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Orientación Universidad
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Literatura espanola siglo xviii (2), Apuntes de Filología hispánica

Asignatura: Literatura del siglo XIX, Profesor: Manuel Ambrosio Sánchez Sánchez, Carrera: Filología Hispánica, Universidad: USAL

Tipo: Apuntes

2013/2014

Subido el 21/01/2014

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(9)

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¡Descarga Literatura espanola siglo xviii (2) y más Apuntes en PDF de Filología hispánica solo en Docsity! Literatura española del Barroco La Literatura española del Barroco es un periodo de creación literaria que abarca aproximadamente desde las obras iniciales de Góngora y Lope de Vega, en la década de 1580, hasta bien entrado el siglo XVIII. El siglo más característico del barroco literario español es el XVII, en el que alcanzan su cénit prosistas como Baltasar Gracián y Francisco de Quevedo, dramaturgos como Lope de Vega, Tirso de Molina, Calderón de la Barca y Juan Ruiz de Alarcón o la producción poética de los citados Quevedo, Lope de Vega y Góngora. Las características fundamentales de la literatura barroca española son la progresiva complejidad en los recursos formales y una temática centrada en la preocupación por el paso del tiempo y la pérdida de confianza en los ideales neoplatónicos del Renacimiento. Asimismo, es de destacar una variedad y diversidad en los asuntos tratados, la atención al detalle y el afán de atraer a un público amplio, de lo que es ejemplo el auge de la comedia nueva lopesca. De la preocupación sensual dominante en el siglo XVI se pasa a un énfasis en los valores morales y lo didáctico, donde confluyen dos corrientes: el neoestoicismo y el neoepicureísmo. El Criticón de Gracián supone un punto de llegada en la reflexión barroca sobre el hombre y el mundo, la conciencia del desengaño, un pesimismo vital (pero no exento de esperanza) y una crisis de valores general. Los géneros se mezclan, convive en Góngora la poesía lírica de estilo sublime de la Fábula de Polifemo y Galatea que hace virtud de la dificultad, conromances y letrillas satírico burlescas, de amplia difusión popular y las dos corrientes se hibridan en la Fábula de Píramo y Tisbe; Quevedo cultiva los poemas metafísicos y morales más trascendentes, al tiempo que escribe sobre asuntos de carácter bajo y hasta chocarrero (Gracias y desgracias del ojo del culo). El teatro barroco español configura una escena popular y que ha perdurado como producción clásica para el teatro futuro. Los dramas filosóficos deCalderón de la Barca, de los que es ejemplo sobresaliente La vida es sueño, suponen un cénit en la producción dramática española y, como toda la literatura barroca, se inscribe en una época de esplendor que recibe el nombre genérico de Siglo de Oro. Índice [ocultar] • 1 Contexto histórico • 2 Características del Barroco • 3 Actitud de los escritores • 4 La prosa del siglo XVII • 4.1 Miguel de Cervantes • 4.2 La prosa de Quevedo • 4.3 Otros prosistas del barroco • 4.4 Baltasar Gracián • 5 El teatro Contexto histórico El Barroco español se produce en medio de los llamados Siglos de Oro de la literatura española. España estuvo gobernada en ese lapso por tres monarcas: Felipe II, Felipe III y Felipe IV, gobernando este último hasta 1665. Felipe II, hijo y sucesor de Carlos V del Sacro Imperio Romano y I de España, por abdicación de este, tomó posesión del trono español en 1556. Durante la centuria anterior a esta, España había alcanzado su mayor unidad y extensión territorial. Por herencias, conquistas, convenios diplomáticos o matrimonios reales, llegaron a estar sometidas al cetro de Carlos V, Nápoles y Sicilia; Flandes, Alemania, Hungría y Portugal, aparte de las nuevas y ricas tierras de América. Por el contrario, a Felipe III y Felipe IV les tocó perder una a una todas las tierras europeas. Esto ocasionó graves problemas, religiosos, políticos, internos e internacionales. El siglo XVII es muy peculiar en cuanto a arte se refiere. Durante este siglo gobernaron en España los Austrias menores, con validos o favoritos, y en muchos aspectos hay una «medievalización» de la vida española. Felipe III (1598-1621) hereda un gran imperio en bancarrota, pero también la enemistad con Inglaterra y los Países Bajos. El privado duque de Lerma traslada la Corte a Valladolid en 1600; seis años más tarde regresa a Madrid. Firma la paz con Inglaterra en 1604 y una tregua con los Países Bajos (1609-1621). Expulsa de la Península a los moriscos (1609), que generalmente trabajaban en el campo, lo que empobrece la agricultura y comercialmente el país. Al duque de Lerma lo sucederá el duque de Uceda. España interviene en la Guerra de los Treinta Años. Los nobles aumentan su poder, mientras la economía se estanca y se sustituyen las monedas de cobre en lugar de las de oro y plata. Felipe IV otorga el poder al conde-duque de Olivares, quien trata de mantener la supremacía española frente a Francia en la guerra iniciada en 1635, y el dominio en los Países Bajos. La presión fiscal y el descontento político general provocan la sublevación de Portugal, Cataluña, Aragón, Navarra y Andalucía. Se inaugura el palacio del Buen Retiro, donde se celebrarán numerosas fiestas palaciegas. El conde-duque fue sustituido por Luis de Haro; en su destitución influyó una monja, sor María de Jesús de Ágreda, consejera del rey. En 1648 España firma elTratado de Westfalia, por el que pierde territorios en los Países Bajos y Holanda consigue su independencia. En 1659 pone fin a la guerra con Francia en la Paz de los Pirineos. La pobreza, las epidemias y los elevados impuestos provocan un alarmante descenso de la población y la migración del campo a la ciudad; muchas zonas quedan despobladas, lo que perjudica a la economía nacional. Carlos II (1665-1700) es el último de los Austrias menores. Hereda el trono a los cuatro años, por lo que lo regenta su madre Mariana de Austria, ayudada por una junta de notables. Fue un rey débil y enfermizo, lo que le valió el apelativo de Hechizado. No dejó descendencia a ninguna de sus dos mujeres, lo que favoreció que los monarcas europeos se sintiesen atraídos por el territorio español y quisiesen repartírselo, incluso antes de su muerte. Durante su reinado Portugal (anexionado a España durante el reinado de Felipe II en 1580) logra la independencia. Las continuas guerras con Francia evidencian aún más la decadencia de España ante el poderío de aquella nación. Con Carlos II sin descendencia, nombra como heredero a Felipe de Anjou, futuro Felipe V, nieto del francés Luis XIV, lo que dio origen a la Guerra de Sucesión española. Características del Barroco El Barroco se caracteriza por lo siguiente: • Pesimismo: El Renacimiento no consiguió su propósito de imponer la armonía y la perfección en el mundo, tal y como pretendían los humanistas, ni había hecho más feliz al hombre; las guerras y las desigualdades sociales seguían estando