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Orientación Universidad
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minorias etnicas resumen, Resúmenes de Trabajo Social

Asignatura: Estructura de los SS.SS en España y Europa, Profesor: María Teresa García Giráldez, Carrera: Trabajo Social, Universidad: UCM

Tipo: Resúmenes

2013/2014
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Subido el 21/01/2014

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¡Descarga minorias etnicas resumen y más Resúmenes en PDF de Trabajo Social solo en Docsity! LECTURA Nº 9. ACTUACIONES EN EL ÁMBITO DE MINORÍAS ÉTNICAS AUTÓCTONAS Y EXTRANJERAS La presencia en distintos países de Europa de una pluralidad de ciudadanos, comunidades o grupos étnicos, autóctonos o extranjeros, en situación de desigualdad social, económica y cultural, agravada a menudo por manifestaciones de racismo, discriminación o xenofobia, ha movido a la mayor parte de los gobiernos de los países democráticos a impulsar actuaciones y desarrollar políticas de igualdad compensatoria. La Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, la debatida Constitución europea han introducido explícitamente los principios de igualdad y de no discriminación entre los valores en los que se asienta la Unión y consideran las disposiciones en este sentido de aplicación general, siendo además obligación de la Unión no sólo definirlas, sino aplicar también aquellas políticas y acciones que al combatir la discriminación fomentan la igualdad de oportunidades para el pleno desarrollo social y la mejora de la calidad de vida de las personas. 1. La conceptualización de la perspectiva etnocultural Los conceptos en materia etnocultural han ido evolucionando del terreno reactivo hacia otro activo. De las propuestas de carácter defensivo y de reacción contra las ideologías y prácticas racistas y discriminatorias se ha pasado al establecimiento de una serie de medidas de acción positiva con objeto de alcanzar un trato igualitario. Cada vez con mayor rigor se toma conciencia de que la presencia de personas cuya diferencia se reconoce y respeta, refuerza y enriquece la democracia. El concepto uniformador de la ciudadanía del siglo XIX aunque desde el punto de vista formal incluía a ciudadanos de un mismo territorio y reducía a una sola su cultura, lengua, religión, etc., desde el punto de vista sustancial dejó fuera de ella la diversidad y les aplicó un trato discriminatorio que redundó en un perjuicio por su ser diferentes. Posteriormente con las conquistas de derechos económicos, sociales y culturales, el espacio de la ciudadanía se fue ampliando a la vez que se iba reconociendo ésta como ciudadanía diferenciada. Racismo La primera observación acerca de este término es su complejidad y su diferencia por su relación con la idea de raza, del de discriminación. Se considera una ideología y una práctica en desuso, toda vez que ya se han puesto en tela de juicio las teorías que sostenían las jerarquías raciales o étnicas entre individuos y grupos humanos. Algunos autores consideran que, lejos de haber desaparecido, este fenómeno está latente y emerge en momentos de crisis políticas, nacionales, económicas, etc., por lo que su estudio no ha de ser abandonado. Casáus define: La valoración generalizada y definitiva de unas diferencias biológicas o culturales, reales o imaginarias, en provecho de un grupo y en detrimento del otro, con el fin de justificar una agresión y un sistema de dominación. Las actitudes racistas se pueden expresar como conductas, imaginarios, prácticas o ideologías. Pueden proceder de una clase social, de un grupo étnico, de un movimiento comunitario y de las instituciones o del Estado. Otros autores apuntan incluso al “nuevo racismo”: Se inscribe en el marco de un ‘racismo sin razas : un racismo cuyo tema dominante no es la herencia biológica, sino la irreductibilidad de las diferencias culturales; un racismo que, a primera vista, no postula la superioridad de determinados grupos o pueblos respecto a otros, sino ‘simplemente’ la nocividad de la desaparición de las fronteras, la incompatibilidad de las formas de vida y de las tradiciones: lo que se ha podido llamar con razón un racismo diferencial. Los racismos viejo y nuevo se inscriben en el plano de las conductas, afectan a diversos campos de las relaciones interpersonales, sociales e institucionales. Se distinguen de los estereotipos y los prejuicios que son además otras formas elementales diferentes de racismo, aunque están muy relacionados