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La Negación del VIH-SIDA y el Big Bang: Científicos Controvertidos y Teorías Desafiantes, Esquemas y mapas conceptuales de Química

VirologíaHistoria de la CienciaImmunologíaCosmología

Este documento explora la historia de la negación del VIH como causante del SIDA y la teoría del Universo Estacionario propuesta por Fred Hoyle. Se incluyen las posiciones de negacionistas notables como Peter Duesberg y Seth Kalichman, así como la evidencia científica en contra de sus argumentos. Además, se discute la importancia de la controversia en la ciencia y la importancia de mantener una mente abierta a nuevas ideas.

Qué aprenderás

  • ¿Qué argumentos han presentado los negacionistas del VIH-SIDA para negar que el virus sea el causante de la enfermedad?
  • ¿Qué es la teoría del Universo Estacionario y por qué fue propuesta por Fred Hoyle?

Tipo: Esquemas y mapas conceptuales

2021/2022

Subido el 10/10/2022

paloma_cazorla
paloma_cazorla 🇪🇸

4.4

(242)

328 documentos

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¡Descarga La Negación del VIH-SIDA y el Big Bang: Científicos Controvertidos y Teorías Desafiantes y más Esquemas y mapas conceptuales en PDF de Química solo en Docsity! ¿cómoves?10 En una reunión de la Sociedad Euro- pea de Investigación Clínica en Toledo, España, en 1994, uno de los invitados especiales sorprendió al auditorio: en lugar de hablar, como estaba previsto en el pro- grama, sobre la reacción en cadena de la polimerasa (RCP), explicó que él negaba que el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) fuera la causa del sida. Las reacciones de ira ante la extraña digresión no se hicieron esperar: muchos asistentes abandonaron la sala antes de que el conferencista terminara su discurso. No era un charlatán cualquiera ni tampoco un orador improvisado: se trataba del bioquí- mico estadounidense Kary Mullis, Premio Nobel de Química 1993. Hay investigadores con notables credenciales académicas que cuestionan el consenso científico en temas como cambio climático, VIH-sida y evolución; pero sus argumentos no tienen sustento. Guillermo Cárdenas Guzmán Los negacionistas en la ciencia Contra la evidencia 11¿cómoves? na del Norte, descifró el genoma completo del virus y encontró que está compuesto de cerca de 10 000 “letras” genéticas (el genoma humano contiene alrededor de 3 000 millones de letras genéticas). Al trabajo publicado ese año en la revista Nature lo complementa la difusión de cientos de fotos del VIH y las evidencias clínicas de que las terapias con fármacos antirretrovirales reducen notoriamente su concentración en la sangre. Mullis (ex usuario de drogas psico- délicas e interesado en la astrología y los supuestos contactos extraterrestres) descalifica los métodos de diagnóstico del sida. Éstos consisten en buscar indicios de que el organismo está combatiendo al VIH, y en particular en buscar anticuer- pos para el VIH en la sangre del paciente. Para Mullis esto es inútil, porque según él la enfermedad tiene otras causas, como mala nutrición, higiene precaria y uso de drogas. Otro notorio negacionista es Peter H. Duesberg, biólogo molecular de origen alemán de la Universidad de California en Berkeley, descubridor del primer gen causante de cáncer y autor del libro Inven­ ting the Aids Virus (prologado por Mullis), en el cual sostiene, como ha hecho desde 1987, que el VIH es sólo un “hospedero transitorio” inofensivo, mas no el causante del sida. Según Duesberg, el VIH no cum- ple ninguno de los criterios de Koch ni las “seis leyes cardinales de la virología” para ser considerado como agente infeccioso. Dice que, por ejemplo, sólo puede ser aislado indirectamente y “no es bioquí- micamente activo” en la fase de sida. El grupo Perth de Australia, dirigido por la biofísica Eleni Papadopulos-Eleopolus, va aún más lejos: sus integrantes niegan que el VIH exista. Estas peligrosas falacias han sido