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Movilidad Humana y lucha armada, Apuntes de Sociología

Aquellos que han nacido en otros lugares que no son los de sus padres, se unen a grupos extremistas para luchar por sus ideales

Tipo: Apuntes

2017/2018

Subido el 26/01/2018

luis-almiron-vargas
luis-almiron-vargas 🇨🇷

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¡Descarga Movilidad Humana y lucha armada y más Apuntes en PDF de Sociología solo en Docsity! JOVENES TERRORISTAS HUYENDO DE LA LIBERTAD Y DE LA AUSENCIA DE IDEALES LA LIBERTAD no es sólo posibilidad de expresión, alivio de la vida de ataduras oscurantistas, emancipación del hombre de su estado de minoría de edad, como había definido Kant clásicamente a la ilustración. La libertad es también una experiencia de vértigo y de soledad que conlleva el riesgo de vivir sin refugio, sin garantías últimas, sin certezas definitivas y fuera de discusión. El mismo Nietzsche, que fue uno de los mayores defensores de la libertad del sujeto frente a toda verdad que pretende imponerse como absoluta, insistía constantemente en recordar que la libertad genera angustia, miedo, que el navegar en mar abierto puede generar una nostalgia seductora por la tierra firme. Es en este sentido com o el psicoanálisis ha interpretado la psicología de las masas de los grandes sistemas totalitarios del siglo XIX. Psicología de las masas y análisis del Yo (1921) de Freud, Psicología de masa del fascismo (1933) de Reich y Fuga de la libertad (1941) de Fromm constituyen una especie de trilogía fundamental sobre el fenómeno social del fanatismo de masa y de sus procesos identificadores que han constituido el cemento psicológico de todos los totalitarismos decimonónicos. UNA tesis general se repite en estos tres textos: no es verdad que los seres humanos amen su libertad sin ambivalencias; prefieren renunciar a ella a cambio de la tutela autoritaria de su vida. Si la libertad comporta siempre la posibilidad de la crisis, la incertidumbre, la duda, la desorientación, es mejor huir de ello para buscar en un absoluto Otro una seguridad granítica e inamovible sobre el sentido de nuestra presencia en el mundo y de nuestro destino. Esta fotografía de la psicología de las masas parece haber hecho -al menos en Occidente- su recorrido. La nueva psicología de las masas ya no se funda, efectivamente, sobre la mirada hipnótica del Padre-patrón, sobre el líder como encarnación del Otro absoluto y sobre la exaltación acrítica de la Causa (la Naturaleza, la lucha de clases, la Raza). La cultura patriarcal, de la que el totalitarismo fue la apoteosis más aberrante y cruel, se ha disuelto lentamente. En Occidente ya no es central la dimensión tiránica de la Causa ideal que conducía a la guerra de masas, sino el individualismo exacerbado, el impulso a la propia afirmación personal, la hipertrofia narcisista del Yo. Al cemento armado de los regímenes totalitarios poco a poco le ha sucedido una atomización de los lazos sociales causada por la decadencia fatal de la dimensión del Ideal con respecto a la cínica del disfrute. El culto pragmático del dinero ha sustituido al culto fanático del Ideal. El nihilismo occidental non surge ya de la congregación de las masas dispuestas a sacrificar la vida por el triunfo de la Causa, sino del capitalismo financiero y de su búsqueda espasmódica de un provecho que querría prescindir totalmente de la dimensión del trabajo. El nihilismo contemporáneo no se manifiesta ya en la lucha sin cuartel contra un enemigo ontológico, sino como efecto de una caída radical de toda fe ante el Ideal. Es al paso época de la paranoia a la perversión. Los sucesos dramáticos que últimamente han sacudido a Francia y a Europa conllevan un cambio de escena ulterior. La crítica que la cultura islámica más integrista dirige contra Occidente es una crítica que toco nuestro punto débil: el nihilismo occidental ya no está en grado de dar sentido a la vida ni a la muerte. El dominio del discurso capitalista ha demolido efectivamente toda concepción solidaria de la existencia dejando ya despachada la cuestión más esencial: ¿nuestra forma de vita colectiva es ciertamente la única forma de vida posible? ¿La idolatría nihilista por el dinero ha hecho ciertamente imposible cualquier otra fe? ¿Nuestra libertad ha llegado verdaderamente a conseguir hacer la vida más humana? El hecho de que Occidente ya no sea capaz de repensar conscientemente sus formas (alienadas) de vida, ha abierto la posibilidad de que las críticas a lo que hay haya tomado las formas terribles de una vuelta regresiva a la ideología totalitaria. Es una enseñanza del
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