con la discriminación y se refuercen mutuamente. El concepto de discriminación es más lábil y polisémico. La Directiva del Consejo de la Unión Europea define dos tipos de discriminación: • Discriminación directa: “cuando, por motivo de origen racial o étnico, una persona sea tratada de manera menos favorable de lo que sea haya sido o vaya a ser tratada otra en situación comparable”. • Discriminación indirecta: “cuando una disposición, criterio o práctica aparentemente neutros sitúe a personas de un origen racial o étnico concreto en desventaja particular con respecto a otras personas, salvo que dicha disposición, criterio o práctica pueda justificarse objetivamente con una finalidad legítima y salvo que los medios para la consecución de esta finalidad sean adecuados y necesarios” Sin embargo no todas las formas de discriminación tienen como finalidad privar de derechos a la persona o al grupo discriminados. • La discriminación positiva es una estrategia que se define por una serie de medidas que toman las instituciones públicas dirigidas a un grupo determinado para suprimir y prevenir una discriminación o compensar las desventajas resultantes de actitudes, comportamientos y estructuras discriminatorias existente. La discriminación es un trato diferenciado y desigual a un grupo o a las personas que lo componen por pertenecer al mismo, en diversos ámbitos de la vida social, a causa de uno o varios rasgos y socialmente construidos como diferencias negativas en relación al grupo dominante. La discriminación en el espacio laboral, la vida social, educación, alojamiento, acceso a servicios sociales, uso de los espacios públicos, etc., donde se pueden manifestar tres tipos de discriminación: • Discriminación institucional: aquella que plantean las normas públicas vigentes y las prácticas administrativas, que permiten hablar de “marco institucional discriminatorio”. • Discriminación estructural: se produce en los dispositivos generales del mercado de trabajo, que ofrece pistas indirectas de discriminación • Discriminación en la empresa: se puede manifestar de distintas formas respecto a los grupos étnicos. Con frecuencia es una discriminación no declarada, no aparece como intencionada, pero es una discriminación individual, abierta, ejercida a través de actores diversos: empresarios, intermediarios laborales. Identidad y diferencia acompaña una valoración positiva de la multiplicidad cultural. Los ejemplos han variado desde la asimilación cultural, a la pérdida de la cultura o al meelting pot. El modelo intercultural tiene como rasgos clave: la creencia en que todas las personas tienen igual dignidad; el convencimiento de que todas las culturas son iguales y que merecen el mismo respeto las propias que las ajenas; la valoración positiva de la diversidad sociocultural que se corresponde con una actitud antirracista y antidiscriminatoria; y el reconocimiento del otro con su propia forma de ser. 2. El debate sobre las políticas culturales Las políticas asimiladoras que acompañaron este proceso excluyente pusieron en marcha programas de incorporación ciudadana que informaban sobre los derechos, favorecían el aprendizaje de la lengua dominante, animando a la naturalización o adopción de la nacionalidad del país, etc.; pero han comportado también aspectos de exclusión, según la perspectiva de las comunidades étnicas dominadas. Las políticas se pueden entender bajo varias perspectivas: la de los grupos discriminados y su visión acerca de las políticas multiculturales y multiétnicas conducidas por el gobierno; o la concepción participativa de la gestión de las políticas públicas, teniendo en cuenta la participación de la sociedad civil en la creación de espacios de consenso y zonas de conflicto entre culturas, ya sea desde la perspectiva multicultural como de la intercultural. En el debate sobre el pluralismo cultural y sus modelos –multicultural e intercultural- las principales opiniones que apoyan o critican el multiculturalismo se resumen en las siguientes: • La primera defiende el multiculturalismo como factibilidad del reconocimiento de los derechos culturales de todas las diversas identidades colectivas. La crítica que se les hace es que entre unas culturas y otras existen conflictos de derecho irreductibles por lo que difícilmente se puede llegar a una armonía y a un acuerdo entre culturas incompatibles entre sí. Esta postura se situaría en el marco del pensamiento progresista • Como postura opuesta a la anterior: se argumenta lo inevitable del “choque de