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Orientación Universidad
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Literatura española del siglo XVIII , Apuntes de Filología hispánica

Asignatura: Fichas de lectura y comentario de la imagen. Literatura siglo XVIII y XIX (II), Profesor: , Carrera: Filología Hispánica, Universidad: USAL

Tipo: Apuntes

2016/2017

Subido el 11/12/2017

xiaoxiao666
xiaoxiao666 🇪🇸

3.4

(53)

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¡Descarga Literatura española del siglo XVIII y más Apuntes en PDF de Filología hispánica solo en Docsity! Literatura española del siglo XVIII Evaluación: 60% - Examen 30% - Trabajo 10% - Participación en clase Trabajo: • Sobre alguno de los libros del periodo, o sobre obras de arte o cualquier otra cosa relacionada con la literatura de la época. • Inicio de investigación + aportación personal. Término medio entre la documentación y la aportación personal. • Uso de la bibliografía. Manuales de literatura, artículos, etc. • Mínimo 5 páginas. No hay máximo. Recomendaciones sobre la bibliografía para el trabajo: • Consultar un manual de la literatura • Consultar la Bibliografía de la Literatura Española desde 1980 (de Simón Palmer), la mejor base de datos bibliográfica. Lecturas obligatorias: 1) Fray Benito Feijoo, Teatro crítico universal http://www.filosofia.org/bjf/bjft000.htm Selección de textos. Leer de 6 a 8 discursos sobre superstición, religión, astronomía, medicina, agricultura, universidad. 2) José Cadalso, Noches lúgubres y Cartas marruecas 3) Poesía del Siglo XVIII. Lectura selectiva. 4) Diego de Torres Villarroel, Visiones y visitas de Torres con Francisco de Quevedo por la Corte. Lectura selectiva (leer al azar de 6 a 8 lecturas). 5) Leandro Fernández de Moratín, El sí de las niñas 6) Vicente García de la Huerta, La Raquel Tragedia neoclásica Manuales de literatura: • Francisco Aguilar Piñal. La mejor historia literaria y la más actualizada del siglo XVIII. • Francisco Rico, Historia y Crítica de la Literatura. Desde la Edad Media hasta hoy. Una pregunta del examen será sobre la metodología y, una parte será sobre los manuales de consulta. Mientras que el gobierno de Carlos III representó el periodo de apogeo de las luces en España, el reinado de Carlos IV significa todo lo contrario: la ralentización de la Ilustración, el debilitamiento de “las luces” en España. Esto se debe, no solo a la debilidad de Carlos IV, sino que también al miedo a que los ideales de la Revolución Francesa llegase a España. Carlos II muere sin dejar descendientes María Luisa de Saboya Felipe V (1701-1746) Isabel de Farnesio Luis I (229 días) Fernando VI (1746-1759) Carlos III (1759-1788) Carlos IV (1788-1808) Fernando VII (1808-1833) El siglo XVIII fue, en su conjunto, UN SIGLO POSITIVO para España. En primer lugar, significó la progresiva recuperación de la vinculación de España con Europa o, en otras palabras, el FIN DEL AISLAMIENTO español. El “aislamiento” español había comenzado a principios del reinado de Felipe II, más o menos en 1550, y coincide con la publicación de “El Lazarillo de Tormes”. Sobre el “aislamiento español”, podemos decir que el Concilio de Trento (principio que trató de regular la Reforma de Lutero y de Calvino) justifica las acciones de Felipe II. El Concilio de Trento, en 1550, inaugura la Contra-Reforma, la prohibición de todo lo que fuera … Lo que provocó un aislamiento terrible para el futuro. En el reinado de Carlos III se invierte, lentamente, esta situación de aislamiento. El siglo XVIII es la época menos conocida y menos estudiada de la literatura española. Esto se debe, en gran parte, a los prejuicios de todo tipo sobre esta época. La crítica tradicionalista despreció, ya desde el siglo XIX, el siglo XVIII, clasificándolo de “afrancesado”. Buena parte de esta responsabilidad negativa le compete a Marcelino Menéndez Pelayo (unos de los pioneros … ). En general, en todas sus obras, Menéndez Pelayo desprecia la literatura del siglo XVIII. Para Menéndez Pelayo, lo ortodoxo (lo correcto) se identifica con lo católico, lo tradicional y lo español. Lo heterodoxo (lo incorrecto) se identifica directamente con lo ilustrado, lo extranjero, y con aquello de origen o procedencia francesa (y, por lo tanto, condenable). Esta percepción de Menéndez Pelayo tuvo grandes repercusiones en la … literaria durante muchos años. Pero… No es necesariamente negativo. Además de todos los prejuicios de la historiografía española, encabezados por Menéndez Pelayo, está también la oposición de los autores románticos. El romanticismo reacciona, en buena medida, contra la etapa anterior. Sin embargo, es importante mencionar que los románticos se oponen al neoclasicismo por cuestiones estéticas y formales, pero no ideológicas. En otras palabras, desde un punto de vista ideológico, los autores románticos son herederos y defienden los principios del siglo XVIII; pero, en la manera de escribir, los autores del siglo XVIII siguen normas y modelos clásicos, mientas que los autores románticos van a defender la libertad estética. Por ejemplo, se puede decir que Larra y Espronceda son del XVIII en cuanto a principios, pero son románticos en cuanto a la forma y a la estética. En tercer lugar, habría que mencionar nuestros propios prejuicios, que se observan, por ejemplo, en nuestro concepto de “literatura”. Nuestro concepto de literatura hoy en día es muy restrictivo. Hasta finales del siglo XVIII, el concepto de literatura era muy general; se entendía la literatura en un sentido muy amplio, exhaustivo, etimológico, como ‘el conjunto de obras escritas en una determinada lengua’. Sin embargo, desde el Romanticismo y hasta nuestros días, el concepto de literatura se limita fundamentalmente a las obras de creación y ficción. En consecuencia, dado que la literatura del siglo XVIII, sobre todo en España, está muy cargada de elementos ideológicos y sociales, por ejemplo, abundan textos que hablan de las costumbres, de la moda, de la ideología, etc., tenemos tendencia de excluirlas de nuestros intereses y de nuestros gustos. Sobre este tema, hay que tener en cuenta dos cosas: 1) Este concepto amplísimo de literatura aparecerá en las primeras historias literarias en castellano. 2) A lo largo del siglo XVIII español, sin embargo, existe ya una tendencia perceptible a limitar o restringir el sentido tan general de la voz ‘literatura’. Es verdad que predomina que literatura es todo aquello escrito, pero ya se encuentra una tendencia por parte de ciertos escritores o de ciertos círculos, a limitar o restringir el uso tan general de la voz literatura; en concreto para las Humanidades o las Bellas Letras (del Arte, de la Literatura, etc., pero no de la Ciencia). Hay escritores que ya consideran que no todo es literatura, que hay una diferencia de calidad. Entre los diferentes términos que se van a emplear en el siglo XVIII, están el de “Buenas Letras” o “Bellas Letras”. Habrá que esperar aproximadamente a 1830 para encontrar un sentido de la voz literatura similar al nuestro: obras de creación, fundamentalmente ficcionales, en verso y en prosa. Donde no llegue nuestro gusto o nuestras preferencias estéticas para entender la literatura y el arte en general del siglo XVIII, debe alcanzar el profesionalismo. Los filólogos somos fundamentalmente profesionales. Como filólogos, no solo debemos guiarnos por nuestros gustos actuales; es necesario, muchas veces, al siglo XVIII, un acercamiento de carácter arqueológico para interpretarlo correctamente. definitiva, la Ilustración en su conjunto, no fue ni mucho menos completa, debido a la oposición de amplios sectores del país. Esta oposición, muchas veces feroz, venía, por ejemplo, de los estamentos eclesiásticos (no de todos, pero de la mayoría de las órdenes religiosas), de amplios sectores de la aristocracia, y de la inmensa mayoría del pueblo llano (que representaba, en términos de población, un porcentaje muy alto, quizá 60 o 70%). Por otra parte, la Ilustración es un sistema de ideas y de valores propio, y casi exclusivo de las clases dirigentes. Es decir, es un movimiento dirigido desde el poder y, por lo tanto, un movimiento paternalista. En política, la Ilustración se manifiesta en el sintagma “despotismo ilustrado”, con el refrán “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”. Es, por lo tanto, un movimiento minoritario; y en España, ese carácter minoritario es aún más acusado que en otros países de Europa, como Francia, Alemania, o Inglaterra. El hombre ilustrado defiende IDEAS UNIVERSALES, que benefician en su conjunto al hombre. Esas ideas universales son, por ejemplo, la tolerancia, la paz, el progreso. La Ilustración tiende a lo universal, al humanismo; y se ignora, o se pasa a un segundo plano, lo nacional. La Ilustración no es en absoluto nacionalista. El hombre ilustrado piensa en el “hombre de bien”, o en la idea de “hombre bueno”. La Declaración de los Derechos Humanos, por ejemplo, tiene su base en la Ilustración. Por las mismas razones, la Ilustración no es, en absoluto, un movimiento democrático. Si, como hemos visto, es un movimiento que plantea “todo para el pueblo pero sin el pueblo”, no podemos hablar de un movimiento democrático. Sin embargo, sienta las bases para la Revolución Francesa en 1789, y esta sí, hizo posible la democracia. En otras palabras: no se puede entender la democracia moderna, sin la Ilustración. El principio de la Igualdad, por ejemplo, es imposible de entender sin la Enciclopedia Francesa, la cual no se puede entender sin la Ilustración. Podemos ver un ejemplo en el hecho de que los ilustrados coinciden en la necesidad general de elevar el nivel educativo del pueblo llano (en el principio general de que hay que educar o “ilustrar” el pueblo. Sin embargo, prácticamente todos los ilustrados también coinciden en que a la gente del pueblo hay que poner límites a su educación (educar, pero de una manera dirigida). Estos límites, por ejemplo, significan no acceder a los estudios superiores. Según los ilustrados, la enseñanza del latín, por ejemplo, no era necesaria para el campesinado, puesto que podría instruirlos demasiado y permitir que ellos salieran del estamento al que pertenecían. Voltaire, uno de los pilares del movimiento ilustrado, y autor, entre otros, del Diccionario Filosófico, tiene la fama de representar el ala más radical dentro de la Ilustración. En su Diccionario Filosófico, dice Voltaire: “Todos los campesinos no son ricos y no hace falta que lo sean. Se necesitan hombres que no tengan más que sus brazos y buena voluntad”. Hay un factor que explica, en un contexto más amplio, esta cita de Voltaire, y el temor de los ilustrados a que el campesinado realizara estudios que les permitiera salir de su clase. Es el comienzo de la quiebra de la economía agraria, propia del Antiguo Régimen. A lo largo del siglo XVIII se está generando la Revolución Industrial. Existe ya el temor a que los campesinos abandonen las tierras (lo que harán de todas formas), y por eso trata de esta manera un diccionario filosófico de justificar y hacer propaganda para que los jornaleros y su hijos permanezcan el en campo. El hombre ilustrado, por otra parte, no es exactamente un político. El ejercicio de la política es propio del siglo XIX y desde luego del XX, pero no del siglo XVIII. El ilustrado, más que un político, es un hombre de Letras, que se define como un filósofo, como un intelectual, que se preocupa por la mejora pública, por la búsqueda del bien común; el hombre ilustrado tiene una mirada cosmopolita, universal. Hay una cita de Montesquieu muy reveladora en este sentido, que dice: “Soy hombre antes que francés”. La pervivencia del Barroco: En España la Ilustración tuvo enormes dificultades para abrirse