Docsity
Docsity

Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes

Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity


Consigue puntos base para descargar
Consigue puntos base para descargar

Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium


Orientación Universidad
Orientación Universidad

Literatura Española siglo XVIII. Tema 1, Apuntes de Filología hispánica

Asignatura: Literatura española de los siglos XVIII y XIX, Profesor: Manuel Ambrosio Sánchez Sánchez, Carrera: Filología Hispánica, Universidad: USAL

Tipo: Apuntes

2013/2014

Subido el 25/02/2014

cristinabenimelli
cristinabenimelli 🇪🇸

4.1

(22)

7 documentos

Vista previa parcial del texto

¡Descarga Literatura Española siglo XVIII. Tema 1 y más Apuntes en PDF de Filología hispánica solo en Docsity! Literatura española del siglo XVIII (1701-1833) TEMA 1: Introducción a la literatura del siglo XVIII. Rasgos definidores de la Ilustración; pervivencia del Barroco. Las raíces de la modernidad: pensamiento y ciencia ilustrados; ideología, política y literatura. Instituciones culturales y literarias. Revisión de conceptos: “postbarroco”, “rococó”, “neoclasicismo”“prerromanticismo”… Los fundamentos de la filosofía, los orígenes de la historia de la literatura española. 1. Introducción a la literatura del siglo XVIII (1701-1833) Es el siglo más desconocido, menos estudiado, abandonado. Esto lo hace interesante para el filólogo, puesto que aún se pueden descubrir cosas. Este abandono ha sido así por la escasez de ediciones que presentó y por los prejuicios que se tienen sobre él. -Prejuicios por parte de la crítica literaria tradicional a esta época. Esto empieza a principios del XIX con Marcelino Menéndez Pelayo, Santander, el cual es uno de los pioneros de los estudios de la historia y la filología en nuestro país. Su obra La historia de los heterodoxos españoles, se encarniza con la literatura y la época del siglo XVIII, calificándola de afrancesada. Para él ser tradicional, católico y español es ser ortodoxo (lo correcto) y lo heterodoxo se identifica con lo ilustrado, lo extranjero y todo aquello de origen francés (lo condenado). Esto tuvo repercusiones ya que se continúa hasta el siglo XX con esta idea; con un mal concepto de este siglo. -También está la oposición de los autores románticos. El Romanticismo comienza la modernidad, y reacciona con lo anterior. Los románticos se oponen al movimiento cultural (Neoclasicismo) por cuestiones estéticas y formales pero no ideológicas. Los autores del siglo XVIII escriben siguiendo unas normas, un modelo (hablamos de Neoclasicismo) y los autores románticos van a defender la libertad estética. -En tercer lugar habría que mencionar a nuestros propios prejuicios. El concepto de literatura en el S. XVIII dificulta la localización de textos literarios ya que comprende dentro del género todo aquello que está escrito. Nuestro concepto de literatura es bastante limitado. Hasta finales del siglo XVIII el concepto de literatura era muy general, verdaderamente amplio; se entendía en un sentido epistemológico: “conjunto de obras escritas en una determinada lengua”. Sin embargo desde el Romanticismo, donde se inicia claramente el cambio de concepción y todavía para nosotros, la literatura se limita a las obras de creación y a obras ficcionales. Tendemos a relacionarlo. Como la literatura del siglo XVIII está muy cargada por la ideología, la moda… tenemos tendencia a rechazar aquellas obras, ya que no encajan con nuestros criterios. Este amplio concepto de literatura aparecerá en las primeras historias de la literatura (proyectos que no tienen fin). A lo largo del siglo XVIII existe ya una tendencia perceptible a limitar o restringir el uso tan general de la voz literatura, en concreto limitarla para las Humanidades o las Bellas Letras. Entre los diferentes términos que se van a emplear en el siglo XVII están “buenas letras” y “bellas letras” Tenemos que esperar a 1830 para encontrar un sentido de la voz literatura similar al nuestro, un concepto general (obras de ficción en prosa o en verso). Donde no llegue nuestro gusto o nuestras preferencias estéticas para entender la literatura, y el arte en general del siglo XVIII debe alcanzar el profesionalismo. PAGE 17 2. La Ilustración 2.1 Cronología y contexto de la Ilustración El siglo XVIII coincide con el amplio movimiento cultural europeo de la Ilustración (siglo de las Luces). La literatura española del siglo XVIII abarca algo más del siglo XVIII, va desde 1701 hasta el 1833: El 1701 significa el comienzo del reinado de los Borbones en España, con el rey Felipe V (nieto de Luis XIV, Rey Sol). En 1700 había muerto el último rey de la dinastía de los Habsburgo, Carlos II “el Hechizado”. Este cambio de dinastía supuso un cambio de influencia, ya que llega la cultura francesa a España. Se produce un cambio en todos los niveles beneficiando al país en el ámbito económico, cultural…,. A partir de 1789, con la Revolución francesa, se extiende el temor a que esta llegue a España. No obstante la educación, el arte ilustrado y el neoclasicismo se mantienen hasta la muerte de Fernando VII, en 1833, debido al reinado represor y despótico de este, que retrasó la llegada del romanticismo. Y en 1833 muere Fernando VII “el deseado”, el cual se rebeló como un tirano y llevó al exilio a grandes intelectuales españoles. En el 1713 España firmó el Tratado/Paz de Utrecht, que puso fin a la Guerra de