sis de que la industria radiofónica española —tanto los medios públicos como los privados— están muy afectados por la crisis económica y para ello se utiliza como fuente de información los datos del Informe Anual de la CMT correspondientes al año 2012 para poder comparar la evolu- ción de los ingresos entre los años 2005 y 2011. Los mayores ingresos en la radio privada se producen en los años 2007 y 2008, con 428,79 y 412,07 millones de euros, respectivamente. En el período de tiempo ana- lizado la radio es un medio de comunicación que incrementa su impor- tancia en España; dicha airmación la fundamentan en el incremento de su grado de penetración, desde el 53,2% en el 2008 hasta el 61,9% en el 2012. Se considera que este incremento se debe a la gratuidad y la por- tabilidad del medio. Cuando se desagrega el incremento considerando las diferentes clases sociales de la audiencia y diferenciando lo ocurrido entre dos periodos, 2005-2008 y 2008-2012, se puede apreciar como en el primer período el consumo aumentó en todas las clases sociales con la excepción de la cla- se media baja. Por su parte, entre los años 2008-2012 también se incre- mentó en todas las clases excepto en la clase baja y media baja, es una 4. La publicidad y la audiencia radiofónicas 53 evolución que se caliica de sorprendente. El progresivo incremento de oyentes “si bien no es del todo notorio, nos sirve para veriicar que la radio aún sigue desarrollándose como medio”. Por otra parte, el consumo total de minutos por persona y día se reduce en 6 minutos entre los años 2005 a 2008, pero se incrementa en el siguiente período considerado. En este libro se airma que “no existe una crisis en la penetración de la radio… Tanto en el porcentaje de penetración en la audiencia y canti- dad de oyentes que tiene el medio como en la cantidad total de minutos consumidos por persona y día”. Este hecho obedece a que “la gratuidad del medio y su capacidad de portabilidad creemos son clave para que su consumo aumente”. También se comenta el cambio que se está produciendo en la cualii- cación necesaria de los profesionales de la industria motivados tanto por las Nuevas Tecnologías como por la crisis económica y mencionan que el profesional se tiene que “mostrar polivalente ante un medio cuyos procesos de creación, producción y postproducción son progresivamente digitalizados, a la par de que muchas veces sus condiciones laborales se ven afectadas”. Pero también se mencionan las elevadas posibilidades que las Nuevas Tecnologías brindan a la industria. Evolución de la audiencia: edad, nivel de estudios, actividad profesional También en el libro Nuevos tiempos para la industria radiofónica en España (Capítulo 1) coordinado por José Patricio Pérez Rufí (2013) se rea- liza un amplio análisis de la evolución del peril del consumidor de radio en España; la exposición se centra en las siguientes variables: edad, ni- vel de estudios y actividad profesional. La información necesaria proce- de de los Anuarios de la SGAE, el EGM y las publicaciones del INE. En primer lugar se mencionan los cambios producidos en la población española entre los años 2000 y 2007, para a continuación comentar la elevación que está sufriendo la edad media de las personas que escu- chan la radio debido a la pérdida de la audiencia más joven. Este hecho Julio Larrañaga-Rubio 54 lo relacionan con “el incremento del uso de Internet que se viene dando en los últimos años por parte de los más jóvenes. De modo que el público más joven está dejando de escuchar música en la radio para confeccio- nar él mismo su propia playlist con la música que más le gusta”. Asimis- mo se releja que las personas que consumen más radio son las compren- didas entre los 35 y 45 años. En relación al nivel de estudios de los oyentes se indica que son “las personas con un nivel medio, BUP, COU, FP y EGB/Bachillerato los oyen- tes prioritarios de radio muy por encima del resto de las categorías” y los que menos escuchan la radio son las personas que carecen de estu- dios y los que no saben leer. Con respecto a la situación profesional, el grupo que más escucha la radio son los trabajadores y no los desempleados como en un principio se pensaba debido a que tienen más tiempo de ocio disponible. Y en relación al peril en función del tipo de radio “la radio genera- lista es preferida por personas adulto-maduras, con un nivel medio bajo de estudios y desempleados”, estando su principal audiencia consolidada entre las personas con una edad comprendida entre los 35 y 65 años. Por su parte, en la radio informativa, el oyente medio tiene 47 años, es una persona que está en situación de ocupado y tiene un nivel educativo me- dio. Y en la radio musical tiene “una edad aproximada de 37 años, con un nivel de estudios medio, es decir, titulados en EGB/Bachillerato ele- mental o BUP/COU/FP, y con trabajo principalmente”. Para recuperar la audiencia más joven proponen una mayor atención por parte de la industria hacia el público más joven y “respecto a sus conteni- dos, las radios deberían fomentar la producción de programas innovadores, aprovechando los recursos que tienen a su disposición, como Internet, al que se le podría sacar un mayor partido, atrayendo un nuevo público.” Consumo de radio: tradicional vs. online Para analizar cómo afecta el consumo online de radio a su consumo de forma tradicional se expondrán las principales ideas del estudio que lle- 4. La publicidad y la audiencia radiofónicas 57 al centro educativo o de trabajo— o en horario nocturno —en casa—”. Además, su tiempo de escucha es reducido. Sus contenidos preferidos son musicales: “los contenidos musicales ri- gen el consumo radiofónico juvenil”; a continuación, los deportivos “el seguimiento de la actualidad deportiva y las retransmisiones son la clave para interpretar la presencia de la radio generalista entre alguna de las opciones preferentes, en general correspondientes al colectivo masculino”. Hay una desvinculación emocional con el medio, ya que los jóvenes no son