camino, debido a la pervivencia de varios elementos. Estos elementos eran: el Antiguo Régimen, la Escolástica, la Contra-Reforma y el Barroco. En la sociedad española de principios del XVIII aún pervive el Antiguo Régimen. Una sociedad del Antiguo Régimen es aquella que está separada por estamentos: el clero, la nobleza y el pueblo llano (oratores, bellatores y laboratores), donde resulta prácticamente imposible cambiar de “clase social” (la cita de Voltaire aludía a eso). Eran sociedades altamente jerarquizadas y cerradas; y desde luego, el rey poseía un poder absoluto, ligado a la creencia en el origen divino de ese poder. A principios del siglo XVIII la burguesía era prácticamente inexistente, y la sociedad se resistía al progreso de la Ilustración. La Escolástica es la enseñanza o la corriente que toma como base la filosofía aristotélica (la filosofía de Aristóteles y de sus comentaristas). El Escolasticismo dominaba la educación (sobre todo la educación universitaria), los intentos de ciencia, y la gestión del pensamiento desde la Edad Media (desde el siglo XIII). Aristóteles y otras figuras de la antigüedad greco-latina siguen dominando la vida universitaria y el razonamiento, en buena parte del siglo XVIII. En el caso de la universidad española (sobre todo las más conservadoras, como la Universidad de Salamanca), hasta el final del siglo cronológico, es decir, hasta 1800. Este modo de pensamiento está dominado por el principio de autoridad intelectual, o, como se dice en latín, de la auctoritas. Este principio significa que por el mero hecho de que algo lo haya afirmado Aristóteles u otro autor perteneciente al canon ortodoxo, este algo es cierto, con independencia de que la realidad diga lo contrario. En otras palabras, es una cita con autoridad. Se trata de un concepto medieval. … Las tres acepciones del término ‘barroco’: BARROCO es un término que tiene varias acepciones. El término ‘barroco’ con minúscula significa un estilo recargado, rebuscado. ‘Barroco’ con mayúscula define culturalmente un ciencia y, más en concreto, en la medicina, que se enfrentan al sistema universitario, dominado por la escolástica y por la medicina galénica. Ejemplo: todavía en 1700 en España, se sigue considerando la teoría de los humores del cuerpo humano; otro ejemplo es que en esa época todavía se siguen practicando sangrías. Los “novatores” conocen los avances científicos en Europa y se esfuerzan por introducir y aplicar estos avances en España. Muchos serán condenados por la Inquisición. Los representantes son, fundamentalmente tres médicos: Mateo Zapata: publicó un libro llamado “Ocaso de las formas aristotélicas”. Muñoz peralta: … Juan Cabreada: El límite de 1725, cuando ya podemos hablar de una Ilustración propiamente dicha, lo pone la publicación de la primera obra ilustrada, que es Teatro Crítico Universal, de Fray Benito Feijoo. Él empieza a escribir como reacción y defensa de otro médico pre-ilustrado, Martín Martínez, que escribió un libro (“Medicina Escéptica” F 0E 0 duda). Todo el sector eclesiástico, y en general la universidad, arremetieron contra los pre-ilustrados, contra los novatores. Prácticamente todos ellos fueron vigilados, juzgados y, en algunos casos condenados por la Inquisición española. Entre los perseguidores de los ilustrados destaca Francisco Palanco, obispo de Jaén, que escribió una serie de obras en latín acusándolos de heterodoxos, herejes. La etapa de la Pre-ilustración indica el primer progreso de las luces en esa época en España. A lo largo de todo el siglo XVIII, encontramos una serie de manifestaciones que parecen propias del Barroco, y que, sin embargo, tienen en el fondo un claro componente ilustrado. En España, el principal crítico que ha estudiado este tipo de manifestaciones es Guillermo Carnero, en un libro titulado La cara oscura del siglo de las luces. En esta obra, se ocupa de una seria de textos en los que predomina el sentimiento y la emoción. Dice el autor que el siglo XVIII tiene “dos caras irrenunciables: (que significa que no se pueden separar) una, dominada por la razón, y otra por lo irracional”. GUILLERMO CARNERO La cara oscura del siglo de las luces Esta obra está formada de cuatro estudios: • Primer estudio: “La dualidad razón-emoción en la estética y la preceptiva literaria del siglo XVIII” • Segundo estudio: “Una nueva fórmula dramática, la comedia sentimental” • Tercer estudio: • Cuarto estudio: “Sensibilidad, terror y medievalismo en la narrativa del siglo XVIII” En el primer estudio, que se titula “La dualidad razón- emoción en la estética y la preceptiva literaria del siglo XVIII”, dice Guillermo Carnero: “El siglo XVIII maneja dos conceptos fundamentales. Uno es el de razón y reglas, por una parte, frente a lo que se sitúa la idea de gusto, y otro que es el que enfrenta sublimidad frente a belleza”. La razón y las reglas corresponderían a la Ilustración, y a su manifestación estética, que es el neoclasicismo. Lo bello y la producción de lo bello se pueden aprender. Por ejemplo, en el teatro: unir la ve… a la unidad, etc. producirá una obra bella. Un cuadro,… Frente a estos principios neoclásicos, Guillermo Carnero establece otros, que son en el (buen) gusto y el de sublime frente a lo bello. (buen) gusto F 0E 0 razón y reglas, normas sublime F 0E 0 bello, belleza (…) De una manera muy básica, el neoclasicismo Ignacio de Luzán en su obra Poética arremete continuamente contra los autores barrocos… El buen gusto está relacionado con el “otro”, con el trato y la convivencia con el otro, con la cortesía, con la urbanidad. Unos de los textos fundamentales de la época es el de Ludovico Muratori, quien publica en 1708, en italiano un texto que se titula “Reflexiones sobre el buen gusto e las ciencias y en las artes”. Guillermo Carnero, en su libro La cara oscura de las luces, se refiere a otra acepción de buen gusto. Según Carnero, a medida que se desarrolla y evoluciona el siglo XVIII, el concepto de buen gusto se vuelve más subjetivo, y corresponde, no a unas normas identificables, sino que a algo parecido al “no sé qué” (algo que se tiene o que no se tiene). Este concepto subjetivo de buen gusto corresponde a las personas sensibles y delicadas. Es, por lo tanto, un concepto instintivo y emocional, que no corresponde a la enseñanza de las reglas. La idea de buen gusto está relacionada con otro concepto, que es el de “sublime”. Lo sublime es diferente de lo bello. La belleza es una cosa objetiva, real, que se compone de una serie de cualidades. La contemplación de la belleza produce, en el espectador, un placer sereno. A lo largo de toda la época se desarrolla otro concepto, que es el de sublime. El punto de partida es un extraño tratado griego escrito en el siglo III d.C. titulado “El tratado de lo sublime”. Este tratado se va a comentar y se va a reelaborar a lo largo de todo el siglo XVIII europeo. Según este tratado, lo sublime es el lenguaje, la naturaleza, o el pensamiento que nos emocionan por su magnitud o energía. Este tratado fue comentado, por ejemplo, por Edmund Burke en un libro titulado “Indagación filosófica sobre el origen de nuestras ideas de lo sublime y lo bello”. Dice Burke, siguiendo a Longino, que las emociones más fuertes son las que se asocian a nuestro instinto de conservación (en las cuales entra en juego la vida o la muerte). Los objetos que las provocan son terribles, y nos provocan terror. Cuando apreciamos estas realidades terribles, pero nos sentimos a salvo, sentimos un tipo de placer muy especial, que se llama deleite. Los objetos que provocan esa mezcla de terror y a la vez deleite son sublimes. Realidades sublimes: la oscuridad, el poder, la fuerza o la energía, el gran tamaño en cualquier dimensión y, de manera muy especial, la idea de infinito. Estéticas: La estética del neoclasicismo sentimental o emocional es también llamada “prerromanticismo” o “primer romanticismo”. Cualquiera de estos términos plantea problemas. El principal problema es el anacronismo, puesto que el Romanticismo solo llega en el siglo XIX, y, por lo tanto, no se podría llamar a una corriente en el siglo XVIII de “prerromanticismo” o “primer romanticismo”, cuando el Romanticismo todavía no existía. Es preferible el término “neo sentimental”. El rococó: Existe una polémica sobre si el rococó es una variante del barroco o una variante del neoclasicismo. Todo indica que el término procede del francés “rocaille”, que equivale a “concha marina”. Parece aludir a los motivos y las formas derivados de las conchas. El rococó es un movimiento que puede ser definido como siendo el arte de lo pequeño, de lo exquisito y de lo delicado. No es un arte funcional, no es un arte estructural. En otras palabras, no hay generalmente estructuras o edificios rococó, salvo en su interior. El rococó es el arte propio de las estancias, de los espejos, del mobiliario. Por supuesto, es propio de una élite acomodada. Se manifiesta en el ámbito de la decoración (relojes, esculturas pequeñas, objetos que se colocan encima de las mesas, etc.). Es un arte dulce, que llega a ser empalagoso, y así se manifiesta en la literatura. En literatura, el rococó se manifiesta en un tipo de poesía del siglo XVIII. La poesía rococó, de carácter hedonista, es una poesía de la búsqueda del placer, muy ligada al erotismo. Son poemas breves, de versos de arte menor (versos de menos de 8 sílabas) y, por lo tanto, más ligeros, más suaves, más populares, y más sencillos. Las rimas suelen ser asonantes. Los poemas narran el motivo del carpe diem y del locus amenus. Es decir, lugar agradable, espacio pequeño, presencia del agua, temperatura agradable, canto de los pájaros, cierta abundancia para que no se sufran necesidades (comida al alcance de la mano, música, etc.). En el caso del rococó del siglo XVIII, el locus amenus normalmente se asocia a un jardín. Otro elemento importante que encontramos en la poesía rococó es la mitología. El último siglo en el que continúan todavía vivos los grandes programas de Grecia y de Roma, es el siglo XVIII. En el rococó, se trata de una mitología absolutamente sencilla, “una mitología doméstica”. Elementos que suelen aparecer: Diana, Baco, Venus y Cupido. La mitología entra en crisis porque el Romanticismo ya no la necesita. Los poemas rococó están llenos de diminutivos. En España, y también en Francia, se puede considerar el rococó una moderación del Barroco; pero también podemos considerarlo un juego, una variante dentro de la Ilustración. En España, la realidad estética dice que el Rococó no está con el Barroco, sino que está con la Ilustración. Juan Meléndez Valdez, por ejemplo, o Leandro Moratín, son escritores ilustrados que cultivan todas las estéticas, pero no el Barroco. En el siglo XVIII se recuperan dos tipos de poesía que venían de la época anterior: (1) la poesía bucólica (que representa una visión idealizada del campo); y (2) la corriente anacreóntica. (1) El bucolismo: La poesía bucólica es asimilada dentro del rococó. El bucolismo campestre puede aparecer en la poesía rococó. Estos poemas son “propaganda”. Se trata de convencer a los lectores de que la vida en el campo es tan maravillosa o más que la vida en la ciudad, por ejemplo. (2) La corriente anacreóntica: La poesía anacreóntica procede de un poeta griego (Anacreonte), y es aquella en la que aparecen el vino, la rosa y la alegría de vivir. TEXTOS Guillermo Carnero, La cara oscura del Siglo de las Luces Critica la idea de que las estéticas son siempre alternantes. Guillermo Carnero, ibidem En esta cita Carnero desmiente uno de los prejuicios del siglo XVIII, según el cual el siglo XVIII no daba ninguna importancia al genio creador, ni tampoco a la inspiración. Carnero desmiente ese prejuicio. El punto de partida, según Carnero, es cierta predisposición