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El Barroco: Edad de Oro de la Poesía en España, Apuntes de Lengua y Literatura

Literatura BarrocaHistoria de la Literatura Española

El documento ofrece una introducción al Barroco, una etapa cultural que abarca desde finales del siglo XVI hasta la primera década del XVIII. Se trata de un período en que se produce una evolución de las ideas del Renacimiento, caracterizada por la continuidad y la aparición de rasgos diferenciadores. Se destaca la importancia de la poesía en este siglo, con una gran variedad de formas, estilos y temas. Se mencionan los poetas Lope de Vega, Luis de Góngora y Francisco de Quevedo, y se analizan algunos de sus obras.

Qué aprenderás

  • ¿Cómo se diferencia la poesía del Barroco de la del Renacimiento?
  • ¿Qué caracteriza a la poesía del siglo XVII en España?
  • ¿Qué temas abordaban los poetas del Barroco?
  • ¿Qué poetas se destacan durante este período y qué obras de ellos se mencionan?
  • ¿Qué significa el término 'Barroco' en el contexto cultural?

Tipo: Apuntes

2021/2022

Subido el 19/04/2022

nathalia-villalta
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¡Descarga El Barroco: Edad de Oro de la Poesía en España y más Apuntes en PDF de Lengua y Literatura solo en Docsity! Literatura barroca española. Siglo XVII LITERATURA BARROCA Se denomina Barroco al periodo que sigue al Renacimiento. El término, que se aplicó primero a las artes plásticas, designa comúnmente la época que abarca desde finales del siglo XVI hasta la primera década del XVIII, en que comienza el Neoclasicismo. En Literatura, la unión de estos dos siglos (XVI y XVII) es denominada “Siglos de Oro”. El siglo XVII ha sido considerado como época de crisis y pesimismo; de ahí que, con una etimología aún polémica, dicho vocablo tuviese sentido peyorativo (del francés baroque «extravagante», evolución del portugués perola barroca «perla irregular» y del italiano baroco «rareza de silogismo escolástico»). Así, el término Barroco se utiliza para definir un conjunto de rasgos propios de la cultura de gran parte del siglo XVII. En el Barroco se produce más una continuidad y una evolución de las ideas de Renacimiento que, con el paso del tiempo, acaban por imprimir a la cultura del siglo XVII unos rasgos diferenciadores. 1.1. Rasgos característicos del Barroco  El desengaño: es la idea barroca por excelencia, frente al idealismo y al optimismo renacentista domina ahora una concepción negativa del mundo, que aparece ahora como caos, desorden y confusión. En el Barroco se produce una desvalorización de lo terreno y se vuelve a insistir en ideas medievales de la brevedad de la vida y la caducidad de las cosas.  La idea de la muerte: la vida está ahora presidida por la idea de la muerte: vivir es solo un breve tránsito entre la cuna y la sepultura, título de una obra de Quevedo. El tiempo lo destruye todo y por, tanto, todo es vanidad.  La idea de la vida como sueño, teatro, apariencia: la realidad solo es ilusión y apariencia: la vida es sueño, el mundo es un gran teatro donde cada uno debe representar un papel.  El nuevo modelo de comportamiento humano: el hombre barroco es un ser esencialmente desconfiado. Para sobrevivir en una realidad en la que las cosas no son como parecen, en la que todo está lleno de trampas, en un mundo tan engañoso, en fin, es necesario saber manejarse. En ellos, la prudencia, la discreción, el saber ocultarse, el engaño, en definitiva, son las máximas que deben guiar la conducta de aquel que quiera triunfar o al menos sobrevivir.  El pesimismo: el pesimismo barroco puede manifestarse de muy diversas formas: mediante la angustia existencial, mediante la protesta o la sátira, mediante una actitud estoica, mediante la evasión o la diversión. La literatura barroca tiene excelentes ejemplos de estas variadas actitudes. 