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Orientación Universidad
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poema de gilgamesh, Apuntes de Historia de España

Asignatura: Història Antiga del Pròxim Orient, Profesor: arturo arturo, Carrera: Història, Universidad: UdL

Tipo: Apuntes

Antes del 2010

Subido el 10/07/2007

dianita-70
dianita-70 🇪🇸

3.8

(78)

10 documentos

Vista previa parcial del texto

¡Descarga poema de gilgamesh y más Apuntes en PDF de Historia de España solo en Docsity! EL POEMA DE GILGAMESH Anónimo El Poema de Gilgamesh - 1 - ANÓNIMO Tablilla I (I) Aquel que vio todo [hasta los confine]s de la tierra, [Que todas las cosa]s experimentó, [conside]ró todo. [...] juntamente [...], [...] de sabiduría, que todas las cosas.[..]. Lo [o]culto vio, [desveló] lo velado. Informó antes del Diluvio, Llevó a cabo un largo viaje, cansado y [derren]gado. Todo su afán grabó en una estela de piedra. De la terraplenada Uruk el muro construyó, Del reverenciado Eannal, el santuario puro. ¡Contempla su muralla exterior, cuya cornisa es como el cobre! ¡Mira la muralla interior, que nada iguala! ¡Advierte su umbral, que de antiguo viene! Acércate a Eanna, la morada de Istar, Que ni un rey futuro, ni un hombre, puede igualar. Levántate y anda por los muros de Uruk, Inspecciona la terraza de la base, examina sus ladrillos: ¿No es obra de ladrillo quemado? ¿No echaron sus cimientos los Siete [Sabios]? [...]1 1 Falta el resto de la columna. Un fragmento hitita [cf. J. Friedrich, ZA, XXXIX (1929), 2-5] corresponde en parte a la porción inicial deteriorada de nuestra columna 1l y, por ende, parece contener algo del material del final de la I columna. De tal fragmento se desprende que varios dioses intervienen en la formación de Gilgamesh, al que dotaron de talla sobrehumana. Finalmente, Gilgamesh llega a Uruk. - 2 - EL POEMA DE GILGAMESH (III) El cazador abrió [su boca] para hablar, Diciendo a [su padre]: «Padre mío, hay [un] hombre que [ha venido de las colinas], Es el más poder[oso de la tierra]; vigor tiene. [¡Como la esencia] de Anu, tan tremendo es su vigor! [Siempre] recorre las colinas, [Siempre] con las bestias [se nutre de hierba]. [Siempre planta] los pies en la aguada. [¡Tan espantado estoy, que] no oso acercarme a él! [Cegó] las hoyas que yo había excavado, [Destrozó] mis trampas que yo había [puesto], Las bestias y las criaturas del llano [Hizo escapar de mis manos]. [¡No permite que] me dedique a la caza!» [Su padre abrió la boca para hablar], Diciendo al cazador: «[Hijo mío], en Uruk [vive] Gilgamesh. [Nadie hay más fuerte] que él. [¡Como la esencia de Anu, tan tre]mendo es su vigor! [Ve, pues; hacia Uruk dirige] tu faz, [Refiérele] el poder del hombre. [Haz que te entregue una ramera]. Lléva(la) [contigo]; [Prevalecerá sobre él] a causa de [un mayor] poder. [Cuando abreve los animales en] la aguada, [Se quitará] el ves[tido, mostrando desnuda] su madurez. [En cuanto vea] a ella, a ella se acercará. ¡Le rechazarán las bestias [que crecieron] en su estepa!» [Oyendo] el consejo de su padre, El cazador avanzó [hacia Gilgamesh]. Emprendió el camino, en Uruk puso [el pie]: «[... ] Gilga[mesh... ], Hay un hombre [que ha venido de las colinas], El más poder[oso de la tierra; vigor tiene]. Como la esencia de Anu, tan tremendo es [su vigor]. [Siempre] recorre las colinas, Siempre con las bestias [se nutre de hierba]. Siempre [planta] los pies en la aguada. ¡Tan espantado estoy que no oso acercarme a [él]! Cegó las hoyas que [yo] había excavado, Destrozó mis trampas [que yo había puesto], Las bestias y las criaturas [del llano] hizo escapar de mis manos. ¡No permite que me dedique a la caza!» Gilgamesh le dijo, [a]l cazador: «Ve, cazador mío; lleva contigo una ramera. Cuando abreve los animales en la aguada, Se quitará el vestido, mostrando desnuda su madurez. En cuanto la vea, a ella se acercará. - 5 - ANÓNIMO ¡Le rechazarán las bestias que crecieron en su estepa!» Fuese el cazador, llevando con él una ramera. Emprendieron el camino, yendo rectos en su dirección. Al tercer día al sitio