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Psicologia del pensamiento tema 3 apuntes, Apuntes de Pensamiento Creativo

Tema 3: Razonamiento probabilístico. Juicio y toma de decisiones. probabilidad, tipos de sistemas 1 y 2, sesgos de estimacion de probabilidad, heuristicos y sesgos, toma de decisiones, teorias normativas, teorias descriptivas...

Tipo: Apuntes

2018/2019

Subido el 23/11/2019

lucia-herrera-5
lucia-herrera-5 🇪🇸

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¡Descarga Psicologia del pensamiento tema 3 apuntes y más Apuntes en PDF de Pensamiento Creativo solo en Docsity! TEMA 3: Razonamiento probabilístico. Juicio y toma de decisiones. 1. Introducción • La ciencia a lo largo de la historia ha tratado de reducir la incertidumbre y el riesgo. (Ej. ecuaciones para explicar la sensación, etc). • El objetivo de la ciencia es construir modelos matemáticos para explicar el funcionamiento del universo. • La incertidumbre es considerada como una ciencia cuantitativa limitada. Los psicólogos tratamos de entender las estrategias que las personas usamos para tomar decisiones con el menor riesgo posible, minimizando la incertidumbre. • Realizamos inferencias cuantitativas acerca de la probabilidad de que un acontecimiento se produzca utilizando la experiencia previa, el conocimiento del mundo y la información externa que obtenemos de otras fuentes • No hay garantías absolutas, hablamos de porcentajes de probabilidad. Pero sí utilizamos reglas para seleccionar una elección con mayor probabilidad de acierto. 2. Probabilidad. En la ciencia psicológica hablamos de dos tipos de probabilidad:  Objetiva: Si nos basamos en el conocimiento del mundo y sus regularidades en la búsqueda de que algo suceda. (Ej: Tirar una moneda, la probabilidad de que salga cara es del 50%)  Subjetiva: Entran en juego otros factores de naturaleza psicológica como la confianza a la hora de asignar probabilidades (Ej: Tengo confianza en que salga cara). Propiedades de la probabilidad objetiva I. La probabilidad varía entre 0 y 1. II. Regla de la suma: Si A y B son dos sucesos, la probabilidad de obtener cualquiera de ellos es igual a la probabilidad de A más la probabilidad de B menos la probabilidad de su ocurrencia conjunta: p (A ∨ B) = p (A+ pB) – p (A ∧B) III. Si los sucesos A y B son mutuamente excluyentes, la regla de la suma será: p (A ∨ B)= p (A) + p (B) Ej: La probabilidad de sacar una cara o una cruz con una moneda es igual a 1/2 + 1/2. Por otro lado, si perseguimos encontrar la probabilidad de ocurrencia conjunta de dos eventos independientes, las probabilidades de los eventos deben ser multiplicadas: 1/2 x 1/2= 1/4. IV. Probabilidad condicional: la probabilidad de que suceda un evento A, dado que otro B ha sucedido, es la probabilidad de que ambos ocurran dividido por la probabilidad de que ocurra B. A pesar de estas reglas, los seres humanos realizamos estimaciones de la probabilidad en base a criterios subjetivos, cometemos errores a la hora de asignar probabilidades y razonar en términos estadísticos. Probabilidad subjetiva • Es aquella que realizamos sin utilizar conocimientos científicos expresados cuantitativamente. No se utilizan cuantificadores matemáticos sino términos lingüísticos (algo, poco, bastante, etc). • Suele basarse tanto en observaciones de frecuencias a largo plazo como en análisis lógicos y deseos, ilusiones, temores… • Las estimaciones de probabilidad para que presenten validez predictiva y tengan garantía de estar bien formuladas deben seguir dos principios esenciales: o Deben basarse en un conocimiento objetivo del mundo que se obtiene a partir de constatar ciertas frecuencias y regularidades. o Se deben utilizar los axiomas de la teoría de la probabilidad. A lo largo de la historia de la humanidad hemos aprendido que hay eventos que obedecen a códigos matemáticos, pero otros no siguen parámetros matemáticos previsibles (ej: movimientos de un animal o las reacciones de las personas). Al enfrentarnos a eventos impredecibles nuestro razonamiento recurre a heurísticos: • Heurístico: Búsqueda de una solución a un problema, cuando no existe un camino seguro para alcanzar la meta (atajo). Habría búsquedas a ciegas, heurísticas (basadas en la experiencia) y búsquedas racionales. 