1.2. La estética barroca Literariamente, el Barroco es, en muchos aspectos, la continuación de temas y formas renacentistas. El escritor conserva los hallazgos del Renacimiento, pero, sin despreciar a los autores clásicos, se distancia de ellos, siguiendo su apreciación personal. Así surge un espíritu creador que presenta caracteres propios y definidos:  Busca lo nuevo, lo original, lo sorprendente para excitar la sensibilidad o la inteligencia del lector con violentos estímulos. Utiliza para ellos brillantes imágenes, novedades estilísticas, ideas ingeniosas, o se sirve de lo pintoresco, lo grotesco y lo hiperbólico.  Sustituye las normas clásicas de los modelos grecolatinos por una actitud individualista y caprichosa, tendiendo a la exageración de la realidad literaria.  Esa búsqueda de lo original provoca una tendencia a la artificiosidad y complicación. Como resultado, el mensaje se percibe entre exquisitas excelencias formales, creando un arte para minorías. Se considera que cuanta mayor es la dificultad de una obra, mayor es el goce estético que proporciona; es decir, vinculan la belleza a la dificultad. 1 Literatura barroca española. Siglo XVII  La ausencia de normas genera una visión unilateral de la realidad, que es idealizada hasta la belleza absoluta o deformada hasta el envilecimiento degradante.  Es primordial el cultivo del contraste, fruto del desengaño y la incertidumbre vitales. Se manifiesta en la violenta oposición de elementos extremos, el placer de las antítesis o el enfrentamiento de lo feo frente a lo hermoso, lo refinado frente a lo vulgar, lo cómico frente a lo trágico.  La concepción del mundo como mudanza e incesante cambio produce en el arte literario dinamismo y movilidad. Su realización formal se aprecia, esencialmente, en abundante subordinación, hipérbatos, elipsis o violentos encabalgamientos métricos. 1.3. Tendencias literarias: culteranismo y conceptismo El culteranismo y el conceptismo son las dos tendencias estilísticas dominantes en la literatura barroca española. No se trata de movimientos opuestos, pese a los duros enfrentamientos personales de sus defensores, sino que forman parte de una sensibilidad estética general que persigue la originalidad y pretende admirar al lector. En ambas tendencias se rompe el equilibrio entre forma y contenido (cómo se dice y qué se dice) defendido por la estética renacentista. Ambos estilos pueden ser empleados por un mismo autor o aparecer en una misma obra y los dos están destinados a un lector culto que sepa apreciarlos. 1.3.1. El conceptismo Es una tendencia estilística del Barroco que se basa en la idea de concepto, formulada por Baltasar Gracián. Un concepto es una asociación sorprendente y concisa entre dos palabras o ideas, un juego de ideas ingenioso y agudo que permite un conocimiento renovado de algún aspecto de la realidad. Los autores conceptistas tienden a un lenguaje conciso, lleno de contenido. Los recursos más utilizados son la antítesis, la paradoja, la condensación conceptual, las hipérboles y los equívocos, la combinación de diversas acepciones de un mismo vocablo, etc. El escritor conceptista más notable es Francisco de Quevedo. 1.3.2. El culteranismo Si los escritores conceptistas exprimen las posibilidades de la lengua partiendo de los significados de las palabras, el culteranismo considera, ante todo, la belleza formal. Frente a la concentración conceptista, sobresale en los culteranos la ornamentación exuberante. Aunque los temas puedan ser triviales, se utiliza un estilo esplendoroso que desea llamar la atención sobre el lenguaje mismo. Para ello se emplean numerosos recursos: metáforas audaces (así, el pájaro será “flor de pluma” o “ramillete con alas” y el arroyo “culebra que entre flores se desata”), metonimias, perífrasis, hipérboles, imágenes brillantes, voces sonoras, procedimientos que buscan la musicalidad del verso (aliteraciones, paronomasias, palabras esdrújulas…)1. La sintaxis se complica con giros procedentes del latín, con violentos hipérbatos, con exagerados encabalgamientos. El vocabulario es original: incorpora numerosos cultismos léxicos de procedencia latina (“émulo, náutico, cándido, cerúleo…”) y selecciona los términos 1 Recordamos estas figuras: Metáfora: Sustitución de un término por otro con el que guarda una relación de semejanza. (Tus labios son fresas). Sinécdoque: Nombrar la parte por el todo o al revés. (En la ciudad vivían veinte mil almas). Metonimia: Sustitución de un término por otro con el que mantiene una relación de proximidad (causa-efecto, continente-contenido, etc.) Perífrasis: Se llama también circunloquio. Consiste en designar de forma indirecta un concepto a través de sus características. (La tierra que descubrió Colón por América) Aliteraciones: Repetición de sonidos o grupos de sonidos semejantes. Paronomasias: Se colocan próximas palabras de significante muy parecido, pero de significado diferente (hombre/hambre) Hipérbaton: Gran alteración del orden habitual de las palabras. 