presentes; el dolor y las calamidades eran comunes en toda Europa. Se instala un pesimismo intelectual, cada vez más acentuado, unido al carácter desenfadado de que dan testimonio las comedias de aquella época y las truhanerías en que se basan las novelas picarescas. • Desengaño: Como los ideales renacentistas fracasaron y, en el caso de España, el poder político estaba desvaneciéndose, el desengaño continúa y surge en la literatura, que en muchos casos recuerda a la de dos siglos antes, con la Danza de la Muerte o las Coplas a la muerte de su padre deManrique. Quevedo dice que la vida está formada por «sucesiones de difunto»: en ellas se van convirtiendo los nacidos, desde los pañales hasta la mortaja con la que se cubren los cuerpos exánimes. En conclusión, nada tiene importancia, sólo hay que conseguir la salvación eterna. • Preocupación por el paso del tiempo • Pérdida de confianza en los ideales renacentistas Actitud de los escritores Ante la crisis barroca, los escritores españoles reaccionan de varias maneras: • Evadiéndose: Tratan de desentenderse de la realidad, y lo hacen cantando hazañas o viejas glorias del pasado, o bien presentan un mundo ideal en que los problemas se resuelven debidamente y triunfa el orden. Este es el caso del teatro de Lope de Vega y sus seguidores. Otros, sin embargo, prefieren refugiarse en el mundo del arte y de la mitología, como es el caso de Góngora. experiencia vital y conocer las intenciones de los demás, hasta el punto de comportarse «a la ocasión» y «jugar del» disimulo. Gracián es reconocido como precursor del existencialismo. Influyó también en los moralistas franceses, como La Rochefoucauld, y en el siglo XIX en la filosofía de Schopenhauer. El teatro Las representaciones teatrales de esta época se efectuaban en sitios abiertos, plazas o corrales fijos: los corrales de comedias. Comenzaban alrededor de las dos de la tarde y duraban hasta el anochecer. No había, por lo común, asientos y los espectadores permanecían de pie toda la representación. La nobleza ocupaba los balcones y ventanas de las casas que rodeaban la plaza o daban al corral, y las damas asistían al espectáculo con la cara cubierta con máscaras o tras las celosías. La función comenzaba con la ejecución en guitarra de una pieza popular; en seguida se cantaban canciones acompañadas con diversos instrumentos. Venía luego, la loa, especie de explicación de los méritos de la obra y síntesis de su argumento. Daba comienzo la comedia u obra principal, y en los entreactos se ejecutaban bailes o se representaban entremeses. El escenario era un simple tablado y la decoración una cortina. Los cambios de escena eran anunciados por uno de los actores. Escribía la comedia el poeta, bien pagado por el autor -actual director- a quien cedía todos los derechos sobre la obra representada o impresa para modificar el texto. Las obras duraban en cartel tres o cuatro días, o (con excepciones) quince para una comedia de éxito. Juan de la Cueva, en la segunda mitad del siglo XVI, introduce dos elementos de gran importancia para el auge de esta producción artística: la ética popular, que dio origen a las comedias de carácter histórico nacional, y la libertad de componer obras dramáticas teniendo en cuenta el gusto del público. Lope de Vega y Tirso de Molina llevaron a su plena realización estas características. A finales del siglo XVI crea Lope de Vega la comedia nacional: a una acción de tema amoroso se superpone otra histórica o legendaria, morisca, de cautivos, o religiosa. Concluía con un final feliz. Construida sobre tres jornadas, la redondilla o la décima se usan en diálogos, el romance en narraciones, el soneto enmonólogos y el terceto en situaciones graves. De 1609 es el Arte nuevo de hacer comedias, defensa jocosa de su teatro. Muestra desprecio por la rígida interpretación que los preceptistas -sobre todo italianos- del Renacimiento habían hecho de las ideas aristotélicas sobre el teatro y propone como valores la naturalidad frente al artificio, la variedad frente a las unidades y el tomar en consideración el gusto del público. De entre su prolífica producción dramática destaca: Peribáñez y el Comendador de Ocaña (1604-12) es una tragicomedia desarrollada en 1406, en Toledo: Peribáñez comprende que el Comendador de Ocaña le ha colmado de honores para acosar a su mujer. Tras matarlo gana el perdón real. Hacia 1614 compondría Lope una de sus mejores tragicomedias: Fuenteovejuna. Siguiendo la Crónica de las tres órdenes... (Toledo, 1572) de Francisco de Rades, muestra los abusos del Comendador Fernán Gómez de Guzmán sobre los vecinos de Fuenteovejuna y sobre Laurencia, recién casada con Frondoso. El asesinato del Comendador por el pueblo y el perdón de los Reyes Católicos ante la evidencia rematan su acción. Se ve en ella una sublevación popular ante el abuso del poder, pero sólo refleja una injusticia puntual y subraya la sumisión al rey. El mejor alcalde, el Rey vuelve sobre la dignidad campesina: Don Tello, soberbio noble, abusa de Elvira, prometida del campesino Sancho. Alfonso VII restaura su honra, casándola con don Tello, a quien ajusticia, para desposar a la ya noble viuda, con Sancho. El caballero de Olmedo (h. 1620-25), tragedia de raíz celestinesca, basada en un cantar popular: Don Alonso muere a manos de don Rodrigo, celoso de perder a doña Inés. Guillén de Castro fue un dramaturgo español, considerado como el más importante de fines del siglo XVI y uno de los más señeros de la comedia nueva lopesca, desarrollada a partir de la irrupción en el teatro de Lope de Vega. Sus obras, en especial Las mocedades del Cid influenciaron a otros dramaturgos franceses posteriores. La dramaturgia de Tirso de Molina, como la de Lope, cuenta con numerosas comedias de capa y espada. Un ingenioso argumento se da en Don Gil de las calzas verdes, que trata el motivo de la mujer vestida de hombre y los equívocos a que da lugar. Dentro de estas comedias de enredo se encuentra otro subgénero, el de las comedias palatinas o «de fábrica» (como las llamó Bances Candamo), de las que El vergonzoso en palacio se ha considerado como el modelo de todas las que se escribieron posteriormente en las que los personajes son de elevada condición social. Sin embargo Tirso también destacó en las comedias de asunto grave, como en las de santos: La dama del olivar y, sobre todo, El condenado por desconfiado. Se le ha atribuido tradicionalmente la creación del mito de Don Juan en El burlador de Sevilla en la que un distinguido noble altera el orden social deshonrando a las mujeres y es castigado por la estatua funeraria de una de sus víctimas, padre de una de las damas burladas, que lo mata y lo arrastra a los infiernos. Su teatro también destaca por la profundidad psicológica con que caracteriza a los personajes femeninos, que llegaron a ser protagonistas de sus obras. Cabe destacar la importancia de otros dramaturgos de alta categoría, tales como Juan Ruiz de Alarcón. Son sus obras maestras, La verdad sospechosa, que inspiró Le