RECENSIÓN MARTÍN LUTERO, Monografías, Ensayos de Historia

¡Descarga RECENSIÓN MARTÍN LUTERO y más Monografías, Ensayos en PDF de Historia solo en Docsity! Sofía Liébana Sánchez Escritos Políticos. Martín Lutero Historia de las ideas políticas Ciencias Políticas y de la Administración + Derecho 2.ºA Curso 2020/2021 Fecha de entrega: 20 de diciembre de 2020 Escritos políticos. Martín Lutero 1. Presentación del argumento. El siguiente libro corresponde a un estudio preliminar y traducción de Joaquín Abellán, catedrático de Ciencia Política en la Universidad Complutense de Madrid, dedicado durante gran parte de su trayectoria a la historia de los conceptos politicos, elaborando cuantiosas ediciones de textos clásicos de teoría política. La obra propuesta fue creada por Martin Lutero, teólogo y fraile católico y agustino, nació en Alemania en 1483, en el seno de una familia de condición social humilde, cursó en una escuela de Magdeburgo y tiempo más tarde, fue a Eisennach a un colegio de los franciscanos. Propulsó la reforma religiosa en Alemania, su doctrina inspiró la Reforma protestante y la doctrina teológica y cultural del luteranismo. Lutero cursó Artes en la Universidad de Erfurt (Alemania), una de las universidades más distinguidas del momento, en el año 1505 decidió renunciar a sus intenciones de estudiar Derecho, entrando en el convento de los agustinos. En el año 1510 fue enviado por sus superiores a Roma, donde pronto descubrió la corrupción de costumbres del papado. En 1512, recibió el título de Doctor de la Sagrada Escritura en su universidad de Erfurt, y aceptó el profesorado en la recién fundada y pequeña universidad de Wittenberg. En 1517 acudió cerca de la ciudad Juan Tetzel recolectando dinero para poder acabar la construcción de San Pedro, en Roma, dando indulgencias a cambio, autorizado previamente por el papa y el arzobispo Mainz, Lutero escribe las 95 tesis que cuelga en la puerta de la Iglesia del Castillo de Wittenberg, en el año 1520 el papa lanzó la bula de excomunión, y condenó 41 de las tesis de Lutero. Posteriormente, publicó un folleto donde daba respuesta a “la bula del anticristo”, el 10 de diciembre de 1520, en la plaza principal de Wittenberg, ante una asamblea de profesores de la universidad, estudiantes y diversidad de personas, quemó la bula con el libro de la ley canónica y otro libros romanistas. Lutero compareció en Worms bajo la protección del emperador Carlos V, y estuvo preso bajo el castillo de Wartburgo. En menos de un año escribió 183 folletos y obras religiosas, en 1525 contrajo matrimonio con Catarina von Bohra, quien anteriormente había sido monja. 2. Ideas centrales. En líneas generales, Escritos Políticos está compuesto por diversos trabajos de Martín Lutero, publicados entre 1520 y 1526, en ellos el teólogo reformador plantea ciertos aspectos concernientes a la autoridad y la obediencia política desde la dimensión del hombre cristiano. La primera obra que recoge este libro se titula A la nobleza cristiana de la nación alemana acerca de la reforma de la condición cristiana (1520), conforma un llamamiento público a los hombres para que puedan atender cuestiones relacionadas con la reforma de la cristiandad. Lutero aborda en profundidad, desde el punto de vista de la doctrina del sacerdocio de todos los cristianos, el poder papal, el incremento de la fortaleza del mismo y el poder que recae en él para interpretar la escritura y convocar los concilios. El siguiente trabajo Sobre la autoridad secular: hasta dónde se le debe obediencia se publicó en 1523, el argumento principal del mismo se centra en la exposición de su doctrina de los dos reinos, desde donde hay que entender su concepción de la autoridad. Por otra parte, en los escritos de 1925 Exhortación a la paz en contestación a los doce artículos del campesinado de Suabia, Contra las bandas ladronas y asesinas de los campesinos y Carta sobre el duro librito contra los campesinos realiza una justificación exhaustiva sobre la negación de la resistencia desde su doctrina central relacionada con que la liberación del cristiano no significa consecuentemente una liberación política y temporal. El último trabajo en el que se centra la obra de Lutero es Si los