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Orientación Universidad
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Metodologias Descolonizadas, Esquemas y mapas conceptuales de Metodología de Investigación

Informacion e investigacion del tema

Tipo: Esquemas y mapas conceptuales

2023/2024

Subido el 14/03/2024

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¡Descarga Metodologias Descolonizadas y más Esquemas y mapas conceptuales en PDF de Metodología de Investigación solo en Docsity! MÓDULO III: METODOLOGÍA PARA LA IMPLEMENTACIÓN DE LA IGUALDAD Tema 4: Metodologías de Investigación Feminista Profesoras: Marta Luxán Serrano y Jokin Azpiazu Carballo 2 Marta Luxán Serrano y Jokin Azpiazu Carballo Metodologías de Investigación Feminista Índice RESUMEN Y OBJETIVOS ......................................................................................................................... 3 1. A MODO DE INTRODUCCIÓN ............................................................................................................ 4 1.1. BREVES APUNTES SOBRE EPISTEMOLOGÍA FEMINISTA ..................................................... 4 1.2. SESGOS DE GÉNERO EN LA INVESTIGACIÓN ...................................................................... 7 1.3 ¿EXISTE UNA METODOLOGÍA FEMINISTA? ......................................................................... 9 1.4 NOTAS SOBRE LA INVESTIGACIÓN-ACCIÓN PARTICIPATIVA ............................................. 11 2. TÉCNICAS DE PRODUCCIÓN/RECOGIDA DE DATOS ................................................................. 15 2.1 APUNTES EN RELACIÓN AL DISEÑO DE CUESTIONARIOS .................................................. 17 2.2 LAS ENTREVISTAS .............................................................................................................. 21 2.3 LOS GRUPOS DE DISCUSIÓN .............................................................................................. 26 2.4 LAS PRODUCCIONES NARRATIVAS .................................................................................... 29 2.5 LA ETNOGRAFÍA FEMINISTA Y LA AUTOETNOGRAFÍA ....................................................... 33 2.6 PHOTOVOICE ..................................................................................................................... 36 3. TÉCNICAS DE ANÁLISIS DE DATOS............................................................................................... 38 3.1 EXPLOTACIÓN DE DATOS CUANTITATIVOS ....................................................................... 40 3.2 ANÁLISIS CRÍTICO DEL DISCURSO CON PERSPECTIVA FEMINISTA .................................... 46 3.3 ANÁLISIS DE CONTENIDO .................................................................................................. 51 BIBLIOGRAFÍA Y RECURSOS WEB ..................................................................................................... 54 Epistemología y cuestiones generales de metodología de investigación feminista ........... 54 Técnicas de investigación, generación y análisis de datos .................................................. 55 Guías y propuestas de sistemas de indicadores.................................................................. 57 Recursos web ...................................................................................................................... 58 5 Marta Luxán Serrano y Jokin Azpiazu Carballo Metodologías de Investigación Feminista mujeres habían de ser “sujeto” de estudio, para así evitar que los hombres sirviesen de norma para entender y definir la realidad. Estas investigadoras intentaron modificar la ciencia heteropatriarcal sin cuestionar demasiado sus postulados básicos y considerando fundamental el valor de las evidencias en los procesos de producción de conocimiento. Posteriormente se las conocería como empiristas ingenuas. Otras epistemólogas realizaron una crítica más profunda al androcentrismo de la ciencia que, en los casos más graves, había llegado a generalizar para toda la humanidad los resultados de experimentos realizados solo con sujetos varones (obviamente, blancos). A partir de esta crítica, las feministas pidieron la inclusión de las mujeres como “objeto” de estudio. La petición se amplió muy pronto, evidenciando la importancia de incluir temáticas de interés para las mujeres entre los temas dignos de ser investigados y, finalmente, la importancia de asumir una perspectiva de género en el análisis y comprensión de la realidad. Si la primera de esas peticiones respondía a la necesidad de conocer espacios y realidades hasta el momento ignorados (y permitió por ejemplo, reconocer la existencia de la violencia doméstica), la segunda abriría la puerta a una comprensión de las relaciones de poder en nuestra sociedad (evidenciando, por ejemplo, el carácter estructural de las violencias de género). En esta línea de pensamiento, las teóricas del punto de vista consideran que las mujeres y otros sujetos minorizados tienen una posición epistémica privilegiada por el hecho de estar situadas en los márgenes. Cuando nos referimos a la posición privilegiada no hablamos de un privilegio en el sentido clásico de la palabra, sino de la posibilidad de observar y narrar elementos de la realidad a través de la experiencia vital de la subalternidad, experiencia que ofrece una mirada más compleja que la del privilegio social. Las críticas epistemológicas feministas evidencian que la neutralidad y la objetividad de la ciencia son falacias que esconden el sesgo sexista en el que ésta se ha basado, y que sigue rigiendo muchas investigaciones. Sin embargo, algunas autoras van más allá y sostienen que una reforma del proyecto científico está destinada a fracasar y que es necesaria una total deconstrucción de los postulados heteropatriarcales y coloniales. En 6 Marta Luxán Serrano y Jokin Azpiazu Carballo Metodologías de Investigación Feminista este sentido las feministas decoloniales nos recuerdan que nadie ha de representarles o hablar por ellas, que los saberes subalternos tienen que ser valorados y se tienen que eliminar las barreras para que éstos ocupen su lugar en los espacios de producción de conocimientos. De hecho, datos internacionales muestran como personas pertenecientes a diversas etnias minorizadas sufren discriminaciones similares en diversos lugares del planeta. Si bien en nuestro contexto geográfico no disponemos de estadísticas y análisis en este sentido, es suficiente pasearse por cualquier universidad para comprobar que este patrón se repite. Coherentemente con esta visión, la epistemología de los conocimientos situados y parciales reconoce la necesidad de aumentar la presencia de mujeres y de otros sujetos minorizados en los espacios de producción de conocimiento, pero no en cuanto que portadoras de un saber menos corrompido, sino como voces necesarias en el debate colectivo en el que debiera sustentarse la producción de saberes. De acuerdo con esta corriente, las investigadoras han de analizar el modo en que su posicionamiento influye en el conocimiento producido y favorecer la difracción para que la parcialidad no se configure como un límite, sino como una potencialidad. Esta perspectiva, a la cual nos adherimos, tiene puntos en común con las propuestas de las escépticas postmodernas, quienes apuestan por la desarticulación de las prácticas científicas heteropatriarcales y por la necesidad de repensar cómo producimos el conocimiento. Más adelante retomaremos las principales características de esta perspectiva (en el apartado 2.4) Sin embargo, una interpretación interesada de las teorías postmodernas ha llevado en algunos contextos a un laxismo teórico y metodológico, al “todo vale”, llegando a justificar prácticas racistas, tal como denuncian Mary Jaqui Alexander y Chandra Mohanty (2004). Siguiendo a Haraway (1988), para evitar este grave problema hay que hacer una apuesta firme por la asunción de responsabilidad por parte de las investigadoras; reconocer que producir conocimiento es siempre un acto político y que hemos de hacerlo de una manera consciente y responsable. 