capaces de recordar los nombres de los programas ni tampoco de los presentadores que oyen. Se especiica que “su incapacidad para pro- porcionar uno de los datos más básicos, como el título del programa, nos permite asegurar que la radio actúa como compañía sonora o caja de mú- sica y que su audición es poco atenta”. También se comenta la diicultad que tiene la radio para poder com- petir con otros dispositivos portátiles de audio que permiten que los jó- venes puedan gestionar sus contenidos. En el artículo también se incluyen los resultados de un encuentro con profesionales. Para ellos, la esperanza de atraer a los jóvenes se centra en Internet. Aunque según los resultados de la encuesta un 27,6% desconocen la existencia de páginas web de las emisoras de radio y únicamente el 35,6% de los encuestados son ciberradioyentes, la mayoría de ellos con un consumo esporádico ya que “resulta alarmante que el porcentaje de jóve- nes catalanes que dice escuchar la radio a través de internet a diario no supere el 5%”. Los oyentes de la radio online, el 88,1%, la escucha en directo, a la carta, el 24,2%, y un 13,8% utilizan podcast. Y “las chicas son más acti- vas en las diferentes posibilidades de escucha que ofrece la red”. Los autores concluyen el artículo mencionando que la oferta progra- mática de la radio catalana, como la de otros lugares “se encuentra en una difícil disyuntiva; los jóvenes no se enganchan a unas programacio- nes musicales muy conservadoras u automatizadas. La esperanza está en la red, pero la fusión con internet es una vía que hay que llenar de pro- puestas de programación que despierten interés y satisfagan las expec- Julio Larrañaga-Rubio 58 tativas de las nuevas generaciones y, desde esta perspectiva, el género y el factor edad serán fundamentales”. En el segundo artículo, que lleva por título El complejo salto de la radio convencional a la webradio. Usos y percepciones de los universitarios (2012) realizado por Teresa Piñeiro-Otero y Fernando Ramos, se resaltan las nue- vas potencialidades que conlleva el uso de Internet para la radio: incor- porar archivos multimedia, eliminación de la fugacidad de los mensajes, repositorios sonoros o la posibilidad de que el usuario se construya una radio a su medida, con lo que se incrementa la idelidad de los oyentes. “Además de la difusión en streaming, las webradios incorporan nue- vas formas de consumo on demand que favorecen la construcción de una radio a medida del usuario. La disposición de sus contenidos para un acceso diacrónico no sólo permite a las webradios lexibilizar la expe- riencia del radioescucha sino que constituye… una de las principales bazas para idelizar a los oyentes”. Internet facilita una interacción con el medio y con otros usuarios: “La radio en internet ha estrechado la relación con su audiencia y fo- mentado nuevos canales de participación basados en la interactividad al frente de los cuáles se han situado las redes sociales”. El oyente realiza comentarios y añade información y mencionan como “Cebrián Herreros se reiere a esta nueva tipología de radioescu- chas como ‘usuarios-oyentes’”. En este artículo se incluyen los resultados de una encuesta realizada a 90 estudiantes universitarios españoles y 45 portugueses, todos ellos estudiantes de Ciencias de la Comunicación y nativos digitales. De ellos, el 43% escuchó una emisora de radio en la última semana y el 23% se considera usuario habitual de radios en Internet. En relación a los oyentes de la radio tradicional se menciona la redu- cida idelidad que tienen a una emisora concreta, “incluso entre aquellos individuos que responden al peril de radioyentes habituales la asocia- ción de sus preferencias de consumo a una emisora concreta resulta bas- tante limitada, lo que implica una escasa idelización de las emisoras en estas franjas de público”. Ésta es una realidad que ya se ha comentado en el anterior artículo aunque referida a los jóvenes catalanes. 4. La publicidad y la audiencia radiofónicas 59 Por otra parte, los usuarios de radio online presentan unas tenden- cias de consumo muy próximas a las del medio tradicional, indicando que son “oyentes que han encontrado en Internet una nueva forma de acceso a los contenidos de sus emisoras habituales… su consumo online se centra prácticamente en los contenidos en streaming en directo o bajo demanda”. Y las causas del reducido consumo de radio online por los jóvenes co- mentan que son: “bajo consumo de la radio convencional; lenta implan- tación de webradios, con contenidos adecuados a las posibilidades del medio radiofónico en Internet; o la vinculación de las generaciones más jóvenes de radioyentes al consumo de radiofórmula musical”. Pero en Internet hay distintas plataformas con contenidos musicales, por ejemplo Spotify, que compiten con los contenidos de la radio y que permiten que el usuario se construya su propia lista en función de sus gustos. De hecho, un 5% de los encuestados confundieron Spotify con una webradio. Estos autores mencionan que las webradios tienen un elevado poten- cial para los nativos digitales: consumo en movilidad, contenidos enri- quecidos, facilidad de acceso a los contenidos, comunidades de usuarios- oyentes. Y airman que “las emisoras deberían convertir sus plataformas de radio online en verdaderas webradios y sacar —de este modo— mayor partido del medio”. Por último, se exponen las principales conclusiones del artícu- lo La democratización del proceso comunicativo en radio: los jóvenes prosumidores (2014) realizado por Nereida López y Leire Gómez. En pri- mer lugar señalan la pérdida de audiencia juvenil (14 a 24 años) que ha sufrido la radio tradicional, que pasaron de suponer el 20,1% de la au- diencia en el EGM correspondiente al año 2000 al 13,3% en el 2012. En el artículo se incluyen los resultados de una encuesta realizada entre oc- tubre de 2011 y noviembre de 2012 a 956 jóvenes de entre 18 y 25 años que se seleccionan “a partir de los centros educativos a los que acuden”: se incluyen tanto