hombres de armas también pueden estar en gracia, publicado en 1526, aborda la ocupación del soldado y su afinidad con la condición cristiana, y analiza cuándo una guerra es justa. Para poder realizar un análisis más exhaustivo de la obra presentada anteriormente debemos centrarnos, en primer lugar, en el contexto del momento en que se realizó, este se remite a las primeras décadas del siglo XVI, en Alemania. La población se encontraba fragmentada, sin coordinación en el ámbito político, en continua confrontación y tensión entre el emperador y los territorios, ya que el primero perseguía una tendencia más centralizadora, mientras que los últimos se inclinaban por el separatismo. La forma de organización se caracterizaba por la presencia de pequeños gobiernos y principados dependientes de un emperador que ostentaba un exiguo poder sobre los mismos. Sin embargo, Alemania conformaba una gran potencia regional, pese a que gran parte de su población vivía en el campo dedicándose exhaustivamente a la agricultura y demás tareas similares. Durante la época destaca el gran poder e influencia que desarrollaba la Iglesia católica, con la figura papal a la cabeza, sin embargo son múltiples las acusaciones de corruptela eclesiástica y falta de misericordia religiosa. El papa era el encargado de perseverar el estado, debido a las irregularidades cometidas empiezan a manar protestas en relación con la forma en que el papa y los obispos destinan gran parte del dinero con el que la nación alemana contribuye al mantenimiento de la misma. Desde la percepción del autor las indulgencias (En palabras de la Iglesia Católica, la definición que se da es “la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados, en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos”. ) eran una gran estafa hacia los religiosos en relación con la redención de las almas, por lo que en el año 1517, Lutero presentó en la puerta de la iglesia de Witternberg sus 95 tesis, donde rebatía las indulgencias y perfilaba lo que posteriormente sería su doctrina sobre la salvación solo por la fe. La reforma protestante surgió con Lutero y Calvino, como reforma de la religión, y tras la crisis de conciencia religiosa que se produce en Europa en el siglo XVI, y que se había ido desarrollando durante los dos siglos anteriores. La primera persona que utilizó dicha denominación fue Veit Ludwing von Seckendorff, lo que desembocó una ruptura con la Iglesia católica romana, la reforma entrelazó teoría política con diferencias de credo y con problemas de dogma teológico, esta mezcla se encontró presente en el origen de la propia fragmentación protestante, la semejanza de convicciones políticas dependía más de las circunstancias que de la teología, ya que no hay correspondencia entre teorías políticas y confesiones religiosas. Sin embargo, la ruptura con Roma no significó el fin de la relación de dependencia existente entre la religión y la política, los protestantes sustituyeron el poder absoluto del papa de Roma por los poderes absolutos de los poderes civiles de los príncipes, por ejemplo de Alemania, Lutero concedió autoridad a otros poderes, en este caso nacionales, todos entendieron que la única forma de mantener el orden establecido era abogar por una doctrina pura. En cuanto a los conceptos de obediencia pasiva y derecho de resistencia, la reforma y las controversias a las que dio lugar aceleraron la tendencia a aumentar y consolidar el poder de las monarquías, Lutero se apoyó principalmente en los príncipes de Alemania, y la monarquía absoluta terminó siendo en primera instancia la mayor beneficiaria política de la corriente. La reforma protestante se unió a las fuerzas económicas ya existentes para hacer el gobierno regio envestido del poder absoluto, además, se sumó la burguesía, ya que entendían que el fortalecimiento de una autonomía en cuanto a Roma le beneficiarían en sus intereses económicos. El punto más controvertido de la filosofía política pasó a ser el de si los súbditos tenían derecho a resistir a sus gobernantes o sí tenían la obligación de obediencia pasiva, esta última posición pasó a constituir la teoría modernizada del derecho divino monárquico. En ningún caso hubo un conflicto con el