Sucesión. En el siglo XVIII no hubo una guerra civil entre españoles. Lo que sí caracteriza a este siglo es el enfrentamiento y el posicionamiento ideológico. Destaca en 1776 una revuelta de carácter social; el Motín de Esquilache. También habría que mencionar en este sentido que la Revolución Francesa no se extendió a España, ya que en nuestro país se provocó un sentido totalmente inverso, una evidente reacción de miedo a que esta se extendiera , es decir, se frenó la expansión de la evolución de “las luces”. Felipe V se casó dos veces. La primera fue María de Saboya. De estos nació Luis I, el cual no reinó apenas un año. También tuvieron a otro hijo, Fernando VI. *Diego de Torres Villarruel, en una de sus producciones literarias diagnosticó la muerte de Luis, lo que tuvo consecuencias en la publicación de los almanaques y los pronósticos en un futuro, ya que el gobierno lo utilizó como argumento para prohibirlos. La primera mitad del siglo XVIII está dominado por dos figuras; Felipe V y Fernando VI. Después, el rey Felipe V se casó con Isabel de Farnesio, con la que tuvo al tercer rey de este siglo; Carlos III. El reinado de este (1759-1778) coincide con la época dorada de Las luces (Ilustración) en España. En este siglo encontramos entonces influencia francesa e italiana a la vez. Esta última se manifestó por ejemplo en el desarrollo de la ópera y esto influirá mucho en el desarrollo del teatro. A Carlos III le sucede su hijo, el pusilánime y desastroso Carlos IV, que gobernará hasta 1908(hasta la guerra de la Independencia). El gobierno de Carlos IV significó la tibieza, la ralentización y el debilitamiento de la Ilustración y las Luces en España. En general hablamos de un siglo en su conjunto positivo para España: progresiva recuperación de la vinculación de España con Europa (el fin del aislamiento español). El principio del aislamiento comenzó con el reinado de Felipe II (1540,50…). El Concilio de Trento inauguró la contrarreforma en España, la persecución de todo aquello que fuese protestante, quería eliminar todo tipo de corrientes extranjeras; lo que provocó un retroceso terrible. Gracias a Felipe V lentamente todo esto comienza a cambiar. PAGE 17 Hay coincidencia en que se trata de una Ilustración modesta pero hay dos visiones: - Tesis de Subirats; La Ilustración insuficiente. Para él nuestra Ilustración fue diferente e inferior que la alemana y por una parte por la tremenda oposición del barroco, sistema popular y dominante (factor externo) y por otra parte por las limitaciones de los propios filósofos o intelectuales españoles(factor interno). Texto 3, Eduardo Subirats; La ilustración insuficiente: Compara la Ilustración alemana (Aufklärung)con la española. Ilustrar significa enseñar y ejemplificar (con ejemplos gráficos). Este dice que la diferencia fundamental es que el proceso de conocimiento con la alemana se entiende como contínuo. Es un proceso de aprendizaje que no termina nuca, se está continuamente en la Ilustración. Es un movimiento claramente positivo, de confianza en el hombre (humanista). Para él la Ilustración española es algo terminar, finalista. Cuando se llega a ese aprendizaje, ya cesa su trabajo. Se desprende del libro de Subirats que nuestra Ilustración fue mucho menos más ambiciosa, limitada e inferior a la alemana; se pretendía ser ilustrado en poco. Precisamente por ello no funcionó. - Tesis de Pablo Sánchez León. Este habla de “la ilustración excesiva”. Según este los ilustrados no pecaron de ambiciosos sino al revés: nuestra ilustración no pudo tener más futuro porque fue demasiado radical. Para la realidad del país las propuestas de los ilustrados eran demasiado avanzadas, excesivas. 2.5 La preilustración. Los novatores -La preilustración se sitúa entre 1680 y 1725. -En esta época se introdujeron algunos cambios de mano de los novatores. Los novatores son pioneros en el campo de la ciencia (sobre todo de la medicina). Se enfrentan al sistema universitario dominado por la escolástica y el sistema Galeno. Desean introducir los fundamentos de la medicina moderna. El término novator tiene, en principio, carácter despectivo; son los amantes de las novedades. -Los representantes de los novatores son los médicos Mateo Zapata, que escribió “Ocaso de las formas Aristotélicas”; Muñoz Peralta y Juan Cabriada (“Casta filosófica Médico-Química”). -Francisco Palanco, obispo de Jaén, acusó en 1714 a los novatores de heterodoxos, con una obra titulada “Cursus Phylosophicus”. Los novatores fueron condenados por la inquisición. -La fecha fundamental de la preilustración es 1725, cuando se produce la presentación del libro del médico Martín Martínez en defensa del escepticismo médico, defendiendo que para avanzar en medicina se debe experimentar. Se trata por lo tanto de un ataque contra los maestros, la medicina galénica. La defensa de esta tesis por parte de Feijoo; Teatro crítico universal fue fundamental para dar pie a la ilustración. 