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Orientación Universidad
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Poema de gilgamesh, Apuntes de Historia de la Educación

Asignatura: Historia de l'educacio a la Catalunya Contamporanea, Profesor: Angel C.Moreu, Carrera: Pedagogia, Universidad: UB

Tipo: Apuntes

2014/2015

Subido el 10/11/2015

elirope95
elirope95 🇪🇸

4.2

(61)

29 documentos

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¡Descarga Poema de gilgamesh y más Apuntes en PDF de Historia de la Educación solo en Docsity! Apuntes sobre los orígenes de nuestra Civilización Daniel Company Seva Diplomado Senior de la UPUA Cubierta: Tablilla de arcilla en relieve, con figura tocando un instrumento de cuerda sentada en una banqueta plegable. Periodo de Isin-Larsa. Años 1955-1700 a. C. Museo Nacional de Irak, Bagdad. company.daniel@gmail.com 23 de abril 2011 Alacant (España) Recapitulación Parte de los contenidos de este trabajo sobre historia antigua son el fruto de la investigación que he realizado para recuperar, documentar y ampliar, algunas de las creaciones conocidas procedentes de los sumerios, acadios y babilonios, dando a conocer su pasado con los documentados arqueológicos encontrados y con los acontecimientos ocurridos y datados. He pretendido, con el esfuerzo investigador realizado, ayudar a rescatar el recuerdo de lo sabido por los conocedores del tema elegido, aportando algunas sorpresas de lo ignorado. Muestro hechos y documentos de hace varios milenios sacados del túnel del tiempo arqueológico y del olvido histórico, todos ellos ocurridos en las tierras que ocupaban los reinos que formaron parte de Mesopotamia y los que estuvieron en la desembocadura de los ríos Éufrates y Tigris en el golfo Pérsico, que hoy forman parte del Oriente Medio. 1.-El nuevo alumbramiento del pueblo y la cultura sumeria se debió a un hecho casual. Un europeo no arqueólogo, pero si amante del pasado persa fue el que conoció en el año 1765 de nuestra Era, en el oeste de Iran, el monumento tallado en la Roca de Behistún, descubriendo el contenido de unos escritos grabados con signos desconocidos y, afortunadamente, los copió y los rescató del olvido histórico dándolos a conocer en Europa a los historiadores asirios y babilonios. Traducido el contenido de los mismos el mundo académico de entonces conoció la 3 existencia de Sumer, lo que permitió a los historiadores cambiar la historia de Mesopotamia hasta entonces conocida y al ser enriquecida, con la aportación escrita de este hallazgo, se recuperó el milenario pasado del primer pueblo civilizado de la historia. 2.- Las primeras semillas de progreso plantadas por nuestros antepasados remotos, las de hace varios centenares de miles de años, fructificaron, heredando los sumerios el fuego y la palabra. Estando ya recorrido ese largo camino que distanció a la especie humana del resto de las tribus competidoras, ellos, los sumerios, aportaron con sus creaciones las bases para el desarrollo intelectual y material que les permitió ser la Primera Civilización de la Humanidad. Crearon y desarrollaron cuatro de las cinco formas diferentes que disponemos los humanos para hacernos entender y comprender con los de nuestra misma especie, siendo estas cuatro creaciones sumerias las que facilitan poder compartir los conocimientos y las emociones entre los hombres, haciendo posible la vida en sociedad. La palabra y el saber escuchar, la escritura y la lectura, la geometría y la representación delineada, la escultura figurativa realizada con metales fundidos y en piedra, y la escritura y lectura de notas musicales han sido, y siguen siendo, las cinco formas preferentes que utilizamos los humanos para comunicarnos con nuestros iguales. Las dos primeras, la palabra y el escuchar, la escritura y la lectura, son adquiridas en el círculo cercano donde hemos nacido y en la comunidad a la que pertenecemos, siendo entendidas y apreciadas, en mayor medida, por los miembros de la misma. Aportando la escritura y la lectura una de las formas más bellas y eficaces de plasmar y comunicar ideas y pensamientos. De las tres formas restantes de comunicación hay una que facilita la creación y el bienestar material de los humanos, es la que representa las ideas mediante el dibujo lineal, o mejor, el dibujo técnico. Con esta invención se hace posible la transmisión de 4 los necesarios mandatos que han de conocer el hacedor o hacedores de los mismos para obtener determinados bienes tangibles, siendo los planos delineados, que requieren saber ser interpretarlos, leídos, los que contenían la información necesaria para realizar el bien ideado. Fueron los sumerios los primeros que utilizaron el dibujo técnico para dar a conocer su tecnología, haciéndolo a escala por primera vez en la historia de la humanidad. Está documentado que esta forma de representación contenida en tablillas de arcilla, la forma técnica de representación de sus invenciones, fue empleada por los sumerios, como mínimo, desde el periodo de Ur I, entre los años 2500-2360 a. C., habiendo constancia documentada de que se estuvo utilizando el mismo soporte, las tablillas de arcilla endurecida, hasta los años 625-539 a. C., en tiempos del imperio caldeo. Necesitaron para trazar sobre la arcilla los dibujos técnicos inventar y fabricar los medios con los que poder realizarlos: la regla; el compás; la escuadra y el cartabón. Descubrieron la forma de obtener los ángulos rectos y el círculo, e inventaron la geometría. Las otras dos formas restantes de comunicación y de dar a conocer sus inquietudes fueron la escultura y la música, completando con ellas el conjunto que transmite emociones complementarias a las procedentes de la naturaleza que todo lo envuelve. Necesitaron desarrollar útiles y herramientas, necesarias para fabricar los moldes donde fundir los metales, en algunos casos nada fáciles, adquiriendo conocimientos de metalurgia para obtener el bronce así como todo lo necesario para poder desbastar, tallar y pulir las esculturas en piedra, junto con la fabricación de los instrumentos musicales para los que compusieron, escribieron y ejecutaron la música que crearon. Las tres últimas creaciones descritas son idiomas universales de comunicación, sobrepasando el ámbito local y comunitario con la que se puede reaccionar, sentir o experimentar en su comprensión, disfrute y entendimiento, habiendo sido heredadas y consideradas por todos los nuevos pueblos como embriones de nuevos desarrollos, llegando hasta nuestros días. 5 el deseo carnal hacia las de su misma especie. Le enseñó una nueva forma de comer y beber viviendo en sociedad. También le enseñó el amor humano y a relacionarse con los nuevos miembros de su nueva tribu, la humana, conociendo el pudor de los hombres aprendió a cubrirse como lo hacía su nueva manada. Obedecer y acatar los mandatos de la jerarquía de su nuevo entorno, el social, fue otro de sus aprendizajes. El “Poema” describe el deseo inalcanzable que manifiesta y revindica el dios- hombre Gilgamesh, quiere alcanzar la inmortalidad. Lucha para lograr la vida eterna que para sí se habían reservado los “dioses creadores”, llegando a saber que la misma está únicamente reservada a las divinidades elegidas, él, a lo más que puede aspirar, es “a que su nombre sea eterno”. 4.- En lo referente al ordenamiento jurídico hay un texto redactado en sumerio, con escritura cuneiforme en unas tablillas de arcilla endurecidas, que reproduce parte del código promulgado por Ur-Nammu, el primer soberano del periodo de Ur III que reinó durante los años 2065-1955 a. C. siendo, posiblemente, el primer legislador que ha tenido nuestra humanidad civilizada, al haber fijado el Derecho por escrito como creación del Estado para ser cumplido sin excepción alguna por todos los habitantes de su reino, unos 300 años antes del famoso código babilónico del rey Hammurabi. La doctrina jurídica que contiene establece, como reparación por los delitos cometidos, multas e indemnizaciones mucho más humanas que los castigos corporales y que la férrea Ley del Talión del “ojo por ojo, diente por diente”, posteriormente vigente en otros pueblos, la mayoría de ellos semíticos. Estas primitivas leyes ordenaban las obligaciones del hombre libre y su relación con los esclavos, figurando estos como mercancía pero no como objeto. Al esposo y padre se le concedía un poder extraordinario sobre la mujer y los hijos, otorgándole poder a la madre frente al hijo, que en determinadas circunstancia podía convertirlo en esclavo y pasaba a ser una mercancía que podía ser vendida. 8 Fue el rey que vivió unos sesenta y dos años, Hammurabi, sexto monarca de la I Dinastía amorrea de Babilonia reinante durante los años 1728 a 1686 a. C., el que dotó a su pueblo de un código jurídico que ha sido un referente durante más de dieciséis siglos y cuya fecha de redacción y promulgación no es conocida de una manera precisa, estimándose que tuvo lugar en el año 1723 a. C. El código es un compendio de una serie de las normas de convivencia que estaban vigentes en cada rincón de su reino cuando accedió al poder, actualizándolas y derogándolas en parte con modificaciones que se adaptaron mejor a las necesidades reales de las tierras bajo su mando. Promulgó un conjunto de 282 leyes que mandó grabar en estelas-columnas hechas en piedra, repartiéndolas por todas las capitales del nuevo Imperio, siendo este código de leyes el que unificó y homogeneizo los diferentes códigos existentes, que al ser escritas y grabadas en la piedra como exponente de inalterabilidad obligaba a los jueces a no ignorar el texto de las mismas, debiendo actuar según las leyes dictadas, evitando, al estar grabadas las mismas en un soporte inalterable, la posible disparidad de sentencias para igual delito que se pudieran dar en las distintas y distantes ciudades-Estado de su vastos dominios, sentenciando que el rey Hammurabi es el que ordena y manda que se hagan cumplir por mandato y con el beneplácito de los dioses. 5.- Se atribuye a Gilgamesh, dios-hombre y rey mítico de la ciudad-Estado de Uruk, que vivió aproximadamente entre los años 3000-28000 a. C., una obra pública monumental que es casi sobrehumana, la construcción de las murallas que defendían la ciudad- Estado de Uruk. En este trabajo incluyo una fotografía de los restos de la huella dejada por la perimetral muralla urbana de dicha ciudad-Estado, compuesta por 800 torres semicirculares distanciadas entre si a unos 10 m. Fue realizada la fotografía durante la campaña de búsqueda que emprendieron por esas tierras los arqueólogos alemanes el pasado siglo, en los años 1934-35, siendo hoy un documento histórico de gran valor al 9 creer que habrán desaparecido las huellas descubiertas después de las recientes guerras devastadoras habidas en esa parte del mundo. Construyeron los sumerios zigurats, especie de torres hechas con ladrillos que tenían en su cúspide un santuario dedicado al dios de la ciudad-Estado donde estaba construida, siendo famosa la zigurats conocida por la Biblia como la “torre de Babel”. También hay una información escrita del primer trasvase de agua conocido, mandado construir por el rey Ur-Nammu hacia el año 2000 a. C. La obra hidráulica, de transcendental importancia, consistió en un canal de 15 Km de longitud que alimentándose del río Éufrates llevó el agua desde la ciudad-Estado de Ur a la de Eridu, urbes situadas cerca de la desembocadura del río en el golfo Pérsico. En el conocido Estandarte Real de Ur, fechado hacia el año 2865 a. C., hay una representación conmemorativa de la victoria de las milicias de un rey de la I dinastía de Ur, teniendo, entre otros dibujos técnicos, unos carros de transporte y de combate con cuatro ruedas y dos ejes tirados por dos onagros cada uno de ellos, siendo estos dibujos la imagen del más poderoso y sofisticado medio de guerra que había en ese momento de la historia, medio empleado hasta el siglo pasado como necesario para la guerra. Encontrada la escala a la que están dibujados los carros he acotado y dimensionado el dibujo, consiguiendo con ello mejorar la comprensión del ingenio de progreso creado por los sumerios. Fueron los sumerios los primeros en desarrollar formas y maneras de irrigación de los campos, con mejoras de las prácticas agrícolas que han llegado hasta nuestros días. Crearon y desarrollaron un arado que llevaba un dosificador de semillas incorporado al mismo, aumentando con ello la productividad. Hicieron los desarrollos tecnológicos necesarios para lograr la incorporación de los animales al mundo del trabajo, empleándolos como fuerza tractora de los carros de carga y de guerra que inventaron, utilizándolos en el cultivo de la tierra. La ganadería fue otras de las 10 Preámbulo El 08 de octubre de 2004 recibí el Diploma Senior que la Universidad de Alicante ha creado para acreditar y reconocer el aprovechamiento de los estudios realizados por los alumnos de la UPUA, teniendo derecho al mismo una vez cumplidos los requisitos establecidos por la UA. Los estudiantes de la UPUA no nos preparamos para el mundo del trabajo, sino para disfrutar y compartir el conocimiento, así pues, terminada la ceremonia de entrega de Diplomas he imposición de banda, de esta primera promoción, que fue muy entrañable, empecé a madurar la idea de hacer un trabajo que, a modo de “fin de carrera” o de tesis doctoral, fuera una aportación, un enriquecimiento, a los saberes adquiridos en los distintos cursos estudiados y también, que el trabajo seleccionado por mí pudiera ser de interés a otros estudiosos del tema elegido. Ha sido tarea ardua la selección de la materia a desarrollar, pues elegir es renunciar y todos los cursos me han aportado, como mínimo, una ampliación de conocimientos, necesitando para acertar inspiración para saber elegir, motivación para estudiar y adquirir los conocimientos necesarios para hacer un buen trabajo. En la selección del tema a estudiar y a desarrollar influyó el sorprendente descubrimiento