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Paradigma teórico marxista de las relaciones internacionales., Guías, Proyectos, Investigaciones de Relaciones Internacionales

Aproximación a las relaciones internacionales desde el paradigma teórico marxista

Tipo: Guías, Proyectos, Investigaciones

2019/2020

Subido el 08/01/2020

franmartinugr1
franmartinugr1 🇪🇸

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¡Descarga Paradigma teórico marxista de las relaciones internacionales. y más Guías, Proyectos, Investigaciones en PDF de Relaciones Internacionales solo en Docsity! Paradigma teórico marxista de las relaciones internacionales Por Francisco Eduardo Gallegos Martín [Escriba aquí] 1. Introducción Si bien diversos autores han tratado en su concepción las relaciones internacionales, como hiciera Kant en su pequeño ensayo, “La paz perpetua”, si nos detenemos en la concepción marxista de las relaciones internacionales se debe a que plantea una serie de sujetos políticos y económicos internacionales que traspasan los Estados, por lo que nos encontramos ante un paradigma que plantea una superación misma de las relaciones internacionales, como se explicará a continuación. Esto nos plantea una propuesta interesante a analizar desde una situación en la que no son pocos las manifestaciones de una necesaria revisión sobre las teorías de las relaciones internacionales teniendo en cuenta el “agotamiento” de las contemporáneas visiones teórica en las relaciones internacionales. Que los paradigmas teóricos de las relaciones planteen la necesidad de ser superadas o disputadas por otras perspectivas teóricas ha venido ocurriendo con el desarrollo de las relaciones internacionales, principalmente en el siglo XX. Ahora en el siglo XXI se nos plantean unas determinadas relaciones internacionales en un contexto de una mayor competencia entre las principales potencias internacionales. En el presente trabajo, partiendo de obras y análisis sobre este tema, principalmente el texto de Castells Mendivil1 se busca tratar el paradigma teórico de las relaciones internacionales como un medio crítico de las actuales relaciones y una propuesta de transformación en el enfoque en el que son llevadas estas relaciones. Debemos dejar claro que en el presente trabajo entendemos por marxismo aquella propuesta e interpretación político-económica que parte de las bases establecidas por Karl Marx y Friedrich Engels y desarrollada a partir de esas bases. Aún así también nos centraremos en las diferencias entre todas aquellas corrientes e incluso Estados que se consideran marxistas y cuales son sus teorías y prácticas en lo relativo a las relaciones internacionales. Tanto en el plano académico como en la práctica de los Estados, es evidente que el paradigma teórico que vamos a tratar a continuación no tiene cabida, pero no por ello debemos ignorar visiones y teorías minoritarias que al mismo tiempo contemplan un nuevo paradigma no solo en las relaciones internacionales sino también en las relaciones sociales. Los paradigmas teóricos mayoritarios tanto entre los estudiosos de la materia como en la práctica en las relaciones entre los Estados han venido cambiando o sustituyéndose con el devenir histórico ya que las relaciones y acontecimientos han obligado a un replanteamiento del fundamento teórico de las relaciones internacionales. También es cierto que a la hora de tratar los planteamientos teóricos de las relaciones internacionales, estos parten principalmente del mundo académico anglosajón, 1 Castells M., A. La concepción marxista de las relaciones internacionales. [Escriba aquí] Pero esa necesidad de la organización política internacional es un constante en el marxismo debido a su concepción que anteriormente señalábamos. Es por ello que en 1889 se retoma el proyecto de organización política a nivel internacional, pero de una forma diferenciada a como se había realizado con la AIT. Si bien esa organización había desaparecido, se conformaron posteriormente diversos partidos y sindicatos obreros, como el SPD en Alemania o el PSOE en España. Por tanto, la Segunda Internacional se conformaba como una federación de partidos políticos nacionales más que como una organización política más homogénea a nivel internacional. Para concluir este apartado introductorio al paradigma marxista sobre las relaciones internacionales podemos resumir en que para Marx y Engels en el mundo se desarrolla un modo productivo cuyos horizontes son todo