2.6 Guillermo Carnero/ Conceptos PAGE 17 A lo largo de todo el siglo XVIII encontramos una serie de manifestaciones que parecen barrocas y que, sin embargo, tienen un claro componente iliustrado. En España, el principal crítico que ha estudiado estas manifestaciones (extrañas porque parecen barrocas pero en realidad no lo son tanto) es Guillermo Carnero, en su obra La cara oscura del siglo de las luces. Esta obra se compone de cuatro estudios sobre cuatro realidades, donde se aprecia el sentimiento y la emoción. Dice que el siglo XVIII tiene dos caras irrenunciables: una dominada por la razón y otra por lo irracional. El primer estudio: La dualidad razón-emoción en la estética y la perceptiva literaria del siglo XVIII. Dice que este siglo maneja dos conceptos fundamentales, uno es el de razón y reglas donde se sitúa la idea de gusto,”buen gusto” (Ilustración y Neoclacisismo) y otro que es el que enfrenta sublimidad frente a belleza . (buen) gusto-normas, reglas / sublime –oposición a lo bello. El gusto o buen gusto se produce en principio mediante la aplicación de unas reglas, normas. De esta manera, durante todo el siglo XVIII el buen gusto tiene lugar cuando un objeto reúne una serie de cualidades (las cuales establecen los mismos teóricos) Pueden variar (si es un poema o una pintura) por ejemplo: unidad, variedad, orden y proporción. Cuando en un objeto se dan estas cualidades y somos capaces de apreciarlo, estamos hablando de buen gusto. Tenemos que hablar de dos observaciones: -De una manera muy básica, el neoclasicismo entiende por buen gusto el suyo y por mal gusto el Barroco. Los autores neoclásicos siempre criticarán al Barroco, sobre todo en literatura. Ignacio de Luzán; el preceptista, teórico más importante en literatura española. Escribe Poética(1737); obra fundamental de nuestra historia literaria donde arremete continuamente contra los autores barrocos(Lope de Vega, Góngora…). -En toda Europa van apareciendo una serie de manuales donde los autores disertan sobre el concepto de buen gusto. El buen gusto tiene que ver bastante con los espacios colectivos, la urbanidad y la cortesía. Ludovico Muratori; publica en italiano un texto que se traduce a diferentes lenguas, entre otras al castellano , y que se titula Reflexiones sobre el buen gusto en las ciencias y en las artes. Guillermo Carnero se refiere a otra acepción del buen gusto. Según Carnero a medida que evoluciona el siglo XVIII el concepto de buen gusto se convierte en algo subjetivo y corresponde ya no a unos elementos o normas sino a algo parecido al “ no se qué” (algo que se tiene o no se tiene). Este concepto equivale a las personas sensibles y delicadas. Es instintivo y emocional: no puede corresponder a unas reglas. Esta idea está en relación con lo “sublime”. Lo sublime se opone a la belleza. La belleza es una cosa objetiva, real, que se compone de una serie de cualidades. La contemplación de la belleza produce en el espectador un placer sereno. A lo largo de toda la época se desarrolla el concepto de lo “sublime”; el punto de partida es un tratado griego Lo sublime (s.III dc) de Longino. Un tratado que se comentará a lo largo de todo el siglo XVIII europeo. Según Longino lo sublime es el lenguaje, la naturaleza o pensamiento que nos emocionan por su magnitud o energía. Este tratado fue comentado por Edmund Burke, en un libro titulado Indagación filosófica sobre el origen de nuestras ideas de lo sublime y lo bello. Dice Burke, siguiendo a Longino, que las emociones más fuertes son las que se asocian a nuestro instinto de conservación. Los objetos que las provocan son terribles, y nos provocan terror (miedo en grado superior). Cuando apreciamos estas realidades pero nos sentimos a salvo sentimos un tipo de placer muy especial que se llama “deleite”. Los objetos que provocan esa mezcla de terror y a la vez deleite son sublimes. Hablamos de objetos como la oscuridad, el poder, la fuerza o la energía, el gran tamaño en cualquier situación y la idea de infinitud. Estos objetos según Burke y Kant son muy diferentes a aquellos otros que nos provocan el placer de lo bello. A los que responden cuestiones como la delicadeza… La interpretación de Longino, de Burke y hasta del propio Kant suponen desde principios del siglo XVIII un nuevo tratamiento de la naturaleza, que aparece ahora PAGE 17 sublime y majestuosa y así, en el arte en general, va a aparecer el gusto por elementos como las altas montañas( por ejemplo Los Alpes), tormentas, mar amenazante y proclive a los naufragios, la presencia de la noche, los motivos fúnebres o sobrenaturales y en resumen, la afición por lo medieval = idea de sublime y deleite. En general, se considera que las personas capaces de percibir lo sublime son superiores a las otras. Por ejemplo Helvecio en una obra titulada De l´esprit (1758) trata de la superioridad de las personas apasionadas sobre las sensatas. La misma idea aparece en una serie de novelas como por ejemplo en una de las novelas más importantes del movimiento general del Romanticismo: Werther, de Goethe . Esta es una novela generacional, aquí el protagonista se presenta superior al resto precisamente por saber apreciar. Y también en la obra de Rousseau, Ensoñaciones de un paseante solitario, en una novela sentimental La nueva Heloisa y en Obermann de E. Senaincourt (texto epistolar). El segundo estudio de la obra de Guillermo Carnero está dedicado a un subgénero dramático, la comedia sentimental. Lo titula así : Una nueva fórmula dramática, la comedia sentimental. Aquí estudia este genero como manifestación concreta de los principios del “no se qué” y de lo “sublime”. La comedia sentimental es una comedia neoclásica pero con una gran carga de elementos emocionales, de dolor. El tercer estudio de Carnero se ocupa del erotismo, didactismo y melancolía de la poesía. El cuarto estudio: Sensibilidad, terror y medievalismo en la narrativa del siglo XVIII. En este se ocupa de