¡Descarga Ramón Gómez de la Serna: una aproximación al concepto de Greguería y más Monografías, Ensayos en PDF de Literatura Española solo en Docsity! Ramón Gómez de la Serna: una aproximación al concepto de greguería. Carlota Campomanes Prieto Literatura española del siglo XX (hasta 1936) Curso 2018-2019 2 Ramón Gómez de la Serna: una aproximación al concepto de greguería Carlota Campomanes Prieto Literatura del siglo XX: hasta 1936 2018-2019 La apertura del Canon nos ayuda a examinar los fenómenos literarios tal y como son, para ponerlos en relación con otros sin limitaciones de ningún tipo. No entraré en la consideración genérica de la greguería ni en la adscripción de Ramón Gómez de la Serna en ningún movimiento estilístico ni generacional, ya que él mismo huía de encorsetamientos y militancias. En cambio, intentaré acercarme a la greguería como fenómeno en sí mismo, como hecho poético para valorar brevemente su aportación y huella en la Historia de la Literatura; una Historia en la que, a través del Canon, conseguimos rescatar a algunos genios infravalorados u olvidados y otorgarles su justa importancia en la tradición literaria. Para ello, será necesario definir la greguería, apoyándonos en lo que su propio autor y algunos críticos han dicho de ella. Y aún antes, creo importante un pequeño acercamiento a la figura de Ramón. Ramón Gómez de la Serna - para muchos, simplemente Ramón – nació en el Madrid de 1888 (el galdosiano Madrid de Luisito Cadalso) en el seno de una familia de Letras. Aunque se licencia en Derecho, con sólo dieciséis años publica sus primeros Trabajos Literarios. En 1908, su padre funda la revista Prometeo para dar salida a estos experimentos preliminares durante cuatro años. La publicación fue pionera en la difusión de los nacientes movimientos de vanguardia, recogiendo por primera vez las ideas futuristas y ultraístas. En el número 20 de Prometeo, en 1910 se publica la “Proclama futurista a los españoles” de Marinetti, una llamada a la insurrección futurista, a la revolución cultural y política, a la adhesión de los españoles a las corrientes rupturistas europeas. Siguiendo a Guillermo de Torre (1965: 526-527), Ramón Gómez de la Serna “entre la primera y segunda década del siglo, supo mantenerse alerta, vio nacer el cubismo, organizó en Madrid la primera exposición de pintores de esa estética, bajo el nombre de los íntegros”. De la Torre destaca el ultraísmo marginal de Ramón, “su Ramonismo como se titulaba la sección de sus colaboraciones constantes en las revistas del grupo […] donde a la suya se guardaba lugar preferente”. Son muchos los que han querido ver en Ramón una filiación ultraísta, futurista e incluso surrealista. Cernuda (1957: 168-169), defensor del carácter realista de Ramón, asevera que, aunque en su obra estén representados “casi todos los intentos renovadores de los movimientos literarios europeos, no por imitación, sino por coincidencia. […] quedan, sin embargo, fuera de su alcance el dadaísmo y el superrealismo; es decir, los aspectos rebelde y mágico que animan a estos movimientos”. Durán (1986: 226) va un poco más lejos: “muchas greguerías cumplen una misión destructiva, subversiva, y no pocas de las mejores tienen un «sabor» surrealista. Basta decir que fue un defensor de la literatura intuitiva, metafórica y del arte deshumanizado”. El método que Ramón utiliza para establecer un distanciamiento entre la creación artística y la realidad es el humor. Un humor que juega con el subconsciente del lector, y que ha generado asimismo numerosas teorías sobre la filiación filosófica del autor: Freud, Shopenhauer, Bergson… Remito a sus propias palabras cuando se propone definir la greguería: “una liberación por la incongruencia que va a llevar a una congruencia de materias conseguida en un plano superior” (Gómez de la Serna, 2001:47). El ambiente literario de la capital, las tertulias en el Café del Pombo (que el mismo fundó en 1915), los ecos de la eclosión vanguardista europea marcaron su juventud y determinaron su estilo. Para Octavio Paz (1967: 186-187) es “el gran escritor español: El Escritor (con mayúscula) o La Escritura. Comparándolo con Lope dice de él que es inmenso, popular, cotidiano, prodigioso