el globo, como es el capitalismo. Esta revolución económica con origen en Europa conlleva una transformación de los Estados hacia un Estado-nación. Que este sistema económico tiende a conformar una clase social mundial, el proletariado, y que esa nueva clase social debía organizarse políticamente 3. El marxismo y el imperialismo Como veíamos anteriormente, el propio Marx dejaba entender en su análisis del desarrollo de la economía capitalista que la globalización o expansión de este sistema económico sería el fermento no tan solo para la transformación del Estado-nación, sino que las relaciones de estos sería mucho más conflictivo debido a las necesidades macroeconómicas del proceso de acumulación y expansión del capital y de la necesidad de nuevos mercados4. A este análisis de la economía mundial contribuirían posteriormente, ya en el siglo XX, tanto Rosa Luxemburgo como Lenin con sus respectivas obras de lo que denominaron el imperialismo. Para entender mejor la obra y análisis de cada autor sobre esta temática, expondremos las bases del trabajo de cada uno sobre esta temática y finalmente las diferenciaciones entre ambos autores. Tanto para Rosa Luxemburgo como para Lenin la economía capitalista entraba en una nueva fase que merecía un profundo análisis y que obligaba a reconsiderar diversas posiciones políticas que mantenía el movimiento obrero por aquel entonces. La principal obra de Rosa Luxemburgo acerca del estudio del imperialismo es La acumulación del capital de 1913. En esta obra, partiendo del libro III del Capital de Marx, se analiza que hasta finales del siglo XIX, el proceso de reproducción del capital se realizaba gracias a los mercados internos de los Estados europeos. En estos mercados internos, muchos de carácter aún atrasado o semifeudal, había irrumpido la producción capitalista, posibilitando el proceso de desarrollo y extensión del modo productivo capitalista. Como nos dice en el siguiente fragmento: 4 Marx, K. El Capital, libro III, capítulo XV, 1867 [Escriba aquí] “La existencia de adquirentes no capitalistas de la plusvalía es una condición vital directa para el capital y su acumulación. En tal sentido, tales adquirentes son el elemento decisivo en el problema de la acumulación del capital. Pero de un modo o de otro, de hecho, la acumulación del capital como proceso histórico, depende, en muchos aspectos, de capas y formas sociales no capitalistas.”5 Para Rosa Luxemburgo está claro que la economía capitalista es el primer sistema económico de la humanidad que muestra una clara tendencia a la constitución de una economía global, arrasando al mismo tiempo con modos productivos pretéritos en la historia y que persistían en diversos territorios. Pero el núcleo del análisis y de las conclusiones de esta nueva etapa de la economía internacional es que debido al agotamiento de esos mercados no capitalistas, empezando por los mercados campesinos más cercanos e internos de los propios Estados europeos, surge una intensificación en la lucha y conflicto de los principales estados capitalista en la carrera por la conquista de dichos mercados no capitalistas, principalmente los mercados africanos y asiáticos. Esta necesidad de mercados es por tanto para el análisis marxista de vital importancia para las relaciones internacionales de los Estados europeos y en general de todos los estados capitalistas.6 En segundo lugar, el análisis del imperialismo quedaría incompleto si no nos detuviésemos en la obra de Vladimir Ilich Ulianov, más conocido por su seudónimo, Lenin. Su principal obra centrándose en este fenómeno fue El imperialismo, fase superior del capitalismo, publicado en abril de 1917. El arranque de esta obra plasma un análisis de la situación de la economía capitalista en los principales países capitalista, centrándose sobre todo en Alemania. Lenin describe justo al empezar que “el enorme crecimiento de la industria y la notablemente rápida concentración de la producción en empresas cada vez de mayor tamaño”7. Es en esa primera parte del libro cuando se demuestra a través de los datos estadísticos que las principales empresas de países como Alemania venían reduciéndose y fusionándose en lo que el autor denomina “la tendencia al monopolio”8. Lenin argumenta que esta tendencia se vió posibilitada debido a la última gran crisis de finales del siglo XX ya que muchas empresas quebraron, otras vieron bastante reducidos sus beneficios, por lo que solo las grandes empresas más resistentes sobrevivieron en base a la absorción de otras empresas. Lenin también se detiene ante el estudio de la transformación en el sector bancario, sentenciando que en ese sector, el del capital financiero, también se había reproducido el mismo fenómeno que se había dado en las grandes empresas industriales, debido a la importancia del capital financiero en la reproducción del capital. La evaluación común del desarrollo de capitalismo que hace Lenin es la de que “los capitalistas dispersos se transforman en un capitalista colectivo”9 5 Rosa Luxemburgo. La acumulación de capital, 1913. 