dos cuestiones: -Concepto de “jardín”. Explica de una forma grafica como se produce un cambio del jardín clásico/ neoclásico a un jardín sentimental. Expone cómo se produce este cambio; el cambio se hace desde el jardín versallesco al jardín inglés. El primero se caracteriza por la regularidad y por la frialdad. Sin embargo el jardín inglés nos da la apariencia de naturaleza salvaje. En el jardín inglés no hay simetría y son muy importantes las ruinas, se integra la naturaleza, incluso los usos agrícolas o ganaderos. El jardín inglés es tanto o más intervenido que el versallesco aunque sea una manipulación. -Emergencia del fenómeno gótico en la literatura en el siglo XVIII. Se manifiesta en particular en la novela gótica, la cual va a tener un éxito en toda Europa y en muchos aspectos llega hasta nuestros días. Un referencia de novela gótica donde aparecen sus rasgos propios (sobrenatural, mundo de ultratumba y lo medievalizante) es Castillo de Otranto de Horace Walpole. Texto 1, Guillermo Carnero; La cara oscura del siglo de las Luces Nos habla de que se trata de un siglo complejo. Habla de la dualidad que existe: razón y emoción. Texto 2, Guillermo Carnero (II) *genio y *numen = inspiración No solo basta con conocer el arte, sino también la ciencia. El poeta del siglo XVIII es sabio, erudito e intelectual. 2.7 Los movimientos artísticos de la Ilustración. Barroco PAGE 17 El neoclasicismo, en su conjunto, se percibe como un arte frío. Además, sobre todo en arquitectura el neoclásico va asociado a la exaltación del poder. Por eso no es extraño que en muchos países los edificios del gobierno sean de estilo neoclásico. El Panteón de Soufflot (París), la Puerta de Brandemburgo de Langhans, el Palacio de las Cortes, de Narciso Pascual y Colomer (Madrid), o la Puerta de Alcalá de Sabatini, el Museo del Prado, la Plaza mayor de Salamanca (excepción porque es en realidad barroca, iniciada en 1729 por Alberto de Churriguera y terminada por Andrés García de Quiñones en 1755), el Palacio de Anaya (Juan de Sagarvinaga) son ejemplos de arquitectura neoclásica. La escultura neoclásica; se caracteriza en general por la solemnidad, al igual que la arquitectura. En buena medida podríamos decir que es oficialista y hierática, con mucha más distancia y respeto. Un ejemplo es Paulina Borghese (Antonio Cánova). En pintura destaca: Jacques Louis David El juramento de los Horacios. Con simetría, (arcos, personajes…) ya que el Neoclasicismo se basa en unas reglas, simetría proporción… y unas de las reglas clásicas es la variación “variatio”: es un procedimiento fundamental para evitar la monotonía y evitar la elegancia. La muerte de Marat, La muerte de Sócrates o Retrato de una señora Récamier, todos de Jacques Louis David El otro gran pintor es Jean Dominique Ingres, con La gran odalisca (aunque con tendencia romántica, introduce una tendencia oriental, más erótica y a la vez colorista, suntuosa) o La bañista de Valpinçon. Esta se basa en el orden, la simetría, pero con pequeña variación (variatio). Con este pintor se introduce lo pequeño, lo recogido… En España se podría destacar a José de Madrazo con La muerte de Viriato. 2.7.2 El rococó El rococó es un movimiento fácil de identificar y definir, pero resulta difícil establecer su procedencia. La palabra rococó parece proceder del francés “rocaille”, que, literalmente, significa “concha marina”. La palabra podría aludir directamente a la concha con la que las divinidades cubrían su pubis, representando el erotismo que se unía al rococó, formando una estética del placer. Por lo tanto el rococó se manifiesta en diferentes géneros artísticos ligados a lo pequeño por lo general. El rococó afecta en el mobiliario, la escultura… aunque a escala decorativa más que funcional. En literatura se va a manifestar sobre todo en poesía: - Es una poesía de carácter hedonista (busca el placer efímero), ligada al erotismo. -Es una poesía breve, con versos de arte menor (con preferencia por la rima asonante) que narran el motivo del “carpe diem” y del “locus amoenus” (lugar idílico); espacio donde se tienen que dar una serie de elementos para que se disfrute; lugar reducido con agua, con recogimiento, la temperatura agradable, musicalidad, canto de pájaros…Este normalmente se asocia al recogimiento de un jardín. -El último siglo donde se encuentran los últimos pasajes mitológicos del pasado clásico es el siglo XVIII. Aunque ya aquí empieza su crisis: En la poesía rococó tenemos muestra de lo mitológico, pero se trata de una mitología sencilla. Paul (escritor) dice que se trata de una mitología doméstica (Venus, Cupido…) La mitología también entró en crisis porque el Romanticismo no necesita de ella. -Los poemas rococó están absolutamente llenos de diminutivos. -El rococó español se puede considerar una moderación del Barroco o también una variante, un juego de la Ilustración. - En este siglo se recuperan dos tipos de poesía que venían de la época renacentista y barroca: poesía bucólica (visión idealizada del campo, la naturaleza) y esta es asimilada dentro del movimiento del rococó. Estos poemas son en realidad, una mera propaganda. Y la otra es la poesía anacreóntica: poesía donde de una forma jovial aparece el vino y la alegría de vivir. PAGE 17 Arte en el rococó El rococó es un estilo fundamentalmente decorativo y erótico. El típico ejemplo es la sala de los espejos de Copenhage. En escultura, cabe destacar que son típicas las