3. Sistemas 1 y 2. A medida que navegamos en nuestras vidas, normalmente nos dejamos guiar por nuestras impresiones y sentimientos, y la confianza que depositamos en nuestras creencias intuitivas está normalmente justificada. Pero no siempre. A menudo estamos muy seguros de nosotros mismos incluso cuando estamos equivocados. (D. Kahneman) Es decir, cuando algo queda establecido para nosotros como una creencia, es más difícil que nos convezcan de que estamos equivocados. Daniel Kahneman, propone que existen dos sistemas para el juicio y nuestras elecciones: A. Sistema 1 (pensar rápido): realiza una interpretación coherente de lo que sucede en nuestro mundo en cualquier instante y opera automáticamente, rápido, intuitivo, sin esfuerzo y sin control voluntario. Ejemplos: Detectar que un objeto se encuentra más alejado que otro, detectar enfado en una voz, contestar a 3+3. • Genera impresiones, sentimientos e inclinaciones, que si están apoyadas por sistema 2, entonces se transforman en creencias, actitudes e intenciones. • Opera automáticamente y rápido casi sin esfuerzo y con poca o sin una sensación de control voluntario. • Puede estar programado por el sistema 2 para movilizar su atención cuando un patrón es detectado. • Ejecuta respuestas e intuiciones más sofisticadas cuando ha sido entrenado. Muy basado en la habilidad del sujeto. En paralelo. • Distingue lo sorprendente de lo normal. • Ignora la ambigüedad y suprime la duda, es asociativo. • Se focaliza en la evidencia existente e ignora la evidencia ausente. • Sobreestima las probabilidades bajas. • Responde de forma más intensa a las pérdidas que a las ganancias. B. Sistema 2 (pensar despacio): enfoca su atención en las actividades mentales que se lo exigen. Está asociado a la elección y concentración. Es reflexivo, requiere esfuerzo, lento, serial (de uno en uno, ya que requiere recursos), consciente, reglado, deductivo. Por ejemplo: Cálculos mentales complejos, buscar un hombre con la camisa a rayas, acordarte del nombre de una calle que no recuerdas. • Cuando el sistema 1 no sabe resolver algo según su percepción de la realidad, recurre al 2. b) Teorema de Bayes: Thomas Bayes (1702-1761) fue el primero en utilizar la probabilidad con una base matemática para poder calcular la probabilidad de que algo ocurra en el futuro a partir de la frecuencia con la que un acontecimiento ocurrió en el pasado. El objetivo es analizar la probabilidad de aspectos que se desconocen a partir de conocimientos observados, lo que se conoce como probabilidad condicionada. En la ecuación de Bayes se pueden considerar los falsos positivos falsos negativos para realizar una apreciación de la probabilidad en diagnósticos médicos. El teorema permite ajustar las probabilidades subjetivas (las usamos en múltiples razonamientos cotidianas: política, economía, ciencia, etc) cuando recibimos una información adicional que cambia nuestras apreciaciones. Ejemplo: Para saber qué enfermedad es más probable que esté produciendo el síntoma, debemos establecer el porcentaje de probabilidad de que cada una de las enfermedades esté generando el síntoma. • Si el síntoma es la fiebre, podemos decir que la probabilidad de que tenga gripe teniendo fiebre es 0,5 (50% casos) p (B/Ai) • A priori conocemos la probabilidad de que un paciente tenga gripe (1/1000). p (Ai) • Se sabe que la proporción de que un paciente tengan fiebre alta es 1/20 p(B). c) Ley de los grandes números: bajo ciertas condiciones, el promedio de una muestra se aproxima al promedio de la población de la cual se obtiene la muestra si el tamaño de la muestra es grande. Ej: en estudios experimentales, un n más grande aumenta la potencia estadística y la precisión de la inferencia. Correlación entre tamaño de la muestra y exactitud en la predicción. Las muestras pequeñas son muy variables y poco precisas. Kahneman y Tsversky encontraron que ante predicciones sobre muestras pequeñas y grandes muchas personas no aplican esta ley estadística. Ejemplo: en un hospital nacen al día 45 bebés y en otro 15. Teniendo en cuenta que hay un 50% de posibilidades de que nazca niño y que durante un año cada hospital registró los días en que mas