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La investigación de Joan Sales sobre la poesía de Màrius Torres: una edición revisada, Esquemas y mapas conceptuales de Poética

Este documento detalla la investigación de Joan Sales sobre la poesía de Màrius Torres, que resultó en la eliminación de poemas inéditos y la introducción de correcciones hechas por el propio poeta en las ediciones anteriores. Sales eliminó los poemas inéditos de los apéndices y agregó las últimas correcciones de Torres en doce poemas del corpus. La documentación exhumada posteriormente demostró que había versiones más recientes de las que tenían Sales. El documento también proporciona información biográfica sobre Màrius Torres, su enfermedad y su estancia en el sanatorio, y su dedicación a la escritura.

Tipo: Esquemas y mapas conceptuales

2021/2022

Subido el 10/10/2022

cenicienta
cenicienta 🇪🇸

4.4

(207)

135 documentos

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¡Descarga La investigación de Joan Sales sobre la poesía de Màrius Torres: una edición revisada y más Esquemas y mapas conceptuales en PDF de Poética solo en Docsity! 7 El libro que el lector tiene ahora en sus manos no es «otra» edi- ción de la obra poética de Màrius Torres. Es mucho más que eso. Pero para justificar una afirmación como ésta, habrá que aportar pruebas, para lo cual bastará con situar el libro en el lugar que le corresponde y explicar lo que representa respecto a las ediciones anteriores. Hagamos, pues, un poco de historia. Como es sabido, la primera edición de la obra poética de Màrius Torres apareció cinco años después de su muerte, en 1947, en Co- yoacán, a cargo de Joan Sales, que fue uno de sus grandes amigos y asesores en materia lingüística y literaria. A Sales corresponde, pues, sobre todo a partir de la segunda edición, hecha ya en Bar- celona (Óssa Menor, 1950), el mérito de haber situado al poeta de Lleida en la difícil palestra literaria catalana de los años cincuenta, para que sus poemas dieran a su creador el prestigio que merecía y que ahora todo el mundo le reconoce dentro del canon de la lírica catalana contemporánea. Todas las ediciones de los poemas torresianos que se han hecho desde entonces y hasta cuarenta y cinco años después, en el catá- logo de la editorial Ariel, han reproducido, con algunos retoques mínimos, el texto de la edición princeps, que se convirtió en el textus receptus, el texto recibido y divulgado que todo el mundo Presentación 8 ha admitido sin discusión, incorporando, en cada nueva aparición, poemas inéditos en sucesivos apéndices. En 1993, sin embargo, Edicions 62 publicó otra edición, a cargo de Margarida Prats, una investigadora que ha consagrado buena parte de sus estudios al análisis de la obra del gran poeta leridano. Uno de los muchos frutos que dio su investigación fue el hallazgo de informaciones procedentes de documentos escritos, como ma- nuscritos y cartas, y de conversaciones con personas muy cercanas al poeta, como Mercè Figueras (la Mahalta del poeta, paciente del sanatorio de Puig d’Olena, donde pasó sus últimos años el poeta), Maria Planas (propietaria y gerente del sanatorio), el doctor Josep Saló (médico del sanatorio), Víctor y Núria (hermanos de Màrius), etc., que ofrecían nuevas luces sobre la fortuna de algunos autó- grafos y, sobre todo, de la edición que hubiera querido Torres para sus obras. Estas informaciones encaminaron a la investigadora a introducir, en aquella edición de 1993, cambios considerables respecto a las anteriores. En primer lugar, eliminaba los noventa y cuatro poemas inéditos de los tres apéndices que se habían ido acumulando de forma indiscriminada en las sucesivas ediciones; y, en segundo lugar, introducía, en doce de los poemas del corpus de Sales, las últimas correcciones que Màrius Torres había hecho en sus autógrafos y que no habían llegado a la edición de Coyoacán. Más