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POEMAS LITERATURA CORTOS, Guías, Proyectos, Investigaciones de Lengua y Literatura

POEMAS LITERATURA CORTOS REFEXIONAMIENTO

Tipo: Guías, Proyectos, Investigaciones

2019/2020

Subido el 20/08/2020

rosario-mendoza-almeida
rosario-mendoza-almeida 🇲🇽

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¡Descarga POEMAS LITERATURA CORTOS y más Guías, Proyectos, Investigaciones en PDF de Lengua y Literatura solo en Docsity! A ROSARIO ¡Pues bien!, yo necesito decirte que te adoro, decirte que te quiero con todo el corazón; que es mucho lo que sufro, que es mucho lo que lloro, que ya no puedo tanto, y al grito en que te imploro, te imploro y te hablo en nombre de mi última ilusión. Yo quiero que tú sepas que ya hace muchos días estoy enfermo y pálido de tanto no dormir; que están mis noches negras, tan negras y sombrías, que ya se han muerto todas las esperanzas mías, que ya no sé ni dónde se alzaba el porvenir. De noche, cuando pongo mis sienes en la almohada y hacia otro mundo quiero mi espíritu volver, camino mucho, mucho, y al fin de la jornada, las formas de mi madre se pierden en la nada, y tú de nuevo vuelves en mi alma a aparecer. Comprendo que tus besos jamás han de ser míos, comprendo que en tus ojos no me he de ver jamás; y te amo y en mis locos y ardientes desvaríos, bendigo tus desdenes, adoro tus desvíos, y en vez de amarte menos te quiero mucho más. A EROS. Porque haces tú can de la leona más fuerte de la Vida, y la aprisiona la cadena de rosas de tu brazo. Porque tu cuerpo es la raíz, el lazo esencial de los troncos discordantes del placer y el dolor, plantas gigantes. Porque emerge en tu mano bella y fuerte, como en broche de míticos diamantes el más embriagador lis de la Muerte. Porque sobre el espacio te diviso, puesto de luz, perfume y melodía, comunicando infierno y paraíso -con alma fúlgida y carne sombría... YO SOY MI PROPIA CASA. I Casa redonda tenía de redonda soledad: el aire que la invadía era redonda armonía de irrespirable ansiedad. Las mañanas eran noches, las noches desvanecidas, las penas muy bien logradas, las dichas muy mal vividas. Y de ese ambiente redondo, redondo por negativo, mi corazón salió herido y mi conciencia turbada. Un recuerdo mantenido: redonda, redonda nada. II Escaleras sin peldaños mis penas son para mí, cadenas de desengaños, tributos que al mundo dí. Tienen diferente forma y diferente matiz, pero unidas por los años, mis penas, o mis engaños, como sucesión de daños, son escaleras en mí. EL AHOGADO DE VIAJE. Ave de paso, fugaz viajera desconocida: fue sólo un sueño, sólo un capricho, sólo un acaso; duró un instante, de los que llenan toda una vida. No era la gloria del paganismo, no era el encanto de la hermosura plástica y recia: era algo vago, nube de incienso, luz de idealismo. No era la Grecia: ¡era la Roma del cristianismo! Alrededor era de sus dos ojos ¡oh, qué ojos, ésos! que las fracciones de su semblante desvanecidas fingían trazos de un pincel tenue, mojado en besos, reviviendo sueños pasados y glorias idas... Ida es la gloria de sus encantos, pasado el sueño de su sonrisa. Yo lentamente sigo la ruta de mis quebrantos; ¡ella ha fugado como un perfume sobre la brisa! Quizás ya nunca nos encontremos; quizás ya nunca veré a mi errante desconocida; quizás la misma barca de amores empujaremos, ella de un lado, yo de otro lado, como dos remos, ¡toda la vida bogando juntos y separados toda la vida! A UNA FLOR INMERSA. Cae la rosa, cae atravesando el agua, lenta por el cristal de sombra en que su tallo ahoga; desciende imperceptible, clara, ingrávida, pura y las olas la cubren, la desnudan, la vuelven a su aroma, hácenla navegante por la savia que de la tierra nace y asciende temblorosa, desborda la ternura de su tacto en verde prisionero, y al fin revienta en flor como el esclavo que de noche sueña en una luz que rompa los orígenes de su sueño, como el desnudo ciervo, cuando la fuente brota, que moja con su vaho la corriente, destrozando su imagen. DE AMOR, PUESTO ANTES EN SUJETO INDIGNO. Cuando mi error y tu vileza veo, contemplo, Silvio, de mi amor errado, cuán grave es la malicia del pecado, cuán violenta la fuerza de un deseo. A mí misma memoria apenas creo que pudiese caber en mi cuidado la última línea de lo despreciado, el término final de un mal empleo. Yo bien quisiera, cuando llego a verte, viendo mi infame amor poder negarlo; mas luego la razón justa me advierte