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Literatura del Siglo XVI con Jesús Ponce Cárdenas, Apuntes de Literatura

Apuntes de la asignatura de Literatura del Siglo XVI

Tipo: Apuntes

2020/2021
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Subido el 18/02/2021

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¡Descarga Literatura del Siglo XVI con Jesús Ponce Cárdenas y más Apuntes en PDF de Literatura solo en Docsity! Petrarquismo Su primer y principal exponente es F. Petrarca, nacido en Arezzo en 1304 y fallecido en la provincia de Padua en 1374. Descendía de una familia de juristas, lo que le permitió gozar de una educación privilegiada en Avignon, en la corte papal. Asimismo, gracias a esto, su carrera se desarrolló por distintas provincias italianas por lo que también es reconocido por ser un autor tanto de obras en italiano como en latín (​D’Africa​, epístolas y églogas). No obstante, su obra más importante y sobre la que se desarrolla este movimiento es su Cancionero​, una composición amorosa dedicada a una dama italiana llamada Laura. Su estructura se fundamenta en diversos ciclos definidos por un orden concreto, por lo que finalmente es un libro cuidadosamente estructurado según criterios estilísticos y doctrinales. Existe una “trabazón” narrativa desarrollada en distintos poemas. Se subdivide además en dos secciones principales: ​“in vita di ma donna Laura”, la cual ocupa aproximadamente dos tercios de la composición (1-263) e “in morte di ma donna Laura” (264-366). No obstante, también utiliza en ella otros procedimientos para marcar el paso del tiempo y poner un orden cronológico su enamoramiento. Podemos ver que el tiempo es un elemento hasta cierto punto relevante y para hablar de él y definirlo también se basa en elementos de su propia biografía. Su principal objetivo, como se ha dicho, es enmarcar en una cronología su “romanzo d’amore”. (Romanzo = novela) En esto último es importante señalar que las diversas referencias y el carácter narrativo no pueden llevarnos a engaño, pues no es un diario ni pretende serlo. Se caracteriza principalmente por la sutil autonomía como texto poético que queda influida por el efecto autobiográfico y la propia disposición narrativa del conjunto. Los principales elementos que permiten la reflexión del petrarquismo son: 1. En primer lugar, el enorme lapso de tiempo que transcurre entre sus fechas de referencia (1304-1374, y de composición apróx. 1342-1374) y el primer autor considerado petrarquista como tal: Garcilaso (1525-1536), que casi abarca dos siglos. La principal consecuencia de este hecho es que se trata de un movimiento muy polifacético. Por ejemplo, autores como Tebaldeo y Aquilano imitaron a Petrarca aunque incluyendo nuevos elementos como los estrambotes y los “parzelle” cuando Petrarca se había limitado a los sonetos y a las canciones (y, aunque menos, a las sextinas y al madrigal). 2. “Petrarquismo agudo - ingenioso” nacido de la tradición anglosajona. El amor articulaba conceptualmente al poema. Esto derivó en la aparición, sobre todo en las cortes españolas, del denominado “petrarquismo cortesano”, en el que la atención se centraba en una serie de detalles casi cotidianos. A partir del siglo XVI, no obstante, hubo un nuevo cambio con el trabajo de nuevos autores entre los que destacó, entre otros, Pietro Bembo. Fue un autor que trabajó principalmente la literatura vernácula, siempre preguntándose cómo debía ser la imitación, corriente en la que optó por el monismo de Petrarca para la lírica y Boccaccio para la prosa. Siguiendo esta línea rechazaba las variaciones y defendía a conciencia el dechado original para sus composiciones, las cuales debían ser lo más fidedignas posibles al ​Cancionere​. Otro autor relevante y representante del conocido como “petrarquismo veneciano” fue Giovanni Della Cassa, autor además muy influyente. Estos sí imitaron lo más posible la poesía petrarquista aunque en pequeños ecos, sobre todo en la macroestructura. Pero, por ejemplo, B. Tasso (autor septentrional) fue también un petrarquista que, sin embargo, experimentó con las formas de fuentes clásicas (elegías, odas, himnos, fábulas mitológicas...). Permitió, en su poesía, una apertura a otro tipo de inspiración. {Gracias al trabajo de estudio de J. Graciliano, profesor en la U. de Salamanca} También se sabe que autores como Tensillo o Garcilaso apoyaron su “proyecto vital” en este tipo de poesía. Además, en concreto participó de una rica tradición poética de corte napolitano y humanístico, guiada por autores como G. Pontano o Sannazaro, quien cambió el signo de la literatura de la época con su imitación de la ​Arcadia y fundó un género nuevo conocido como las églogas piscatorias {suerte de ​Bucólicas ​pero en otro ambiente}. Pero en general, el amor por lo anecdótico se mantuvo. En resumen, se dio una tradición de dos siglos de poesía petrarquista que fue cambiando el modelo. En consecuencia, la poesía amorosa inspirada en dechados italianos abría un infinito abanico