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Formación de la Personalidad: El Proyecto de Vida Profesional, Guías, Proyectos, Investigaciones de Gestión de Empresas de Entretenimiento

Psicología SocialPsicología de la motivaciónPsicología Personal

El documento discute sobre el concepto del proyecto de vida profesional como una forma de formación de la personalidad. Se analizan las tendencias actuales en el desarrollo de los proyectos de vida y la importancia de la motivación humana en este proceso. Se mencionan teorías de autores como maslow, rogers y allport, y se resaltan la importancia de la autonomía funcional de las motivaciones y la interrelación biopsicosocial en su esencia y desarrollo.

Qué aprenderás

  • ¿Cómo se relacionan las tendencias actuales en el desarrollo de los proyectos de vida con la motivación humana?
  • ¿Qué papel desempeña la autonomía funcional de las motivaciones en el proceso de formación de la personalidad?
  • ¿Qué es el proyecto de vida profesional y por qué es importante?
  • ¿Cómo se relacionan las teorías de Maslow, Rogers y Allport con el concepto del proyecto de vida profesional?
  • ¿Cómo se desarrolla la motivación humana en el contexto del proyecto de vida profesional?

Tipo: Guías, Proyectos, Investigaciones

2018/2019

Subido el 15/03/2019

familia-obando
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¡Descarga Formación de la Personalidad: El Proyecto de Vida Profesional y más Guías, Proyectos, Investigaciones en PDF de Gestión de Empresas de Entretenimiento solo en Docsity! Título: El proyecto de vida profesional como estructura psicológica de la personalidad. Algunas consideraciones teóricas para su estudio. Autor: MSc. Reinaldo Meléndez Ruiz y Lic. Laureano Fernández Hernández. Institución: Instituto Superior Pedagógico “Rafael María de Mendive” Resumen El proyecto de vida profesional es una formación de la personalidad, que se expresa estructuralmente en un conjunto de motivos profesionales, elaborados en una perspectiva temporal futura, a mediano o largo plazos. Su proceso de formación es favorecido entre otros aspectos, por las exigencias que impone al comportamiento del sujeto su entorno social y la necesidad de autodeterminación en las diferentes esferas de la vida, que adquieren para el sujeto sentido personal. El presente artículo pretende analizar algunas posiciones teóricas en el abordaje de dicha estructuración psicológica. Abstract The professional life project is a personality formation, which is structurally expressed in a series of professional motives, elaborated in temporal future perspective, in middle or long spaces of time. Its process of formation is favored by, among other aspects, the exigencies imposed by the human being in his or her social environment and the necessity of self-determination in the different spheres of life, which acquire a personal sense to the subject. This article aims at analyzing some theoretical positions in the treatment of such psychological structure. -Antecedentes y tendencias actuales en el desarrollo de los proyectos de vida y en particular, los profesionales La actividad del individuo puede organizarse en torno a sus metas y objetivos generales, situados en una perspectiva temporal futura, que se corresponden con aquellos valores e intereses que poseen una significación fundamental en la orientación de su vida y que constituyen el sentido vital de su actividad (D‟Angelo, O.,1994, p. 2) Desde este análisis se ha ido configurando la conceptualización del proyecto de vida como una de las perspectivas de análisis integrativo de construcción de la experiencia personal-social y que expresa la apertura de la persona hacia el dominio del futuro. La proyección hacia el futuro de los contenidos de la personalidad se ha abordado en la psicología desde diferentes ángulos. ”En general, su estudio se ha enmarcado en el problema de la dimensión futura de la motivación y se ha conceptualizado a través de diversas categorías, tales como “ideales”, “intenciones”, “propósitos”, “objetivos”, entre otras” (Domínguez G., L. 1992, p. 38). A partir de lo analizado anteriormente, se abordará el proyecto de vida desde dos posiciones teóricas diferentes: no marxistas y marxistas. -Posiciones no marxistas En la psicología no marxista, autores como Lewin (1946) y Nuttin (1972), resaltaron en sus obras el papel del futuro en la motivación humana. Lewin intenta demostrar en sus experiencias la importancia que poseen los objetivos y propósitos que la personalidad se traza, ya que los consideraba, al igual que las necesidades, elementos dinamizadores de la conducta. Por su parte, al referirse a la importancia de esta construcción de futuro para la existencia social de la persona, Nuttin expresa que, por un lado, "el