poder político local de los principados ya que desde el principio se dio la posibilidad de reforzar el poder. Los reformistas coincidieron en las concepciones de la sociedad y del gobierno que derivan de sus teologías, entendiendo que solo es posible conformar una sociedad cristiana a partir de los principados de cristiandad, es decir, la mejor manera de que los gobiernos se ajustaran a la tesis del cristianismo era que sus teologías tuvieran un reflejo en el campo de la política. Entre los años 1524 y 1525 toman relevancia las protestas entre los campesinos y señores o príncipes debido a la situación insostenible que se desencadenaba, estas consistieron en unas revueltas (económicas y religiosas) por parte de los campesinos católicos, ciudadanos y nobles afines al protestantismo de Martín Lutero. Tomó importancia en el sur, oeste y centro del país, aunque alcanzó hasta Suiza y Austria. Las principales ideas de Lutero en cuanto a materia religiosa son la salvación por la fe, a partir de un pasaje de la carta de San Pablo a los romanos, que Lutero recoge como elemento para justificar que el hombre, el cristiano, se mueve por la fe. “En el Evangelio se revela la justicia de Dios, por la fe y para la fe, conforme a lo que dice la Escritura: El justo vivirá por la fe. ” (Sp 1:7). “Justificados, entonces, por la fe, estamos en paz con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo. Por él hemos alcanzado, mediante la fe, la gracia en la que estamos afianzados, y por él nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.” (Sp 5:1). “¿Qué conclusión sacaremos de todo esto? Que los paganos que no buscaban la justicia, alcanzaron la justicia, la que proviene de la fe.” (Sp 9:30). A partir de los pasajes citados anteriormente, Lutero cree que el hombre se salva por la fe, sin necesidad de crear un comportamiento. Solo en la Biblia está la verdad, la tradición carece de valor, por lo que es necesario leer la Biblia y que cada persona la interprete según su percepción, rompe con una práctica que hasta el momento es incuestionada, ya que los intérpretes habían sido los sacerdotes, con la nueva concepción del autor cada creyente puede acceder a la verdad. Lutero, además, aboga por dos sacramentos necesarios, los cuales son el bautismo y la eucaristía, no son necesarios el culto a la virgen ni a los santos, el purgatorio no existe y en las reuniones entre cristianos no debe haber lujos ni exceso, por lo que los templos protestantes son más sencillos y se se opone a la figura del Papa y los papistas, ya que los acusa de ser los principales desobedientes del derecho imperial. Además, entiende que debe combatirse el orden jerárquico de la Iglesia católica , ya que los diversos cargos que tienen lugar dentro de la misma no son autoridad. A continuación, se desglosarán las parte que componen dicha obra para detallar de manera profunda y clara las ideas centrales que componen Escritos políticos. A LA NOBLEZA CRISTIANA DE LA NACIÓN ALEMANA ACERCA DE LA REFORMA DE LA CONDICIÓN CRISTIANA (1520) En esta obra, publicada en el año 1520, el autor se dirige principalmente a las autoridades seculares debido a su desacuerdo con la preeminencia del orden eclesiástico sobre el laico ya que “todos los cristianos pertenecen, en verdad, al mismo orden y no hay entre ellos ninguna diferencia excepto la del cargo”. Lutero presenta una enmienda tras haber analizado las tres murallas con las que se protegían los romanistas, gracias a ellas habían mantenido su absoluto poder, siendo este inquebrantable. Defienden que el orden espiritual se encuentra en un rango superior al secular, por lo que este último no puede tener ningún derecho sobre ellos, sino al contrario. Además, defienden que ningún individuo, excepto el Papa, puede interpretas las Sagradas Escrituras, por lo que es imposible censurarlos, también es el pontífice quien posee la potestad única para convocar concilios. El autor analiza al cristiano con dos naturalezas, la espiritual, formada por el alma, y la corporal, constituida por el ser físico. La primera muralla se inicia denominando los dos poderes que se encuentran, por una parte el orden eclesiástico se encuentra conformado por el papa, los obispos, los sacerdotes y