indicado llegaron. El cazador y la ramera se sentaron en sus lugares. Un día, un segundo día, estuvieron sentados, junto a la aguada. Las bestias salvajes llegaron a la aguada a beber. - 6 - EL POEMA DE GILGAMESH (IV) Las criaturas pululantes llegaron, deleitándose su corazón en el agua. En cuanto a él, Enkidu, nacido en las colinas Con las gacelas pasta en las hierbas, Con las bestias salvajes se abreva en la aguada, Con las criaturas pululantes su corazón se deleita en el agua La moza le contempló, al salvaje, Al hombre bárbaro de las profundidades del llano: «¡Ahí está, oh moza! ¡Desciñe tus pechos, Desnuda tu seno para que posea tu sazón! ¡No seas esquiva! ¡Acoge su ardor! En cuanto te vea, se acercará a ti. Desecha tu vestido para que yazga sobre ti. ¡Muestra al salvaje la labor de una mujer! Le rechazarán las bestias salvajes que crecen en su estepa, Cuando su amor entre en ti». La moza libertó sus pechos, desnudó su seno, Y él poseyó su madurez. No se mostró esquiva al recibir su ardor. Desechó su vestido y él descansó en ella. Mostró al salvaje el trato de una mujer, Cuando su amor entró en ella. Durante seis días y siete noches Enkidu se presenta, Cohabitando con la moza. Después que (se) hubo saciado de sus encantos, Volvió el rostro hacia sus bestias salvajes. Al verle, Enkidu, las gacelas huyeron, Las bestias salvajes del llano se alejaron de su cuerpo. Sorprendióse Enkidu, su cuerpo estaba rígido, Sus rodillas inmóviles -pues sus bestias salvajes habían huido. Enkidu hubo de aflojar el paso -no era como antaño Pero entonces tiene [sa]biduría, más [am]plia comprension. Volvióse, sentándose a los pies de la ramera. Mira a la cara de la ramera, Atento el oído, cuando la ramera habla; [La ramera] le dice, a Enkidu: «¡Tú eres [sabio], Enkidu, eres como un dios! ¿Por qué con las criaturas silvestres vagas por el llano? ¡Ea!, deja que te lleve [a] la amurallada Uruk, Al santo templo, morada de Anu e Istar, Donde vive Gilgamesh, perfecto en fuerza, Y como un buey salvaje señorea sobre el pueblo». (40) Mientras le habla, sus palabras encuentra favor, Su corazón se ilumina, ansía un amigo. Enkidu le dice, a la ramera: «¡Arriba, moza! Escóltame Al puro templo sagrado, morada de Anu e Istar, - 7 - ANÓNIMO Tablilla II (I) Gilgamesh se levantó para revelar el sueño, Diciendo a su madre: «Madre mía, durante la noche Me sentí alegre y anduve En medio de los nobles. Las estrellas aparecieron en los cielos. La esencia de Anu descendió hacia mí. Intenté levantarlo; ¡pesaba demasiado para mí! Intenté moverlo; ¡moverlo no pude! La tierra de Uruk lo rodeaba, Mientras los nobles besaban sus pies. Cuando afirmé mi frente, me dieron soporte. Lo levanté y lo traje a ti». La madre de Gilgamesh, que todo lo conoce, Dice a Gilgamesh: «Ciertamente, Gilgamesh, uno como tú Nació en la estepa, Y las colinas le criaron. Cuando le veas, [como (de encima de) una mujer] te regocijarás. Los nobles besarán sus pies; Tú le abrazarás y [..]. a él; Tú le conducirás a mí». Se acostó y vio otro [Sueño]: dice a su madre: «[Madre mía], vi otro [...] en la confusión. En la calle [De] Uruk de amplios mercados Había un hacha, y Se habían reunido alrededor de ella. Singular era la forma del hacha. En cuanto la vi, regocijéme. Me gustó, y como si fuera una mujer, Me atrajo. La cogí y la coloqué En mi costado». La madre de Gilgamesh, que todo lo conoce, [Dice a Gilgamesh]: [... hay una laguna ...] - 10 - EL POEMA DE GILGAMESH (II) «Porque hice que rivalizara contigo». Mientras Gilgamesh revela su sueño, Enkidu se halla sentado ante la ramera. [... ] ellos dos. [Enki]du olvida dónde nació. Durante seis días y siete noches Enkidu sale, Cohabitando con la m[oza]. Después la ramera abrió la boca, Diciendo a Enkidu: «Según te veo, Enkidu, te has hecho como un dios; ¿Por cuál motivo con las criaturas salvajes Tú recorres la llanura? Levántate, te guiaré A Uruk, de amplios mercados, Al templo santo, morada de Anu; Enkidu, levántate, te guiaré A Eanna, morada de Anu, Donde vive [Gilgamesh, cabal] en sus hazañas, Y tú, co[mo...], Amarás [a él como] a