que fue para mí de como fue y trascurrió el hecho histórico del nacimiento, desarrollo e implantación de la escritura y de la cultura sumeria, con referencias directas, pruebas documentadas y documentos arqueológicos que dan fe del hecho histórico de forma inequívoca. Esta invención de nuestros antepasados 13 sumerios, de la que somos sus herederos, hizo posible la creación de la primera sociedad cuya historia se conoce a través de la escritura. El primer descubrimiento que hicieron nuestros antepasados remotos fue el dominio en el manejo del fuego, energía y posterior conversión del mismo en trabajo, siendo el segundo la adquisición de la palabra como lenguaje y forma de comunicación no necesariamente gesticular, lenguaje que no es congénito en los humanos y ha de ser adquirido con esfuerzo sabiendo escuchar, y por último, fue la expresión de la palabra y de los pensamientos por medio de signos grafiados en un medio duradero y transportable, como fue la escritura sumeria en tablillas de arcilla blanda, formando parte del conjunto trinitario que hizo posible el inicio de la primera civilización de la humanidad. Los sumerólogos fueron los que estudiaron a nuestros antepasados de hace 5000 años, aportando tal cúmulo de documentos de toda índole, sepultados durante miles de años y conservados por las arenas del desierto, que los primeros descubrimientos importantes de esa Civilización, a finales del siglo XIX, fueron el comienzo en la duda de la creencia generalizada de que nuestra cultura, la judeocristiana, se sustenta en la revelación divina que ha transmitido el sentimiento de culpa y de pecado de generación en generación, que nuestros antepasados sumerobabilónicos no tenían. Me puse animado a la tarea de aprender y a la de escribir sobre los sumerios recordando y teniendo presente lo aprendido en el curso impartido por el profesor de la UPUA, J. Rico Jiménez, “El humanismo en el siglo XXI”: El humanismo es libertad de pensamiento y de acción, que carece de sistema doctrinal y de aparato dogmático, y con el deseo de hacer un trabajo sobre los tiempos históricos que han estado ausentes en nuestra formación académica, inicié mi trabajo, aportando contenidos académicos que sustentaran su aprobación y divulgación. Como ignoraba todo lo referente a la 14 aportación que hicieron los sumerios para conseguir hacer más civilizados a los humanos, en el largo camino emprendido asumí la filosofía del movimiento constructivista, recordando como la definía el profesor Antonio Mula, de la UPUA: ...es la formación y el conocimiento mediante el hacer y el descubrimiento de las cosas. Fruto de ese “descubrimiento de las cosas” es este trabajo realizado sin “corsés” que pudieran mediatizarlo, ya que el mismo está realizado con “libertad de pensamiento y de acción”, unido al deseo de que sea leído con mente abierta y espíritu sereno, toda vez que su contenido aporta antiguos documentos arqueológicos que pueden entrar en colisión con las creencias religiosas monoteístas. Pretendo que este trabajo sea aceptado como una aportación al conocimiento y al saber que informa y es base para la reflexión enriquecedora, no que el mismo vaya en contra de nadie ni que de lugar a la confrontación. Es el resultado de la investigación y del estudio realizado de los hechos ocurridos en lo que hoy es el Oriente Medio, la antigua y conocida Mesopotamia, teniendo como materia y destino, principalmente, al ser humano y su evolución en los saberes, pretendiendo con estos apuntes conseguir una aproximación al conocimiento del por qué, el como y desde cuando nuestros próximos antepasados iniciaron el camino que condujo a la Primera Civilización de la Humanidad. ------*------ 15 componentes técnicos y artesanales baste sorprendentes por su desarrollo, para ese momento histórico. Contiene el Poema una información bastante detallada sobre como construyeron el arca que superó el Diluvio, describiendo e informando con algún detalle su realización material, considerando que se “escribieron” las formas y maneras de como lo realizaron hace más de 4000 años. Los documentos históricos permiten saber que nuestro dios-hombre, el soberano Gilgamesh, mandó construir un perímetro amurallado de unos diez kilómetros de longitud con 950 torres para fortificar la muy importante ciudad-Estado de Uruk -conocida por el nombre de Erec en el Génesis X, 10, y por el de Warka en el actual Irak-, de la que él era el rey por su condición de semidiós, ya que tenía dos terceras partes de dios y una humana. Sin duda fue esta una obra pública extraordinaria para su tiempo, si tenemos en cuenta que el periodo de Uruk abarca los años 3000-2800 a. C. y los medios disponibles para su realización eran muy limitados. Fue construida toda ella con ladrillos secados al sol hechos con tierra arcillosa, el más abundante y el mejor material disponible en esas tierras de la Baja Mesopotamia donde carecían de piedra y de maderas resistentes, siendo el bronce el metal más duro de la época, pudiéndose ver la fotografía de la huella de esa gran muralla urbana en la página 259. Fue realizada por los arqueólogos alemanes durante las excavaciones que hicieron en los años 1934- 35, teniendo hoy esta fotografía más valor documental e histórico que cuando fue obtenida, ya que los territorios donde se encuentran la mayoría de los restos arqueológicos que tienen relación con este trabajo, entre ellos la muralla urbana de Uruk, han sufrido devastadoras guerras en épocas recientes que, desgraciadamente, habrán realizado una destrucción tan completa que ya no quedara rastro alguno de lo que vemos en la fotografía. Los sumerios inventaron la escritura, la mejor herramienta para el progreso y el bienestar de un pueblo que jamas se haya inventado. La crearon, la desarrollaron e 18 hicieron posible con esta invención la entrada de los humanos en la Civilización, entendida la misma como un conjunto de creencias y valores que caracterizan el estado social de un pueblo o una raza, formada por sus ideas, su ciencia, el arte y las costumbres. Lograron, con esta creación, pasar del conocimiento transmitido casi exclusivamente por vía oral, impreciso en su difusión y entendimiento, al saber contenido en la escritura, más preciso y perdurable, haciendo posible que hoy tengamos la Universidad, que según definición del profesor Ramón Martín Mateo “es el ayuntamiento de profesores y alumnos para el progreso de los Saberes”, entendiendo y ampliando, que también debe ser centro de producción del conocimiento. Gracias a este insustituible logro, el de la escritura, he podido leer y estudiar libros y documentos, facilitándome el acceso a dibujos y restos arqueológicos que he consultado y estudiado, tanto en papel como en soporte cibernético. Tomado apuntes de los contenidos que he creído más interesantes he ido haciendo un análisis y una síntesis de los mismos, incluyendo los comentarios de los especialistas que he deseado compartir con los posibles interesados en conocer cómo y de donde llegó hasta nosotros la escritura, junto con las creencias, el arte y la arquitectura, las leyes del poder temporal, la moral ciudadana y lo que hoy conocemos como desarrollos “tecnológicos”, que no son otros que las invenciones y descubrimientos de esa civilización, la sumeria, que fue capaz de desarrollar una cultura tan potente que los separó del neolítico tardío de una manera inequívoca, siendo considerada dicha cultura, actualmente, la artífice de la Primera Civilización Humana Occidental. En este trabajo incorporo la existencia de algunos pasajes sumerobabilónicos que los autores de la Biblia hicieron suyos, según han dejado probado historiadores y biblistas. Es sabido que a los interpretes de los texto bíblico, los exegetas, les es muy difícil decidir cuales de las sentencias, pasajes, hechos, etc., puestas en boca de los “profetas” de las tres religiones del Libro, que son importantes en los llamados “Libros 19 Sagrados”, son de la autoría de dichos “escritores sagrados” o fueron creados o manipulados por ellos. Los que se consideran los verdaderos descendientes de Abraham, y las tres religiones monoteístas lo creen ser, basan principalmente su fe en los escritos de distintas procedencias que fueron hechos muchos años después de la muerte del “Fundador” de su religión. Sin embargo, lo que sabemos de la vida religiosa de los sumerobabilónicos está contenido en miles de tablillas de arcilla endurecida, guardadas por las arenas de los desiertos durante miles de años, ofreciendo una amplia información no dudosa en su procedencia ni interesada por grupos humanos actuales que puedan desear “catequizarnos”. Son testimonios, joyas de la historia de la humanidad, limpias de manipulación interesada en los anhelos presentes de los grupos de presión y de los gobiernos. Los apuntes que dan vida a este libro contienen datos sobre los orígenes de la primera Civilización conocida, y también sobre la “biblia politeísta” que configurada con el conjunto de todos los escritos heredados de los sumerios conforman el primer “libro de los libros” no sagrados, siendo los mismos las primeras manifestaciones escritas sobre las inquietudes religiosas de los hombres, recordando, que solo hemos estado presente como humanos en el 0,004% de la historia que tiene el planeta en el que vivimos. Cuando una persona culta sabía quienes fueron Platón y Aristóteles, Séneca y Catón, podía decir, ¡todo está en los clásicos!, hoy, esa persona culta, posiblemente, debería añadir para completar su acerbo cultural el conocimiento que abarca el periodo de la historia de Sumer, sobretodo desde el pasado siglo XVIII cuando se produjeron los primeros descubrimientos de restos arqueológicos pertenecientes a ese periodo de la historia. Los avances en el conocimiento del pasado histórico olvidado modifican lo que hasta hace pocos años nadie ponía en duda, la atribución a Egipto de ser la cuna de la Civilización de Occidente, siendo hoy cuestionada dicha afirmación por el conocimiento tan documentado que hay sobre los hechos ocurridos en el valle de los 20 nuevos conocimientos, dudando que los mismos aporte mayor sabiduría. Es como si asistiéramos a una fiesta “globalizada” de la inmediatez al acceso de los mismos, pudiendo conocer más, pero puede que entendamos menos. Tenemos conocimiento y sabemos que los dispositivos electrónicos de almacenamiento y divulgación se van imponiendo en los usuarios de nuestro mundo globalizado, siendo utilizados como soporte de los mensajes y de la información, consiguiendo con los escritos virtuales eliminar el papel que empieza a verse como algo que pertenece al pasado. Internet es el verdadero poder de comunicación y democratización informativa jamas soñada que está sirviendo para intermediar, o no intermediar, entre el creador de contenidos sapienciales y el consumidor de los mismos, siendo ya la mayor comunidad mundial con más de 1300 millones de usuarios en comunicación y accesibilidad, representando, gracias a la Red, y para las mentes libres, una liberación de la “autoridad” a la que las mismas han estado sometidas desde los albores de la civilización, si bien, existe el peligro de la “clonación” de los internautas, en cuanto a sus pensamientos y a los comportamientos de los mismos, y quizás, la saturación informativa que se está dando ante la multiplicidad de las fuentes sin procedencia cierta que la alimentan estimula la desconfianza hacia la veracidad de los contenidos. También gracias al mundo cibernético hay un antes y un después en cuanto a la representación técnica delineada, ya sea ésta en forma de planos industriales, cartográficos, de obras públicas o de arquitectura. Actualmente se está abandonando el modo manual y tradicional de ejecución de la representación técnica que los sumerios tan magníficamente estuvieron representando de la misma forma durante varios miles de años en tablillas de arcilla, como se puede ver en las páginas 129, 144, 145, 168, 204, 266, 272, y 273, siendo dos de ellas de la época sumeria y del imperio caldeo las que contienen el croquis delineado de una vivienda, no a escala, ocurriendo con la edición de escritos y libros algo parecido a lo dicho en cuanto a la representación técnica. 23 Los adelantos informáticos de tan sólo hace 15 años han pasado de ser algo que tenía cierta posibilidad de desarrollo a tener una presencia universal, estando viviendo algo que se parece bastante hoy a lo que, según nos cuenta la historia, ocurrió cuando la invención de la imprenta en el pasado siglo XV. Los libros impresos adquirieron entonces un aspecto más impersonal y menos cálido que cuando eran caligrafiados por los copistas, libros que siempre eran considerados objetos precioso y piezas únicas. Hoy existe una realidad que no ha hecho nada más que empezar, la autoedición digital de los libros vía “e-book” desde el sitio “web” del autor, que son volátiles e inaprehensibles, uniendo a la consolidada revolución actual en el disfrute inmediato del cine y de la música la posibilidad de disfrutarla cuando el usuario lo desea, facilitado todo ello por el acceso libre y también de pago a los canales universales de dichos contenidos. Hay el problema añadido y no resuelto de los derechos de autor de las creaciones basadas en la cultura analógica y las actuales en soporte digital, sabiendo que dichos soportes informáticos son infinitamente menos duraderos que los empleados por nuestros antepasados sumerios, que tienen más de cuatro mil años y han sobrevivido desde entonces. Quizás convenga recordar que tan solo, y escasamente, nos separan 200 generaciones desde que nuestros antepasados sumerios iniciaron la gran aventura de la comunicación por escrito del saber, y posiblemente sea lícito pensar que estamos yendo demasiado deprisa en este galopante acceso a la información, en gran medida, no avalada por comunidad científica, creyendo que poseyendo esta información, esto es, teniendo acceso inmediato a la misma, se tiene el conocimiento y el saber, el cual siempre se ha adquirido con esfuerzo y tesón continuado. Buena parte de la información disponible en la Red es una comunicación abierta, sin que tengamos la certeza de quien es el agente responsable de sus contenidos, dudando que con la asimilación y maduración de dichos contenidos los jóvenes estudiantes puedan llegar a tener una formación suficiente en alguna de las disciplinas del saber, sabiendo que deben aprender a traducir en conocimientos la información que reciben. 