de posibilidades {profusión de la imitación ecléctica}. Esto además permitió el desarrollo de una lengua poética, es decir, un código lingüístico poético {estudiado por Mª Pilar Moreno Sorolla} con una profusa diversidad de imágenes y tópicos {yo lírico = ​peregrinatio amoris​} Entre otros destacó, por ejemplo, la ​descriptio puellae petrarquista, muy muy característica y que pervivió durante mucho tiempo. Este tópico, claramente visible en el soneto 248, en el que exalta las virtudes y belleza de la dama, el yo lírico guía, dirige la mirada del lector {disotopía de la visión, hace referencia con otros elementos} mediante una efusiva expresividad que Lázaro Carreter denomina diseño retórico, dibujo rítmico (secuencia de ciertos elementos que articulan el flujo del poema). Fue además efusivamente copiado: -Ejemplo de Politziano. Realiza la imitación desde otra forma poética {​rispecto​} -B. Tasso - soneto 73. Hay elementos que se repiten en una posición del poema y que responden a un mismo esquema que también cuenta con características gramaticales comunes. Finalmente, es llamativo el hecho de que en España casi no se dieran escritoras de poesía petrarquista (Gaspara Estampano). En las composiciones que se dieron siguiendo este tema, el yo lírico femenino describía, por su parte, la belleza masculina del amado. De igual modo, Petrarca fue un autor cultísimo que imitó desde formas poéticas propias de la poesía provenzal, en ocasiones asimiladas por la ya naciente corriente del “dolce stil nuovo” De igual modo, realizó dos viajes a Nueva España, en concreto a México. En torno a 1554 y 1555, fue herido en una reyerta pero se desconoce su muerte exacta. Se cree que entre 1549 y 1552 vivió en la ciudad de Sevilla, en la que compuso buena parte de su obra, entre la que se encuentran incluso tendencias a lo teatral y las representaciones, por efecto de las obras humanísticas italianizantes. Las fechas de referencia son importantes pues nos ayudan a determinar el origen de las diversas influencias culturales. Hay una gran diferencia entre el ​Cancionero ​de Petrarca y Cetina, cuya lírica amorosa no se centra en una única destinataria sino que, en principio, estaría dedicada a tres mujeres, cada una de ellas con una localización geográfica distinta: Doria, de Sevilla; Amaridia, de Valladolid y Laura, de Italia. Por ello, una primera estructuración de su obra sería: primer ciclo en torno a 1537, su poesía juvenil; un segundo entre 1538 y 1548 y el último a partir de 1548 hasta su muerte. De su primera etapa destacan seis poemas realizados a imitación del poeta Nicolo Franco, uno de los principales poetas satíricos que fue aprisionado y cuyos poemas llegaron a manos de la Inquisición {se conservan por un epistolario}, concebidos como una sátira a Pietro Aretina. No obstante, en el caso de que esto fuera así, la cronología no concordaría, pues los poemas de Nicolo fueron editados por primera vez en 1541. Se conservan numerosas epístolas del poeta y en ellas, muchas veces se alude a acontecimientos que acaban de tener lugar. Por ejemplo, en 1542 realizó un escrito en honor al rey de Sicilia y un año después otro a Mendoza, lo que lo ubicaría en Italia para esas fechas. Se caracterizó también por cultivar la imitatio depurativa y finalmente Cetina se muestra como un autor con gran influjo de autores castellanos, como Garcilaso o Ausis Marc. De igual modo, su condición de políglotas también benefició en la adquisición de conocimiento. Estos autores no solo se manejaron en latín clásico, latín humanístico, castellano, italiano, sino que algunos también supieron lenguas peninsulares como el catalán. Fábula De Cupido y Psique Se engloba en el género del epilio. Es una mezcla de palabras griegas en un poema de corte narrativo que habla de una historia de amor desdichado. Los modelos, como era de esperar, fueron los clásicos latinos y griegos. Principalmente, se encuentra a Ovidio y sus ​Metamorfosis aunque no es el único. Este género revivió en el Renacimiento, por ejemplo con Cetina, ​Fábula de Faetón, ​algunas obras de Diego Hurtado de Mendoza y otros modelos italianos. Se escribieron en octava real, porque era la forma de transmitir la épica. Juan de Verzosa, secretario de Hurtado de Mendoza, compuso un libro de poemas que se imprimió. Eran pequeñas elegías y poemas neolatinos dedicadas a su amada. Es el autor del que se tienen más epístolas, una de ellas enviada en 1555 a una persona de la Corte de Aragón. Una parte del poema calca el contenido del poema Cupido y Psique, otras las agranda. Desde el ámbito de la literatura comparada hay una versión latina (imitada por el castellano), también dos versiones en francés (en el que la octava real se ha convertido en un soneto en francés). De igual modo, en el siglo XVI, se creó el género de los emblemas. En ellos se aprecia que hay primero un título, luego un grabado y a continuación un epigrama que no suele pasar los doce-catorce versos. En conjunto, hay una simbiosis entre grabado y texto = composición