menteur de Pierre Corneille y El mentiroso de Goldoni, y Las paredes oyen. El examen de maridos tiene concomitancias con El mercader de Venecia deWilliam Shakespeare, porque se inspiran ambas en una fuente común italiana. El otro gran dramaturgo del XVII fue Pedro Calderón de la Barca (1600-1681). Su obra más famosa es La vida es sueño (1635),drama filosófico que presenta a Segismundo, hijo del rey de Polonia, encadenado en una torre, por los fatídicos pronósticos de los astrólogos reales. Mientras, Rosaura reclama en la Corte su honor robado por el duque Astolfo. Éste corteja a Estrella para ser rey. La agresividad de Segismundo estalla al liberarlo de su torre, adonde vuelve, encadenado, creyendo haber soñado su experiencia de libertad. Cuando un motín lo rescata otra vez, su albedrío vence las predicciones: domina su condición, casa a Rosaura con Astolfo y acepta la mano de Estrella. El orden queda establecido. El drama acaba con el final esperado para un público de mentalidad y cultura barroca. El garrote más bien dado pudo estrenarse en 1636 o 37. Se imprime en 1651. Desde 1683 recibe el título de El alcalde de Zalamea. Presenta la violación de Isabel, hija de Pedro Crespo, por el capitán Álvaro de Ataide. Nombrado alcalde Pedro Crespo, lo ajusticia. El rey escucha su defensa y le da la razón. Este drama costumbrista o de honor sigue el tema tan lopesco de la honra del villano. Además de estas obras, Pedro Calderón de la Barca, ha contribuido a la literatura española con un gran número de autos sacramentales, de entre los que destaca El gran teatro del mundo. Siguiendo el estilo de Calderón, un conjunto de autores teatrales continúan escribiendo en la segunda mitad del siglo. Se caracterizaron por un mayor rigor en la construcción dramática que los dramaturgos de la escuela lopesca, por un esfuerzo de simplificación de los argumentos y el número de personajes, y por el cuidado observado en el decoro poético. Muchas de sus obras refunden y mejoran las de Lope y su escuela dramática. En el estilo se advierte la asimilación de los recursos del culteranismo, principalmente a través del uso que para el teatro hizo de ellos Calderón. En general buscaron profundizar en la reflexión intelectual o moral en su producción, que a menudo planteaba dilemas morales, más que caracteres enfrentados. Escribieron muchas obras para los teatros de la corte, que influyó también en las que se representaban en los corrales de comedias. Los autores más destacados de la escuela de Calderón fueron Agustín Moreto, con comedias precisas y de gran equilibrio estructural como El desdén con el desdén o El lindo don Diego, y Francisco Rojas Zorrilla, autor de ingeniosas comedias como Entre bobos anda el juego y dramas de gran hondura, tales Del rey abajo ninguno o Cada cual lo que le toca. También se adscriben a esta corriente dramática Cubillo de Aragón (Las muñecas de Marcela), Matos Fragoso (El marido de su madre), Antonio de Solís (Triunfos de amor y fortuna), Antonio Coello ( El conde de Sex), Juan Bautista Diamante (El honrado de su padre) y Bances Candamo (Por su rey y por su dama), quien escribió en los últimos años del siglo XVII y teorizó sobre el teatro barroco español en su importante obra de crítica literaria Teatro de los teatros de los pasados y presentes siglos. Literatura española de la Ilustración A lo largo del siglo XVIII eclosiona una nueva mentalidad que enlaza con la antropología renacentista y que en consecuencia viene a romper la cosmovisión del mundo Barroco. Este período ha recibido el nombre de « Ilustración». Dicho movimiento se cimienta, a grandes rasgos, en el espíritu crítico, que rompe abruptamente con el principio de autoridad, en el predominio de la razón y su fundamentación en la experiencia. Esta estructura del saber tiene como consecuencia que la filosofía y la ciencia sean las disciplinas más valoradas. Este período ha sido conocido en la Historia de las Ideas como "Siglo de las Luces" o "Siglo de la razón". Su característica más relevante es la búsqueda de la felicidad humana a través de la cultura y el progreso. Las nuevas ideas asociadas al pensamiento ilustrado hicieron que el arte y la literatura se orientaran hacia un nuevo clasicismo ( Neoclasicismo), del que se deriva el adjetivo "neoclásico". En literatura se busca la expresión moderada de las emociones, y emular normas y reglas clásicas (puestas de actualidad gracias a los descubrimientos arqueológicos de este período). Al mismo tiempo se valoró el equilibrio y la armonía como el principio estético dominante. Tradicionalmente se ha tendido a afirmar que contra tanta rigidez se reaccionó a finales de siglo, produciéndose una vuelta al mundo de los sentimientos, otorgándole el nombre de "Prerromanticismo". Para algunos autores como Marta Manrique Gómez en la línea del historiador de la literatura Russeld P. Sebold el romanticismo no se constituye como una reacción contra formas obsoletas sino como el desarrollo de un modo de expresión previamente imbricado en los autores que reconocemos canónicamente como ilustrados1 Índice [ocultar] • 1 Marco histórico • 2 La Ilustración en Europa • 3 Las Luces en España • 3.1 Antecedentes del reformismo: los novatores del siglo XVII • 3.2 Penetración de las luces en España • 4 El español en el siglo XVIII • 5 Etapas de la literatura dieciochesca • 6 Prosa • 6.1 Fray Benito Jerónimo Feijoo • 6.2 Gaspar Melchor de Jovellanos • 6.3 José Cadalso • 7 Lírica • 7.1 Escuela salmantina ■ 7.1.1 Juan Meléndez Valdés • 7.2 El grupo madrileño ■ 7.2.1 Los fabulistas: Iriarte y Samaniego • 7.3 La escuela sevillana En este siglo, se libra una lucha a favor de la claridad y naturalidad del lenguaje artístico, en la que muchos escritores combatían contra los restos que aún sobrevivían del estilo Barroco, es decir, la utilización de artificios a la que había llegado el Barroco tardío. El latín era utilizado en las universidades como lengua académica, pero poco a poco se fue sustituyendo en ese papel. Querían volver al esplendor del Siglo de Oro como lengua literaria, pero para ello era necesario desarrollar formas de expresión acordes con las ciencias experimentales europeas, labor que desarrollaron Feijoo, Sarmiento, Mayans, Jovellanos, Forner, Capmany, entre otros. En el año 1813, tras la Guerra de la Independencia, la Junta creada por la Regencia para realizar una reforma general de la enseñanza, ordenó el empleo exclusivo del español en la universidad. Muchos de los ilustrados, para la modernización de España, defendieron la implantación de la enseñanza de otros idiomas (francés, inglés, italiano) en los centros, y la traducción al castellano de obras destacadas. A lo primero se opusieron aquellos que defendían la prioridad de las lenguas clásicas (latín y griego) frente a las modernas, y a lo segundo los que rechazaban las traducciones porque introducirían en el español extranjerismos innecesarios y pondrían en peligro su identidad. Surgieron así dos posturas: el casticismo, que defendía un lenguaje