hombre, más que adaptarse simplemente al mundo, busca adaptar el mundo a sus proyectos..., el proyecto de futuro introduce una cierta unidad en el conjunto de actividades que forman parte de él. Así, la suma enorme de comportamientos realizados, por ejemplo, con vistas a la preparación de una carrera y de la realización progresiva de un proyecto en la vida social, forma cierta unidad de conducta y de motivación. Cada segmento de comportamiento que se inserta en esta perspectiva de vida no es más que artificialmente aislado del proyecto de conjunto del que forma parte"(Nuttin Joseph, 1967, p.4) Estos dos autores, aunque confirieron la necesaria significación a la proyección futura de la motivación y a la interpretación de la unidad de sus aspectos de contenido y dinámico, no coinciden con la de los autores asumidos en esta tesis. Al enfatizar en estos últimos, subvalora la importancia del contenido para que un objetivo se convierta en regulador efectivo del comportamiento. No reconocen que, tanto el campo psicológico, como el sí mismo y la personalidad, constituyen reflejos del mundo real que surgen, se desarrollan y se transforman en las interacciones del individuo con su medio social. También los psicólogos humanistas, concibieron la elaboración consciente de sus proyectos futuros como componente esencial del desarrollo de la personalidad. Al respecto, Maslow señala: “Considero acertado decir que cualquier teoría psicológica nunca podrá ser completa si no incorpora fundamentalmente el concepto que el hombre lleva dentro de su futuro, dinámicamente activo a cada instante” (Maslow, A., 1979, p, 17). De ahí que conciba la conducta como algo que es dirigido por objetivos personales: el esfuerzo, los propósitos y la motivación por la actualización. Sobre esta cuestión también se pronuncia Rogers (1978), de la siguiente forma: “Cualquiera el nombre que le asignemos - tendencia al crecimiento, impulso hacia la autorrealización o tendencia direccional progresiva- ella constituye el móvil de la vida y representa, en última instancia, el factor de que depende toda la psicoterapia” (Rogers, C., 1978, p.32) Las reflexiones abordadas se exponen de una forma más completa en los escritos de Allport (1971). Este autor expone el concepto de “intención” y tiene en cuenta la “autonomía funcional” de las motivaciones del hombre como núcleo de su naturaleza, siguiendo determinados objetivos. El primero de los conceptos expuestos, la “intención”, lo relaciona con toda planificación que de forma consciente y con proyección futurista asume el hombre, siempre y cuando actúe sobre él en la conducta de presente. Es evidente que el concepto planteado tiene una estrecha relación con el hecho de que cada individuo tiene sus metas o propósitos, que pueden variar de un individuo a otro. En ocasiones se encuentran personas que se concentran en una meta o fin único, mientras que existen otras que tienen bien definidos una serie de propósitos a alcanzar. De hecho, las posiciones expuestas, que se encuentra relacionada con la psicología humanista, es muy limitada, por estar definido en una sola dirección el papel de los aspectos subjetivos, pero tiene un valor importante al compararla con las teorías biologicista y mecanicista del psicoanálisis y el conductismo, respectivamente. Los humanistas, como apunta González Serra (1972), olvidan que la autonomía de la personalidad se inserta con un dinamismo mucho más amplio que comprende la actividad externa; es decir, el contexto social y la base orgánica de la personalidad individual. -Posiciones marxistas El carácter activo del sujeto en la regulación de su actuación, solo es posible, reconociendo que la motivación humana tiene un carácter objetivo y sociohistórico, en una marcada interrelación biopsicosocial en su esencia, determinación y desarrollo. Desde este punto de vista, se deben destacar los estudios de autores marxistas como Vigotsky (1987), (2000); Bozhovich (1976), Leontiev (1981), Dragunova (1961), Dukat (1961) y Kon (1990), entre otros, que han conceptualizado la proyección futura de la motivación, en sentido general, bajo el término de ideales y caracterizaron, en diferentes etapas del desarrollo de la personalidad, las principales tendencias que sigue esta formación. De ese modo, propusieron que el ideal, concreto en sus inicios, adquiere un carácter abstracto y generalizado hasta que se convierte, en la adultez, en una formación psicológica que desempeña un importante papel en el proceso de su autoperfeccionamiento. Estos puntos de vista son abordados con gran profundidad por Vigotsky en su enfoque histórico-cultural y en los trabajos de sus seguidores. Vigotsky destaca: “El hombre conquista el futuro mediante la imaginación creadora, la orientación hacia el mañana […] Si la actividad del hombre se limitara a la producción de lo viejo, sería un ser volcado sólo al pasado y sabría adaptarse al futuro únicamente en la medida que reprodujera ese pasado […] Es precisamente la actividad creadora del humano la que hace de él un ser proyectado hacia el futuro, un ser que crea y transforma su presente” (citado por Betancourt y otros, 1997, p. 35). En tal sentido, la teoría del enfoque histórico-cultural sienta importantes bases para una mejor comprensión del proceso de desarrollo de los PVP. En esta concepción, el aporte fundamental fue la demostración del carácter socio-histórico del ser humano y en su determinación por la cultura y la vida social. Para Vigotsky (1987), la vida material del hombre está mediatizada por los instrumentos y por las relaciones que establece producto de la vida social, aspecto fundamental con los que el hombre opera en el plano interno y externo. La definición de estos dos planos condujo a este autor a explicar que, toda función psíquica superior existe en dos dimensiones diferentes: primero en, el plano social interpsicológico y posteriormente, en el plano intrapsicológico. Lo externo, que es cultural, llega a ser interno mediante un proceso de construcción con otros, que implica la transformación de lo cultural y a su vez la transformación de las estructuras y funciones psicológicas. La utilización posterior de lo internalizado, transformado subjetivamente, se manifiesta en un proceso de externalización que conduce a la transformación de los procesos culturales. A esta combinación la denominó “Ley genética fundamental del desarrollo”, a partir de la cual se sustentan los principios de unidad entre lo interno y lo externo y la unidad entre lo social y lo individual, enfatizada en el acto social del aprendizaje en cualquiera de las relaciones del individuo con el mundo. D‟Angelo, señala la existencia en la personalidad desarrollada de una orientación a la autorrealización, que impulsa al sujeto al desarrollo de sus potencialidades, a la realización de sus valores e intereses fundamentales, en el contexto de su actividad social. Esta orientación sirve de base a la estructuración de los proyectos de vida, los cuales, según el autor, tienen una importante connotación ética y están referidos a “… los objetivos vitales y los planes de su realización en las dimensiones temporales de la experiencia individual referidos a las distintas esferas de la vida y actividad de individuo” (D‟Angelo, O., 1988, p. 114). Al referirse a la importancia de la construcción de futuro para la existencia social de la persona, D‟Angelo expresa que, “el proyecto de vida, como formación psicológica integradora de la persona en direcciones vitales principales implica, de una parte, las relaciones de todas las actividades sociales de la persona (trabajo, profesión, familia, tiempo libre, actividad cultural, socio-política, relaciones interpersonales de amistad y amorosas, organizacionales, entre otras); de otra, es expresión del funcionamiento de diferentes mecanismos y formaciones psicológicas que integran todo el campo de la experiencia personal” (D‟Angelo, O., 2000, p. 2). El proyecto de vida, según este autor y en lo que se coincide, es una categoría integradora de las orientaciones y modos de acción fundamental de la persona. (D‟Angelo, O., 1982; 1984; 1989) Se está de acuerdo con este investigador, al plantear que el proyecto de vida se distingue por su carácter preventivo, modelante y organizativo de las actividades más significativas y de los modos de actuación del individuo, que permite caracterizar su estilo de vida y cotidianidad social; así como que esta formación se estructura en: los fines más generales del individuo, los planes de acción o seriación de fines intermedios, la valoración de las posibilidades internas y externas de su realización. Para González Maura (1994), el carácter orientador de la conducta se expresa a través de estrategias de actuación, elaboradas cognitivamente en planes y proyectos, precisando que los contenidos y funciones psicológicas del sujeto se integran en la personalidad, conformando en el orden estructural dos grandes subsistemas de regulación (motivacional-afectivo y cognitivo instrumental). Esta autora le concede un carácter activo al sujeto y un carácter personológico a la motivación, que implica el reconocimiento no solo del contenido de la motivación profesional, sino también de su función reguladora en la actividad del individuo. En sus investigaciones (1994), resalta una serie de indicadores funcionales como temporalidad, vivencias afectivas y otras, que le permiten ubicar los intereses cognoscitivos en un nivel medio de regulación funcional, después de analizar su relación con los elementos de contenido expresados