LOS ARGONAUTAS DEL PACÍFICO OCCIDENTAL & EL CRISANTELMO Y LA ESPADA, Exámenes de Antropología Social

¡Descarga LOS ARGONAUTAS DEL PACÍFICO OCCIDENTAL & EL CRISANTELMO Y LA ESPADA y más Exámenes en PDF de Antropología Social solo en Docsity! Júlia Ribas Mas Antropologia Social i Cultural Taller d’etnografia – A1 LOS ARGONAUTAS DEL PACÍFICO OCCIDENTAL & EL CRISANTELMO Y LA ESPADA Si bien este trabajo ha de partir de la considerada revolucionaria obra de Bronisław Malinowski (1884- 1942), Los Argonautas del Pacífico Occidental (1922), para la parte opcional he elegido la obra de Ruth Benedic (1887-1948), El Crisantemo y la Espada (1946), un trabajo etnográfico sobre la cultura japonesa, que en lo que su metodología refiere, contrasta radicalmente con la de Malinowski, pues si bien este se vio prácticamente obligado a prolongar su viaje en la Trobriand debido al estallido de la primera guerra mundial, Benedic vería imposibilitado su traslado al campo de estudio, en este caso Japón, debido al transcurso de la segunda guerra mundial. Este hecho nos hace precedentes, de que estamos a punto de indagar en trabajos que se elaboraron de maneras casi antónimas. A lo largo de este escrito planeo relatar las distintas metodologías que decidieron usar los autores en sus respectivas circunstancias, así como las características de redacción, elaboración y ordenación de la etnografía, la presencia de relatos en primera persona, detalles característicos de cada obra, la relevancia dada a testimonios o informantes, y la implicación en el trabajo de campo realizada por el considerado padre de la etnografía, y una mujer que llego a ser considerada de las antropólogas más influyentes y famosas de su época. Si bien Malinowski supuso una revolución etnográfica, por no decir el inicio de la etnografía como tal, el cambio radical que se dio en los trabajos de campo a partir de la publicación de su obra, no era algo que Benedic pudiera permitirse, no podía trasladarse a un país que era bombardeado continuamente por su país de origen, y solo eso, ya le impedía aprender su idioma, y por la lógica de Malinowski, eso ya le impedía desvelar el significado de aquellos términos que según el ya mencionado solo cobran sentido ante la mente de un japonés, a esto se le sumaba, gozar de la posibilidad de observarlos continuamente, en el momento, y sin limitaciones, tuvo entonces de basarse en entrevistas, a gente de origen japonés, así como occidentales que habían residido en Japón y estudiosos de dicha cultura, de lo que si bien Malinowski no critica el uso de este tipo de fuentes, si lo hace cuando ese uso se transforma en el mayor aportador a la etnología, podemos añadir aquí, el hecho de que los estudios previos eran algo de lo que Malinowski contaba con flujo reducido y que además no trataban específicamente su objeto de estudio como lo fue la obra de su maestro Charles Seligman, que si bien elaboro una etnología sobre la Melanèsia esta no iba a buscar resolver las mismas preguntas que se hizo Malinowski, Benedic por su lado dice sentirse heredera de un gran número de investigaciones. Malinowski, llego a nueva guinea sin conocer el idioma de las tribus nativas y casi inmediatamente dio con un intérprete (Ahuia Ova), no necesito de mucho tiempo para darse cuenta de las flaquezas de su estudio necesitaba observar a la gente de la manera más adecuada, y para ello, necesitaba conocer su lengua, concretamente su estudio se basa en las tribus de nueva guinea que pertenecen a un intrincado sistema de comercio que se relaciona con lo ceremonial, conocido como el Kula. Adentrándome más en la obra de Malinowski encontramos en discurso introductorio la invención de las tres vías (conocidas también como las tres vías de Malinowski) e definen como las características básicas que un trabajo de campo bien hecho debe poseer: 2 1. La organización de la tribu y la anatomía de su cultura debe recogerse en un esquema preciso y claro. El método de documentación concreta estadística es el medio que permite construir tal esquema. 2. Dentro de este entramado hay que insertar los imponderables de la vida real y el tipo de comportamiento. Estos datos se consiguen gracias a la observación minuciosa y detallada, en forma de una especie de diario etnográfico, posible a partir de un estrecho contacto con la vida indígena. 3. Una colección de informes, narraciones características, ex- presiones típicas, datos del folklore y formulas mágicas se agrupan en el corpus inscriptionum, exponente de la mentalidad indígena. Como bien podemos observar aquel en el que más contrasta la metodología de Benedic es en el segundo, pues realmente ella logra el acceso a un gran número de escritos sobre Japón, ya sean escritos por occidentales o por mismísimos japoneses, películas rodadas y firmadas en el país del sol naciente sobre la vida contemporánea, así mismo, tenia contacto con suficiente número de japoneses, aquellos que suponían su objeto de estudio principal, pues como bien dice Malinowski “toda la estructura de la sociedad, está incrustada en el más escurridizo de los materiales: el ser humano” estos se convertían en informantes a los que entrevistar para comprender, las normas y valores de la vida, la fuerza y debilidad, la espada y el crisantemo. No, Benedict no vivió el choque cultural que Malinowski, y mucho menos le hizo frente a la dificultad de trasladarse lejos de su casa, amigos y familia, pero ella misma nos hace saber que indaga profundamente en la mente japonesa para poder comprenderla desde la perspectiva de alguien nacido en un país tremendamente diferente, y por ende criada en un entorno donde conceptos vagos y prejuicios estaban a la orden del día, de los que ella es bien consiente de su capacidad de guiar su trabajo de campo a la precariedad, más ella se muestra como alguien con la mente abierta, capaz de librarse de ellos, así mismo, nos habla de ideas, frases y símbolos que con el tiempo cobraron sentido. Al contrario de lo que se pueda pensar, no necesita entrevistar y observar a toda la población japonesa para comprender sus mayores supuestos, a su vez, como Malinowski, aboga por un estudio de un todo por completo, y no de las distintas partes de la vida cuotidiana japonesa para comprender dicha sociedad, pues ella se muestra de acuerdo con la premisa de que todo está entrelazado. No obstante, podríamos decir que ambos decidieron estrechar el foco de sus búsquedas, Malinowski se basó en dos preguntas que el método etnológico, de aquellos tiempos, había descuidado: la primera, la relación entre la religión, la magia y la economía de las sociedades primitivas, y la segunda, las creencias nativas en los espíritus de los muertos y la reencarnación, la magia hortícola y el anillo Kula. Benedic, en cambio, se hizo la siguiente pregunta: “¿qué particularidades de su modo de vivir y pensar podíamos ver en su modo de hacer la guerra?” Por ahora todo lo que acabo de relatar es de fácil acceso en las partes introductorias de cada obra (en el caso de El Crisantemo y la Espada también el primer capítulo, Destino: Japón), sin embargo hay un hecho importante que todavía no he mencionado, y es que las razones que tuvo Benedict para estudiar a este grupo se constituyen a partir del encargo por parte del gobierno estadounidense, concretamente por parte de la “office of war information” y “office of estrategic studies” con el único fin de comprender la mentalidad japonesa que tan extraña y singular se percibía en el subjetivo norteamericano, pues creían que descifrar la mentalidad japonesa, y todo eso que conlleva, como los valores, la fe, el orden social, la jerarquía, la figura del emperador, les facilitaría su camino y