6 En este punto debemos tener en cuenta dos potencias económicas internacionales como son Estados Unidos y Japón, ejemplo de la extensión de las fronteras de modo productivo capitalista tanto a América como Asia. 7 V. Lenin. 1917. El imperialismo, fase superior del capitalismo. Fundación F. Engels, pag. 12. 8 Idem, pag. 13. 9 Idem, pag. 23. [Escriba aquí] Para Lenin, la superación de la fase de libre cambio del capitalismo es superado entre finales del siglo XIX y principios del XX debido al reparto de las potencias imperialistas. El reparto colonial está casi completado, mientras que Lenin señala que el próximo objetivo de esas potencias capitalistas será las pequeñas potencias. Al igual que Rosa Luxemburgo, Lenin entiende que esta competencia por los mercados es el factor de la gran guerra que sobreviene en Europa y cuyos ecos se extienden por todo el mundo. La conclusión que podemos extraer acerca del análisis de lo que desde el marxismo se entiende por imperialismo y la relación de este con las relaciones internacionales es clara. La necesidad económica de las ya asentadas potencias económicas capitalistas les hace necesitadas de mercados no capitalistas. Pero debido a la acelerada carrera por esos mercados, se ha plantado las semillas para el choque entre los países occidentales. 4. Relaciones internacionales de la Revolución rusa Hasta el momento hemos analizado las concepciones teóricas y la práctica de las organizaciones marxistas. Pero no es hasta la Revolución rusa y el ascenso de los bolcheviques al poder que nos encontramos con la práctica en las relaciones internacionales desde el Estado revolucionario o la denominada “dictadura del proletariado”. Debemos partir entendiendo que el principal objetivo de los revolucionarios marxistas era extender la revolución por encima de las fronteras nacionales, debido a la perspectiva marxista que exponíamos en el segundo punto de este texto. Antes de la revolución rusa, el otro ejemplo “práctico” de poder revolucionario obrero había sido la Comuna de París, que aunque breve fue de gran influencia a las posteriores generaciones de revolucionarios. En la misma Comuna de París ya se lanzaba la consigna de República Mundial10 en un claro seguimiento de los principios internacionalistas que se proclamaban desde las masas parisienses. Pero en este punto nos centraremos en las relaciones internacionales de la Rusia soviética hasta 1923, el cual se puede considerar el periodo revolucionario o de revolución permanente. La Rusia zarista era una potencia imperial que si bien destacaba por su considerable extensión, para principios del siglo XX era una potencia evidentemente atrasada en comparación con las potencias europeas, entre ellas sus aliados de la Entente, Gran Bretaña y Francia. No fue hasta 1861 que el zarismo abolió la servidumbre en Rusia, y aún así este siguió siendo un país atrasado y principalmente agrario. Esto evidenciaba el atraso político y económico, llevando a considerar en una capa de población de la “clase media” y de la pequeña proporción del proletariado urbano a ver de gran necesidad la transformación de Rusia. Con la guerra contra Japón, causado por el expansionismo de ambos países en la zona asiática del Imperio ruso, se demostró nuevamente que el viejo Imperio zarista no podía hacerle frente a otras potencias más modernas, como el Japón que recientemente había salido del feudalismo y se había transformada en una potencia capitalista y moderna en Asia. Esto provocó en 1905 una movilización masiva por las 10 Koechin, H. (1950) Ideología y tendencias en la Comuna de París. Terramar Ediciones, pág. 21. [Escriba aquí] asentamiento definitivo de Stalin y su poder en la URSS, al referirnos al stalinismo tratamos una corriente, que aunque personalmente crea lejana del marxismo ya que rompe con los principios o fundamentos que tratábamos al principio, se dice