Mitos: Meleagro y el Jabalí, Orfeo y Eurídice, Jacinto, Apuntes de Filología Clásica

¡Descarga Mitos: Meleagro y el Jabalí, Orfeo y Eurídice, Jacinto y más Apuntes en PDF de Filología Clásica solo en Docsity! MELEAGRO Y EL JABALÍ DE CALIDÓN Un verano, Eneo, padre de Meleagro y rey de Calidón, mientras hacía ofrendas a los dioses, olvidó sacrificar a Diana, protectora de la región. La diosa enojada para vengarse envió un enorme jabalí para devastar las posesione reales. Meleagro se fue con algunos compañeros a dar caza al animal. La primera en golpear al jabalí fue la bella Atalanta, virgen cazadora amada por Meleagro, quien le ofreció la piel y la cabeza del animal. Los otros cazadores, indignados porque le habían entregado el trofeo a una mujer, se abalanzaron sobre ella y se la robaron con con violencia. Meleagro, enojado por lo sucedido, mató a Plessipo y Tosseo, los dos hermanos de su madre Altea: esto causó su muerte. De hecho, en su nacimiento, los Tres destinos habían predicho que su vida no duraría más que la brasa quemada en el hogar en ese momento. Hasta entonces, Altea había guardado la brasa, pero cuando se enteró de la muerte de los hermanos, arrojó de nuevo a las llamas el tizón y Meleagro disminuyó gradualmente hasta morir. ORFEO Y EURÍDICE Orfeo, un cantante y músico tracio, se casó con la ninfa Eurídice, quien murió el día de la boda debido a la mordedura de una serpiente. De hecho, el matrimonio había estado precedido por graves presagios: Oreo, el himeneo, dios del matrimonio, había sido invocado en vano, no había pronunciado palabras rituales, pero sobre todo su antorcha no se había encendido. Orfeo, desesperado por la muerte prematura de su esposa, decidió bajar al inframundo para rogar a los señores de esos lugares que se la devolvieran. Su súplica a Plutón y Proserpina fue acompañada por el espléndido sonido de su lira: invocando al Amor, un dios también conocido como Inferi, Orfeo pidió que su amada pudiera regresar con él a la tierra, que el hilo de su vida se había roto demasiado pronto. Si los dioses le hubieran negado esta posibilidad, él también habría permanecido en ese lugar. La súplica de Orfe conmovió a las sobrinas de Tantalus, e incluso las Furias lloraron por primera vez, conmovidas por esa canción. Una, si embargo, fue la condición dada a Orfeo para recuperar a su amada: no debía mirarla hasta que salieran del valle del Averno, de lo contrario habría sido en vano. Orfeo llevó a Eurídice por un camino empinado y brumoso. Sin embargo, no lejos de la salida, tal vez por temor a perderla, el músico contravino el pacto y se volvió para mirarla. Inmediatamente, Eurídice fue devorada, trato Orfeo sin éxito de estirar los brazos para agarrarla y, por última vez, se despidió de su amor. Orfeo trató de llegar a Inferi por