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Obra de teatro: La trilogía de Lorca y las mujeres opprimidas, Resúmenes de Literatura Española

En este documento, se explora la intencionalidad de Federico García Lorca en su trilogía de tragedias, donde se abordan universos de mujeres en obras como 'Bodas de sangre', 'Yerma' y 'La casa de Bernarda Alba'. Se analizan las representaciones de mujeres protagónicas y su lucha contra la opresión, como en el caso de 'La zapatera prodigiosa' y 'Mariana Pineda'. Se destaca la utilización del adjetivo 'prodigiosa' para rescatar la maravilla de una mujer que decide por sí misma y no se deja gobernar por la sociedad.

Tipo: Resúmenes

2020/2021

Subido el 01/05/2022

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¡Descarga Obra de teatro: La trilogía de Lorca y las mujeres opprimidas y más Resúmenes en PDF de Literatura Española solo en Docsity! 1 Poesía, mujeres y tierras oscuras Introducción: Federico García Lorca (1898-1936 Granada) es conocido como uno de los grandes poetas de la Edad de Plata de la literatura española. También se dedicó intensamente a otras disciplinas, como el teatro, el dibujo y el piano. Desde muy joven comenzó a hacer teatro, representando obras infantiles con marionetas. Siempre, especialmente después de su viaje a Nueva York (1929-1930), mantuvo los ojos y el corazón muy abiertos a la realidad de la miseria, y del sufrimiento ajeno de los más desgraciados; y él quería hablar de esto, de la vida de verdad, por eso la llevó al teatro; dónde, mezclando el dolor con colores, música y poesía relataba la vida de gente de pueblo, la muerte, el amor, el silencio de las mujeres, la negación de libertad y en definitiva el corazón humano. Lorca sitúa la acción dramática en los pueblos oscuros de España, donde relata el vivir de las mujeres, cada una con su problemática. Esto lo consigue a la perfección gracias a su capacidad para reflejarse en el alma de las mujeres, en su tragedia, sus más íntimos conflictos. Parece que el poeta aparte de querer mostrar la realidad tuviera la necesidad de denunciarla de alguna forma, no de forma directa, claro, pero señalando intencionadamente su papel en el mundo, quería dar voz al silencioso sufrimiento femenino y plantar en escena un grito desgarrador. Ahora, para poder exponer detalladamente esa intencionalidad, exploraremos los universos de mujeres en distintas obras, entre ellas: la trilogía de las tragedias (Bodas de sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba), Mariana Pineda y La zapatera prodigiosa. Desarrollo: La zapatera prodigiosa (farsa violenta en dos actos) El texto de La zapatera prodigiosa es definido por su autor como farsa violenta en dos actos; el adjetivo violento, se refiere a la fuerza, al ímpetu con la que el poeta imaginaba que debía ser interpretada la pieza teatral. “La zapaterita representa a todas las mujeres del mundo y también el alma humana. Por eso, la farsa, en el fondo, es un gran drama” dijo una vez Federico García Lorca. Parece ser que Lorca comenzó a pensar sobre ella en 1923 o 1924, terminó la redacción en 1926, pero no se estrenó hasta cuatro años más tarde, el 24 de diciembre de 1930, en Buenos Aires Otro elemento que llama la atención es la utilización del adjetivo “prodigiosa”, como también podría ser “maravillosa”, “increíble”. Lorca quiere rescatar la “maravilla” de una mujer que decide por sí misma y que no se deja gobernar por habladurías o costumbres de una comunidad poco sana y un tanto opresora. “Yo quise expresar en mi Zapatera, dentro de los límites de la farsa común, sin echar mano a elementos poéticos que estaban a mi alcance, la lucha de la realidad con la fantasía (entendiendo por fantasía todo lo que es irrealizable) que existe en el fondo de toda criatura.” (Federico, 1926) La mujer de un zapatero, casada por conveniencia e insatisfecha con su vida y su historia amorosa; ella giraba los veinte y él pasaba los cincuenta; La zapatera crea fantasías y sueña 2 enamorados imposibles. Mientras el zapatero trabaja, ella charla por la ventana con vecinos y vecinas en un gesto de libertad, y esto al zapatero desespera Ella solo quiere ser ella, quiere vivir, quiere entender; pero la sociedad estrecha y machista en la que vive y de la que su maduro esposo participa no le va a permitir ese acto de libertad. Entonces el zapatero cansado por tal desprecio, la abandona. A partir de aquel momento ella se quedará sola: sin amistad alguna con vecinos, sin marido, sin