heredera del marxismo e introduce a este en el imaginario cuasi religioso de estos regímenes. El socialismo en un solo país fue la posición defendida por el triunvirato Zinoviev, Kamenev-Stalin en las discusiones que se produjeron en los años veinte tanto en el Partido Comunista en Rusia como en la III Internacional en general. Esta posición es fundamental para las relaciones internacionales de la recién formada URSS al igual que para todas las organizaciones políticas que conformaban la III Internacional. Básicamente, se podría resumir “el socialismo en un solo país” que ante la perspectiva de la dificultad de la extensión de la revolución por Europa, el nuevo objetivo era “construir el socialismo en Rusia” y normalizar las relaciones internacionales con las potencias occidentales con el fin de que la abierta enemistad se mantuviera. De esta forma lo trataría el propio Zinoviev16, el cual admitía el fracaso de la “revolución internacional” a corto plazo y que el principal objetivo, en una perspectiva aislacionista, era reforzar “el socialismo allí donde había triunfado la revolución”. Este nuevo posicionamiento que acabaría asentándose como el dominante en las discusiones internas, es clave en las relaciones internacionales, ya que en la práctica supondría un desplazamiento de la revolución como prioridad en la política exterior de la URSS. Este cambio o giro en la política interna y externa se podría ver como un giro a una política internacional más realista que marxista. Una política internacional realista que justificaría las alianzas y tratados con potencias alejadas de la esfera ideológica marxista, desde la Alemania nazi con el Pacto Ribentrop-Molotov en 1939 hasta los acuerdos con las potencias occidentales en el contexto de la Segunda Guerra Mundial. Es ahí cuando entramos en la denominada coexistencia pacífica17 con las potencias occidentales, aunque se mantuvieran relaciones tensas en algunos momentos. También debemos tener en cuenta las denominadas “constantes históricas del expansionismo ruso”18. Para autores como Glojdura este expansionismo ruso ha mantenido la constante necesidad de una expansión que levantase una serie de estados aliados que sirviesen como avanzadillas de protección para la propia Rusia. También la constante de la expansión hacia los puertos del sur, lo cual en el pasado justificó los conflictos con el Imperio Otomano. Pero para mediados del siglo XX, ya con Jruschev al mandode la URSS, se evidencia el nuevo fenómeno del imperialismo ultramarino del Kremlin19, que trasladaría el foco de expansión hacia África y Sudamérica. Es en ese contexto del imperialismo ruso del siglo XX que nos encontramos con dos tipos diferentes de países que surgen bajo el paraguas del Kremlin como esa “avanzadilla de protección” que mencionábamos anteriormente, que muestran caminos diferentes, como son la China de Mao Zedong y la Cuba de Fidel Castro. 16 G. Zinoviev. (1924) De el leninismo. En el Gran Debate (1924-1926). II. El socialismo en un solo país. Siglo XXI España, pág. 28. 17 S. Glojdura. La política exterior de la URSS (1945-1963). Revista de Política Internacional, pág 45. 18 Idem, pág. 49. 19 Idem, pág. 60. [Escriba aquí] La China de Mao es también la China del Partido Comunista Chino, un partido hecho a la medida y bajo el tutelaje de la Internacional Comunista. Esto hizo del Partido Comunista Chino un títere de las pretensiones del Kremlin, aunque fuese mediante el sacrificio de miles de revolucionarios como ocurrió en la masacre de Shanghai de 1927 de la mano del Kuomintang, partido amigo de la Internacional Comunista y con el cual se había obligado a unirse al Partido Comunista Chino. Los restos del partido fueron entregados de mano en mano a enviados desde el Kremlin hasta llegar a las manos de Mao Zedong. Si bien la China comunista era satélite de la URSS, a finales de la década de 1950 se produjo la conocida como ruptura sino-soviética. En un principio se justificó la ruptura bajo la crítica a la nueva corriente en el Kremlin que criticaba a Stalin y en las relaciones apotaba aún más por la “coexistencia pacífica” que mencionábamos antes. La cuestión es que finalmente las relaciones entre la URSS y China se rompieron, llegando a enfrentarse militarmente de forma indirecta como ocurrió con la guerra entre Camboya y Vietnam, y entre este y China. Que las razones de la ruptura fuesen ideológicas se pone en cuestión al tener en cuenta que China se acercó a EEUU en las