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Miguel de Cervantes, Apuntes de Lengua y Literatura

Lengua y literatura Miguel de Cervantes

Tipo: Apuntes

2020/2021
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Subido el 05/06/2021

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aisha-dominguez-1 🇪🇸

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¡Descarga Miguel de Cervantes y más Apuntes en PDF de Lengua y Literatura solo en Docsity! MIGUEL DE CERVANTES Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616) nació en Alcalá de Henares. Se sabe poco de su infancia y juventud. Hijo del cirujano-barbero Rodrigo de Cervantes y de Leonor de Cortinas, pasó sus primeros años en Valladolid, Córdoba y Sevilla. Se ignora qué estudios realizó, pero no parece que siguiera cursos universitarios. Con veintidós años salió hacia Italia, huyendo de una dura sentencia por haber herido a un hombre. En 1571 estuvo como soldado en Italia y participó en la batalla de Lepanto, gesta que recordará en numerosas ocasiones con orgullo (“la más alta ocasión que vieron los siglos pasados, los presentes, ni esperan ver los venideros”, dirá). En ella fue herido en el pecho y le quedó inutilizada la mano izquierda, pero siguió como soldado hasta que, en 1575, en su viaje de regreso a España, la galera en la que viajaba fue apresada y llevado como prisionero a Argel. Allí pasó cinco años, de donde intentó fugarse varias veces sin éxito, hasta que en 1580 su familia y los frailes trinitarios consiguieron reunir el dinero del rescate. A su regreso a España desempeñó diversos puestos. En 1584 Cervantes mantiene relaciones con Ana de Villafranca, o Ana Franca de Rojas, una tabernera casada, de quien nacería su única hija: Isabel de Saavedra. Poco después, se casó con Catalina de Salazar, una joven de diecinueve años que vivía en Esquivias, un pueblo de Toledo (él tenía treinta y siete años). Desde 1587, trabajó de recaudador de tributos por toda Andalucía. Los problemas en estas tareas lo llevaron a una breve estancia en la cárcel de Sevilla, donde se supone que se engendró el Quijote. Mientras ejercicio estos trabajos se vio obligado a viajar por pueblos y ciudades del sur de España, y pudo conocer así el ambiente de las ventas y posadas de camino, con sus variopintos huéspedes. Hacia 1603 vivía con su mujer, su hija y sus dos hermanas en Valladolid. En 1605 se publicó El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, con un éxito inmediato y varias ediciones piratas. La rápida difusión del Quijote explica por qué en 1614 se publicó una falsa “Segunda parte del ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha”, impresa bajo el nombre, apócrifo, de Alonso Fernández de Avellaneda. En 1606 la familia se trasladó a Madrid, donde vivió gracias a algunos mecenas y a la publicación de sus obras, pero sin ganar demasiado dinero. Allí dio a la imprenta dus doce relatos breves de las Novelas ejemplares. En los últimos meses de su vida publicó la Segunda parte del ingenioso caballero don Quijote de la Mancha (en 1615, un año después de la publicación de la falsa segunda parte) y dejó lista para la imprenta su novela Los trabajos de Persiles y Sigismunda. Murió el 23 de abril de 1616. 2 Retrato de Cervantes por el mismo Cervantes El retrato más fidedigno que se conoce de Miguel de Cervantes se debe a su propia pluma, con la que trazó su "rostro y talle" en el prólogo a las Novelas ejemplares: "Éste que veis aquí, de rostro aguileño, de cabello castaño, frente lisa y desembarazada, de alegres ojos y de nariz corva, aunque bien proporcionada; las barbas de plata, que no ha veinte años que fueron de oro, los bigotes grandes, la boca pequeña, los dientes ni menudos ni crecidos, porque no tiene sino seis, y ésos mal acondicionados y peor puestos, porque no tienen correspondencia los unos con los otros; el cuerpo entre dos extremos, ni grande, ni pequeño, la color viva, antes blanca que morena; algo cargado de espaldas, y no muy ligero de pies; éste digo que es el rostro del autor de La Galatea y de Don Quijote de la Mancha, y del que hizo el Viaje del Parnaso, a imitación del de César Caporal Perusino, y otras obras que andan por ahí descarriadas y, quizá, sin el nombre de su dueño. Llámase comúnmente Miguel de Cervantes Saavedra. Fue soldado muchos años, y cinco y medio cautivo, donde aprendió a tener paciencia en las adversidades. Perdió en la batalla naval de Lepanto la mano izquierda de un arcabuzazo, herida que, aunque parece fea, él la tiene por hermosa, por haberla cobrado en la más memorable y alta ocasión que vieron los pasados siglos, ni esperan ver los venideros, militando debajo de las vencedoras banderas del hijo del rayo de la guerra, Carlo Quinto, de felice memoria". ¿Renacentista o barroco? Cervantes vivió a caballo entre dos siglos y dos mentalidades: el Renacimiento y el Barroco. Fue testigo de cómo los ideales renacentistas entraban en crisis y daban lugar a una nueva época (la barroca) mucho más pesimista. Intentó armonizar ambas mentalidades: –No es tan idealista como los pensadores del Renacimiento, pero tampoco deforma la realidad de manera sistemática como los artistas barrocos. Para Cervantes ni la realidad