honra y sin ternura. Solo le queda su propia defensa contra malas lenguas y pretendientes; y la compañía de un niño, ajeno a su pesar, que la quiere y comprende tal como es. Con la lejanía, los recuerdos se mezclan con añoranza y entonces su zapaterito ya no es real, sino una invención: portentoso, galán, dulce… en este punto la zapatera consigue por fin la fusión entre el deseo y la realidad. La actitud fuerte y brava de esta muchacha la mantendrá fiel a su marido y al reencuentro entre casual y manipulado, descubrirá la adoración reciproca de aquel que una vez la abandonó por no amarla. Yerma: Así es como Federico titula la obra que dedicará a la mujer estéril. Yerma es la segunda obra de la trilogía dramática de la tierra española que compuso Lorca. Comenzó a construirla poco después del estreno de Bodas de sangre, en 1933. Y el 29 de diciembre de 1934, se estrenaba en el Teatro Español de Madrid. El éxito de crítica y de público fue extraordinario. Ya en marzo de 1935 se celebró su centésima representación. La obra, según las declaraciones de Lorca, no tiene un verdadero argumento; cierto es que tiene un tema, el endurecimiento del carácter de Yerma, que vive en tensión extrema por su problemática y esto la enfrenta primero consigo misma, luego con su marido y de alguna forma, con la sociedad en la que vive. Siendo una obra en la que ya de inicio conocemos el final de la protagonista, estará el principal interés en el cómo se va cumpliendo su destino, en cada matiz de los procesos dramáticos y psicológicos que otorgan autenticidad y belleza al personaje. En Yerma no es tan relevante su condición fisiológica de esterilidad, sino su obstinación a negarse a aceptarla, su incapacidad de vivir como mujer sin hijos. Hace de la maternidad un valor absoluto y necesario en las mujeres. Se añaden a la problemática una serie de condiciones que hacen imposible satisfacer su maternidad: al ser un anhelo más fisiológico que emocional, Yerma rechaza la adopción; a esto se le añade la frustración amorosa y su supersticiosa implicación en la gestación, pero al mismo tiempo el concepto de honra de la propia Yerma que establece como un inflexible código de conducta, se siente orgullosa de su “honradez” más que como imposición como carácter propio; como un patrimonio familiar, al menos nadie lo tiene tan firme ni estricto como los de “su casta”. Con todo esto, la maternidad en Yerma no será una opción, pero ella creerá desesperadamente porque no hacerlo sería aniquilarse a sí misma. Comienza entonces a dudar de su feminidad, y a perderla paulatinamente: - 5 Bodas de sangre, es tal vez, la obra que más se aleja del planteamiento de este trabajo. Tanto formal, expresión artística, como temáticamente. Cierto es que es una tragedia, sí, pero es su teatro más poetizado, de noble intención artística, en el que inciden lo poético y lo fantástico. Escrita en alternancia en prosa y verso, utiliza un lenguaje hermosísimo para exponer corazones abiertos. Una tragedia que se hunde en las raíces más profundas de la sociedad, la cultura y en definitiva del corazón humano. Por eso la enmarca en la más primitiva tierra andaluza, exenta del yugo del racionalismo excesivo, en un ámbito rural y en su propio tiempo. Plantea una realidad irracional, primitiva, de fuerzas sobrehumanas que marcan el destino de los seres humanos. No es ficticia, o por lo menos, no completamente. Lorca comenzó a gestar esta creación después de un truculento suceso muy sonado en la época que apareció en los periódicos, lo llamaron “el crimen de Níjar”, el 22 de julio de 1928, campo de Níjar, provincia de Almería. La obra se estrenó entonces el 31 de mayo de 1933, en Barcelona y acabó recogiendo un gran reconocimiento con todas las representaciones nacionales e internacionales realizadas. En un pueblo andaluz, un paisaje rústico y calamitoso, está por celebrarse una boda entre dos familias, relacionadas de forma distinta con una tercera, la de los Félix. En la familia del Novio, el marido y uno de los hijos fueron asesinados por esta familia, por lo que la Madre, dolida y rencorosa, atesora a su único hijo. La Novia mantuvo durante tres años una relación con Leonardo Félix. Sin embargo, aunque este último está casado y ya tiene un hijo, no ha podido olvidar a la Novia. La boda entonces, sirve como preludio a la tragedia. En medio de la celebración, la Novia decide escaparse con Leonardo, pues ella también está determinada bajo el poder de una pasión irracional. Ante la fuga