24 Volviendo a lo que es la razón y el ser de este trabajo, el de tratar sobre la historia sumeria entendida como ciencia social y humanística, recuerdo que es un trabajo de investigación con vocación de devolver lo sabido a los conocedores del tema elegido, aportando sorpresas sobre lo ignorado. Pretende también, ayudar acercando los resultados obtenidos a los no iniciados en esta disciplina del saber, deseando que las aportaciones que he realizado puedan ayudar a la divulgación de los contenidos académicos que contiene este trabajo y puedan ser una ayuda a los que desean enriquecer sus estudios sobre nuestro próximo pasado histórico. Las fuentes que lo han alimentado han sido, principalmente, el caudal de información que aportan los trabajos publicados por arqueólogos, sumerólogos y asiriólogos, hombres sabios y tenaces que alumbraron con sus descubrimientos la Primera Civilización de la Humanidad. Para un mejor entender lo importante que es el descubrimiento del periodo sumerio creo conviene transcribir lo que dice el profesor de Asiriología de la Universidad de Harvard, Thorkild Jacobsen, en la introducción que dicho profesor hizo de la obra “La Cuna de la Civilización”, cuyo autor es el mejor sumerólogo conocido, S. N. Kramer: La historia que se narra en esta obra ,“La Cuna de la Civilización”, es la de un tesoro enterrado en ciudades de mucho tiempo ha. El tesoro es real, como lo revelará un simple vistazo a las ilustraciones: oro, plata, marfiles exquisitamente tallados, gemas cortadas en cornalina, serpentina y lapislázuli. Y sin embargo, eso parece lo de menos, pues el valor inconmensurable de este tesoro trasciende los materiales costosos. Radica en el conocimiento único que estos hallazgos nos traen: cada fragmento desenterrado de los lugares antiguos recupera una parte de la historia humana que se perdió, nos habla de los comienzos, de las primeras ciudades que fueron construidas, de los primeros hombres civilizados que las habitaron, de sus pensamientos y hechos cuando el mundo era joven y suyo para que lo subyugaran. 25 1. Prehistoria Juan Luis Arsuaga, paleontólogo y profesor universitario, escribe en la página 56 del diario “El País” del 12.11.2008,....... la prehistoria está aquí para quedarse, es la respuesta a la eterna pregunta: ¿Quiénes somos? Mucha gente me pregunta para que sirve. No sirve para nada, simplemente es inevitable, todo el mundo se la plantea desde que nace y puede buscar respuestas desde la religión o la ciencia, pero no eres humano si no te haces la pregunta. Difícilmente se encontrará una respuesta más clara a la eterna pregunta que plantea el profesor Arsuaga, pero también cabe preguntarse: ¿cómo hemos llegado a ser humanos civilizados? Hay unos descubrimientos recientes que proporcionan algunas pistas sobre las preguntas anteriores, son el inicio de nuestra separación del linaje de los primates y el nacimiento incipiente de la conciencia humana. El hallazgo del mayor yacimiento de fósiles humanos jamás descubierto, desenterrados en la conocida Sima de los Huesos, son los treinta y dos individuos de una misma población biológica dados a conocer al mundo como el Homo Heidelbergensis, que han proporcionado a los paleontólogos la información de ciertos hechos ocurridos hace unos 800000 años. Uno de estos hechos es el que parece trasmitir la imagen de una humanidad con sentimientos, que con el cariño son, al parecer, lo último que pierden a lo largo del proceso degenerativo, los enfermos de alzheimer. Son estos restos, los de la Sima de los Huesos descubiertos en los yacimientos de Atapuerca, Burgos-España, uno de los vestigios de especie humana que pueden corresponder a la más antigua evidencia conocida de práctica funeraria, cuando posiblemente la vida comportaba un estrés continuo no aminorado por carecer del fuego protector, necesitando estar alerta para sobrevivir y para buscar comida o para huir si les amenazaba un depredador. Conocían el fuego producido por los rayos que quemaban los bosques y los prados, pero no sabían como, cuando y de que forma hacerlo, reproducirlo y utilizarlo en su provecho. 28 Si se confirman y se aceptan como hechos ocurridos el que desde hace unos 800000 años ya abandonaban a los muertos y los enterraban, no se los comían como hacían sus antepasados el Homo Antecesor, se debe aceptar que ya empezaban ha tener algo próximo a los sentimientos, incluida la compasión, que caracterizan a los que están dentro de la variabilidad humana, según definen los antropólogos. El hallazgo de estos descubrimiento habidos en los yacimientos de Atapuerca alcanzan la categoría de primicia mundial, son el primero que data que nuestros antepasados ya no eran solamente un animal en ese momento de la evolución. El tercer y último hito alcanzado, ocurrido hace tan solo unos cinco mil años, después de haber transcurrido 800000 años desde los primeros indicios de humanización, fue la invención consistente en el desarrollo y la práctica de la escritura, lograda por los sumerios. Desarrollaron también la necesaria, difícil y compleja e imprescindible capacidad lectora, utilizando la palabra como cooperadora de la escritura, confirmando con las habilidades y destrezas desarrolladas el alejamiento de nuestro pasado como tribu inculta, dando un paso muy importante en el camino hacia la total humanización de nuestra especie. Estos logros son inequívocamente humanos, ninguna otra tribu que puebla la tierra ha logrado desarrollarlas ni ha alcanzado algo parecido. ------*------ 29 1.1 Nuestros orígenes Para los no creacionistas todo empezó hace apenas unos millones de años, desde que existe la vida en nuestro planeta tierra. La aparición de algo similar a un ser humano, las especies del genero homo, el hombre, data de unos cientos de miles de años, y según la percepción del tiempo que tenemos los humanos ha sido prodigiosamente lento el progreso del homo erectus al homo habilis; homo faber; homo sapiens y homo sapiens-sapiens, ya primo hermano nuestro, el cual apenas tiene 10000 o 15000 años de existencia, estando emparentados los hombres, como enseña Darwin, con todas las formas de vida que existen en la Tierra. Los profesores J. González y A. Moure han publicado en su obra “El origen del Universo”, la siguiente cronología: Hace alrededor de quince mil millones de años, el Universo era una masa de materia densa y caliente. En esa fecha se produjo una gran explosión, el Big Bang, que provocó el desprendimiento de miles de partículas incandescentes de esa masa. Estas partículas comenzaron a navegar por el espacio, y lo siguieron haciendo a lo largo del tiempo, hasta el presente, agrupándose y formando galaxias y nebulosas. Una de estas partículas dio origen a la Tierra, que hace cuatro mil quinientos millones de años comenzó a gravitar en torno al Sol. Mil millones de años después, tras un proceso de enfriamiento y solidificación, la Tierra alcanzó un reposo relativo. Fue entonces cuando, en la masa liquida que cubría su superficie, diferentes reacciones químicas generaron moléculas orgánicas de las que surgió el primer ser vivo, una bacteria. Así fue el comienzo de la vida. Si se hace una comparación a escala entre el tiempo transcurrido desde la formación de la Tierra hasta la aparición de los humanos modernos y un día de 24 horas, el proceso evolutivo del hombre es reciente. En ese día figurado, que se habría iniciado con la formación de la Tierra, hubo una larga madrugada sin presencia de seres vivos. Hacia las siete horas de la mañana aparecieron las primeras señales de 30 cada rincón de nuestro planeta, incluidas las islas más remotas que forman parte de los diversos continentes. Se sabe, desde que se tiene un mejor conocimiento de cómo es la tierra que habitamos, que el hombre ha estado presente y simultáneamente en distintos puntos de la misma y que continua alimentando la esperanza de llegar al conocimiento inequívoco “del como y el porque” de estas realidades. Puede que el origen de las diferentes pigmentaciones humanas, con la salvedad de los esquimales, los cuales, debido a su alimentación a base de productos exclusivamente procedentes de animales marinos ingieren una casi mono composición vitamínica, avale lo dicho anteriormente sobre la diversidad y la importancia de la alimentación, teoría que sustentan alguno científicos sobre la influencia que tiene la ingesta de determinada cantidad de vitamina “D”, junto con una mayor o menor exposición a la luz solar, como posibles agentes que determinan el color de la piel. Igualmente se sustenta la hipótesis de que algunos de los ingredientes básicos de los que está compuesta la vida se formaron en el espacio sideral, siendo traídos a nuestro planeta formando parte de meteoritos y cometas que impactaron sobre el mismo, encontrando en él el hábitat adecuado para reproducirse. También se cree, que el hecho de existir vida en los distintos puntos de nuestro planeta fue debido a que hace unos cuarenta millones de años los continentes de la Tierra estaban unidos en un protocontinente, produciéndose, por el movimiento de las placas continentales, el ”nacimiento” de los continentes americano y el euroasiático. De ser esto cierto, significa que una gran parte de la masa terrestre estaba ubicada en un solo lado de la esfera que es el planeta en que habitamos, resultando difícil de entender como el globo terráqueo, con esa carga excéntrica, pudo girar sobre su eje sin manifestar un fuerte desequilibrio por la descompensación de masas sobre dicho eje, descompensación ésta que debería hacer inviable la rotación y traslación sobre su eje de nuestro mundo, en una órbita regular. Sea cual sea la teoría sobre la propagación de la vida en la Tierra, lo cierto es que con la aparición de los primeros animales homínidos sobre la misma da comienzo 33 el paleolítico. Los homínidos se fueron agrupando en pequeños grupos, pasando de la manada a la tribu, donde fuera de las mismas era mucho más probable encontrar el desamparo y la muerte. Iniciaron en el seno de las mismas el desarrollo y la capacidad de fabricar y saber utilizar utensilios, siendo estos conocimientos adquiridos y transmitidos de generación en generación los que hicieron posible disfrutar de utensilios y herramientas favorecedoras del lento proceso evolutivo que condujeron al estado moderno actual. Deslumbrados y atemorizados como debieron estar por los rayos que estallaban e incendiaban las tierras donde habitaban, producido todo ello en un entorno de una forma inexplicable para ellos, nuestros antepasados debieron albergar la posibilidad de producir y dominar el fuego cuando de forma accidental y no buscada consiguieron imitar a la naturaleza. Conseguir dominar y poder reproducir el gran poder del fuego fue sin duda un reto y una meta que desearon alcanza, siendo un logro significativo para su evolución como especie diferenciada del resto conseguir las habilidades y lograr desarrollar las destrezas fundamentales que a lo largo del tiempo fueron adquiriendo y transmitiendo a sus herederos, logrando con este primer hito distanciarse del reino animal primitivo del que procedían e iniciando, con el dominio del fuego, el camino que junto con los posteriores logros permitió iniciar el recorrido que condujo al desarrollo humano posterior. Desde los inicios del dominio del fuego, el desarrollo humano se ha sustentado siempre y sigue apoyándose en el consumo energético, siendo la energía la que garantiza el bienestar de los pueblos. Afirman los paleontólogos que el “homo habilis” no conocía el fuego y que fue el “homo erectus” el primero en conocerlo y utilizarlo, el cual vivió hace 1,8 millones de años hasta hace unos 300000. Fue en ese periodo de la historia cuando se empezó a utilizar el fuego como energía que posteriormente sería transformada en trabajo, siendo ésta la primera ayuda que tuvo el género humano al duro trabajo diario de sobrevivir que necesariamente y de forma exclusiva hasta entonces, siempre era realizado únicamente con su esfuerzo personal. 