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poesía De Francisco Quevedo, Apuntes de Literatura del Siglo XIV

poesía de Quevedo, lectura obligatoria de la literatura del siglo de Oro2

Tipo: Apuntes

2018/2019
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Subido el 25/11/2019

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¡Descarga poesía De Francisco Quevedo y más Apuntes en PDF de Literatura del Siglo XIV solo en Docsity! Poesía de Quevedo Represéntase la brevedad de lo que se vive, y cuán nada parece lo que se vivió ¡Ah de la vida! ¿Nadie me responde? Aquí de los antaños, que he vivido: la fortuna mis tiempos ha mordido, las horas mi locura las esconde. ¡Que sin poder saber cómo ni adónde la salud y la edad se hayan huido! Falta la vida, asiste lo vivido, y no hay calamidad que no me ronde. Ayer se fue, Mañana no ha llegado, Hoy se está yendo sin parar un punto; soy un fue y un será y un es cansado. En el Hoy y Mañana y Ayer junto pañales y mortaja, y he quedado presentes sucesiones de difunto. Significase la propia brevedad de la vida, sin pensar y con padecer salteada de la muerte Fue sueño ayer, mañana será tierra: poco antes nada, y poco después humo; y destino ambiciones y presumo, apenas junto al cerco que me cierra. Breve combate de importuna guerra, en mi defensa soy peligro sumo: y mientras con mis armas me consumo, menos me hospeda el cuerpo, que me entierra. Ya no es ayer, mañana no ha llegado, hoy pasa y es, y fue, con movimiento que a la muerte me lleva despeñado. Azadas son la hora y el momento, que a jornal de mi pena y mi cuidado, cavan en mi vivir mi monumento. Enseña cómo todas las cosas avisan de la muerte Miré los muros de la patria mía, si un tiempo fuertes, ya desmoronados, de la carrera de la edad cansados, por quien caduca ya su valentía. Salime al campo, vi que el sol bebía los arroyos del hielo desatados; y del monte quejosos los ganados, que con sombras hurtó su luz al día. Entré en mi casa: vi que amancillada de anciana habitación era despojos; mi báculo más corvo, y menos fuerte. Vencida de la edad sentí mi espada, y no hallé cosa en que poner los ojos que no fuese recuerdo de la muerte. Descuido del divertido vivir a quien la muerte llega impensada Vivir es caminar breve jornada, y muerte viva es, Lico, nuestra vida, ayer al frágil cuerpo amanecida, cada instante en el cuerpo sepultada.
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