puro, sin mezcla de voces ni giros extraños, con palabras documentadas en las autoridades (la Real Academia Española); y el purismo, que se oponía totalmente a la penetración de neologismos, sobre todo los extranjeros, acusando a sus oponentes de mancilladores del idioma. Etapas de la literatura dieciochesca Se distinguen tres etapas en la literatura española del siglo XVIII: • Antibarroquismo (Hasta 1750, aproximadamente): Se lucha contra el estilo de los últimos barrocos, considerado excesivamente retórico y retorcido. • Neoclasicismo (Hasta finales del s. XVIII): Se basa en el estilo clásico heredado en Europa de las culturas de la Roma y Grecia antiguas. Los escritores imitan a los autores clásicos antiguos como Virgilio, Horacio y Ovidio y su auge se extendió desde el reinado de Fernando VI hasta bien entrado el siglo XIX. • Prerromanticismo (finales del XVIII y comienzos del XIX): La influencia del filósofo inglés John Locke y de Laurence Sterne, junto a la de los franceses Étienne Bonnot de Condillac, Jean-Jacques Rousseau y Denis Diderot, hará surgir un nuevo sentimiento, insatisfecho con la tiranía de la razón, que hace valer el derecho de los individuos a expresar sus emociones personales (reprimidas entonces por los neoclásicos), entre las cuales figuran, fundamentalmente, el amor. Esta corriente anuncia la decadencia del Neoclasicismo y abre las puertas del Romanticismo. Prosa La narrativa es casi inexistente en España durante este período. Prácticamente, se reduce a la Vida de Diego de Torres y Villarroel, o al relato Fray Gerundio de Campazas del Padre Isla.2 Por el contrario, el ensayo es el género dominante. Esta prosa educativa y doctrinal muestra un deseo de acercarse a los problemas del momento, tiende a la reforma de costumbres y suele hacer uso de la forma epistolar. Otra modalidad de gran influencia en esta época fue el periódico. Literarios, científicos o de curiosidades, publicaciones como el Diario de los Literatos de España, El Censor o El Correo de Madrid contribuyeron a difundir en España las teorías y las ideas del momento, asentando los principios de la Ilustración. A veces, el intercambio intelectual de estas obras produce sonadas polémicas, como por ejemplo la que se estableció con motivo del provocativo "¿Qué se debe a España?" del francés Masson de Morvilliers en su Enciclopédie Méthodique (1782). Fue contestado con la reivindicación Oración apologética por España y su mérito literario de Juan Pablo Forner (1786); que fue a su vez ridiculizado por la sátira Oración apologética en defensa del estado floreciente de España (1793), más conocida como Pan y Toros atribuida a veces a Jovellanos , pero realmente de León de Arroyal. Fray Benito Jerónimo Feijoo El fraile benedictino fray Benito Jerónimo Feijoo y Montenegro (Orense, 1676 - Oviedo, 1764), poseyó una formación aristotélica, aunque su mentalidad era totalmente moderna. Sus obras alcanzaron numerosas ediciones y suscitaron muchas polémicas, tantas, que Fernando VI, en acto de despotismo ilustrado, tuvo que defenderlo designándolo consejero honorario y prohibiendo los ataques contra su obra y su persona. Su saber se manifestó en multitud de ensayos que agrupó en los ocho tomos del Teatro crítico universal (1726- 1739) y en los cinco de Cartas eruditas y curiosas (1742-1760). Feijoo veía necesario escribir para sacar a España de su atraso; con este propósito, dio a su obra un carácter didáctico, marcadamente católico, pero con la intención de que las nuevas corrientes empíricas y racionales se arraigasen, al menos en las clases cultas. Fue muy crítico con las supersticiones y los falsos milagros. Feijoo contribuyó en la consolidación del castellano como lengua culta al defender su uso frente al latín, que aún se empleaba en las universidades. También aceptó la introducción de nuevas voces, siempre que fuesen necesarias, sin importar de donde procedan. Su producción abarca campos muy diversos, como la economía, la política, la astronomía, las matemáticas, la física, lahistoria, la religión, etc. Su estilo se caracterizó por su sencillez, naturalidad y claridad. Para muchos críticos, la prosa española se hace moderna con Feijoo. Gaspar Melchor de Jovellanos Artículo principal: Gaspar Melchor de Jovellanos. Jovellanos (Gijón, 1744 - Puerto de Vega, Asturias, 1811) es probablemente el ensayista español más importante del siglo XVIII. Perteneciente a una familia acomodada, estudió Leyes y fue destinado a Sevilla, donde entró en contacto epistolar con la Escuela poética salmantina. En Madrid, como alcalde de Casa y Corte, su actividad política fue en constante aumento. Tras un destierro, fue nombrado por Manuel Godoy ministro de Gracia y Justicia, y más tarde Consejero de Estado. Al perder la confianza del ministro, fue apresado en Mallorca en el Castillo de Bellver, hasta que el Motín de Aranjuez, que derrocó a Godoy, le devolvió la libertad. En 1808 formó parte de la Junta Central que hacía frente al ejército napoleónico. Fue perseguido por los franceses e intentó trasladarse a Cádiz, pero las inclemencias meteorológicas le obligaron a refugiarse en el puerto de Vega de Navia , donde falleció. Jovellanos comenzó escribiendo poesía lírica, con el pastoril nombre (muy común en su época) de Jovino, y con ideales ilustrados. Al igual que Cadalso, satiriza a la aristocracia inculta en su sátira A Arnesto. Pero pronto se cansó de la poesía, que consideró un juego de adolescente al que no se aplicaba la razón, y que era impropio de un hombre respetable. Curiosamente años más tarde invita en verso a la insurrección de 1808 en el Canto para los astures contra los franceses. También compuso El delincuente honrado, un drama reformista neoclásico. Se había promulgado una ley que condenaba a muerte al superviviente de los duelos, considerando igualmente culpables al ofensor y al ofendido; en esto se basa Jovellanos en su drama, pues para él, sólo el ofensor es el culpable. La obra sigue la línea de comedia sentimental, tan admirada en Francia, y su tono es ya prerromántico. Uno de sus escritos más difundidos, incluso internacionalmente, fue el Informe en el expediente de la Ley Agraria (1795), que redactó en nombre de laReal Sociedad Económica Matritense de Amigos del País, desde la perspectiva del liberalismo económico, en la línea de Adam Smith (que había publicado La riqueza de las naciones en 1776). La claridad, concisión y sobriedad son los rasgos característicos de la obra didáctica de Jovellanos. José Cadalso José de Cadalso y Vázquez de Andrade (1741 - 1782) es otro de los grandes prosistas del siglo XVIII. Escribió importantes obras literarias, siendo su creación más importante Cartas marruecas. De él se decía que poseía una vasta cultura, enriquecida por sus viajes por Inglaterra, Francia, Alemania eItalia. Fue militar y obtuvo el grado de coronel. Estuvo profundamente enamorado de la actriz María Ignacia Ibáñez, la cual murió muy tempranamente, en 1771, a causa del tifus. Los excesos a los que se entregó -Cadalso