civilizaciones”, el conflicto entre unas culturas que son incompatibles entre ellas, y lo inexorable del primado de una sobre las demás, como ha sido habitual en Occidente, o la existencia de un mosaico de culturas diversas sin comunicación entre ellas o al menos con relaciones mínimas. • La posición que se podría calificar de centro-derecha y se denomina asimiladora, sólo aceptan el pluralismo cultural condicionado a su integración en los valores occidentales identificados con el consenso liberal en torno a los derechos individuales. Por lo tanto su postura resulta ambivalente, puesto que es tolerante con aquellas culturas dispuestas a integrarse, pero en cambio resulta excluyente con las culturas disidentes; defendiendo el etnocentrismo occidental como forma de vida que las demás tienen que aceptar. • Una cuarta respuesta ante el pluralismo cultural es la que acepta con realismo el inevitable conflicto de derechos que genera, para tratar de resolverlo con el mayor pragmatismo posible. Propone un modus vivendi transaccional y tolerante que busca compromisos y acomodos viables entre las partes. Para ello hacen falta instituciones mediadoras que negocien compromisos entre los distintos derechos e intereses en disputa y traten de llegar a arreglos provisionales que sólo serán válidos mientras funcionen, por lo que habrán de renegociarse de nuevo en cuanto dejen de serlo: un compromiso de mínimos y todo ello por precaria y contingente que resulte la coexistencia así lograda. Esto debe llevarse a cabo a través de los espacios públicos que pone a disposición la Administración, será donde se potencie la participación de inmigrantes y ciudadanos y aflorará el consenso (y el conflicto) en torno a la necesidad de la “acomodación” de ambos colectivos con el apoyo de las instituciones. Se defiende la multiculturalidad a través de lo que llama “políticas de acomodación. Las bases de acomodación sobre las que es posible establecer la coexistencia entre inmigrantes, instituciones y ciudadanos tienen un doble objetivo: • Gestionar la desorientación de los inmigrantes, actores sociales y ciudadanos ante la nueva realidad de la inmigración, recurriendo a medidas pedagógicas y socializadoras para crear la cultura de la acomodación, entendida como una forma compartida de percibir el proceso multicultural, sus efectos y prioridades para la gestión, de modo que se generen márgenes de confianza en los espacios públicos de interrelación • Tomar como unidad de análisis la relación entre los extranjeros y los ciudadanos autóctonos con las diferentes estructuras institucionales donde tanto aquéllos como éstos jueguen un papel protagonista en los espacios públicos de interacción. Se trata de crear y fomentar espacios de contacto y zonas de conflicto entre inmigrantes, ciudadanos y diferentes instituciones. La operatividad del enfoque intercultural consiste en incorporar los principios anteriormente en las políticas públicas. La aplicación de la igualdad y la no discriminación racial o étnica tiene que hacerse en todos los aspectos y las dimensiones de la ciudadanía común. 3. La inmigración en España. Evolución y marco legislativo Varias fases: • Primera etapa, de 1970 a mediados de la década de 1980. Se trata de una inmigración centroeuropea y nórdica (65%) e inicia la latinoamericana (18%) y africana (10%) en particular de países con lazos históricos con España. La primera Ley Orgánica 7/1985, de 1 de Julio, sobre derechos y libertades de los extranjeros en España fue más bien una ley de adaptación a la normativa europea y a las políticas de seguridad que debían asumirse por la incorporación de España a este concierto de naciones con objeto de regular los flujos migratorios, pero no se tomaba conciencia de la realidad de la inmigración. • Segunda etapa: de mediados de la década 1980 a finales de la década de 1990. España se va conformando como país receptor, en particular de población norteafricana, e inician los procesos de regularización (1991) que van a alterar la representación precedente: incrementa el número de personas extracomunitarias frente a las centroeuropeas como población extranjera residente. Su perfil: varones solo norteafricanos y asiáticos que van situándose en la construcción, servicio domestico y agro. La incorporación de España y la transformación de Comunidad en Unión Europea “naturaliza” a los extranjeros originarios de este territorio, y les confiere casi los mismos derechos que los nacionales, además de que les otorga un estatus más elevado que a otros