7 Marta Luxán Serrano y Jokin Azpiazu Carballo Metodologías de Investigación Feminista 1.2. SESGOS DE GÉNERO EN LA INVESTIGACIÓN Es evidente que las críticas feministas a la ciencia positivista han revolucionado la manera de definir los procesos de producción de conocimiento. Pioneras, como Eveline Fox Keller (1991), han demostrado que los sesgos sexistas de la investigación científica son muy numerosos y que la historia de la ciencia está regida por metáforas sexuales y de género. Podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que la misma construcción de la ciencia se ha realizado en base idearios masculinizados y que, por tanto, reproduce valores sexistas y naturaliza las desigualdades producto de las relaciones de género. Como dice Sandra Harding, “objetividad frente a subjetividad; el científico, como persona que conoce frente a los objetos de su investigación; la razón frente a las emociones; la mente frente al cuerpo: en todos estos casos, el primero elemento se asocia con la masculinidad y el último, como la feminidad” (Harding, Sandra, 1996). En este sentido, es esclarecedor el trabajo de Margrit Eichler (1988; 1991) que, tras analizar numerosas investigaciones realizadas desde diferentes disciplinas científicas, da cuenta de siete manifestaciones principales de sexismo: androcentrismo, sobregeneralización, insensibilidad de género, doble rasero, “propio de su sexo”, dicotomía sexual y familismo. Detengámonos brevemente en cada uno de ellos1: 1) Androcentrismo: reconstrucción de la realidad a través de las experiencias masculinas, asumir que los varones son el sujeto social. El androcentrismo adopta diferentes formas: el punto de vista o marco de referencia masculino, la invisibilidad de las mujeres, la construcción de los varones como sujetos activos y las mujeres como sujetos pasivos, la ginopía o invisibilidad de las mujeres, la misoginia u odio hacia las mujeres y la culpabilización de las mismas y la defensa de la dominación masculina y el sometimiento femenino. En nuestra opinión, habría que ampliar la propuesta e incluir la invisibilización de las experiencias de las personas transexuales. 1 Para una explicación más detallada, consultar Díaz Martínez, Capitolina y Dema Moreno, Sandra 2013, capítulo 2, material en el que nos hemos apoyado para elaborar este epígrafe. 10 Marta Luxán Serrano y Jokin Azpiazu Carballo Metodologías de Investigación Feminista 3) tiene en cuenta aspectos tales como subvertir la relación entre sujeto y objeto, romper la dicotomía público/privado, evidenciar la interdependencia entre teoría y práctica, reconocer la existencia de relaciones de poder e intentar transformarlas o apostar por la producción colectiva del conocimiento, entre otras. 11 Marta Luxán Serrano y Jokin Azpiazu Carballo Metodologías de Investigación Feminista 1.4 NOTAS SOBRE LA INVESTIGACIÓN-ACCIÓN PARTICIPATIVA Introduciremos aquí la Investigación-Acción Participativa (IAP), subrayando algunos de los aportes realizados desde las prácticas investigadoras feministas. Estas prácticas han tomado diferentes nombres, como “Investigación-Acción Participativa Feminista” o “Investigación-Acción Participativa con perspectiva Feminista”; en cualquier caso, de aquí en adelante hablaremos de IAPF. ¿Por qué introducimos la IAPF aquí y no en el apartado de técnicas? Es importante aclarar que la IAPF no es una técnica, en el sentido de que no es una forma de producir datos, o al menos no es sólo eso. La IAPF es una metodología, un acercamiento a la forma de investigar cuyos principios deberemos tener en cuenta en todas las fases y momentos de la investigación, no solamente en el momento de producir los datos. Para aclarar mejor este aspecto, podemos decir que la IAPF puede hacer uso de diferentes técnicas en base a sus necesidades. Claro que algunas técnicas se acercarán más a los principios de la IAPF pero esto no significa que cualquier técnica no sea susceptible de ser utilizada en el marco de una investigación de este tipo. Decíamos, por lo tanto, que la IAPF nos aporta una mirada que tendremos que aplicar en todo el proceso de investigación. La definición de IAPF es, como todas las definiciones, un acercamiento más que una categoría absoluta que, como ya sabemos, no engloba toda la complejidad de prácticas investigadoras bajo el paraguas de la IAPF. Sin embargo, puede ser pertinente hacer algunas aclaraciones respecto a otros tipos de investigación que pueden acercarse a la idea de IAPF pero que no necesariamente consideraremos como tal. Para empezar, es habitual confundir la investigación comunitaria y la IAPF. De hecho, la IAPF puede ser una investigación comunitaria pero no necesariamente todas las IAPF lo son. La investigación comunitaria parte generalmente de una comunidad definida, mejor dicho de una comunidad que se auto-define como tal (con todas las complicaciones a nivel teórico y de representación que esto supone, claro) y que desarrolla una necesidad de investigación orientada (en mayor o menor medida) a la 12 Marta Luxán Serrano y Jokin Azpiazu Carballo Metodologías de Investigación Feminista acción en el seno de su propia comunidad. El objetivo de la investigación puede estar de hecho, relacionado con reforzar la comunidad o repensarla. La IAPF puede realizarse en el marco de una comunidad auto-definida o puede hacerse también en una comunidad que en principio no se percibe como comunidad (como por ejemplo, gente que habita una zona concreta de una ciudad) y que al final del proceso de investigación puede (o no) percibirse a sí misma como comunidad. También es común encontrar investigaciones que incluyen acciones en las mismas pero que no necesariamente deben considerarse como participativas. Es habitual, por ejemplo, encontrar investigaciones que se enmarcan en el mundo de la empresa en las cuales se utilizan algunas acciones concretas, dirigidas por ejemplo a cambiar las percepciones que de su empresa tienen las personas que trabajan allí, pero en las cuales el diseño e implementación de la investigación no han sido elaboradas de manera participativa. La IAPF es, sin duda, una forma de acercamiento a la investigación que cuenta con cuatro siglas, todas ellas problemáticas y que requiere una gran atención y cuidado si no queremos acabar haciendo lo contrario de lo que esperábamos/deseábamos. Vamos a pasar por