2 Literatura barroca española. Siglo XVII Un soneto me manda hacer Violante, que en mi vida me he visto en tal aprieto; catorce versos dicen que es soneto: burla burlando van los tres delante. Yo pensé que no hallara consonante y estoy a la mitad de otro cuarteto; mas si me veo en el primer terceto no hay cosa en los cuartetos que me espante. Por el primer terceto voy entrando y parece que entré con pie derecho, pues fin con este verso le voy dando. Ya estoy en el segundo, y aún sospecho que voy los trece versos acabando; contad si son catorce, y está hecho. Texto 2: Desmayarse, atreverse, estar furioso, áspero, tierno, liberal, esquivo, alentado, mortal, difunto, vivo, leal, traidor, cobarde y animoso; no hallar fuera del bien centro y reposo, mostrarse alegre, triste, humilde, altivo, enojado, valiente, fugitivo, satisfecho, ofendido, receloso; huir el rostro al claro desengaño, beber veneno por licor süave, olvidar el provecho, amar el daño; creer que un cielo en un infierno cabe, dar la vida y el alma a un desengaño; esto es amor, quien lo probó lo sabe. 2.2. LA OBRA POÉTICA DE LUIS DE GÓNGORA La obra lírica de Góngora circuló de forma oral y manuscrita durante su vida. Sus versos se editaron póstumamente, algunas ediciones con comentarios eruditos, como si se tratara de un clásico. Se conserva además un lujoso manuscrito donde se pueden leer los poemas de Góngora acompañados de su fecha de composición, lo que permite trazar con bastante seguridad una cronología de sus poemas. Estos datos cronológicos han permitido descartar la existencia de dos épocas diferentes en la poesía gongorina, la del poeta fácil, sencillo y popular, y la del escritor oscuro y complejo, puesto que los procedimientos expresivos de su poesía más culta se pueden encontrar en textos muy tempranos de Góngora. 5 Literatura barroca española. Siglo XVII Sin embargo, desde 1609, su intención explícita es la de crear un nuevo lenguaje poético mediante la acumulación e intensificación de recursos retóricos utilizados anteriormente y el uso de otros nuevos. Va a ser a partir de esta voluntad de forjar una nueva poesía cuando componga sus obras mayores: Fábula de Polifemo y Galatea (1612), Soledades (1613-4) y Fábula de Píramo y Tisbe (1618). La poesía de arte menor Los poemas en versos cortos de Góngora fueron ya muy populares en su época y continuaron siéndolo después. Este extenso grupo de poemas no está exento de artificios y dificultades y siempre se nota, pese a la inspiración popular, la mano del poeta culto. Las letrillas y otras composiciones de arte menor a veces tienen un tono serio y tratan de temas graves, son muy frecuentes los textos de carácter humorístico o satírico, en los que se utilizan chistes, alusiones desvergonzadas, expresiones escatológicas, etc. Pese a estos rasgos, no se trata de una literatura intrascendente, puesto que en toda esta poesía satírica se critican muchos de los valores establecidos (el amor, los sentimientos caballerescos, el sentimiento patriótico…) Sus romances son muy notables y con ellos el Romancero nuevo alcanza sus mayores cimas. También en ellos se alterna e incluso se mezcla lo serio y lo burlesco. Tratan de los más diversos temas: caballerescos, moriscos, de cautivos, pastoriles, amorosos, mitológicos, satíricos… Entre los romances merece especial atención la Fábula de Píramo y Tisbe, larga composición de más de quinientos versos. 