extranjeros. En esta fase se incrementa sensiblemente el número de africanos, asiáticos y latinoamericanos, situándose por encima de los europeos. Hay también un diferente perfil entre la población extracomunitaria: la inmigración africana es masculina, mientras que en la latinoamericana hay presencia de mujeres en proporción más elevada. Se experimentan cambios en las prácticas administrativas con el inicio de las políticas de integración social (reconoce el derecho a la reagrupación familiar y a la educación y otras prestaciones sociales para los menores, independientemente de la situación administrativa en la que se hallen los padres) • Tercera etapa: de 2000 a 2007, fase de asentamiento e institucionalización. La reforma de la Ley de Extranjería de 2000 y las posteriores modificaciones, así como el Reglamento de Extranjería permitieron en 2005 regularizar a los extranjeros que llevaban residiendo legalmente al menos tres años, y disfrutaban o podían conseguir un contrato laboral. Esta norma introdujo cambios sustantivos, orientados más hacia las políticas de inmigración que de integración social, aunque favorecía en éstas el proceso de reagrupación familiar y la garantía del acceso al sistema de becas y ayudas. La ley no permitía la presencia de un porcentaje de alumnos de origen extranjero superior al 25% en las escuelas, pero algunas han superado este porcentaje • Cuarta etapa, a partir de 2008 hasta el presente. Etapa en la que ha habido un incremento de la población inmigrante, pero su flujo se ha ido reduciendo sensiblemente entre 2007 y 2009.La crisis tiende a desestabilizar la inserción laboral de la inmigración. Se reformula el discurso sobre la gestión de la misma y retorna la lógica de la exclusión, refiriéndose a la inmigración como población “sobrante”. La crisis ha producido un retroceso en las condiciones de vida de los inmigrantes cuyas evidencias son: trabajos más precarios, creciente paro, obstáculos para la empleabilidad, peores coberturas, vuelta al servicio doméstico, etc 4. Estructura de las políticas de inmigración de la Administración general y autónoma. Plan Estratégico de Ciudadanía e Integración (2010-2014) Las diferencias entre las políticas de inmigración y las políticas de integración de la inmigración residen en la finalidad que persiguen: aquéllas están más atentas a la seguridad nacional y se traducen en políticas de gestión y control de las fronteras y sus instrumentos abordan cuatro aspectos: la política de admisión, las bases de la política de control, la política de integración social y la política de prevención. Las políticas de integración persiguen crear las condiciones positivas de carácter económico, social y cultural para la integración de los inmigrantes, sobre todo de los admitidos legalmente. El Informe anual de políticas de inmigración y asilo (2010) aborda los principales debates políticos y legislativos y sociales. Señala que en las dos últimas décadas, las políticas de bienestar se han orientado a las personas mayores, en detrimento de la protección de la infancia y la juventud y sin tener en cuenta que la pobreza, la marginación y la exclusión social no son solo una cuestión de derechos individuales, sino de sostenibilidad de la propia sociedad. La población que está padeciendo el mayor impacto de la crisis económica la constituyen tres grupos: las personas jóvenes con cargas familiares o sin ellas, las personas con bajos niveles de formación y capacitación laboral, y las personas inmigrantes. Estos colectivos suelen asumir los trabajos más precarios, no sólo en términos de condiciones laborales sino también salariales. Los recortes presupuestarios inciden en los programas relacionados con las políticas de integración de la inmigración. A esta grave situación se añade la restricción del derecho universal a la protección de la salud. El Real Decreto 1192/2012 reconoce solo a ciudadanos extranjeros con residencia en el territorio nacional la titularidad del derecho a la protección de la salud y a la atención sanitaria. La negativa a expedir la tarjeta sanitaria europea a personas residentes en España con derecho a las asistencia sanitaria con arreglo a la normativa de algunas comunidades autónomas en España había sido criticada por la Unión Europea y ha puesto de manifiesto la fragilidad del mecanismo de reconocimiento del derecho a la protección de la salud en este país. Es preocupante que los derechos básicos de los residentes se puedan modular en función de la conveniencia política y la coyuntura económica. 