breve. Son abundantes los ejemplos de los grabados. Desde el punto de vista genérico de este relato. Se observa que aparece dentro de una narración mucho más extensa. Diego López de Cortegal fue el primer autor que tradujo la obra de Apuleyo El asno de Oro, ​obra en la que está incluida la obra. No fue solo Cetina quien mostró interés por la ​Fábula de Cupido y Psique​, sino que se incorporó a una corriente ya existente. Diego Hurtado de Mendoza Nació hacia 1503-1504 y murió en 1575 y está considerado como uno de los autores más doctos y eruditos de su tiempo, la primera mitad del siglo XVI. Dominó tanto las lenguas clásicas como las modernas, era políglota y también contó con una gran pasión por la colección de manuscritos e impresos, gracias a lo que consiguió una importante biblioteca. En vida participó tanto en el reinado de Carlos V como en los inicios del de Felipe II, hecho importante en cuanto a período cultural-artístico, pues coincidió con el cambio de la Edad Media al Renacimiento, entre el que encontramos el Manierismo, aunque esto plantea un problema para la clasificación de sus obras. Perteneció a la nobleza y por su familia contó con numerosos títulos, aunque, al igual que Garcilaso, era un “segundón”, por lo que optó por la carrera diplomática como futuro, tras lo que fue enviado a la República de Venecia como embajador y, además, fue gobernador de Siena. Tuvo gran éxito en su carrera profesional y también actuó como embajador en la Corte de Enrique VIII y como representante del Emperador en el Concilio de Trento. {Antonio Prieto - ​El embajador​} También se caracterizó por su gran producción epistolar, entre las que se encuentran cartas en verso muy elaboradas e incluso algunas con destinatario femenino, por ejemplo su hermana. Por su erudición también se le atribuye la adaptación de versiones de la antología griega, compendio con numerosos epigramas datados desde el siglo VI a.C, que se agrupan según la temática - hay una amorosa y una colección dedicada a pinturas y esculturas. De igual modo, también encontramos un subgénero de epitafios, elogios funerales, también en epigramas, el cual fue muy imitado por autores españoles, franceses e italianos - muchas traducciones también se le atribuyen. Al igual que Cetina, mostró interés por los poemas jocosos, burlescos y cómicos, escritos generalmente en tercetos, que con el tiempo adquirieron en ocasiones connotaciones sexuales. {Poema de la zanahoria} Aunque han sido poemas rechazados por la tradición y en su mayoría olvidados. Y a diferencia de otros autores de su generación, cuenta con una obra en prosa que relata la Guerra de Granada y muchas epístolas también en prosa. En la creación artística es común encontrar en pinturas, poemas de autores conocidos de acuerdo con una tradición muy característica del siglo XVI y que se recuperó en el siglo XIX. {En 1542 Aretino pintó un poema en el cual aparecía representada la amante de Diego Hurtado de Mendoza, aunque este no se conserva --- “uxos sola deest”} También se encuentran influencias en la arquitectura. Francisco de Aldana Francisco de Aldana nació en Nápoles en 1537, muere en 1578 en una batalla de Alcazarquivir. Aldana pertenecía a una familia noble. Su padre era virrey de Pedro II en Nápoles y esto hizo que la familia viajase por Italia. De hecho, Francisco de Aldana se caracteriza por haber recibido la educación propia de la aristocracia florentina, es decir, de enorme influencia humanista. Gracias a unos artículos hechos por Adalid Nievas se han encontrado una serie de documentos que permiten datar y conocer la carrera política de Aldana. Participó en los mandos militares y formó parte del séquito de Capieno Bitteli. No obstante, también sirvió al duque de Alba. En 2010, se descubrió un texto en el que se afirma que Aldana pasó un tiempo en Inglaterra, lo que es significante porque se encuentran influencias en la literatura. De igual modo, se tiene constancia de que Aldana participó en las guerras de los Países Bajos. Se tiene constancia de que allí pudo conocer a Aldo Manucio. La cronología de su obra poética ya entra de lleno en la segunda mitad del siglo XVI. En ella, entre otros, encontramos un Corpus de poemas que giran en torno al tema de la guerra, de los que conservamos a su vez una serie de documentos del profesor Lara Garrido en los que se habla de ello. Asimismo, en su vida mantuvo amistad con Fray Luis de León, por quien llegó a ser sacerdote de la orden de Santiago y más tarde capellán regio. Además fue representante en alguna de las reuniones del Concilio de Trento y fue nombrado como controlador para que estuviese en el momento de fabricación de la ​Biblia Regia ​de Amberes (páginas 437-458) cuyo autor era un humanista que tenía relaciones con Aldana. Soneto XVIII - Francisco de Aldana. Es un diálogo en el que primero aparece la amada tras haber mantenido relaciones con Filis. Las partes de Filis son los cuartetos y las partes de Damón se corresponden a los tercetos. El deseo último de