las diferentes siglas del acrónimo IAPF para poder señalar sus principales características y ver cómo pueden entenderse y trabajarse desde un punto de vista feminista. Investigación. En realidad, deberíamos hablar aquí de investigación-acción, un doble acrónimo que se refiere a dos palabras que en la IAPF van unidas. Este tipo de investigación parte de una doble lectura: diremos, por un lado, que los objetivos de una investigación no se limitan (o no tienen por qué limitarse) a producir conocimientos. En segundo lugar diremos que, de hecho, la producción de conocimientos, más aún cuando implica la participación de personas o grupos sociales, siempre irá acompañada de un cierto nivel de impacto, de cambio, de acción al fin y al cabo. No es posible pensar que pasamos por la escena de la acción social como mosquitos-drone dotados de cámara y micrófono y 15 Marta Luxán Serrano y Jokin Azpiazu Carballo Metodologías de Investigación Feminista 2. TÉCNICAS DE PRODUCCIÓN/RECOGIDA DE DATOS Hablamos de producción de datos porque entendemos que la información con la que trabajamos no es independiente del modo en que la hemos obtenido, que tanto la elección de la técnica como su desarrollo concreto determinan qué datos obtenemos (y cuáles no) y la naturaleza de los mismos. Y esto sucede tanto cuando trabajamos con fuentes de datos cuantitativas como cualitativas y tanto con datos secundarios como primarios. De hecho, podríamos comparar las fuentes de datos con el objetivo de una cámara: según las propiedades del mismo y el modo en que lo utilicemos obtendremos unas imágenes u otras. Así, cuando trabajamos con entrevistas, por ejemplo, el guion que diseñemos determinará, en buena medida, la información que vamos a obtener. Si utilizamos encuestas, tanto el modo en qué se formulan las preguntas como las categorías que se recogen en las respuestas delimitarán el tipo de información con el que tendremos oportunidad de trabajar. El mero hecho de decidir “a dónde y cómo vamos a mirar” es una decisión que afectará a los datos que obtengamos. En efecto, es importante saber cómo han sido elaborados los datos, en qué definiciones de los fenómenos estudiados se apoyan, qué aspectos no contemplan, en qué momento fueron recogidos... Y no solo es importante que lo sepamos nosotras, sino que debemos explicitarlo, hacerlo público. Así, cuando buscamos bibliografía e investigaciones sobre algún tema de nuestro interés, es muy importante que nos detengamos en las definiciones en base a las cuales se han construido los datos, que suelen estar recogidas tanto en el marco teórico como en el diseño metodológico. Además, como ya hemos señalado, en las investigaciones que llevamos a cabo es imprescindible que explicitemos estas cuestiones. Otra cuestión que consideramos importante aclarar en esta introducción es que hay algunas técnicas que desde las metodologías feministas y otras metodologías críticas han trascendido la dicotomía entre producir datos y analizarlos. Tradicionalmente se ha entendido que eran dos fases totalmente separadas de la investigación y que de hecho correspondían a sujetos diferentes (los datos se producen con todas las personas 16 Marta Luxán Serrano y Jokin Azpiazu Carballo Metodologías de Investigación Feminista participantes pero son analizados por las persona que investigan). En las explicaciones que siguen sobre algunas de las técnicas de producción de datos observaréis que el diseño metodológico pasa por dar un espacio a las participantes en la propia interpretación de los datos. Además, no podemos dejar de hacer referencia al debate en torno al supuesto androcentrismo de las técnicas cuantitativas y la clara apuesta de algunas investigadoras feministas por la metodología cualitativa, entendiendo que ésta es per se más feminista. Insistimos en subrayar que, en nuestra opinión, todas las técnicas pueden aplicarse desde una perspectiva feminista y, por tanto, se trata de un debate estéril y que nos traslada, una vez más, a un pensamiento dual y simplificador que entiende que las técnicas cualitativas son técnicas subversivas y las cuantitativas están al servicio del poder. No compartimos esta opinión puesto que contamos con múltiples ejemplos divergentes, como ahora son el uso de técnicas cualitativas en las (para nada subversivas) investigaciones de mercado y las aportaciones hechas desde la explotación estadística de las Encuestas de Presupuestos de Tiempo a la visibilización de las desigualdades de género2. A continuación, vamos a detenernos brevemente en la explicación de algunas técnicas de investigación. Evidentemente, hay otras, pero abarcarlas todas nos es imposible. Hemos optado por presentar una selección que obedece a dos criterios: la generalización de la aplicación de la técnica y su relación con la epistemología feminista. Dadas las dimensiones de este material, se tratan de textos breves, acompañados por algunas referencias básicas para quien quiera profundizar tanto en los aspectos teóricos como prácticos de cada una de las técnicas. 2 Para profundizar en este debate recomendamos la lectura de Westmarlan, Nicole (2001) (ver bibliografía). 17 Marta Luxán Serrano y Jokin Azpiazu Carballo Metodologías de Investigación Feminista 2.1 APUNTES EN RELACIÓN AL DISEÑO DE CUESTIONARIOS La técnica de investigación cuantitativa por excelencia es la encuesta. Ha sido y es una herramienta muy utilizada en las ciencias sociales y también en la estadística oficial. El objetivo de estas líneas es repensar la utilización de esta técnica y el diseño de los cuestionarios en los que se apoya desde una perspectiva feminista. La idea sobre las que se construyen las encuestas es que, en base a los principios de la estadística matemática, a través de una muestra podemos obtener información referida al conjunto de una población, información sujeta a unos márgenes de error previamente determinados. Es decir, que es posible obtener información fiable con respecto a un conjunto de personas de nuestro interés (población) a través de la información recogida preguntando únicamente a una selección de la misma (muestra). Evidentemente, dicha selección debe diseñarse teniendo en cuenta aquellas variables que, a posteriori, utilizaremos en el análisis, para garantizar así que la muestra sea representativa. Por ejemplo, debemos asegurarnos de que en la muestra incluimos un número suficiente de mujeres y que tienen entre 16 y 30 años, de modo que podemos generalizar las respuestas para el conjunto de la población de mujeres jóvenes. Como veis, el género es una variable clave a tener en cuenta a la hora de diseñar la muestra con la que vamos a trabajar. Pero no es la única cuestión importante. Como ya sabéis, existen diferentes tipos de encuestas: encuestas con entrevistador(a), encuestas telefónicas, encuestas electrónicas y, cada vez menos, por correo postal. La decisión sobre qué tipo de encuesta utilizar viene determinada, en la mayoría de ocasiones, por los recursos con los que contamos. No obstante, tenemos que tener en cuenta que los perfiles sociodemográficos a los que accedemos están, en cierta medida, determinados por el tipo de encuesta elegido. Así, por ejemplo, si implementamos una encuesta telefónica dirigida a teléfonos