34 No tenemos evidencias de que el lenguaje fuera anterior o posterior al momento en que los “homo erectus” alcanzaron el control del fuego, hace unos trescientos mil años, por la ausencia de pruebas históricas del mismo que no admitan duda o disputa, pero parece razonable pensar que necesitaron tener un incipiente modo de comunicarse verbalmente para poder gestionar y trasmitir todo lo referente al gran descubrimiento que supuso la producción y el control del fuego, siendo posible que emplearan un lenguaje rudimentario de signos percusor del actual lenguaje de signos que emplean los sordomudos. Con la consolidación y extensión del dominio del fuego, estos nuestros antepasados plantaron una de las semillas que hicieron posible el alumbramiento de la Primera Civilización de la Humanidad. Esta semilla fue una de las que germinaron en formas y contenidos que permitieron, a nuestros predecesores, adquirir las habilidades manuales, destrezas, conocimientos y comportamientos sociales necesarios para producir, mantener y controlar el fuego, siendo éste el primer hito alcanzado, decisivo en el camino hacia la civilización. El fuego fue el primer paso importante en el nacimiento de la incipiente tribu humana, proporcionándoles, con el dominio del mismo, independencia, autonomía y seguridad, mejorando su salud física y emocional, alcanzando también una primera independencia del resto de las tribus no humanas con las que compartía y disputaba el territorio, la comida y su supervivencia. Pasaron de estar todos los minutos de su vida en permanente alerta defensiva de los depredadores que los acosaban, siendo lo prioritario la supervivencia física, a tener periodos de no acosamiento vital gracias al fuego que protegía el entorno de los inventores de este primer y decisivo medio de defensa, ahuyentando, con esta ayuda, a sus potenciales enemigos competidores y depredadores. El poder producir fuego, cuando y donde quisieran, debió favorecer las conductas de supervivencia individuales y colectivas de nuestros antepasados, permitiendo que las tribus que lo desearan pudieran independizarse del resto de las tribus de homínidos de las que procedían. La independencia, que posiblemente 35 herramientas, ni la añoranza por nuestras madres, lo único que nos diferencia del resto de los otros grupos de animales. Con los simios compartimos el 98% del genoma, sabiendo que somos moléculas evolucionadas que contienen los genes ADN, guardián de la información genética, y el ARN, buscador genético también mal llamado basura, conociendo que los animales pueden poseer sus propios signos expresivos y comunicativos, careciendo de la creatividad del lenguaje humano, la palabra, que es una destreza humana adquirida, no congénita. También sabemos, según noticias que nos llegan entre otros lugares de la selva amazónica, que hay grupos de individuos habitando actualmente en varios puntos de nuestro planeta viviendo como nuestros antepasados del neolítico tardío, los de hace más de 6000 años, hablando estos individuos dialectos, lenguas diferentes entre ellos, no conociéndose que tengan la escritura como medio complementario de comunicación, ni que sea esta su forma de expresar y transmitir los conocimientos que poseen. Muchas especies animales han desarrollado alguna forma de comunicación sonora, como pueden ser los chasquidos de la lengua, siendo ésta una forma de “lenguaje” que no presupone el haber desarrollado alguno tipo de comunicación verbal de los hechos o sentimientos, como lo ha hecho la especie animal humanizada, que lo ha logrado necesitando hacer muchos esfuerzos continuados durante miles de años para alcanzar el entendimiento verbal entre ellos, sabiendo hoy que solo en los primeros años de vida se puede adquirir esta capacidad de comunicación verbal. No se conoce de forma incontrovertida cuando se produjo este logro fundamental en la vida de los homínidos, ya que el lenguaje no deja huellas perecederas como lo hace la escritura, dificultando con su falta de huella física el hallazgo de manifestaciones que avalen la fecha de nacimiento de este gran logro. Sabemos que los antropólogos siguen buscando pruebas que permitan situar en algún momento del pasado el inicio de la capacidad verbal entre los homínidos, habiéndose publicado un trabajo en la revista “Proceedings of National Academy of Sciences, en el año 2009, afirmando que hace medio millón de años los Homo Heidelbergensis ya hablaban más o menos como 38 nosotros. Este descubrimiento nos invita a creer que debió ser la comunicación verbal el segundo logro fundamental de nuestra especie, después del conseguido con el dominio del fuego, siendo empleado como vehículo de comunicación necesario y preferente entre las comunidades humanas que se consolidaron hace unos 200000 años, consiguiendo hacer con la palabra y el saber escuchar, la posible transmisión de los conocimientos, de las habilidades y de las destrezas necesarias para el manejo y la producción del fuego, que fue una ayuda inestimable para la supervivencia de nuestra especie. El fuego, la palabra y la escritura, son la trilogía, el trípode en los que se sustenta y se logra la evolución social de nuestros antepasados, producida desde los tiempos en que el comportamiento de nuestra especie era puramente animal y depredadora con y en el entorno, conduciéndonos estos hitos prodigiosos hasta la Civilización de nuestros días. Articular sonidos bien modulados es una acción física y también lo es psíquico, la parte izquierda del cerebro rige la articulación y la comprensión de los sonidos que los gobierna desde dos pequeñas partes conocidas por área de Brocca y área de Wernicke, donde están reguladas la capacidad lingüística del género humano. La función de hablar es de una complejidad tal que es imposible captar la totalidad de sus características y aplicaciones, son sonidos que necesariamente deben representar lo que es objeto de nuestro conocimiento, que hemos debido adquirir en nuestro entorno vital. Designamos con nuestras palabras lo que nos rodea, lo que pensamos y sentimos, condensándose en un diálogo gran parte de los pensamientos, ideas, preocupaciones y obsesiones, ejerciendo gran influencia e importancia el tono y la manera de expresarse que difícilmente se pueden reflejar por escrito, debiendo estar entrenado para saber escuchar, ya que sin escuchar no se aprende a hablar. Aparte de referirse al mundo físico y a la transmisión de conceptos abstractos, que llegan por medio de la palabra y son entendidos por el destinatario de la exposición, el diálogo puede emocionar y tener réplica, refiriéndose también al mundo psíquico personal y que, en este último caso, no solo describe estados interiores, sino que además, los 39 expresa emocionalmente por medio de los tonos empleados, dando un significado distinto a una misma palabra, como ocurre en el idioma chino, el mandarín. Se estima que existe actualmente en nuestro planeta más de cinco mil lenguas, sin contar los innumerables dialectos que las acompañan, teniendo constancia de que algunas de ellas están en vía de extinción y otras se están consolidando como lenguas madre y vehiculares en diversos lugares de los distintos continentes de nuestro planeta tierra. El lenguaje humano está muy determinado por los factores de aprendizaje, de la maduración del mismo y de la integración de los sujetos en el grupo humano del que forman parte, condicionando su procedencia estos factores en el aprendizaje de la comunicación verbal entre los individuos. Es conocido que dentro de los primeros 6 o 9 años de vida de los niños estos deben vivir en contacto permanente con la comunicación verbal de su entorno, siendo necesaria dicha comunicación para poder desarrollar los mecanismos y habilidades que les permitan entenderse en la lengua vehicular con la que se expresa la comunidad a la que pertenecen. De no ser así, se sabe que nunca adquirirán las capacidades mentales necesarias para comunicarse verbalmente, entendida esta capacidad como la que permite alcanzar el conocimiento y desarrollo de la lengua del entorno en el que vive. Hay varios experimentos y situaciones conocidas que avalan lo dicho anteriormente, recordando el caso del “niño de Aveyron”, el que estuvo sus primeros 12 años de vida viviendo aislado en un bosque donde fue encontrado a finales del siglo XIX. Al haber estado sin contacto humano y no haber tenido comunicación oral durante los cruciales años infantiles, nunca pudo adquirir la capacidad de expresarse hablando, a pesar de los esfuerzos realizados por los especialistas que lo estudiaron e hicieron todo lo posible por ayudarle a desarrollar la capacidad de comunicarse oralmente. Ser hoy un hombre civilizado es vivir en el lenguaje, en recibir esos dones que se comunican con los sonidos modulados en palabras y en gran parte, son dones que se confunden con las mismas, siendo ésta, la de comunicarnos con los demás de nuestra misma especie a través de sonidos modulados y con gestos a los que 40 Amazonia son un ejemplo de individuos que viven hoy como si estuvieran al final del neolítico en cuanto a sus necesidades básicas, preocupados, prioritariamente, por su supervivencia y la de su prole, sin el mínimo de confort que tienen y disfrutan el resto de los mortales a pocos kilómetros de donde ellos habitan. Resulta difícil aceptar que puedan tener cualquier otra prioridad e inquietud que no sea la perentoria búsqueda diaria del sustento individual y el de la familia, junto con la de prestar atención a otras muchas necesidades cotidianas, también muy necesarias, como pueden ser la seguridad individual, la colectiva y el cuidado de la prole. El hecho de encontrarse estos dibujos y pinturas exclusivamente en el levante español puede deberse al descubrimiento, por parte de estos individuos del neolítico, de las bondades de la climatología del lugar que se caracteriza por tener abundantes horas de sol y ausencia de lluvias durante varios meses seguidos, unido a que el paraje debió reunir las condiciones apropiadas para la caza mayor, teniendo en su entorno la posibilidad de recolectar frutos salvajes comestibles y de contar con el agua necesaria con que abastecerse. Una vez alimentados, en este clima tenían también la posibilidad de secar al sol los alimentos que no consumían y eran sobrantes, tanto de las carnes como de los frutos, disponiendo, una vez secos los mismos, de una reserva de productos comestibles para pasar en la cueva el invierno junto al fuego, protector de sus depredadores y hacedor también del bienestar ambiental de su habitáculo, donde la manada humana se abrigaba en invierno. Los pictogramas, que como tal son considerados los dibujos rupestres que hay en estos abrigos rocosos, bien pueden ser signos ideográficos con significado propio. Estos dibujos, creo, contenían mensajes e información para uso de los futuros cazadores recolectores del lugar, siendo esta la forma de dejar una comunicación visual de la existencia de la caza que hay en su entorno y de las especies animales que lo puebla. 43 Pintura con representación esquemática de ovicápridos, encontrada en la “Cova del Barranc de Migdía” en el monte Montgó -Alacant-. Para los individuos nómadas, que periódicamente se trasladaban durante el buen tiempo, era una forma inteligente de información grafiada que les daba a conocer lo que se podían encontrar en las tierras donde podían cazar y recolectar los frutos salvajes durante el periodo estival. Estos “cotos de caza mayor” debieron ser fuentes, también, de aprovisionamiento de pieles para usos diversos y de huesos para hacer herramientas y útiles para la caza, así como de cuernos para husos múltiples y de carne como alimento fresco, teniendo la posibilidad de secar la sobrante aprovechando las casi 3000 horas de sol anuales y la magnifica radiación solar que hay y se disfruta en el levante español. ------*------ 44 1.2 Evolución hacia la civilización Empezaremos por recordar un hecho ocurrido hace aproximadamente 12000 generaciones, que fue el primer hito transcendental logrado por nuestros antepasados homínidos, descubrieron y dominaron el fuego. Este descubrimiento los singularizó y distinguió entre las tribus competidoras con las cuales disputaban territorio y comida, desarrollándose y consolidándose con este hallazgo como tribu dominante, permitiendo y haciendo posible que con esta evolución como especie se pudiera iniciar y recorrer el camino hacia la Primera Civilización de la Humanidad. Con el dominio del fuego doméstico nuestros antecesores consiguieron disfrutar de la energía en forma de calor, y muchas generaciones después, convirtieron esta energía en trabajo, iniciando, con esta nueva aplicación, la utilización de los recursos perecederos de nuestro planeta no necesariamente y exclusivamente para alimentarse y vestirse, sino como bienes que aportan confort, energía y trabajo. Consolidados estos conocimientos y habilidades, y en posteriores momentos de la historia, dio comienzo la utilización del fuego como “herramienta” a emplear en la agricultura, destinando los recursos vegetales no aptos para ser convertidos en alimentos en combustible que aporta trabajo. El fuego fue el que liberó a los agricultores de parte del esfuerzo que debían hacer para eliminar las hierbas y la vegetación no deseada, permitiendo ésta eliminación realizar la siembra una vez quemados los rastrojos que dificultaba la utilización de los campos para usos agrícolas y ganaderos. Con el paso del tiempo iniciaron la ganadería no tabulada con fines de explotación cárnica y lechera, incrementando la producción de pieles y de huesos para hacer objetos de uso comunitario. La eliminación de los árboles que habían en las tierras por ellos elegidas para ser destinadas a crear prados para la ganadería, y también para convertirlas en tierras de cultivo, permitió el aprovechamiento de la madera para fines industriales, empleándola en la construcción y como combustible para sus fuegos. La costumbre de prenderle fuego al campo y a los bosques para 45 especies animales, generalmente herbívoras, de las que obtuvo el alimento no vegetal complementario para su subsistencia, así como las pieles y huesos que fueron una gran ayuda en el quehacer diario. Estos nuevos quehaceres y descubrimientos, junto con la implantación de los mismos por los individuos del neolítico representó una revolución en la productividad de alimentos, siendo esta nueva economía basada en la agricultura y en la ganadería la que hizo posible un aumento de la población y de la riqueza colectiva, dándose con ello las condiciones para creación de los poblados estables y facilitando el avance en la organización social, que hasta entonces habían visto condicionada su sedentarización y crecimiento por la limitada disponibilidad del número de vegetales y del número de los animales con que alimentarse. Con el cultivo de las tierras y la domesticación y tabulación de los animales, se superó mayoritariamente el nomadismo aumentando de una manera apreciable la población como consecuencia de ello, conduciendo a su vez a la colonización de nuevos territorios para dar cabida y alimento a las nuevas generaciones, con un incremento desde entonces de las emisiones de metano a la atmósfera. El pago de ese peaje en forma de contaminación ha ido aumentando con el incremento de nuestro bienestar, recordando que el gas de efecto invernadero es unas veinte veces más nocivo que el famoso CO2. En ese momento histórico se