ti mismo. ¡En pie, álzate del suelo, Lecho del pastor!» Escuchó sus palabras, aprobó su alocución; El consejo de la mujer Cayó en su corazón. Ella se quitó (sus) vestidos; Con una (prenda) le ciñó, Con la otra prenda Vistió a sí misma. Tomándole de la mano, Le lleva como una madre A la junta de los pastores, Al sitio del redil. En torno a él los pastores se apiñaron. [... faltan líneas ...] - 11 - ANÓNIMO (III) La leche de las criaturas salvajes Solía mamar. Comida dispusieron ante él; Se atragantó, boqueó Y abrió mucho los ojos. Nada sabe Enkidu De comer manjares; A apurar bebida fuerte No le habían enseñado. La ramera abrió la boca, Diciendo a Enkidu: «Come el alimento, Enkidu, Porque es deber de vida; Consume la bebida fuerte, porque es costumbre de la tierra». Enkidu comió el alimento, Hasta que se hubo saciado; De bebida fuerte apuró Siete copas. Despreocupado se hizo su talante (y) alegre, Su corazón exultó Y su cara resplandeció. Frotó [la excrecencia velluda], El pelo de su cuerpo, Ungióse con óleo, Se hizo humano. Se puso vestidos, ¡Es como un novio! Empuñó su arma Para espantar los leones, A fin de que los pastores puedan descansar de noche. Apresó lobos, Capturó leones, Los principales ganaderos reposaron sosegados; Enkidu es su centinela, ¡El hombre atrevido, El héroe único! A [...] dijo: [... faltan varias líneas ...] - 12 - EL POEMA DE GILGAMESH (VI) [... faltan unas 5 líneas ...] Gilgamesh [...] En la estepa [...] Brota [...] Se levantó y [...] Ante él. Se encontraron en el Mercado de la Tierra. Enkidu atrancó la puerta Con su pie, Impidiendo que Gilgamesh entrase. Se asieron uno a otro, Enlazados con fuerza, como toros. Destrozaron la jamba, Mientras el muro se estremecía. Gilgamesh y Enkidu Se asieron uno a otro, Enlazados con fuerza, como toros; Destrozaron la jamba, Mientras el muro se estremecía. Cuando Gilgamesh dobló la rodilla Con el pie en el suelo Su furia se aplacó Y se volvió para alejarse. Cuando se volvió, Enkidu a él Habla, a Gilgamesh: «Por unigénito tu madre Te concibió, ¡La vaca salvaje de las dehesas, Ninsunna! Tu cabeza se alza sobre los hombres. ¡Realeza sobre la gente Enlil te ha concedido!» - 15 - ANÓNIMO Tablilla III (I) [...] [...] [...] Gilgamesh abrió la boca, Diciendo a [Enkidu]: «¿Quién, amigo mío, puede escalar al cie[lo]? Sólo los dioses [viven] eternamente bajo el sol Para la humanidad, contados son sus días; Ecl 1:2 ¡Cuanto ejecuta no es sino viento! Incluso tú temes la muerte. ¿Qué hay de tu poder heróico? Deja que vaya delante de ti, Haz que tu boca me grite, "¡Avanza; no temas! Si yo cayere, habré conquistado nombradía: "Gilgamesh", dirán, "contra el fiero Huwawa ha caído". (Mucho) después que Mi estirpe haya nacido en mi casa». [... texto fragmentado ...]3 3 Los fragmentos del texto ponen en evidencia que Gilgamesh se propone salir contra el monstruoso Huwawa [asirio: Humbaba], que vive en la Selva de los Cedros. Enkidu procura disuadirle, pero el empeño de Gilgamesh resulta evidente en las líneas de la versión babilónica antigua. - 16 - EL POEMA DE GILGAMESH Tablillas IV y V [... texto fragmentario ...]4 4 Del texto fragmentario de las tablillas IV y V se colige que la arriesgada expedición de los dos héroes contra Huwawa se remata con éxito. - 17 - ANÓNIMO Istar abrió la boca para hablar, Diciendo a [Anu, su padre]: «Padre mío, ¡ hazme el Toro del Cielo [para que castigue a Gilgamesh], [Y ] llene a Gil[games ...]! Si tú [no me haces] [el Toro del Cielo], Quebraré [las puertas del mundo inferior], Yo haré [ ... ], Yo [levantaré los muertos roídos (y) vivos], ¡Para que los muertos superen a los vivos!» Anu [abrió la boca para hablar], Diciendo [a la gloriosa Istar]: «[Si hago lo que me] pides, [Habrá] siete años de cáscaras (hueras). ¿Has cosechado [grano para la gente]? ¿Has cultivado hierba [para las bestias]?» [Istar abrió la boca] para hablar, [Diciendo a A]nu, su padre: «[Grano para la gente] he almacenado, [Hierba para las bestias] he proporcionado. [Si ha de haber siete] años de cáscaras, [He reu]nido [grano para la gente], [He cultivado] hierba [para las bestias]». [... fragmentario 114-128 ...]5 Con [su] tercer resoplido [saltó] contra Enkidu. Enkidu paró su embestida. Brincó a lo alto Enkidu, asiendo al Toro del Cielo por los cuernos. El Toro del Cielo lanzó [su] espuma a [su] cara, Le restregó con lo espeso de la cola. Enkidu abrió la boca para hablar, Diciendo [a Gilgamesh]: «Amigo mío, nos hemos preciado [... mutilado 137-150 ...] [...]». Entre el cuello y las astas [hincó] su espada. Cando hubieron matado al Toro, arrancaron su corazón, Colocándolo ante Samas. Retrocedieron y rindieron homenaje a Samas. Los dos hermanos se sentaron. Entonces Istar subió al muro de la amurallada Uruk, Se encaramó en las almenas, pronunciando una maldición: «¡Ay de Gilgamesh porque me injurió Matando al Toro del Cielo!» Cuando Enkidu oyó estas palabras de Istar, Arrancó el muslo derecho del Toro del Cielo Y lo lanzó a su cara: «Si pudiera atraparte, como a él 5 El estado fragmentario de las líneas 114-128 impide su traducción. Sin embargo, se desprende de ellas que Anu cedió a la petición de Istar, porque el Toro baja y mata centenares de hombres con sus dos primeros resuellos. - 20 - EL POEMA DE GILGAMESH Te trataría. ¡Sus entrañas colgaría a tu lado!» (A esto) Istar congregó a las consagradas, Las mozas (de placer) y las rameras (del templo). Sobre el muslo derecho del Toro del Cielo lanzó un lamento. Pero Gilgamesh llamó a los artífices, a los armeros, A todos (ellos). Los artesanos admiraron la grosura de sus cuernos: Cada uno está compuesto de treinta minas de lapislázuli; La capa superior de cada uno tiene dos dedos (de grueso); Seis medidas de aceite, la capacidad de los dos, Ofreció como unción a su dios, Lugalbanda. (Los) llevó y suspendió en su alcoba principesca. En el Éufrates se lavaron las manos, Se abrazaron a medida que caminaban, Atravesando la calle comercial de Uruk. La gente de Uruk se reúne para contemplar[los]. Gilgamesh a las tañedoras de lira [de Uruk] 1 Sm 18:7 Dice (estas) palabras: «¿Quién es el más espléndido entre los héroes? ¿Quién el más glorioso de los hombres?» «Gilgamesh es el más espléndido entre los héroes, [Gilgamesh es el más glori]oso de los hombres». [... mutilado 186-188 ...] Gilgamesh en su palacio festeja. Yacen los héroes en sus lechos nocturnos. También Enkidu está acostado, viendo un sueño. Se levantó Enkidu a relatar su sueño, Diciendo a su amigo: «Amigo mío, ¿por qué los grandes dioses se juntan en consejo?» - 21 - ANÓNIMO Tablilla VII «[...]6 ... Entonces llegó la luz del día». [Y] Enkidu respondió a Gilgamesh: «[O]ye el sueño que tuve anoche: Anu, Enlil, Ea y el celestial Samas [Celebraban consejo]. Y Anu dijo a Enlil: "Porque el Toro del Cielo mataron, y a Huwawa Mataron; por consiguiente", dijo Anu, "uno de ellos, Aquel que taló los montes del cedro, [Debe morir]". Pero Enlil dijo: "¡Enkidu debe morir; Pero Gilgamesh no morirá!. Entonces el celeste Samas respondió al bravo Enlil: ¿No mataron por orden mía Al Toro del Cielo y a Huwawa? ¿Debe ahora el inocente Enkidu perecer?" Pero Enlil se enfrentó Iracundo con el celestial Samas: "Porque muy semejante A un camarada suyo, tú bajaste a diario hasta ellos"». Enkidu cayó (enfermo) ante Gilgamesh. Y mientras sus lágrimas se deslizaban (dijo): «¡ Oh hermano mío, mi querido hermano! ¡A mi tenían que Perdonar a expensas de mi hermano!» (20) Además: «¿Tengo yo junto al espíritu (de los muertos) Que sentarme, en la puerta del espíritu, (Y) jamás de nuevo [contemplar] a mi querido hermano con (mis) ojos?» [... perdido 24-35 ...] 7 Enkidu [...] levantó [sus ojos], Hablando a la puerta como si [fuera humana]: «¡Tú, puerta de los bosques, incom[prensiva], No dotada de entendimiento! A veinte leguas de distancia elegí tu bosque, (Mucho) antes de que contemplara el cedro altivo. No tiene igual tu bosque [en la tierra]. Seis docenas de codos es tu altura, dos docenas tu anchura, [...] Tu poste, tu poste contera, tu poste tirador [...]. Un maestro de artífices de Mppur te construyó [...]