desmentidas tras numerosas investigaciones clínicas y de laboratorio en el mundo, como se expone en el portal AIDSTruth.org, impulsado por un grupo de científicos para combatir a los nega- cionistas (ver también ¿Cómo ves? No. 102). Los estudios muestran que todos los pacientes con sida son seropositivos; es decir, portan anticuerpos indicativos de que tuvieron infección por VIH. Con tecnologías modernas de cultivo ha sido posible también aislar este virus tanto en enfermos de sida como en indi- viduos seropositivos. Y paradójicamente, la misma RCP ha ayudado a los investiga- dores a documentar la presencia de genes del VIH en enfermos y portadores. Seth Kalichman, en su libro Deny­ ing AIDS (Negar el sida) critica a los negacionistas y pone al descubierto sus contradicciones lógicas al mostrar que sus supuestas “pruebas” son en realidad estu- dios inmunológicos y virológicos fallidos, así como investigaciones farmacológicas seudocientíficas. Hay otras evidencias: los casos de mor- talidad por sida se reducen en pacientes que han sido tratados con fármacos anti- rretrovirales y las infecciones oportunistas en afectados por el síndrome aumentan, consecuencia del debilitamiento de su sistema inmunitario, es decir, de su inmu- nodeficiencia. Pero los defensores de estos modernos herejes dicen que ninguna revolución científica ha surgido de los seguidores del mainstream o corriente dominante, sino de quienes en su día fueron disidentes: Ga- lileo, Copérnico, Darwin. El punto frágil es que estos críticos del VIH-sida (entre ellos la famosa bióloga Lynn Margulis, quien absurdamente llegó a equipirarlo con la sífilis) carecen de la evidencia ne- cesaria para sustentar sus afirmaciones. No basta con ser disidente para tener razón: también hay que tener pruebas convincentes. Los negacionistas del sida no las tienen. Los negacionistas en la ciencia El investigador ganó el codiciado premio por haber inventado la RCP, herra- mienta molecular que permite obtener en el laboratorio una gran cantidad de copias de un fragmento de ADN, lo que tiene hoy en día muchísimas aplicaciones. La RCP es actualmente indispensable en medici- na, investigación y ciencia forense, y ha generado una industria multimillonaria. Mullis no es, pues, un ignorante de los mecanismos de transmisión de enferme- dades infecciosas. Pero la indignación de sus colegas no fue sólo una reacción de rechazo a sus ideas: también fue una suerte de recriminación por haberlas expresado en un evento público concurrido y con cobertura de medios de comunicación. El caso de Mullis no es único. En la ciencia hay otros “herejes” con notables credenciales académicas que, como Mullis, con sus posturas y argumentos desafían el conocimiento generalmente aceptado, pese a las evidencias en contra. Sus argumentos suelen ser políticamente incorrectos, lo que no es necesariamente malo, pero también son científicamente incorrectos en mayor o menor grado. Se les conoce como negacionistas. Mentes infectadas Así como el VIH-sida infecta las células de defensa humana, los linfocitos T CD4, las mentes brillantes tampoco son inmu- nes a adquirir ideas dudosas. El caso de Mullis tiene la particularidad adicional de que este investigador se opone al consenso científico en varias disciplinas, no sólo en la suya: niega la relación entre el uso de combustibles fósiles y el cambio climático y la influencia de los clorofluorocarbonos sobre el deterioro de la capa de ozono. Pero veamos el caso del VIH. Hasta 2010 había unos 34 millones de personas infectadas con este virus en el mundo. Ese mismo año murieron 1.8 millones por sida, según la Organización Mundial de Salud y la Unicef. Luc Montagnier y François Barré-Sinoussi compartieron en 2008 el Premio Nobel de Medicina por haber iden- tificado ese virus como causante del mal. En 2009, un equipo encabezado por Kevin Weeks, de la Universidad de Caroli- Kary Mullis.
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