fijos probablemente obtengamos muchas respuestas de mujeres mayores, puesto que pasan más tiempo en el espacio doméstico que otros colectivos. Los perfiles no serán los mismos si la encuesta se realiza llamando a teléfonos móviles o en el caso de que optemos por un cuestionario on-line. Efectivamente, el género juega un papel importante en la delimitación de los perfiles a 20 Marta Luxán Serrano y Jokin Azpiazu Carballo Metodologías de Investigación Feminista de las personas del hogar, el trabajo profesional y de formación, así como el trabajo voluntario4? Optar por una definición u otra de un concepto determina no solo el diseño del cuestionario, sino los resultados de la investigación en su conjunto. Además, muchas veces el detalle con que están recogidas las definiciones de un concepto (o las categorías que se contemplan) dan cuenta de la relevancia que se le otorga. Recuperaremos el ejemplo del trabajo a la hora de hablar sobre el análisis de los datos cuantitativos. Para seguir ahondando en estas cuestiones, recomendamos el visionado del vídeo Luxán, Marta et all. (2009). “¿Qué nos oculta el velo estadístico? Reflexión feminista en torno al diseño y la explotación de las fuentes de datos sociales”. Colección: Seminario Interdisciplinar de Metodología de Investigación Feminista. 4 Esta sería la definición de Carga Total de Trabajo, propuesta por Sara Moreno y Vicent Borràs (2013) y cuya aplicación a la CAE puede consultarse en Sagastizabal, Marina y Luxán, Marta (2016). 21 Marta Luxán Serrano y Jokin Azpiazu Carballo Metodologías de Investigación Feminista 2.2 LAS ENTREVISTAS Las entrevistas son una técnica muy utilizada en la investigación social, desde lugares muy diversos y de maneras muy distintas. Es importante, por lo tanto, que pasemos a señalar las diferentes formas en las que podemos acercarnos a las entrevistas y, en base a las necesidades de nuestras investigaciones, pensar cuál es la forma que más nos conviene utilizar. Antes de empezar con estas distintas opciones, de las cuales sólo mencionaremos algunas y de manera bastante superficial, es conveniente aclarar un par de cuestiones al respecto del uso de entrevistas y grupos de discusión. A menudo se establece una ecuación muy rápida respecto a las entrevistas como forma de producción de datos cualitativa y, por lo tanto más afín, a los principios feministas. Ya hemos explicado con anterioridad que no consideramos que los acercamientos cualitativos-comprensivos a la realidad social sean en sí mismos mejores, peores, más fieles o más feministas que los acercamientos cuantitativos, si es que esta división aún nos sirve. Es importante señalar aquí que el acercamiento cualitativo propone una forma de análisis y sobre todo poner el foco en algunas cuestiones que de forma cuantitativa se nos podrían escapar. El marco comprensivo nos permite, por ejemplo, acercarnos a la noción de experiencia, que desde un punto de vista feminista es una noción en disputa. La experiencia, la vivencia y lo encarnado han sido siempre cuestiones que la ciencia ha dejado de lado por considerarlas poco objetivas e inalcanzables. Casualmente han sido conceptos que se han relacionado con lo femenino. Por lo tanto, recuperar la idea de que investigar las experiencias y vivencias es una manera de confrontar con el ideal androcéntrico de la ciencia, al menos en lo que respecta al foco de interés. Sin embargo esto no quiere decir que investigar la experiencia, o la manera en la que las personas incluimos y vivimos el mundo social, signifique subvertir ese orden. Las técnicas cualitativas de producción y análisis de datos son a menudo utilizadas desde posiciones positivistas (para descubrir cuál es La Verdad que las personas esconden 22 Marta Luxán Serrano y Jokin Azpiazu Carballo Metodologías de Investigación Feminista dentro y se revela en las entrevistas) y con objetivos muy poco feministas (por ejemplo, los grupos de discusión y entrevistas son muy comunes en estudios de marketing y mercado que buscan categorizar a la población para generar productos a su medida). De hecho, ha sido bastante habitual, especialmente en la época en la que “el giro cualitativo” en ciencias sociales fue muy determinante (en los sesenta y setenta) que científicos sociales abogasen por el uso de técnicas cualitativas subrayando su carácter objetivo y objetivable, cuando no cuantificable. Por lo tanto, es mejor pensar en las entrevistas y grupos de discusión como técnicas que nos permiten llegar a otros aspectos de la realidad social, que están relacionados con otros objetivos de conocimiento que no sean necesariamente los descriptivos/cuantificables. Pero no confundamos esto con pensar que son mejores ni más cercanos a una idea más feministas o igualitaria de investigación. Para que esto sea así, al igual que con cualquier otra técnica, tendremos que plantear cómo se lleva a cabo la técnica, de qué supuestos partimos, cómo la aplicamos y cuáles son los elementos a cuestionar. Dicho esto, pasamos a numerar brevemente y de manera inconclusa algunas de las formas que las entrevistas pueden tomar en nuestros trabajos de investigación. La entrevista en profundidad: este tipo de entrevista se realiza a una sola persona cada vez. El objetivo de la entrevista es producir unos datos que nos permitan pensar aspectos comprensivos de los fenómenos o las cuestiones que estemos investigando. Con aspectos comprensivos nos referimos a elementos que más allá de describir la realidad social nos dan pistas para entender o proponer lecturas respecto a las razones o elementos que hay detrás de los mismos. Por lo tanto, no nos preguntamos cuál es la realidad, sino cómo y por qué sucede lo que sucede. La entrevista en profundidad se puede articular de varias formas: • Con un guion de entrevista estructurado: las preguntas están escritas de antemano y siguen un orden específico. Las preguntas se definen en base a nuestras preguntas de investigación e hipótesis (si las hubiera) y reflejan 25 Marta Luxán Serrano y Jokin Azpiazu Carballo Metodologías de Investigación Feminista consideremos significativos, así como de representaciones artísticas o de otro tipo. Tenemos para ello que asegurarnos de que los objetos o representaciones que utilizamos son suficientemente significativos para generar un comentario o respuesta. Algunas autoras consideran que ayuda a abrir la pregunta al suavizar el factor de la propia formulación. Los grupos de discusión: en este tipo de entrevistas juntamos a más de una persona en el mismo lugar para generar un debate. En ese sentido los grupos de discusión no son propiamente una entrevista al uso. Por ello, y dado que es una técnica muy utilizada y relevante, les dedicamos un epígrafe propio. 