los individuos que se encuentran en los conventos, en segunda instancia, el orden secular lo forman los príncipes, emperadores, señores, artesanos y campesinos. Desde la percepción del autor, solamente existe un orden bajo el que se encuentran todos los cristianos, sin diferenciación entre ellos, excepto la del grado. Todos los individuos conforman un cuerpo, pero cada uno ostenta una función diversa que complementa a otros, así todos poseen un único evangelio y una única fe, ya que no existe diferenciación entre cristianos. A los obispos se les elige entre la muchedumbre, siendo el concilio el encargado de dicha tarea, basada en ejercer el mismo poder para los demás. Lutero afirma que quienes conforman el poder secular se han bautizado y tienen la misma fe y evangelio que los integrantes del poder divino, por ello tienen derecho a ser sacerdotes y obispos, sirviendo a la comunidad cristiana con su oficio. Por el contrario, ningún cristiano tiene la potestad para ejercer la función del sacerdote sin que esta misma se haya elegido entre todos, así todos somos iguales, y nadie tiene la autoridad de ejercer una influencia mayor por el cargo que posea. Por ello el orden sacerdotal no tendría que ser mas que un cargo, de manera que en el momento en que el sacerdote abandone su oficio, pase a ser un fiel más, sin embargo, los hombres han inventado leyes por las que después del oficio siguen encontrándose en un rango superior al del resto de cristianos. El autor recalca que la diferencia entre sacerdotes, obispos y príncipes no debe ser otra que la de cargo, todos forman parte del mismo orden, aunque no ostentan una función exclusiva, Lutero realiza una analogía donde describe como Cristo es la cabeza y los cristianos los miembros del cuerpo, todos los creyentes incluso los representantes del poder político son cristianos que tienen un papel y actúan en el mundo bajo la guía del propio Dios, todos están en el mismo nivel y ni el Papa ni el obispo pueden apropiarse el poder de dirigir la comunidad. Insiste en la idea del sacerdocio de todos los cristianos, hace que Lutero contribuyera a destruir en el mundo del cristianismo de Alemania cualquier tipo de jerarquía eclesiástica, así el poder secular también forma parte del orden eclesiástico. Quienes conforman el orden divino no se encuentran separados del resto de cristianos, su función es promulgar la palabra del altísimo, así como los sacramentos de la Iglesia católica. La autoridad secular posee la espada y el látigo con los que penar a quienes no han desarrollado adecuadamente sus acciones, así como proteger a quienes sí. Lutero recalca que el poder secular debe desarrollar su función de forma libre y sin trabas, de esta manera también debe castigar al orden divino, en caso de que no se haya comportado de manera adecuada. La muralla se derriba en el momento en que el poder secular interfiere en el cuerpo cristiano, perteneciendo así al orden eclesiástico, por lo que debe ejercer su función sin que nadie ponga impedimentos, por ello tiene que castigar a quien lo merezca, independientemente del cargo que cada individuo posea, inclusive si el mismo es Papa, sacerdote u obispo. No existe diferencia alguna entre cristianos, más que las propias que los hombres han creado, recogidas en las leyes humanas. En conclusión, Lutero aboga por un régimen de igualdad entre cristianos donde la única diferenciación posible entre los mismos sea por el cargo o función. Lutero afirma que la segunda muralla es más incoherente y frágil que la primera, se basa principalmente en el privilegio del papa de ser el único interprete de la Biblia, Lutero recalca que la misma se encuentra secuestrada por el pontífice y llega a autorizar a los cristianos para interpretarla y desposeer al papa del poder de su interpretación y por tanto, de su autoridad. El autor apela a la idea de que el pontífice también puede errar, al contrario de lo que la Iglesia promulgaba, y puede ser bueno o malo, ya que ha habido ambos. Durante siglos se ha creído que el Espíritu Santo inspira al pontífice y lo acompaña allá donde este vaya, Lutero rebate esta idea preguntándose la necesidad de la Biblia, entonces, si la palabra del papa es irrefutable. Todos los