los amantes es la fusión de sus cuerpos en uno. Se trata la fenomenología del amor, es una reflexión sobre el acto amoroso. Lara Garrido como crítico, ve un humanismo sexual: el anhelo profundo de Filis y Damón es una idea de estar juntos para siempre. En ​El banquete ​de Platón se exponen los tipos de amor que podría haber. La ​epístola ​a Arias Montano –tiene una obra en la que se habla de los criterios que tiene que tener un buen cristiano. La idea bíblica del temor a Dios: temer que tus actos provoquen su cólera {sería un primer peldaño}. Una vez se sabe que eres un buen cristiano que teme al poder de Dios, es necesaria la penitencia para limpiar y purgar tu alma. Cuando se entiende que son imprescindibles el temor y la purgación del alma, se tendrá un alma pura y esto es lo que hace que empiece a ser necesaria la caridad y el amor al resto de seres humanos (se refleja la idea de “Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo”). En esta epístola Aldana coloca como gran modelo a Arias Montano, es una de las primeras veces que aparece un paisaje marino, se sabe que está escrita en 1577 (en un momento en el que Arias Montano, es director de la biblioteca de El Escorial). Se presenta un anhelo de mar que en cierto modo es muy sugestivo. De igual modo, es uno de los grandes poetas del amor sensual, con muchas influencias y que además incorpora a las composiciones una veta de sensualidad. Baltasar del Alcázar (1530-1603) Este autor conoció varias promociones de autores, pues fue un autor tan longevo que llegó incluso a los inicios del siglo XVII. Por ello, por una parte conectó con un autores de la tradición petrarquista, como Cetina, quien le escribe una carta en la que se quejaba de la vida en la urbe. Como contestación, Alcázar escribió una obra en la que se quejaba de la vida del campo, en la que imita los epigramas de Marcial. Estos son pequeños poemas de temas jocosos y burlescos. Por otro lado, tradujo también de Píndaro salmos y textos literarios italianos. Pero la traducción anterior supuso que Fray Luis de León fuera encarcelado. De todas formas, lo que más destacan son sus odas. [Francisco Rico, en uno de sus artículos estudió el genetliaco de Fray Luis de León, decía que era un humanista que escribía en castellano.] En cuanto a su estilo, al igual que Arias Montano, Fray Luis va intentar conciliar materia latina y pagana con temas religiosos. Se va a centrar en la temática moral (Corpus de las bodas) en la que se observa la exaltación de las virtudes (templanza, fortaleza o justicia) y la execración del vicio. En esta línea, la exaltación del sapiens se une con el estoicismo moral. Sus modelos principales son los ​Carmina ​de Horacio y determinados elementos que hacen referencia a Séneca, (​oda 2, 6, 11, 12,​), en las que hace críticas al vicio (exaltación de los vicios). También hay ciertas obras en las que hay poemas de temática religiosa (​18,19, 20 y 21)​, odas de temas heroicos y celebrativos (​4,7 y 22). Una de las más conocidas de Fray Luis es ​Oda a la Vida retirada​, destaca una estructura en ​priamel ​(derivada de la de Horacio). Se caracteriza por un léxico más elaborado que las obras de los autores de la primera mitad. Rafael Lapesa habla de latinismos semánticos o cultismos semánticos, que introducidos en el caudal popular alteran sus significados y se opta por el latino. Hay momentos en los que la estructura parece que destaca, en la que se da una morosidad descriptiva, en ellos, el avance de la temática de la oda queda detenido. Se introduce un espacio en el que se hace una descripción de un momento concreto. En él, lo que sorprende es la extensión que se dedica a dichas descripciones. Por otro lado, en la ​Oda al licenciado Juan de Grial ​(oda 11) ​se observan modelos grecolatinos (Horacio y Ovidio), temas sagrados (los salmos), formas italianistas (de Tasso)… En cuanto a la ​Oda al músico ciego Francisco de Salinas ​(oda 3) ​(profesor de la universidad de Salamanca y organista de la catedral de la misma ciudad), estamos ante una bella composición, dedicada a un amigo. Hay una estructura circular- el elogio de cuando toca el órgano cualquier espíritu se queda ensimismado-. Es una música divina que parte del concepto de la música de las esferas (idea pitagórica de la armonía del mundo y armonía del cosmos). Soneto de Medrano - hay algunos autores que consideran que es el mejor poema de su producción, el cual habla de una ensoñación erótica. Otros autores optan por una visión que se acerca a lo místico. Fernando de Herrera (​Sevilla 1534- Sevilla 1597) Su obra más importante es la ​Égloga Venatoria de materia cinegético/caza – un género cultivado por Luis Badahona, también importante en la poesía épica del siglo XVI– la cual establece una relación con un poema de Góngora. Herrera ya no respondía al perfil de escritores del siglo XVI. Citando a Antonio Prieto: “ es el poeta asentado en su ciudad, encerrado en su círculo de amigos, sucede a los poetas que peregrinaban por Europa”. Es un poeta de los