de un 60% de los bebés nacidos eran niños, ¿en qué hospital sucedió esto más veces? La mayoría mostraron una insensibilidad a la ley por un razonamiento conservador (los dos por igual) Correlaciones ilusorias La correlación ilusoria es una tendencia a percibir la relación entre dos variables como más fuerte de lo que es en realidad. Realizar correlaciones acerca del entorno que nos rodea es un mecanismo supervivencial importante, necesitamos establecer la relación que existe entre eventos que nos llegan como estímulos. Si esta habilidad se encontrara deteriorada nuestra capacidad supervivencial se reduciría considerablemente, daríamos respuestas equivocadas y tomaríamos decisiones erróneas. (ej: ¿qué síntomas son señal de una enfermedad determinada?). Este fenómeno también explica los prejuicios, manías, componente obsesivo… (ej. Mañana me pongo la camiseta morada porque me dio buena suerte en el examen) Por tanto, tenemos necesidad de control, aunque este sea ilusorio. Nos permite tomar decisiones rápidas, a veces erróneas. Champman y Champman (1967) realizaron un estudio en este ámbito en el que mostraban a participantes dibujos de personas, indicando el problema que les caracterizaba. Los participantes creían ver correlaciones que se adecuaban a los estereotipos diagnosticados. En otro estudio, se planteaba el problema de que si en un grupo A de mil personas eran arrestadas 100 miembros el año anterior, y de un grupo B de 100 eran arrestadas 10 qué grupo tenía tendencias más criminales. Racionalmente, ambos grupos tienen a misma tasa de comportamiento criminal (10%), no obstante, suele signarse una puntuación menos favorable al grupo minoritario, es decir, al B. Tversky y Kahneman (1974) sugieren que es debido al heurístico de disponibilidad, ya que si en el grupo A hay un arrestado cada pocos días nos acostumbramos y no son noticia, mientras que si en el B les detienen menos de una vez al mes es más noticia y lo recordaremos más y por ello lo sobreestimamos. Otros lo explican basado en las expectativas, en la atención selectiva y codificación, en el peso desigual de la información en nuestra mente. Otros heurísticos y sesgos ✓ Efecto de ambigüedad: La evasión o rechazo directo de las opciones que parecen tener una probabilidad incierta o desconocida por no disponer de información. Ejemplo: si comparamos entre distintos ordenadores y uno de ellos no tiene señaladas las características, no le prestamos atención. ✓ Sesgo de creencia: tendencia a basar las conclusiones o evaluaciones en creencias personales. ✓ Falacia del jugador: tendencia a pensar que eventos aleatorios individuales están mediados por eventos aleatorios previos (prejuicio de la mano caliente). Ejemplo: en el casino empiezas a ganar y sigues jugando. ✓ Efecto de negación de precedentes: tendencia a evitar añadir probabilidades o eventos precedentes bien conocidos que podrían ser relevantes en la conclusión realizada o en la decisión a tomar. ✓ Sesgo optimista: tendencia sistemática a ser demasiado optimista sobre los beneficios de cualquier acción planeada. ✓ Sesgos atribucionales: cuando las personas piensan sobre sí mismas atribuyen su éxito a una cualidad personal interna (inteligencia, esfuerzo, etc) y los fracasos a circunstancias externas (mala suerte, desventaja, dificultad de la tarea). A veces estos sesgos se dan en la dirección inversa. ✓ Sesgo de debilidad y fortaleza: tendencia de las personas a juzgar como permisibles o creer con mayor fuerza los comportamientos y los argumentos de las partes más débiles, o de las más fuertes. ✓ Sesgo de simetría: tendencia a considerar como más ciertos y más sólidos los argumentos y razonamientos en los que exista una dicotomía clara. (ej: preferencias políticas). ✓ Efecto de la decimación numérica: tendencia a juzgar la probabilidad de la totalidad como menor que la suma de probabilidad de cada una de las partes. Ejemplo: estimamos como menos probable morir de causa natural que morir de un infarto más la de fallecer por cáncer. ✓ Falacia de la conjunción: tendencia a asumir que los eventos o situaciones unidas tienen una mayor probabilidad de ocurrencia que una general. es un error, ya que la probabilidad de ocurrencia de dos eventos en