creyentes son sacerdotes ante Dios, por ende, deben tener la potestad suficiente como para interpretar la biblia de la forma que les parezca adecuada y certera, Dice la Biblia que “El Espíritu de verdad, Él los guiará a toda verdad; Porque no hablará por su propia cuenta, sino que dirá todo lo que oiga, y les hará saber las cosas que van a suceder. Él mostrará mi gloria, porque recibirá de lo que es mío y se lo dará a conocer a ustedes. Todo lo que el Padre tiene, es mío también; por eso dije que el Espíritu recibirá de lo que es mío y se lo dará a conocer a ustedes” (Jn 16:13-15). Pablo afirma que todos los cristianos tienen el «espíritu de libertad», con el que rebatir las invenciones de los papas, por ello hay que ser valientes para denunciar las mismas, ya que de esta manera se podrá alcanzar la verdad de forma objetiva, dejando hacia un lado los errores. Los papas habían afirmado que ellos eran los únicos interpretes posibles del contenido de las Sagradas Escrituras, lo que llevaba a poseer un poder inmenso e impedía que cualquier cristiano pudiese glosar la Biblia y desautorizar a los religiosos. Lutero pretende sacar de la vida de los creyentes las autoridades religiosas, rompiendo el monopolio en la interpretación de las sagradas escrituras. La tercera de las murallas proclamadas en Roma tiene relación con la convocatoria de los concilios, ya que al igual que con la interpretación de las Sagradas Escrituras, tan solo el pontífice poseía Dios establece dos gobiernos, por un lado el espiritual, que forma fieles buenos a través del Espíritu Santo, y el secular, que hace que los no cristianos mantengan la concordia y actúen de buena fe, evitando así la posibilidad de realizar daño al prójimo, en caso de que solo existiese el gobierno secular esto no se desarrollaría adecuadamente, ya que el Espíritu Santo no podría obrar, y por ello no se podría ser bueno de forma completa. En quinto lugar, los cristianos no necesitan en sí mismos la espada, ya que ellos obran de forma correcta gracias al Espíritu Santo, sin embargo, los mismos viven para el prójimo, este si puede necesitar la espada para preservar la paz. Los cristianos se encuentran gratamente bajo el poder de la espada, aunque no precisan de ella, la aceptan para que los demás puedan beneficiarse de ella. En sexto lugar, nos preguntamos si un cristiano posee la espada secular, encontramos diversos textos. El primero dice que no halla espada entre los mismos y que no pueden utilizarla ya que no tienen la necesidad de hacerlo, el segundo, por el contrario, dice que estas en la obligación de secundar la espada porque es de gran utilidad para todo el mundo, independientemente de si eres cristiano o no. El poder es verdaderamente necesario en el mundo, ya que sin el no podría funcionar de manera adecuada, por eso el cristiano sirve al reino del mundo y también al reino de Dios. Los cristianos pueden llevar a cabo todos los servicios a Dios que sean menester, no podemos nombrar uno de ellos que no puedan realizar, ya que no sería cristiano. Tanto el poder como la espada tienen preferencia en el hombre cristiano, por encima de todos los demás. Ni los apóstoles ni Cristo llevaron la espada porque su responsabilidad es su reino, para el que esta no es necesaria, ya que solo precisan el espíritu y la palabra. En conclusión, Dios deja la espada para los no creyentes, ya que ninguno de ellos puede utilizarla para beneficio propio, sino para beneficio de la comunidad, sin embargo, si que pueden utilizarla para que un no creyente que vaya obrar de manera perjudicial sea detenido y reprimido. En la segunda parte del libro, Hasta donde se extiende la autoridad secular, nos centramos en los dos grupos de individuos que existen, unos se encuentran en el reino de Dios, bajo Cristo, y otros en el reino del mundo, bajo la espada y las leyes. En primer lugar, el gobierno secular posee sus propias leyes, estas atañen a las cuestiones de la tierra (cuerpo, posesiones, etc.), en caso de que este gobierno quiera imponer una ley al alma, el gobierno de Dios interviene gravemente llegando a corromper las almas. El gobierno secular arroja las almas a la muerte eterna, ya que lleva a creer que una cosa es acertada y