26 Marta Luxán Serrano y Jokin Azpiazu Carballo Metodologías de Investigación Feminista 2.3 LOS GRUPOS DE DISCUSIÓN ¿Por qué distinguimos los grupos de discusión de las entrevistas si, al final y al cabo, ambas son técnicas que trabajan con el habla? Porque los grupos de discusión no buscan reconstruir experiencias o vivencias, sino reconstruir los discursos sociales existentes sobre un tema en concreto. Es decir, mediante los grupos de discusión tratamos de reproducir esos discursos que se hayan diseminados en lo social y que no responden a una subjetividad personal, sino que son exteriores a los individuos, a la vez que habitan en ellos. En palabras de Manuel Montañes Serrano (2010, 2) “el Grupo de discusión es una técnica/práctica investigadora con la que se obtiene, mediante un número reducido de reuniones grupales, la pertinente materia prima discursiva cuyo análisis servirá para dar cuenta de las representaciones e imágenes colectivas, así como las estructuras grupales que se articulan en torno a un significante o/y determinada problemática objeto de estudio”. En este sentido, la dimensión grupal es muy importante porque hace referencia tanto a la relación existente entre las posiciones estructurales y las prácticas y los discursos sociales como a la dimensión social de los propios discursos, que se generan, se transmiten y se transforman de forma colectiva, a través de la interacción comunicacional. Así, podemos decir que un grupo de discusión es: • un micro grupo de referencia de alguna(s) posición(es) social(es), • un grupo artificial y experimental, construido para la ocasión y que desaparecerá al concluir la sesión, • un grupo que reúne tanto algunas características de un grupo social básico (la reunión y la conversación entendida como placer) como las de un grupo de trabajo (puesto que se le encomienda una tarea a realizar). 27 Marta Luxán Serrano y Jokin Azpiazu Carballo Metodologías de Investigación Feminista Los grupos de discusión suelen estar compuestos por entre 5 y 10 participantes, aunque hay autoras que plantean también la posibilidad de grupos más pequeños, a partir de 3 o 4 personas. La tarea de la persona que los guía (tradicionalmente conocida como preceptora) es de vital importancia. Esta persona abre la sesión, propone el tema de discusión y dinamiza la misma y trata de potenciar la intervención de todos y cada unos de los miembros del grupo. La duración de los grupos de discusión, generalmente, es de entre 60 y 120 minutos, si bien también existen los llamados “grupos de larga duración” (de cuatro o más horas). Al igual que en el caso de las entrevistas, para su desarrollo se utiliza un guion semi- estructurado y el desarrollo del grupo se graba (ya sea en audio o en vídeo) para posteriormente ser transcrito. A veces, las sesiones tienen lugar en salas especialmente preparadas para ello (en la facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de la UPV/EHU podéis acceder a alguna) que posibilitan que haya una persona observando el desarrollo del grupo desde el exterior (sin interferir en el desarrollo del mismo y tomando notas). En principio, aunque no existe un consenso total al respecto, en las transcripciones de los grupos no se distinguen las intervenciones de los diferentes miembros (con, por ejemplo, un nombre), puesto que se parte de la idea de que la construcción, la reordenación del discurso social es un fenómeno colectivo en el transcurso del cual la posición de los individuos varía. En todo caso, como ya hemos señalado, hay diferentes modalidades de trabajo a este respecto. Otra de las cuestiones fundamentales de los grupos de discusión es que el grado de homogeneidad/heterogeneidad que existe entre las personas participantes. Un grupo de discusión no es una tertulia radiofónica o televisiva en la que nos interese confrontar opiniones, sino un espacio en el que reconstruir algunos de los discursos existentes en torno a alguna cuestión social. En este sentido, es necesario que exista cierta homogeneidad que garantice la posibilidad de entendimiento. La teoría señala que los grupos de discusión deben estar formados por personas desconocidas entre sí (aunque en la práctica no siempre se respete este requisito) y cuyos atributos sociales en relación al tema de discusión garanticen que, en principio, no hayan relaciones asimétricas ni discriminatorias. Así, el género ha sido y es una de las variables más 30 Marta Luxán Serrano y Jokin Azpiazu Carballo Metodologías de Investigación Feminista conocimiento se hace “desde cualquier lugar” en el sentido de aniquilar la idea misma de la objetividad. Con esto en mente, propone la idea de los conocimientos situados, como forma de “establecer articulaciones parciales con personas cercanas a un fenómeno que puedan producir nuevas compresiones y significados”. Es importante subrayar que la propuesta de Haraway es mucho más compleja de lo que aquí hemos señalado, pero no es el objeto de este módulo entrar en profundidad en consideraciones epistemológicas. Por ello os recomendamos que si queréis entender bien esta propuesta metodológica repaséis o leáis el texto de Haraway con calma y detenimiento. Procedimiento Partiendo de esta idea de producción del conocimiento el procedimiento de las PN pasa por una serie de idas y venidas y un proceder muy artesanal y que requiere de sumo cuidado y algunas consideraciones importantes. Para empezar se realizan sesiones de trabajo/entrevistas con las personas con las que se participa en la investigación. En este punto la técnica no difiere en exceso de una entrevista, con sus diferentes opciones: podemos elaborar un guion semi-estructurado o partir de una única pregunta, o de una idea temporal de los hechos… Hay varias opciones. A partir del resultado de este encuentro (grabación de audio, vídeo, transcripción…) la persona que investiga elabora una narración que considere coherente. Es decir, se da una forma narrativa legible y articulada a lo que se ha hablado, una forma que la investigadora considere que tiene sentido. Este primer texto se entrega a la(s) persona(s) participantes para que lo lean y puedan hacer cambios o pedir aclaraciones o correcciones. Las cuestiones como “esto no lo has explicado bien” o “por qué le has dado tanta importancia a este aspecto y no a éste” son comunes en este punto. Se trata de negociar respecto al contenido de la narrativa, y esto puede exigir desde trabajar sobre un texto escrito hasta volver a reunirse y debatir algunas cuestiones, aclaraciones etc. Obviamente, todo esto estará muy determinado por factores materiales tales como el tiempo de las participantes, sus capacidades etc. Por lo tanto, es importante ser consciente del nivel de implicación que la técnica implica y prever las dificultades que de ella se derivan. Después de estas aclaraciones y 31 Marta Luxán Serrano y Jokin Azpiazu Carballo Metodologías de Investigación Feminista negociaciones se alcanza un momento en el que se decide “cerrar” la narrativa. Esto significa que la persona entrevistada acepta de manera expresa que la narración muestra su visión sobre el fenómeno tratado. El producto final de estas sesiones de trabajo es considerado de una manera que diverge de la visión y noción de “datos”. Cuando entrevistamos a participantes o realizamos grupos de discusión, consideramos que los productos de estas técnicas de producción nos darán datos. Estos datos serán interpretados a la luz de las teorías de las que nos estemos sirviendo en nuestra investigación, que de manera común denominamos “marco teórico”. Por lo tanto tenemos por un lado las teorías y por otro los datos, que son situados además en posiciones valorativas distintas, puesto que los datos son interpretados a través de