NIETZSCHE CUESTIONES:1)Explica las ideas que expone Nietzsche en el texto (2 p, Apuntes de Historia del Arte

¡Descarga NIETZSCHE CUESTIONES:1)Explica las ideas que expone Nietzsche en el texto (2 p y más Apuntes en PDF de Historia del Arte solo en Docsity! NIETZSCHE CUESTIONES: 1) Explica las ideas que expone Nietzsche en el texto (2 puntos). “¿Me pregunta usted qué cosas son "idiosincrasia" en los filósofos?... Por ejemplo, su falta de sentido histórico, su odio a la noción misma de devenir, su egipticismo. Ellos creen otorgar un honor a una cosa cuando la deshistorizan, sub specie aeterni [desde la perspectiva de lo eterno], - cuando hacen de ella una momia. Todo lo que los filósofos han venido manejando desde hace milenios fueron momias conceptuales; de sus manos no salió vivo nada real. Matan, rellenan de paja, esos señores idólatras de los conceptos, cuando adoran, - se vuelven mortalmente peligrosos para todo, cuando adoran. La muerte, el cambio, la vejez, así como la procreación y el crecimiento son para ellos objeciones, - incluso refutaciones. Lo que es no deviene; lo que deviene no es...”. Este fragmento de “El crepúsculo de los ídolos” plantea una crítica de la Filosofía Tradicional, heredera, según Nietzsche, del 'error' socrático-platónico. La Filosofía Tradicional es dogmática porque sostiene que hay conceptos fijos y verdaderos en sí mismos, independientemente de los hombres y cognocibles sólo por la Razón (“momias conceptuales, las llama Nietzsche). También es reflejo de los miedos propios de los seres humanos y de su necesidad permanente de encontrar seguridades. En este sentido Nietzsche es un declarado admirador de Heráclito y de su concepción de la realidad como un continuo devenir dialéctico. Así, las cosas, los conceptos, en tanto de productos de las mentes humanas están en permanente cambio. El supuesto Mundo Verdadero de la Fª Tradicional termina convirtiéndose en una burda fábula. Al cuestionar el concepto de ‘Mundo Verdadero’, con sus conceptos inmutables, Nietzsche critica el concepto mismo de ‘verdad’. No hay verdades en sí mismas, como sostienen muchos filósofos. Lo que llamamos ‘verdad’ es una valoración subjetiva que ha sido aceptada por una comunidad de hombres (a menudo en base a determinados intereses y de una manera más o menos violenta). Olvidamos que la ‘verdad’ o la moral misma tienen su historia (por eso la alusión a la 'deshistorización'). La ‘verdad’ o la ‘mentira’ son metáforas, cuentos, ilusiones que hemos inmovilizado atribuyéndoles las características de algo definitivo. Y todo aquello que se inmoviliza se convierte en antinatural, se opone a los instintos y a las emociones, se convierte en un arma contra el hombre mismo. La ‘verdad’, en todo caso, es aquello que sirve a alguien para algo. Verdad son los fenómenos, lo que ocurre, lo que deviene, no los conceptos o las ideas. Para Nietzsche, en definitiva, no hay verdades sino interpretaciones. Las cosas se ven según la perspectiva de cada cual. El hombre occidental no ha dejado de ser un 'camello'. Nuestra cultura nos carga con pesados fardos (prejuicios, pecados, deberes, credos, mandamientos, ilusiones...) enajenándonos de nuestra propia vida (una suerte de ‘alienación’ en términos nietzscheanos). La Filosofía Tradicional, a su vez, pretende guiar al camello por la senda de supuestos ‘mundos verdaderos’, con sus artificios racionales y metafísicos. 2) Explica el significado que tienen en Nietzsche los términos o expresiones siguientes: (3 puntos). – Dionisiaco Nietzsche empieza su análisis filosófico con un análisis de la cultura griega (en la que se encuentra el origen de nuestra cultura) y en la que encuentra dos elementos contrapuestos: un elemento apolíneo que representa lo racional, lo teórico, la conciencia clara y lúcida, el desprendimiento de las pasiones y los instintos, la frialdad calculadora. Y un elemento dionisiaco que representa lo natural, lo terrenal, lo vital, lo instintivo, lo emocional y sentimental, la danza, la música, la embriaguez, la poesía... En las antiguas tradiciones culturales griegas (en la tradición homérica, por ejemplo) ambos elementos se encontraban en equilibrio. El Hombre era entendido como una fusión de elementos apolíneos (racionales) con elementos dionisiacos (instintivo). Sin embargo se produjo -desde el punto de vista de Nietzche- la irrupción de Sócrates en escena, proponiendo una ruptura del anterior equilibrio al abogar por la relación: Razón = Verdad = Virtud (Bien). Esta relación suponía un clarísimo decantamiento por el componente apolíneo en detrimento de lo dionisiaco. Y aquí reside para Nietzsche el origen de todos los males de la cultura occidental, el nacimiento de la tragedia. Sócrates se convierte en ‘el gran corruptor’ al aniquilar los sentimientos, los instintos y las emociones en favor de los dictados de la Razón. Pone conceptos y abstracciones donde antes había juego y arte, orden y medida donde antes había espontaneidad, temor donde antes había nobleza. A partir de aquí, la Filosofía -y la Cultura en general- se ha centrado en la búsqueda racional de la verdad, suponiendo, además, que lo real y lo virtuoso de identifica con ésta. – Mundo aparente Platón no solo acepta este desgajamiento entre lo instintivo y lo racional sino que además divide la realidad en dos mundos: el Mundo Inteligible (verdadero) que representa lo racional y el Mundo Sensible (engañoso) que representa lo emocional e instintivo. Para Platón había que sepultar nuestro lado sensible si queríamos acercarnos al conocimiento de las ideas. Este habría sido el comienzo de un dualismo que nos habría hecho creer en la existencia de un Mundo Aparente al que pertenecería todo lo sensible, lo terrenal, lo corpóreo mientras que el 'Mundo Verdadero' sería el propio de la razón, lo espiritual, lo eterno e inmutable. Para Nietzsche más bien habría que invertir los términos o pensar que lo único que tenemos es precisamente lo que hasta ahora se ha despreciado por toda la Filosofía, la Religión y la Cultura occidental. Calificar lo sensible como falso o aparente es una forma de huida de nuestra propia naturaleza, eso es lo que hacen los débiles y temerosos. Para Nietzsche el 'Mundo Verdadero terminó convirtiéndose en una fábula'. Aquí se encuentra, en la oposición entre el 'Mundo Aparente' y el 'Mundo Verdadero', el origen de la corrupción y la decadencia de la Cultura Occidental. Esta ha desarrollado una serie de artificios metafísicos (Razón, Dios, Moral...) que es preciso desenmascarar porque se oponen a los valores que provienen de los deseos, de las emociones, de la vida plena, en definitiva. – Moral contranatural En La Genealogía de la Moral Nietzsche investiga -etimológica e históricamente- el origen de muchos de los prejuicios morales (‘lo bueno y lo malvado’, ‘la culpa y la mala conciencia’ y ‘los ideales ascéticos’) llegando a la conclusión de que son básicamente antinaturales. Los valores que han prevalecido en la cultura occidental son ficticios: las ideas de ‘bondad’, ‘obediencia’ o ‘altruismo’ -por