incluso trató de desenterrarla- le valieron su destierro en Salamanca (ordenado para que se curara de su enajenación). Fue destinado posteriormente a Extremadura, Andalucía, Madrid y finalmente Gibraltar, lugar donde murió durante el Gran Asedio de Gibraltar. Su cuerpo sin vida fue enterrado en la Parroquia Santa María la Coronada en San Roque (Cádiz). Como poeta, y bajo el nombre de "Dalmiro", compuso la obra Ocios de mi juventud (1773). Su amor hacia la actriz María Ignacia Ibáñez lo acercó al mundo dramático. Pese a que escribió tres tragedias, sólo una de ellas se representó, y con escaso éxito: Don Sancho García, conde de Castilla(1771). Su obra en prosa es, sin embargo, más extensa. En Noches lúgubres narra en forma dialogada su frustrado anhelo de rescatar de la tumba el cuerpo de María Ignacia. Enteramente dieciochesco es el libro Los eruditos a la violeta, en el cual arremete contra los falsos intelectuales; siete lecciones que satirizan a aquellos que pretenden saber mucho estudiando poco. Sin embargo, las Cartas marruecas (1789), publicadas póstumamente, son las que procuran más importancia a la producción literaria de Cadalso. De acuerdo a un modelo muy cultivado en Francia (por ejemplo, las Cartas Persas de Montesquieu), el autor compone un libro con noventa cartas que se cruzan Gazel, moro que visita España, su preceptor y amigo marroquí Ben-Beley, y Nuño Núñez, amigo cristiano de Gazel. Entre ellos comentan el pasado histórico de España y su vivir actual y juzgan la labor de los gobernantes y las costumbres del país. Lírica En 1737, Ignacio Luzán recogía las ideas estéticas del Neoclasicismo en su Poética. Este estilo triunfó en España imponiendo unos criterios de utilidad y servicio a la humanidad, junto a los deseos de placer estético. Dominaron los ideales artísticos importados de Francia, el "buen gusto" y el comedimiento, y se reprimían sentimientos y pasiones. La sujeción a las normas fue general, huyéndose de la espontaneidad y de la imaginación, que fueron sustituidas por el afán didáctico. La poesía neoclásica trató temas históricos, costumbristas y satíricos. En la variante denominada Rococó, más lujosa y recargada, dominaron los temas pastoriles que exaltaban el placer y el amor galante. Formas habituales fueron odas, epístolas, elegías y romances. Nombres importantes de la poesía española son los de Juan Meléndez Valdés, el máximo representante español del Rococó, Nicolás Fernández de Moratín y los fabulistas Tomás de Iriarte yFélix María Samaniego. La literatura neoclásica se desarrolló principalmente en tres ciudades: Salamanca, por personas relacionadas con su Universidad; Sevilla con la influencia de su asistente (cargo similar al de alcalde) Pablo de Olavide y Madrid, en torno a la Fonda de San Sebastián. De esta manera, se agrupa a los escritores de aquella tendencia en escuelas o grupos poéticos: La escuela salmantina, en la que se encuentra Cadalso, Meléndez Valdés, Jovellanos y Forner; la escuela sevillana, en la que se incluyen los escritores Manuel María Arjona, José Marchena, José María Blanco White y Alberto Lista, quienes pronto evolucionaron hacia un Romanticismo primerizo (Prerromanticismo); y el grupo madrileño formado por Vicente García de la Huerta, Ramón de la Cruz, Iriarte, Samaniego y los Fernández de Moratín. Escuela salmantina Juan Meléndez Valdés Meléndez Valdés (Ribera del Fresno, Badajoz, 1754 - Montpellier, Francia, 1814) es considerado uno de los mejores poetas del siglo XVIII. Fue catedrático en Salamanca, donde mantuvo amistades con Cadalso y Jovellanos. Desempeñó como jurista, ocupando destinos en Zaragoza, Valladolidy finalmente en Madrid, donde actuó como fiscal del Supremo. Una vez que su mentor, Jovellanos, cayó en desgracia ante Godoy, se ordenó su destierro a Medina del Campo, más tarde a Zamora y, por último, a Salamanca. Fue un afrancesado durante la guerra de la Independencia y evitó ser fusilado en Oviedo, pero no tuvo más remedio que exiliarse tras la derrota del ejército francés. Pueden diferenciarse dos etapas en la lírica de Meléndez Valdés: • En la primera se siente atraído en su juventud por la poesía rococó predominante y por la influencia de José Cadalso. Compone poemasanacreónticos y pastoriles con el amor como tema predominante. De esta primera etapa cabe destacar la égloga Batilo. • Sin embargo, tras la muerte de Cadalso, y siguiendo los consejos de Jovellanos, pensó que la lírica pastoril era impropia de un magistrado, así que compuso otro tipo de poesía más acorde con su oficio. Como Jovellanos, se sensibiliza ante las desigualdades sociales, defiende la necesidad de emprender reformas que mejoren la vida del pueblo, critica las costumbres cortesanas y su poesía se vuelve filosófica, sentimental y reflexiva. Su estilo, en sus comienzos, fue artificioso y convencional, pero más tarde se volvió muy cuidado y preciso. Él mismo definió su propósito al escribir:"He cuidado de explicarme con nobleza y de usar un lenguaje digno de los grandes asuntos que he tratado". Manuel José Quintana (1772 - 1857), Juan Nicasio Gallego (1777 - 1853) y José Somoza (1781 - 1852). Literatura del siglo XVIII En la literatura del siglo XVIII se pueden diferenciar tres tendencias literarias: la clasicista o neoclásica, heredera del clasicismo desarrollado de forma simultánea al barroco durante el siglo XVII, y que continuó vigente a lo largo que casi todo el siglo XVIII, sobre todo en poesía y teatro; la ilustrada vinculada a la corriente filosófica e ideológica de la Ilustración y la enciclopedia francesa; y la prerromántica, que rechazaba la estética neoclásica anticipando el romanticismo del siglo XIX. Véanse también: Historia de la literatura, Literatura francesa#La Ilustración, Literatura augusta, Literatura italiana#El renacer de la literatura en italiano en el siglo XVIII y Literatura española de la Ilustración. Índice [ocultar] • 1 Marco histórico • 2 Neoclasicismo • 3 Ilustración • 3.1 Características sobre el contenido • 3.2 Características formales • 4 El Prerromanticismo Marco histórico El dato más relevante del siglo XVIII desde el punto de vista histórico es el auge de la burguesía, que si era una clase social incipiente ya en el periodo Renacimiento, es esencial cuantitativa y cualitativamente en el siglo XVIII. Sus causas principales son el "desarrollo del artesanado urbano", creciente gracias a la demanda de los artículos de consumo por parte de la nobleza y de la monarquía y el "desarrollo de la actividad mercantil", en especial del comercio marítimo. En los siglos anteriores las rutas por mar habían sido ya muy frecuentadas con las explotación deAmérica y Asia por parte de España y Portugal, pero los nuevos tiempos están marcados por la hegemonía económica de Inglaterra y su expansión por ultramar. El incremento de la población en los puertos, gracias a su carácter de núcleo comercial, dio lugar a nuevas actividades económicas que reforzaron la nueva clase social en ascenso. Neoclasicismo El momento de esplendor