verdadera, agradando al altísimo, cuando no es así, ya que falta la palabra de Dios. Dice que los príncipes y emperadores se dejan encaminar por el papa y los demás eclesiásticos, lo que lleva a que los súbditos tengan que seguir sus pasos y creer como ellos dictaminen, sin fundamentarse en la palabra del Señor. Los pensamientos y sensaciones del alma tan solo se demuestran ante Dios, por lo que es ineficaz persuadir a alguien para que crea de una manera determinada. La conciencia de cada individuo rige si debe creer o no creer, nunca se puede obligar a alguien a hacerlo ya que la fe es completamente libre. Los eclesiásticos deben gobernar las almas a través de la palabra de Dios, en cambio lo que hacen es dirigir con palacios, martirizando las almas, los señores seculares tienen la función de gobernar el país, aunque no lo hacen, es necesario seguir obedeciendo la palabra de Dios antes que la de los individuos, lo que puede recortar el poder secular. Alerta del poder de los príncipes y de las medidas que estos pueden imponer, generalmente estos no suelen ser misericordiosos. Los obispos ordenan a los príncipes seculares a que gobiernen con la espada, sin embargo, estos cometen obras perjudiciales para la comunidad, con lo que los obispos deben castigarlos con la excomunión. Esta manera de actuar no es la propia, ya que los príncipes seculares dirigen rigen espiritualmente, mientras que los representantes de Dios gobiernan secularmente. El autor denuncia la tiranía sufrida y exige que se actúe de acuerdo con la palabra de Dios y con justicia, y en el caso de que haya sacrilegio, esta prevalezca. En conclusión, los cristianos deben ser gobernados por la palabra de Dios, y quienes no lo sean y pertenezcan al reino del mundo, deben subordinarse al poder de la espada. La tercera parte de la obra, Cómo debe ser un príncipe cristiano, describe la forma en que deben actuar estos, principalmente tienen que dominar con el derecho y la razón, es decir, usar la espada de manera correcta y firme. En caso de que los príncipes no puedan gobernar el derecho y a sus asesores, no podrán gobernar de manera eficaz, ellos tienen que limitarse a Dios exclusivamente, y pedir la sabiduría necesaria para poder gobernar a los súbditos de manera correcta. Los príncipes tienen que atenerse a cuatro cuestiones, en primer lugar, deben poner toda su alma y entendimiento para poder gobernarlos, centrando todos sus sentidos en el servicio a los demás, reflejando la imagen de Cristo en sus ojos. En segundo lugar, tienen que tener en cuenta a los señores, escuchándolos, confiando en ellos y dejándolos hacer, pero vigilando la situación y visitando el país para que todo esté bajo control. La confianza completa solo se puede depositar en Dios, pero será positivo para la imagen del príncipe que vigile y visite a la población. En tercer lugar, el príncipe tiene la obligación de castigar estrictamente a los maleantes, perseverando siempre la seguridad de los demás. La autoridad debe resistir con la verdad, al contrario se le debe brindar razón y paz, en caso de que sea rechazada tendrán que defenderse con fuerza, asegurando siempre la seguridad y bienestar de los súbditos, estos están obligados a darlo todo por el amor hacia los demás, en estos casos de guerra los cristianos siguen siéndolo aunque maten. Por el contrario, si el príncipe se ha equivocado, los súbditos no se ven en la obligación de seguirlo, ya que nadie puede contradecir el derecho, y Dios va siempre en un lugar superior que el que ocupan los hombres. Sin embargo, ante la duda deben obedecerlos, sin miedo a que sus almas se vean corrompidas. En cuarto lugar, los príncipes tienen que someterse a la palabra y poder de Dios con plena confianza, demandando conocimiento con el que gobernar de forma adecuada. En relación con la devolución de un bien injusto, en caso de que ambos sean cristianos, ninguno detendrá lo del prójimo, ni pedirán el reembolso, por el contrario, si solo uno de los dos es cristiano, quien no lo sea lo reclamará, si quien lo solicita es cristiano, lo hará. Si el deudor es pobre y no puede restablecer el bien, actúa la ley del amor, y el individuo queda libre de toda deuda, si los dos deudores no son cristianos hay