2.2.1. La poesía de arte mayor Los sonetos Góngora fue un gran sonetista. Abordó en ellos variados temas: amorosos, satírico- burlescos, morales, mitológicos, de circunstancias, etc.: Fábula de Polifemo y Galatea. Soledades. Con estos dos grandes poemas lleva Góngora a su culminación el estilo culterano. En ellos, las dificultades se acumulan de tal forma que sólo resultan comprensibles para un lector extremadamente culto. Son concebidos como un reto a la inteligencia. Por eso, concitaron desde el primer momento la adhesión o el rechazo absolutos. La Fábula de Polifemo y Galatea consta de 504 versos en octavas reales y desarrolla el mito clásico del cíclope Polifemo enamorado de la ninfa Galatea. Si el tema es ya de por sí hiperbólico, el arte de Góngora se centra en intensificar la exageración y llevar al límite la hipérbole. El lenguaje es enormemente complejo, pero la sintaxis no alcanza todavía la complicación a la que llegará la lengua poética gongorina en las Soledades. Góngora compone las Soledades inmediatamente después del Polifemo. La idea original es que las Soledades fueran cuatro, pero finalmente Góngora solo compuso la primera y parte de la segunda. En total, unos dos mil versos agrupados en silvas. Esta forma métrica le permite al poeta, con sus largos periodos, mayor libertad sintáctica y, dada la tendencia gongorina en estos poemas culteranos, ello tiene como fruto una lengua complicadísima en la que la poética cultista llega al límite. Curiosamente, el tema es muy sencillo: el canto de la vida natural, el desdén de las ambiciones cortesanas. En su personal reelaboración de los principios estéticos de la lírica del siglo XVI y en su búsqueda de una lengua poética nueva y específica, radican quizá las claves de la originalidad poética de Góngora como escritor. Góngora se aleja de los modelos renacentistas, complicando y distorsionando al máximo la lengua poética renacentista. El lenguaje gongorino se caracteriza por: 6 Literatura barroca española. Siglo XVII  Su ambigüedad y multiplicidad de significados, que lo alejan de la lengua natural.  Tendencia constante a la expesión metafórica y perifrástica que evita presentar las cosas directamente. Esta concepción de la poesía le lleva a una peculiar y originalísima poética en la que la oscuridad es un factor estético de primer orden.  Góngora emplea multitud de cultismos léxicos y semánticos (reincorpora a palabras usuales significados relacionados con su etimología griega o latina), además de neologismos derivados del latín o el italiano.  Sintaxis compleja. Partiendo del modelo latino, el autor utiliza oraciones largas, hipérbatos, encabalgamientos y acusativos griegos2, es decir, sustantivos que complementan a un adjetivo pero sin concertar con él sino con el sujeto de la oración.  Frecuentes alusiones mitológicas. Las constantes referencias a la mitología que emplea Góngora requieren del lector una alta formación cultural.  Estilo sensorial. El autor busca ante todo la sonoridad y la brillantez formal. Mientras por competir con tu cabello Oro bruñido al solo relumbra en vano; Mientras por competir con menosprecio en medio el llano Mira tu blanca frente el lilio bello; Mientras a cada labio, por cogello, Siguen más ojos que al clavel temprano, Y mientras triunfa con desdén lozano Del luciente cristal tu gentil cuello; Goza cuello, cabello, labio y frente, Antes que lo que fue en tu edad dorada Oro, lilio, clavel, cristal luciente, No solo en plata o víola troncada Se vuelva, mas tú y ello juntamente En tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada. 2.3. LA OBRA POÉTICA DE FRANCISCO DE QUEVEDO Fue en su época poeta conocidísimo desde muy joven. Sin embargo, no llegó a ver publicadas sus obras poéticas en vida, aunque muchas de ellas circularon de forma manuscrita. La abundantísima obra poética de Quevedo (unas mil composiciones) suele agruparse atendiendo a sus temas: poemas filosóficos, morales, religiosos, amorosos, satírico-burlescos y de circunstancias. TEMAS: La clasificación de su poesía da una idea resumida de los temas característicos de la obra poética de Quevedo. Gran parte de estos temas son tópicos literarios, pero Quevedo imprime siempre en ellos su sello personal. a) El amor: Sus poemas amorosos de tono