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Reflexiones sobre la cultura: una apuesta por el interculturalismo - Prof. anónimo, Apuntes de Antropología

Este texto propone una reflexión sobre el concepto de cultura, comenzando por una aclaración terminológica y realizando un breve repaso histórico de su abordaje durante el siglo xx. Posteriormente, se abordan los modelos teóricos y propuestas sociales y políticas para enfrentar los encuentros entre grupos culturales distintos, y se intenta aclarar la confusión entre términos como asimilación, integración, multiculturalismo e interculturalismo. Se destaca que la cultura no existe en el mundo real, sino que es una construcción teórica que se utiliza para intentar comprender mejor la realidad social.

Tipo: Apuntes

2013/2014

Subido el 19/05/2014

pitinieva
pitinieva 🇪🇸

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¡Descarga Reflexiones sobre la cultura: una apuesta por el interculturalismo - Prof. anónimo y más Apuntes en PDF de Antropología solo en Docsity! 13 José Ignacio Pichardo G alán 1. INTRODUCCIÓN El concepto de cultura aparece constantemente en nuestra vida diaria: en los medios de comunicación, en nuestras lecturas y conver- saciones, en el trabajo, en la escuela, en nuestros estudios, en la polí- tica… A través de este libro se propone una reflexión sobre dicho con- cepto comenzando, en primer lugar, con una aclaración terminológica del término cultura sobre la cual construiremos el resto del texto (Capítulo 2). Posteriormente realizaremos un breve repaso histórico para acercarnos a los diversos enfoques desde los que durante el últi- mo siglo se ha abordado el concepto de cultura, así como de las refle- xiones que deja abierta la utilización de este concepto (Capítulos 3 y 4). Durante estos primeros capítulos las principales reflexiones y argu- mentos se irán repitiendo, expresados y relacionados de modos diver- sos, en un intento de facilitar la mejor comprensión de los mismos. En la segunda parte del texto nos acercaremos a los diversos modelos teóricos y propuestas sociales y políticas que se plantean para afrontar los encuentros entre grupos culturales distintos, inten- tando aclarar la posible confusión que podemos encontrar entre térmi- nos como asimilación, integración, multiculturalismo e interculturalismo (Capítulo 5). Examinamos los conceptos de raza y etnicidad en el Capítulo 6 con ese mismo espíritu crítico que nos permita establecer las diferencias entre ambos. Siguiendo el carácter abierto y de propuesta para la reflexión que caracteriza al Curso de Humanidades Contemporáneas de la UNED, entramos en la tercera parte de esta obra en alguno de los debates que en estos momentos están en liza y en los que los elementos cul- turales juegan un papel central: las migraciones (Capítulo 7) y el géne- ro (Capítulo 8). Se plantea pues un texto abierto, que no pretende dar verdades absolutas, sino elementos para la reflexión partiendo, eso sí, de los saberes que una ciencia como la Antropología Social y Cultural nos ha ido aportado a lo largo de su historia. Si la persona que lee este texto encuentra en él nuevos conocimientos que la lleven a repensar alguna de sus convicciones previas pensamos que el objetivo estará cumplido. En cada uno de los capítulos se irá haciendo mención a los dis- tintos autores y autoras de los que tomamos las diferentes ideas, refle- xiones y propuestas. Al final del módulo aparece una bibliografía bási- ca que puede consultarse para ampliar cada uno de los temas expues- tos a lo largo del texto. Esta propuesta conecta con los objetivos generales del Curso de Humanidades Contemporáneas de la UNED: un planteamiento exposi- tivo y sinóptico que permita situarse en el estado de la cuestión, para pasar después a los principales debates abiertos al respecto. Todo ello desde la óptica multidisciplinar que nos ofrece la Antropología Social. Para terminar esta introducción me gustaría señalar que este texto pretende ser una apuesta en un doble sentido: por un lado una apuesta por el conocimiento en sí, un conocimiento que nos permite tener más elementos de juicio para encarar la realidad y transformar- la. Desde ahí, muchos de los conflictos relacionados con el concepto de cultura se podrían abordar de un modo más adecuado si rescata- mos lo que la ciencia nos ha enseñado sobre la diversidad cultural y el encuentro entre culturas. Por otro lado en este módulo, como indica el título, apostamos claramente por la interculturalismo, una más de las propuestas para enfrentar la diversidad cultural, y presentamos argu- mentos a su favor desde los que se puede hacer frente a las críticas y el rechazo que genera la interculturalidad en diversos sec- tores sociales. 