natural. La diferencia es que los artistas del siglo XVIII dicen que hay que completar esa predisposición natural con algo más, hay que ser “arreglado” en el sentido de que tiene que estar sometido a unas reglas. Eduardo Subirats, La ilustración insuficiente Compara, en este libro, la ilustración alemana y la española. Para nosotros, ilustrar es enseñar, explicar con ejemplos, grabados, etc. Dice que la diferencia fundamental entre la … y la ilustración española es que el proceso de conocimiento, el proceso de saber en la … se entiende como continuo, sin un final, es un proceso para aprender, para saber, para investigar, que no tiene fin. Es un movimiento claramente positivo, de confianza en el hombre volcado en el futuro. En cambio, la ilustración española se entiende como finalista, como algo que se adquiere y está terminado, como un punto al que se llega y se concluye. Se desprende de este libro que la ilustración española es inferior a la alemana, y al mismo tiempo muy pretensiosa. Precisamente por eso, nuestra ilustración fracasó. F. Aguilar Piñal, Introducción al siglo XVIII Este fragmento es una declaración institucional de la Universidad de Salamanca que nos indica la oposición de la universidad española en general, y de la salmantina en particular, a las luces, la oposición a la Ilustración. La Universidad de Salamanca hace una condena radical de todo lo moderno. Los ilustrados españoles tienen que introducir las luces por mecanismos diferentes, es decir, al margen de la Universidad. Hay algunos intentos de reforma universitaria, pero en general son insuficientes. Una de las vías fundamentales para el progreso de las luces es la creación de las Reales Academias. La Real Academia de la Lengua Española tiene como lema: “limpia, fija y da esplendor”. Su propósito es estudiar la lengua castellana, comenzar su estudio científico y frenar el creciente afrancesamiento de la lengua. Su fundador es Andrés González de … y desde su fundación la Academia desarrolla una actividad frenética. Una obra de la Academia es el En el siglo XVIII empieza a tomar cuerpo el periodismo, y se conforma el género literario del ensayo. Los periódicos que más se destacan en el siglo XVIII son El Censor, El Pensador y El Observador. En aquella época, un periódico era prácticamente una empresa familiar, es decir, el empresario, el redactor y muchas veces hasta el repartidor eran la misma persona. En el caso de El Censor era la voz de un ilustrado: Luis Cañuelo. El Pensador era obra de Clavijo y … En este fragmento, El Censor hace un ataque directo contra la oratoria sagrada, contra la predicación, los sermones. El Censor, lo que está criticando es el predominio de una religión absolutamente tradicional y opuesta a las luces. Los periódicos eran fundamentalmente de opinión y, por lo tanto, los artículos que predominaban eran los ensayos. Forner, Los gramáticos, historia chinesca Juan Pablo Forner es un ilustrado, pero es un tanto complejo y muchas veces contradictorio. Representaría una faceta de la Ilustración… y por lo tanto, esta es una … muy crítica contra el afrancesamiento. No era un ilustrado afrancesado, como muchos otros lo eran. Forner, que a veces nos puede parecer muy reaccionario, es el autor de Discurso contra la tortura, obra que contribuyó en la Declaración de los Derechos Humanos. En el siglo XVIII, la tortura no solo estaba permitida, sino que además, la declaración de un individuo bajo tortura tenía valor legal. Uno de los géneros que se desarrollan es la sátira. Sátira horaciana y sátira juvenalesca. La sátira horaciana es aquella que critica vicios con carácter general (la avaricia, el egoísmo, la crueldad); en cambio, la Sátira Juvenalesca es aquella que critica a personas concretas y sus defectos particulares. Los preceptistas insisten en que la que se debe practicar es la Sátira Horaciana y desaconsejan la segunda. En la práctica, sin embargo, muchos escritores hacen sátira juvenalesca. Eso es lo que hace Juan Pablo Forner cuando escribe Los gramáticos, historia chinesca. … lo camufla todo con una apariencia de historia china. Como los … tenían fama de afrancesados, Forner insiste todavía más en el valor de la tradición española. Los siguientes textos pertenecen a un tipo de obra en las cuales unas veces se describen (y otras veces se critican) las costumbres y los usos de la época. Manuel Antonio Ramirez y Góngora, Óptica del cortejo… Carmen Martín Gaite, Usos amorosos del dieciocho en España En este fragmento vemos la obsesión por la moda. El tema de la moda se desarrolla precisamente en el siglo XVIII. Lo que se comenta en este fragmento se refiere a que las mujeres de la élite estaban tan obsesionadas con la moda, que necesitaban a una especie de agente de moda, para que ellas no salieran en la calle haciendo el ridículo. Los tipos característicos del siglo XVIII: En su libro, Carmen Martín Gaite estudia un fenómeno que se extiende por toda Europa, vinculada a las mujeres acomodadas, que es el cortejo o chichisbeo (“cicisbeo” italiano, que se traduce como “galanteo”). Se trata de una práctica amorosa, extendida a las mujeres de la clase acomodada, adinerada, que consiste en que la mujer casada se hace acompañar y servir de un joven que la entretiene, le da conversación y la lleva a espectáculos y lugares públicos. Esta práctica era consentida por el marido. El cortejo o chichisbeo define esta práctica y define también al acompañante. Dentro del ambiente de la Ilustración, el hombre ilustrado no tiene tiempo. El poco tiempo libre que tienen se dedican a escribir. Por lo tanto, aceptan esta práctica … A lo largo de la historia ha habido momentos, tanto en la vida social como en la literatura, con prácticas similares al cortejo. Es decir, históricamente, ha habido fenómenos similares al cortejo, como por ejemplo, el fenómeno del amor cortés. El amor cortés es la devoción que tiene un poeta (que no es el marido) hacia una mujer casada de alta sociedad. El amor cortés se manifiesta sobre todo en la poesía. El fenómeno del cortejo se presenta entre las clases acomodadas, y normalmente va relacionado con la presencia de dos tipos humanos característicos del siglo XVIII. Estos tipos son el petimetre y la petimetra. El petimetre es aquél que se viste y se comporta de una forma tan afectada, tan presumida o tan amanerada, que al final se vuelve ridículo. En aquella época eran las personas que se vestían, hablaban y se comportaban de manera afrancesada. Usan pelucas enormes, se empolvan la cara excesivamente para tener la tez más blanca, etc. Es verdad que como el petimetre se basa en la imitación, con frecuencia el petimetre no pertenece a la alta sociedad, sino que pretenden esconder la falta de recursos. Otro personaje característico, que se repite mucho, es el abate (o el abate mundano). El abate es un religioso, pero un religioso mundano, y algo enigmático, misterioso, de una moral totalmente ambigua. Aparece continuamente en todos los espacios mundanos de la época (bailes, paseos, etc.). Su principal afición es conversar con hombres y mujeres de la alta sociedad. Hay otros dos tipos, que son el majo y la maja. El fenómeno del majismo surge como reacción a los petimetres. La España castiza, cansada del modelo francés, reacciona exaltando la forma de vestir y la moda de actuar de los españoles, por ejemplo, de los bandoleros. El majismo es un fenómeno también de la alta sociedad, que intenta confundirse con el popular. El ideal del majismo era confundirse con la plebe. Aspiraban poder salir del palacio a altas horas de la madrugada, sin que la peña se diera cuenta… Es una reacción contra el exceso de 03 de octubre El Neoclasicismo en la ARQUITECTURA, en la ESCULTURA y en la PINTURA: El neoclasicismo, en su conjunto, se percibe como un arte frío. Además, sobre todo en arquitectura, el neoclasicismo va asociado a la exaltación del poder. Por eso, no es extraño que en muchos países, lo edificios del gobierno sean de estilo neoclásico, como por ejemplo, el Congreso de los Diputados en lectora, uno de sus cuadros más delicados. En El columpio se aprecia al amante de la chica y vemos que, además de su cómplice, es también un fisgón. Durante la mayor parte del siglo XVIII predominan los motivos ilustrados, es decir, hay una gran preocupación por lo que sea universal (la paz, el progreso, la educación, etc.). Sin embargo, a finales de siglo, sobre todo a partir de la Revolución Francesa, se produce un cambio y se van abandonando los temas más universales, para ocuparse de temas más domésticos. La proyección de la casa es el país y, de ahí, el nacionalismo. Se va abandonando el objetivo del universal, y se va acercando al subjetivo del individual. Esta obra de Fragonard, La lectora, ya nos señala ese cambio. Se observa la lectura íntima, individual, el ambiente familiar. A lo largo del siglo XVIII asistimos a la incorporación de la mujer a la … y al arte. La mujer aparece como escritora y como receptora del arte. Y es muchas veces protagonista. Sobre todo en la novela sentimental, cada vez hay más autoras y más protagonistas que son mujeres. Aparecen libros en pequeño formato (hoy llamados libros de bolsillo), lo que los convierten en productos de consumo. El “prerromanticismo” o NEOCLASICISMO SENTIMENTAL: Los principales representantes de esta corriente denominada Neoclasicismo Sentimental son: 10. William Blake. Blake pinta a finales del siglo XVIII, pero 11. Füssli, La pesadilla. La imagen de una mujer con dos figuras diabólicas sobre ella. 12. Thomas Gainsborough. Se le sitúa en el neoclasicismo sentimental por el tratamiento del paisaje. También presenta algún elemento rococó. El caso de Francisco de Goya: En la obra de Goya encontramos las tres facetas: el neoclásico, el rococó, y el neoclásico sentimental. La familia de Carlos IV se aproxima al neoclásico, pero con rasgos… El cuadro El quitasol se aproxima más al rococó. En La vendimia se observa la importancia del costumbrismo (la recogida de las costumbres características de determinada región en un momento dado). La maja vestida. Las viejas. Idea de la sin razón. La deformación esperpéntica de la realidad. Jovellanos. En esta obra observamos la idea de la melancolía. Se pierde la fe en el progreso y en las luces… Instituciones culturales y literarias: A lo largo del todo el siglo XVIII comienza un tibio fortalecimiento de la burguesía. Entendemos por burguesía un sector formado por comerciantes, empresarios, ciertas capas de la nobleza, y altos funcionarios. Así se constituye poco a poco y de manera muy débil una burguesía en España. Esta va a ser la base humana de la cultura de la Ilustración, y por lo tanto, de la literatura ilustrada. En el momento en el que la burguesía se ve con poder, empieza a reclamar… plantea sus exigencias en el terreno estético. Esto llegará a su máxima expresión en el siglo XIX cuando el artista se desencante con la burguesía. Un ejemplo en el ámbito del teatro: el teatro neoclásico se divide en tragedia y comedia. En la tragedia neoclásica aparecen representados personajes de alta alcurnia (de la realeza, de la nobleza, etc.), es decir, no hay sitio para la burguesía. En la comedia, sí que hay protagonistas burgueses, como por ejemplo El Avaro, de Molière. Pero estos personajes tomados de la burguesía para ser ridicularizados, para encarnar un vicio o un defecto. Un ejemplo de la emergencia de la burguesía: la burguesía va a demandar otra modalidad: la comedia sentimental. Aquí lo que importa es la visión dignificada de la burguesía. … Y se mejoran notablemente las telecomunicaciones y, concretamente el servicio de correos. El sistema básico de comunicaciones en España, que es un sistema radial y centralizado, se construye a lo largo del siglo XVIII, y tiene mucho que