. Si hubiese sabido, oh puerta, que esto [sucedería] Y que ésta [tu] belleza [...], 6 Las dos primeras columnas de esta tablilla, el sueño de Enkidu, faltan en la Versión Asiria. 7 El resto se ha perdido. En una postrera revisión de su existencia, Enkidu parece lamentar los sucesos que le han llevado a tan triste trance, maldiciendo las etapas sucesivas de su vida predestinada. Una de sus maldiciones, conservadas en un fragmento asirio, se dirige contra la puerta que lisió su mano. - 22 - EL POEMA DE GILGAMESH (IV) «Así [... ] vuelva a tu lu[gar... ]. [Reyes, prínci]pes y nobles [te] amarán. [Ninguno por ti se] golpeará el muslo. [Por ti el anciano] meneará su barba. [... el joven] desceñirá su cinto. [...] cornerina, lapislázuli y oro. [Así sea retribuido] quien te mancille, [Quede su casa vacía], su colmado almacén. [A la presencia de] los dioses [el sacerdote] te permitirá entrar, [Por ti] se abandonará la esposa, (aunque sea) madre de siete». [... Enki]du, cuyo humor es sombrío, [...] yace a solas. Aquella noche [comunica] sus sentimientos a su amigo: «[Amigo mío], vi un sueño anoche: Los cielos [gemían], la tierra respondió; [... ] yo estaba [sol]o. [... ] su faz se oscureció. Como en [...] era su rostro. [... como] las garras del águila eran sus zarpas. [... ] él me dominó. [... ] él salta. [... ] él me sumergió. [... mutilado 23-30 ...] [ ... ] ... él me transformó, De forma que mis brazos eran [... ] como los de un ave. Mirándome, me guía a la Casa de las Tinieblas, La mansión de Irkalla, A la casa que no abandona quien entró en ella, Por el camino que no tiene regreso, A la casa cuyos habitantes carecen de luz, Donde el polvo es su vianda y arcilla su manjar. Están pergeñados como pájaros, con alas porvestiduras, Y no ven luz, residiendo en la oscuridad. En la Casa del Polvo, en que había entrado, Contemplé [gobernantes] sin sus coronas; [Vi príncipes], a los (nacidos) para la corona, Que habían regido la tierra desde días pretéritos. [Estos dobl]es de Anu y Enlil servían carnes asadas; Servían pasteles y escanciaban Agua fresca de los odres. En la Casa del Polvo, en que había entrado, Reside el sumo sacerdote y el acólito, Reside el encantador y el extático, Residen los lavadores, ungidores de los grandes dioses. Reside Etanal, reside Sumuqan. Ereskigal [vive allí], Reina del submundo, - 25 - ANÓNIMO [Y Belit-]Seri, registrador del mundo inferior, se arrodilla ante ella. [Ella mantiene una tablilla] y la lee. [Levantando] su cabeza, me contempla: [Diciendo: "¿Quién] trajo a éste aquí?"» [... fragmentario ...]10 «¡Recuerda todos mis viajes [con él]! Mi amigo vio un sueño cuyos [augurios] eran des [favorables]: El día en que vio el sueño terminó Abatido está Enkidu. Un día, [un segundo día]. [El sufrimiento de] Enkidu, en el lecho, [aumenta]. Un tercer día, un cuarto día [... ]. Un quinto día, un sexto y un séptimo; Un octavo, un noveno [y un décimo día], El sufrimiento de Enkidu, en el lecho, [aumenta]. Un undécimo y un duodécimo día [... ]. [Abatido] está Enkidu en su lecho [de dolor]. Al fin llamó a Gilgamesh [y le dijo]: "Amigo mío, [...], ¡me ha maldecido! [No] como el que [cae] en batalla [moriré], Pues temí la batalla [... ]. Amigo mío, el que [muere] en la batalla [es bendecido]. Pero yo, [.. ]"» [... fragmentario ...]11 10Falta el resto de la tablilla en la Versión Asiria 11Falta el resto de la tablilla en la Versión Asiria - 26 - EL POEMA DE GILGAMESH Tablilla VIII (anverso, I) Al primer resplandor del alba Gilgamesh dijo a su amigo: «Enkidu, tu [ma]dre una gacela, un onagro tu padre, te [engendraron]. Aquellos cuya señal son sus colas te criaron, y el ganado De la llanura y de todos los pastos. ¡Ojalá las huellas de Enkidu en el Bosque de los Cedros. Lloren por ti, jamás callen noche y día! Así los mayores de la amplia y amurallada Uruk lloren por ti. [Llore por ti] El dedo que se extienda detrás de nosotros bendiciendo. Llore por ti Y despierte ecos en la campiña como si fuera tu madre. Llore por ti [... ] En cuyo centro nosotros... Llore por ti oso, hiena, [pantera], (10) Tigre, ciervo, leopardo, león; bueyes, venado, [cabra montés], Y las criaturas salvajes del llano. Llore