conjunción será siempre meno ro igual a la probabilidad de cada uno de ellos por separado. ✓ Efecto Bandwagon o efecto de arrastre: tendencia a hacer o creer cosas porque muchos otros las hacen o dicen. La probabilidad de que una persona adopte una creencia incrementa en función del número de personas que también la tienen (pensamiento de grupo) ✓ Ilusión de frecuencia: algo que ha atraído recientemente nuestra atención de repente pensamos que aparece o sucede de un modo muy habitual. Somos nosotros quienes lo percibimos de forma diferente, antes no le prestábamos atención. Ejemplo: me gustan mucho las faldas a cuadros y me quiero comprar una pero he salido a la calle hoy y he visto a un montón de chicas con la misma falda. ✓ Falacia de la planificación: tendencia a subestimar el tiempo para finalizar una tarea. Es debido a que no planificamos los proyectos de un modo detallado teniendo en cuenta el tiempo que consumirán los diferentes subobjetivos. Ejemplo: tener una determinada fecha para la entrega de un trabajo y en vez de hacer un cronograma dejarlo todo para la última semana. ✓ Sesgo de proyección: tendencia a interpretar que los demás tienen las mismas creencias, pensamientos y valores que nosotros. TOMA DE DECISIONES A lo largo de la vida nos enfrentamos a multitud de situaciones en las cuales tenemos que tomar decisiones con diferentes niveles de relevancia. En la toma de decisiones intervienen muchas variables: unas de naturaleza objetiva (p.ej: riesgo e incertidumbre) y otras subjetiva (p.ej: preferencias, gustos, deseos, creencias, etc). Hay dos tipos de decisiones: • Decisión con riesgo: implica que son conocidas por el sujeto las probabilidades de ocurrencia de cada resultado, aunque no puede predecir el resultado final (p.ej: tirar una moneda al aire, jugar a la lotería). • Decisión con incertidumbre: aquella en la que desconocemos las probabilidades de los resultados. (p.ej: dejar a un chico por otro; no sabes si vas a estar mejor o peor). Se tiene una gran variedad de probabilidades desconocidas y cada resultado presenta una amplia gama de posibilidades. Toma de decisiones: proceso que va más allá del juicio probabilístico, aunque frecuentemente ambas tareas se consideran equivalentes y se estudian conjuntamente. Algunos consideran el juicio como una etapa predecisional que continúa, aunque no siempre es así, con una elección entre las diferentes alternativas posibles. En otros casos, la tarea de juicio no se lleva a cabo, por tratarse de una decisión sencilla en la que se dispone de toda la información. Incluye diferentes procesos: evaluación de las alternativas, juicio y elección de alguna de ellas. Proceso dinámico que varía cuando se dispone de más información o de mayor conocimiento, que a veces se van incorporando nuevas alternativas y que variamos también la importancia que se le da a cada una de ellas. Etapas en el proceso de toma de decisiones I. Planear con precisión la decisión a tomar: el planteamiento de la decisión es el que determina las alternativas que se generan, lo que puede dar lugar a resultados completamente distintos. El planteamiento está mediado por las metas que el sujeto tenga a corto y largo plazo. Ej: ante diferentes ofertas de trabajo, diferentes individuos con metas a corto o largo plazo decidirán de forma distinta. Ejemplo: la probabilidad de obtener entrada para un teatro es de 0,60 y la del concierto de un 0,40. Pero me gusta más el concierto que el teatro en una proporción 9 a 5. Por tanto: Teatro= 0,60 · 5= 3; concierto= 0,40 · 9= 3,6. Trataré de conseguir entrada para el concierto. Esta teoría incluye el principio de cosa segura: si dos alternativas comparten un resultado concreto, la preferencia que se establecerá entre las dos alternativas será independiente del valor de este resultado común. Es decir, las personas descartarían el resultado seguro, ya que se da en ambos casos, y dirigirán su elección en los resultados diferentes en las distintas alternativas. Es una teoría que trata de acercarse a cómo los humanos tomamos realmente las decisiones y no cómo se deberían tomar. Se mantuvieron como criterios para una decisión adecuada unos axiomas que establecían las relaciones entre las diferentes