las teorías. En la propuesta metodológica de la PN el resultado final (la narración acordada entre investigadora y entrevistada) se considera un texto acabado. Un texto con valor propio, pero no un dato o conjunto de datos. Es una producción común entre investigadora y participante y, por lo tanto, no es un texto que la investigadora tenga después que “interpretar” o “analizar” puesto que ya ha habido un proceso de elaboración previo al respecto. La narrativa no refleja los estados internos de la participante, es el producto de su encuentro con la investigadora. De esta manera se consiguen varios efectos, como por ejemplo: • Se pone en cuestión de manera práctica la separación entre teoría y experiencia, precisamente porque el producto de la técnica (la narrativa) se trata como una producción de valor propio y de carácter situado que dialoga con otras fuentes teóricas de tú a tú. • Las interpretaciones son siempre situadas, puesto que cuando la investigadora pone en relación las diferentes narrativas elaboradas en el proceso analiza desde su propia posición e identifica las tensiones entre las diferentes perspectivas o los puntos en común. • Se obtiene una visión caleidoscópica, una variedad de miradas que no necesariamente hay que conciliar en una narrativa coherente, sino poner en diálogo. 32 Marta Luxán Serrano y Jokin Azpiazu Carballo Metodologías de Investigación Feminista • La posición de la investigadora se ve transformada por el proceso de investigación y por la necesidad de elaborar una narrativa en común, lo cual explicita la movilidad de posiciones que con otro tipo de metodologías quedan en un segundo plano. De esta manera, las producciones narrativas son un esfuerzo para aplicar las ideas de conocimiento situado y difracción del conocimiento de las epistemólogas feministas, en especial de Donna Haraway. Uno de los objetivos de las PN es, sin duda, romper o al menos aligerar las asimetrías entre la persona que investiga y la persona que participa como entrevistada. Sin embargo, la técnica propone asimismo interrogar de manera más amplia la noción de conocimiento y sus formas de producción, así como la asimetría entre la teoría y la experiencia, que se presentan en un caso como racional y objetivo y en el otro como emocional y subjetiva. 35 Marta Luxán Serrano y Jokin Azpiazu Carballo Metodologías de Investigación Feminista subrayable en el desarrollo de la antropología feminista en Euskal Herria y sobre y con la que ha trabajado, entre otras, Mari Luz Esteban (ver bibliografía). 36 Marta Luxán Serrano y Jokin Azpiazu Carballo Metodologías de Investigación Feminista 2.6 PHOTOVOICE El photovoice es una técnica de producción de datos que, al igual que las producciones narrativas, difumina la línea entre la producción y el análisis. Así, algunas investigadoras la utilizan como técnica de producción de datos, pero otras dan un paso más allá y consideran que la forma de utilizar la técnica puede influir también en la parte del análisis que habitualmente se limita a las personas investigadoras. El photovoice es una técnica que se relaciona muy de cerca con los principios de la IAP y la IAPF, de hecho, a menudo ha sido definida como “fotografía participativa”, y ha tenido arraigo en entornos de investigacción-acción dentro y fuera de la academia. Es una técnica habitual en intervención social desde disciplinas como el trabajo social crítico o la pedagogía emancipadora, así como en varias iniciativas de cambio impulsadas por movimientos populares. El procedimiento de la técnica es bastante fácil: como en cualquier investigación, se puede definir previamente la comunidad con la que se va a trabajar, que puede ser un grupo social concreto en un lugar preciso o disperso. A las personas participantes en la investigación se les facilitan cámaras de fotos (a menudo se hace uso de los propios dispositivos que las participantes puedan tener, como teléfonos móviles). Se considera que las cámaras de fotos son un elemento que en la mayoría de los casos es fácil de entender y de utilizar, y que por lo tanto son una herramienta de fácil uso para muchas personas, a pesar de que también se ha problematizado esto respecto a las personas con limitación de visión o ciegas. En cualquier caso, se define un objetivo para las participantes. Pueden definirse una o más preguntas a las que, de alguna manera, las participantes responden a través de las fotografías que hacen (se puede limitar el número de fotografías, pedir que hagan más de una o seleccionen las que más representa el sentido de lo que querían decir). Si la pregunta es suficientemente amplia, una de las ventajas de la técnica photovoice es que son las participantes las que establecen el punto de partida de su diálogo con la investigadora, que es lo que determinará el resto del proceso de producción e interpretación de datos. 37 Marta Luxán Serrano y Jokin Azpiazu Carballo Metodologías de Investigación Feminista A partir de ahí, hay diferentes formas de acercarse a los siguientes pasos. Se pueden interpretar las fotografías a partir de un diálogo individual con cada una de las participantes o se puede comenzar el análisis de los datos en sesiones colectivas donde diferentes participantes hacen uso de sus fotografías para expresar sus ideas y las sensaciones, vivencias e interpretaciones al respecto. La labor de interpretación se puede llevar más lejos siempre teniendo en cuenta las disposiciones y tiempos de las personas implicadas: podemos, además de las sesiones de debate partiendo de las fotografías proponer sesiones de re-elaboración de las conclusiones que las investigadoras van extrayendo de las primeras sesiones etc. Se puede afirmar que la técnica photovoice puede ser una opción interesante desde un punto de vista de la IAPF ya que permite, de alguna manera: • Una participación amplia, basada en el uso de una herramienta relativamente fácil de usar por mucha gente. • Un trabajo de interpretación de datos colaborativo, ya que las sesiones sirven para que cada participante pueda además de explicar su fotografía contribuir a su interpretación de las fotografías de las demás participantes. • Obtener un producto directo de la técnica de investigación que puede ser fácilmente convertido en una acción de la investigación, como por ejemplo una exposición colectiva abierta al público, una página web o una revista/fanzine. 