por ti el río Ula [... ] Por cuyas riberas solíamos pasear. Llore por ti el puro Eufrates, [del que sacábamos] Agua para el odre. Lloren por ti Los guerreros de la amplia y amurallada Uruk [... ] matamos el Toro... Llore por ti [... ] [Quien] en Eridu ensalzó tu nombre. Llore por ti [... ] [Quien ... ] ensalzó tu nombre. Llore por ti [... ] [Quien] proporcionó... grano para tu boca. Llore por ti [... ] [Quien] puso ungüento en tu espalda. Llore por ti [.. ] [Quien] puso cerveza en tu boca. Llore por ti la [meretriz] [Que] te ungió con aceite fragante. Llo[re por ti ...] [del ha]rén que [te llevó] La mujer y el anillo de tu elecciónl. ¡Lloren los hermanos por ti como hermanas [... y crezca larga] Su cabellera por ti [...]!» - 27 - ANÓNIMO (V) [... mutilado 1-44 ...] Al primer resplandor del alba, Gilgamesh formó [... ], Sacó una ancha mesa de madera elammaqu, Llenó de miel una jarra de cornerina, Llenó de requesón una jarra de lapislázuli, [... ] decoró y expuso al sol. [... mutilado ...] - 30 - EL POEMA DE GILGAMESH Tablilla IX (I) Por Enkidu, su amigo, Gilgamesh Llora sin duelo, mientras vaga por el llano: «Cuando muera, ¿no seré como Enkidu? El espanto ha entrado en mi vientre. Temeroso de la muerte, recorro sin tino el llano. Hacia Utnapishtiml, hijo de Ubar-Tutu, Para avanzar velozmente he emprendido el camino. Al llegar de noche a los pasos de la montaña, Vi el león y me amedrenté, Levanté mi cabeza hacia Sin para rezar. A [... ] de los dioses fueron mis plegarias. ¡[...] tú presérvame!» [De noche, mientras] reposaba, despertóse de un sueño. [Había ... ], jocundos de vida. Enarboló el hacha en su mano, Tiró [del puñal] de su cinto. Como una fle[cha] descendió entre ellos. [Los] hirió y los acuchilló. [... fragmentario ...]13 13El resto de la tablilla IX nos relata las aventuras de Gilgamesh, que atraviesa con éxito las tinieblas de la cordillera de Masu, custodiada por hombres escorpiones. - 31 - ANÓNIMO Tablilla X14 (I) «[... fragmentario ...]... Con sus pieles [se viste], come carne. [.].., Oh Gilgamesh, lo que no ha ocurrido Mientras mi viento empuja las aguas.» Samas estaba perturbado, como le correspondía; Dice a Gilgamesh: «Gilgamesh, ¿a dónde vagas tú? La vida que persigues no hallarás.» Gilgamesh le dice, al valiente Samas: «Después de andar (y) errar por la estepa, ¿Descansará mi cabeza en el corazón de la tierra Para dormir a través de todos los años? ¡Deja que mis ojos contemplen el sol, A fin de que me sacie de luz! La oscuridad se retira cuando hay luz suficiente. ¡Ojalá el que esté en verdad muerto vea aún el resplandor del sol!» 14Esta tablilla, que narra el progreso de Gilgamesh en busca de la inmortalidad, se halla representada por cuatro versiones distintas. No obstante, dos de ellas, la hitita y la hurrita, se conservan en fragmentos tan inconexos, que impiden una traducción corrida e inteligible. En cambio, existen considerables porciones utilizables en las recensiones Babilónica Antigua y Asiria. - 32 - EL POEMA DE GILGAMESH (IV) En su cólera los destroza. Cuando regresó, sube a él. Sursunabu sus ojos contempla. Sursunabu dice a él, a Gilgamesh: «Dime tú, ¿cuál es tu nombre ? Soy Sursunabu, (el) de Utnapishtim el Lejano». Gilgamesh le dice, a Sursunabu: «En cuanto a mí, Gilgameshs es mi nombre, Quien vino de Uruk-Eanna, (10) Quien atravesó los montes, Un viaje distante, cuando el sol se alza. Oh, Sursunabu, ahora que he visto tu rostro, Muéstrame a Utnapishtim el Lejano». Sursunabi [dice] a él, a Gilgamesh. [... destruido ...] - 35 - ANÓNIMO (V)16 [... fragmentado 1-19 ...] Gilgamesh dijo a él, a Utnapishtim: «Para poder llegar a contemplar a Utnapishtim, A quien llaman el Lejano Recorrí y anduve por todos los paises, Atravesé montes abruptos, Crucé todos los mares. Mi faz no se sació de dulce sueño, Me exasperé con el insomnio; Llené mis coyunturas de infortunio. No hubiese alcanzado la casa de la cervecera, Cuando mi ropa estaba gastada. [Ma]té oso, hiena, león, pantera, Tigre, ciervo (y) cabra montés Las bestias salvajes y lo que repta del llano. Sus [carnes] comí y sus pieles ce[ñí alrededor de mí]». [... mutilado ...] 