14 Re fle xi on es e n to rn o a la c ul tu ra : u na a pu es ta p or e l i nt er cu ltu ra lis m o. 17 José Ignacio Pichardo G alán 2. EL CONCEPTO DE CULTURA Como hemos señalado en la introducción este concepto se encuentra presente en nuestro día a día de forma constante. No obs- tante, no siempre lo utilizamos para referirnos a lo mismo ya que "la cul- tura" no existe en el mundo real, sino que es una construcción teórica que se puede utilizar como instrumento para intentar comprender mejor la realidad social. Por este motivo existen múltiples definiciones de cul- tura, no sólo en el uso cotidiano, sino también en el contenido que dife- rentes escuelas de pensamiento dan al término. En lo que se refiere al uso diario, al hablar de cultura nos podemos estar remitiendo a todas aquellas manifestaciones creativas normal- mente relacionadas con el arte, la música, la danza y los bailes, el cine, la literatura, etc. Estas manifestaciones son las que podemos encontrar en la sección cultural de un periódico o entre las competencias de un ministerio de cultura. En línea con esta concepción se indica que una persona tiene cultura si tiene amplios conocimientos sobre todas o algunas de estas actividades (teatro, cine…) o sobre campos más amplios (habla muchos idiomas, sabe de muchos temas, ha realizado una carrera académica, etc.). Por último, también utilizamos la palabra cultura para referirnos a las costumbres y creencias que comparte un pueblo o un grupo de personas: su idioma, su religión, su forma de vestir… De este modo podemos referirnos a la cultura andina, la anda- luza o la de los gitanos. El diccionario de la Real Academia Española (RAE) define cultura en términos similares: 1. Cultivo. 2. Conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico. 3. Conjunto de modos de vida y costumbres, conocimientos y grado de desarrollo artístico, científico, industrial, en una época, grupo social, etc. 4. Culto religioso. […] ~ popular. 1. f. Conjunto de las manifestaciones en que se expresa la vida tradicional de un pueblo. En medio de esta variedad de concepciones es importante comenzar este módulo reflexionando sobre el concepto de cultura de modo que, por un lado, podamos profundizar más sobre el mismo y, por otro, se aclare la concepción desde la que vamos a trabajar duran- te el resto del texto. Como vemos en la definición del Diccionario de la RAE los orí- genes etimológicos latinos de la palabra cultura la vinculan al verbo cul- tivar, lo que pone este concepto en relación con la agricultura, la labranza de la tierra y la transformación de la naturaleza. En este sen- tido se produce una primera dicotomía entre la naturaleza, que sería lo que viene determinado por la biología, y la cultura, referida a la acción del ser humano sobre esa misma naturaleza. De este modo la cultura se entiende también como un medio de adaptación al medio físico, al clima, a los recursos naturales, ya que supone la creación de los instrumentos tecnológicos y de organización que permitan sobrevi- vir en el entorno. Banard (1996:136) señala que posteriormente la palabra cultura adquirió un nuevo sentido al referirse al proceso por el cual el ser humano llega a desarrollarse o ser lo que puede llegar a ser. Este nuevo significado nos remite entonces a la idea de progreso, cambio y evolución, a entender la cultura como algo dinámico. Desde este momento, y durante la Ilustración, se llegó a iden- tificar la cultura con el concepto de civilización, siendo la cultura (entendida como espejo de la sociedad europea de la época) el esta- dio último de un proceso de desarrollo. Como veremos posteriormen- te esta identificación fue superada distinguiendo entre ambos concep- tos: "cultura es una realidad universal, mientas que la civilización corresponde a una fase de la evolución sociocultural." (Malgesini y Giménez, 2000:85). La definición clásica de cultura nos llega de Tylor, un antropólogo de finales del siglo XIX, que entendió como cultura "todo complejo que 18 Re fle xi on es e n to rn o a la c ul tu ra : u na a pu es ta p or e l i nt er cu ltu ra lis m o. Las elaboraciones culturales afectan a muy diferentes aspectos sociales, desde la vivienda a la agricultura pasando por el vestido o nuestra relación con el entorno. de que un esquimal, por ejemplo, reciba mucha más información de un paisaje polar, con diferentes tipos de blancura, consistencia, hielo, etc., donde un occidental solo vería nieve nos muestra que la cultura tam- bién supone diversos modos de concebir y percibir -incluso sensorial- mente- el mundo y la realidad que nos rodea. Otro ejemplo de las diferentes formas de interpretar las conductas entre distintas culturas nos lo dan los elementos no verbales que se producen durante una conversación. Así, en algunas culturas subsaha- rianas el no mirar a los ojos del interlocutor se interpreta como una señal de respeto, mientras que en la cultura occidental se interpreta como una falta de atención en lo que estamos diciendo. Podríamos seguir exponiendo numerosos casos más que ponen de manifiesto las diferencias culturales, pero seguro que toda aquella persona que ha tenido experiencias de contacto con personas de otras culturas puede recordar situaciones que expresan estas diferencias. En la siguiente página reproducimos un cuadro que representa la cultura como un iceberg cuya punta visible está formada por los aspec- tos manifiestos de la cultura y en cuya base, mucho más amplia y pro- funda de lo que se ve desde la superficie, representa los aspectos cul- turales que sólo son apreciables de un modo indirecto. Todas las sociedades tienen una determinada cultura, ya que cada una de ellas tendrá unos valores, creencias, símbolos y manifes- taciones compartidas. Por este motivo, desde esta concepción