¡Descarga La naturaleza, Dios y la moral en las visiones de Sade y Nietzsche y más Resúmenes en PDF de Historia de la Filosofía solo en Docsity! Si la naturaleza te acerca a Dios que sepas que Dios te desconecta de la naturaleza. Nietzsche y Sade Por Rafael Palés Cases Las visiones de Sade y Nietzsche muestran algunas similitudes con respecto a la moral. Ambos defienden su naturalización, Lo que la tradición judeo-cristiana considerada tradicionalmente como “bueno” pasa a ser desde este punto de vista algo malo. Ambos autores diferirán de esta perspectiva. En el caso del Marqués de Sade esto se hace patente cuando afirma que el ser humano debe obedecer, nutrirse y servirse de las pasiones,que nacen de su interior, puesto que es lo único que nos conduce a la felicidad, despreciar todo lo que sea contrario al placer. Se debe destruir consecuentemente a la virtud, la tradición y a la educación que perpetúa ese rechazo al placer, los sentidos, las pasiones y la vida. Hay que ser el libertinaje, pervirtiendo los principios de la moral. Esto es, según Sade, la llamada de la naturaleza. El hombre sólo debe su existencia a los designios de la naturaleza. Dios es sólo una quimera creado por la razón. Todas nuestras ideas, afirma Sade, son representaciones de los objetos que nos golpean. Dios es así una idea sin objeto. Todo principio es un juicio, todo juicio es resultado de la experiencia y ésta sólo se adquiere a través del ejercicio de los sentidos, de lo que se sigue que los principios religiosos no demuestran nada ni son innatos. De allí que una fundamentación de la moral no pueda proceder de principios trascendentes. Desde un punto de vista naturalista, la bondad, que ha sido tradicionalmente considerada como una virtud, no es más que una actitud de los débiles. El deber de cumplimentar una moral naturalizada será el del egoísmo. El placer, según Sade, debe ser propio y sin importar si este ha sido a costa de los demás. Como expuso Darwin mediante la selección natural, sólo los más fuertes prevalecerán. La crueldad así para Sade es una virtud y no un vicio. Nietzsche, criticará a todo aquello que obstaculice el flujo de los instintos y la naturaleza en general, sobre los cuales debemos levantar nuestra moral. Por esta razón Nietzsche orienta su crítica a el cristianismo, el cual niega la voluntad del hombre, convirtiéndolo en un animal débil, enfermizo, mediocre; domesticado. Nietzsche se adscribe a la selección natural, tal y como Sade también había dicho , los débiles no deben sobrevivir como pasa en la naturaleza para que imperen los más fuertes. Sade y Nietzsche comparten que la “compasión” pasa a ser uno de los antivalores más dañinos para el individuo, puesto que mediante él se niega su poder, fuerza elemental que rige a la vida. Nietzsche propone así también una inversión de los valores cristianos; lo bueno pasa a ser todo aquello que eleve al hombre al ejercicio de su voluntad de poder, y la felicidad radicará en la superación de la resistencia para lograrlo. Se emprende así en la tarea de naturalizar los valores, para que estos vuelvan a responder a los deseos, placeres e instintos. Vuelve a instaurarse así el egoísmo como virtud. Sin placer no hay vida, la lucha por el placer es la lucha por la vida. Uno ama a los demás, afirma Nietzsche, por los sentimientos gratos que despiertan en nosotros. El criterio de evaluación pasa a ser así la utilidad individual. Pero el objetivo de Nietzsche va más allá que la mera servidumbre a la naturaleza que promulgaba Sade.Nietzsche busca llegar al “superhombre”. Es cierto que para esto el hombre debe volver a ser un animal, pero esto no es más que una etapa para algo superior. Si bien