probabilidades y entre las preferencias. Empíricamente se demostró que las personas violamos reiteradamente los axiomas cuando tomamos nuestras decisiones. Se dan diferencias culturales en la percepción del riesgo: • Países occidentales: mayor peso a las probabilidades de las pérdidas. La percepción del riesgo disminuye cuando mejoran los resultados. • Países orientales: mayor peso a la magnitud de las perdidas. La percepción del riesgo no disminuye cuando mejoran los resultados. C. Teoría de la utilidad multiatributiva (Keeney y Raiffa, 1976): muchas veces, cuando tenemos que elegir entre diferentes objetos o eventos estos no solo tienen una única dimensión, sino que presentan valores diferentes. Ejemplo: comparadores de hoteles, seguros… Por tanto, para decidir no podemos considerar el conjunto sino segregarlos en función de sus componentes. Para cada persona cada uno de estos componentes puede tener un valor más o menos alto. Esta teoría amplía el concepto de utilidad, considerando que la decisión que la decisión será mejor si tomamos en consideración distintas variables. Se obtendría una medida de la utilidad multiatributiva mediante la suma ponderada lineal de un conjunto de funciones de utilidad de cada variable o atributo. Ejemplo: Es una teoría útil para problemas que presenta un conjunto finito y discreto de alternativas que se evalúan según preferencias individuales. Las utilidades de los diferentes atributos deben medirse con escalas comparables (por ejemplo, todas de 0 a 10) Pasos: I. Identificación de atributos a evaluar. II. Asignar pesos de utilidad (0-10) III. Sumar todos los atributos y obtener la media. IV. Elegir la alternativa con valor más elevado. No obstante, las personas no seguimos los axiomas que nos garantizan la elección más beneficiosa. No somos coherentes con las probabilidades objetivas. D. Transitividad de preferencias: si A>B>C, diremos que A>C. Se presupone que los individuos tenemos una jerarquía consistente, la utilidad subjetiva esperada no varía. Por ejemplo: es preferible tener más dinero a menos; 2000 mejor que 1000 y a su vez 1000 mejor que 500 aplicando este principio. No obstante, Tversky (1969) publica “intransitivity of preferences” en el que pone en evidencia cómo las personas no aplicamos este principio en determinadas tareas de decisión, en especial cuando existe riesgo. Las personas tienden a infravalorar las diferencias pequeñas, pero se le da un mayor importancia en la toma de decisión cuando las diferencias se hacen más grandes. E. Violación del principio de la invarianza (axioma de preferencia): este principio afirma que las preferencias no se deben modificar y se deben mantener con independencia del procedimiento utilizado. Si alguien prefiere A a B, seguirá prefiriendo A independientemente del orden de presentación (A-B, B-A) Sin embargo, en el proceso de toma de decisiones, se producen reversiones de preferencia, violando el principio de invarianza, esenciales para las teorías de decisión racional. Cuando se presenta el problema de diferentes formas se producen cambios en la evaluación de las probabilidades y en las preferencias. La violación de las preferencias se produce esencialmente en dos tipos de tareas: • Preferencias invertidas, cuando los individuos se centran en una característica relevante sin considerar las demás. • Framing: se produce al presentar el mismo problema en dos formatos o formas distintas. Ejemplo Framing: Tversky y Kahneman plantean: 1) Una enfermedad se espera que mate a 600 personas. Se han propuesto dos formas de combatirla: programa A: 200 personas se salvan; programa B: 1/3 de que 600 se salven y 2/3 de que ninguan se salve. La mayoría elije la A, aunque ambos programas tienen la misma probabilidad, porque cuando nos presentan una cuestión con un formato de ganancia tendemos a la aversión al riesgo. Es decir, si puedes ganar algo de forma segura ya no te arriesgas a lo malo que pueda ocurrir. 