universidades públicas como privadas de 11 regiones. Los jóvenes preieren los nuevos soportes para oír la radio. Y la escu- chan de manera preferente en casa y en el coche; en tercer lugar, aun- Julio Larrañaga-Rubio 62 InfoAdex (2014). Resumen del Estudio InfoAdex de la inversión publicitaria en España. Madrid: InfoAdex (disponible en http://www.infoadex.es). Lamas, C. (2002). El uso de la tecnología en la medición de las audiencias. AIMC. (disponible en http://www.aimc.es). López, N. y Gómez, L. (2014). La democratización del proceso comunicativo en radio: los jóvenes prosumidores. Revista de Comunicación Vivat Academia (126). Martí, J.M. et al. (2010). La crisis del consumo radiofónico juvenil en Cataluña. Quaderns del CAC (34). Pérez Rufí, J.P. (Coord.) (2013). Nuevos tiempos para la industria radiofónica en España. Grupo de investigación Eumed.net. Málaga: Universidad de Málaga. Piñeiro-Otero, T. y Ramos, F. (2012). El complejo salto de la radio convencional a la webradio. Usos y percepciones de los universitarios. Revista de Comunicación Vivat Academia (22). Rodero, E. (2012). Publicidad y continuidad: evolución y desafíos. En Gallego Pérez J.I. y García Leiva M.T. (Coordinadores), Sintonizando el futuro: Radio y producción sonora en el Siglo XXI. Madrid: Instituto RTVE. 65 5. La radio comercial Los ingresos de los principales grupos radiofónicos Bonet comenta en su artículo Nuevos caminos para la radio. Un proceso productivo digital para un negocio analógico (2007), la elevada dependen- cia que tiene la radio de la publicidad: “El negocio radiofónico responde a un encaje estructural entre el producto (programación), la cobertura (audiencia) y la inanciación (básicamente, publicidad), sometido a los rigores y la arbitrariedad del proceso concesional” (Bonet, 2007). Por ello, la reducción de la inversión publicitaria ha provocado una caída de los ingresos de la industria. Según la información proporciona- da por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC): “El sector radiofónico experimentó en 2013 un retroceso del 10,9% en sus ingresos comerciales y obtuvo una facturación de 318,4 millones de euros” (CNMC, 2014). Por otra parte, se deine el negocio de la radio en España como “oli- gárquico, muy concentrado (básicamente por la vía del crecimiento ex- terno) pero de fuerte base local” (Bonet, 2007). Además, el incremento del número de licencias “ha derivado en una mayor fragmentación del mercado y la necesidad de buscar auténticas sinergias mediáticas y re- ducción de costes, generalmente aplicando economías de escala (la emi- sión en cadena es buena muestra de ello)” (Bonet, 2007). En el año 2013 se agravó la estructura de oligopolio de la industria radiofónica española, debido a que el cuarto operador del mercado por tamaño, Radio Publi, que gestionaba ABC Punto Radio, se integró en la COPE, a principios del año, con lo que se produce una mayor concentra- ción de los ingresos publicitarios en las tres grandes cadenas. Según la información que proporciona la CNMC, el 95,3% de los ingresos publici- tarios se concentra en los tres grandes operadores privados de ámbito nacional: Julio Larrañaga-Rubio 66 • Cadena SER: mantiene su liderazgo con una cuota del mercado de la facturación del 44,9% y unos ingresos comerciales de 142,9 mi- llones de euros (caída del 6,3%, con respecto a las cifras del año anterior). • Cadena COPE de Radio Popular: con 80,8 millones (con una dismi- nución en inversión publicitaria, en relación a la cifra del 2012, del 10%). • Onda Cero (grupo Uniprex): con 79,7 millones (y una reducción anual del 2%). • El conjunto del resto de operadores obtuvieron “conjuntamen- te, 14,9 millones de euros tras contabilizar una disminución del 16,2%” (CNMC, 2014). Evolución de las tres grandes cadenas españolas de radio comercial A continuación se realiza un análisis de la evolución de las tres grandes cadenas de radio comercial: Cadena SER, Onda Cero y Cadena COPE y para ello se utilizará la información proporcionada por el artículo: La radio privada mantiene el descenso de ingresos y nuevas pérdidas económicas, (2014) incluido en el número 350 de Noticias de la Comunicación. En primer lugar, se expone la evolución de la cifra neta de negocios; la caída de la publicidad ha afectado a las cifras de negocio de las cadenas: 2012 2013 Cambio % SER 154.251 143.456 -7,0 Uniprex 81.322 79.701 -2,0 Radio Popular 88.462 79.442 -10,2 Cifra neta de negocios en 2013 (por cadenas) (en miles de euros) En lo que se reiere a la cuota de negocio, la Cadena SER sigue mante- niendo el liderazgo, seguida por Radio Popular (Cadena COPE) y el grupo Uniprex. 5. La radio comercial 69 2012 2013 Cambio % SER 988 958 -3,04 Uniprex 566 557 -1,59 Radio Popular 732 698 -4,64 Número de empleados en 2013 (por cadenas) El Margen por empleado es igual a Ventas por empleado – Coste por empleado = Cifra neta de negocio/empleados – Gastos de personal/em- pleados. En el último año únicamente aumentó el margen por empleado en Uniprex. 2012 2013 Cambio % SER 104,18 96,34 -7,53 Uniprex 100,42 101,38 0,96 Radio Popular 72,60 68,02 -6,30 Margen por empleado en 2013 (por cadenas) (en miles de euros) Bibliografía Bonet, M. (2007). Nuevos caminos para la radio. Un proceso productivo digital para un negocio analógico. Revista Telos (73). Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) (2014). Informe Económico de las Telecomunicaciones y del Sector Audiovisual 2014. Sector audiovisual, pp. 134-135. Muñoz, A. (2009). Análisis de estados inancieros. Teoría y práctica. Madrid: Ediciones Académicas. VVAA (2014). La radio privada mantiene el descenso de ingresos y nuevas pérdidas económicas. Noticias de la Comunicación (350). Octubre 2014, pp. 29-58. 