Docsity
Docsity

Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes

Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity


Consigue puntos base para descargar
Consigue puntos base para descargar

Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium


Orientación Universidad
Orientación Universidad

maltrato animal españa, Tesis de Derecho Penal

normatividad maltrato animal españa

Tipo: Tesis

2020/2021

Subido el 01/04/2021

andresm1284
andresm1284 🇨🇴

4

(1)

3 documentos

Vista previa parcial del texto

¡Descarga maltrato animal españa y más Tesis en PDF de Derecho Penal solo en Docsity! www.derechoycambiosocial.com │ ISSN: 2224-4131 │ Depósito legal: 2005-5822 1 Derecho y Cambio Social EL MALTRATO ANIMAL DESDE UN PUNTO DE VISTA CRIMINOLÓGICO Laura de Santiago Fernández (*) Fecha de publicación: 01/07/2013 SUMARIO: I. INTRODUCCIÓN. II. REGULACIÓN DEL MALTRATO ANIMAL EN ESPAÑA. III. MALTRATO ANIMAL Y SOCIEDAD. IV. PSICOPATOLOGÍA Y MALTRATO ANIMAL. V. CONCLUSIONES. VI. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS. RESUMEN: El maltrato animal como crueldad injustificada, que causa daño y sufrimiento a los animales, está relacionada con algunas patologías mentales como el Trastorno Disocial, de inicio habitual anterior a los 16 años y cuyo desarrollo suele dar lugar a un Trastorno Antisocial de la Personalidad. La falta de empatía y remordimientos, así como el fracaso para adaptarse a las normas sociales, relacionan este trastorno con altos niveles de psicopatía. Es por ello que resulta necesaria una buena evaluación en la infancia/adolescencia en cuanto a los comportamientos crueles con los animales, que posibilite una temprana detección, siendo igualmente imprescindible reducir la tolerancia social a estos actos inmorales e ilegales. PALABRAS CLAVE: maltrato animal, crueldad animal, violencia doméstica, Trastorno Disocial, Trastorno Antisocial de la Personalidad, empatía, psicopatía. I. INTRODUCCIÓN Según la Real Academia Española (RAE) el término maltrato se define como la “acción y efecto de maltratar”; es decir, “tratar mal a alguien de (*) Máster en Criminalística (Universidad Camilo José Cela, de Madrid) y Máster en Psicología Forense (Universidad Complutense, de Madrid). lauradesantiago@hotmail.es www.derechoycambiosocial.com │ ISSN: 2224-4131 │ Depósito legal: 2005-5822 2 palabra u obra”. Si este maltrato está dirigido hacia los animales estaríamos hablando de un trato cruel que causa sufrimiento y daño a los animales. Ascione (1993) entiende que estaríamos ante un “comportamiento socialmente inaceptable que intencionalmente causa dolor innecesario, sufrimiento, angustia y / o muerte de un animal ". Así, el maltrato animal comprende comportamientos que causan dolor innecesario o estrés al animal, siendo éstos desde conductas negligentes en los cuidados básicos, deteriorando su calidad de vida, hasta aquellas que causan la muerte de manera intencional. Existen dos tipos de crueldad animal, el maltrato directo y el maltrato indirecto, como tendremos ocasión de analizar más adelante. II. REGULACIÓN DEL MALTRATO ANIMAL EN ESPAÑA En cuanto a la regulación nacional en España, el maltrato animal viene recogido de manera especial en un artículo del Código Penal. Este artículo ha sufrido cambios tras su reforma que entró en vigor el 23 de diciembre de 2010. Según el anterior Código Penal, el Art. 337 se refería al maltrato animal diciendo que: “Los que maltraten con ensañamiento e injustificadamente a animales domésticos causándoles la muerte o provocándoles lesiones que produzcan un grave menoscabo físico serán castigados con la pena de prisión de tres meses a un año e inhabilitación especial de uno a tres años para el ejercicio de la profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales”. Las reformas sufridas en este precepto, únicamente conciernen a la supresión de la palabra “enseñamiento”, término que según la RAE significa “circunstancia agravante de la responsabilidad criminal, que consiste en aumentar inhumanamente y de forma deliberada el sufrimiento de la víctima, causándole padecimientos innecesarios para la comisión del delito”. Así, el nuevo Art. 337 CP establece lo siguiente: “El que por cualquier medio o procedimiento maltrate injustificadamente a un animal doméstico o amansado, causándole la muerte o lesiones que menoscaben gravemente su salud, será castigado con la pena de tres meses a un año de prisión e inhabilitación especial de uno a tres años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales”. Este artículo se encuentra incluido en el Capítulo IV que versa sobre “Los delitos relativos a la protección de la flora, fauna y animales domésticos”; asimismo, dentro del catálogo de faltas de este mismo Código, en el Título III “Faltas contra los intereses generales” encontramos el Art. 632.2 CP: www.derechoycambiosocial.com │ ISSN: 2224-4131 │ Depósito legal: 2005-5822 5 raíces de la violencia familiar [Adams (1995); Flynn (2000)]. Diferentes estudios muestran la concurrencia de crueldad animal en casas donde las mujeres son maltratadas. En una encuesta a 38 mujeres de un refugio de mujeres maltratadas en Utah (Ascione, 1998), el 74% de ellas informaron de que ellas habían sido dueñas de una mascota durante los 12 meses anteriores. De estas 28 personas, el 71% reconocieron que su maltratador había tratado de agredir a su mascota, habiéndolo hecho de manera explícita en el 57% de los casos. Asimismo, la educación de los niños que permite la tolerancia hacia la violencia, y la falta de empatía, ayuda a perpetuar la violencia familiar (Flynn, 2001). De esta manera parece ser que los niños que son expuestos a violencia doméstica muestran una mayor tendencia a ser crueles con los animales que aquellos que no han sido expuestos (Currie, 2006). Resulta vital prestar atención a este tipo de violencia contra los animales, para nada intrascendente ya sea por su crueldad en sí misma, por la predicción de otros tipos de violencia y el riesgo de desencadenar violencia futura. IV. PSICOPATOLOGÍA Y MALTRATO ANIMAL La relación entre determinadas enfermedades mentales y el maltrato contra los animales parece ser tan patente que incluso las propias guías psicodiagnósticas ponen de manifiesto la necesidad de recoger criterios que incluyan estas conductas. Especial importancia adquiere el Trastorno Disocial, que recogido en el DSM-IV expone como uno de los criterios “la manifestación de la crueldad física contra los animales”. Este trastorno se caracteriza por un patrón repetitivo y persistente de comportamiento en el que se violan los derechos básicos de otras personas o normas sociales importantes propias de la edad. Este trastorno, suele tener su momento de aparición en la infancia, antes de los 10 años si es de inicio temprano o con inicio en la adolescencia. Entre otras conductas, la agresión y abuso de animales adquiere especial interés en menores de edad cuya falta de empatía y remordimiento, asociados a trastornos de conducta son rasgos de personalidad que implican un factor de riesgo de conducta violenta en la edad adulta (Ascione, 2001). Las personas con Trastorno Disocial suelen presentar, en menor o mayor grado, algunas características específicas de personalidad: escasa empatía y preocupación por los demás, dificultades para percibir los sentimientos, deseos e intenciones ajenas que interpretan de forma hostil, insensibilidad y poca capacidad para reconocer la culpa o mostrar remordimiento, autoestima distorsionada, inestabilidad emocional y muy baja tolerancia a la frustración. www.derechoycambiosocial.com │ ISSN: 2224-4131 │ Depósito legal: 2005-5822 6 Así, la presencia de este trastorno durante la infancia, sirve a menudo de precedente para la aparición del Trastorno Antisocial