adelante, gracias a un incansable trabajo de búsqueda, Margarida Prats descubrió nuevos documentos que obligaban a tomar decisiones sobre el texto a editar, esta vez, concretamente, sobre el número y la ordenación de los poemas. Pero esto el lector ya tendrá oportunidad de leerlo en el espléndido texto introductorio de la editora, y de comprobarlo, con los documentos justificativos y las variantes a la vista, cuando publique la edición crítica. Como cata documental, sírvase el lector leer atentamente lo que decía Joan Sales a Humbert Torres, padre del poeta, en una carta del día de Navidad de 1946: «Yo tengo aquí, perfectamente en orden (orden cronológico, no creo que Màrius hubiera pensado nunca dar a sus poemas otro orden, ya que de hecho vienen a ser como las páginas de un dietario íntimo, donde él iba anotando sus impresiones), los poemas que Màrius daba por definitivos.» (La traducción es mía.) Este rapidísimo repaso de las ediciones de la poesía de Màrius Torres viene a cuento como muestra —una más— de aquella anti- gua idea de la crítica filológica, que tan bien formuló y defendió el padre de la variantística italiana Gianfranco Contini, de que toda edición de un texto no es sino una hipótesis. La tuvo que construir 11 Introducción El poeta y su obra Màrius Torres (Lleida 1910 – Sanatorio de Puig d’Olena 1942) ha sido, junto con Bartomeu Rosselló-Pòrcel —muertos los dos de tuberculosis en plena juventud— uno de los mitos de la poesía catalana de la segunda mitad del siglo xx. Ambos poetas forman parte de la generación de escritores que, como Salvador Espriu, Rosa Leveroni, Joan Teixidor y Joan Vinyoli, vivieron la guerra civil en plena juventud y posteriormente tuvieron que sufrir el silenciamiento que la dictadura franquista impuso a la literatura catalana. En el caso de Màrius Torres —el único miembro de esta generación «sacrificada» que murió inédito como poeta— el con- flicto bélico se superpuso al aislamiento de la sociedad a causa de una tuberculosis pulmonar que contrajo a los veinticinco años, cuando ejercía como médico en la ciudad donde había nacido. Ello supuso un cambio radical en su vida: en diciembre de 1935 tuvo que ingresar en el sanatorio de Puig d’Olena, donde perma- neció los últimos siete años de su vida. Durante esta etapa en el sanatorio, Torres fue testigo pasivo y angustiado de la guerra civil fratricida, sufrió en propia carne la derrota de los republicanos y vivió el avance de las ideas fascistas que derribarían el sistema de valores en el que había sido educado. Fue en ese momento cuando 12 pasó de considerarse «un médico que hace versos» a confesar que era «esa cosa absurda: un poeta lírico».1 La enfermedad conllevaba por un lado unas condiciones físi- cas desfavorables, el retiro forzoso y la suspensión de la actividad profesional como médico, y por otro, le proporcionaba un tiempo para la dedicación a la escritura y favorecía la concentración y la autoexigencia necesarias para que pudiera cristalizar una obra literaria. La vivencia de las circunstancias mencionadas no expli- ca por sí sola una poética como la de Màrius Torres, para ello es necesario poseer una capacidad de reflexión sobre la vida, unos fundamentos filosóficos y un diálogo profundo con la tradición literaria y artística —sobre todo la musical— así como una aptitud para captar la realidad (personal y colectiva) y una imaginación ar- tística capaz de construir formas de gran potencia significativa. Una breve aproximación a las circunstancias biográficas —enmarcadas en su contexto histórico—, a las preocupaciones y a los intereses del hombre que Màrius Torres fue, puede contribuir a satisfacer la curiosidad, no banal, sino emotiva e intelectual, de «conocer» al poeta. Y, al mismo tiempo, puede aportar informaciones significa- tivas sobre los estímulos que le llevaron a escribir una poesía que recurre al dolor, pero que