de la primera mitad que tampoco tienen alternancia política/vida de las armas con las letras y que además frecuentó las prensas de impresión. Se dio a conocer a través de diferentes y variadas facetas creativas: Relación de la Guerra de Chipre, de 1572 corte historiográfico; o ​Anotaciones a la poesía de Garcilaso de 1580. A una edad relativamente temprana, a los 38 años, publicó también una selección de los poemas ​Algunas obras de Fernando de Herrera. ​Y poco después compuso Una biografía de Tomás Moro ​(1592) quien ​no solo se despojó de su título de canciller del reino, sino que fue decapitado por no querer convertirse del cristianismo, lo que hizo que muriera como un mártir, la cual está clasificada como una obra hagiográfica. Francisco Pacheco hizo un retrato de Fernando de Herrera, entre otros, en la que se esboza una pequeña biografía. En ella se aprecia el lema de vida horaciano de “odio a la gente.” es lo que hace que Herrera se mueva en un círculo de personas similares a él o gente noble que funcionaba como mecenas. Ha sido muy común cuestionar la fiabilidad de los poemas de Fernando de Herrera, pues existe su obra publicada en un ejemplar de 27 años después de su muerte en 1597, es decir, en 1619 que si se coteja con el texto de 1582, edición cuidada y controlada por él mismo, muestra alteraciones. Para empezar de 91 poemas se pasa a 265 y además hay muchas variantes (versos que no coinciden, la crítica vio que los cambios experimentados solían ir en línea con el incremento de la dificultad de los poemas – hay una barroquización-). Estos cambios pueden deberse a que el propio Herrera los editó en los últimos años de su vida o que un editor, quizás el pintor Pachecho, hizo variaciones en los manuscritos que manejaba para hacerlos más modernos e integrarlos en el gusto del momento. Pero no se sabe a ciencia cierta. Otro detalle importante es una serie de manuscritos que incorporan variaciones de Herrera. Se supone que Herrera sometía a continuas revisiones sus poemas pero por otra parte se desconoce cuál es la versión final. Dos grandes temas en su obra, una de tema amoroso, entra de lleno en la tradición neoplatónica, utilizando los nombres de Luz, Lumbre, Estrella, Heliodora y Aglaya (todo relacionado con la luz) que se relacionan directamente con imágenes petrarquistas. Proporcionó un importante Corpus de poemas dedicados a la amada. Y la encomiástica, el elogio, que cada vez cobra más importancia. Tiene un poema dedicado al Marqués de Tarifa, una canción a Don Alonso López Bueno o duque de Medinasidonia y hay varias obras dedicadas a la familia Zúñiga (hace una elegía a don Pedro de Zúñiga –permite más o menos datar la obra). De igual modo, dedicó algún poema amoroso con la condesa de Gelves, que ha dado lugar a dudas sobre la relación que había con esta mujer. Uno de los poemas que más destaca es el ​Himno al dios Sueño​, uno de los textos que se dedican a un dios pagano. Este responde al esquema de los antiguos himnos dedicados a deidades latinas, una corriente que influye sobremanera en una nueva temporada de composición de los himnos neopaganos, lo cual es muy novedoso. Un himno tiene tres partes: invocación; argumento, en los que se hace una alabanza y precatio ​o plegaria, para que se conceda lo que se pide. Lo interesante es una corriente de Himnos a los dioses órficos, en la que se le dedica una al dios Sueño. También hay una silva, la número 54 de Estacio dedicada igualmente al dios Sueño, cuya ​dispositio ​es igual que la de Herrera: hay un yo lírico que pide al dios Sueño. Aunque en el caso de Herrera sí que se dice qué es lo que pasa, que está enamorado. Se dedica al dios ​Himnos – hijo de la diosa noche y hermano del dios de la muerte (genera el tópico de la muerte como imagen del sueño o el sueño como el reflejo de la muerte) o ​Somnus. Este himno es interesante porque constituye una tradición en la que se construye un texto dedicado a un dios pagano dentro de la tradición cristiana. Es necesario hablar de la colección de poemas de Marulo con los ​Himni naturales incentivó a que hubiera ciertos poetas que cogieron esta idea y empezaron a aparecer himnos a los dioses paganos – por ejemplo, Salmon Macrin, Marco Antonio Flaminio, considerado uno de los mejores poetas humanistas de Baltasar -. Posiblemente Herrera había leído la silva de Estacio y composiciones de Marco Antonio Flaminio… y por ellos hay una tradición de recuperación de géneros antiguos. En las ​Rime ​de Bernando Tasso hay una serie de textos dedicados a las divinidades antiguas. Es una tradición que no se suele estudiar mucho en la literatura española, ya que hay una tradición grecolatina, de autores italianos y también de autores españoles. Hay una serie de propiedades comunes en toda esta tradición, por ejemplo, el amor que siente el dios Sueño por la ninfa Pasitea- ninfa bella que formaba parte del servicio de la diosa Juno. Algunos tratados consideran que Pasitea es una de las tres gracias. También se observa la presencia de la ninfa