16(La Versión Asiria de la tablilla X relata los episodios del encuentro con Siduri y con Sursunabu [Urshanabi en la Versión Asiria], y el relato de la travesía de las Aguas de la Muerte hasta la vivienda de Utnapishtim. La parte final de la tablilla X es la que se muestra. - 36 - EL POEMA DE GILGAMESH (VI)17 [... laguna 1-25 ...] «¿Construimos una casa para siempre? ¿Sellamos (contratos) para siempre? ¿Los hermanos dividen porciones para siempre? Ecl 9,6 ¿Persiste para siempre el odio [en la tierra]? ¿Acaso el río siempre crece (y) causa inundaciones? La libélula [abandona] (su) vaina Para que su cara (no) pueda mirar (sino) la cara del sol. Desde los días de antaño no hubo [permanencia]; Ecl 1,11; 1,4; 2,16 ¡Los que descansan y los muertos qué iguales [son]! ¿No componen la misma imagen de la muerte El plebeyo y el noble, Cuando se hallan próximos a [su destino]? Los Anunnaki, los grandes dioses, se congregan; Mammetum, hacedor del destino, con ellos decreta el hado: Muerte y vida determinan. Dt 30,19 (Pero) de la muerte los días no se revelan». 17Falta el principio de la ultima columna, excepto el final de las doctas observaciones de Utnapishtim. - 37 - ANÓNIMO Contemplé la apariencia del tiempo. El tiempo era espantoso de contemplar. Subí al barco y clavé la entrada. Para clavar (todo) el barco, a Puzur-Amurri, el barquero, Cedí la estructura con su contenido. Al primer resplandor del alba, Una nube negra se alzó del horizonte. Gn 7:11 En su interior Adad truena, Mientras Sullat y Hanis van delante, Moviéndose como heraldos sobre colina y llano. Erragal arranca los postes; Avanza Mnurta y hace que los diques sigan. Los Anunnaki levantan las antorchas, Encendiendo la tierra con su fulgor. La consternación debida a Adad llega a los cielos, Pues volvió en negrura lo que había sido luz. [La vasta] tierra se hizo arlicos como [una perola]. Durante un día la tormenta del sur [sopló], Acumulando velocidad a medida que bufaba [sumergiendo los montes], Atrapando a la [gente] como una batalla. Nadie ve a su prójimo, No puede reconocerse la gente desde el cielo. Los dioses se aterraron del diluvio, Y, retrocediendo, ascendieron al cielo de Anul. Los dioses se agazaparon como perros Acurrucados contra el muro exterior. Istar gritó como una mujer en sus dolores, La señora de dulce voz de los [dioses] gime: "Los días antiguos se han trocado, ¡ay!, en arcilla, Gn 7:23 Porque hablé maldad en la Asamblea de los dioses. ¿Cómo pude hablar maldad en la Asamblea de los dioses, Ordenando batalla para destrucción de mi gente, Gn 8:21 Cuando yo misma di a luz a mi pueblo? ¡Como el desove de los peces llena el mar!" Los dioses Anunnaki lloran con ella, Los dioses, humildemente, están sentados y lloran, Con los labios apretados, [... ] uno y todos. Seis días y [seis] noches Sopla el viento del diluvio, mientras la tormenta del sur barre la tierra. Al llegar al séptimo día, La tormenta del sur (transportadora) del diluvio amainó en la batalla, Que había reñido como un ejército El mar se aquietó, la tempestad se apaciguó, el diluvio cesó. Gn 8:1-2 Contemplé el tiempo: la calma se había establecido, Y toda la humanidad había vuelto a la arcilla. El paisaje era llano como un tejado chato. Abrí una escotilla y la luz hirió mi rostro. Gen 8,6 Inclinándome muy bajo, sentéme y lloré, Deslizándose las lágrimas por mi cara. - 40 - EL POEMA DE GILGAMESH Miré en busca de la línea litoral en la extensión del mar: En cada catorce (regiones) Emergía una comarca (montañosa). En el Monte Nisir el barco se detuvo. Gen 8,4 El Monte Nisir mantuvo sujeta la nave, Impidiéndole el movimiento, Un primer día, un segundo día, el Monte Nisir mantuvo sujeta la nave, Impidiéndole el movimiento. Un tercer día, un cuarto día, el Monte Nisir mantuvo sujeta la nave, Impidiéndole el movimiento. Un quinto y un sexto (día), el Monte Nisir mantuvo sujeta la nave, Impidiéndole el movimiento. Al llegar el séptimo día, Envié y solté una paloma. La paloma se fue, pero regresó; Gn 8,8-10 Puesto que no había descansadero