inició también el incremento de la contaminación de los recursos hídricos, producida por las defecaciones del ganado en los territorios donde pastaban o donde estaban confinados. Como ya sea ha sido dicho anteriormente, la forma más primitiva de practicar la agricultura consistía en desbrozar y trabajar unas misma tierras hasta que estas agotaban su poder fertilizador, abandonándolas luego en busca de otras nuevas. Fue en esta época de la agricultura itinerante, practicada aun hoy en algunos lugares de nuestro planeta, cuando se empezó a utilizar el fuego como energía, como trabajo, quemando los campos sobre los que luego iban a sembrar, creando pastos con los que alimentar a sus animales domesticados y haciendo el fuego el trabajo que 48 necesariamente debían hacer los agricultores para conseguir que las tierras fueran de labor. El fuego, la energía, se convirtió en trabajo y en un emisor de CO2. El abandono progresivo del nomadismo y la rápidamente sedentarización se produjo en los lugar donde el suelo era fertilizado e irrigado por frecuentes y periódicas aportaciones aluviales, como ocurría en los valles sumerios del Éufrates y el Tigris; en el Egipto regado por el Nilo; en el valle del Indo -hoy Pakistán- y aproximadamente, en año 1800 a. C. en la parte septentrional de China, considerándose que estas fueron las cuatro primeras agrupaciones civilizadas del mundo antiguo conocido, siendo la sumeria la primera de ellas en crear y desarrollar la escritura y la comprensión lectora de símbolos abstractos. La comunidad, generalmente pequeña, fue el tipo usual de grupo social que habitaba en poblados constituidos por chozas o casas hechas con ladrillos de barro secados al sol. Los recursos que mejoraron la construcción sumeria se fueron acrecentado con la invención del tapial y el adobe, construyendo sus características ciudades con cañas y ladrillos de tierra agrupadas en torno a los templos, lugar desde donde el “clero” lideraba una estricta disciplina social. Las diversas comunidades neolíticas se bastaron a si mismas en lo fundamental, pero no vivieron aisladas. Se intercambiaban algunos productos comerciales, entre 49 En el Parque Arqueológico de Atapuerca, Burgos-España, se puede ver esta recreación de la vivienda que, posiblemente, tenían los primeros sumerios en el valle formado por los ríos Éufrates y Tigris. ellos, los útiles de piedra y madera, junto con la manufactura de pieles y huesos que obtuvieron mediante una incipiente artesanía industrializada de los medios de producción. La lucha por sobrevivir en medio de una fauna hostil con la que compartían los lugares donde vivir, mejoró con el desarrollo de la “tecnología” que les permitió pulimentar y sacar filo a los instrumentos de piedra y hueso, explicando este hecho la importancia que adquirió el hacha como herramienta productiva al poder abatir con ella árboles del tamaño suficiente para ser empleados, no necesariamente como combustible, sino como material con el que poder construir objetos, útiles y herramientas con las que fabricar muebles, siendo utilizados en la construcción. Otra característica del desarrollo artesanal neolítico fue la producción de cerámica, cuya fecha aproximada y considerada como la del verdadero neolítico es la del año 6000 a. C., confeccionando y fabricando recipientes de arcilla resistentes al calor y útiles para el contenido de líquidos, según los restos encontrados en los poblados neolíticos del Oriente Medio, unido a los primeros indicios de la artesanía industrial textil, con el empleo del lino y la lana. Estos oficios fueron adquiridos y ejercidos, mayoritariamente, dentro de lo que hoy conocemos como una actividad artesanal familiar, teniendo acceso por vía oral a esos conocimientos técnicos y a la capacitación laboral, ya que la comunidad a la que pertenecían era la depositaria de las experiencias adquiridas y se transmitían en su seno, consiguiendo obtener, con el uso de los metales, una considerable mejoría en el rendimiento de utensilios y herramientas, produciendo objetos de lujo en los que, en algunos, se puede reconocer una cierta expresión artística. Según los especialistas durante el neolítico tardío, entre el año 5500 al 4250 a. C., se inventaron y crearon los útiles y las herramientas siguientes: la azada, la hoz, los primeros morteros, el mayal -sin reticular-, el berbiquí de ballesta, la alfarería, el huso de hilar, el telar y las herramientas pétreas labradas y pulidas, siendo entre los años 4250-3750 a. C. cuando se inició el proceso de la minería y la refinación del 50 mucho tesón para, empleando diversos procedimientos, conseguir descubrir y desarrollar los procesos industriales necesarios con los que sacar de la tierra el mineral útil e imprescindible para la obtención del metal. La posesión del mineral les permitió poder fundir y obtener la forma de la pieza deseada, empleando para ello los útiles y las herramientas adecuadas, que hubieron de inventar. El descubrimiento de los primeros procesos metalúrgicos para conseguir el bronce debió producirse de forma fortuita, siendo el bronce el metal más duro empleado de forma masiva hasta aproximadamente el año 1600 a. C. La primera aleación metálica habida en todos los tiempos, el bronce, lo consiguieron fundiendo en las proporciones adecuadas dos metales, el cobre y el estaño, que fundidos juntos confieren las característica del metal, recordando que el bronce no se encuentran como mineral en la naturaleza. Sobre cuando empezó a conocerse el hierro no hay datos ciertos, si se sabe, por los fragmentos del mismo encontrados en tumbas de las primeras dinastías egipcias, posiblemente extraídos de meteoritos, que los egipcios lo consideraron metal precioso por ser más raro que el oro, y por tener una dureza muy superior al resto de los metales. A los hititas, pueblo de las montañas de Anatolia, hacia los años 1600-1200 a. C., se le atribuye la paternidad de los conocimientos y el desarrollo de las habilidades necesarias para producir el hierro como metal industrial, cuyas propiedades fueron muy apreciadas por todos los pueblos al ser estas muy superiores al bronce, que es un metal más blando que el hierro. La mejor dureza del hierro fue una de las características altamente apreciadas por los hititas, haciendo posible la fabricación, con este metal, de armas y herramientas de corte, que al admitir ser y permanecer afiladas, unido a la resistencia de las mismas, las convirtieron, en aquella época de la historia, en armas casi indestructibles. Disponer de ese metal confirió a los hititas una superioridad que fue la que les permitió vencer y conquistar a los pueblos limítrofes, haciendo posible y fabricando también la creación más sobresaliente de los hititas, consistente en el desarrollo, fabricación y puesta a punto del primer carro de 53 guerra con un solo eje, con el cual, y durante siglos, fueron invencibles y arrollaron a sus enemigos. Los hititas, a finales del tercer milenio antes de nuestra Era, llegaron a Anatolia -actual Turquía- desde algún lugar que desconocemos, teniendo por capital la ciudad de Hattusa, en la actualidad llamada Bogazkoy, situada al este de Ankara. No hay datos sobre los procedimientos metalúrgicos que emplearon para la obtención del hierro, pero fueron los primeros descubridores de los procesos necesarios que condujeron al fabricación del mismo. Al parecer conservaron las técnicas y la tecnología necesaria para el tratamiento del hierro como un secreto militar, no conociéndose la procedencia del mineral que empleaban ni la tecnología que desarrollaron los hititas y posteriormente los asirios, para reducir la pirita de hierro a metal. Al ser destruido el imperio hitita por los invasores nórdicos, hacia el año 1200 a. C., los métodos de producción del hierro se difundieron por Asia y por la región del Danubio. En el palacio real de Khorsabad, cerca de la ciudad-Estado de Nínive, ribereña del río Tigris, se descubrió una enorme cantidad de lingotes de hierro que pesaban en su conjunto 16.000 kg, teniendo los mismos, igual que los lingotes de la época romana, la forma almendrada y con un agujero para colgarlos, siendo acumulados por los asirios como moneda para pagar servicios que debían ser bien retribuidos. Hacia el año 1500 a. C. se dotaron los hititas de escritura adoptando los signos cuneiformes babilónicos, debiendo estar su lengua emparentada con las indoeuropeas. Estos signos cuneiformes fueron y sirvieron a los escribas para transcribir numerosas lenguas, entre ellas el hitita, sirviendo mayoritariamente para asuntos que tuvieran que ver con la administración interna y la religión, empleando el idioma acadio como lengua vehícular entre las relaciones internacionales, siendo también escritas con signos cuneiforme otras lenguas de los imperios entonces existentes, tales como el hurita, el hati y otros. ------*------ 54 1.3 Etnias y pueblos en Mesopotamia Se han hallado vestigios de hace unos cien mil años, en las laderas de las montañas del norte de Irak, de los primeros asentamientos humanos en los territorios que los griegos bautizaron con el nombre de Mesopotamia, mucho antes que los encontrados en la parte baja del Valle de los dos Ríos, Sumer, reconociendo los historiadores que la falta de continuidad política es el rasgo destacado de estos territorios. Tienen las tierras un clima seco y caluroso, siendo fecundadas por los ríos Éufrates y Tigris, con sus riberas rodeadas de desierto. Estuvieron habitadas por una gran variedad de pueblos antes de la llegada de los sumerios, pero fueron ellos, con la invención de la escritura y el logro de la capacidad lectora, los que dieron los primeros pasos hacia la Civilización que hemos heredado, siendo posteriormente invadidos por los acadios, de origen semítico, con quienes compartieron lengua, dioses y la escritura cuneiforme inventada por los sumerios, utilizada como soporte de su historia. Los acadios ocuparon todos los dominios de los sumerios, extendiendo por estos y por todos los nuevos territorios por ellos conquistados la civilización que habían heredado, que enriquecieron con sus aportaciones culturales. Posteriormente dichos conocimientos sumero-acadios fueron igualmente asimilados por los babilonios, aportando los mismos grandes avances en materia de derecho, valores heredaros por los kassitas y los asirios. Estos últimos, los asirios, fueron muy guerreros, ampliaron 55 adoran y veneran los numerosos hinduistas que hay en el mundo, siendo una gran mayoría los que viven en India. Los arqueólogos John Marshall, en la década del año 1920, y Mortimer Wheeler en el año 1946, fueron los descubridores de los restos de las ciudades de Mohenjo- Daro y Harappa, ciudades estas que se sigue ignorando si eran capitales de Estados distintos o si formaban parte de un mismo reino. Los descubrimientos realizados en dichas ciudades, junto con las excavaciones sistemáticas estratificadas llevadas a cabo con posterioridad, revelaron la primera gran civilización hindú, madre del Pakistán actual, conocida por los estudiosos como “cultura del Indo”. Las excavaciones dieron a conocer, en la ciudad de Mohenjo-Daro, la existencia de nueve ciudades superpuestas con una trazado que pone de manifiesto que tenían una buena urbanización, siendo igualmente importantes las excavaciones realizadas en la ciudad de Harappa, cuyas fortificaciones están bien conservadas. Estas urbes al parecer tenían algún edificio de naturaleza religiosa y administrativa, con la ausencia de alguna edificación o tipo de monumento que fuera emblemático para la glorificación o el enaltecimiento de los poderosos, como los zigurat sumerios, y al no haber encontrado palacios entre cuyos restos se hubieran podido encontrar documentos arqueológicos, se desconoce que organización social pudieron tener estos pueblos, indicando la ausencia de estas edificaciones características que posiblemente no eran las monarquías las que gobernaban las ciudades del valle del Indo. Los restos urbanos conocidos informan que debieron planificar la ciudad con calles trazadas en cuadrícula, teniendo avenidas principales en las que a modo de ejes urbanos, desembocarían las arterias secundarias. Las edificaciones estaban construidas con bardos, ladrillos macizos de arcilla endurecida y secada, contando las ciudades con abastecimiento de agua potable que llegaba a los aseos con baño y sanitarios de cada vivienda, conducida por tubos de arcilla las aguas residuales a una red específica para la recogida de las aguas negras, cuyo alcantarillado estaba cubierto con baldosas para evitar los malos olores. En estas dos ciudades es han encontrado gran cantidad de cilindros-sellos con amplia 58 representación animalística, cerámica y algunas esculturas, conociéndose en la ciudad de Harappa cientos de estatuillas de terracota con figuras femeninas y de diosas de la fertilidad, junto con reproducciones de carretas en miniatura tiradas por animales de labor. La llamada Civilización del Indo se extendió hasta ocupar un territorio mayor que la del actual Pakistán, donde se construyeron grandes ciudades con ladrillo, adobes de tierra secados al sol o en hornos, siendo equipadas con instalaciones sanitarias y almacenes, destacándose la ausencia de templos en las mismas. El inicio de un periodo de esplendor en el valle del Indo es datado por los historiadores hacia el año 2300 a. C., y la ausencia de templos sorprende ya que se han encontrado objetos de culto en las ciudades de Mohenjo-Daro y Harappa, siendo, posiblemente, antecedentes de la futura religión de India. Como ya se ha indicado, las ciudades también carecían de palacios, lo que suscita muchos interrogantes sobre el tipo de estructura social de estos pueblos, que eran agricultores que cultivaban el trigo, la cebada y el algodón. En el valle del Indo, en las ciudades de Mohenjo-Daro y Harappa, han sido descubiertos ciertos “caracteres” inscritos en los cilindros-sellos y en las vasijas, creyendo que puede tratarse de