ver con el centralismo político español, y también con la Pragmática Real en el año 1715, que dio lugar a la Corona de España. Estos avances tienen sus repercusiones no solo en la mejora de los servicios, sino que también en la literatura de viajes. Aparecen guías y libros sobre todo, e un ansia de regularlo todo. … Aparecen también guías urbanas para viajeros. El antecedente de este tipo de guías para forasteros se da en el siglo XVIII. España sigue siendo un país altamente católico. La Inquisición continúa plenamente en vigor en el siglo XVIII, con algunos matices. Prácticamente todos los ilustrados sufren algún contratiempo, algún tipo de acoso con la inquisición. Algunos ilustrados que sufrieron con la Inquisición fueron, por ejemplo, Fray Benito Feijoo, Gregorio Mayáns y Siscar. José Francisco de Isla, el autor satírico… Tomás de …, Leandro F. de Moratín, etc. La Inquisición se crea a finales del siglo XV, en la época de los Reyes Católicos, en concreto en el año 1478. Su propósito e intención inicial era vigilar la pureza de la fe católica. Sin embargo, a lo largo de su larguísima y lamentable vida, fue cambiando el motivo de su vigilancia. A partir del siglo XVI y XVII se suceden los Autos de Fe, es decir, los procesos públicos de castigo y de condena de aquellos que la Inquisición encontraba culpables. Ahora bien, en el siglo XVIII, la inquisición empieza a sufrir el control por parte de la Ilustración y, fundamentalmente, por parte de la monarquía. La Inquisición sigue presionando, pero el poder de los ilustrados también la controla. (ver la película “El Rey… La Inquisición en el siglo XVIII va a perseguir dos cosas: la vigilancia de los libros (y con ellos las corrientes científicas, …), y la censura. La censura es especialmente fuerte con los libros que vienen del extranjero, sobre todo los que vienen de Los ilustrados españoles, como Jovellanos, Meléndez, etc., son casi todos católicos, pero también comparten ciertos rasgos deístas. En literatura vemos esta tendencia deísta en el hecho de que casi todos nuestros poetas ilustrados evitan mencionar la palabra “Dios”. En el siglo XVIII español no existe la libertad de imprenta. La libertad de imprenta se recoge, más bien como un deseo que no llega a ponerse en marcha, en la Constitución de 1812. Para hablar de libertad e imprenta hay que ir a mediados del siglo XIX. Desde principios del siglo XVIII, por otro lado, mejora considerablemente la industria del libro. En consecuencia, también mejora su calidad material. A finales del siglo XVII, las famosas imprentas españolas habían llegado a un gran estado de decadencia. Además, aparecen nuevos productos, que son más baratos y que permiten la lectura más fácil en cualquier parte debido a su formato pequeño. Eran libros piadosos (oraciones, doctrinales,…), las guías, los almanaques, y las novelas. Los libros más vendidos del siglo XVIII tienen que ver generalmente con éxitos tradicionales de la literatura religiosa, puesto que España es un país… católico. Por lo tanto, se siguen publicando… obras que vienen del siglo XVII o incluso antes. Había un libro que nunca faltaba en las casas, que eran los misales. El Flos Sanctorum (flor de los santos) es una recopilación de vidas de santos. Los misales, el flos Sanctorum, y… de este tipo de literatura, se siguen reeditando en el siglo XVIII. También son productos comerciales de esta época los pronósticos y los almanaques. Los best-seller eran los títulos tradicionales de la literatura religiosa, como Biblia, los misales, y el Flos Sanctorum. Es un auténtico best-seller el Teatro Crítico Universal, de Feijoo. Es un obra enciclopédica (son muchos tomos). También será un éxito, aunque temporal, el Fray Gerundio de Campazas, del Padre Isla. También lo son Las Fábulas literarias de Tomás de Iriarte. En resumen, la lectura empieza a formar parte de la vida cotidiana. Aparecen las bibliotecas públicas. La Biblioteca Real fue creada por Felipe V en 1712, que se transformó en Biblioteca Nacional a lo largo del siglo XIX. Aparecen también ciertos procedimientos que permiten la financiación del libro. Uno de los procedimientos más destacados es la suscripción. La suscripción consiste en que una serie de instituciones o de individuos adelantan el dinero que hará posible la publicación de una obra. A principio de cualquier obra, pero sobre todo de aquellos libros costosos. Eso es lo que ocurre con la Enciclopedia Francesa, la gran obra de la Ilustración. El primer paso de la E Francesa fue la publicación del prospectus (para observar cómo estaba el mercado); una vez que están comprometidas las entidades, comienza la publicación de esta obra costosísima. Pequeños textos, cuyos autores no tenían dinero, se publicaban mediante el procedimiento de la suscripción. Por ejemplo, una novela de 1831, titulada Las españolas náufragas, se conoce que la autora no tenía dinero para publicarla, y utiliza el procedimiento de la suscripción de esta manera puede publicar su novela. Cuando se utiliza el procedimiento de la suscripción, suele aparecer en el final del libro una lista de las personas suscritas. A muchas personas les interesa ser suscriptor porque todos le veían. Un segundo aspecto era que esas listas tienen un extraordinario valor sociológico, puesto que nos permite conocer el perfil de los lectores. Por ejemplo, en determinados textos ilustrados no aparece nunca como suscriptora la Universidad de Salamanca. (Suscripción no tiene el mismo sentido que tiene hoy). Aunque todavía no se habla de periodismo en el siglo XVIII, aparecen ya las voces “periódico” y “periodista”, sobre el año 1788, que sustituyen las voces anteriores que eran “gacetero” y “jornalista”. A parte de la Gaceta de Madrid, que se imprimía desde 1661, el primer periódico del siglo XVIII es el Diario de los Literatos de España (se publicó de 1737 a 1741), que iba dedicado a la reseña de libros (comentarios de libros). El Diario de los Literatos de España es un periódico, pero no se publicaba diariamente. La Gaceta de Madrid es el antecedente de nuestros Boletines Oficiales, es decir, son boletines de avisos, normas de carácter oficial. El primer diario, en el sentido estricto de la palabra, apareció en el año 1758, y fue el Diario Noticioso Erudito y Comercial Público y Económico. Este diario salió de las manos del ilustrado Francisco Mariano Nifo. La prensa de opinión, que estaba relacionada con el ensayo, comienza con El Pensador, de José Clavijo y Fajaro, que era muy crítico y satírico con las costumbres de la época. … Iniciativas en el ámbito económico se manifiestan en … entendido en el más amplio sentido de la voz literatura. En particular es una literatura muy amplia, muy exhaustiva y de carácter científico. Prácticamente en todos los terrenos: medicina, botánica, química, matemáticas, técnicas de fortificación (los tratados sobre el modo de fortificar ciudades,), física, agricultura, etc. Un patrimonio muy amplio,… al mismo tiempo en consonancia con ese proceso, aparece la historia literaria, nuestra historia literaria. Dos observaciones: 1. Es verdad que hay antecedentes previos. Pero es en el siglo XVIII cuando hay una producción relevante sobre nuestra historia literaria. En el siglo XV, Iñigo López de Mendoza (el marqués de Santillana) compone una obra titulada Proemio e Carta en la cual el marqués de Santillana hace una brevísima historia de literatura española. Aparecen también en el siglo XVIII importantes repertorios bibliográficos. Es en esa época cuando se conforma la bibliografía española. El término que se usa en el siglo XVIII que se usa para estos catálogos bibliográficos es ‘biblioteca’. El punto de partida, sin embargo, es una obra del siglo XVII. Es contestaciones y ataques de todo tipo. Uno de los más críticos fue Juan Pablo Fornell, que dedicó … La sátira fundamental de Fornell contra … se titula Suplemento al artículo Trigueros. La idea de los suplementos es muy frecuente en el siglo XVIII. Finalmente, El Diario de los Literatos de España En concreto, la obra pionera, de toda Europa, de la historia literaria, es una gran obra francesa titulada Historia Literaria de la Francia. Se trata de un modelo para toda Europa de cómo hay que escribir una historia literaria (de lo que hay que hacer, y de lo que no hay que hacer). Se publicó a lo largo de 35 años. … Fue una historia elaborada en una abadía. En particular los benedictinos de la abadía de San Mauro. En 12 gruesos volúmenes. Los españoles seguimos este modelo de los frailes benedictinos. En España, … Historia Literaria de España. Esta obra de 11 tomos fue publicada entre 1766 y 1791. La hicieron dos hermanos de sangre y también de la misma congregación religiosa. De esta obra, dice Cebrián: “de utópicos y descabellados designios”. Porque es una obra muy prolija. Esta obra “utópica” de 11 tomos solo llega a la época de Lucano. Esto nos revela la ilusión, la confianza y la ingenuidad de los ilustrados, y por supuesto los fracasos de la propia ilustración. Esta obra y otros textos españoles de finales de los 80 y de los 90, están muy influidas por la reacción que produjo en España la publicación de una obra francesa, de autoría de Nicolás Masson de Moglilie. Masson … escribió una obra titulada Enciclopedia Metódica. En esta obra, que comienza a publicarse en 1782, Masson arremete contra la cultura española y en particular contra la literatura y la … española. Hace una pregunta retórica en esta línea ¿Qué se debe a España? ¿Qué ha hecho España por la cultura europea? Esta obra despertó una enorme reacción entre los intelectuales españoles, que contestaron a Masson con una serie de obras, de sátiras, etc. … Nuestras obras surgieron acomplejadas. 15 de octubre … Textos de carácter defensivo y apologético obre nuestra literatura … Juan Pablo Fornell reaccionó de forma muy dura y muy crítica en su obra Oración Apologética por la España y su Mérito Literario. Dos aclaraciones: 1. La palabra “oración” en el siglo XVIII no significa reza o plegaria; significa simplemente discurso. 