serio son claramente deudores de la tradición cortesana. En el siglo XVII el petrarquismo estaba agotado. Su lenguaje, lastrado de tópicos, resultaba incapaz de expresar la ideología y las emociones que originalmente lo habían inspirado. Sin embargo, como poesía de análisis del pensamiento y del sentimiento, y como repertorio de 2 Acusativo griego. se aplica cuando las palabras modificantes concuerdan no con las palabras que modifican sino con el sujeto principal de la proposición, reemplazando así una preposición: Ejemplo: “Por quien los alemanes / el fiero cuello atados/ y los franceses, van domesticados…”(Garcilaso). Hay que leer “…los alemanes atados por el fiero cuello”. Otro ejemplo de Góngora: “y calzada plumas, / tantas flores pisó como él espumas” (con vestido de viento y calzado de plumas). 7 Literatura barroca española. Siglo XVII En cuando al protagonista, el pícaro, cabe destacar que la característica principal del pícaro es el afán de medro y promoción social que guía sus acciones. Ello sólo es posible en el contexto social concreto como es el de la España de la época. El modo libre y vagabundo de vivir del pícaro sólo es posible en el mundo urbano en el que se mueve que permite el anonimato y el ocultamiento. La novela picaresca más importante del siglo XVII es El Buscón de Quevedo. 4. EL TEATRO DEL BARROCO El teatro del siglo XVII no es sólo un fenómeno de carácter literario, sino un espectáculo muy relevante en la sociedad de la época, sobre todo en las grandes ciudades. El teatro fue prohibido en algunos países europeos, solo en España y en Inglaterra pervive y se desarrolla un teatro popular, concebido como espectáculo para entretener y divertir a la gente más variada, que paga por acudir a las representaciones. El teatro adquiere entonces las características de un negocio, vinculado con mucha frecuencia a instituciones de beneficencia, las cofradías, que sufragan con los ingresos del teatro los gastos de sus obras de caridad. Lógicamente, muchas personas tenían también el teatro como medio de vida: empresarios, actores, escritores, etcétera. El crecimiento de las ciudades en las últimas décadas del siglo XVI propició la aparición de lugares de representación fijos. Se trata de los corrales de comedias, patios de vecindad habilitados al efecto. Los corrales de comedias son muy variados y en ellos se produce una sorprendente convivencia directa entre público y actores. La temporada teatral se desarrollaba desde Pascua hasta Carnaval del año siguiente. Las representaciones tenían lugar por las tardes, para aprovechar la luz del día; eran muy largas y prácticamente sin interrupción, pues en los intermedios se ofrecían entremeses y bailes con el objeto de entretener a los espectadores y mantener viva su atención. El público era ruidoso y molesto. Sobre las agrupaciones teatrales, las más importantes eran las compañías, que podían tener hasta veinte componentes. Las compañías eran de dos tipos:  Compañías de título o compañías reales, que actuaban en las grandes ciudades y tenían el privilegio de representar ante el rey.  Cómicos de la legua, grupos de actores que solo tenían autorización para representar a más de una legua de las grandes ciudades, que eran los dominios de las compañías reales. Tenían una organización muy determinada (estructura, contratos formalizados, jornada laboral, ensayos, repertorio, etc.) Al director de la compañía se le llamaba “autor” y era quien contrataba a los actores, cuya vida no era demasiado fácil, aunque también entre ellos había jerarquías. Conforme avanza el siglo XVII tiene cada vez más importancia del teatro cortesano, que se representaban en los palacios de los nobles o en el del rey. Este teatro es más complicado escenográfica y formalmente que el de los corrales. A veces el texto literario tenía un carácter secundario en beneficio del puro espectáculo, en el que era ingrediente fundamental la música. Las representaciones estaban hechas por actores profesionales, aunque, en ocasiones, intervenían los nobles e incluso el propio monarca. La difusión de los textos teatrales se realizaba oralmente, a través de