40 Marta Luxán Serrano y Jokin Azpiazu Carballo Metodologías de Investigación Feminista 3.1 EXPLOTACIÓN DE DATOS CUANTITATIVOS En lo que a la explotación de los datos cuantitativos desde una perspectiva feminista se refiere, entendemos que hay que distinguir diferentes momentos. Un primer momento sería el relacionado con la construcción de indicadores, es decir, el proceso de elección del modo en que vamos a concretar y presentar la información de que disponemos. Puede ser que construyamos indicadores que directamente reflejan ya desigualdades o puede ser que trabajamos con indicadores desagregados por sexo que queremos comparar. No son maneras de hacer excluyentes y a veces es difícil distinguir entre unos y otros. El segundo paso sería el análisis de esos datos desde una perspectiva feminista o de género. Veamos esto de forma gráfica: Ilustración 2. La explotación de datos cuantitativos Fuente: Luxán, Marta y Martín, Unai (2014). Material docente del curso Estudios e Investigaciones Cuantitativas con Enfoque de Género. IVAP. Realidad social Conceptuali- zación: selección o construcción de indicadores ¿Cómo operamos para su análisis? Interpretación para la visibilización de las desigualda- des y acción política ¿Cómo tratamos de captar y analizar la realidad social desde una perspectiva de género? Tasa de paro  Renta media  Grado desigualdad reparto trabajos  Carga Total de Trabajo DESIGUALDADES DE GÉNERO EN EL MERCADO LABORAL Medidas para el análisis de las desigualdades de género ANÁLISIS DE GÉNERO 41 Marta Luxán Serrano y Jokin Azpiazu Carballo Metodologías de Investigación Feminista Pero, ¿qué son los indicadores? Según Eva Alfama y Marta Cruells “los indicadores son herramientas para la generación de información; datos que muestren o reflejen de una forma aproximada determinados aspectos de la sociedad. Se construyen partiendo de un marco conceptual explícito y deben estar vinculados a un contexto social de referencia desde el cual se interpretarán sus resultados (Domínguez y Simó, 2003). Un indicador consistente debe proporcionar información relevante sobre el fenómeno que se quiere estudiar y además, debe ser preciso, medible, independiente – en la medida de lo posible- de otros indicadores, sensible a los cambios y fácil de interpretar (EVALSED, 2010)” (Alfama y Cruells, 2012: 13). Los indicadores están muy presentes en nuestra vida cotidiana -¿quién no ha oído hablar del Producto Interior Bruto (PIB) o de la tasa de natalidad?- y, como acertadamente señala Cristina Carrasco (2006) se corresponden con una visión del mundo orientada tanto por una intencionalidad política como por el enfoque teórico que subyace en su construcción. Por ejemplo, no es lo mismo utilizar como indicador de desarrollo el PIB o el Índice de Desarrollo Humano (IDH), puesto que la idea de desarrollo que subyace en cada uno de ellos es muy diferente. Durante la última década se han desarrollado numerosas propuestas de indicadores y sistemas de indicadores con perspectiva de género6. A continuación damos cuenta de algunos indicadores generales (es decir, posibles formas de presentar los datos cuantitativos) que se vienen utilizando para dar cuenta de las desigualdades de género, así como de aplicaciones concretas de los mismos. Se trata de los índices de distribución, concentración, la brecha de género y el índice de feminización. ÍNDICE DE DISTRIBUCIÓN: Mide la distribución de hombres y mujeres que tienen una característica/situación concreta, el porcentaje de personas con una característica concreta que son hombres o mujeres. Veamos un ejemplo: 6 Ver el apartado de la bibliografía dedicado a Guías y propuestas de sistemas de indicadores. 42 Marta Luxán Serrano y Jokin Azpiazu Carballo Metodologías de Investigación Feminista Personas sin hogar que han sido víctimas de diferentes delitos o agresiones, según sexo. 2005 Fuente: Encuesta de Personas sin Hogar. INE • La lectura de la tabla se realiza por columnas • La referencia total es la suma de hombres y mujeres • Interpretación: El 78,7% de las agresiones son sufridas por hombres. El 17,6% de los robos son sufridos por mujeres. • ¡Cuidado!: A partir de este indicador no podemos concluir que los hombres sufren más agresiones que las mujeres. ¿Por qué? Porque el número total de hombres de la muestra son 18.111 y el de mujeres 3.790. ÍNDICE DE CONCENTRACIÓN: % de hombres o mujeres que muestran una característica. Veamos el mismo ejemplo: Personas sin hogar que han sido víctimas de delito o agresión, según sexo. 2005 Fuente: Encuesta de Personas sin Hogar. INE Agresión Robo Agresión sexual Timo Insulto/ amenaza Hombres 78,7 82,4 36,6 80,0 81,7 Mujeres 21,3 17,6 63,4 20,0 18,3 TOTAL 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 Agresión Robo Agresión sexual Timo Insulto/ amenaza TOTAL* Hombres 24,9 40,2 1,6 18,4 41,4 100,0 Mujeres 32,2 41,0 12,8 22,0 44,4 100,0 45 Marta Luxán Serrano y Jokin Azpiazu Carballo Metodologías de Investigación Feminista • Interpretación: Las agresiones sexuales a las mujeres son 8 veces más frecuentes que a los hombres. Las mujeres sufren agresiones sexuales un 800% más que los hombres. • Al igual que el anterior, este indicador es relevante para realizar comparaciones en el tiempo, entre lugares, etc. En la bibliografía disponéis de un apartado dedicado a guías y propuestas de sistemas de indicadores en el que encontraréis más información al respecto. 46 Marta Luxán Serrano y Jokin Azpiazu Carballo Metodologías de Investigación Feminista 3.2 ANÁLISIS CRÍTICO DEL DISCURSO CON PERSPECTIVA FEMINISTA El análisis crítico del discurso con perspectiva feminista (de aquí en adelante ACDF) es una técnica de análisis de datos a la que es complejo denominar técnica, precisamente porque hay pocos ejemplos de propuestas sistematizadas sobre cómo hacer ACDF. Los orígenes del ACDF están muy relacionados con la teorías del lenguaje y el giro lingüístico. Llamamos giro lingüístico al giro que se desarrolla dentro de las ciencias sociales sobre todo en la década de los sesenta y setenta, cuando se empieza a considerar el lenguaje no sólo como un descriptor de la realidad existente sino también como un elemento que genera la realidad, sin el cual no podemos movernos en la misma y que, por tanto, tiene asimismo cualidades activas, en el sentido de que el lenguaje “hace cosas”. Las aportaciones de Michel Foucault al respecto son muy importantes para entender el origen del ACDF, ya que en su obra se elaboran las principales nociones de discurso y otras similares (como “campo discursivo” o “enunciado”) que son herramientas básicas para hacer ACDF. Sin embargo, es importante señalar que las nociones propuestas por Foucault continúan siendo utilizadas por varias autoras, lo cual no significa que no se pongan en duda o cuestionen. La noción de discurso Es importante señalar que la noción de discurso es una forma bastante específica de definir la palabra que no se limita a lo que habitualmente entendemos como discurso. Con discurso no nos referimos a una serie de frases emitidas en público (como cuando hablamos del discurso de inauguración de un curso académico, por ejemplo). Tampoco nos referimos a cualquier frase pronunciada o escrita. Cuando hacemos ACDF separamos precisamente el texto del discurso, en tanto que el texto (o grupo de textos, llamado corpus) lo analizamos precisamente para encontrar o al menos buscar las construcciones discursivas que operan en el mismo. El discurso es una noción más amplia, quizás más abstracta, de la que buscamos trazas en los textos. Es importante señalar, sin embargo, que en la bibliografía sobre análisis del discurso la noción de 47 Marta Luxán Serrano y Jokin Azpiazu Carballo Metodologías de Investigación Feminista discurso aparece casi siempre como palabra polisémica, lo cual no facilita el acercamiento al ACDF. Discurso, en ese sentido puede referirse a: -Todo aquello que se enuncia en algún momento. -Un grupo concreto de enunciados en un lugar y momento concreto (aquí sí, el discurso de inauguración). -Un grupo de enunciados para la cual podemos determinar sus