por los sujetos investigados, como evidencia de la unidad contenido-funcionamiento motivacional. En la determinación de los niveles de integración de la motivación, la autora González Maura, destaca la temporalidad futura como un elemento esencial de desarrollo de la motivación profesional. Esta temporalidad mediata de la motivación profesional, se expresa en proyectos profesionales estructurados. Para Domínguez (1992), la estructuración de los contenidos de la motivación expresados en una dimensión temporal de futuro, “constituye una característica distintiva de la regulación personológica y un indicador esencial de su nivel de desarrollo“, y que esta estructuración alcanzará una mayor organización y construcción consciente de acuerdo a la “significación que tenga para el sujeto la esfera de que se trate“(Domínguez, L. 1992, p. 43). Con el énfasis en lograr que el aprendizaje propicie, además de la adquisición de conocimientos, habilidades y estructuras o funciones cognitivas, un desarrollo de la personalidad, Labarrere (1995), propone una estrategia de aprendizaje a la que llama aprendizaje autorreflexivo y autotransformador, según la cual en el aprendizaje es esencial que el alumno pase por el conocimiento y la transformación de sí mismo. La autorregulación, en un sentido general sería: “toda la actividad que un sujeto realiza a fin de generar, mantener y modificar su comportamiento en correspondencia con fines u objetivos que han sido trazados por uno mismo o aceptados como personalmente válidos“(Labarrere, A., 1995, p. 34). Tener en cuenta estos presupuestos teóricos implica, a juicio del autor de esta obra, elaborar situaciones de aprendizaje en los contextos de actuación del sujeto, que estimulen su formación y desarrollo hacia la futura profesión, así como de su capacidad de autodeterminación profesional. El proyecto de vida, y en particular el profesional, se revela como una prolongación en dirección progresiva hacia la objetivación de la praxis, en el campo de lo posible instrumental y objetivo de la futura profesión. De este modo, el proyecto está doblemente condicionado, en la dirección del pasado y en la del futuro y este doble condicionamiento de la práctica inteligente expresa la relación histórico - concreta de la realidad humana. Dicha formación, referida a las direcciones esenciales de la persona, en el contexto social de relaciones materiales y espirituales de existencia, posibilita la organización y realización de las orientaciones motivacionales fundamentales del individuo, a través de planes concretos de su actividad futura que responde a las siguientes preguntas: ¿hacia dónde vamos? ¿qué debemos hacer? ¿cómo lo debemos hacer? De aquí que sus contenidos intervengan en otros subsistemas de regulación, relacionados con las esferas de mayor significación para la personalidad. Bibliografía D‟Angelo H., O. (1984). Personalidad desarrollada y autorrealización; en Psicología de la personalidad. Editorial Ciencias Sociales, La Habana. ____. (1994). Modelo Integrativo del Proyecto de Vida” PROVIDA. La Habana. ____. (1995). El desarrollo personal y su dimensión ética. Fundamentos y programas de educación renovadora. Proyecto PRYCREA. PROVIDA. La Habana. ____. (2004) Proyecto de Vida como categoría básica de interpretación de la identidad individual y social. http://www.contextoeducativo.com Domínguez G., L. (1992). Caracterización de los niveles de desarrollo de la motivación profesional en jóvenes estudiantes. Tesis presentada en opción al grado científico de doctor en ciencias psicológicas. Universidad de La Habana. González M. V. (2004) La orientación profesional y curriculum universitario. Una estrategia educativa para el desarrollo profesional responsable. Laertes. Barcelona. ____. (2007). La Orientación Profesional en la Universidad. Libro digitado. CEPES. Universidad de La Habana. González R., F. (1995) Comunicación. Personalidad y desarrollo. Ed. Pueblo y Educación. La Habana. Meléndez, R. (2009). “Estrategia metodológica para el desarrollo de los proyectos de vida profesional en los estudiantes de primer año de la carrera Profesores Generales Integrales de Secundaria Básica. Tesis en opción al grado científico de Doctor en Ciencias de la Educación. Universidad de la Habana. Nuttin, J. (1967). La motivation humaine. Université de Louvain, Lovaina. Torroella, G. (1993). Aprender a vivir. Ed. Pueblo y Educación, La Habana. Vigotsky, L. S. (2000). Obras escogidas. Tomo III, Ed. Visor. Madrid. España. _____. (2000). El desarrollo de los procesos psicológicos superiores, Ed. Crítica, Biblioteca de Bolsillo, Barcelona. ____. (1987). Historia del desarrollo de las funciones psíquicas superiores. Ed. científico Técnica. La Habana.
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