71 6. La radio pública RNE El ejército franquista crea en el año 1937 en Salamanca la primera emi- sora de Radio Nacional de España (RNE) como arma propagandística. Al terminar la Guerra Civil (1939) se redistribuye el espacio radiofónico en- tre empresarios y personas vinculadas al régimen, la Iglesia católica y emisoras públicas, por ello se crean un elevado número de emisoras: “El localismo será la solución perfecta para el nuevo régimen, ya que le per- mite contentar a diversas familias políticas y fracciones —nacimiento y proliferación excesiva de nuevas emisoras— y, al mismo tiempo, garan- tiza su control, por la vía de la potencia de emisión” (Bonet, 2004). En los años 50 se empiezan a constituir en cadenas de emisoras. Se crean: Red de Emisoras del Movimiento (REM, 1954), Cadena Azul de Radiodifusión (CAR, 1958) y Cadena de Emisoras Sindicales (CES, 1961). Son radios parapúblicas y en 1978 todas ellas se fusionan forman- do Radio Cadena Española (RCE). La radio pública se organiza en dos grandes redes: Radio Nacional de España y Radio Cadena Española (RCE), que se fusionan en el año 1988. Las dos grandes leyes que deinen el actual modelo de radio pública en España son el Estatuto de la Radio y la Televisión (ley 4/1980), en donde se establece que la radio y la televisión son servicios públicos esenciales cuya titularidad correspondía al Estado y la Ley 17/2006 de la Radio y la Televisión de Titularidad Estatal, que crea la Corporación de Radio y Televisión Española (CRTVE) como sociedad mercantil estatal. Esta última ley trajo una reducción del 44% de plantilla. El objetivo prin- cipal era acabar con la deuda endémica del ente, para ello se produjo una reducción de los centros territoriales y la prejubilación de 2.150 trabajadores mayores de 52 años. La aplicación de esta ley “signiicó un repliegue de la radio pública estatal para situarla en una posición similar a la que Radio Nacional tenía en los inicios del régimen democrático” (Arboledas, 2012). Julio Larrañaga-Rubio 74 extremeña apenas alcanzó los 24” (Badillo y Pérez, 2012). Por su parte, no hay una radio pública autonómica en las siguientes comunidades: Cantabria, Castilla y León, Navarra y La Rioja, que “todavía no cuentan con un ente público de radiodifusión, aunque están hechas las reservas de sus frecuencias” (Badillo y Pérez, 2012). Las radios municipales (radio pública local) Las radios municipales o radios públicas locales nacen al principio de la etapa democrática: “el antecedente de la radiodifusión municipal hay que buscarlo en las experiencias de radios libres surgidas con el clima político y social previo a las primeras elecciones municipales de 1979” (Badillo y Pérez, 2012). La primera de ellas es Rádio Arenys, en Areyns de Mar (Barcelona), en 1979; surgen por todo el país pero adquieren una mayor relevancia en Cataluña y Andalucía. En esta etapa inicial se encuentran en una situación de alegalidad y son reguladas en el Plan Técnico de 1989 que “establece las bases técni- cas para la regulación de radios municipales, cuya normativa llegará con la ley 11/1991 de 8 de abril, de Organización y Control de las Emisoras Municipales de Radiodifusión Sonora” (Badillo y Pérez, 2012). Las radios municipales son “una iniciativa ligada a los habitantes de la población, que se convierten en protagonistas y motores de la comu- nicación local y de la participación ciudadana” (Franquet, 2008a). Estas radios son un servicio que ofrecen los ayuntamientos a sus ciudadanos para fortalecer la práctica comunicativa en el ámbito local y se establece que son: “un equipamiento más al alcance de todo el mundo, sin distin- ciones de ideología y procedencia social. Son emisoras creadas sin ánimo de lucro y se encuentran vinculadas al ayuntamiento, pero no como por- tavoces, sino como un servicio más que se ofrece a los ciudadanos de un pueblo o ciudad, con una total autonomía de los equipos que la hacen, y con pleno respeto a la libertad de expresión” (Prado y Piany, 1985) (cita- do por Franquet, 2008b). 6. La radio pública 75 Los ayuntamientos son gestores directos de las radios municipales que pueden inanciarse recurriendo a la publicidad, aunque la ley pro- híbe que formen cadenas de emisoras o que sean gestionadas indirecta- mente. En la Ley 7/2010 se amplía el período de concesión de las licencias de 10 a 15 años de duración y cuando se cumplen determinados requisitos la renovación es automática. En muchos ayuntamientos se crearon radios municipales, inclusive se comenta que “todos los partidos políticos del arco parlamentario apoya- ron a una emisora municipal en alguno de los ayuntamientos en los que tenían mayoría” (Franquet, 2008b), aunque actualmente es muy difícil conocer el número exacto de radios municipales que existe ya que “es muy difícil contrastar con fuentes iables el tamaño real de esta par- te del sistema radiofónico, las estimaciones realizadas por la SGAE para 2009 hablan de 373 estaciones municipales con emisión efectiva a lo lar- go de ese año” (Badillo y Pérez, 2012). Por otra parte, muchas de las radios municipales no cumplen en la ac- tualidad de una forma correcta su papel de mecanismo para fortalecer la práctica comunicativa que contempla la realidad local ya que se comenta como “numerosas iniciativas tipiicadas bajo la etiqueta de ‘emisora mu- nicipal’ se encuentran más o menos cumpliendo los preceptos originales que les dieron vida. Unas emisoras que deben compartir su existencia con otras iniciativas comerciales sin licencia que intentan desplazarlas de sus tradicionales frecuencias” (Franquet, 2008b). Estas emisoras comerciales ilegales que compiten con las radios muni- cipales se especiica que se beneician del incumplimiento de la norma- tiva, lo que es una permisividad inusual en otros entornos radiofónicos (Franquet, 2008b). Aunque hay muchas diferencias entre las distintas emisoras muni- cipales debido a que “constituyen un heterogéneo grupo con notables diferencias entre las pertenecientes a las capitales y las instaladas en pequeñas poblaciones rurales. En algunas comunidades autónomas, es- tas emisoras se han integrado en redes que les permiten compartir pro- gramas” (Arboledas, 2012). Julio Larrañaga-Rubio 76 Se pueden establecer tres grandes grupos en la tipología de las ra- dios municipales (Franquet, 