relaciones internacionales, cuando se suponía que China criticaba la “coexistencia pacífica” por no ser lo suficientemente hostil con las potencias capitalistas. Se podría ver más bien como un intento de “independencia nacional” de la esfera de influencia soviética. De todas formas este conflicto diplomático y político fue trascendental en la historia de la Guerra Fría como señala Lorenz M. Lüthi20 Por otro lado tenemos el ejemplo de la Cuba de Fidel Castro. Este país desde la revolución que depuso al dictador Batista se colocó en la esfera de influencia de soviética. Siendo este un pequeño país, su supervivencia dependía del posicionamiento subordinado que tomase. La revolución cubana no se declaró desde un principio comunista, sino más bien de carácter nacionalista, pero el fracaso de los viajes de Fidel a EEUU terminó por lanzar a Cuba a la esfera de influencia rusa. Si bien es cierto que durante la década de 1960 la relación con la URSS se vio debilitada debido al intento desde La Habana de mantener una posición neutral en el conflicto sino-soviético, finalmente se decantó por la lealtad al Kremlin21 hasta que sobre esta se alzó la bandera roja. En conclusión, nos encontramos como de las tesis revolucionarias e internacionalistas en las relaciones internacionales se pasa a unas tesis nacionalistas o realistas, con el fin de priorizar el posicionamiento como potencias en el escenario internacional. Es este cambio el que lleva a la URSS a modificar su política internacional, aliándose desde con la Alemania nazi a las potencias occidentales hasta asentarse como la segunda potencia internacional, el cambio que lleva a China a distanciarse de la URSS con el fin de afirmarse como potencia independiente y a potencias menores como Cuba a colocarse bajo el ala de una potencia principal 20 Lorenz M. Lüthi. (2010). The Sino-Soviet Split: Cold War in the Communist World. Princeton UP, pág. 1. 21 M. Caballero. (1985). Tormentosa historia de una fidelidad. El comunismo latinoamericano y la URSS. Nueva Sociedad, pág. 9. [Escriba aquí] 6. El marxismo y las relaciones internacionales hoy El marxismo clásico, tal y como se ha entendido a lo largo del presente trabajo, se ha visto enormemente debilitado como paradigma de emancipación universal, siendo desplazado por otras teorías críticas22. Las críticas al marxismo se han producido desde posicionamientos diversos, como los de la Escuela de Frankfurt de Horkheimer y Adorno, el posmodernismo de Lyotard o desde el realismo y el neorrealismo en las teorías de las relaciones internacionales. Unos han señalado desde una crítica a los grandes relatos del siglo XX que el marxismo debía ser superado hacía una liberación individual, las teorías de las relaciones internacionales ha entendido que el marxismo se ha centrado demasiado en la economía en lugar de en la geopolítica23. También se ha señalado las faltas del marxismo en su análisis del Estado y de la política práctica. Todas estas críticas han contribuido, con razón en algunos puntos, a desplazar la crítica marxista y por tanto al proyecto marxista en las relaciones internacionales. Como decíamos al principio de este texto, el proyecto marxista realmente proponía una superación de las relaciones internacionales tal y como las conocemos, dando lugar a una comunidad internacional unida y no separada en estados-nación. Pero la constitución de Estados llamados socialistas, que como comentábamos anteriormente se encontraban fuera del marxismo en fines, vino a desprestigiar al marxismo como crítica y como proyecto. Diversos autores han venido a señalar la necesidad de nuevos paradigmas internacionales24 ante la emergencia de una nueva realidad internacional. En mi opinión, expuesta en este texto, de la teoría marxista de las relaciones internacionales se puede recoger una aspiración de futuro necesaria, otros dirían que utópica, pero que señala en buena dirección. Colaborando y proponiendo para que “el fin del conocimiento deje de ser el poder y la riqueza de unos cuantos y sea el ser humano el centro de sus preocupaciones.”25 Bibliografía - Linklater, A. (2005). Theories of International Relations. Palgrave Macmillan 22 A. Linklater. (2005). Theories of International Relations. Palgrave Macmillan, pág. 132. 23 Idem, pág. 134. 24 A. Pichardo, G. (1998). Hacia nuevos paradigmas en las Relaciones Internacionales. Política y Cultura, pág. 36. 25 Idem, pág. 45. [Escriba aquí]
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