de la tendencia clasicista se remonta a finales del siglo XVII, pero sus influencias llegarán a la literatura ilustrada. Su estética se encuentra sintetizada en La poética deBoileau, publicada en 1674, y se basa en un sentimiento filtrado por el intelecto y en una referencia a "los antiguos" como clásicos dignos de imitación. Se niegan también los excesos delbarroco y del rococó. En el teatro domina la regla aristotélica de las tres unidades: espacio, tiempo y acción, que limita cada espacio de acción a un sólo lugar y a un sólo día, mientras que en la poesía se impone el verso alejandrino de catorce sílabas, y formas clásicas como la fábula, la elegía y la égloga. Mas es precisamente en el siglo XVIII cuando las reglas clásicas son discutidas, coincidiendo el triunfo del neoclasicismo en las artes plásticas con su decadencia en la literatura. Ilustración La Ilustración se podría fechar entre el año 1689, en el que se publica el Ensayo sobre el entendimiento humano de John Locke y 1785, publicación de la obra de Goethe Las desventuras del joven Werther. Características sobre el contenido Han de señalarse los siguientes aspectos en lo referente a las preocupaciones y actitudes del hombre neoclásico, y sobre todo al contenido de su literatura: • Predomina la razón ante la emoción, imaginación y sensibilidad. • El carácter de las obras literarias es impersonal y colectivo, civil y moral. • La literatura tiene un fin útil para el hombre, pudiendo ser didáctico, moral o social. De ahí que se cree en Francia la Encyclopédie. El Emilio de Rousseau es además de una novela, un tradado de educación. • El laicismo, cuestionamiento de la religión y de sus instituciones en lo tocante a la libertad de los hombres. • Se cuestiona el poder político de las monarquías absolutas, y se defiende la participación del pueblo en la política. Esto puede verse en Los viajes de Gulliver de Jonathan Swift. • Se analizan y se critican los valores y costumbres adoptados por el pueblo. En la literatura se recurre a la opinión de un extranjero para estos análisis sociales, como en Las Cartas Marruecas del español José Cadalso, basadas en las Cartas Persas del francés Montesquieu. • Preocupación por la ciencia y sus aplicaciones en la vida real. Isaac Newton es alabado por los Ilustrados por ser el descubridor de la Ley de la gravedad. • La tolerancia se considera una virtud fundamental, en la religión y en la política. • La historia es una fuente de conocimiento muy recurrida para el hombre ilustrado. Características formales Como los renacentistas, se imitan a los clásicos, incorporando como modelo la tragedia y la comedia. En la poesía la estructura era similar a las églogas, las fábulas, la elegía, la épica o elhimno. Voltaire intentara imitar la Eneida de Virgilio con su largo poema La Henriada. • Se sigue respetando la estética neoclásica en el teatro y en la poesía. En la prosa, aparece la novela, precedida anteriormente por El Quijote y la novela picaresca. • Se separan tajantemente los géneros, impidiendo mezclarse en una misma obra poesía y prosa, o tragedia y comedia. • Se valora más lo tradicional que lo novedoso, razón por la cual la novela no fue adaptada del todo a la literatura durante mucho tiempo. • Se valora también el término medio de las cosas, y el decoro en la forma de expresarse. La exageración les parece un acto hipócrita. • Primacía de lo natural y realista sobre lo fantástico. • La claridad es un valor literario. • La ironía y la parodia son recursos en la crítica y denuncia a los poderosos. • Uso del lenguaje culto, limpio y "literario", como metáforas, imágenes y figuras retóricas, siempre y cuando estén ya presentes en la literatura clásica. El concepto de literatua en el período de la Ilustración, no se entendía como en la actualidad. Por literatura se encendía la capacidad y experiencia de leer, y era también todo el conjunto de libros que contuviena conocimiento, lo que incluía libros de filosofía, economía, ensayo e historia, y excluía a la novela. El Prerromanticismo El prerromanticismo fue un movimiento literario que se desarrolla en Europa a lo largo del siglo XVIII y cuyo ocaso transcurre en las últimas décadas de la centuria, en total oposición al Neoclasicismo. Durante el siglo XVIII triunfan en Europa las ideas clásicas francesas del siglo anterior (Neoclasicismo). Mas, a la vez, se va forjando en varios países una reacción de signo radicalmente contrario. Prerromanticismo El prerromanticismo fue un movimiento literario que se desarrolla en Europa a lo largo del siglo XVIII y cuyo ocaso transcurre en las últimas décadas de la centuria, en total oposición alNeoclasicismo. Durante el siglo XVIII triunfan en Europa las ideas clásicas francesas del siglo anterior (Neoclasicismo). Mas, a la vez, se va forjando en varios países una reacción de signo radicalmente contrario. Índice [ocultar] • 1 Características del Prerromanticismo • 2 El Prerromanticismo en Europa • 2.5 En España ■ Características del Prerromanticismo En el Prerromanticismo se dan los siguientes caracteres, que lo separan del Neoclasicismo: • Afirma el predominio del sentimiento frente a la razón. En sus obras, los escritores expresan sus sentimientos más tristes y exaltados. • Rechazan las "reglas", aunque algunos escritores prerrománticos las aceptan. • Frente a la naturaleza arreglada y tranquila típica de los escritores neoclasicistas, los prerrománticos y más tarde los románticos prefieren lugares esotéricos y misteriosos, como cementerios, escenas nocturnas, tormentas, apariciones de fantasmas, etc. Como ejemplo de documento prerromántico, ofrecemos un pasaje del enciclopedista francés Denis Diderot, que en el año 1760, escribió: ¿Qué necesita el poeta? ¿Una naturaleza bárbara o cultivada, tranquila o tormentosa? ¿Preferiría la belleza de un día puro y sereno al horror de una noche oscura, donde el mugido de los vientos se mezcla por intervalos al murmullo sordo y continuo del trueno lejano, y donde se ve el relámpago inflamar los cielos sobre nuestra cabeza? ¿Preferirá un estanque a una catarata que se quebranta y rompe entre los peñascos, estremeciendo al pastor que la oye lejos, apacentando su rebaño en la montaña? ¿Cuándo veremos nacer poetas? Después de grandes desastres y grandes desdichas, cuando los pueblos comiencen a respirar, y las imaginaciones excitadas por espectáculos terribles, se atrevan a pintar cosas que ni siquiera podemos concebir los que no hemos sido testigos de ellas. El Prerromanticismo en Europa En España En España, el periodo neoclasicista tuvo una escasa duración. Cuando apenas acababa de triunfar, nuevos gustos e ideas provenientes de Francia y de Inglaterra, dieron lugar al Prerromanticismo. Además, los grandes escritores del siglo XVIII acusan en los últimos años de su vida la crisis del Neoclasicismo e inician la tendencia prerromántica. En esta época, la asimilación de las ideas clásicas y los sentimientos prerrománticos están más estrechamente unidos en los poetas de la Segunda