que sólo me remedia en publicarlo; porque del gran delito de quererte sólo es bastante pena confesarlo. CANTO A UN DIOS MINERAL Capto la seña de una mano, y veo que hay una libertad en mi deseo; ni dura ni reposa; las nubes de su objeto el tiempo altera como el agua la espuma prisionera de la masa ondulosa. Suspensa en el azul la seña, esclava de la más leve onda, que socava el orbe de su vuelo, se suelta y abandona a que se ligue su ocio al de la mirada que persigue las corrientes del cielo. Una mirada en abandono y viva, si no una certidumbre pensativa, atesora una duda; su amor dilata en la pasión desierta sueña en la soledad y está despierta en la conciencia muda. LO FATAL Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo, y más la piedra dura porque esa ya no siente, pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo, ni mayor pesadumbre que la vida consciente. Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto, y el temor de haber sido y un futuro terror... Y el espanto seguro de estar mañana muerto, y sufrir por la vida y por la sombra y por lo que no conocemos y apenas sospechamos, y la carne que tienta con sus frescos racimos, y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos, ¡y no saber adónde vamos, ni de dónde venimos!... A GLORIA No intentes convencerme de torpeza con los delirios de tu mente loca: mi razón es al par luz y firmeza, firmeza y luz como el cristal de roca. Semejante al nocturno peregrino, mi esperanza inmortal no mira el suelo; no viendo más que sombra en el camino, sólo contempla el esplendor del cielo. Vanas son las imágenes que entraña tu espíritu infantil, santuario oscuro. Tu numen, como el oro en la montaña, es virginal y, por lo mismo, impuro. A través de este vórtice que crispa, y ávido de brillar, vuelo o me arrastro, oruga enamorada de una chispa o águila seducida por un astro. -¡Ven con nosotras! Vamos a casa. LO LLAMAMOS TRABAJO Algunos de nosotros inmigrantes tomamos el autobús para trabajar en la mañana brumosa sin quejarnos del mínimo sueldo Levantamos, jalamos y movemos nuestras manos como olas fugaces van y vienen tediosas ingratas Pero sí: Lo llamamos trabajo Resistimos horas extras Día a día por la mitad de lo que tú ganas Giramos, nos doblamos y nos rompemos los lomos seis días por semana por un tercio de lo que ganas CANTO DE LAS HORAS Aramís ordena que los doce Meses Formen en la rueda con las doce Horas. Las Horas sonríen; los doce Condeses Hacen reverencias para las señoras. (Beaumarchais se acerca. La Vallière saluda, La Chevreuse camina, Maintenon se sienta; Sévigné pasea su espalda desnuda, Mientras Guiche sonriendo su pasión le cuenta). Luis, Rey de primores, en un grupo alterna, Dando a sus palabras caprichosos giros; (Las enamoradas de su linda pierna Le brindan miradas, risas y suspiros). Comienza la danza. Sus divinos vuelos Emprenden las Horas: un iris de seda Se cierne en la nube de los terciopelos, Y en mágica urdimbre de flores se enreda. ERES, AMOR Eres, amor, el brazo con heridas y la pisada en falso sobre un cielo. Eres el que se duerme, solitario, en el pequeño bosque de mi pecho. Eres, amor, la flor del falso nombre. Eres el viejo llanto y la tristeza, la soledad y el río de la virtud, el brutal aletazo del insomnio y el sacrificio de una noche ciega. Eres, amor, la flor del falso nombre. HORAS El villorrio, Un tren detenido sobre el llano En cada charco duermen estrellas sordas Y el agua tiembla Cortinaje al viento La noche cuelga en la arboleda En el campanario florecido Una gotera viva Desangra las estrellas De cuando en cuando Las horas maduras Caen sobre la vida. A LA FRIALDAD I El sueño que se apresura no es el mismo que revierte. La muerte cuando es la muerte, Pierde la boca madura. La esencia que no se advierte suele ser la más impura. El amarillo en la muerte, seda es contra natura. Ser en el ser desafía a la unidad mensajera que de sí mismo se fía y sólo un rumor desaltera. Cuando el fruto está vecino la mano yerra sin tino. HUÉRFANO Huérfano quedará mi corazón alma del alma, si te vas de ahí, y para siempre lloraré por ti enfermo de amorosa consunción. Triste renuncio a las venturas todas de tu suave y eterna compañía, hoy que se apaga con la dicha mía, el altar que soñé para mis bodas. Y el templo aquel de claridad incierta y tú, como las vírgenes vestida, brillarán en la noche de mi vida como la luz de la esperanza muerta.
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