2008b): el primero lo integran las radios que mantienen todavía su criterio inicial de servicio público. Un segundo formado por un número muy elevado de radios que no disponen de la inanciación adecuada lo que diiculta el desempeño de su papel de ser- vicio público y el tercero compuesto por radios “escoradas hacia la ver- tiente económica”, con una privatización encubierta o abierta del ser- vicio de radio… En algunas comunidades autónomas esta tendencia se ha acentuado en los últimos años y el espíritu inicial impulsor de una comunicación local al servicio de la comunidad ha dejado paso a una preocupación constante por conseguir la supervivencia o la rentabilidad económica. Otro fenómeno que se produce en las radios municipales es la sub- contratación o cesión de la emisora usualmente a pequeños grupos de comunicación o empresarios locales (Franquet, 2008b). Impacto de la crisis económica en la financiación de las radios públicas La inanciación de la radio pública se ha visto en los últimos años muy reducida debido a los ajustes presupuestarios motivados por la crisis económica. En el análisis de la evolución de los ingresos obtenidos por RTVE entre los años 2008 y 2011 por aportaciones de Estado, subvencio- nes y legados recibidos se aprecia que la cantidad máxima corresponde al año 2008, posteriormente hay una pequeña disminución en 2009 y 2010 y una reducción en 2011 que origina unos recortes en personal y amortizaciones. La cuantía de déicit es considerable, aunque se redujo en los últimos años por los recortes (Pérez Rufí, 2013). La crisis económica, así como el nuevo modelo de inanciación han reducido considerablemente los ingresos de RTVE. En el 2010, primer año que se aplicó la nueva ley de inanciación, recibió 189 millones de euros de las operadoras de telecomunicaciones y 90 de las televisiones. Pero esta cantidad disminuyó en 2013 ya que “las primeras contribuyeron 6. La radio pública 79 ayudas a la prensa, promulgó leyes de apoyo a la cinematografía, im- pulsó la televisión regional, inició la apertura a la iniciativa privada en televisión, etc. Desde el punto de vista de los aspectos económicos de RTVE se consi- dera que hubo dos etapas: los años ochenta del monopolio público y los noventa del sistema competitivo. Durante los años 80, RTVE todavía gozaba de una situación de mono- polio, por ello durante muchos años estaba en una situación de superá- vit económico. En el año 1983 Miguel Boyer (ministro de Hacienda) reti- ra la subvención de 7.000 millones de pesetas a RTVE, por lo que pasó a inanciarse exclusivamente con los ingresos publicitarios. Por lo tanto, se produce un drástico cambio de su modelo económico. En estos años también cambia el mercado publicitario, aumentando tanto el volumen de publicidad como su coste. Pero la entrada de las te- levisiones privadas implicó una pérdida de ingresos publicitarios para la RTVE que ya no tenía su privilegiada situación de monopolio. De manera que en el año 1993 la publicidad en las televisiones privadas supone ya el 46,2% de los ingresos publicitarios totales mientras que los de RTVE son el 39,3% y el 14,5% los de las televisiones autonómicas. Debido a la elevada pérdida de ingresos publicitarios que sufrió en el año 1993 “el Gobierno accede a suscribir un primer contrato-programa que contempla sólo el coste de actividades marginales del servicio pú- blico, como el de Radio Nacional de España y la Orquesta y Coros. Pero las subvenciones aprobadas esos años, entre los 191 millones de euros de 1993 y los 132 de 1996 no alcanzaban siquiera para pagar los gastos de radio, privada ya de publicidad”. También se elabora un plan de viabilidad de RTVE con el in de in- tentar resolver su progresivo e imparable nivel de endeudamiento. Dicho plan estratégico se basaba en los siguientes cinco puntos: control del gasto, reducción de plantilla, programación de calidad, menor ocupación publicitaria y reestructuración interna de la organización. Dicho plan no fue aprobado por el Consejo de Administración en 1994, con la única excepción del punto referido a la disminución de la plantilla. Julio Larrañaga-Rubio 80 La situación económica es tan crítica que el Tribunal de Cuentas es- peciica que, en esta etapa, RTVE entra en una situación de quiebra téc- nica —el pasivo de la empresa es mayor que su activo y la empresa no tiene capacidad para poder cumplir con sus obligaciones—. Por su parte, los canales autonómicos en un elevado porcentaje se inancian con subvenciones públicas, un 44% en el año 1996. Y las tele- visiones privadas sufrieron pérdidas hasta el año 1996; en dicho año el volumen de las pérdidas acumuladas eran mayores que el valor que tenía su actividad. La consolidación de las audiencias de las televisiones privadas y de las autonómicas conlleva una pérdida de audiencia de TVE. Y el ente pú- blico reduce de manera drástica la producción de icción y la colabora- ción con el cine. 4. La economía de la radiotelevisión en la etapa del Partido Popular Entre los años 1990 y 1999 el sector audiovisual movió 4,1 billones de pesetas, desagregados en 1,30 billones correspondientes a ingresos de la televisión privada por publicidad y abono; 1,53 de las televisiones pú- blicas por subvenciones y pérdidas autorizadas y 1,24 por publicidad y otros ingresos de las televisiones públicas. Y se estima que únicamente 250.000 millones serían ingresos de la radio. En el año 1997 comienza un nuevo período de expansión publicitaria que concluye en 2001. La caída de los ingresos publicitarios agrava la situación de RTVE, que únicamente contaba con unas subvenciones del 5% de sus ingresos totales. Por ello, se autoriza que incurra en un mayor endeudamiento que alcanza en el año 2004 los 6.892 millones de euros. Se realiza un nuevo plan marco para el período 2002-2004 y el Estado deja de asumir la deuda del ente. Se propugnan como soluciones la re- ducción de las plantillas y el cierre de centros territoriales, que al inal no se llegaron a cerrar. Por su parte, Antena 3 y Telecinco