de la Personalidad en la edad adulta. Este trastorno, según el DSM-IV, precisa de la existencia de pruebas de un Trastorno Disocial que comienza antes de la edad de 15 años. El Trastorno Antisocial de la Personalidad puede presentar conductas muy similares al Trastorno Disocial y suele formar parte del curso normal de los trastornos disociales. Sin embargo sólo se diagnóstica después de cumplidos los 18 años, mientras que el Trastorno Disocial rara vez comienza después de los 16 años. Podemos decir que los comportamientos agresivos de violencia y crueldad contra los animales que se producen durante la infancia y adolescencia, son un signo de alarma para posteriores diagnósticos de Trastorno Antisocial de la Personalidad. Este trastorno psicológico está definido por un patrón general de desprecio y violación de los derechos de los demás que se presenta desde la edad de 15 años, como lo indica la presencia de al menos tres de los siguientes ítems: fracaso para adaptarse a las normas sociales en lo que respecta al comportamiento legal, deshonestidad, impulsividad, irritabilidad y agresividad, despreocupación imprudente por su seguridad o la de los demás, irresponsabilidad persistente y falta de remordimientos (DSM). Estas personas presentan un patrón prolongado de manipulación, explotación o violación de los derechos de otros, que a menudo origina comportamientos delictivos. Cuando hablamos de crueldad, violencia e incluso sadismo, y el disfrute con estas conductas hacia otros, entra en juego un factor psicológico inherente al ser humano, la empatía. Las personas, desde pequeñas tenemos la capacidad de reconocer las necesidades emocionales de los otros, así como de emitir conductas prosociales y reparadoras si consideramos que nuestros actos han causado dolor o angustia a otro ser humano (Hoffman, 1975). Así mismo la capacidad de empatía se va desarrollando a lo largo de nuestra vida, y actúa como un factor de cohesión con nuestros congéneres (Hastings, Zahn-Waxler, Robinson, Usher, & Bridges, 2000) Según la RAE, podemos definir el término empatía como la “identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo de otro”. Recibe también el nombre de inteligencia interpersonal (término acuñado por Howard Gardner) y se refiere a la habilidad cognitiva de una persona para comprender el universo emocional de otra. De manera habitual, los niños van desarrollando esta capacidad hasta niveles adecuados, sin embargo, en algunos casos el no correcto desarrollo de la empatía puede avisarnos de problemas psicopatológicos. De esta www.derechoycambiosocial.com │ ISSN: 2224-4131 │ Depósito legal: 2005-5822 7 manera, correlaciona el número de niños que muestran bajos niveles de empatía con aquellos que son diagnosticados por Trastornos de conducta [Hastings et al. (2000); Luk, Staiger, Wong, & Mathai (1999)]. Estas personas, con rasgos antisociales suelen puntuar alto en Psicopatía, medida en cuestionarios como el PCL-R de Hare. La definición de Trastorno de Personalidad Antisocial o Disocial viene a definir los parámetros de la psicopatía en términos conductuales, pero centrar la definición de psicopatía en la parte antisocial otorgando peso a esos aspectos conductuales sociales nos haría incurrir en el error de incluir en el concepto a delincuentes comunes reincidentes y se dejarían fuera muchos casos en los que tratándose de verdaderos psicópatas, no muestran esa actividad marcadamente antisocial. Podemos resumir este matiz importante de esta precisa diferencia diagnóstica concluyendo que "la mayoría de los individuos con trastornos antisocial no son psicópatas" (Hare y Hart, 1995). Sin embargo es interesante analizar cómo la crueldad hacia los animales es uno de los componentes de la tríada psicopática junto a la piromanía y la enuresis. Frecuentemente, los asesinos seriales exhiben tres comportamientos en la infancia conocidos