2. Se trata de una obra de defensa de la cultura y de la literatura española, muy tradicional, incluida la etapa del Barroco, que había sido rechazada pela Ilustración. Fornell defiende nuestra literatura, incluida en esta defensa los autores del Barroco, como Lope de Vega, Quevedo, entre otros. Además, es un ataque contra los franceses. Otra obra de la historia de la literatura española, tan ambiciosa como la de los hermanos Rodríguez Mohedano, es una obra enciclopédica de Juan Andrés, fraile jesuita expulsado a Italia, que se titula Origen, progresos y estado actual de toda la literatura. Se trata de una obra en 10 volúmenes, publicados primero en italiano en el año 1782 e, inmediatamente después traducida al castellano. Dos observaciones: • Una obra plenamente ilustrada, y que intenta abarcar toda la producción escrita. Incluida la geografía o las ciencias naturales y las ciencias eclesiásticas. • Es una obra verdaderamente sistemática y bien tratada. … Orígenes de la lengua castellana, 1737. Gregorio Mayans y Siscars. De 1737 es también la primera edición de la Poética de Luzán. Gregorio Mayans publicó también La vida de Miguel de Cervantes Saavedra. Es la primera biografía medianamente seria de Miguel de Cervantes, y el primer acercamiento a la novela. Otro autor que hay que tener en consideración es Antonio de Capmany, que escribió Teatro Histórico Crítico de la Elocuencia, donde recopiló modelos de buen castellano, modelos dignos de imitación a la hora de hablar en público y de escribir. Finalmente, hay que mencionar, otra vez en el ámbito de la lingüística, a Fray Martín Sarmiento, un discípulo de Feijoo, que recopiló Materiales lingüísticos. Rafael Lapesa, en Historia de la Lengua Española, elogia a Fray Martín Sarmiento y destaca tres aspectos: a) La recopilación lingüística (de los topónimos, de las voces populares, etc.). b) Su anticipación a las corrientes lingüísticas del siglo XIX. Fray Martín Sarmiento se anticipó en concreto a los comparatistas y a los neo-gramáticos el siglo XIX, en el concepto del latín vulgar. c) La regularidad de las leyes fonéticas, sería uno de los pioneros en teorizar y … las leyes fonéticas. La Enciclopedia Francesa: La Enciclopedia Francesa lleva un subtítulo importante, que nos indica bastante sobre el carácter de esta obra. El subtítulo es Diccionario razonado de las ciencias, de las artes y de los oficios. Se comenzó a publicar en 1751, con inmensas dificultades. En 1772 se completa la primera edición, es decir, se concluyen 28 volúmenes, distribuidos de la siguiente forma: 17 volúmenes de texto y 11 volúmenes de láminas. Además, entre 1776 y 1780 aparecieron otros 7 volúmenes; estos eran suplementos (que añaden información, la complementan, la actualizan), o índices (para encontrar la información). Se trata de una obra ambiciosa, amplia, exhaustiva, que pretendía dar Podemos considerar la Enciclopedia Francesa como un alegato a la tolerancia. Esto significa, por un lado, que dentro de la Enciclopedia Francesa cabían muy diferentes posiciones religiosas; es decir, precisamente porque es un texto tolerante hay diferentes puntos de partida dependiendo de los distintos filósofos y colaboradores. Es verdad que predomina el deísmo (la creencia en un ser superior que no entra en las cuestiones humanas), pero había también ateos, así como católicos fervorosos. En síntesis, podemos decir que la Enciclopedia Francesa era un alegato a la tolerancia. Sin embargo, por otro lado, esa misma tolerancia fue lo que provocó su prohibición inmediata por parte de la Iglesia Católica en la misma década de los años 50. Por esta prohibición, desde el principio se consideró la Enciclopedia Francesa como un texto anti-clerical, cuando eso no era cierto. Además de la idea de tolerantismo religioso, la Enciclopedia Francesa, en su conjunto, planteaba también el REFORMISMO y el SENTIDO CRÍTICO. Hay una idea de reforma de la sociedad, y una crítica en un sentido de mejora. Dentro de este sentido crítico hay un cuestionamiento permanente de las instituciones. En esta línea, algunas de las ideas de la Enciclopedia Francesa son: Se defiende la monarquía constitucional frente a la absolutista. Se defiende la necesidad de la educación, de la instrucción, la igualdad de todos los seres humanos y los principios del derecho natural (es decir, la idea de que existen obligaciones y derechos naturales, a margen de las religiones, de los países, etc.). El fomento de las artes mecánicas, con vistas al desarrollo económico (que ya estaba en el subtítulo de la obra). Por todo eso, en definitiva, se convierte en el texto emblemático de las luces, que además corresponde a una nueva clase social, que es la burguesía. TEMA 2 Concepto de literatura. Los teóricos y los géneros: literatura de erudición y literatura de creación. Poética de Ignacio de Luzán. Hegemonía del didactismo. La literatura popular. Modos de publicación. Concepto de literatura: A principios del siglo XVIII nos encontramos con una escasez de obras de teoría de la literatura; hay muy pocas obras originales teóricas sobre literatura, hasta la aparición de la Poética de Ignacio de Luzán. En esta época continúa la influencia del Barroco. El Barroco es el movimiento fundamental por lo menos hasta 1750. En este sentido hay que mencionar dos autores teóricos del Barroco: Baltasar Gracián y Félix Lope de Vega. Los teóricos y los géneros: literatura de erudición y literatura de creación: Baltasar Gracián es uno de los autores fundamentales del Barroco. Nos interesan dos obras: El criticón y La agudeza y arte de ingenio. En estos textos encontramos los principios generales de composición del Barroco, como la agudeza y el ingenio. Tanto es así que estas obras se reeditan con frecuencia durante la primera mitad del siglo XVIII. El otro gran teórico del Barroco es Félix Lope de Vega, que en realidad no es ningún teórico. Lope de Vega escribió El arte nuevo de hacer comedias, una obra teórica muy breve, con la que Lope de Vega pretendía justificar sus propias comedias, justificar su propia obra. Sin embargo, esta obra se mantuvo como una obra de referencia para el teatro durante buena parte del siglo XVIII. En esta obra Lope de Vega planteaba algunos principios: a) El principio de la LIBERTAD ARTÍSTICA: el dramaturgo español no tiene porque seguir ningún modelo ni manual; escribirá según le parezca. b) La falta de respeto a las unidades dramáticas, fundamentalmente la unidad de TIEMPO y la unidad de Los países del norte de Europa, especialmente Inglaterra, tienen un concepto más beneficioso para la lectura del Quijote. Ellos lo leen de otra manera, y aprovechan el Quijote y la novela picaresca española (El Lazarillo, el Buscón…), de tal manera que los van a utilizar para su desarrollo novelesco en esta época. La novelística inglesa del siglo XVIII alcanza un desarrollo que no tiene comparación en ningún otro país de Europa. Mientras que en España, Quijote, Lazarillo, etc. son prácticamente olvidados en esta época. Mayans, dentro de estas limitaciones, es el primero en llamar la atención sobre Don Quijote de la Mancha. 22 de octubre (continuación) … es uno de los pocos textos teóricos sobre la novela en España. La novela es un género despreciado en España, y el mérito de esta obra es haber intentado valorar esta nueva modalidad, la novela. En concreto, Gregorio Mayans admite la PROSA como forma literaria, cuando en el siglo XVIII el vehículo literario por excelencia era el verso. Además, Gregorio Mayans, siguiendo a Cervantes, admite la existencia de épica en prosa. Los tres géneros literarios tradicionales de las poéticas greco- latinas eran: a) La épica b) La lírica c) El drama (la tragedia y la comedia) Además de la didáctica y la oratoria. La épica que conocíamos estaba escrita siempre en verso (la Ilíada, la Odisea, la Eneida de Virgilio, El Cantar de Mío Cid, La Canción de Roldán, etc.). Por lo tanto, la importancia de reconocer la existencia de la épica en prosa es que se abre el camino para el reconocimiento de la novela como género literario. La novela sería un tipo de épica en prosa. Gregorio Mayans, siguiendo a Cervantes en el Quijote, reconoce además que la novela tiene una temática más amplia que lo amoroso o lo meramente sentimental. Mayans, siempre teniendo al Quijote como referencia, también percibe en la novela su capacidad para mezclar géneros. Uno de los elementos fundamentales de la novela es su capacidad para mezclar y asimilar géneros. En realidad, Mayans sigue una afirmación de Cervantes, cuando, en la primera parte del Quijote, se hace un elogio de algunos aspectos de los libros de caballería. Los libros de caballería son negativos porque han vuelto loco a Don Quijote, pero hay un rasgo positivo. Este rasgo positivo de los libros de caballería es que “la escritura desatada de estos libros da lugar a que el autor pueda mostrarse épico, lirico, trágico, cómico”. Eso quiere decir que la novela no es únicamente narración, sino que puede ser otras cosas. En definitiva, por todos estos aspectos, la vida de Miguel de Cervantes y la de Gregorio Mayans son de vital importancia para la teoría de la literatura española, y en concreto para el reconocimiento de la novela como un género digno. Gregorio Mayans es también autor de una retórica, del año 1757. En esta obra, escrita 20 años después de las demás, Mayans defiende un modelo literario claramente neoclásico y, por lo tanto, es mucho más intransigente con el Barroco. Si en sus primeros textos Mayans era condescendiente con el Barroco, ahora ya no lo era. IGNACIO DE LUZÁN: Poética La Poética de Ignacio de Luzán es una obra de referencia. Tiene dos ediciones: la primera es de 1737 (inaugura oficialmente el neoclasicismo en España), y la segunda, publicada póstumamente, es de 1789. La principal diferencia entre las dos ediciones es que la segunda es revisada y corregida, y es mucho más radical que la primera. Con esta obra, la intención de Ignacio de Luzán es llenar una laguna muy evidente en la literatura española. Según el autor, nos faltaban textos de la teoría de la literatura, lo que era la causa de la degeneración de nuestras letras. Como hemos visto antes, los extranjeros nos criticaban precisamente por esto. Aunque Luzán también reconoce con cierto valor dos obras del pasado: una es la Poética de José Antonio González de Salas, publicada en la primera mitad del siglo XVII, y la otra es la Poética de Francisco Cascales. El objetivo fundamental de Luzán es la lucha contra la literatura barroca (el gran enemigo del neoclasicismo), ejemplificada en Góngora, que pasará a ser un autor absolutamente “maldito”. De forma más concreta, Luzán considera que la causa de la degeneración literaria es “la ignorancia y transgresión de los preceptos poéticos” (Poética, Luzán). En otras palabras, o se desconocen las normas para escribir, o se transgreden libremente. En su opinión, por lo tanto, urge conocer y seguir unos preceptos literarios según las normas clásicas. Inmediatamente después de la publicación de La Poética de Luzán, nace la polémica entre neoclásicos (seguidores de Ignacio de Luzán), y casticistas (defensores del Barroco y del principio de libertad artística). La Poética de Ignacio de Luzán no es una obra original. Es decir, las ideas que encontramos en su obra no son originales suyas. Se trata más bien de una obra de carácter divulgativo de preceptos, de enseñanzas y de normas que están en otros autores. La Poética deriva fundamentalmente de Aristóteles, bien directamente, o a partir de sus muchos comentaristas, y de Horacio. La influencia francesa, que existe, es secundaria. En este sentido, se equivocaba Marcelino Menéndez Pelayo, cuando acusaba a todo movimiento neoclásico de afrancesado (y acusaba en particular a Luzán). Predominan en La Poética las fuentes clásicas, griegas y latinas. Entre los autores contemporáneos, predominan los autores italianos. La Poética está dividida en cuatro libros: (entendiendo poesía como literatura) 1. Del origen, progresos y esencias de la poesía. 