el pueblo se moviliza hacia el bosque, el Novio el primero. Entonces aparecen en escena dos personajes simbólicos: la luna y la muerte, que serán en verdad, la causa última de la tragedia. El hecho fatídico llega a su culmen, el Novio y Leonardo mueren, apuñalándose el uno al otro. Así, la novia sobrevive y queda públicamente como culpable, mientras que la Madre, quien venía vaticinando la tragedia, se queda definitivamente sola, amarga y mortificada de dolor y fatalidad. El tema principal de Bodas de Sangre es la dicotomía entre el amor y la muerte, se tiene que entender el amor como algo pre-lógico, un impulso irracional determinante, una fuerza instintiva que tiende a la unión natural y contiene en sí misma los principios de destrucción: el despecho, la agresividad, imposibilidad, etc. Siendo un mundo pre-lógico el que retrata el poeta, el tema del sacrificio es de vital importancia. La muerte es un elemento englobador en la obra de Lorca; gracias al título, deja de ser relevante el hecho de morir para pasar a preguntarnos cómo, por qué mueren los protagonistas. El cuchillo, la navaja y el puñal constituyen una obsesión en toda la obra lorquiana. El cuchillo es siempre, al mismo tiempo, fascinante y funesto en boca de la madre: “La navaja, la navaja… Malditas sean todas y el bribón que las inventó… No sé cómo te atreves a llevar una navaja en tu cuerpo ni cómo yo dejo a la serpiente dentro del arcón.” (Lorca,1933) El cuchillo representa el cómo de ese sacrificio doble. Ahora bien, el porqué de sus muertes, el agente de la tragedia no es otro que la luna. La teatralización o personificación de la luna es lo más original y lo más mítico de todo el teatro lorquiano; ya poco tiene que ver con la realidad del “crimen de Níjar”. En esta encarnación 6 escénica, la Luna es ayudada por otro personaje, la Muerte, que se disfrazará de mendiga. El poeta nos hace ver las dos víctimas de la luna que van a morir pronto. El uno a manos del otro, pero haciéndonos saber cómo en realidad son los dos quienes mueres a manos de la Luna. Los ha elegido de antemano y de las víctimas, uno de ellos que ve en la luna su destino, dice: “Clavos de luna nos funden mi cintura y tus caderas.”(Lorca,1933) Las muertes de los hombres son sentidas y expuestas desde el dolor de las mujeres: la Novia y la Madre. Ambas se quedan solas y no se pueden consolar entre sí. La Madre culpa a la Novia de la muerte de su hijo, esta se intenta justificar, no es culpable, era una fuerza imposible de resistir la que le empujó a huir. Lorca, no justifica a la novia, pero por primera vez un autor dramático permite en la escena española que la pecadora se defienda como “no culpable”. No hay una justificación para ella, porque más bien no se la puede juzgar desde la moralidad. “¡Tu hijo era mi fin y yo no lo he engañado, pero el brazo del otro me arrastró como un golpe de mar…” (Lorca ,1933) La Madre no puede aceptar esta explicación y comienza a venerar la muerte de sus hijos, ha tomado de repente un tono que nos puede recordar a Bernarda: “Quítate las manos de la cara! Hemos de pasar días terribles. No quiero ver a nadie. La tierra y yo. Mi llanto y yo. Y estas cuatro paredes.” (Lorca, 1933) Mariana Pineda (Farsa violenta con bailes y canciones populares de los siglos XVIII y XIX en dos partes, con un solo intervalo) En palabras del autor: “En la muchedumbre de las sombras poéticas, Mariana Pineda venía pidiendo justicia por boca de poeta. La rodearon de trompetas y ella era una lira. La igualaron con Judit y ella iba en la sombra buscando la mano de Julieta su hermana. Ciñeron su garganta partida con el collar de la oda y ella pedía el madrigal libertado. Cantaban toda el águila que parte de un aletazo la dura barra de metal y ella balaba mientras como el cordero, abandonada de todos, sostenida tan solo por las estrellas. Yo he cumplido mi deber de poeta oponiendo una Mariana viva, cristiana y resplandeciente de heroísmo frente a la fría, vestida de forastera y libre-pensadora del pedestal.” (Lorca,1927) Es así como Lorca apelado por un deber más propio que su sangre, decide rendir un homenaje a la gran figura femenina histórica de Mariana Pineda, (Granada, 1804-1831) viuda y madre de dos hijos de corta edad que fue denunciada en el reinado de Fernando VII por pertenecer a una conspiración liberal y condenada a muerte por haber bordado en una bandera la leyenda "Ley, Libertad, Igualdad" y por negarse a delatar a sus compañeros. El autor quería hacerla justicia como