denuncian ante la Comisión Europea “las ayudas estatales y la discriminación regulatoria de RTVE 6. La radio pública 81 frente al resto de cadenas”. La Comisión Europea dictamina en el año 2003, recomendando las siguientes medidas: un régimen de ayudas transparentes con asignación adecuadas de los costes del servicio pú- blico, la separación inmediata de cuentas con respecto a las actividades comerciales y la inalización de la exención del impuesto de sociedades. Un claro ejemplo del diferente modelo de inanciación de la radio te- levisión pública seguido en España con respecto al imperante en la ma- yoría de los países europeos es el reducido porcentaje que supone en nuestro país la inanciación con dinero público respecto a la cifra total de inanciación. En el año 1998, únicamente supone el 11,5% en España, en cam- bio, se eleva hasta el 76,4% en Alemania, un 50% en Italia y el 43% en Francia. 5. La economía de la radiotelevisión en la etapa de Zapatero La etapa se inicia con la constitución del Consejo de Sabios que marcará las decisiones estructurales de RTVE y, por extensión, del resto de las televisiones privadas y autonómicas; así como el Plan Digital para acabar con las emisiones analógicas de TV y pasar a un modelo de TDT. Aunque esto último no se ha producido en el caso de la radio. El apagón tecnológico se produce el 3 de abril de 2010 y con ello culmina el proceso de migración hacia la TDT, aunque se producen dos graves problemas de planiicación: la falta de ubicación de la banda destinada al ‘dividendo digital’ para la telefonía móvil —que se está pro- duciendo y culminará en este 2015— y la falta de reantenización de los hogares españoles. En los años 2009 y 2010 se elaboran una serie de decretos leyes muy relevantes en el campo audiovisual. La Ley 7/2009, que permite la simultaneidad entre la titularidad de diferentes concesionarios televisivos, especiicando un límite del 27% de la audiencia. 85 7. La radio comunitaria Evolución histórica En las sociedades actuales cada vez está más extendida la idea de clasi- icar las actividades en tres grandes sectores: sector privado mercantil, sector privado no lucrativo o tercer sector y sector público. Este tipo de clasiicación facilita el poder “diferenciar entre la actividad no lucrativa realizada por el sector público del privado a la vez que se distingue dos tipos de entidades privadas. Sin embargo esta clasiicación, surgida de una doble negación (no público y no lucrativo), convierte al tercer sector (en sus distintos ámbitos) en un espacio excesivamente heterogéneo” (García García, 2013). Desde el punto de vista de los medios de comunicación se airma que “tanto en el panorama mundial como en el Estado español existe un Ter- cer Sector de la Comunicación conformado por los medios comunitarios sin ánimo de lucro y gestionados de manera horizontal por los colectivos sociales y la ciudadanía. Dichos medios se han convertido en platafor- mas de acceso a la comunicación para quienes no tienen voz y en espa- cios para la expresión y la participación ciudadana” (Meda, 2012). Las radios del Tercer Sector se deinen como “actores privados que tienen una inalidad social y se caracterizan por ser gestionadas por or- ganizaciones sociales de diverso tipo sin ines de lucro (García García, 2013). De hecho, tienen su origen en la necesidad de comunicar temas ex- cluidos de las programaciones de los grandes grupos radiofónicos “sur- gen como oposición a las radios privadas y públicas a las que acusan de excluir los puntos de vista e intereses de ciertos grupos sociales a los que marginan en sus emisiones” (Franquet, 2008b). La existencia de este tipo de radio cuestiona el actual modelo de comunicación. El ciudadano tiene derecho a la comunicación. La audiencia también quiere participar en las decisiones clave de la emisora comunitaria y no Julio Larrañaga-Rubio 86 son solamente unos oyentes pasivos. Las radios comunitarias permiten la democratización del medio de comunicación radio. “El derecho a la comunicación está ampliamente reconocido tanto en las legislaciones nacionales como en las internacionales… la emisión de información por cualquier medio de difusión no es exclusiva de los profesionales de la comunicación y, mucho menos aún, de los grandes conglomerados mediáticos. Es un derecho de cualquier ciudadano y, por tanto, este debe ser tratado no solo como mero receptor del mensaje sino también como emisor activo” (Meda, 2012). “Las experiencias etiquetadas como comunicación alternativa, vin- culada a colectivos y movimientos sociales, pretenden integrarse a la gestión social y acceder al espacio público dentro de un estatus de legi- timidad. En esencia, estos colectivos de presencia discontinua necesitan encontrar canales especíicos para expresar su ideario y desarrollar su función” (Franquet, 2008b). El objetivo fundamental de las radios comunitarias es facilitar el de- recho a la información de todos los ciudadanos, incidiendo en aquellos temas informativos que no forman parte de los contenidos de las ra- dios comerciales y de las radios públicas: “los temas y formatos menos comerciales, típicamente relacionados con misiones de servicio público, resisten en las emisoras con ines sociales y educativos, y con una fuerte base local de espíritu comunitario” (García Leiva, 2012). Para conseguir unos niveles adecuados de cohesión social es básico el derecho al acceso: “el derecho al acceso es un elemento clave para la co- hesión social y son los medios de proximidad los que pueden facilitar de manera natural este derecho” (Franquet, 2008b). Además la radio tiene una serie de propiedades idóneas para garanti- zar la cohesión social, aunque para ello es imprescindible “impulsar po- líticas que permiten el acceso social/cultural sobre el comercial y evitar que el acceso comercial impida el primero. Este principio es factible lle- varlo a cabo mediante emisiones radiofónicas, ya que la radio ha demos- trado con creces su capacidad integradora, favorecedora del diálogo y de las relaciones humanas, que luyen más allá del propio mensaje radiofó- nico” (Franquet, 2008b). 