las representaciones, y por escrito, a través de la imprenta. Ambas debían ser sometidas a censura, distinta para imprimir o representar. En todo caso, la transmisión de los textos fue 10 Literatura barroca española. Siglo XVII diversa y precaria, y muchos de ellos se han perdido, ya que los ingresos del escritor procedían básicamente de la venta de las comedias a las compañías y no de la impresión. Procedimientos de difusión escrita eran: copias manuscritas; sueltas o impresión de comedias solas y partes de comedias, colecciones de doce comedias de un autor o varios, recogidas en un solo tomo. Los textos no siempre eran fiables porque fue frecuente la aparición de ediciones piratas no supervisadas por el autor y porque muchos de los textos eran proporcionados por los memorillas, individuos que se dedicaban a ir al teatro para aprenderse la obra de memoria y recitársela luego al librero que la iba a imprimir. Se denomina Comedia Nueva al tipo de obras que, a partir de la ingente labor creativa de Lope de Vega, inundan los escenarios de las ciudades españolas del siglo XVII. Los miles de textos responden a unos patrones comunes que facilitan la rápida composición de las obras ajustándose a los moldes preestablecidos. Con ello se pretende satisfacer la incesante demanda del público de la época, voraz consumidor de obras teatrales.  Mezcla de lo trágico con lo cómico: frente a la idea clásica de separar tragedia y comedia, las obras pueden mezclar elementos cómicos y trágicos para mayor satisfacción del auditorio.  Ruptura de la regla clásica de las tres unidades (lugar, tiempo y acción): proporciona mayor variedad y espectacularidad: o La unidad de lugar exigía que toda la obra se desarrollara en un mismo lugar o lugares próximos, pero en las comedias españolas es frecuente que los hechos sucedan en lugares muy variados. o La unidad de tiempo prescribía que el argumento dramático transcurriera como máximo durante un día, prescripción que no cumplen las comedias barrocas. o La unidad de acción establecía que los sucesos dramatizados estuvieran todos relacionados con un caso central y único, lo que frecuentemente se incumple en las comedias del XVII, en las que se desarrolla una acción principal, cuyos protagonistas son el galán y la dama, y una secundaria, protagonizada por los criados, aunque el carácter de esta segunda acción depende muchas veces del tema de la comedia.  Personajes de la Comedia Nueva: los personajes que aparecen en las obras se repiten constantemente de modo que los espectadores los reconocen de inmediato y los autores los crean con facilidad. Son personajes que carecen de complejidad psicológica y que se comportan como meros personajes-tipo cuyas actitudes y reacciones son fácilmente previsibles. Desempeñan funciones fijas y se caracterizan por rasgos permanentes (idealización del galán y la dama, lealtad de los criados, respeto y honor en el padre, justicia en el monarca, etc.): o El galán es siempre un hombre joven, guapo y valiente. o La dama es hermosa, enamoradiza e inteligente. o El barba puede ser un viejo o el mismo rey. Hace la función del poderoso que soluciona fácilmente el conflicto. o Antagonista: suele ser un hombre joven que se opone al galán. o Criada: confidente de la dama. o Criado: confidente del galán. Desempeña la función del gracioso. En las comedias de Lope y en las de sus seguidores a veces hay muchos personajes aunque tengan mínimas funciones para producir una sensación de espectacularidad. Posteriormente, Calderón y sus seguidores reducirán el número de personajes, dándole más funciones a cada uno. 11 Literatura barroca española. Siglo XVII  El gracioso: además de ser un personaje que permite dialogar al protagonista y expresar sus inquietudes, tiene otras diversas funciones: o Sirve para crear momentos cómicos que rebajen la tensión dramática acumulada en la obra. o Es un contrapunto cómico o irónico a su señor al que, a veces, parodia. o Desempeña el papel de narrador de sucesos no escenificados en las tablas. o Tiene, a veces, una función distanciadora muy moderna, al advertir al púbico con su actuación de que lo que allí ve no es realidad, sino literatura. Este personaje ha evolucionado: ahora es un personaje en muchas ocasiones inteligente e ingenioso y, frente a sus precedentes, es un individuo urbano. Por otra parte, la figura del gracioso tiene especial fortuna en una época en la que abundaban los criados y donde eran celebradas las bromas y críticas del gracioso con respecto a su amo.  