2) Programa C: morirán seguro 400 personas; programa D: 1/3 no muere ninguno y 2/3 mueren todos. La mayoría escoge el D, ya que cuando nos lo presentan con formato de pérdida nos acercamos al riesgo. Es decir, ya que lo malo va a ocurrir mejor arriesgarse porque hay una probabilidad de que 1/3 se salve. F. Violacion del principio de cosa segura o de independencia. Según el principio de cosa segura, si dos alternativas comparten un resultado concreto, la preferencia que se establecerá entre las dos será independiente del valor de este resultado común. Maurice Allais propone una decisión paradójica en la que se viola el principio de la cosa segura. A partir del establecimiento de la econocia como ciencia, aparecen muchas paradojas (paradoja de Allais, de Ellsberg, de San Petersburgo, etc,) que suponían violaciones de la teoría de la utilidad esperada y de los axiomas de la elección racional. Paradoja de Allais demuestra que los individuos en el momento de tomar decisiones violan el principio de cosa segura y son inconsistentes con la teoría de la utilidad esperada. Allais presentaba las siguientes opciones para que se eligiera entre una de ellas: - Apuesta A: probabilidad del 100% de recibir 100 millones - Apuesta B: probabilidad del 10% de recibir 500 millones,probabilidad del 89% de recibir 100 millones, probabilidad del 1% de no recibir nada. Y otra entre las siguientes apuestas: - Apuesta C: probabilidad del 11% de recibir 100 millones, probabilidad del 89% de no recibir nada. - Apuesta D: probabilidad del 10% de recibir 500 millones, probabilidad del 90% de no recibir nada. Si la axiomática de Savage y la utilidad esperada fuese cierta, la preferencia debería ser A>B y por consiguiente C>D. no obstante, no es así. El experimento muestra que los sujetos más racionales elegirían A>B pero C<D aunque el valor esperado de cada apuesta es: A=100, B=139, C=11 y D=50. En la primera apuesta la opción con menor riesgo es preferible a una mayor utilidad esperada, mientras que en la segunda apuesta una mayor utilidad es preferible a la opción menos arriesgada. Es decir, aunque por lo general el ser humano prefiere certeza a incertidumbre, si planteamos la apuesta o decisión de un modo diferente, preferimos la incertidumbre que previamente hemos rechazado. Esto hace que se inicie una controversia acerca de la racionalidad de los seres humanos a la hora de tomar decisiones en la teoría económica (aparece la economía conductual). Conclusiones: realmente la utilidad esperada de los modelos normativos no es explicativa de cómo los seres humanos tomamos decisiones, no es aplicada. Las personas generalmente tienden a dar un valor superior a la total ausencia de riesgo altamente remoto o incierto. No obstante, si las diferencias en las probabilidades son pequeñas, las personas las ignoran siendo la alternativa la utilidad esperada. Otras paradojas que violan los axiomas de la teoría de la utilidad subjetiva esperada: Paradoja de Ellsberg (1961): si la paradoja de Allais muestra la aversión al riesgo, la de Ellsberg muestra la aversión a la ambigüedad. En esta paradoja se analiza el cálculo de probabilidades mediante juicios de probabilidad. Cuando tomamos decisiones solemos encontrarnos con dos aspectos que no nos gustaría que apareciesen: el riesgo y la incertidumbre. En esta paradoja se demuestra la preferencia por el riesgo a la incertidumbre. A un individuo se le dice que una urna contiene 90 bolas de las cuales se sabe que 30 son rojas y las 60 restantes son o negras o amarillas. • Apuesta A: Quien saque una bola roja gana una cantidad monetaria, las amarillas y las negras pierden. • Apuesta B: Quien saque una bola amarilla gana, el resto pierde. La mayoría de las personas optan por la A. Después se cambian las apuestas de manera que en ambos casos, las bolas negras son ganadoras: • Apuesta C: Quien saque una bola roja o negra gana, las amarillas pierden. • Apuesta D: Quien saque una bola amarilla o negra gana, las rojas pierden. En este caso, la mayoría de las personas escogen la D. Contradice la decisión anterior y el principio de la cosa segura de Savage. La bola negra es ganadora en C y D, lo que no produce ninguna diferencia. La paradoja de San Petersburgo: propuesta por Daniel Bernoulli (1738), está relacionada con la teoría de la probabilidad y la toma de decisiones. Las expectativas de ganar pueden ser infinitas, aunque en la realidad se suele ganar poco dinero. Se tira una moneda, si sale cara a la primera se ganan 2€, si sale cruz