no se detiene ni se complace en él. Màrius Torres nace en Lleida en el seno de una familia de intelectuales y profesionales liberales de ideología republicana, heterodoxa y catalanista, que contribuyeron activamente a impulsar cambios ideológicos y sociales en su ámbito. El abuelo paterno, Marià Torres, fue uno de los impulsores del espiritismo, y el padre del poeta, siguiendo en parte las mismas ideas religiosas, defendió que la inteligencia humana no desaparece con la muerte, sino que continúa su evolución en un mundo no condicionado por el espacio ni por el tiempo y puede manifestarse por medio de médiums. Por el lado materno, el abuelo, Manuel Pereña, abogado y profesor de preceptiva literaria, fue dirigente del partido republicano de Lleida. En 1903 se presentó a las elecciones del Parlamento y ganó el escaño correspondiente a la capital del Segrià. Fundó El Ideal, que dirigió desde 1901 hasta 1909, fecha en que pasó a ocupar la dirección su hijo mayor, Alfred Pereña, que protagonizó campañas contra el caciquismo y la guerra de Marruecos. Humbert Torres, padre del poeta, alternó el ejercicio de la medicina con la dedicación a la 1. He traducido del catalán las citas de textos epistolares, pero hemos mante- nido los títulos de los poemas en lengua catalana. 13 política. A nivel local, junto con su cuñado Alfred Pereña, Pedro Mies y otros, lograron deshacer el divorcio entre republicanismo y catalanismo. Fue el primer alcalde votado —y no nombrado por Real Orden— de la ciudad de Lleida y desde la Paeria luchó para mejorar las condiciones higiénicas y urbanísticas de sus conciu- dadanos. Durante la Segunda República, fue elegido diputado por Esquerra Republicana al Parlamento español, donde defendió la libertad religiosa, el estado laico y el título II del Estatuto de Cataluña. La madre del poeta, María Pereña, que murió cuando él aún no había cumplido los 18 años, había cursado estudios de magisterio y de música. En su casa, Màrius Torres había aprendido a considerar la muerte como un cambio de estado de la sustancia espiritual y a seguir una moral evangélica desligada del culto. También vivió la música, no sólo en audiciones, sino aprendiendo solfeo y piano bajo la tutela de su madre. La familia, formada por los abuelos paternos, una tía carnal, Conxita Torres, el poeta y sus dos hermanos, Víctor y Núria, favoreció el contacto con la naturaleza: paseos con el abuelo Marià por la orilla del Segre, juegos con los primos Pereña en la casa que el abuelo materno tenía en la huerta de Lleida, veraneos en la playa de Sant Salvador... El pequeño Màrius encontró en el Liceo Escolar,2 donde cursó estudios primarios, una continuidad a los estímulos intelectuales y artísticos que recibía en su casa. Después de cursar el bachillerato, Màrius se trasladó a Barcelona para estudiar la carrera de Medicina. En la facultad hizo buenas amistades; entre ellas destacan Santiago Montserrat y Jaume Elias, que fueron socios como él de la Agrupación Escolar de la Academia y del Laboratorio de Ciencias Médicas. Tras doctorarse en Madrid, desestimó la oferta familiar de pasar una temporada en París para perfeccionar sus estudios y se estableció en Lleida, donde empezó a ejercer como médico internista. Ni durante su estancia en Barcelona, ni durante el breve periodo de ejercicio profesional en Lleida, Màrius Torres formó parte de nin- gún cenáculo literario ni estableció relaciones con ningún escritor de su generación. Sin embargo, mientras estudiaba en la universidad, dedicó parte de su tiempo libre a actividades culturales —asistía a conciertos en el Palau de la Música, visitaba exposiciones de arte, iba regularmente al cine y dejaba parte de sus ahorros estudianti- 2. Escuela laica fundada por Frederic Godàs el año 1906. Tenía como objetivo formar personas sensibles, cívicas y democráticas.
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