pequeñas esculturas. Un ejemplo es Cupido amenazante de Falconet. Al rococó se le presta mucha atención en las últimas décadas, en general la crítica coincide en que es una constante histórica y en esa línea se han señalado muy diferentes antecedentes para el fenómeno del rococó: Correggio , con Júpiter y Antíope Hay elementos que se repiten en el rococó: el recogimiento, el erotismo. Otro de los antecedentes; Luca Giordano, Escena mitológica de agricultura , y el principal representante , casi su representante por excelencia : François Boucher, El Rococó. Podemos destacar la figura del mirón, (voyeur) la cual nos hace sentir cómplices de la escena porque nos introducimos en una intimidad supuestamente prohibida . Diana saliendo del baño; el motivo de Diana es uno de los más recreados en este siglo. Otro representante importante es Fragonard. Destacamos Bañistas (uno de sus cuadros más conocidos) ,El columpio (el más conocido), Muchacha jugando con su perro en la cama, La lectora. A lo largo del siglo predominan los motivos ilustrados, hay una gran preocupación por todo lo que sea universal, pero hacia finales de siglo, sobre todo a partir de la Revolución Francesa (1789) se produce un cambio y se van abandonando esos motivos para preocuparse por lo íntimo, lo doméstico, y la proyección de la casa de uno representa al país (de ahí la evolución de los nacionalismos): se abandona lo objetivo para entrar en lo subjetivo y lo individual. La lectora es un ejemplo de ello, y a lo largo del siglo XVIII asistimos a la incorporación de la mujer a la literatura y al arte en general. Por ejemplo en la novela sentimental destacan mucho. Aparecen libros en pequeño formato, en la Edad Media “vademécum” (conmigo): hace que los libros se conviertan en un producto de consumo. Guardi también destaca en el rococó, tiene elementos comunes con Ingres. Watteau, Los encantos de la vida; aparecen en él las escenas festivas, este evoluciona bastante en lo sentimental (prerromántico) Tiépolo, uno de los pintores extranjeros que se establece en Madrid 2.7.3 El neoclasicismo sentimental (prerromanticismo). Desde principios del S. XVIII, en algunos países de Europa, sobre todo en Inglaterra, Francia y Alemania, destaca la fuerte presencia del sentimiento y la irracionalidad, presentando una estética que recuerda a las sombras del barroco. En el neoclasicismo, el concepto de lo bello provoca en el espectador una emoción muy superior al placer, provoca el deleite. El concepto de belleza se defiende por la sensibilidad y subjetividad de quien crea el arte, llegando así a una individualidad que deja atrás las normas. Lo sublime es el lenguaje, la naturaleza o el pensamiento que nos emociona por su magnitud o energía. Lo sublime no tiene porqué estar relacionado con lo bueno, los sentimientos “terribles” que provocan temor elevan el miedo a un grado superior, dejándonos apreciar esas realidades sintiéndonos a salvo al ser ficción. Lo sublime nos lleva al deleite. Esta visión explica a partir de hora la presencia del tema de la noche (prerromanticismo), las tormentas, los naufragios, el mar o las montañas. PAGE 17 En ese ámbito sublime también hay cabida para la muerte, lo sobrenatural, lo medieval… Esta vertiente estética se manifiesta en una abundante procesión de lágrimas. Se irá incrementando en el S. XVIII un sentimiento depresivo y una vertiente que dará lugar al “tedium vitae” (cansancio de vivir), que en España se formula antes que en el resto de Europa con la forma del fastidio universal. Durante el S. XVIII el artista buscará aliviar esa desesperanza mediante la amistad (tema muy característico y relevante para la búsqueda del consuelo). La presencia de la amistad explica temas literarios como la lectura epistolar (las cartas implicarían generar una dialéctica afectiva). La dialéctica sentimental ha recibido diferentes nombres según la crítica; el más extendido es el de prerromanticismo, aunque el término plantea varios problemas: 1. Adelanta en el tiempo elementos característicos de una determinada etapa posterior (anacronismo). Tendríamos que hablar del prerromanticismo desde 1700, lo cual es un desfase cronológico disparatado. Por lo tanto es un término insuficiente. El término primer romanticismo es casi peor, porque coloca al romanticismo de Byron en segundo plano, como si fuese decadente. Desde el principio del S. XVIII hay dentro del neoclasicismo una corriente sentimental, el neoclasicismo sentimental. Este movimiento evolucionaría apareciendo como un movimiento polivalente. A medida que avanza el siglo se va imponiendo esta faceta de “hambre sensible”, en consonancia con la filosofía de Locke, un hombre sentimental pero también traumático. Y, finalmente se producirá el corte con el romanticismo propiamente dicho. Un artista ilustrado cultiva las 3 modalidades: neoclasicismo, neoclasicismo sentimental y rococó, pero NO escribirá poemas barrocos. Por tanto estos tres movimientos se incluirán en el contexto de las luces. Arte en el prerromanticismo El “prerromanticismo” (absolutamente entre comillas porque aun no ha llegado) / “arte sentimental” Referentes: Füssli o William Blake en la pintura onírica, y con T. Gainsborough en pintura sentimental (muy cercano al rococó). William Blake es uno de los máximos representantes. Este pinta a finales del siglo XVIII pero encontramos este tipo de manifestaciones a lo largo de todo el siglo, también en la literatura. Füssli: La pesadilla Thomas Gainsborough; no tiene ese carácter fantasmagórico de los anteriores, es más bien sentimental o emocional por el tratamiento del paisaje. Los límites con el rococó a veces no son sencillos de establecer. Ejemplo: trata un paisaje tenebroso y hay un elemento que destaca: el árbol seco. El caso de Francisco de Goya: La familia de Carlos IV; En el encontramos la faceta neoclásica, la rococó a la española y la sentimental. De todas formas y a grandes rasgos pertenece al neoclasicismo. El quitasol, por ejemplo, es un gran ejemplo del rococó a la española de Goya. Aquí nos encontramos en el fenómeno del majismo. La vendimia; En este pintor destaca la importancia del costumbrismo (descripción y recogida de las costumbres características de una región en un determinado momento).este se vuelve muy importante en Europa sobre todo desde mitad del siglo XVIII hasta el siguiente siglo. La maja vestida; deformación esperpéntica de la realidad. Sin embargo, en Las viejas se muestra ya el claro ímpetu de deformación del pintor. 3. La situación general de la España del XVIII A principios del S. XVIII, España es un país en decadencia en todos los sentidos: la población a principios de siglo era muy baja, durante el S. XVIII la situación mejora en todos los sentidos, llegando casi a doblar la población. PAGE 17 tortura. Su libro contribuyó de una forma inmensa en España para erradicar la tortura, permitida desde un punto de vista legal, y la declaración emitida bajo los efectos de esta. Para ello, empleó todo tipo de argumentos (legales) para terminar con este método. El título de la obra nos muestra mucho: en el s. XVIII, además de los ensayos, se desarrolla la sátira. Los preceptistas diferencian dos tipos: la horaciana es aquella que critica o censura vicios con carácter general, como la avaricia o el egoísmo; en cambio, la práctica juvenalesca (de Juvenal) critica personas concretas y sus defectos particulares. Prácticamente todos los preceptistas descalifican la segunda y recomiendan la práctica de la primera. En la práctica, sin embargo, hacen sátira juvenalesca, pero ocultándola de diversas formas. Esto es lo que hace Forner contra la familia de los Iriarte en esta obra. Como los Iriarte tenían fama de afrancesados, carga aún más contra este tema, defendiendo incluso a los más tradicionalistas. Texto Óptica del cortejo… de Manuel Antonio Ramírez y Góngora: casi toda la literatura del s. XVIII habla de la moda. Esta obsesión que se extiende a la actualidad se desarrolla en dicho siglo. Y es que las mujeres de la alta sociedad, con mucha frecuencia necesitaban de un agente personal, un asesor de imagen. El texto lo cita Carmen Martín Gaite en su libro Usos amorosos del dieciocho en España. En este libro, Gaite estudia un fenómeno que se extiende en toda España vinculado a las mujeres acomodados. Esto se llama cortejo o chichisveo (galanteo), fenómeno que consiste en que la mujer casada (siempre casada) se hace acompañar y servir de un joven que la entretiene, le da conversación y la lleva a los espectáculos públicos. Esta práctica era consentida por el marido, porque muchas veces era una práctica inocente, pero otras no. Con frecuencia, el cortejo se realizada con un hombre homosexual y tenía muchos más derechos que el propio marido. La palabra, además, sirve para tanto la práctica como el tipo. Hay una lógica en el proceso del chichisveo: en el contexto del s. XVIII, el Ilustrado no tiene tiempo. Y a lo largo de la historia, ha habido fenómenos similares al cortejo, como “el amor cortés” (extendido por toda Europa durante los siglos XII y XIII), que es la devoción de un poeta por una dama de la alta sociedad casada. El cortejo, generalmente, va ligado a dos tipos humanos característicos del s. XVIII: el petimetre y la petimetra, que es la persona que es tan afectado o presumido que se vuelve ridículo; aquel que viste o se comporta de una forma tan amanerada que resulta insustancial o ridículo. En el contexto del s. XVIII son aquellas personas que visten, hablan y se comportan con un afrancesamiento excesivo y ridículo. Otro personaje que también se repite hasta la saciedad es el abate o abate mundano: el abate es un religioso un poco enigmático, que nadie sabe muy bien qué tipo de órdenes religiosas tiene, ya que su principal ocupación es conversar. Además, predica una cosa pero sus gestos dan a entender otras (moral ambigua). Más tipos son el majo y la maja (el fenómeno del “majismo” en general) surge contra los petimetres: la España castiza reacciona exaltando la forma más habitual de vestir, que es el bandolero. Sombrero de ala ancha, sin afeitar, escupiendo y diciendo palabrotas… se convierte el modelo español por definición. Aún así, el majismo es un fenómeno de la alta sociedad que intenta confundirse con el populacho. Aspiraban a poder salir a altas horas de la madrugada, ir a un sarao sin que la gente se diese cuenta de quién era. Aunque el Antiguo Régimen sigue vigente, a lo largo de todo el siglo comienza un tibio fortalecimiento de la burguesía. Y es esta la base humana de la literatura en la ilustración, que es la que lee los libros, y en el momento en que la burguesía se ve con cierto poder empieza a hacer sus reclamaciones en el terreno estético. El teatro neoclásico se divide en dos modalidades: tragedia y comedia. En la tragedia aparecen representados personajes de alta alcurnia, desde nobles hasta la propia realeza o