7. La radio comunitaria 89 La AERC airma que la proliferación de emisoras ilegales destruye el futuro económico de las emisoras legales y lo justiica especiicando que el número de ilegales existentes (2.928) triplica a las legales (1.191) (Franquet, 2008b). Pero es muy elevado el número de cadenas legales que realizan prác- ticas no autorizadas o ilegales: “en la actualidad, la mayoría de cadenas públicas y privadas realiza alguna práctica ilegal o no autorizada y, en consecuencia, se beneicia también del incumplimiento de la normati- va vigente. En algunos casos se aumenta la potencia de los emisores, se instalan repetidores ilegales, se ocupan frecuencias no concedidas o se incumplen los compromisos adquiridos acerca de la programación local o de proximidad a emitir” (Franquet, 2008b). Por otra parte, se presenta un problema de tipo terminológico a la hora de deinir a este tipo de emisoras de radio. Usualmente se las sue- le denominar como: comunitarias, libres, del tercer sector, alternativas, educativas, culturales, etc. Por su parte, “la tendencia en Europa es de- nominarlas comunitarias o del tercer sector (Lewis, 2008). En general, bajo esa etiqueta se agrupan todas las emisoras que no son públicas ni tienen ánimo de lucro, es decir, los medios alternativos a los medios tra- dicionales (Lewis, 1995)” (Badillo y Pérez, 2012). Aunque inicialmente en Europa se las solía denominar como radios libres, con el paso del tiempo se sustituyó por la terminología más uti- lizada internacionalmente de radios comunitarias: “en Europa ha esta- do muy extendido el término de radio libre aunque con el tiempo se ha incorporado el de radio comunitaria… A nivel internacional, el con- cepto más extendido es el de radio comunitaria” (García García, 2013). Por ejemplo, así se las denomina por parte de los siguientes organismos: ONU, UNESCO o Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC). Por parte de la AMARC se deine a las emisoras comunitarias como “actores privados que tienen una inalidad social y se caracterizan por ser gestionadas por organizaciones sociales de diverso tipo sin ines de lucro. Su característica fundamental es la participación de la comuni- dad tanto en la propiedad del medio, como en la programación, admi- nistración, operación, inanciamiento y evaluación. Se trata de medios Julio Larrañaga-Rubio 90 independientes y no gubernamentales, que no realizan proselitismo re- ligioso ni son de propiedad o están controlados o vinculados a partidos políticos o empresas comerciales” (García García, 2013). Aunque el tercer sector es “un espacio excesivamente heterogéneo formado por actividades con más elementos diferenciales que comu- nes… muchas radios no se sienten relejadas en la denominación de Ter- cer Sector Audiovisual porque no recoge sus especiicidades y las agrupa con otras emisoras de las que se sienten muy distintas” (García García, 2013). Por su parte, la Red de Medios Comunitarios (ReMC) nació en España en mayo de 2009 con la personalidad jurídica de federación de asociacio- nes y se autoinancia por medio de las cuotas de sus distintas emisoras asociadas: “las entidades que componen la federación, aun cumpliendo obviamente con la características básicas que ha de tener un medio co- munitario… son muy heterogéneas entre sí y poseen diferentes métodos de organización y gestión. Ello no ha impedido el desarrollo de un traba- jo común y colectivo a nivel estatal y, lo más importante, una actividad de presión legal hacia las autoridades pertinentes” (Meda, 2012). Con datos correspondientes al año 2011, se estima que existen unas 6.582 emisoras FM en España, de ellas 3.747 tiene licencia y 2.835 son radios sin licencia. Y únicamente entre 200 y 300 “se corresponden con radios libres y comunitarias, emisoras educativas y universitarias y otras de tipo cultural o social” (García García, 2013). Se considera que la mayoría de las radios sin licencia son pequeñas emisoras locales comerciales independientes de las grandes cadenas y el segundo grupo más numeroso son las radios religiosas. Y también exis- ten unos puntos de emisión sin licencia de las grandes cadenas de radio en aquellas zonas geográicas donde no tienen cobertura (García García, 2013). Las únicas radios comunitarias con licencia son: Radio Klara de Valencia (fecha de la licencia: 1989) y Xorroxin Irratia en Lesaka, Navarra (fecha de la licencia: 1998) (García García, 2013). 7. La radio comunitaria 91 La legislación española y las radios sin ánimo de lucro La existencia de emisoras de radios sin concesión “debe relacionarse con la tolerancia mostrada por las sucesivas administraciones hacia este tipo de estaciones y con las carencias legislativas a la hora de abordar el fenómeno de las radios libres, alternativas o comunitarias” (Arboledas, 2012). Aunque hay referencias a las emisoras del tercer sector en distin- tas disposiciones legales, hasta la Ley General de la Comunicación Audiovisual (LGCA: Ley 7/2010, de 31 de marzo) las emisoras comunita- rias: “han vivido prácticamente en el limbo legal hasta la LGCA, que re- conoce y regula los servicios de comunicación audiovisual sin ánimo de lucro” (Arboledas, 2012). Aunque en el Plan Técnico del 1979 se podían conceder emisoras edu- cativas y culturales a favor de entidades públicas o privadas sin ines de lucro, no lo hicieron ni el gobierno central ni tampoco las cuatro comu- nidades que asumieron competencias. También la Ley 31/1987, de 18 de diciembre, de Ordenación de las Telecomunicaciones (LOT) se abre a la posibilidad de concesión de licencias para ellas. Y “al amparo del Plan Técnico de 1989 comunidades autónomas como la valenciana o la gallega aprovecharon los concursos para adjudicar dos y tres licencias, respecti- vamente, para entidades sin ines de lucro” (Arboledas, 2012). Pero nin- guna comunidad más lo hizo. Se considera que la falta de voluntad política de los distintos gobier- nos, tanto