como “la triada de MacDonald” [Macdonald (1963); Hellman & Blackman (1966) y Tapia, Fernando (1971)]. Referido a los asesinos en serie, es frecuente que antes maten animales como ensayo para después matar a las víctimas humanas (Barnard, N.D & Hogan, A.R., 1999). La crueldad animal es empleada principalmente para expresar la frustración y la ira, encontrándose problemas de maltrato en niños que participan en los actos de crueldad hacia los animales. Durante la infancia, los asesinos en serie no pueden tomar represalias hacia los que les ha causado la humillación, por lo que optan por expresar esta rabia hacia los animales por ser débiles y vulnerables. De esta manera se encuentra que la selección de las futuras víctimas comienza desde la infancia. Si seguimos hablando de asesinos en serie, los estudios han encontrado que las personas que en la infancia cometen actos de crueldad hacia animales utilizan este el mismo método para matar a sus víctimas humanas como lo hicieron en sus víctimas animales (Wright, J. & Hensley, C., 2003). En un estudio presentado por la Dra. Nuria Querol i Viñas sobre Trastorno Antisocial de Personalidad y maltrato animal, en el 68º Congreso de la American Society of Criminology en Chicago (EEUU), encontraron que de la muestra forense analizada (52 casos) con antecedentes de maltrato contra animales, las puntuaciones altas en la escala de psicopatía (PCL: SV) correlacionan con mayor crueldad en los delitos hacia animales www.derechoycambiosocial.com │ ISSN: 2224-4131 │ Depósito legal: 2005-5822 10 • The Hare Psychopathy Checklist—Revised. 2nd ed. Toronto (ON): Multi-Health Systems, Inc; 2003. • Diagnosis of Antisocial Personality Disorder in two prison populations. American Journal of Psychiatry (1983) 140, 887-890  Hart SD, Cox D N, & Hare R D. The Hare Psychopathy Checklist: Screening Version (PCL:SV). North Tonowanda, NY: Multi-Health Systems Inc 1995.  Hastings, P. D., Zahn-Waxler, C., Robinson, J., Usher, B., & Bridges, D. (2000). The development of concern for others in children with behaviour problems. Developmental Psychology 36: 531-546.  Hellman, D. S. & Blackman, N. (1966). Enuresis, firesetting and cruelty to animals: a triad predictive of adult crime. Am J Psychiatry, 122: 1413-1435.  Hoffman, M. L. (1975). Developmental synthesis of affect and cognition and its interplay for altruistic motivation. Developmental Psychology 11: 607-622.  Faver, C. A., & Strand, E. L. (2003). Domestic violence and animal cruelty: untangling the web of abuse. Journal Of Social Work Education, 39(2), 237.  Luk, E. S. L., Staiger, P. K., Wong, L., & Mathai, J. (1999). Children who are cruel to animals: A revisit. Australian and New Zealand Journal of Psychiatry 33: 29-36.  Macdonald, J. M. (1963). "The threat to kill". Am J Psychiatry 120: 125–130.  Miller, K.S., and Knutson, J.F. 1997. Reports of severe physical punishment and exposure to animal cruelty by inmates convicted of felonies and by university students. Child Abuse and Neglect 21:59–82.  OMS. Trastornos Mentales y del Comportamiento. CIE-10. Madrid: FORMA S.A; 1992.  Ressler, R.K., Burgess, A.W., and Douglas, J.E. 1988. Sexual Homicide: Patterns and Motives. Lexington, MA: Lexington Books. www.derechoycambiosocial.com │ ISSN: 2224-4131 │ Depósito legal: 2005-5822 11  Schiff, K., Louw, D., and Ascione, F.R. 1999. Animal relations in childhood and later violent behaviour against humans. Acta Criminologica 12:77–86.  Tapia, F. (1971). Children Who Are Cruel to Animals. Child Psychiatry and Human Development 2(2): 70-77.  Wright, J. & Hensley, C. (2003). "From animal cruelty to serial murder: Applying the graduation hypothesis". International Journal of Offender Therapy and Comparative Criminology 47 (1): 71–88.
Docsity logo



Copyright © 2024 Ladybird Srl - Via Leonardo da Vinci 16, 10126, Torino, Italy - VAT 10816460017 - All rights reserved