escuela salmantina (Manuel José Quintana,Cienfuegos, José Cadalso) y en la escuela sevillana (Alberto Lista, Arjona, José María Blanco White y José Marchena). Rococó El Rococó es un movimiento artístico nacido en Francia, que se desarrolla de forma progresiva entre aproximadamente los años 1730 y 1760. a través de tres vías fundamentales: su difusión a través de los pattern books o libros de patrones, la importación de mobiliario y otras artes decorativas de Europa y su directa traída de mano de arquitectos foráneos, caso del portugués Cayetano de Acosta. De este modo, para el caso español es difícil hablar de la existencia de un rococó puro sino, más bien, de un barroco tardío que toma prestados elementos del rococó francés. La genérica denominación de rococó para el arte español del siglo XVIII obedece a una trasnochada tendencia de considerar el rococó como la lógica evolución del barroco. Hay que tener en cuenta que el estilo nace en Francia, país en el que el arte del siglo precedente, conocido como el Grand Siécle, fue sustancialmente diverso al caso hispano, por su carácter más clasicista. Por tanto, el estilo nace más como reacción que como evolución del XVII francés. Por otra parte, el rococó es un arte eminentemente burgués y profano, difícilmente conciliable el arte religioso, el más abundante del barroco español. A esta tradicional confusión terminológica ha contribuido la presencia en el XVIII español de arquitectos italianos y soluciones traídas del barroco italiano (más movido en planta), ajenas al rococó pero confundidas con éste. Con todo, al margen de la discutible huella del rococó en el arte religioso español del siglo XVIII, es posible rastrear algunos ejemplos del rococó en España, fundamentalmente en las tipologías civiles y, sobre todo, en el ámbito cortesano, al calor de la nueva dinastía borbónica. Literatura La Ilustración fue un movimiento intelectual que provocó que el siglo XVIII fuera conocido como el «Siglo de las Luces». El culto a la razón promovido por los filósofos ilustrados conllevó un rechazo del dogma religioso, que fue considerado origen de la intolerancia, y una concepción de Dios que pasaba de regir el mundo mediante las leyes naturales a desaparecer en concepcionesateas del universo. Los ilustrados promovieron la investigación de la naturaleza, el desarrollo científico-técnico, la educación y la difusión general de todo tipo de conocimientos; fueron los tiempos de L'Encyclopédie. El arte se hizo así más accesible y con menos pretensiones, y la literatura se dirigió a un público más amplio, planteándose como un instrumento social. El aumento del número de lectores, especialmente entre la burguesía, plantea la figura del escritor como un profesional, y la escritura como su fuente principal o secundaria de sustento.3 Francia fue la primera en reaccionar contra las formas barrocas, y los tres grandes ilustrados, Voltaire, Montesquieu y Rousseau se cuentan entre sus principales exponentes. También destacaron Pierre Bayle, Denis Diderot, George Louis Lecler y Chamblain de Marivaux. En Inglaterra tuvo una gran cantidad de adeptos la novela de aventuras, destacando Daniel Defoe, Jonathan Swift, Samuel Richardson y Henry Fielding, junto a los poetas John Dryden y Alexander Pope.4 De la novela se pasó al ensayo como género divulgador de ideas por excelencia. La literatura neoclásica realizó una crítica de las costumbres, incidiendo en la importancia de la educación, el papel de la mujer y los placeres de la vida.5 Destacaron en España el fraile benedictino Benito Jerónimo Feijoo, Gaspar Melchor de Jovellanos y José Cadalso. Cobró importancia la fábula, relatos o poesías normalmente ejemplificadas con animales, donde se exponen enseñanzas morales. La fábula se caracterizaba por ser una composición de carácter didáctico, por la crítica de vicios y costumbres personales o de la sociedad, y por la recurrencia a la prosopopeya o personificación. Es el subgénero que más se adaptó a las preceptivas neoclásicas: una composición sencilla en la que la naturaleza interviene, y que enseña divirtiendo. Destacaron los fabulistas Félix María de Samaniego y Tomás de Iriarte en España, y el francésJean de la Fontaine.6 En España, hubo una continuidad barroca en la poesía, con autores como Diego de Torres y Villarroel, que consideraba a Quevedo su maestro; Gabriel Álvarez de Toledo y Eugenio Gerardo Lobo. La segunda mitad del siglo XVII mostraba ya una poesía neoclásica, dominada por su admiración por la ciencia y los temas filosóficos, o centrada en temas anacreónticos y bucólicos, y marcada en ocasiones por el fabulismo. Destacaron Nicolás Fernández de Moratín, autor de Arte de las putas, prohibida por la Inquisición, que pudo inspirar los Caprichos de Goya; Juan Meléndez Valdés y José Cadalso, de la escuela salmantina; los fabulistas Iriarte y Samaniego en Madrid; en la escuela sevillana destacaron José Marchena, Félix José Reinoso, José María Blanco-White y Alberto Lista.7 Se dio también una fuerte influencia barroca en el teatro español, especialmente durante la primera mitad del siglo XVIII, con autores como Antonio de Zamora o José de Cañizares. El teatro en España tuvo cambios como la prohibición oficial de representar autos sacramentales, la reaparición del gusto popular por el sainete y la transición de los antiguos corrales a los teatros, como locales adecuados a la nueva concepción del teatro. A finales del primer tercio de siglo los dramaturgos españoles comienzan a seguir los modelos franceses, como Boileau y Racine, renovando las estéticas aristotélicas y horacianas. La obra de teatro debe ser verosímil, cumplir con las unidades de acción, de espacio y de tiempo, y tener un enfoque didáctico y moral. Destacaron en la tragedia Nicolás Fernández de Moratín, José Cadalso, Ignacio López de Ayala y Vicente García de la Huerta; en el más popular género del sainete, destacaron Antonio de Zamora, el prolíficoRamón de la Cruz e Ignacio González del Castillo. Destacó especialmente la figura de Leandro Fernández de Moratín, creador de lo que se ha dado en llamar «comedia moratiniana» (La comedia nueva o El café, El sí de las niñas), en que ridiculizaba los vicios y costumbres de la época, usando el teatro como vehículo para moralizar las costumbres. Seguidores de esta línea son también Manuel Bretón de los Herreros y Ventura de la Vega.8 Neoclasicismo en España La sustitución en el trono de España de la dinastía de los Habsburgo por la de los Borbones, con la llegada de Felipe V en 1700, fue un factor determinante para que entraran las corrientes artísticas extranjeras y se produjera el cambio de gusto en las artes españolas. Los artistas llamados para trabajar en los palacios reales, franceses e italianos principalmente, trajeron a España las manifestaciones artísticas del clasicismo francés y del barroco clasicista italiano, mientras los artistas españoles estaban inmersos en un barroco nacional que pervivirá aún hasta fines de siglo. Otro hecho decisivo para la introducción