visible, volvió. Entonces envié y solté una golondrina. La golondrina se fue, pero regresó; Puesto que no había descansadero visible, volvió. Después envié y solté un cuervo. Gn 8,7 El cuervo se fue y, viendo que las aguas habían disminuido, Come, se cierne, grazna y no regresa. Entonces dejé salir (todo) a los cuatro vientos Y ofrecí un sacrificio. Vertí una libación en la cima del monte. Gn 8,19-20 Siete y siete vasijas cultuales preparé, Sobre sus trípodes amontoné caña, cedro y mirto. Los dioses olieron el sabor, Gn 8,21 Los dioses olieron el dulce sabor, Los dioses se apiñaron como moscas en torno al sacrificante. Cuando, al fin, la gran diosa llegó, Alzó las grandes joyas que Anu había labrado a su antojo: "Dioses, tan cierto como este lapislázuli está En mi cuello, no olvidaré, Recordaré estos días, sin jamás olvidarlos. Vengan los dioses a la ofrenda; (Pero) no acuda Enlil a la ofrenda, Porque, sin razón, causó el diluvio Y a mi pueblo condenó a la destrucción". Cuando finalmente llegó Enlil, y vio el barco, Enlil montó en cólera, Le invadió la ira contra los dioses Igigi: "¿Escapó algún alma viva? ¡Ningún hombre debía sobrevivir a la destrucción !" Ninurta abrió la boca para hablar, Diciendo al valiente Enlil: "¿Quién, salvo Ea, puede maquinar proyectos? Sólo Ea conoce todo". Ea abrió la boca para hablar, Diciendo al valiente Enlil: "Tú, el más sabio de los dioses, tú, héroe, ¿Cómo pudiste, irrazonablemente, causar el diluvio? ¡Al pecador impón sus pecados, Al transgresor impón su transgresión! ¡(Sin embargo), sé benévolo para que no sea cercenado ! ¡Sé paciente para que no sea des[plazado]! - 41 - ANÓNIMO En lugar de traer tú el diluvio, Ez 14,13-21 ¡Ojalá un león hubiera surgido para disminuir la humanidad! En lugar de traer tú el diluvio, ¡Ojalá un lobo hubiera surgido para disminuir la humanidad! En lugar de traer tú el diluvio, ¡Ojalá un hambre hubiera surgido para m[enguar] la humanidad! En lugar de traer tú el diluvio, ¡Ojalá una pestilencia hubiera surgido para he[rir] a la humanidad! No fui yo quien reveló el secreto de los grandes dioses. Dejé que Atrahasis viese un sueño, Y percibió el secreto de los dioses. ¡Reflexiona ahora en lo que le atañe!" A esto Enlil subió a bordo del barco. Cogiéndome de la mano, me subió a bordo. Subió mi mujer a bordo e hizo que se arrodillara a mi lado. De pie entre nosotros, tocó nuestras frentes para bendecirnos: "Hasta ahora Utnapishtim fue tan sólo humano. En adelante Utnapishtim y su mujer serán como nosotros dioses. ¡Utnapishtim residirá lejos, en la boca de los ríos!" Así me cogieron y me hicieron residir lejos, En la boca de los ríos. Pero ahora, ¿quién por ti convocará los dioses a la Asamblea, Para que encuentres la vida que buscas? ¡Ea!, no concilies el sueño Durante siete días y siete noches». Mientras allí se sienta sobre sus nalgas, El sueño le aventa como el torbellino. Utnapishtim dice a ella, a su esposa: «¡Contempla a este héroe que busca la vida! El sueño le envuelve como una niebla». Su esposa dice a él, a Utnapishtim el Lejano: «Tócale para que el hombre despierte, Para que regrese salvo por el camino que le trajo, Para que por la puerta que salió pueda regresar a su país». Utnapishtim dice a ella, a su esposa: «Puesto que engañar es humano, él procurará engañarte. Gn 8,21 Anda, prepara obleas para él, pon(las) junto a su cabeza, Y señala en la pared los días que duerme». Elaboró para él obleas, púso(las) junto a su cabeza, Y señaló en la pared los días que dormía. La primera oblea se ha secado La segunda se estropeó, la tercera está húmeda; La superficie de la cuarta blanquea; La quinta se cubre de moho, La sexta (aún) conserva su color reciente; La séptima, en cuanto le tocó, despertóse el hombre. Gilgamesh dijo a él, a Utnapisthim el Lejano: «¡Apenas el sueño me ha invadido, Cuando me tocas y me despiertas!» Utnapishtim [dice a él], a Gilgamesh: «[Vamos], Gilgamesh, cuenta tus obleas, [Que los días que dormiste] sean conocidos de ti: Tu [primera] oblea se ha secado, - 42 -
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