Pasitea en un soneto de Andrea Navagiero y en otro en el que aparece Hércules de Bernando Tasso; por tanto, hay una red de lugares comunes que Herrera pone por primera vez en castellano, pero que cuenta con modelos grecolatinos, italianos y franceses. El tema de los himnos es algo novedoso en la literatura española (de hecho, no hay estudios de la importancia de este género). Es muy curioso pero sobre todo porque es un poco infrecuente (aunque no se ha hecho, como se ha dicho un estudio profundo). Otro de los aspectos importantes es el corpus de seis églogas en las que toma como ejemplo las églogas de Virgilio, Nemesiano y Calpurnio. Se basó en la ​imitatio ecléctica ​de la literatura italiana + las églogas escritas en italiano + las églogas hechas en español de Garcilaso (hace un estudio para desgranar los modelos que usará Garcilaso). Herrera utilizó la imitatio​, ​aemulatio ​y comparación. Hay estudios en los que se muestran los modelos que empleó. Asimismo, desde 1570-1580 el tema de la caza se puso de moda y hasta apareció en epopeyas cinegéticas. Se hicieron poemas neolatinos, tratados o ensayos. En alguna de estas obras se observan explicaciones de las técnicas de cómo cazar, cómo rastrear. En este contexto se inscribe la ​Égloga Venatoria, ​1582, una historia de amor en la que el yo lírico y la dama son cazadores: el inicio es una súplica a la diosa Diana. Cabello suelto, planta voladora, el yo lírico que persigue a la amada- a quien conoció cazando-. A medida que se avanza se van viendo los distintos tipos de caza, con los nombres de halcón, ciervo, jabalí que se corresponde con una caza mayor en la que solo se relaciona con la caza hecha en la aristocracia. El código de los pastores ha pasado a ser un código de la caza (en esta obra se pueden observar distintos tipos). Por otro lado, que el poema se haya impreso en 1582 no significa que se haya elaborado en esa época. Los críticos defienden que se puede haber compuesto en la década de 1570. En este sentido se observa que por esta época hay una serie de autores jóvenes que hablan de este tema. Siguiendo esta línea hay unos de los poemas – la canción ​corcilla temerosa- de Góngora (1561-1627) de 1582. Con esta poesía se encuentra a Fernando de Herrera, en una época madura, y Góngora, en una época muy joven. Se dice que puede ser que Góngora hubiese conocido su ​Égloga Venatoria​. Posiblemente este conocimiento se debe a que conocía a Pablo de Céspedes (un pintor y un humanista que era amigo de Herrera). Es lícito pensar que la égloga de Herrera se movía por Sevilla-Córdoba. Hay ciertos aspectos que A través de los ejemplos, puede verse cómo los jardines monumentales de los siglos XVI y XVII no fueron únicamente un proyecto edilicio real, una “construcción” material en la que se aliaban diversas artes y la naturaleza, sino que también se presentan como una “construcción” cultural, pictórica y poética. Finalmente, las poesías dedicadas a mansiones de recreo y jardines monumentales amplían su radio de acción a la sutil esfera de la écfrasis. Del mismo modo, hay tres elementos que a menudo se incorporan en estas composiciones: las refs. cinegéticas, las artes visuales (pintura y escultura) y la lectura meditativa o espiritual. Desde el ámbito de las a.v, en primer lugar, la pintura, Manoel de Galhegos proponía una interesante selección de piezas pictóricas, al igual que Pedro Soto de Rojas y otros autores. En segundo, es importante recalcar la importancia que asumió la escultura en la ornamentación de los jardines nobiliarios durante todo el siglo XVII. Como quedó patente en los poemas, entre otros, de Lope de Vega. La contemplación de un tipo de paisaje sometido a las reglas de proporción y a las leyes de la perspectiva no solo constituyó un elemento propio del ocio aristocrático, sino que aparecía también dotado de un sentido espiritual trascendente. Literatura Hagiográfica No es un tipo de literatura común entre los autores, aún así, desde otros ámbitos sí que contamos con un una notable producción de literatura religiosa en prosa del siglo XVI, siempre teniendo en cuenta el contexto político-social, el cual giraba en torno a los movimientos reformistas y contrarreformistas. En España había una fuerte presencia de la Contrarreforma, reforzada a partir de la celebración del Concilio de Trento. Pero aún así contamos con importantes escritores de este tipo de literatura. Como por ejemplo, Fray Luis de Granada o también Fray Luis de León, uno de los principales representantes, siendo un estudioso de los textos sagrados y autor de obras en prosa, como De los nombres de Cristo​, aunque también se inspiró y trabajó con los ​Carmina​ horacianos. Los más tradicionales, no obstante, son los ilustres Mª Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, grandes representantes de una “vía espiritual” de la literatura conocida como la mística. Ambos cultivaron tanto la prosa como el verso. De MªTeresa destacamos, entre otras obras, ​Las Moradas​, donde se incluyen sus poemas más