del estilo artístico importado fue el incendio, en 1734, del antiguo Alcázar de Madrid, residencia de los Austrias. Felipe V solicitó la presencia en Madrid del arquitecto Filippo Juvara (1678-1736) para que hiciera los planos de la nueva residencia real. Con Juvara primero y, tras su muerte en 1736, con Giovanni Battista Sacchetti (1690-1764) llegó el barroco clasicista italiano. En la obra de Palacio se formaron muchos de los futuros arquitectos españoles y muchos escultores y pintores trabajaron en su decoración. En cualquier caso, son los reyes los que sustentan esta renovación artística, sirviéndose de una institución, la Academia de Bellas Artes de San Fernando, que promueve a la vez que ejerce el control sobre las artes. Poco a poco se instaura el reformismo ilustrado contando para sus proyectos renovadores con la ayuda de notables ilustrados españoles como Aranda, Campomanes, Floridablanca, Jovellanos o Antonio Ponz. La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando nació oficialmente en 1752 gracias a los deseos del rey Fernando VI. La Junta Preparatoria de la Academia, constituida algunos años antes, ya mostraba en su composición la presencia de artistas extranjeros que trabajaban en las obras reales, como su principal promotor y presidente, el escultor Giovanni Domenico Olivieri o algunos de sus directores como el escultor Antoine Dumanché, el pintor Louis-Michel van Loo y el arquitecto Giovanni Battista Sacchetti. A ellos, sin embargo, se agregaron inmediatamente artistas españoles, comoFelipe de Castro, director de la sección de escultura desde su fundación, con una formación clásica adquirida en Roma que lo distanciaba del barroco tardío practicado por los anteriores. La orientación de la Academia, confiada siempre su dirección a los artistas, estuvo marcada desde el comienzo por el rey quien, con un concepto ilustrado de la función del arte, deseaba la renovación y el control de la producción artística para que sirviera de ornato y enaltecimiento a la Corona. A imagen de la Academia madrileña surgieron las del resto de España. Con la llegada al trono de Carlos III en 1760 la función dirigente del rey y de la Academia se manifestó de forma más clara. El nuevo monarca había apoyado en Nápoles las excavaciones de las ciudades de Herculano y Pompeya, siendo conocido su entusiasmo por la arquitectura y las demás artes, su interés por el pasado clásico y su apoyo a la edición de las Antigüedades de Herculano. En 1783 publicó una Real Orden por la que se declaraban libres las profesiones de las Nobles Artes de Dibujo, Pintura, Escultura, Arquitectura y Grabado, pudiéndose ejercer desde entonces sin necesidad de formar parte de un gremio. Con ello la Academia se convertía en la única instancia autorizada para expedir títulos o racionalizar el aprendizaje de las artes, controlando la orientación de la producción artística, a la que se contribuía con pensionados en Roma para los alumnos destacados. El proceso de introducción en España de las corrientes neoclásicas tiene en común con el resto de Europa el profundo análisis que se hace de las fuentes del clasicismo, el interés por la arqueología, el estudio de la tratadística, la crítica de la tradición y el rechazo del último barroco. Aunque el desarrollo del Neoclasicismo en las tres artes no fue coincidente en el tiempo, puede decirse que tiene sus primeras manifestaciones durante el reinado de Fernando VI (1746-1759), florece bajo Carlos III (1759-1788) y Carlos IV (1788-1808) y prosigue todavía, tras la Guerra de la Independencia, con Fernando VII (1808- 1833), si bien ya conviviendo con otras corrientes más novedosas. Literatura Las críticas contra los excesos barrocos en el ámbito literario surgieron durante la segunda década del siglo XVIII y se fueron acrecentando con el paso de los años. A la vez, se perfiló un nuevo ideal que rechazaba la literatura recreativa y de ficción, proponiendo una literatura verosímil, racional y didáctica. Mientras se acusaba a Luis de Góngora de ser el principal artífice de la destrucción de la poesía, se valorizaban las obras de Garcilaso y de sus seguidores, consideradas como un modelo de claridad, orden y armonía. Géneros literarios como el ensayo o el género epistolar cobraron nuevo impulso en esta época, a la vez que se renovaban otros, como el teatro. Algunos de los autores que protagonizaron esta época en España fueron José Cadalso, Benito Jerónimo Feijoo o Leandro Fernández de Moratín. Se respeta a las normas clásicas como la métrica, rima y ritmo.Se relatan hechos reales.Tuvo que tener un fin didáctico, por eso surgen las fábulas; surgen también el espíritu crítico y científico. Prerromanticismo El prerromanticismo fue un movimiento literario que se desarrolla en Europa a lo largo del siglo XVIII y cuyo ocaso transcurre en las últimas décadas de la centuria, en total oposición alNeoclasicismo. Durante el siglo XVIII triunfan en Europa las ideas clásicas francesas del siglo anterior (Neoclasicismo). Mas, a la vez, se va forjando en varios países una reacción de signo radicalmente contrario. Características del Prerromanticismo En el Prerromanticismo se dan los siguientes caracteres, que lo separan del Neoclasicismo: • Afirma el predominio del sentimiento frente a la razón. En sus obras, los escritores expresan sus sentimientos más tristes y exaltados. • Rechazan las "reglas", aunque algunos escritores prerrománticos las aceptan. • Frente a la naturaleza arreglada y tranquila típica de los escritores neoclasicistas, los prerrománticos y más tarde los románticos prefieren lugares esotéricos y misteriosos, como cementerios, escenas nocturnas, tormentas, apariciones de fantasmas, etc. Como ejemplo de documento prerromántico, ofrecemos un pasaje del enciclopedista francés Denis Diderot, que en el año 1760, escribió: ¿Qué necesita el poeta? ¿Una naturaleza bárbara o cultivada, tranquila o tormentosa? ¿Preferiría la belleza de un día puro y sereno al horror de una noche oscura, donde el mugido de los vientos se mezcla por intervalos al murmullo sordo y continuo del trueno lejano, y donde se ve el relámpago inflamar los cielos sobre nuestra cabeza? ¿Preferirá un estanque a una catarata que se quebranta y rompe entre los peñascos, estremeciendo al pastor que la oye lejos, apacentando su rebaño en la montaña? ¿Cuándo veremos nacer poetas? Después de grandes desastres y grandes desdichas, cuando los pueblos comiencen a respirar, y las imaginaciones excitadas por espectáculos terribles, se atrevan a pintar cosas que ni siquiera podemos concebir los que no hemos sido testigos de ellas. En España En España, el periodo neoclasicista tuvo una escasa duración. Cuando apenas acababa de triunfar, nuevos gustos e ideas provenientes de Francia y de Inglaterra, dieron lugar al Prerromanticismo. Además, los grandes escritores del siglo XVIII acusan en los últimos años de su vida la crisis del Neoclasicismo e inician la tendencia prerromántica.
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