autonómico como el gobierno central es “una carencia de la joven democracia española que debe relacionarse con la concepción he- redada del franquismo y compartida por todos los partidos políticos, se- gún la cual los medios audiovisuales pueden ser instrumentos al servicio de los gobiernos y de los grupos políticos” (Arboledas, 2012). Pero la realidad de las radios comunitarias también se extendió a otros medios: “el fenómeno de las radios alternativas se fue extendien- do también a las televisiones locales, sector que creció desde los años 80 sin ninguna regulación legal”. En la Ley 56/2007 del Impulso de la Julio Larrañaga-Rubio 94 Bibliografía Arboledas, L. (2012). Regulación y políticas públicas: dispersión legislativa y clientelismo político. En Gallego Pérez, J.I. y García Leiva, M. (Coordinadores), Sintonizando el futuro: Radio y producción sonora en el Siglo XXI. Madrid: Instituto RTVE. Badillo, A. y Pérez, M. (2012). Estructura del mercado radiofónico español. Transformaciones y tendencias del clivaje público/privado. En Gallego Pérez, J.I. y García Leiva, M. (Coordinadores), Sintonizando el futuro: Radio y producción sonora en el Siglo XXI. Madrid: Instituto RTVE. Bonet, M. (2004). ¿Quién teme a la radio local? Quaderns del CAC (18). García García, J. (2013). Transformaciones en el Tercer Sector: el caso de las radios comunitarias en España. AdComunica (5). García Leiva, M.T. (2012). Radio y producción sonora: transformaciones en marcha y nuevas perspectivas. En Gallego Pérez, J.I. y García Leiva, M.T. (Coordinadores), Sintonizando el futuro: Radio y producción sonora en el Siglo XXI. Madrid: Instituto RTVE. Franquet, R. (2008b). Radio digital en España: incertidumbres tecnológicas y amenazas al pluralismo. Madrid: Fundación Alternativas. Meda, M. (2012). La experiencia de la Red de Medios Comunitarios de España: la batalla de la ciudadanía por el medio radiofónico. En Gallego Pérez, J.I. y García Leiva, M. (Coordinadores), Sintonizando el futuro: Radio y producción sonora en el Siglo XXI. Madrid: Instituto RTVE. 95 8. La radio digital Concepto de radio digital La digitalización de la radio es como comenta Bonet, citando a Francesc Ribes un “proceso por el cual una señal analógica se convierte en una señal digital. Dicho de otra forma, es representar mediante números la forma continua de una onda” (Bonet, 2011). La digitalización de la radio ha transformado tanto sus estándares técnicos como la forma de distribución de la señal. La radio digital es la transmisión y recepción de sonido procesado utilizando la compre- sión digital del audio, sistema comparable a la tecnología de la industria discográica que en el mundo digital ha supuesto la mayor revolución tanto en los sistemas de producción como de modelos de negocio (Bonet, 2011). Para que sea considerada radio digital debe producirse la conver- sión del audio analógico en audio digital en todas las fases del proceso: captación del sonido (grabación), tratamiento (edición), difusión y re- cepción de dicha señal. No obstante, en el campo de la radio digital existe todavía bastante indeinición ya que hay distintos estándares y plataformas de distribu- ción que tienen que encajar tanto en los sistemas de producción de la industria como en el interés de los oyentes. Con la digitalización, los productos de los distintos medios quedan uniformados, ya que vídeo, audio y texto quedan convertidos en ceros y unos, por lo no tiene sentido marcar diferencias entre medios ya que al estar uniformizados sus productos “pueden ser distribuidos sin atender demasiado a qué les hacía diferentes antes como medios: radio, televi- sión, prensa” (Bonet 2012). Por lo tanto, la digitalización “coniere una mayor versatilidad a los productos culturales” (Bonet, 2011) y con ella se ve alterada la división clásica de los productos culturales establecida por Flichy y otros autores entre: Julio Larrañaga-Rubio 96 1. Las mercancías culturales como “los productos que se venden en un mercado y tienen valor de uso especíico ligado a la personali- dad de los trabajadores que la han concebido, como es el caso de discos, películas de cine o vídeo y libros (edición discontinua)” (Bonet, 2011). 2. “La producción de lujo o cultura del aluvión está constituida por los productos caracterizados por la continuidad y amplitud de su difusión, moviéndose entre la cultura y la información (edi- ción continua, prensa, y la difusión continua, radio y televisión)” (Bonet, 2011). “Los productos de un día vuelven obsoletos los del día anterior” (Bonet, 2007). Comenta Bonet que “los últimos quince años han sido testigos de un proceso mediante el cual empezaban a observarse características de con- tinuidad en la industria de la edición discontinua (por ejemplo, en las colecciones, los fascículos) al tiempo que se iniciaba un cierto grado de editorialización en las industrias de difusión continua (televisión y ra- dio temática, televisión codiicada)” (Bonet, 2011). También señala Bonet como “la convergencia tecnológica permite la multiplicación de plataformas de distribución en las que los productos culturales se pueden tratar indistintamente gracias a su naturaleza bi- naria” (Bonet, 2007). Y airma también que “por ello, son cada vez más los autores que ha- blan de distribución de audio o de vídeo más que de radio o televisión” (Bonet, 2007). En el producto digital existe una clara tendencia a la convergencia entre la editorialización y el empaquetamiento del producto, lo que hace que exista un debate intenso en relación a si existe un modelo especíi- co de radio digital en contraposición a la radio analógica o si el podcas- ting es considerado radio o productos empaquetados por Internet. Debido a la digitalización y a la convergencia se ha incrementado la competencia de las empresas radiofónicas ya que “otras empresas están ofreciendo servicios análogos a los que hasta ahora representaba en ex- clusividad el medio radiofónico” (Bonet, 2011).
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