se vuelve a tirar. En la siguiente jugada la cara se paga a 4€, luego a 8€, 16€… y así hasta que salga una cara, momento en el que se vuelve a empezar. Cada vez que se empieza se debe pagar una cantidad fija K en concepto de inscripción. presión (de riesgo) que puede soportar y la ganancia que desea obtener”, es decir “de codicia y de miedo”. Cada persona tiene un nivel de riesgo máximo que puede soportar. Existe un umbral de aceptación de la alternativa en ambas dimensiones; para ser aceptable debería respetar los dos umbrales: el de ganancias mínimas (por debajo no acepta) y el máximo de riesgo (por encima no acepta). Cuando se han superado y nos enfrentamos a situaciones intermedias en las que un aumento de ganancia va acompañado de un riesgo mayor, se utilizan una serie de reglas o estrategias que no se ajustan a los modelos normativos. D. Teoría emotiva de la toma de decisiones (Bell, 1982): tras tomar una decisión bajo incertidumbre, la persona puede darse cuenta al analizar los resultados, que otra opción hubiera sido mejor. Este conocimiento produce un sentimiento de pérdida, lamentándose por haber decidido esa alternativa. El arrepentimiento (regret) nos prepara para evitar tomar decisiones erróneas. Se van tomando en consideración las variables emocionales como el pesar o el arrepentimiento ya que predicen y explican mejor el comportamiento humano en la toma de decisiones. Bell (1985) introduce una nueva emoción, la desilusión (disappointment), que completa la teoría del arrepentimiento. La teoría de la desilusión contradice un principio esencial de la economía: “dos consecuencias que producen el mismo beneficio económico deberían ser indiferentes para el individuo”. Sin embargo, no produce la misma satisfacción ganar una misma suma de dinero en el primer premio de una lotería que recibirla en el tercer premio. El sentimiento de desilusión provoca una respuesta psicológica ya que comparamos los resultados reales de la toma de decisión con las expectativas. El concepto de desilusión está integrado en el modelo prescriptivo de la teoría de la utilidad. (Ej: pagamos seguros para evitar desilusiones). Estos sentimientos de arrepentimiento, decepción, gozo o pesar se deben a la capacidad de pensamiento contrafáctico. • Pensamiento contrafáctico: tiene la forma de afirmación condicional y se refiere al pensamiento que compara la realidad con sus alternativas, con lo que podría haber sucedido si se hubieran tomado otras decisiones o las circunstancias hubieran sido diferentes. Nos permite aprender y está presente en multitud de acontecimientos de la vida cotidiana. Emociones que producen las tomas de decisiones, tanto las que se han ejecutado como las que pudimos tomar y no lo hicimos: Opción Elegida No elegida Beneficio Júbilo Decepción Perjuicio Arrepentimiento Regocijo En ocasiones se dan varios sentimientos. Por ejemplo, si elegimos una opción de entre otras sentiremos por un lado júbilo por haberla seleccionado y a la vez regocijo por no haber seleccionado las otras que podría haber generado una pérdida. Kahneman y Tversky (1982) pidieron a sus estudiantes que valoraran que arrepentimiento que podrían sentir dos inversores. Ambos perdieron 1200 $, uno al comprar una acción particular, el otro por aferrarse a una opción determinada. El 92% consideró que el inversor activo se sentiría peor que el pasivo. Las pérdidas debidas a una acción producen más arrepentimiento y emociones negativas que el mismo resultado negativo si es fruto de una decisión pasiva. Sergio y David tenían previsto coger dos vuelos diferentes aunque salían a la misma hora. Cogieron el mismo taxi para ir al aeropuerto, pero se quedaron atrapados en un atasco y llegaron al aeropuerto con 30 minutos de retraso sobre la hora prevista de salida de sus vuelos. A Sergio le dicen que el vuelo ha salido a su hora. A David le dicen que su vuelo iba con retraso y que ha salido hace 5 minutos. ¿Quién presenta más emociones negativas? Cuando Kahneman y Tversky (1982) propusieron este tipo de tareas, el 96% de los participantes respondieron que David estaría más molesto. Si ambos han tenido el mismo destino, racionalmente no hay motivo para pensar que uno se sentirá peor que el otro. La