deformada ni la perfección idealista son creíbles. Él prefiere la verosimilitud, es decir, todo aquello que, sea o no verdadero, resulta creíble a nuestros ojos. –No cree que nuestros sentidos ni nuestra razón nos den una única verdad sobre el mundo, como creían los pensadores del Renacimiento, pero tampoco considera que la realidad que nos rodea sea pura apariencia o engaño, como afirmaban los escritores del siglo XVII. Para Cervantes, la realidad depende del punto de vista de cada persona, lo que llamamos perspectivismo. Poeta, dramaturgo y narrador Cervantes compuso poesías, obras teatrales y novelas de diverso tipo. Como poeta no tenía el talento de otros escritores de su época, como Quevedo y Góngora. La mayor parte de sus poesías aparecen diseminadas en sus novelas y obras de teatro. Como dramaturgo tampoco destacó frente al teatro innovador de Lope de Vega. Primero compuso un teatro clasicista, moralizante, que respetaba la regla de las tres unidades. Después imitó la técnica de la comedia nueva, creada por Lope de Vega, con comedias y entremeses que no se representaron mientras vivió. Alcanzó la fama como novelista a raíz de la publicación del Quijote, como creador de la novela moderna, aunque cultivó los principales géneros narrativos del Renacimiento. 5 ocurrido deciden disfrazarse de princesa Micomicona y de su escudero para intentar engañar a don Quijote y devolverlo a casa. Sin embargo, ya en Sierra Morena, se encuentran con una joven hermosa y rica labradora, Dorotea, que hará a la perfección el papel de princesa hasta conseguir, que don Quijote, creyéndose encantado, vuelva enjaulado a su pueblo. A lo largo de estos episodios aparecen numerosos personajes relatando historias que se intercalan en la acción central, y que responden a los géneros más leídos en la época: relatos pastoriles, moriscos, picarescos o relatos breves. La acción de la segunda parte En la segunda parte, ante las críticas recibidas por la inserción de episodios ajenos a la acción principal, Cervantes apenas incluye algún episodio extraño, como el de las bodas de Camacho. Esto obligó al autor a que los protagonistas dialogaran continuamente, lo que enriquece el carácter de ambos. El primero un loco, con lúcidos intervalos, y el segundo, un hombre sin letras pero de gran inteligencia natural. De esta manera los caracteres de los personajes se hacen más complejos y se humanizan. La tercera salida tiene por objeto la participación de don Quijote en las justas que para la festividad de San Jorge iban a celebrarse en Zaragoza. Poco antes de llegar, unos duques acogen en su palacio a los protagonistas. Durante esta estancia Sancho es nombrado gobernador de la Ínsula Barataria, cargo que lleva a cabo con sabiduría y prudencia. Allí la acción se bifurca: los sucesos de don Quijote y los de Sancho. Después, los dos juntos de nuevo se dirigen a Zaragoza, pero en una venta cercana descubren que ha sido publicada la segunda parte apócrifa de Avellaneda (publicada en 1614) y deciden desmentir al falso historiador y no pasar por esta ciudad. Parten hacia Barcelona, donde son tratados con gran afecto y en su playa don Quijote será vencido por el bachiller Sansón Carrasco, un vecino de su misma aldea enviado por la familia para llevarlo de vuelta a casa. Este, disfrazado como “Caballero de la blanca luna”, le exige volver a su pueblo y no salir a vivir nuevas aventuras hasta dentro de un tiempo. Al llegar don Quijote recupera la cordura, cae enfermo y muere a los pocos días. En esta salida escudero y caballero salen durante algunos meses. Las diferencias esenciales con la primera parte son dos: desaparecen las historias intercaladas; y ya no es tanto el hidalgo el que interpreta fantásticamente la realidad, sino que aparecen personajes que, por afán de divertirse a su costa, fingen un ambiente caballeresco. Sucede así durante la estancia de los protagonistas en el palacio de los Duques, en la que Sancho es nombrado gobernador de una ficticia ínsula. Un aspecto original de esta segunda parte es que los personajes conocen la historia del hidalgo, pues se dice que han leído el primer libro, lo que permitirá muchos juegos literarios. 6 Temas e interpretación Cervantes escribió la novela con la intención de parodiar los libros de caballerías de moda en la época, tomando como modelo dos de los más importantes: Amadís de Gaula y Tirant lo Blanch. Los intelectuales humanistas de la época criticaban este tipo de libros por diversos motivos, como estar escritos por malos literatos o contener numerosas mentiras. Cervantes enfoca la crítica a través del humor y la parodia. Los lectores de la época lo detectaban inmediatamente. La obra fue leída como libro cómico durante los siglos XVII y XVIII. Ya en el siglo XIX, los románticos harán una interpretación muy diferente según la cual don Quijote representa el valor de los ideales de libertad y justicia enfrentados a una realidad y una sociedad prosaicas. Don Quijote es una persona idealista que quería dedicar su vida a ayudar a los necesitados y a impartir justicia, cosa que consigue transformando la realidad. En este sentido en su locura está su grandeza. En cierto modo, Cervantes a través de don Quijote, un loco, realiza