Literatura y periodismo en el siglo XVIII, Apuntes de Periodismo

¡Descarga Literatura y periodismo en el siglo XVIII y más Apuntes en PDF de Periodismo solo en Docsity! LITERATURA Y PERIODISMO EN EL SIGLO XVIII 1.Un nuevo concepto de comunicación y difusión cultural. A pesar de la difícil situación de España en el siglo XVIII, se dio la necesidad de acudir a la prensa para contar las nuevas ideas de cultura y progreso que se extendían por Europa. En la Ilustración se tenía claro que si se quiere llegar a la población, hay que adaptarse a los métodos antiguos y aprovechar los medios: el teatro, la novela y la prensa. Si estos medios se saben hacer agradables, los comprarán por su bajo precio y sus ganas de satisfacer la curiosidad con las noticias. Todos los temas característicos de la Ilustración (educación y cosmopolitismo) favorecen el desarrollo de la prensa. La prensa española, con la europea como referencia, es un cauce para las ideas ilustradas. La prensa aparece como medio de la minoría ilustrada. En la prensa española y en su relación con la literatura aparecen cuatro etapas que coinciden con periodos importantes de la historia. El punto de partida es en el año 1737 con El Diario de los literatos de España. Sigue con el reinado de Carlo III, que pueden diferenciarse dos etapas: la primera, de 1750 a 1770, dominada por el periodismo de El Pensador, y la segunda, de 1780 a 1791, por El Censor. En 1791 se suprimen todos los periódicos menos La Gaceta y El Diario de Madrid; pero después la literatura y el periodismo entran en su etapa final debido a la Guerra de la Independencia (1808). A partir de la guerra, el carácter de la prensa periódica cambia. En cuanto a la literatura, irrumpirá el movimiento romántico con la polémica entre Bölh de Faber y de Mora en 1814. Los restos de la época ilustrada, tanto en literatura como en prensa, seguirán apareciendo. 2.Relaciones entre literatura y prensa. La palabra literatura tenía un valor cultural en el siglo XVIII. Hoy tiene gran relación con la prensa y de un modo especial, con la prensa del siglo XVIII. En periódicos y revistas se publicaban obras narrativas y poesía vinculadas a las condiciones de espacio, estilo y periodicidad. Las obras que tuvieron en la prensa su primer lugar de publicación, fueron recibidas por el público con popularidad y rapidez de difusión. La difusión de las ideas literarias en la prensa a través de reseñas o cartas de los lectores tuvieron un gran desarrollo en diferentes tipos de prensa. En la época de la Ilustración pueden diferenciarse distintas opciones estéticas marcadas por aspectos de la época como la claridad, el enfoque pedagógico y la sensibilidad. Estos estilos tienen su representación en la prensa. Podemos relacionar la sensibilidad de los escritores que participaban en el periódico con la sensibilidad de los redactores del mismo. Un ejemplo de ello es El Censor con la colaboración de Jovellanos. Los nuevos tipos de literatura que se daban en la prensa se dieron a conocer a los lectores rápidamente y tuvieron una gran difusión. El periódico fue un gran estimulo para la creación de nuevas obras, y una posibilidad para la gente de mostrar sus habilidades como escritores. Esta función da a conocer las nuevas tendencias literarias que se realiza a través de las críticas. Tanto en la creación como en la crítica, la relación con las literaturas europeas fue una de las fuentes de la renovación de la literatura española. En España y en los demás países europeos era muy importante en la redacción de la prensa la utilización de periódicos extranjeros para dar a conocer las novedades literarias del resto de países. Para la literatura española esta relación resultaría muy beneficiosa. Entre los textos literarios traducidos hay algunos que tienen gran interés, como los fragmentos de Rousseau que se incluyen en El Censor. En cambio, las noticias literarias podían llegar mucho más lentas. A la celeridad de la prensa hay que oponer las dificultades de comunicación de la época y la censura que retrasaban la publicación de las obras. Una meta de velocidad fue el Correo Literario de la Europa, en el que Escartín prometió mostrar en España las novedades literarias que se publicaban en los periódicos de París, con una diferencia temporal de seis meses. Se podía ver en cada cabecera del periódico las fechas de la publicación allí y aquí, pero este proyecto duró poco. Tiene también importancia que el carácter periódico fuera la base de la separación entre prensa y literatura. La prensa se dedicó a publicar textos literarios de distintos tipos, un precedente de lo que en el siglo XIX serán las novelas publicadas por entregas. 3.Un periodismo impregnado de literatura. La prensa busca constituirse al igual que algunos géneros literarios de la época. En esta búsqueda, los ilustrados muestran tener mucha imaginación haciendo periódicos creativos. Estas formas tienen un carácter de ficción siguiendo los géneros de moda, como la novela epistolar. El periódico que se va a definir por separarse de las demás obras por la causa de una oferta de periodicidad que atrae también a la brevedad y la actualidad. Tiende a constituirse como una obra de ficción en la que el hilo conductor de un número al siguiente viene dado por un personaje ficticio o un grupo que incluye en sus tertulias en contenido que lleva la publicación. Así, se hace presente una prensa llena de literatura donde aparecen periódicos fundamentales como El Pensador o El Censor. También se da en el género epistolar, como en el caso The Spectator. También ocurre con El Correo de Madrid o de los ciegos con la presentación de “rasgos”, narraciones de sucesos en lugar de explicarlo en un artículo. También en el caso de un periódico menor como El Tío Tremendo o Los