heroína más humana que nosotros, una heroína angustiosamente viva, movida por un amor que “muerde su alma sencilla” y que muere heroicamente por amor y libertad, que llegan a fusionarse y volverse indistinguibles. La representación en los escenarios de Mariana Pineda se vio condicionada por las trabas que impuso la censura de Primo de Rivera. El estreno tuvo lugar en 1927, en el Teatro Goya de Barcelona. La protagonista borda una bandera liberal para don Pedro de Sotomayor, su enamorado y cabecilla del movimiento revolucionario contra Fernando VII. Tras facilitar la fuga de prisión de este, Don Pedro se reúne con otros conspiradores en casa de Mariana, pero la llegada de Pedrosa, autoridad gubernamental, los obliga a escapar. Pedrosa, que conoce la conspiración, intenta que Mariana acceda a sus requerimientos amorosos a cambio de desconocer su implicación. Ella no cede y es apresada, recluida en un convento; espera confiada a que la 7 rescate su amor, don Pedro, aunque este está lejos, ya en Inglaterra, esperando a la próxima oportunidad de levantamiento; Mariana podría evitar la condena de muerte si delatase a sus compañeros, pero se mantiene leal a la lucha; por lo que acepta su destino y es ejecutada. “¡Yo soy la Libertad, porque el amor lo quiso!¡Pedro! La Libertad, por la cual me dejaste. ¡Yo soy la Libertad, herida por los hombres! ¡Amor, amor, amor y eternas soledades!” (Lorca,1927) Así finaliza la obra, con estas palabras de Mariana Pineda, momentos antes de subir al cadalso a morir. Ella ha amado con la amplitud del mar, primero a un hombre, que no merecía el título de salvador del pueblo. Acompañado de este amor llegaron las ideas libertarias, no es entonces la libre pensadora que se retrata en la historia. Mariana Pineda tiene su final trágico en un primer momento por ese amor poco sano, hacia un hombre que no la ama. Pero de la cristalización del amor y el posterior abandono, Mariana Pineda se reafirma en la libertad, se identifica con ella y se transforma en ella. Sabe que se ha convertido en un símbolo: una mujer que, en aras de la libertad, cosió una bandera y después fue condenada a muerte injustamente. Es una heroína que decide morir, concienciada del cautiverio intrínseco a la condición humana, para alcanzar la última y verdadera Libertad. Conclusión: Las voces de las mujeres lorquianas revisadas en este trabajo son la memoria de la España de aquella época, son parte de un momento histórico y de un contexto social, en el que sus vidas están atravesadas por de la culpa, el silencio y la violencia ;una violencia tan explícita como implícita en la opresión social, en los juicios populares sobre la moral y la conducta, en las habladurías, en los estigmas y en ese concepto de honra que ha determinado de una manera tan profunda la vida de las mujeres. El silencio es el hilo conductor de todas las mujeres en la obra de Lorca. Todas se ven abocadas al silencio como herramienta de supervivencia, unas lo imponen y otras lo padecen. Esta sinuosa violencia se transcribe como sordera, una barrera anti-comunicativa que no deja oír el lamento, expresar deseos, escucharse unas a otras. El silencio mantiene la base de todo un sistema que las oprime, es una burbuja que acumula tensión, en algún momento estalla y junto a la liberación siempre aparece la tragedia (excluyamos el caso de la zapatera). Romper la burbuja significa quedarse fuera de ella y rebelarse contra todo, la resolución no puede ser pacífica, es un conflicto insalvable. En el reverso de la moneda, Lorca también nos presenta mujeres rebeldes, irreverentes, cuyo comportamiento es un grito al silencio: la valentía e identificación con la libertad de Mariana Pineda, la violencia de Yerma, el deseo de la Novia, la trasgresión de Adela, la verdad de María José, el carácter de la zapatera. Ellas y su fuerza representan toda la admiración que Lorca tenía por el universo femenino y toda la capacidad de reflejar sus almas al servicio de la creación artística. Para finalizar este trabajo, me gustaría hacer una mención especial a una mujer que, sin exponerlo abiertamente, ha seguido la marcha de este periplo, y es: Margarita Xirgu, la actriz y posterior directora teatral que se vistió con la piel de la mayoría de las protagonistas lorquianas. Federico estrenó casi todas sus obras importantes con ella: Mariana Pineda, (1927); La zapatera prodigiosa (1930), Yerma (1934), Doña Rosita la soltera o El lenguaje de las
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