una fuerte crítica a la sociedad de su época. Asimismo también destaca como tema dentro de la obra la propia literatura, que se manifiesta por distintas vías: crítica literaria pues los personajes hablan de literatura, parodia de historias caballerescas, utilización de los géneros más leídos de la época, pullas dirigidas a escritores contemporáneos y el papel del escritor como hacedor de un mundo de ficción. Personajes El Quijote está poblado de una amplia gama de personajes, aunque sus protagonistas principales son don Quijote y Sancho Panza. Don Quijote aparece caracterizado socialmente como un hidalgo, el grado más bajo dentro de la nobleza. Con esta condición no podía aspirar a convertirse en caballero, por lo que su decisión sería chocante para los lectores de la época. Además, ronda la edad de cincuenta años, lo cual era por entonces un anciano, en contraposición a la juventud de los héroes caballerescos. Con el poco dormir y el mucho leer enloquece y tiene la obsesión de convertirse en caballero andante. Pero fuera de esta manía se muestra un claro entendimiento y altos valores, pues la libertad y la justicia son los principios por los que se rige. Una de las consecuencias de su locura es el continuo contraste entre la realidad y lo que él cree ver. Su fantasía transforma lo que ve para encajarlo en el marco caballeresco, y cuando la realidad lo deja en situaciones ridículas, lo atribuye a magos y encantadores empeñados en que no pueda llevar a cabo su misión. Sancho Panza se trata de un labriego pobre cuyo aspecto físico contrasta con la figura de su señor. Recuerda a la figura literaria del rústico, el bobo o el gracioso, pero a lo largo de la historia va adquiriendo una personalidad más 7 compleja. Si don Quijote encarna el idealismo y la cultura libresca, Sancho representa el aspecto material de la existencia y la sabiduría popular, expresada en los frecuentes refranes que utiliza. Sin embargo, al hilo de las aventuras y de los diálogos que intercambian, las personalidades de ambos se van contagiando recíprocamente. Entre aventuras, golpes, riñas, risas y sufrimientos se establece entre ambos una relación de profunda amistad y lealtad. Dulcinea del Toboso solo existe en la imaginación de don Quijote. Es una figura femenina idealizada que encarna toda la virtud y hermosura del mundo. Pero en realidad , la mujer real que inspira esta figura es una joven aldeana vulgar del Toboso, contraria en todo a lo que don Quijote imagina en ella. A imitación de los héroes de sus novelas, el hidalgo la hace destinataria de su amor y de sus hazañas. El ama, la sobrina, el cura, el barbero y el bachiller Sansón Carrasco son personajes del hogar y de la aldea de don Quijote. Constantemente intentan hacerlo desistir de su delirio y volver a su hogar. Además, a lo largo de la obra desfila una variopinta galería de personajes, extraídos de la realidad social de su época, de la literatura anterior o inspirados en la biografía del escritor. Estilo El estilo de la obra es sencillo y llano en apariencia. El autor sigue el ideal humanista de un estilo natural, equilibrado y sin afectación. Sin embargo, un detallado análisis revela el sabio manejo de numerosas figuras retóricas (ironías, elipsis, juegos de palabras, antítesis, etc.), con las que el autor consigue dar singulares perspectivas a su relato. La riqueza de registros, el contraste de perspectivas, el uso de la ironía y la complejidad de las técnicas narrativas son las características estilísticas más destacadas. Los personajes presentan una cuidada caracterización lingüística que los define. Se sigue el denominado decoro poético, según el cual los personajes debían emplear un habla acorde con su estatus social y cultural. Por eso aparecen diferentes registros de habla, que se aprecian en los diálogos, que sirven para caracterizar a los personajes. Don Quijote emplea diversas jergas, según las circunstancias. Con frecuencia, usa un lenguaje arcaizante, imitado de los libros de caballerías, que sorprende a los demás personajes. En algunos de sus discursos utiliza un registro culto y elaborado, que solo algunos personajes podrían comprender. El habla de Sancho es menos variada, más regular, ya que no participa de la visión de su señor, aunque a veces se contagia de las locuciones de este. Se caracteriza, por su parte, por el uso de refranes. Otra característica del habla de Sancho, además de su charlatanería, es la deformación de las palabras cultas, algo que don Quijote se esfuerza en corregir sin éxito. También destaca el tratamiento y enfoque de la realidad. En lugar de ofrecer una visión única de los acontecimientos narrados, se ofrece un juego de perspectivas distintas en función de la mirada individual de quien la observa. Los numerosos diálogos son uno de los medios para ofrecer esas visiones diferentes de los hechos. La ironía también incide en el distanciamiento con el que se relata la realidad. Está presente en la parodia de los libros de caballerías, en los papeles que desempeñan algunos personajes, en los comentarios del narrador, en los diálogos o en el hecho de designar como historia real un relato de ficción.
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