5. La comunidad gitana en España y su incidencia La perspectiva etnocultural aplicada al pueblo gitano tiene su razón de ser en la situación específica de esta comunidad dentro de la sociedad europea, y en la española en concreto, donde importante elemento de transformación social y cultural de muchos sectores de la población gitana 4. Sistema ocupacional en transición. Los sistemas de parentesco, género y matrimonio traducen una enorme apuesta reproductiva. El trabajo y ocupación constituyen otra raíz de la diferencia con los no gitanos. Sus ocupaciones típicas fueron durante siglos un factor clave para mantener los límites étnicos con los no gitanos. Han desempeñado numerosos oficios, también como albañiles, metalúrgicos o peones agrícolas, además de los más conocidos relacionados con la música, la chatarra, el ganado y la venta ambulantes. Su sistema ocupacional se ha caracterizado por operar en familia o entre parientes y a pequeña escala. 5. Formación y educación. La falta de instrucción y formación profesional y la baja cualificación laboral son un problema no sólo para la juventud gitana, que carece además de modelos viables y variados dentro de su propio grupo étnico lo que puede acarrearle un futuro de severos problemas como minoría. El analfabetismo total y funcional no es solo patrimonio de la juventud gitana, afecta también a un sector importante de adultos, pero sobre todo a las mujeres. 6. Habitat y vivienda. Desde hace siglos a los gitanos españoles no se les puede considerar propiamente nómadas, sus desplazamientos son periódicos o estacionales y sobre todo de carácter laboral, pero dentro de unos circuitos generalmente estables. Se produce una segregación residencial étnica, aún en las zonas y viviendas de nueva construcción, que no han sido cuidadas de forma adecuada y se han degradado notablemente, convirtiéndose se nuevos guetos de miseria, abandono. . Estos barrios o asentamientos son zonas de exclusión, e incluso de amenaza para la mayoría de la población. 4. Las políticas sociales para la población gitana Actualmente las políticas sociales con la población gitana están adquiriendo especial relevancia. Varios organismos internacionales están preparando la “Década para la Integración de los Gitanos en Europa. También la Estrategia Nacional para la Inclusión Social de la Población gitana 2020, profundiza en buenas prácticas y busca la complementariedad entre las políticas generales y las específicas y entre los enfoques de mainstreaming (inclusivos) y los específicos, en cinco áreas clave: educación, empleo, vivienda y salud, con especial atención a la población romaní procedente de otros países. Uno de los ámbitos fundamental, el de la participación de las asociaciones gitanas en la esfera pública, ha sido impulsado con la creación en el año 2005 del Consejo Estatal del Pueblo Gitano, así como con el reconocimiento de su cultura y la puesta en valor de su contribución para la cultura española en general. El II Programa Operativo Plurirregional Lucha contra la Discriminación está financiado por el Fondo Social Europeo, para “Atraer a más personas al mercado laboral, haciendo del trabajo una opción real para todos y todas, fomentando la empleabilidad, la inclusión social y la igualdad entre hombres y mujeres, impulsando, especialmente, la integración sociolaboral de las personas jóvenes, paradas de larga duración, inmigrantes, personas con discapacidad y en riesgo de exclusión del mercado de trabajo”. Además de esta estrategia, el Plan de Acción para el Desarrollo de la Población Gitana refuerza el desarrollo de políticas compensatorias hacia aquellos sectores de población afectados por desventajas, sean éstas económicas y sociales o por desigualdad de trato en razón del origen étnico. La Estrategia Nacional para la Inclusión Social de la Población Gitana en España que define en cada una de las cuatro áreas clave para la inclusión social unos objetivos cuantitativos a alcanzar en el año 2020, así como unas metas intermedias en el año 2015. Además de haberse puesto en marcha el Consejo para la Promoción de la Igualdad de Trato y no Discriminación de las Personas por el Origen Racial o Étnico en cuyo seno se encuentran representadas dos asociaciones de defensa de los intereses de la comunidad gitana, la incorporación y el papel que las mujeres gitanas en muchos ámbitos ha dado como resultado una participación cada vez más activa en el mercado laboral, en el asociacionismo
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