pictogramas que están representando personajes, animales y algunos símbolos abstractos, con aproximadamente cuatrocientos signos que debieron ser una forma de identificar la pertenencia y el contenido de las vasijas, como también hacían en ese momento histórico los pueblos que conformaban Mesopotamia. Hacia el año 2800 a. C. es cuando se inicia esta forma de escritura, antes de la llegada de los arios a esta parte de lo que hoy es Pakistán, ignorándose cual era el lenguaje escrito y la transcripción de esa escritura “protoindia”. Se cree que la misma es una escritura ideográfica desaparecida hacia el año 1800 a. C., desconociéndose si fue sustituida por otra con signos cuneiformes. Se especula sobre existencia de ciertos vínculos con la más primitiva escritura cuneiforme procedente de sumeria, ya que los pueblos del valle estuvieron en contacto con los habitantes de las ciudades de Susa y la de Tepe Yahya, territorios pertenecientes hoy a Irán, habiendo 59 constancia arqueológica de la existencia de un intenso comercio marítimo con Sumer, llegando el marfil a la sumeria de Mesopotamia desde los valles del Indo, incluso, hay cilindros-sellos que dan fe de la procedencia y de la existencia de esa enigmática cultura. Sellos planos encontrados en Mesopotamia, procedentes de la ciudad de Harappa. Valle del Indo, Pakistán. Finales del tercer milenio a. C. Museo Nacional de Pakistán, Karachi. Restos arqueológicos de la ciudad de Mohenjo-Daro, provincia de Sins, Pakistán Estatua de 17,5 cm de alto y 11 cm de ancho en piedra esteatita. Procede de Mohenjo-Daro. Hacia el año 2100 a. C. Museo Nacional de Karachi, Pakistan ------*------ 60 Fue a raíz de las derrotas bélicas sufridas por el soberano acadio Naram Sin, iniciadas hacia el año 2190 a. C., cuando en el imperio sumero-accadio empezó el desmoronamiento. Una avalancha de gutis, montañeses semibárbaros procedentes del actual Kurdistán logran penetrar en Mesopotamia, y tras devastarla, se instalan en la ciudad de Accad en el año 2150 a. C. La invasión de los gutis duró hasta el año 2065 a. C., siendo expulsados por el hijo del rey de Gudea de todos los territorios acadios que habían conquistado. Consolidada la ocupación por el nuevo soberano sumerio, Ur- Nammu, hijo del rey de Gudea, fueron expulsados los gutis y volvieron a las montañas del Elam. El soberano conquistador creyendo que había llegado el momento tan esperado por Sumer para recuperar su soberanía, inició el nuevo periodo sumerio de Ur III, siendo la tercera dinastía de Ur la última y, seguramente, la más brillante de la historia de Sumer, manteniéndose y estando vigente el poder de los sumerios sobre todos los territorios bajo su reinado durante el periodo comprendido entre los años 2065-1955 a. C. En esta época, también llamada “neosumeria”, su civilización conoció un extraordinario renacimiento, extendiéndose todos sus saberes mucho más hallá de lo que se había extendido en el pasado, alcanzando esta expansión a los pueblos limítrofes del propio territorio sumerio, de tal modo que la cultura sumeria fue la que se impuso en parte de los pueblos que habían en los territorios hoy conocidos como el Oriente Medio. La decadencia del periodo de Ur III se inició en el año 1955 a. C., cuando se fragmentó en numerosos pequeños estados: Mesopotamia del norte, Acadia y Sumer, convirtiéndose en pueblos que individualmente tenían poca capacidad de resistencia frente a los invasores, siendo presas fáciles para los reyes fronterizos con deseos de nuevos territorios. La ciudad-Estado de Ur fue destruida y derrotado Ibbisin, el último rey de la dinastía sumeria del III periodo de Ur, huyendo a las regiones del Elam donde encontró asilo. Los reinos meridionales fuertemente semitizados de Isin y de Larsa fueron los que pudieron mantenerse independientes durante más de dos siglos, 63 durarían hasta el año 1700 a. C, dando con ellos el comienzo y el inicio del periodo de Isin-Larsa. En su libro “La Historia empieza en Sumer” escribe el sumerólogo S. N. Kramer, considerado por el asirólogo J. Bottéro como uno de los más competente y célebre del mundo: Aquí termina la historia de los sumerios, pero si su existencia política y aun étnica ha tocado a su fin, los sumerios no han dejado de sobrevivir por lo mejor que queda de ellos; los babilonios y más tarde los asirios –y hasta gran parte los hititas de Anatolia– y los hebreos no han hecho más que recoger y continuar la civilización sumeria. De los sumerios, los semitas nómadas de la Mesopotamia, habían aprendido casi todo lo que se refería a la “vida civilizada”; formas y contenido material de la religión, instituciones políticas y sociales, organización administrativa, derecho, técnicas de la industria y del arte, ciencias, arte de pensar, y hasta la escritura, la escritura cuneiforme, que ellos no hicieron sino que adaptaron a su propia lengua. Uno de los signos más reveladores de la permanencia “espiritual” de los sumerios durante toda la historia de Babilonia y de Asiria es éste; hasta el final, o sea, hasta un siglo antes de la Era cristiana, los semitas mesopotámicos conservaron el sumerio como lengua litúrgica y científica, igual que hacían nuestros reinos de la Edad Media, que usaban el latín. En otra obra del mismo autor, S. N. Kramer, “La cuna de la Civilización”, sostiene que la influencia que Mesopotamia ejerció en los hebreos fue directa e indirecta, marcada por lo siguiente: Si, como sostienen algunos eruditos, la leyenda bíblica de Abraham encerraba un fondo de verdad, y el patriarca hebreo vivió en -la llamada ciudad Caldea de- Ur en los días de Hammurabi, entonces cabe suponer que él y su familia asimilaron la cultura sumeria mucho antes de que los propios judíos formaran una nación. Los documentos cuneiformes, cuyas fechas oscilan desde la temprana época de 1700 hasta 1300 a. C., mencionan con frecuencia un pueblo llamado “habiru”, nombre que se relaciona con la palabra bíblica “hebreo”. Según estos textos, los 64 hebreos eran gentes errantes, nómadas, incluso bandidos y proscritos, hombres que vendían sus servicios como mercenarios a babilonios, asirios, hititas y hurrianos (hurritas) por igual. Ya por el año 1500 a. C., estos arquetipos antepasados del judío errante comenzaron la conquista de Palestina. Allí establecieron contacto con los cananeos, pueblo que había absorbido muchos aspectos de la vida mesopotámica. Los cananeos tenían una escritura cuneiforme, sus escuelas seguían los planes de estudios mesopotámicos y su cultura estaba profundamente imbuida de tales pensamientos y creencias. En la antigua capital asiria de Nimrud el investigador Austen Henry Layard, entre los años 1845-1847 y 1849-1851 de nuestra Era, excavó los aposentos reales del palacio noroeste del soberano del Imperio asirio nuevo Asurnasirpal II, que reinó entre los años 883-859 a. C., encontrando frente al llamado “Edificio Central” el conocido Obelisco Negro: un bloque de cuatro caras hecho con basalto, realizado durante el reinado de su hijo Salmanasar III en el año 841 a. C. El bloque tiene grabadas inscripciones cuneiformes y bajorrelieves en las cuatro caras, siendo en una de ellas donde se pude ver al rey de Israel Jehú, hijo de Omrí, besando los pies del monarca Salmanasar III, rey del Imperio asirio nuevo durante los años 858-824 a. C., soberano que había sometido a su pueblo y le había obligado a pagarle tributos. También tiene el bloque una leyenda que confirma lo dicho anteriormente: Tributo de Jehú, hijo de Omrí: recibí de él plata, oro, un cuenco de oro, un recipiente de oro, copas de oro, cubos de oro, estaño, un bastón para la mano del rey y venablos, estando grabados en el obelisco los símbolos identificadores de los dioses celestiales que eran adorados por los asirios, conservando un parecido casi idéntico a los creados por los sumerios, acadios y babilonios para identificar a sus dioses. Estos símbolos identitarios confirman que durante unos tres mil años los pueblos cambiaron el nombre de sus dioses, pero conservaron una muy parecida semejanza gráfica, conviviendo un milenio y medio con los nuevos símbolos religiosos monoteístas judíos. 65 referencias a las tierras y acontecimientos babilónicos, sin mencionar al pueblo sumerio. Sabemos que los pueblos egipcio y sumerio compartían un mismo territorio geográfico, separado solamente por el desierto, y que cada uno de ellos tenía una fuente fluvial permanente que permitió y facilitó el asentamiento, el crecimiento y el desarrollo de los mismos, con una diferencia notable, no hay constancia histórica de hambrunas en Sumer, y sí en el pueblo egipcio. Fueron contemporáneos en el tiempo histórico, pero a pesar de la aparente semejanza entre ellos, eran territorios y pueblos diferentes: no compartían lengua, estando expresados y recogidos los conocimientos generados en formas distintas por cada uno de ellos. De los egipcios nos ha llegado su historia “escrita” en diogramas y/o pictogramas, que con sus colosales monumentos y restos arqueológicos informan de su pasado. Fue distinto el soporte con el que los sumerios perpetuaron la mayor parte de su pasado, inventaron y desarrollaron la escritura en tablillas de arcilla y adquirieron la capacidad lectora de las mismas. Este descubrimiento transcendental para el progreso de la humanidad se extendió por todos los pueblos de Mesopotamia, sobreviviendo hasta día de hoy la invención heredada de los sumerios que nada ni nadie ha superado como forma críptica y duradera de comunicación entre los hombres. Hay documentos arqueológicos de la civilización sumeria y egipcia que hablan de los pensamientos, las ideas y los conocimientos tan distintos que ambos pueblos tenían, destacando entre sus diferencias las formas que habían adoptado de gobierno y de organización social, las creencias y el distinto desarrollo tecnológico e industrial. En la religión egipcia era algo fundamental y transcendental la creencia en la resurrección de los muertos, que no la tenían ni la compartían los sumerios. El estar ubicados en las orillas de un río importante, y con un caudal permanente, era quizás lo que ambos pueblos tenían en común, permitiéndoles alcanzar, con el uso de estos recursos hídricos, el desarrollo de una agricultura próspera y suficiente para alimentar a sus pueblos, no sin algunas dificultades cíclicas en el caso egipcio. Fueron los 68 sumerios los que construyeron canales y condujeron el agua por las acequias para que inundaran sus campos, creando con estas obras públicas unas vías fluviales de comunicación entre las márgenes de los ríos Éufrates y Tigris que facilitó el acercamiento entre los campos y las aldeas. Las obras públicas sumerias también permitieron encauzaran las crecidas de aluvión que se producían con una periodicidad no necesariamente regular, provenientes de los aportes estacionales producidos por el deshielo de las nieves de las montañas turcas de Anatolia, siendo de esta procedencia las aportaciones hídricas que alimentaban los caudales de los ríos Éufrates y Tigres. Con su trabajo lograron los sumerios conformar un entorno de riqueza que consistió en la producía de bienes piscícolas y avícolas, creando una agrícola avanzada con la ayuda de los ingenios de labranza que habían desarrollado, encontrándose entre estos desarrollos técnicos el que incorporaba al arado un dosificador de semillas como el que se puede ver en las imágenes de las páginas 189 y 190, no conociéndose que los egipcios dispusieran de tan avanzados medios. La agricultura egipcia tenía una marcada dependencia de las inundaciones que se producían para darle vida a los campos y lograr con ello una buena productividad, necesitando que con cierta regularidad los campos fueran inundados y fertilizados por los desbordamientos periódicos producidos gracias a los periodos de gran crecida que se dan en el río Nilo. Estas crecidas se dan con una cierta regularidad previsible, teniendo un calendario conocido los egipcios de fertilización de las tierras aledañas al río, facilitando el aprovechamiento de las mismas, pero, cuando no se producían, creaban un prolongado periodo de hambruna. La agricultura sumeria era diferente y quizás con más desarrollo técnico, reconociendo que disponer de agua en abundancia facilitó y permitió el asentamiento humano de sumerios y egipcios en las riberas de sus ríos, dando origen a la creación de aldeas y pueblos la riqueza que facilitaba la vida social. 