2. De la utilidad y del deleite de la poesía. Se ocupa Sobre la unidad de lugar: Luzán, que reconoce la dificultad de mantener el mismo lugar en una obra de teatro, presenta como una novedad este artificio, que son los decorados. Es la ópera que introduce esta nueva técnica en el teatro. Eso porque la opera es, de todos los espectáculos de teatro, el más caro. Un producto que menciona Luzán son las comedias de teatro. Las comedias de teatro son el producto de más éxito dentro del teatro barroco. Las comedias de teatro son aquellas donde lo importante es todo lo relativo al montaje (música, decorados, coreografías, etc.) En el último párrafo, cuando dice: “tengo por mejor la de mutaciones y bastidores…” , se refiere, además de que no hay decoración alguna en el teatro en España, a la escasez de medios en el teatro en España. Este es un dato sociológico importante, es decir, el teatro no era “nada”. Ignacio de Luzán separa de manera tajante la tragedia y la comedia. En consecuencia, condena de manera absoluta la tragicomedia, diciendo que la tragicomedia es: “un nuevo monstruo no conocido de los antiguos”. Es verdad que el teatro griego y el teatro latino separaban radicalmente la comedia de la tragedia. Al condenar la tragicomedia, Luzán está condenando el teatro barroco. Considera que la tragedia debe ser de asunto histórico, puesto que considera que los temas históricos afectan más al espectador y por lo tanto era mas didáctica y más útil. Por las mismas razones, L prefiere los asuntos del pasado a los contemporáneos. A su vez, la comedia ponía en escena a protagonistas de condición inferior a los de la tragedia para ridiculizarlos, o para condenar determinados vicios de la sociedad del momento, propios de la clase media. Existen dos valoraciones fundamentales sobre la Poética de Ignacio de Luzán. Una de ellas podemos llamar como posición tradicional o tradicionalista. Está representada por el gran investigador del siglo XVIII, Francisco Aguilar Piñal. Es un juicio negativo. Según esta opinión, Luzán se ocupa de difundir el principio graciano o la máxima clásica de Horacio de instruir y deleitar. … De las diferentes posibilidades de hacer poesía, Aguilar Piñal señala que Luzán prefiere cualquier manifestación poética (literaria) donde prevalezca la instrucción. En su opinión, se trata toda la Poética de una declaración de anti- poesía. Porque la poesía de la ilustración se pone al servicio de una causa no literaria y por lo tanto se condena al fracaso. A partir de aquí, Aguilar Piñal va extrayendo partes de la Poética que parece confirmar su opinión. Dice Luzán: “No es tolerable que se escriba tomos enteros de sonetos, canciones y otras poesías sobre frívolos asuntos amatorios”. Según Francisco Aguilar Piñal, la poesía de Ignacio de Luzán está sometida al cumplimiento de una serie de normas o de reglas. Criterios como la belleza, la proporción, el orden, la unidad y, de manera muy especial, la verdad o verosimilitud. Para Luzán, la poesía (o el arte en general) es una imitación de la naturaleza, idealizada y de carácter universal. Al ser imitación, dice Aguilar Piñar, pero controlada por la verosimilitud, eso excluye del arte dos ámbitos fundamentales: la mera reproducción y la fantasía absoluta. Para Luzán lo verosímil tiene que estar además … al buen gusto y al decoro. En consecuencia, la verosimilitud para Luzán, está limitada por una franja media, que excluye la fantasía por un lado, y el mero naturalismo por otro. Aguilar Piñal quiere demostrar que Luzán sería el responsable de la falta de literatura fantástica en la España del siglo XVIII, sobre todo si nos comparamos con otros países. El siglo XVIII sería un siglo anti-poético. Esta posición tradicionalista, no la comparte José Checa Beltrán. Posición “moderna” de José Checa Beltrán: Ignacio de Luzán habla con frecuencia de la utilidad de la poesía, pero no siempre. También habla de una poesía de deleite. José Checa Beltrán critica también, con razón, a Aguilar Piñal, por extraer frases de la Poética sin contexto, y lo que hace es una “manipulación”. Lo más importante, la cuestión de la verosimilitud, Beltrán entiende que cuando Luzán habla de “verdad” o de “verosimilitud”, no se refiere a un principio con relación al mundo real, sino a la modalidad poética literaria o artística de cada momento. Lo que importa es que está hablando dentro del propio género literario, y eso es moderno. 24 de octubre … Antonio Buriel Esteban de Arteaga Francisco Sánchez Barrero escribe una obra titulada Principios de Retórica y Poética (1805). Este texto es importante y conecta con la vida de Cervantes y Gregorio Mayans puesto que se ocupa de narrativa y de la novela. Ignacio de Luzán compuso también en 1729 Un arte de hablar, un manual de oratoria que enseña cómo hablar y cómo comportarse en público. Es unos de los primeros textos de este tipo en nuestra historia. Este manual guarda relación con la literatura y también con la manera de hablar en público (actio) / la actuación. Tiene relación con los tratados de urbanidad y cortesía. Hasta el Romanticismo, en el arte (y por supuesto en la literatura, en la pintura, etc.) predomina el criterio del arte como imitación de la naturaleza. En el ámbito de la pintura, el correspondiente a la naturaleza seria la figuración. Este principio general, que se mantiene hasta el Romanticismo, debemos tener en cuenta que esta corriente no surge de la noche a la mañana, sino que es un proceso paulatino que empieza ya en el siglo XVIII. La última etapa de Francisco de Goya, Existen dos posibilidades de imitación de la naturaleza: 1. La que identificamos con el Barroco, donde el principio de imitación de la naturaleza es directo. Se denomina principio naturalista o realista. El ejemplo es el caballo. La representación de la naturaleza en el Lazarillo de Tormes es muy dura, cruda, realista, naturalista. En el ámbito del Barroco, la descripción de la realidad acentua deerminados rasgos extremos. 2. La otra posibilidad es la poca clásica (y neoclásico). En este caso la imitación no es realista ni naturalista, sino idealizada. La realidad no se presenta cómo es, sino cómo debería ser. El pintor que retrata un caballo, será un caballo que prácticamente no existe; será una imagen ideal de un caballo. Para alcanzar esa representación ideal hacen falta normas. Es decir, se trata de una representación según un canon. En este sentido es cómo debemos entender el pedagogía pretende enseñar, mientras que el ensayo sugiere. La finalidad del ensayo es sugerir y no enseñar. Para algunos críticos el ensayo es un género literario, mientras que para otros no lo es. Entre los que no consideran al ensayo un género literario está Marichal. Según este autor el ensayo no se considera un género, sino una operación literaria. Dice Marichal: “No hay ensayos sino ensayistas, escritores, cada uno de los cuales escribe sus ensayos a su modo. Más que ante un género estamos ante una operación literaria; un como en vez de un continente expresivo”. En esta línea, Marichal insiste en la peculiar y estrecha relación que existe entre el ensayo y la realidad humana. Porque el ensayo habla siempre de la realidad, está absolutamente ligado a la realidad circundante. Para Marichal, se puede hacer una historia de la novela, del teatro, de la literatura didáctica, o de cualquier género literario tradicional, aislándolo de la realidad histórica. Sin embargo, esto no ocurre con el ensayo, porque no se puede explicarlo, ni entenderlo si lo separamos de su circunstancia, de la sociedad y del momento en el que fue escrito. Esta misma idea de Marichal la sostiene también Silvio Lima. Este crítico viene a decir lo mismo, refiriéndose al ensayo como una “actitud”. Por eso, algunos críticos literarios consideran que el ensayo es una forma lírica. Ven al ensayista como a un poeta que escribe en prosa. Marichal, cuando habla del ensayo, considera también otro rasgo, además de los que hemos visto, que es su maleabilidad. La maleabilidad está en el hecho de que el ensayo se pliega (se adapta) a las condiciones personales y sociales del escritor. En relación con la característica anterior está la articulación del ensayo y de su autor con el mundo en el que vive. En cambio, según Marichal, en otros géneros literarios, sobre todo en la novela, se busca la articulación de los personajes dentro del universo de la ficción. En esta línea, otro de los grandes teóricos y estudiosos del ensayo en España, Sánchez Blanco, establece un tercer rasgo del ensayo, que es su carácter polimorfo (que puede adoptar muchas y variadas formas). Es decir, el ensayo es un producto polimorfo, porque reviste diferentes formas, y a mendo nos engaña. A veces el ensayo se presenta en forma de prólogo (no todos los prólogos son ensayos, pero hay prólogos que a veces se convierten en auténticos ensayos). Por lo tanto, prólogos, aprobaciones, reflexiones, oraciones y discursos, memorias e informes, cartas (siempre y cuando sean cartas con carácter ensayístico, es decir, crítico, de opinión, polémico, etc.), artículos periodísticos, pero también los diálogos, algunas entradas de diccionarios (de la Enciclopedia Francesa, por ejemplo), etc. todo estos ejemplos pueden ser considerados ensayos. José de … y Cossío publica, en 1739, un diccionario con el siguiente título: “Lo que hay de más y de menos en España para que sea lo que debe ser y no lo que es. Obra repartida por las letras del abecedario”. Hay, en todo caso, y esto lo señala sobre todo Marichal, una notable diferencia entre el ensayismo de referencia en Europa y en el mundo. El ensayismo de referencia es el británico. El ensayismo británico hay una clara continuidad, hay más uniformidad, que se debe a una mayor estabilidad política y social de la sociedad inglesa, y a la permanencia de una misma clase media aristocrática en el poder. Por ejemplo, desde… está asentada una monarquía parlamentaria. Por otro lado, en España, nuestro ensayo sería flutuante, variable; hay una gran variabilidad debido a una sucesión de altibajos y al dramatismo de nuestra historia. Y eso da lugar a muy diferentes expresiones individuales. Tenemos ensayismos muy diferentes. Marichal resume esta idea en una fórmula muy gráfica: “el bufón y el hombre de bien”. Y así encontramos, en algunos casos, el ensayismo español parece una confesión. Un ejemplo son algunos artículos de Larra. En el otro extremo, hay ensayos que se acercan a la práctica sermonaria (sermones). También hay los que se colocan en una posición elevada, y escriben como … reserva aristocrática. Lo fundamental es la idea de la enorme variabilidad del ensayo español. 13 de noviembre (Continuación) Debido a la realidad del siglo XVIII español, dividida ideológicamente, el ensayo en esa época en España, se puede agrupar en dos modalidades: un ensayo de carácter reformista, que es propiamente ilustrado, y un ensayo de carácter reaccionario, anti-ilustrado. En la línea reaccionaria del ensayo, menos representativa que la otra línea, encontramos ensayos que son una apología del Antiguo Régimen, como por ejemplo, del absolutismo monárquico. Además, hay ensayos que son apologías de la escolástica. Otro elemento importante a la hora de estudiar el ensayo es que, en general hay una mayor preocupación por el fondo que por la forma. En otras palabras, los ensayistas del siglo XVIII se preocupan por tratar cosas, mucho más que por la forma. Los ensayistas del siglo XVIII no son precisamente estilistas. En cuanto a la temática, sobre todo en cuanto al ensayo ilustrado, es absolutamente variada, pero con un elemento siempre presente, que es el sentido público, es decir, temas que interesan a la colectividad, como por ejemplo: los privilegios del clero y de la nobleza, la libertad del pensamiento, la educación y la universidad, la reforma agraria, la creación de las sociedad económicas (las sociedades de amigos), el problema religioso (en esta línea de la religión, es fundamental, en el caso de Feijoo, la superstición), empieza a tratarse el asunto de las amortizaciones y de las desamortizaciones, etc. En general, en todos estos temas, los ensayistas de esta vertiente más ilustrada, adoptan una actitud escéptica, en el sentido crítico. Es decir, lo someten todo lo que ven a la prueba de la experiencia, y por lo tanto, de la verdad. En esta línea, les interesan aquellas cuestiones que pueden tener una que se vendieran cerca de 400 o 500 mil ejemplares, cuando una tirada digna en el siglo XVIII serían 1000 o 1200 ejemplares. La labor literaria de Feijoo fue tardía. Podemos decir que Feijoo es un caso de vocación literaria de plena madurez. Además, podríamos decir que comenzó a escribir no tanto por vocación como por necesidad ideológica y de compromiso con la sociedad española. … En 1722, Martín Martínez escribe… En este libro, defiende la duda como criterio científico. Eso frente a los principios absurdos de la escolástica (con el criterio de la autoridad, y los silogismos (los razonamientos lógicos), muchas veces silogismos falsos). El otro elemento de este libro … es la… por l cirugía, por una medicina práctica. Hay que pensar en el carácter revolucionario de esta obra, cuando en España se sigue y se va a seguir practicado la teoría de