semi-dioses. La comedia, sin embargo, sí que tiene como protagonistas a miembros de la burguesía, para ser precisamente ridiculizados (p. ej. El avaro de Molière). En consecuencia, la burguesía va a demandar una nueva modalidad: la comedia sentimental. Y en esta, será representada la burguesía con dignidad. Aparece ya una burguesía industrializada (aunque la mayoría de la burguesía se basa en gremios) y se mejoran las comunicaciones, como el servicio de Correos. Y es que las comunicaciones no eran buenas (ya que la red de carreteras era radial, con punto 0 en Madrid) debido a la Pragmática Real (1715), que centralizaba el estado. En 1764 aparece una Guía general de postas, para mejorar el servicio de Correo, al igual que guías urbanas, en donde se les detalla a los visitantes todo tipo de indicaciones y sitios. PAGE 17 Aun así, España sigue siendo un país profundamente católico. Y en ese sentido, la Ilustración no logra “iluminar” mucho. La propia Inquisición sigue en pleno funcionamiento en este siglo, y prácticamente todos sufren encontronazos o acoso por esta organización. Por ejemplo, el primer gran ilustrado Fray Benito Jerónimo Feijoo sufre la investigación y el proceso de la Inquisición, pero también Mayáns y Siscar, José Francisco de Isla, Tomás de Iriarte, Félix María Samaniego, Moratín… y es que dicha organización se crea durante el reinado de los RRCC para vigilar la pureza de la fe católica, y a lo largo de su vida la Inquisición fue cambiando su fin: de la erradicación del judaísmo en España, vigilancia del protestantismo (s. XVI y XVII, con los autos de fe)… En el siglo XVIII la Inquisición sufre una vigilancia por los Ilustrados y la monarquía, y sus excesos, prohibiendo la quema y los castigos más crueles. Es por esto que a partir de ahora se encargará de otros objetivos: la vigilancia de los libros prohibidos, nueva ciencia o avances científicos y la persecución del tolerantismo. Hay en el siglo XVIII en realidad dos tipos de censura: una es la censura civil o política; es decir, la que ejerce el gobierno se ejercita antes de la publicación del libro y vigilaba el respeto a la religión, al rey y a las leyes (altar-trono). Esta censura, en cada género, tenía sus peculiaridades: en poesía se vigilaba el erotismo y los defectos de estilo; en teatro (la más rigurosa porque era considerado una literatura de alto riesgo social), se perseguía el buen gusto, la moralidad, las buenas costumbres y las reglas dramáticas: uno de los autores más célebres era Ramón de la Cruz, escritor de sainetes, y en una de sus obras (La función completa) la censura del gobierno suprimió todo lo referente a un embarazo porque el censor consideró que «semejantes asuntos no eran propios del teatro»; pero el caso más clamoroso de la época fue Raquel, en la que se suprimieron 1/3 de los versos por razones políticas (casi 800 versos) y, pese a todo eso, al final el gobierno prohibió la obra, siendo la novela perseguida a lo largo de todo el s. XVIII. Esta censura llegó hasta tal punto que el gobierno prohibió en reiteradas ocasiones la entrada de libros extranjeros en España. Por otro lado, la segunda censura es la de la Inquisición, que tiene lugar después de la publicación del libro. Este tipo de censura, absolutamente imprevisible, hace que todos los libros sean sospechosos. El caso más conocido de todo el s. XVIII es el de Torres Villarroel: varios años después de la publicación de su libro Vida natural y católica y estando en la Iglesia escuchando el sermón, escucha su nombre en la lista de libros prohibidos, escapando como puede del lugar y refugiándose en una casa noble hasta que es “perdonado”. No obstante, años más tardes se hace ordenar sacerdote. Podríamos hablar también de una autocensura del propio autor, como represalia o “arrepentimiento” de la censura de una de sus obras. Por último, el alto precio de los libros se podría describir como una cuarta censura. José Bonaparte prohíbe la Inquisición en 1808, con el apoyo de los afrancesados, y también las Cortes de Cádiz. Pero el rey Fernando VII, una de las primeras medidas que toma es restablecer la Inquisición, aunque es abolida finalmente por María Cristina. Aun así, el último ajusticiado de la Inquisición fue Cayetano Ripoll, en el año 1826. Interesa destacar el motivo por el que lo condena, que es que defendía la práctica del deísmo. Los deístas creen que hay un ser supremo, creador de la naturaleza, pero que no se inmiscuye en las cuestiones humanas ni morales. Los deístas rechazaban el culto externo y por ahí realizan una severa crítica a la estructura del cristianismo y sus representantes. La muerte de Cayetano desencadenó una ola de repulsas muy notables en Europa, ya que era un acto absolutamente bárbaro y fuera de lugar. Buena parte de los Ilustrados son declarados deístas o siendo católicos tienen rasgos deístas. Esta tendencia última al deísmo es la que podemos ver en los ilustrados españoles, como Jovellanos o Moratín. Prácticamente todos evitan mencionar la palabra “Dios”. En el s. XVIII español no existe la libertad de imprenta, que más bien se recoge como un deseo que no llega a ponerse en marcha en la Constitución de 1812. Y no hace falta decir que con Fernando VII queda rechazado este derecho. A lo largo de este siglo mejor la industria del libro y, en consecuencia, su calidad (la calidad material, el formato físico). A fines de s. XVII, las antaño famosas imprentas y prensas