condiciones de producción. Es esta última definición la que contiene un nivel mayor de abstracción y suele ser más difícil de integrar, pero es en realidad la noción central en el ACDF. Hablamos de discurso cuando nos referimos a aquello que se dice o escribe y que determina y es determinado por una serie de condiciones que lo hacen posible. Partimos de la base de que el discurso hace posible una realidad que se expresa a través del lenguaje. Por ejemplo, antes de que la medicina moderna definiera la categoría de “homosexual” como una categoría cerrada con una serie de características, mencionar la homosexualidad no era posible. De hecho, es esa definición médica la que después aparece en otros textos (por ejemplo, en el de los primeros textos de asociaciones a favor de las personas homosexuales se reivindicaba que la homosexualidad fuera entendida como una enfermedad y no como una desviación o perversión voluntaria, lo cual ofrecía una plataforma para exigir el respeto de las personas que la practicaban). Siguiendo este ejemplo, podríamos decir que los textos de las asociaciones mencionadas están determinados por el discurso médico (decimos aquí discurso médico puesto que tiene unas formas reconocibles) y, por lo tanto, la posibilidad de que en un texto que no es médico aparezca la palabra “homosexual” se relaciona con la capacidad de la medicina de describir y determinar lo que son una serie de prácticas diversas. El poder del discurso médico radica, por tanto, en la capacidad de hacer de su definición de homosexualidad una definición de sentido común ampliamente aceptada. El ACDF se centra, por lo tanto, en intentar buscar las condiciones en las que los discursos operan a nivel social, poniendo para ello en relación diferentes niveles de análisis y teorías, que pueden ir de lo más concreto y centrado en el texto hasta lo más 50 Marta Luxán Serrano y Jokin Azpiazu Carballo Metodologías de Investigación Feminista con perspectiva de género o feminista, sino que incorpora en sí por un lado las reflexiones teóricas feministas sobre el poder y, por otro, las aportaciones de las epistemologías feministas respecto al conocimiento y las formas de producirlo. 51 Marta Luxán Serrano y Jokin Azpiazu Carballo Metodologías de Investigación Feminista 3.3 ANÁLISIS DE CONTENIDO Llamamos análisis de contenido a aquella metodología que realiza un análisis metódico de los productos comunicativos (mensajes, textos…) procedentes de fuentes previamente registradas, que pueden ir desde transcripciones de entrevistas producidas en el marco de una investigación hasta materiales publicados como artículos, anuncios, o actas públicas. El análisis de los contenidos se puede realizar tanto desde un punto de vista cuantitativo (cuantificando, por ejemplo, el número de veces que una palabra, expresión, o imagen concreta aparece en nuestro corpus), desde un punto de vista cualitativo (estableciendo, por ejemplo, las relaciones entre unas categorías que definamos) o desde un punto de vista mixto o triangulando ambos acercamientos (combinando un análisis de tipo cuantitativo-descriptivo con elementos cualitativos- comprensivos). Podríamos decir que el análisis de contenido se acerca a los textos desde una perspectiva menos compleja que el análisis del discurso, o al menos no busca articular en los textos un análisis con diversos niveles de abstracción como el ACDF propone. En ese sentido, es muy útil cuando queremos analizar un corpus de textos que es muy amplio o textos que son más largos, como por ejemplo las transcripciones de entrevistas. La forma de proceder del análisis de contenido es similar a cualquier otra técnica basada en el análisis de textos, sólo que algunos pasos cobran una especial atención: • Definir el corpus a analizar: en este caso podremos definir un corpus más amplio, en cuanto a longitud y cantidad de textos. Por eso este paso de la técnica está muy relacionado con el siguiente paso y de hecho, es común que ocurran al mismo tiempo o en intervalos, influenciándose mutuamente. • Definir categorías de análisis: definir la mirada con la que vamos a enfrentar el análisis es crucial. Al tratarse de corpus amplios de documentos, la forma en la que el análisis será viable será definiendo bien qué es exactamente lo que vamos a buscar. Esto nos permitirá discriminar otra información y 52 Marta Luxán Serrano y Jokin Azpiazu Carballo Metodologías de Investigación Feminista centrarnos en lo que buscamos. Con ello reducimos las probabilidades de encontrar en los textos cosas que no hemos ido a buscar y, por lo tanto, “perdernos cosas”. Sin embargo una posibilidad es hacer un análisis más “libre” (sin categorías) en un grupo pequeño de textos para, precisamente, definir las categorías a partir del mismo. • Recoger los datos y sistematizarlos: al manejar una cantidad relativamente grande de información es importante establecer procedimientos para la recogida y sistematización de los mismos. Podemos utilizar programas informáticos, fichas, notas… Las herramientas que utilicemos para esto dependerán, en gran medida, del tipo de análisis que estemos realizando. Si, por ejemplo, hacemos un análisis del tipo cuantitativo, introduciremos los textos en un procesador para analizar las coincidencias etc. Si hacemos un análisis en el que nos fijemos en diferentes aspectos no necesariamente cuantificables, podemos recoger la información en tablas para después poder consultarlas fácilmente. Es importante referenciar bien las informaciones por si tenemos que volver a ellas. • Analizar los datos en base a nuestra mirada y posicionamientos: los datos deben ser siempre interpretados en base a opciones tanto teóricas como metodológicas que hemos de hacer explícitas, así como a nuestros posicionamientos a nivel político y a los objetivos que nos hemos planteado. • Elaborar conclusiones generales y presentarlas. Desde un punto de vista feminista es importante pararse en la cuestión de las categorías de análisis. No es una cuestión específica de esta técnica de análisis, ya que hay varias metodologías que plantean que la definición de categorías es central, y muchas técnicas que no podrían funcionar sin esta elaboración previa de compartimentos. Sin embargo, varias teóricas feministas han alertado sobre la dificultad y los riesgos de la categorización, especialmente cuando lo que categorizamos son identidades sociales que a menudo son más complejas de lo que en un principio podemos pensar. Por ejemplo, cuando creamos categorías de género, podemos limitar 55 Marta Luxán Serrano y Jokin Azpiazu Carballo Metodologías de Investigación Feminista Harding, Sandra. (1996). Ciencia y feminismo. Madrid: Ediciones Morata. Martín Palomo, María Teresa; Muñoz Terrón José María. (2014). Epistemología, metodología y métodos. ¿Qué herramientas para qué feminismo? Reflexiones a partir del estudio del cuidado. Quaderns de Psicologia, 16(1): 35-45. http://www.quadernsdepsicologia.cat/article/view/1213 Mendia, Irantzu, Luxán, Marta, Legarreta, Matxalen, Guzmán, Gloria, Zirion, Iker y Azpiazu, Jokin (Eds.). (2015). Otras formas de (re)conocer. Reflexiones, herramientas y aplicaciones desde la investigación feminista. 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