los … como el principio de la sangría. El libro fue atacado sin compasión por los sectores reaccionarios, desde todos los flancos (la universidad, la iglesia, el poder) y en su defensa Feijoo publicó un libro, en 1725, titulado Aprobación apologética del escepticismo médico. En definitiva, una defensa de Martín Martínez. A partir de ese momento, Feijoo toma conciencia de la necesidad de defender un nueva ciencia española. Y este es el motivo por qué continua con esa idea de escribir y publica Teatro Crítico universal. Teatro Crítico Universal (de 1726 hasta 1739). Son 8 tomos y un suplemento, y un total de 118 discursos. A cada una de las piezas, Feijoo las denomina discurso. Después del año 39, Feijoo continuó el proyecto del Teatro crítico universal con otra obra magna, que son las Cartas Eruditas y Curiosas. Son 5 tomos y un total de 166 ensayos. Esta obra tiene un elemento caracterizador, a parte de su brevedad, que es completar aquellos aspectos que no había tratado en el Teatro Crítico, o bien ampliar aspectos que había tratado brevemente en el Teatro. En cualquiera de estas tres obras, Feijoo desarrolla una idea básica y fundamental, en la que continua la idea de Francis Bacon (uno de los padres de la ciencia moderna). Esta idea es la siguiente: Feijoo sostiene que una cosa es el ámbito de la religión y otra cosa es el ámbito de la ciencia. Cada uno de estos ámbitos tiene sus propios instrumentos. El ámbito de la religión es competencia de la Teología, y su instrumento es la fe. El dominio de la ciencia está … en la razón (experiencia) y esta en la duda (escepticismo). Religión F 0E 0 Teología F 0E 0 Fe Por lo tanto, la religión no tiene porque entrar en el ámbito de la ciencia, y la ciencia no tiene porque entrar en el ámbito de la religión. En la época, esta idea de Feijoo tuvo un carácter absolutamente revolucionario, y era una idea inaceptable por la mayoría de los sectores de la sociedad, empezando por la universidad. La universidad de Salamanca, por ejemplo, … … hasta el punto de que el rey Fernando VI prohíbe expresamente que se ataque a Feijoo. A finales del siglo XVIII, precisamente por el miedo de que la Revolución Francesa se extienda a España, van a aparecer una serie de obras, o de pseudointelectuales, que van a intentar, desmontando a Feijoo, explicar la religión con procedimientos raciones. Estas obras, que se presentan con carácter científico, pero tienen argumentos capciosos, y lo que intentan es confundir y … 19 de noviembre Teatro Crítico Universal El porqué del título de la obra: “teatro” en el sentido de escenario; “crítico” porque… ; y “universal” puesto que abarca todo. Además, porque su alcance afecta a todos los ciudadanos. Hay una serie de asuntos que se repiten, y uno de ellos es el ataque contra la superstición. España era en la época un país muy supersticioso, y Feijoo… en un sentido amplio esas supersticiones forman parte del Antiguo Régimen y del Barroco. Ligado a este tema, hay otro tema repetido continuamente en el Teatro Crítico Universal, que es el de “vox populi, vox dei” (la voz del pueblo es la voz de Dios). Quiere decir que la opinión de la mayoría es cierta, axioma muy criticado por Feijoo. Feijoo los va a llamar “errores comunes”. Uno de los méritos de Feijoo con la escritura del Teatro Crítico Universal es haber encontrado un nuevo espacio para la comunicación científica, distinta de la habitual, que era casi exclusivamente académica. En otras palabras, ha encontrado una nueva forma de comunicarse con el público fuera del ámbito académico. Un segundo merito es también haber encontrado un lenguaje adecuado. Hasta ahora el lenguaje habitual era el latín. Además, Feijoo adopta un registro del castellano elegante, pero sencillo. El castellano de Feijoo tiene todavía algún elemento del pasado. Observamos estos elementos en ciertas dificultades de algunas frases, que nos recuerdan el hipérbaton del barroco, y, sobre todo, en la pervivencia del latín, en particular en las citas. La forma en particular que Feijoo va a utilizar en esta obra es el discurso, y así titula sus textos. Cada uno de los discursos es un ensayo. Pero no se trata solo de la denominación. Discurso, etimológicamente significa disertar libremente. Una forma de exposición mucho más libre que las habituales en este momento en la Escolástica. Las dos formas habituales para tratar alguna cuestión científica en el ámbito de la Escolástica eran la quaestio y el tractatus. Estas dos formas desaparecen en Feijoo, que usa un discurso libre. En el discurso de Feijoo tienen cabida multiplicidad de procedimientos. Este discurso se refiere a los pronósticos. Serian los horóscopos de hoy en día. La astrología Judiciaria constituyen en el siglo 18 un autentico best-seller. En nombre exacto es pronósticos, y suelen ir relacionados con los almanaques. Solían aparecer en los meses últimos del año, anunciando las predicciones para el año entrante. El almanaque es un calendario, pero acompañado de una serie de elementos complementarios, como por ejemplo, el santoral, las ferias que se celebraban en determinados lugares, las fases de la luna, etc. El caso más próximo a ese pronóstico y almanaque que todavía perdura en España es el calendario zaragozano. Para Feijoo, el material del almanaque es aceptable e útil, excepto la parte judiciaria, de las predicciones. Lo que dice Feijoo es que los pronósticos se establecen en un lenguaje deliberadamente ambiguo, con lo cual es imposible que fallen. Cartas eruditas y curiosas / Tomo primero Carta Octava Dentro de la medicina, eran frecuentes los casos de los enterrados vivos. En este ensayo hay un repertorio de sucesos de este tipo, con los cuales Feijoo pretende que se modifiquen las costumbres y prácticas médicas para evitar ese tipo de cosa. 20 de noviembre GASPAR MELCHOR DE JOVELLANOS Jovellanos es muy diferente de Feijoo. Gaspar Melchor de Jovellanos, además de humanista, erudito y filósofo, es un gestor, y se dedica a la gestión política. A lo largo de toda su vida ocupa cargos políticos muy importantes. Su labor literaria busca una finalidad muy ilustrada. Además de poeta, fue también un gran viajero por toda España. De estos viajes, Jovellanos escribe unos diarios. Buena parte de los textos pertenecen a la categoría del ensayo. Otra faceta de Jovellanos son las cartas (las epístolas), como este que escribe a Alexander Jardine es el cónsul británico en La Coruña. Además, Jovellanos aceptó con frecuencia encargos para elaborar discursos e informes, que también pertenecen a la categoría del ensayo. Escribía los discursos para ser pronunciados, y por lo tanto, tienen un tono más elocuente, son más retóricos. Sin embargo, los informes y las memorias, que se suelen presentar por escrito, son más naturales y más sencillos puesto que prescinden de la retórica y del sentimentalismo y buscan convencer la Administración por medio de argumentos más racionales. De estos últimos, destacan: 1. Memoria para el arreglo de la policía de los espectáculos y diversiones públicas y su origen en España (1790). Es un texto bastante amplio; de hecho, dada su extensión, estaría en los límites de los que es un ensayo. El gobierno pretendía encauzar a su gusto las diversiones y los espectáculos públicos en España. Para los ilustrados es una autentica obsesión todo lo público. En este informe destacan dos aspectos fundamentales: 3. Además de este intento por corregir las diversiones, en este ensayo Jovellanos realiza un estudio histórico del origen de los diferentes espectáculos en nuestro país. Tiene, por lo tanto, un valor histórico. 4. Jovellanos reconoce la legitimidad natural de las diversiones. Eso significa que el pueblo tiene derecho a divertirse. Suena paternalista, porque la Ilustración es paternalista. Ligado a eso, la defensa de la libertad ciudadana, la libertad civil. 5. Jovellanos, de una forma equilibrada, propone controlara los excesos, que va por la línea de la perturbación en el orden público. 6. Se muestra partidario de controlar los espectáculos taurinos. 2. Informe sobre la Ley Agraria (1784). Este informe fue un encargo de la Sociedad Económica Matritense, que lo envió al Consejo de Castilla. Fue un intento de mejora de los rendimientos agrícolas en España (no fue el primero, puesto que Feijoo también se ocupa de este asunto, pero es el primero de carácter ensayístico y denso). En este ensayo, Jovellanos entra incluso en la cuestión de la mecánica de la agricultura (tipos de arados, etc.). Como punto de partida, Jovellanos es uno de los pioneros del liberalismo en España. En esa línea, Jovellanos defiende la propiedad privada y la libre iniciativa. Para los liberales, y para Jovellanos por supuesto, el Estado tiene que garantizar la libre circulación de los productos. Es decir, al Estado le corresponde la labor de regulador. Por lo tanto, se deben eliminar todos los obstáculos que impidan esa libre iniciativa, como por ejemplo, la Mesta. Jovellanos aborda también la cuestión de la falta de conocimiento de los agricultores, y la falta de infraestructuras (no hay caminos, no hay canales, etc.). Jovellanos defiende las inversiones del Estado para solucionar estas carencias, y la búsqueda de un mercado único. Jovellanos, como buen ilustrado que es, pretende poner en valor el campo, manteniendo a la población productora en el campo. Asimismo, pretende establecer las bases para una incipiente industrialización. GASPAR MELCHOR DE JOVELLANOS A Alexander Jardine En la carta al cónsul de Gran Bretaña en La Coruña, Jovellanos hace referencia a “libros prohibidos”. Jovellanos disponía de permisos para leer libros prohibidos (era frecuente que intelectuales pudieran leer obras prohibidas, pero siempre bajo vigilancia). Observamos como la noción del tiempo para Jovellanos (y para todos los ilustrados) era un bien precioso. Vemos que Jovellanos está escribiendo no solo para el cónsul, sino para la posteridad. Nos revela que escribe para el futuro cuando dice: “mis cartas […] serán conservadas, no solo para mi provecho, sino para el de mis alumnos.” Jovellanos hace puntualizaciones importantes sobre la censura. El tema de la educación. Jovellanos dedicó casi toda su vida a un proyecto educativo, se ocupó de un plan de educación pública. Creación de un instituto las dos fortalezas avanzado que España, parlamentario, etc. Lo que plantea es una adaptación al caso de España. 3. La idea de la paz general era una constante. La educación era una autentica obsesión para Jovellanos. Principio de adaptación política, buscando no lo mejor, sino lo posible. 