importantes; mientras que de San Juan, conservamos la que está considerada como su obra maestra ​El Cántico espiritual​, en la cual podríamos apreciar la cima estética de la estrofa compuesta por Garcilaso y reelaborada por Fray Luis de León (uno de sus precedentes, junto con B. Arias Montano). Esta obra se trata de una reescritura del ​Cantar de los Cantares del Rey Salomón en la que se mezclan elementos de la tradición sensual con determinados aspectos estéticos tanto de la tradición lírica popular castellana como de la tradición lírica petrarquista hasta crear una obra magistral. {Una posible inspiración podría ser la Historia de Amor entre Venus y Adonis de las ​Metamorfosis​} De igual modo, también encontramos dentro de este tipo de poesía la denominada narrativa hagiográfica, no solo cultivada desde estudios y obras narrativas sino también desde la denominada epopeya hagiográfica. Hagiografías Se trata de un género cultivado desde el siglo I y II d.C. hasta el XVIII. Para que un texto se considere verdaderamente hagiográfico ha de contar con un carácter religioso y una intención edificante del santo o santa sobre el que se escribe. Incluye por definición a todo el conjunto de textos inspirados en el culto a los santos y destinados a darlos a conocer. Son obras breves de narrativa, poemas sumamente elaborados que constituyen una literatura centrada en la glorificación de santos a través del relato de sus vidas. Se trabajó desde la prosa, la poesía y el teatro. Está relacionado tanto con la Hagiografía como con la Historia, pero hay que tener en cuenta que no todo texto hagiográfico es de tipo histórico, sino que pueden ser únicamente de corte legendario o novelesco aunque el carácter ficcional tampoco es que sea absoluto {​Actas martirium​}. Pero entonces ¿cómo se demuestra la santidad? Luego, la historicidad es absoluta y la santidad se demuestra en el final de su vida {mueren defendiendo su fe}. No obstante, se dio un cambio o evolución de los textos cuando el cristianismo dejó de ser una religión perseguida y se convirtió en la religión oficial del Imperio romano. Volvió a surgir el problema de la demostración de la santidad. En el siglo IV d.C, momento ya dentro de lo que denominaríamos segunda fase, apareció un documento referido a la vida monástica de San Antonio Abad en el que se ve que lo que antes era un relato escueto en la que únicamente se desarrollaban los detalles importantes, pasa a ser una descripción de un modo de vida ascético. Por lo que estamos ante un relato amplificado de una vida ejemplar en la que la prueba de santidad va ligada al milagro. La Edad Media fue el gran momento de desarrollo de esta literatura por su gran atractivo y la creciente devoción y piedad de la sociedad del momento. Esto supuso el aumento de los motivos afectivos y que se transformara en un relato de prodigios. Por su parte, la historicidad del género es otra de las características que cambian con el tiempo. Es un patrón narrativo en el que se van dando ligeras variaciones. De igual manera, dentro de la literatura hagiográfica encontramos diferentes tipos de textos. En primer lugar, las ​Actas martyrium {​Entre las fuentes más preciosas de información con que contamos para la historia de las persecuciones están los relatos de los sufrimientos de los mártires. Se solían leer a las comunidades cristianas en los actos litúrgicos que conmemoraban el aniversario del martirio. Desde el punto de vista histórico pueden dividirse en tres grupos: el primer grupo comprende los procesos verbales oficiales del tribunal. No contienen más que las preguntas dirigidas a los mártires por las autoridades, sus respuestas tal como las anotaban los notarios públicos o los escribientes del tribunal, y las sentencias dictadas. Estos documentos se depositaban en los archivos públicos, y algunas veces los cristianos lograban obtener copias. La apelación ​Actas de los mártires (​acta o gesta ​martyrum​) tendría que reservarse para este grupo, pues solamente aquí tenemos fuentes históricas inmediatas y absolutamente dignas de crédito, que se limitan a consignar los hechos. El segundo grupo comprende los relatos de testigos oculares o contemporáneos. A éstos se les llama ​passiones o martyria​. El tercer grupo abarca las leyendas de mártires compuestas con fines de edificación mucho después del martirio. A veces es una mezcla fantástica de verdad e imaginación. En otros casos se trata de simples novelas, sin ningún fundamento histórico. } En segundo lugar, los Santos pasaron a tener una virtud heroica, la cual no se centraba en un único acontecimiento sino que se determinaba a partir de varias pruebas fehacientes. Empezaron a aportarse mayor número de detalles biográficos y paulatinamente aumentó la importancia de la narración de milagros. En la Alta Edad Media, surgieron las Colecciones {ya desde el sVI - San Gregorio de Tur - Sobre la vida de los padres ​} pero no fue sino hasta el sXII cuando los tradicionales códices y ms. dieron lugar a verdaderas