Docsity
Docsity

Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes

Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity


Consigue puntos base para descargar
Consigue puntos base para descargar

Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium


Orientación Universidad
Orientación Universidad

Luciérnagas escrito., Apuntes de Lengua y Literatura

Luciérnagas escrito sobre literatura

Tipo: Apuntes

2021/2022

Subido el 24/04/2022

lidia-maldonado
lidia-maldonado 🇪🇸

6 documentos

Vista previa parcial del texto

¡Descarga Luciérnagas escrito. y más Apuntes en PDF de Lengua y Literatura solo en Docsity! 272 CIENCIA ergo-sum, ISSN 1405-0269, Vol. 23-3, noviembre 2016-febrero 2017. Universidad Autónoma del Estado de México, Toluca, México. Pp. 272-273. La terapia me ayudó a recordar una etapa de mi infancia en la que escribía mientras mis padres se golpeaban, mientras mi hermano me tiraba los lentes y me ponía boca abajo y empezaba a jugar con mi cuerpo. Mi mujer dice que por eso no puedo dormir, que esos recuerdos me hacen temblar, que me despierto a medianoche pronunciando frases inteligi- bles, torpes balbuceos. Yo sólo recuerdo las luciérnagas. Aunque del otro lado de la pared escucho martilleos suaves e intermitentes, estampidas de cuántos-millones-de-soldados, golpes-en-mi-rostro-entumecido. Debe ser la historia de René. Me despierta, y me siento a escribir con esos minúsculos destellos como compañía. Podría vivir en René todo lo que no he vivido, lo que quisiera vivir, lo que nunca viviré. Pura literatura. mujer dice que trabajo demasiado. Que es una terquedad escribir una novela. Tiene razón. Ella es práctica, tiene la solu- ción precisa, rápida. Yo excedo de paciencia. Espero que surja, de la nada, la solución a los problemas, aunque a veces no la tengan. Soy prudente. Ella dice que soy pendejo. ¡Cobarde, puto!, dice Judith encabronada. No me importa. Tampoco su insolencia. Sigo escribiendo. A veces me da insomnio y me pongo a escribir, mientras observo los deste- llos de las luciérnagas a través de la ventana. burocrática. Debería escribir sobre algún pintor surrealista y misterioso. Por las noches despierto con algunas revelaciones. Ejércitos de hormigas mastican mis nervios y me despiertan cuando muerden el que tensa mis párpados, el que percibe los sonidos en mi caracol, las sinapsis que se cruzan vertiginosas en una secuencia de imágenes, olores, sabores, sonidos, ideas. Ante la luz de las luciérnagas, descubro que se llamará René. Vive una vida normal. Remite oficios, firma oficios, archiva oficios, resiste los gritos de su jefe, su rostro endurecido ¡por tu incompetencia, me tienes harto!, ¡que no sabes leer!, ¡este oficio lleva fecha equivocada! René aguanta las burlas de sus compañeros, ¡háganle ojitos al Topo!, los comentarios de su esposa Julieta. No, Julieta es un nombre muy gastado. Se llamará: Judith. Mi Las luciérnagas Heber Sidney Quijano Hernández* *Universidad Autónoma del Estado de México, México. Correo electrónico: heberquijano@hotmail.com Mi mujer llega del trabajo tarde pero contenta, con una sonrisa insólita. Entre el sonido de las teclas, escucho su risa sarcástica: ¡cómo va tu novela, mi amor! Ríe y sigue su camino al baño. Se eriza las pestañas, se empolva los pómulos, se pinta los labios y se sienta en la sala como una Cleopatra posmoderna, con el pulgar hacia el piso. Me parece infernal. A veces su sonrisa es maligna, como si acabara de golpear a la vecina en esos arranques que le trisan el rostro dócil y le hacen saltar la vena de la frente. Terrorífica, como si sus fuerzas surgieran del mismo punto de apoyo, cuchillo, sangre. Sus fosas nasales se contraen en una respiración rápida y fragmentada, como el espasmo anterior al orgasmo. Pero yo sigo escribiendo. Es la historia de un hombre aburrido de su vida Mi mujer me reclama. No quiere que la abrace. Está harta, hasta la madre. Ni siquiera trato de adularla para que ceda como antes, cuando buscábamos la soledad de la casa ante el descuido paterno, los lugares más solitarios y oscuros por precaución, los lugares más bulliciosos por diversión, los lugares insólitos —el baño de los autobuses turísticos, una morgue, el confesionario en plena misa— por malicia. Ya no me divierte hacer circo, acro- bacias juveniles. Mi mujer dice que perdí el vigor. Me obligó a ir a terapia. No logró nada. Mi mujer dice que pierdo el tiempo, que debería largarse… ¡Sí, tengo un amante! Sus facciones se contraen ante mi indiferencia. Le brota esa sonrisa nefasta. ¿No te importa? Aúlla casi rabiosa, con una respiración rápida y fragmentada. Es perfecta esa imagen para la esposa de René que quiere asesinarlo por permitir que su jefe le grite y humille a ambos, ¡tu reprimida y cadavérica esposa me deprime, mándala a su casa! Ella quiere aniquilarlo por
Docsity logo



Copyright © 2024 Ladybird Srl - Via Leonardo da Vinci 16, 10126, Torino, Italy - VAT 10816460017 - All rights reserved