Posiblemente la persona más erudita que he conocido, inteligente, paciente y gran orador. sus clases eran auténticos compendios del saber. Conocía hasta los más insignificantes detalles de la cotidianeidad, esos que hacían más comprensible la Historia. Grato recuerdo, una autoridad de ámbito internacional. Su estampa con la copa y el cigarro sentado en el taburete de la entrada a cafetería de lo que mejor recuerdo de los años de facultad.