recopilaciones. En torno al 1170, el papa Alejandro III promulgó un decreto por el cual se acordaba que únicamente el Sumo Pontífice contaba con la potestad para canonizar a una figura de santidad. Por lo que un proceso que antes podía darse a través de la aclamación popular se redujo considerablemente en número. A partir del Concilio de Trento aumentó la vigilancia. Aún así, Fernando Baños apunta ya en este siglo varios fenómenos de interés que aunque eran más de carácter social, tuvieron un gran impacto literario, como el aumento del peso de Hospitales y Cofradías, lo que demuestra una consolidada devoción a un santo determinado con una tarea en concreto. Asimismo, en el siglo XIII y XIV surgió y se desarrolló el Mester de Clerecía, basado en la promoción de vidas de santos a través de la escritura de poemas sobre sus vidas. Por lo que los autores del Siglo de Oro, como Lope, no es que estuvieran inventando un nuevo tipo de literatura con sus epopeyas, sino que dialogaban con una tradición muy antigua. En el siglo XIII también aumentó el número de órdenes y esto es un hecho interesante desde el punto de vista histórico pues fueron estos grupos quienes promovieron en su ​scriptoria la recopilación de vidas de los santos provenientes de sus propios monasterios. Destacaron los Mercedarios, los Dominicos y en torno a los siglo XVI y XVII, también los Jesuitas. Finalmente, este tipo de literatura se constituyó como un proceso fundamentado en la mezcla de aspectos culturales, históricos, religiosos y sociales. En el siglo XIII Iacopo d’Abarazze, Obispo de Génova compuso su Legenda Aurea​, la Colección más leída e imitada en toda Europa. En la Baja Edad Media hubo una producción mayoritaria de este tipo de textos que alternaron el latín y lenguas peninsulares, la cual se acrecentó a partir del desarrollo de la imprenta. En Zaragoza esta llegó a partir del 1516 y se editó el ​Flos sanctorum​, también de la mano con el cambio de paradigma motivado por el Concilio de Trento. En los primeros años tras su instauración, en torno a 1570, se publicó ​Vita Sanctorum que se convirtió en un importante referente que motivó, entre otros, la aparición de las dos primeras colecciones hagiográficas castellanas: ​Flos Sanctorum de Alonso de Villegas y la de Pedro de Rivadeneira, la cual contaba con dos tomos, el primero en 1599 y el segundo en 1601. Finalmente publicó las dos partes en uno en 1604. San Isidro Labrador Existía ya una tradición medieval acerca del Santo, no obstante, sus fechas de referencia, entre otros aspectos, son dudosas. Fue una figura histórica que se reconoció como santa antes del primer decreto, por lo que las autoridades eclesiásticas no contaban con el beneplácito de la autoridad pontificia y aunque estuviera venerado, no estaba reconocido oficialmente en el Vaticano. En 1561 Felipe II trasladó la Corte a la Villa de Madrid y la transformó en la Capital de los reinos de la Monarquía ante la creciente expansión. No obstante, el que la ciudad de referencia tuviera un patrón no reconocido era extraño, por lo que a partir de 1562 se incrementaron los esfuerzos para conseguir la aprobación de su santidad, aunque esta no llegó hasta 1622, después de un largo proceso. En 1592 Alonso de Villegas publicó un opúsculo acerca de san Isidro Labrador, aunque recibió poca atención por la crítica, basado en un Códice traducido al castellano de la parroquia de San Andrés: ​Vida de San Isidro ​de Juan Diácono, del siglo XIII. Es un misterio el porqué de que lo publicara como un texto exento y no lo uniera a su último tomo, pero únicamente se conserva un ejemplar que actualmente se encuentra en la Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Su destinatario era el cabildo municipal de Madrid y está sumido en un proceso cultural, social y político. {Confusión de los Historiadores con respecto a la autoría pues el mecenas, Diego, no fue quien redactó el texto}. El contar con una historia desde el texto original del sXIII, una versión en prosa del sXVI y una epopeya de fecha próxima no es sino una ventaja a la hora de comparar para analizar la ​digressio​, amplificatio ​y otros fenómenos relacionados con la ​imitatio​. Gracias a una recopilación de Fray Domingo de Mendoza, hemos podido llevar a cabo una reconstrucción del proceso de elaboración de la historia del Santo. -Villegas lleva a cabo una ​abrevatio ​del compendio de Juan de Diácono al tiempo que inserta elementos novedosos. Por ejemplo, vinculó geográficamente el culto a determinados lugares, como la Villa de Madrid, pues J. Diácono no alude a ningún topónimo en concreto; mientras que su mujer, por su parte, va adquiriendo importancia cuando en el ms. del sXIII ni siquiera tiene nombre. Hay además un contraste entre los labradores y San Isidro, quien antepone su devoción a sus labores, pero siempre consigue ir al mismo tiempo, lo que supone una ironía. Por tanto, destaca por dos rasgos principales: su laboriosidad y su ejercicio devoto.
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