4. Dice que si quisiéramos defender el comunismo, como quería Godwin, esto sería un gran desatino. Jovellanos era un liberal y lo que quiere es minimizar el papel del Estado: el liberalismo. Esta densa carta reúne y resume el pensamiento ideológico, político y económico de Jovellanos. Es un ejemplo de ensayo, aunque muy diferente de Feijoo. JOSÉ CADALSO Las Cartas marruecas se terminaran durante la estancia de Cadalso en salamanca en el año 1773-74. Sin embargo, Cadalso, muere en 1782 sin verlas cartas publicadas. Las presentó a la Censura en 1774 para su publicación, pero se produjo un largo retraso debido a diversos factores. Hay que esperar a febrero del año 1789 (15 años después) para que las cartas se empiecen a publicar en un periódico importante de Madrid. Las cartas se van publicando poco a poco en el Correo de Madrid, y todavía hay que esperar a 1793 para su edición en libro (un fenómeno parecido al folletín, que en el siglo XIX se publican por capítulos). Sin embargo, circuló abundantemente en copias manuscritas. Hay, por lo tanto, tres referencias de ediciones: 1. En el Correo de Madrid 2. La edición en libro en 1793 3. Copias manuscritas que se conservan Las Cartas marruecas es una obra escrita en forma epistolar. En concreto son 90 cartas que van precedidas de una introducción y van seguidas de una nota aclaratoria, además de la protesta literaria del editor. Las cartas carecen de fecha y de sistema (no están organizadas, no hay un orden). El autor lo justifica diciendo que trata de imitar la “falta de plan” de la realidad. En otras palabras, las cartas no tienen orden porque la realidad tampoco la tiene. Esto lo afirma en la carta 39. Es posible que la obra no alcanzara su redacción definitiva. De todas formas, Cadalso es uno de los últimos manifestantes de lo que llamamos “el poeta soldado”. Compatibiliza la literatura con el ejercicio de las armas. Este elemento, junto con otras ocupaciones, puede explicar el carácter incompleto de buena parte de las obras de Cadalso (ese carácter incompleto no se da solo en las Cartas marruecas , sino que ocurre también en otras obras, como las Noches lúgubres, etc.). Se reflejan en las cartas el carácter cosmopolita de Cadalso. Pasó su infancia entre Paris y Londres, realizó viajes por Italia, Holanda, Alemania. Cuando regresa a España, tiene una visión muy crítica e incluso negativa de su país. A Cadalso se le atribuyen una serie de obras con serias dudas. Parece suya la autobiografía, pero también escribió textos claramente polémicos que lo enfrentaron a buena parte de las personalidades políticas de la época, como por ejemplo… Una obra atribuida a Cadalso es Calendario manual y guía de forasteros en Chipre … fue objeto de denuncia y de prohibición. Es en realidad una parodia de las guias de viaje y de las guías urbanas del siblo 18. Esta obra breve y de difícil comprensión es una parodia de una guía para viajeros. Es una parodia y a la vez sátira. Cadalso se burla de los personajes eminentes (políticos, intelectuales) de la época. Dentro de la enorme dificultad … Incluso en estas obras atribuidas, el carácter de obra inacabada es un rasgo presente. Cadalso es también autor de uno de los textos satíricos españoles más importantes del siglo XVIII, que se titula Los eruditos a la Violeta. El subtitulo es: un curso completo para aprender todas las ciencias en una semana. Es un breve … donde se condena la falsa erudición. Como coletilla de esta obra, escribió también El buen militar a la Violeta, un texto muy breve que también nos da la sensación de obra “poco hecha”, como si le faltara tiempo o intención de acabar la obra. Cartas marruecas Las cartas marruecas presentan la correspondencia entre 3 corresponsales. Estos tres emitentes, dos de cuales son marroquíes y uno es español. El español es Nuño Núñez. Los marroquíes son Gazel y el maestro de éste, Ben Beley. El pretexto argumental es mínimo. Se trata del viaje que inicia por España Gazel, y de resultas, comenta sorprendido, por carta, sus impresiones a su amigo Nuño Núñez y a su maestro Ben Beley. La mirada extranjera es fundamental. Un extranjero que se sorprende de la realidad española y comenta sus impresiones con su amigo y con su maestro. A partir de ese momento se establece una comunicación a tres bandas. … nos revela claramente que los tres son desdoblamientos de la personalidad de Cadalso. Es decir, Cadalso se desdobla en sus tres personajes. Son tres puntos de vista complementarios. Dentro de este desdoblamiento, quien mejor representa el sentir y la proximidad a Cadalso es Nuño Núñez. Los críticos han intentado … y en efecto, pocos años antes (en la década de los 60) había un embajador marroquí en España, cuyo nombre recuerda a Gazel, que es Al-Ghazzali. Las Cartas marruecas son ensayos en las que encontramos el punto de vista de cadalso sobre la realidad española. La técnica epistolar permite mostrar diferentes puntos de vista, en clave de igualdad (Nuño Núñez no es superior a Gazel, son todos iguales). Sobre esta técnica epistolar conviene destacar dos aspectos: tanto una ficción lo que está contando Cadalso. El proyectista lo que elabora son sueños, quimeras, supuestas utopías, disparatadas. No todas las cartas tienen este carácter satírico. Algunas cartas son nostálgicas e incluso depresivas, etc. 26 de noviembre Las Cartas marruecas son una obra ensayística que se ocupa de todo; es un análisis de la sociedad española en su sentido más amplio. Los tres bloques de la historia de España que componen la obra no están ordenados, es decir, están mezclados, como la propia realidad. El tercer bloque se podría denominar “La ética humana”. Se trata de la ética de la Ilustración. Es un conjunto de ensayos, dispersos por toda la obra, sobre la figura del hombre de bien, del ideal ético de la Ilustración. Esta idea del hombre ilustrado como superador de las diferencias en razón de la patria, de la raza o de la religión; el ideal ético; el hombre ilustrado que no tiene que ver con las limitaciones del origen, de la raza o de la religión. En general, las cartas que se refieren a este tercer bloque están relacionadas con el anciano Ben Beley. En la Carta LXII, dice: “Sé que eres un hombre de bien que vive en África. Sabrás que soy un hombre de bien que vive en Europa”. Aquí lo fundamental es que es un hombre de bien; lo de vivir en África en circunstancial. En relación con este idea, se desarrolla la idea del “justo medio”, que corresponde a un tópico grecolatino que conocemos como la “aurea mediocretas” (dorada mediocridad). El “justo medio” en el sentido de la imparcialidad, de la medianía. Cadalso aparecería a medio camino entre la tradición y la modernidad; no es un exaltado en ningún sentido. En este tercer bloque Cadalso destaca valores ilustrados, como la familia, la amistad y el servicio a la ciudadanía (el servicio público, colectivo). Cadalso se muestra siempre confiado en la fuerza de la razón y en la discusión para alcanzar el conocimiento. Los tres corresponsales intercambian cartas para alcanzar la verdad, para alcanzar el conocimiento. En este último apartado la razón aparece como un freno para los excesos de la imaginación (por eso las Cartas marruecas no son una obra romántica). En esta obra, la ficción novelesca es mínima. Los elementos narrativos y los elementos de ficción novelesca son mínimos. Puede aparecer alguno de estos elementos, pero es mínima. Un elemento novelesco que aparece en Cartas marruecas es el llamado artificio del manuscrito hallado, una técnica muy frecuente en las novelas; pero la aparición de este elemento no nos indica que se trate de una novela. El artificio del “manuscrito hallado” aparece en la Introducción, cuando se nos dice que el manuscrito de la obra nos llegó al autor por la muerte de un amigo. Este amigo, dice el autor, “nació en el mismo año, mes, día que yo”. Aquí, Cadalso bromea con este recurso literario del artificio del “manuscrito hallado”. En resumen, las Cartas marruecas, obra cumbre del ensayo español, son una colección heterogénea de ensayos, y, como es normal, en ellas predomina lo expositivo y la reflexión. Sin embargo, en algunas cartas aparecen elementos narrativos (breves relatos), incluso anécdotas o chistes, y también diálogos. Esto hace parte de la maleabilidad del ensayo. Ejemplos de cartas dónde aparecen estos elementos narrativos: • El señorito andaluz y el tío Gregorio (carta VII) • La narración de cuando perdió un zapato (carta LXIV) • El cuentecillo de los anteojos (carta LX) • La cristiana que enviudó seis veces (carta LXXV) El estilo de las cartas, a diferencia de Feijoo, es siempre claro y sencillo. Lo destaca la crítica que la obra es permeable tanto al antiguo como al moderno; la obra acoge igualmente las palabras arcaicas o castizas como las novedades y los neologismos. Sin embargo, no aparece un vocabulario especializado, puesto que la especialización no forma parte de los rasgos del ensayo, ni tampoco un compromiso ideológico establecido (aunque Cadalso tenga su línea y su ideología, no se trata de un texto doctrinal). Finalmente, habría que situar a Cadalso en la línea que nos lleva a Larra, por su preocupación por España (por el tratamiento de los temas españoles), y luego al 98, incluyendo el Regeneracionismo (Joaquín Costa, … y sus obras). Otro gran ensayista del siglo XVIII es Juan Pablo Fornell, que veremos en el ámbito de la sátira. Es también un autor ensayista, pero es menos imparcial y menos objetivo que Cadalso, es decir, es más partidista. Fornell representa una “ilustración castiza”, puesto que se rebela contra todo lo que viene de Francia. Sus obras son una apología (una defensa), a menudo excesiva, de la tradición española, incluido el ámbito del Barroco y del Antiguo Régimen. Algunas obras de Juan Pablo Fornell en esta línea apologética son: La oración apologética por la España y su mérito literario. Responde a la idea de un ensayismo comprometido, castizo y anti-francés. Discurso sobre la tortura es una obra que representa una línea mucho más abierta. Fue uno de los textos que, con alegatos de todo tipo, hizo posible – al menos oficialmente – la abolición de la tortura en España. Gabriel Álvarez de Toledo (1662-1714) LA MUERTE ES LA VIDA Esto que vive en mí, por quien yo vivo, es la mente inmortal, de Dios criada para que en su principio transformada anhele al fin de quien el ser recibo. Mas del cuerpo mortal al peso esquivo el alma en un letargo sepultada, es mi ser en esfera limitada de vil materia mísero cautivo. En decreto infalible se prescribe que al golpe justo que su lazo hiere de la cadena terrenal me prive. Luego con fácil conclusión se infiere que muere el alma cuando el hombre vive, que vive el alma cuando el hombre muere. Este soneto de Gabriel Álvarez de Toledo … Es el principio de las luces. Desde un punto de vista estético, observamos que en este soneto se desarrolla un tema absolutamente tópico de la axiología del Barroco: la paradoja entre la muerte y la vida (la muerte es la vida). El Barroco desarrolla la idea de que el hombre, mientras está en su vida diaria, no está en su autentica vida, sino que está en una especie de tránsito, y solo alcanza la verdadera vida cuando muere. En consecuencia, el hombre, en esta vida tiene que esforzarse para lograr la salvación; de otra manera, cuando muera, se condenará eternamente. La idea es que la vida es un mero tránsito, en la cual el hombre debe esforzarse para vivir bien, porque lo que realmente importa es la otra vida, es decir, la que viene con la muerte, la vida eterna. Otra idea es la división radical entre el alma y el cuerpo. Unido a esto, la idea de que el cuerpo es la cárcel del alma. El cuerpo se ve en el Barroco desde una perspectiva negativa. El alma solo se libera cuando el cuerpo muere. Estas dos ideas nos remiten al Mito de la Caverna, de Platón. Para Platón, la vida son imágenes proyectadas en una caverna, y que el hombre está obligado a ver, pero la realidad está fuera, y lo único que ve son sombras. Esta idea pasa por el cristianismo astético medieval y se desarrolla con el Barroco. El tenebrismo del Barroco. Contraste enorme entre las luces y las sombras. El Barroco intensificaba los goces de esta vida. Hay que prepararse para la muerte, pero mientras vivas, hay que disfrutar y gozar. Contraste entre el placer y la contrición. El Barroco acentúa la idea medieval que dice: “recuerda que vas a morir” (memento mori). Es la idea de que la vida no vale nada y que tienes que prepararte para la muerte. Esta idea se desarrolla fundamentalmente en principios del siglo XII y XIII, con la expansión de la peste negra. Aparecen, incluso, en la baja Edad Media, textos literarios que enseñan a morir bien. En definitiva, se trata de un soneto argumentativo, que desarrolla una idea. El último terceto concluye esa idea y nos explica el propio título, es decir, nos explica la paradoja según la cual la muerte es la vida.
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