Reducción a tres actos o jornadas: la necesidad de mantener la atención del público puede explicar también la división en tres actos o jornadas de las comedias españolas, frente a los cinco actos del teatro clasicista. Así, de forma directa, el escritor puede exponer el asunto en la primera jornada, desarrollarlo en la segunda y concluirlo en la tercera: planteamiento, nudo y desenlace.  El decoro expresivo o poético: se pretende que la lengua se ajuste a la situación y a la condición de los personajes, de modo que estos hablen conforme a su rango social y ello pueda distinguir, por ejemplo, al rey del gracioso. Esta adecuación de la lengua al personaje se denomina decoro poético y es la única regla del teatro clásico que Lope respeta.  Polimetría y variedad de estrofas: todas las comedias son en verso, como corresponde a la transmisión oral porque facilita su memorización. Se propone que la métrica se adecue a las situaciones y los asuntos variando los metros de acuerdo con el pasaje, situación y personaje. Para asuntos de mayor trascendencia: endecasílabos y heptasílabos; para temas ligeros, versos castellanos de arte menor.  Elementos escénicos y visuales de las comedias o El vestuario tenía que ser adecuado a las características de los personajes. o Las escenas podían ser exteriores (jardines, montes, barcos, torres…) o interiores, y el decorado, más o menos minucioso, había de dar cuenta de ello. o Los accesorios escénicos podían ser a veces complejos. No era insólito que aparecieran animales en escena. o La música también era utilizada, y con ellas, canciones populares o tradicionales o imitaciones de estas. Temas: Es muy importante la presencia del tema del honor, concebido como una fuerza superior que se superpone a los deseos de los personajes y que los obliga a actuar conforme a unas normas preestablecidas. Toda afrenta a la honra era considerada un asunto muy grave y debía ser reparada. El tema interesaba al público y el uso del código del honor en las comedias facilitaba la inclusión de episodios dramáticos. Un importante subgénero teatral de este siglo es el auto sacramental, una obra en un acto, con personajes alegóricos, que desarrolla un tema religioso con intención didáctica y que concluye con la exaltación de la Eucaristía. Tenía su origen en el teatro religioso medieval y su precedente inmediato en las farsas y otras piezas sacramentales y alegóricas del siglo XVI. Se representaban en plazas públicas con ocasión de la fiesta del Corpus, la asistencia era libre y el montaje estaba costeado por los ayuntamientos. Se trataba de una auténtica fiesta barroca con presencia masiva de público. El escenario estaba constituido por carros, inicialmente muy sencillos, pero luego muy sofisticados, con utilización de maquinaria para mover la muy rica escenografía. 12 Literatura barroca española. Siglo XVII Sin embargo, no puede ignorarse que en las obras de Calderón se entrecruzan y complementan el sentido trágico y la comicidad irónica. Los elementos cómicos no sólo aparecen en los entremeses, las comedias y las obras menores, incluso en las tragedias pueden encontrarse momentos y situaciones que sirven de contrapunto a los temas serios que se exponen. Tiene especial importancia en este sentido la figura del gracioso que va a aligerar el efecto de los personajes serios y honorables y sus parlamentos trascendentes. No obstante, los rasgos ideológicos de Calderón pueden detectarse indistintamente a lo largo de toda su obra. 4.1.3. TIRSO DE MOLINA. Creador del mito de Don Juan en su obra El burlador de Sevilla. Este mito reaparecerá en otro autores como Molière, Lord Byron o Zorrilla. 15 Literatura barroca española. Siglo XVII 16
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