españolas habían llegado a un estado de decadencia profunda, y aparecen nuevos productos. Uno de estos es “el libro de bolsillo”, el vademécum, más barato y que permite una lectura más cómoda. Se publican libros piadosos, las guías, los almanaques y, desde luego, las novelas. En todo caso, los libros más vendidos del s. XVIII son los clásicos de literatura religiosa, como los misales, la biblia o el Flos Sanctorum, que es una recopilación de vidas de santos. Aunque es verdad que algunas obras ilustradas alcanzan un gran éxito, algunas sorprendentes como Teatro crítico universal de Feijoo. Se emitieron unos 500.000 ejemplares, lo que significa que lo leyó prácticamente toda la población analfabeta en España. También fue un éxito el Fray Gerundio de Campazas o las fábulas literarias de Iriarte. PAGE 17 La lectura se popularizó a lo largo de todo el s. XVIII: empiezan a aparecer las primeras bibliotecas públicas (la Biblioteca Real fue creada por Felipe V en 1712 y se transformó en Biblioteca Nacional en el s. XIX) y también ciertos procedimientos que permiten la financiación del libro (como la suscripción, que consiste en que una serie de instituciones o personas adelantan el dinero que hará posible la publicación de una obra pero sobre todo de aquellos libros costosos, como con la Enciclopedia francesa que solo comienza a publicarse cuando sale el Prospectus o novelas cuyos autores no tenían dinero como Las españolas náufragas (1831) escrita por Segunda Martínez. Cuando se utiliza este procedimiento aparece al final del libro una lista de personas suscritas, lo que muchas veces interesa como promoción; pero estas listas nos sirven para saber qué libros interesan y a quién le interesan, averiguar el perfil del promotor). Aunque todavía no se habla en el siglo XVIII de periodismo, aparecen ya las voces “periódico” y “periodista” en el año 1788, que sustituyen a las voces “gacetero” y “jornalista”. En las dos últimas décadas de siglo ya se percibe el hábito de leer y de comentar los periódicos. A parte de “La gaceta de Madrid” (el antecedente a nuestros Boletines Oficiales), que se imprimía desde 1661, el primer periódico del s. XVIII es “El diario de los literatos de España”, que iba dedicado a las reseñas de libros, aunque no era diario sino periódico. El primer diario real que aparece en 1758 es “El diario noticioso, erudito y comercial público y económico”, de la mano de Francisco Mariano Nifo. La prensa de opinión, diferente de los mencionados, comienza con “El Pensador”, de José Clavijo y Fajardo, que era muy crítico con las costumbres de la época. Los fundamentos de la filología La literatura del s. XVIII tiene mayoritariamente un carácter científico en prácticamente todos los terrenos: medicina, botánica, química, matemáticas, técnicas de fortificación, física, agricultura, etc. Un panorama muy amplio. Esto quiere decir que “literatura”, en este contexto, es todo aquello escrito en una lengua. Referente a la filología, aparece en este siglo la “historia literaria”, aunque hay algunos antecedentes. El interés por la historia literaria es una vertiente más del interés por el conocimiento del pasado (historicismo). En el siglo XV, por ejemplo, Íñigo López de Mendoza (el Marqués de Santillana) compone una obra considerada durante mucho tiempo menor llamada Proemio e carta. En ella hace una brevísima (pero muy inteligente) historia de la literatura española. Aparecen también en esta época los repertorios y catálogos bibliográficos, es decir, que se conforma la bibliografía española en sí. Existe una observación a hacer, que es la siguiente: el término que se utilizaba en el s. XVIII para estos estudios bibliográficos es “biblioteca” o “biblioteca de autores”. El punto de partida es, sin embargo, una obra del siglo XVII: se trata de La Bibliotheca Hispana de Nicolás Antonio (Sevilla, 1617 – Madrid, 1684). Este hombre fue el gran bibliógrafo de la filología española y atesoró una gran cantidad de libros; se habla de que habría reunido una biblioteca de unos 30.000 volúmenes. Esta obra se compone de dos partes fundamentales: Bibliotheca Hispana Nova y Bibliotheca Hispana Vetus. La primera se publicó en Roma en 1672 y en realidad es cronológicamente la segunda parte de la obra, porque comprende a los autores españoles desde el año 1500 hasta el 1672; en cambio, la segunda comprende los autores desde la época de Augusto hasta 1500, publicada en 1696. La obra en sí es una recopilación de autores y obras que realizaron su obra en nuestro país, fuese la lengua que fuese (latín, hebreo, árabe, español…). De hecho, Nicolás Antonio redacta su obra en latín. Posteriormente, en el s. XVIII se emprende la tarea de revisar, actualizar y completar esta gran obra; y así, la Bibliotheca Nova actualizada se reedita entre 1783 y 1788 , también la Vetus en 1788. Se incorporaron anotaciones manuscritas del propio Nicolás Antonio. Se añadieron otras nuevas, se corrigieron errores y en buena medida se volvió a redactar. Fue una labor que ocupó durante treinta años a un grupo de profesionales vinculados con la RAE y con la Biblioteca Real. Estos profesionales abarcan un grupo de revisores y editores entre los que destaca Francisco Pérez Bayer. Fueron en concreto bibliotecarios (el bibliotecario del s. XVIII y XIX es una especie de PAGE 17
Docsity logo



Copyright © 2024 Ladybird Srl - Via Leonardo da Vinci 16, 10126, Torino, Italy - VAT 10816460017 - All rights reserved