explicación viene dada por la capacidad del ser humano de simular alternativas a la realidad, resultándonos más fácil imaginar a David cogiendo el vuelo si hubiera habido cualquier contratiempo a su favor que a Sergio. El razonamiento contrafáctico se da en mucha situaciones cotidianas. Ladman y Manis (1992) demostraron que las personas imaginaban alternativas a la realidad cuando se habían casado demasiado pronto, habían invertido poco en su educación o al tener relaciones insatisfactorias. Gilovich Y Medvec (1994) midieron el razonamiento contrafáctico a través del arrepentimiento. Preguntando a los participantes por sus vidas, la mayoría se arrepentía más de lo que habían hecho que de lo que habían dejado de hacer. El pensamiento contrafáctico permite ir más allá de la realidad y participa en otros procesos como juicios de causalidad, deducción o creatividad, así como en percepciones sobre la felicidad. Además, tiene consecuencias psicológicas al facilitar el aprendizaje, aprendemos de los errores cuando imaginamos cómo las cosas hubieran sido mejores (razonamiento contrafáctico ascendente, upward counterfactuals). También nos ayuda a sentirnos mejor cuando imaginamos cómo el resultado final podría haber tenido consecuencias más negativas (contrafáctica descendente, downward counterfactuals). E. Teoría del marcador somático (Damasio, 1994): propone una explicación para explicar el papel de las emociones en nuestros procesos decisionales denominada “la hipótesis del marcador somático”. Según los resultados de un amplio cuerpo de investigaciones en el campo podemos considerar que la razón necesita de las emociones para tomar decisiones, esencialmente aquellas con consecuencias más inciertas. Podemos entender la hipótesis del marcador somático como una colaboración entre nuestras estructuras cerebrales evolutivamente más modernas (esencialmente la corteza prefrontal) y las estructuras más primitivas de nuestro sistema límbico (p.ej: la amígdala). Las experiencias de vida previas nos hacen almacenar una serie de sensaciones fisiológicas placenteras o desagradables relacionadas con ciertas situaciones y estímulos. Cuando nos enfrentamos a diferentes opciones para solventar una situación problemática nuestro córtex prefrontal generaría una visión muy breve de las diferentes consecuencias que podrían darse como resultado de las diferentes alternativas. Esta representación no sólo estaría conformada por los aspectos más tangibles o racionales de la situación sino también por las reacciones emocionales que una u otra decisión generaría en nosotros incluyendo sus respuestas somáticas. A dichos avisadores fisiológicos es a lo que denominamos marcadores somáticos. Dichos marcadores relacionados con cada una de las alternativas de solución del problema es lo que nos haría seleccionar o eliminar de un modo muy eficiente aquellas opciones emocionalmente menos deseables. Descartaríamos de un modo muy rápido aquellas opciones que anticipamos nos harán sentirnos mal, o dicho de otro modo, tenderíamos a rechazar aquellas alternativas que de algún modo no superen ese primer test emocional. Serían nuestra “intuiciones”, lo que hace que de un modo muy rápido alguien nos caiga bien o nos genere confianza sin apenas conocerle, la opción que nos da buena o mala espina. De este modo, a la hora de tomar decisiones no hacemos un mero análisis frío acerca de los pros y contras de las diferentes alternativas, sino una evaluación mucho más particular y emocional en función de nuestras propias experiencias vitales. Cambio de perspectiva; las emociones no sólo no serían perjudiciales para tomar decisiones provechosas, sino que serían procesos esenciales en las mismas. En situaciones emocionales agudas especialmente negativas (p.ej: ante procesos de ansiedad o tristeza intensa) no es aconsejable dejarnos llevar por ellas de un modo impulsivo y no premeditado. Es en estas situaciones cuando las emociones pueden perjudicar la toma de decisiones al impedir que consultemos con nuestra corteza prefrontal si una decisión es viable o razonable, no llegándose a producir el mecanismo de decisión al quedar supeditado al dominio de la emoción.
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