69 Los habitantes de Egipto procedían de los grupos humanos conocidos por Ham o Cam, razas distintas de la de Sem, la de los semitas, siendo también mezcla de diferentes etnias de semitas y libios mediterráneos que se infiltraron en el delta del Nilo. Del principio de la historia egipcia hay abundante material pero fragmentado y con dificultad para precisar las primeras dinastías, no poniéndose de acuerdo los historiadores con lo ocurrido en las diecisiete primeras. Dentro de lo que se conoce como el antiguo Egipto, se sabe que en la cronología del mismo el periodo predinástico empieza hacia el año 3000 a. C., siendo por esas fechas, hacia el año 2900 a. C., cuando el legendario Menes fundó la I dinastía tinita de los faraones, al conseguir unir los pequeños estados de la ribera del río Nilo en un solo estado. Posteriormente fueron reinando otros Imperios y otras dinastías en Egipto, hasta que Amosis I, faraón reinante entre los años 1575-1550 a. C., funda la XVIII dinastía, iniciándose con este reinado el Imperio Nuevo, al que le sucedió el faraón Amenofis I, que reinó durante los años 1550-1528 a. C. Pocos años después, Tutmosis I, faraón durante los años 1528-1510 a. C., e hijo de Amenofis I, se adentra en las tierras de Mesopotamia llegando a las orillas del río Éufrates, estando al mando “de una formidable caballería y de escuadrones de carros de guerra”. Eran poderosos carros de guerra con auriga y arquero, construidos con un solo eje y dos ruedas, de parecidas características a los que ya habían desarrollado los hititas hacía más de un siglo, siendo ésta la primera incursión bélica realizada por las tropas egipcias en las tierras de los pueblos civilizados de Mesopotamia. El nieto de Tutmosis I, el faraón Tutmosis III, durante su reinado entre los años 1490-1436 a. C. continuó las campañas de conquistas territoriales emprendidas por su abuelo, asegurando y extendiendo las tierras que él había conquistado desde Babilonia hasta el mar Egeo, muriendo el 17 de marzo del año 1436 a. C. 70 “hermano” del Nilo, dan a conoce su queja al faraón por no haberle manifestado su preocupación cuando él había estado enfermo: Cuando mi cuerpo no se encontraba bien y mi hermano..., di rienda suelta a mi cólera contra mi hermano: ¿Es que mi hermano no ha oído que estoy enfermo? ¿Por qué no ha levantado mi cabeza? ¿Por qué no ha mandado a su embajador a informarse de mi estado de salud? En otra carta le hace saber al faraón, de forma clara, lo siguiente: Hermandad, amistad, alianza y buenas relaciones entre los reyes, solo persisten mientras sean de relieve -los regalos-, las piedras preciosas, la plata y el oro. Quejándose también del envió de oro de baja calidad y del robo en Palestina de una caravana comercial procedente de Babilonia, territorio éste oficialmente bajo la soberanía del faraón. Una de las 300 tablillas encontradas en el archivo de la ciudad de Amarna, Egipto. Correspondencia escrita en idioma acadio con caracteres cuneiforme. Están depositadas en distintos museos del mundo. Aproximadamente un siglo después, dentro del Imperio Nuevo, ocurrió un hecho que es un hito en las creencias de los pueblos, hasta entonces gobernados por los reyes adoradores de los dioses, los directores del culto y el poder del clero. El legítimo sucesor de los reyes conquistadores de “las tierras de los dos ríos”, el Éufrates y el Tigris, el faraón Amenofis IV, faraón de la XVIII dinastía durante los años 1367-1350 a. C., proclamó por primera vez la existencia de un Dios Único, declarando que todos los dioses de Egipto son pura superstición y que debe desaparecer todo rastro de los mismos en los escritos, los monumentos y en los templos de todos sus territorios. Ordenó también, con el deseo de anular el poder de la casta sacerdotal, que los templos fueran consagrados al Único Dios, al dios sol Atón, 73 cambiando el faraón su propio nombre de Amenofis por el de Akenatón, “Espíritu de Atón” o “Servidor de Atón”. El conjunto del clero egipcio, a pesar de la pérdida de poder que el cambio les suponía, no se opuso a la voluntad del monarca de abolir el culto al dios Amón y al resto de los dioses, por ser éste, el monarca, un ser elegido por los dioses y una encarnación del mismo Amón, creencia que hacía del faraón Amenofis IV ser dios en la Tierra, un ser divino, siendo esta creencia, la de ser un elegido por dios, una creencia que en la actualidad permanece entre nosotros, donde todavía hay gobernantes que lo son “por la gracia de Dios”. En un texto de cuatro siglos antes que los salmos de David, compuesto por el mismo faraón, el “Himno a Atón” le diviniza y también le es laudatorio, siendo a la vez una alabanza e himno al Dios Único, con semejanza evidente a los conocidos textos sagrados judeo-cristianos, según esta pequeña parte del escrito: Único Dios, tú que no tienes igual, tú que has creado la Tierra según tu corazón, cuando estabas solo, los hombres, todos los animales domésticos y salvajes, todo lo que está en el cielo y vuela con sus alas... Tú has colocado a los hombres en su lugar y tú provees de sus necesidades... Tú creas al hijo del hombre, tú fabricas su simiente, tú le das vida y le cuidas antes de nacer. Y cuando viene el día de nacer, tú abres su boca y le proporcionas alimento ¡Cuán múltiples son tus obras! ¡Cuán incomprensibles son para nosotros! ¡Oh Dios, nadie puede abarcar tu poder! Tú creaste la Tierra según tu deseo, mientras tú estabas solo. 74 Esta forma monoteísta de entender la relación de los mortales con la divinidad no duró más allá de la vida de su fundador, el faraón Amenofis IV, que luego cambió su nombre por el de Akenatón. A su muerte le sucedió su hijo Tutankamón, que vivió entre los años 1350-1339 a. C., y no su yerno como se había creído hasta fechas recientes, siendo él el restaurador del culto politeísta a los dioses Amón y Osiris, que como referentes principales de los dioses habían sido olvidados, reimplantando el clero a todos los dioses por todo el territorio egipcio. Con la restauración de las divinidades politeístas el pueblo volvió a tener los dioses que habían sido un referente para todas las generaciones anteriores, dioses que les habían acompañado y servido de consuelo durante siglos. A todas las divinidades egipcias se les rindió culto hasta que Egipto fue conquistada por Alejandro Magno, hacia el año 333 a. C., siendo sustituidos todos ellos por las nuevas divinidades helénicas. Dos años después, el gran conquistador macedonio Alejandro Magno se apoderó de Babilonia convirtiéndola en la capital de su inmenso imperio, continuando sus conquistas por todas las ciudades de Persia. Siendo muy joven, en su palacio de la ciudad de Babilonia, el monarca, con tan solo 33 años, murió el 13 de junio del año 323 a. C. Ruinas de la ciudad de Babilonia 75 desembocadura en el mar. Se instalaron en lo que se conoce como la baja Mesopotamia, un territorio que comprende, entre otras ciudades-Estado, las de El Obeid, Ur y Eridu, consolidando su presencia en la época que transcurre entre los años 3500 y 2700 a. C., llamada por los arqueólogos y sumerólogos como periodo de Uruk y de Djemdet Nasr. Poblaron y se establecieron en las tierras que fueron pantanosas donde previamente habían realizado las obras de drenaje necesarias para hacerlas habitables, consiguiendo con el incremento de estas actuaciones hidráulicas aumentar la superficie de tierra dedicada al cultivo, incrementando la producción agrícola y el bienestar material de sus habitantes. Los cilindro-sellos, bajorrelieves, esculturas, grabados y pinturas de la época, muestran a los sumerios como un pueblo de estatura media, cráneo braquicéfalo, nariz recta y saliente, boca pequeña, labios finos, mandíbula inferior corta con abundantemente barba y con cabeza rapada, distinción esta, la de raparse la cabeza, que los hacía reconocibles frente a los semitas, conocidos como los “cabezas negras” por llevar el pelo largo. Preguntarse, ¿quienes eran los sumerios, de dónde venían y como llegaron a estas tierras?, es algo que todavía no tiene respuesta convincente ni indiscutible. Los documentos arqueológicos e históricos conocidos no dan siempre respuestas inequívocas a las preguntas anteriores, actualmente, por los datos que se tienen, parece lo más probable que los sumerios hayan venido como masa de emigrantes procedentes, posiblemente, de lugares del norte del golfo Pérsico o de los montes Zagros, 78 Estatua de Ubich-il, intendente del templo de la diosa acadia Ishtar en la ciudad- Estado de Mari. De 52 cm de altura, hecha en alabastro yesoso. Periodo acadio. Años 2350-2150 a. C. Museo del Louvre, París. actualmente pertenecientes a Irán, convirtiéndose en los conquistadores y en los nuevos pobladores de estas tierras en las se integraron, asimilando y enriqueciendo con la suya la cultura propia de los primitivos habitantes. Las excavaciones arqueológicas realizadas a partir del año 1849 de nuestra Era por ingleses, y continuadas medio siglo después por alemanes, descubren, en perfecta secuencia estratigráfica de hasta 18 niveles, la existencia de una población de principios del tercer mileno de a. C, identificada y confirmada como la ciudad-Estado de Uruk, según dataciones efectuadas con el carbono 14, método que permite fijar la edad de los objetos que tienen vida propia y no han dejado escrita su antigüedad, entre otras evidencias. Quizás convenga recordar, para una mejor aceptación de la fiabilidad de este método de datación, que el carbono14 es un radioisótopo del carbono descubierto el 27 de febrero del año 1940 por Martin Kamen y Sam Ruben, concediéndole el premio Nobel al químico Williard Libby en el año 1960 por descubrir, en el año1949, las bases del método de datación histórica a partir de la medición del decaimiento, perdida, del radioisótopo que contienen los objetos orgánicos, convirtiéndose en uno de los mayores logros científicos ocurrido hasta entonces en el siglo XX. La exploración y excavación sistemática del subsuelo estudiando los distintos niveles, la estratigrafía, del yacimiento de la ciudad-Estado de Uruk, se realizó en profundidad, siendo una mirada profesional, la de los arqueólogos, la que estableció la cronología de esa excavación, determinando donde empieza y donde termina cada capa de estructura que representa un periodo histórico. El descubrimiento de vestigios históricos en capas paralelas en ese lugar del mundo debió ser especialmente complicado, sobretodo, si tenemos en cuenta que el principal material empleado por los sumerios durante varios milenios, para realizar las obras públicas y las construcciones de viviendas, fueron los bardos hechos con tierra arcillosa, materia vegetal y agua, que cuando se deshacen por la acción del tiempo el material con el que están hechos, apenas se pueden distinguir de la tierra donde los 79 encontraron enterrados los arqueólogos, en los montículos de arena formados durante siglos. Después de haber llegado a los vestigios estratificados de procedencia árabe, griega y persa, llegaron los arqueólogos con sus excavaciones al imperio asirio medio que gobernó entre los años 1380-1078 a. C. Alcanzada la capa llamada “asiria”, de donde proceden la mayor parte de los documentos con escritura cuneiformes conocidos, dio comienzo el descubrimiento de palacios, estatuas y piezas arqueológicas que son verdaderos tesoros, junto con armas de reyes cuyas conquistas y hazañas se sabían en parte por los relatos Bíblicos y por lo que dejó escrito el historiador griego Heródoto. Ejemplo de identificación por niveles de capas de estructuras .arqueológicas. El descubrimiento de vestigios históricos en capas paralelas en ese lugar del mundo debió ser especialmente complicado para los arqueólogos, sobretodo, si tenemos en cuenta lo dicho, que el principal material que emplearon los sumerios durante varios milenios fueron los bardos hechos con tierra, que con el paso del tiempo se confunden e integran con los materiales vírgenes del lugar. Los equipos de investigación arqueológica disponen y emplean en los yacimientos donde trabajan, entre otras técnicas de investigación y prospección geofísica, la técnica de teledetección montada sobre ruedas, el GPR (ground penetraiting radar), técnica conocida como el geo-radar de prospección para el reconocimiento del subsuelo, junto con el conocido GPS como medio de 80 soporte donde fijarlo es evidente, después de transcurridos varios milenios desde que perpetuaron sus saberes y conocimientos escribiéndolos, han llegado decenas de miles de ellas a nosotros, incluso, algunas tablillas contienen dibujos delineados que son un plano donde están reflejados con fidelidad los deseos del mensajero y creador. Con el paso del tiempo fue evolucionando la escritura y los poemas, relatos en un primer momento dados a conocer por vía oral y sin conexión argumental unos con otros, que pudieron ser fijados muy pronto por escrito en las “edubba” o “casa de la escritura” sumerias. Estas creaciones fueron pasando a otras lenguas tras varios siglos de continua actualidad e interés, cuyos copistas algunas veces fueron fieles al original y en otras las modificaron, las reajustaron y las ampliaron. Un ejemplo de ello son las aventuras que han llegado escritas del “fuerte, el admirable, el providente” Gilgamesh, divinidad y rey de la ciudad-Estado de Uruk, donde los especialistas están de acuerdo en admitir que la trama de los diferentes episodios que contiene la “Epopeya” o “Poema de Gilgamesh” es pura creación sumeria, reescriturada durante siglos, cuya paternidad es debida a algún o algunos de los poetas con ingenio que supieron proyectar en el “Héroe Gilgamesh” los más grandes sueños del pueblo sumerio, siendo la escritura una revolución poderosa y transcendental muy moderna, estimándose sus inicios hace unos 4500 años, unas 170-200 generaciones. Fue necesario que los escribas y posteriormente los solamente lectores, tuvieran que hacer un gran esfuerzo continuado al querer aprender a leer recorriendo con la vista los caracteres ideados, empleando trazos que la vista no relacionaba con objetos o formas conocidas. Aprendieron a memorizar y a repetir el significado atribuido a cada uno de los signos, siendo el grupo social al que pertenecían el que lo determinaba y les daba un valor y una interpretación personal a los mismos. Dado que la escritura y la capacidad lectora es de tan reciente creación, nos hemos quedado sin constancia fehaciente de la mayor parte de los conocimientos y vivencias tenidas por nuestros antepasados lejanos, siendo la invención de la escritura la que determina el inicio de la era histórica en la que nos encontramos, poniendo fin a la prehistoria. 