antro- pológica de lo que es la cultura no se puede hablar de personas sin cul- tura o de que una persona tenga más cultura que otra persona. Nuestra sociedad occidental también tiene su propia cultura, con su propio sis- tema de símbolos, creencias, concepción del parentesco, etc. Tanto un aguaruna de la amazonía peruana como un alto directi- vo de una transnacional tienen sus propios códigos culturales, creen- cias, valores, rituales, símbolos, sistemas de género, etc. compartidos por su grupo de iguales. Desde esta perspectiva no hay culturas más desarrolladas o mejores que otras, sino diferentes. De modo que sería más conveniente hablar de culturas, en plural, frente al concepto de cul- tura como sinónimo de civilización en el sentido que se presentaba durante la Ilustración. Con este ejemplo del aguaruna y el directivo observamos que la cultura no está necesariamente vinculada a un territorio, ni mucho menos a una nación, estado o grupo racial determinado. Puede ser que 22 Re fle xi on es e n to rn o a la c ul tu ra : u na a pu es ta p or e l i nt er cu ltu ra lis m o. UNA REPRESENTACIÓN PICTOGRAFICA DE LA NATURALEZA DE LA CULTURA La cultura es como un iceberg del que sólo es visible un pequeño porcentaje. La parte más amplia de lo que conforma la cultura se encuentra más allá de nuestra conciencia. Por encima de la línea de la superficie se encuentran elementos como las bellas artes, la literatura, la gastronomía, la forma de vida, etc. Debajo se encuentran los elementos culturales que determinan y controlan nuestro comportamiento cotidiano, nuestra forma de pensar y nuestras emociones, pero que no son conscientes. bellas artes literatura teatro música clásica música popular bailes regionales juegos gastronomía vestidos DIRECTAMENTE APRECIABLES INDIRECTAMENTE APRECIABLES concepto del pudor concepto de belleza ideales educativos leyes de descendencia cosmología relaciones con los animales Modelos de relación con los superiores/subordinados concepto de pecado maneras de cortejar concepto de justicia incentivos en el trabajo nociones de liderazgo ritmo de trabajo modelo de toma de decisiones en grupo formas de resolución de conflictos movilidad en la escala social contacto visual definición de la locura funciones relacionadas con el rango social de la edad, el sexo, la clase social, el trabajo, etc. importancia de la amistad concepto del ego lenguaje corporal expresión facial nociones de lógica y condiciones de validez cómo se expresan las emociones — concepto del pasado y del futuro modelos de conversación en diferentes contextos sociales preferencia por la competición o por la cooperación grado de interacción social noción de la adolescencia distribución del espacio físico elcétera *AFS Orientatión Handbook. Vol. IV. AFS International/Intercultural Programs Inc., Nueva York, 1984. un directivo ario en Alemania sea más parecido a un algo directivo afro- americano en Estados Unidos que a un migrante musulmán en Berlín. O que una mujer del campo extremeño comparta una concepción del mundo más cercana a la de una campesina andina que a la de un con- table de Mérida. Las diferencias culturales no sólo son espaciales o territoriales, sino que también vienen marcadas por el género, la clase social, la edad… De este modo, no existen culturas homogéneas, ya que al interior de sí mismas existe una importante variedad. Acompañando al concepto de cultura solemos encontrar el de identidad cultural, entendida como la forma que tiene la persona de sentirse a sí misma en cuanto que miembro de un grupo con el que, en principio, se comparten los valores, creencias, costumbres, cosmovi- sión, etc. El individuo se siente miembro de ese grupo social y el grupo también lo hace miembro, aunque se puede dar el caso de que la per- sona no comparta esa identidad cultural pero desde fuera se la identifi- que con ese grupo, es decir, que se le imponga una determinada iden- tidad cultural. La identidad cultural se convierte en una construcción social en sí misma: la conciencia de pertenencia al grupo es aprendida culturalmente. Para Clifford (1995) la cultura es una ficción colectiva que está en la base de la identidad y la libertad individuales. Esta identidad cultural o étnica, viene acompañada de una valo- ración de sí mismo en cuanto que miembro de ese grupo, ya que a través de esa identidad se recibe prestigio, poder, medios económi- cos… o, por el contrario, desprestigio, sumisión, pobreza… La identidad cultural incluiría todo aquello que hace a los miem- bros de un grupo diferente a otro, e incluye también la voluntad en sí de diferenciarse. Aquí también se puede hablar de una autoestima grupal cultural: cómo se autopercibe el grupo, cómo se valora y piensa que es valorado en cuanto a grupo, a colectivo. Hemos visto cómo en nume- rosos contextos la identidad étnica ha supuesto un elemento de inferio- rización de determinados grupos indígenas, como puedan ser las comunidades aymaras del sur de Perú, para las que durante mucho tiempo (y aún en nuestros días) la utilización de su lengua en público constituye motivo de avergonzamiento. 24 Re fle xi on es e n to rn o a la c ul tu ra : u na a pu es ta p or e l i nt er cu ltu ra lis m o.
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