83 Hay duda de que la palabra pueda ser un medio fiel de transmisión del saber, forma reveladora y principal del pasado, al perder la información de lo ocurrido en el mismo instante de ser hablada, volando, sin dejar rastro alguno, en el mismo momento de salir de la boca del mensajero. Solo cuando la escritura permite fijar el pensamiento y los deseos humanos es posible recoger la historia, los pensamiento e inquietudes de nuestros antepasados, que hasta entonces eran mayoritariamente conocidos y transmitidos por medio de la expresión oral utilizada en la comunidad a la que pertenecían. Lo sucedido desde nuestros orígenes se transmitía exclusivamente por esa vía, la palabra, empleada durante siglos para dar a conocer los hechos y acontecimientos más sobresalientes habidos en cada uno de los periodo histórico y solo, para goce de las generaciones venideras, con la escritura se pudo fijar dicha expresión verbal. De los padres y de los ancianos adquirían los hijos, vía la palabra, los conocimientos necesarios para su vivir y convivir en los grupos organizados que Tablillas con inscripciones pictográficas y escritura pre-cuneiforme. Finales del IV milenio a. C. Museo del Louvre, París y Museo Británico, Londres componían la sociedad, conocimientos estos que se fueron ampliando hasta abarcar otros campos del saber gracias a la invención de la escritura. Los inicios de lo que luego fue la escritura consistió en identificar y marcar los bienes producidos, empleando signos imperecederos que indicaban la cantidad de los mismos e identificaban los contenidos, empezando así lo que podemos considerar como la primera “contabilidad” de los bienes familiares de los propietarios y de la sociedad 84 constituida en ciudad-Estado, siendo el soporte que contenían las escrituras inscritas con caracteres cuneiformes unas humildes tablillas hechas con el material más abundante que poseían, la arcilla y el agua que mezclaban con materia vegetal, endureciéndolas al sol o cociéndolas al fuego. Son más de cien mil las tablillas halladas en las excavaciones realizadas y rescatadas en las excavaciones habidas en los territorios que fueron sumerios, en la Baja Mesopotamia, más o menos deterioradas y fragmentadas: ...recubiertas éstas de minúsculos signos cuneiformes, rarísimos, erizados, entremezclados y ásperos,... dicen los sumerólogos de las tablillas encontradas, estando muchas de ellas ya “autografiadas”, palabra ésta que emplean los expertos para referirse a las transliteraciones y traducciones. Solo varios miles de ellas está escritas por los sumerios, abarcando todas las actividades y todos los aspectos de la vida de este pueblo pionero, siendo una mínima parte de las muchas que se han encontrado en distintos idiomas. Las mismas contienen información sobre el gobierno, la administración de justicia, la economía, las relaciones personales, la ciencia en todas su manifestaciones, la historia, la literatura y la religión, habiendo estudiado y descifrando los especialistas el contenido de los vestigios, utensilios, estatuas, imágenes, templos, palacios y ciudades, siendo un grupo de esforzados arqueólogos, asirólogos y sumerólogos, los que han conseguido, después de decenas de años de trabajos y esfuerzos duros y oscuros, redescubrir y colocar en la historia el nombre de los sumerios, haciendo que puedan ocupar en ella el sitio de honor que se merecen. Estos sabios investigadores han conocido los secretos y mecanismos complejos de su escritura y de su idioma, permitiendo reconstruir y datar, con paciencia y tesón, cada uno de los restos encontrados, sacando a los sumerios de la oscuridad histórica. Han iluminando su extraordinaria existencia olvidada durante miles de años, de la que existen algunas lagunas tanto en el tiempo como en los mensajes y en el espacio histórico, confiando que las nuevas excavaciones arqueológicas y las investigaciones en curso, posiblemente, puedan aportar nuevos descubrimientos que permitan recorrer y alumbrar toda la historia desconocida de Sumer, situándola en el contexto de la 85 diferentes idiomas y que contenían el mismo texto-mensaje laudatorio, permitiendo, una vez descifrados, acceder al conocimiento del idioma babilonio del que nada se sabía, accediendo con este descubrimiento a la cultura y vida de los primeros pueblos que habitaron en Mesopotamia. Cabe recordar que las ciudades-Estado y los monumentos no fueron construidos con piedra, como lo hicieron los egipcios, siendo construidas sus viviendas, palacios y obras públicas, con adobes hechos con tierra y agua secados posteriormente al sol o en hornos. Las inclemencias del tiempo, las lluvias, las inundaciones anuales y los vientos, fueron los que sepultaron y convirtieron en montículos informes de arena la mayoría de los monumentos sumerios, permaneciendo ocultos durante miles de años como parte integrante del entorno y confundiéndose con el paisaje. La importancia histórica que tenía esa proclamación, después de ser descubierto el monumento escultórico hallada en la Roca de Behistún aumentó porque el que las descubrió, Carsten Niebuhr, decidió hacer copias fieles y exactas de los tres escritos que habían en la piedra tallada, con signos grabados en forma de escrituras cuneiforme inscritas, no lográndose entonces, ni durante muchos años después de darlos ha conocer en Europa, la comprensión ni el significado de los extraños signos que el descubridor había copiado. Fue en el año 1835 cuando el británico Henry Creswicke Rawlinson llegó a descifrar los tres textos copiados, informando que los signos extraños grabados en forma de cuña contenían, los tres, el mismo mensaje. Recogían la proclamación de un gran conquistador y estaban escritos en antiguo persa, en elamita y en el dialecto neobabilonio conocido como acadio, reflejando los escritos la proclama, que no era nueva en la historia, donde decía que Darío I era “rey por la gracia de dios”, unido a una proclamación conminatoria del rey: Soy rey por la gracia de Ahura Mazda -el dios alado-, Ahura Mazda me ha cedido el reino. Diciendo a continuación: 88 Tú, que en la posteridad contemplarás esta inscripción o estas esculturas, no las destruyas (sino) que en adelante habrás de protegerlas en tanto tengas buena fuerza. Años después del descubrimiento de los textos que hacen referencia a Sumer, el día 3 de diciembre del año 1862 anunció y presentó George Smith una comunicación que causo sensación, presentando, en una sesión de la entonces joven Sociedad Inglesa de Arqueología Bíblica, el hallazgo de un relato sumerobabilónico de un diluvio contenido en la tablilla XI del “Poema de Gilgamesh”, ocurrido hacía más de cuatro mil años y comparable su texto con el que narra la Biblia. El hallazgo puso de manifiesto que la narración sobre el diluvio universa bíblico no es la más antigua, lo es la sumeria que hoy conocemos, avalada dicha afirmación por los hallazgos posteriores procedentes de las excavaciones hechas en la ciudad-Estado de Nippur. Esta afirmación, de que el contenido de la tablilla XI es de origen sumerio, fue confirmada por los resultados de un estudio realizado a un fragmento conservando en el Museo de la Ciudad de Filadelfia, que estudiado, datado y publicados los resultados, en el año 1914 por Arno Poebel, dan a conocer y pone de manifiesto que esa escritura cuneiforme no era de origen semítico como hasta entonces se daba por supuesto. Comprender por los filólogos las lenguas muertos del periodo mesopotámico fue el primer indicio extrabíblico, documentado con pruebas arqueológicas, de la existencia de una civilización y de un pueblo del que se había perdido todo recuerdo, siendo en el año 1869 cuando el lingüista Jules Oppert, después de haber estudiado y traducido tablillas con escritura cuneiforme, descifró y anunció que había conocido el nombre de un pueblo, Sumer, que vivió en un lugar llamado sumeria. Este descubrimiento permitió conocer que los sumerios, antes que los acadios, babilonios y asirios, habían sido el primer pueblo civilizado y culto que vivieron en los territorios conocidos como Mesopotamia, confirmando dicho lingüista que la escritura, la cuneiforme, era una invención nacida en Sumer. El descubrimiento permitió, años 89 después, poner de manifiesto que la Primera Civilización de la Humanidad no formaba parte del mundo conocido por griegos y romanos, y que la existencia del pueblo sumerio supuso poner en tela de juicio algo que hasta entonces nadie ponía en duda: que los semitas fueron el primer y único pueblo que vivió en las tierras regadas por los ríos Éufrates y Tigris, afirmación que sostienen los libros sagrados judeo-cristianos al identificarles como los primeros y únicos pobladores de esas tierras. Cuando empezaron las primeras grandes excavaciones arqueológicas al sur de Mesopotamia, en el año 1877, se encontraron tablillas y diversos fragmentos con escritos cuneiformes en lengua sumeria, junto con estelas, estatuas y otros restos arqueológicos que habían estado varios miles de años enterrados en las arenas del desierto formando montículos que eran parte del paisaje. En el año 1889, en las excavaciones efectuadas en la ciudad-Estado de Nippur, se desenterraron cerca de 30000 tablillas y fragmentos de las mismas, continuando los descubrimientos durante más de siglo y medio por distintos equipos de arqueólogos de diversas nacionalidades. La especialización de los mismos en el conocimiento de esta sorprendente civilización, hizo que fueran conocidos y llamados desde entonces sumerólogos, y también asirólogos los estudiosos de esos pueblos. En varios de los capítulos de este trabajo, formando parte esencial y razón de ser del mismo, se estudian algunos de esos descubrimientos y el desarrollo técnico e industrial tan sorprendente que alcanzaron, resaltando como uno de los rasgo característico del periodo sumero-acadio-babilónico la forma de acceder al gobierno que tenían todos reinos de las ciudades-Estado. Se accedía al gobierno por voluntad real, siendo el hijo el que heredaba la corona, no siendo siempre el primogénito, ni en todos los casos el que había sido designado como heredero del gobierno del reino, accediendo a él una vez producido el fallecimiento del soberano reinante. 90 Detalle del relieve de la proclamación de Darío I, donde se pueden ver parte de los escritos cuneiformes y al dios alado Ahura Mazda, que preside y bendice al rey. ------*----- 93 2.1. 1 Periodo sumerio de Ur I (Años 2500-2360 a. C.) Los sumerios, hombres “primitivos”, etimológicamente entendido como la era fundacional, el primer tiempo, momento o edad, constituyen el pueblo más antiguo de la Baja Mesopotamia, anterior al egipcio que hasta hace no muchos años era considerado el forjador de la Civilización Occidental. La procedencia de los sumerios es incierta, se sabe que con su asentamiento en la zona del Valle de los dos Ríos se produjo el nacimiento del periodo de Uruk, aproximadamente entre los años 3500- 2800 a. C., teniendo a la diosa Inanna como Señora de la ciudad-Estado de Uruk, siendo la Gran Madre, la diosa del amor y dadora de la fecundidad. Ellos fueron el origen de la civilización conocida en los territorios babilónicos, siendo los creadores de la primera Civilización de la Humanidad cuya historia la conocemos por estar contenida en los escritos heredados y en los documentos arqueológicos descubiertos. Harmut Schmökel en su libro “Ur, Asur y Babilonia” los describe como ...un pueblo de estatura media, cráneo braquicéfalo, nariz recta y saliente, boca pequeña, labios finos y mandíbula inferior corta,....Vivieron en un territorio de unos 20000 km cuadrados, superficie un poco más pequeña que la que tiene la Comunidad Valenciana, alcanzando la sociedad un buen nivel tecnológico, industrial y organizativo. Los logros alcanzados hicieron posible el abandono del nomadismo y el asentamiento de sus ciudadanos en aldeas y posteriormente en las ciudades-Estado, creando la vida urbana donde vivir en sociedad. La ciudad-Estado de Uruk tuvo como rey al mítico Gilgamesh, dios-hombre según el poema que narra la magna Epopeya centrada en él, considerado hoy por algunos especialistas como un ser histórico y no mítico, no habiendo pruebas concluyentes que avalen esa creencia. Se desconoce la genealogía de los sumerios aunque se les ha incluido en el grupo llamado asiático, no habiéndose determinado todavía su origen racial ni su segura procedencia geográfica, creyéndose que probablemente fueron oriundos del Asia Central y que llegaron a través de Irán, estimándose que la fecha de entrada en el 94 “País de los llanos del Éufrates y el Tigris” se produjo unos 300 años antes del nacimiento del primer periodo de Djemdet Nasr, aproximadamente anterior a los años 3000-2800 a. C. A su llegada a estas tierras los sumerios encontraron que predominaban las llanuras esteparias semejantes al desierto en época de sequía, junto a las zonas inundadas que conformaban un espacio inhabitable alimentado por los dos grandes ríos, el Éufrates y el Tigris. Emprendieron los trabajos necesarios para conseguir asegurar las orillas de los ríos con las únicas cosas que tenían en abundancia, tierra, cañas y agua. Para hacer posible la navegación por los espacios inundados y por los ríos fue necesario la construcción de elevados diques, que contuvieran las crecidas de primavera y otoño ocasionadas por las lluvias producidas en esos periodos, y por el deshielo procedente de las montañas pertenecientes hoy a Turquía e Iran. Tuvieron que desecar los campos para luego poder convertirlos en tierras fértiles, conduciendo las aguas hacia ellas cuando las necesitaran. Imitaron a la naturaleza haciendo surcos en la tierra por donde llevar las aguas hasta los campos de labor, donde rara vez eran humedecidas por las lluvias, siendo con el aporte de las mismas con las que convirtieron las tierras de secano en fértiles campos agrícolas de regadío, consiguiendo producir cereales y regar los prados para tener hierba con la que dar de comer al ganado. Crearon palmerales datilíferos y plantaron arboles con los que obtener frutos, sombra en verano, madera para alimentar el fuego y herramientas con las que trabajar. Los productos agrícolas y ganaderos que producían consiguieron garantizar la alimentación de una población en crecimiento, exportando los sobrantes a los pueblos vecinos e importando de los mismos los productos que ellos no tenían y necesitaban para su mejor desarrollo, estando entre las importaciones las distintas clases de rocas, piedras, mármoles y maderas más resistentes para la construcción, junto con los minerales industriales y los metales preciosos. El aumento de riqueza debido al incremento de bienes agrícolas demandó la necesidad de tener un control sobre los mismos, tanto de la cantidad como del producto agrícola, viéndose en la necesidad de 95
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