que buscar otro juez e informarles que están actuando en contra del derecho natural. EXHORTACIÓN A LA PAZ EN CONTESTACIÓN A LOS DOCE ARTÍCULOS DEL CAMPESINADO DE SUABIA (1525) Lutero realiza esta obra durante la guerra de campesinos que tuvo lugar entre los años 1524 y 1526. La guerra tuvo como escenarios los territorios alemanes del Sacro Imperio Romano Germánico hasta su abrogación conclusiva en el año 1526. Los campesinos se revelaron contra los señores por el trato abusivo, bajo su parecer, que sufrían. A medida que la revuelta fue avanzando se expusieron diversas cuestiones que ponían de manifiesto el enorme desagrado que producía el viejo sistema feudal.. Lutero facilitó diversos materiales a los campesinos en su lucha, entre los que se encuentra el planteamiento de Sola scriptura, mediante el que se representa la idea de que solamente la Biblia es Se critica exhaustivamente al campesinado, quien se ha visto engañado por Thomas Müntzer y ha llegado a realizar innumerables atrocidades, asesinando y robando sin distinción. La pretensión principal de Lutero con esta obra es ilustrar a los campesinos la idea de que a través de los pecados cometidos alcanzarán la muerte del cuerpo y del alma, además, procura que la autoridad temporal sostenga la forma de actuar correctamente con respecto al problema. Los pecados que se han cometido principalmente fueron la desobediencia, y la falta de fidelidad absoluta a la autoridad que previamente se había jurado, tal como de declara: “Los que resistan a la autoridad atraerán sobre sí mismos la condenación” (Rom 13,2). Los rebeldes habían asesinado, saqueado y robado, por lo que cualquier individuo podría juzgarlos y ejecutarlos, ya que sino podría suceder al revés. Estos, además, ensucian el nombre de Dios, por lo que son merecedores enormemente de la muerte de cuerpo y alma. Lutero cita a San Pablo (Rom 13), San Pedro (1 Pe 2,13) o Jesús (Le 20,25), donde se impone la supeditación a la autoridad y la deferencia de las posesiones del prójimo, no acepta los argumentos que presentan los rebeldes. Por otra parte, exige que se actúe de forma dura y contundente. La autoridad “tiene el deber de castigar a estos canallas y para ello es portadora de la espada y servidora de Dios contra los que obran el mal” (Rom 13,4). Por ello se debe operar tranquilamente, ya que es evidente que el motivo es justo. Quien utiliza la espada en contra del órgano de autoridad, lo está haciendo contra Dios y el Evangelio, por lo que arderá eternamente en el infierno las razones por las que la autoridad debe actuar es el comportamiento de los campesinos, quienes obligan a los demás a unirse a su causa, por lo que se deben apiadar de los mismos. Lutero exige, tras la toma de armas del campesinado, que la autoridad actuase de forma oportuna y contundente, con el fin de doblegar las revueltas producidas. Se hace una comparación con el apocalípsis, ya que si no se evita el caos se produciría el final de todos los tiempos. Desde el desarrollo de la guerra Lutero hace una menor vehemencia en los derechos que deben poseer los subordinados. No defiende los acontecimientos que se desencadenaron después de que los príncipes y señores se proclamasen vencedores de la contienda. Tiempo después de la batalla de Frankenhausen, en una octavilla el autor se dirige a la autoridad, y le exige que tengan misericordia con los prisioneros que han sido obligados a involucrar en la rebelión. Lutero perdió la confianza del pueblo, aunque en ningún momento reconoció que quizás su postura en cuanto a la Guerra de los Campesinos había sido equivocada. Lutero se apoyó en S. Pablo (Rom 13) y en S. Pedro (1Pe 2, 13-15), a la hora de afirmar que la espada temporal tiene la obligación de imponer el respeto a la paz. El súbdito tiene el deber de ensalzar la espada y el poder, por lo que la autoridad es merecedora de todo el respeto, en consecuencia con esta idea, quien se rebela lo hace en contra de la palabra de Dios, por lo que queda más que justificada la actitud en relación con las Sagradas Escrituras. CARTA SOBRE EL DURO LIBRITO CONTRA LOS CAMPESINOS (1525) Lutero fue gravemente criticado por los campesinos tras la publicación de su obra, Contra los campesinos asaltantes y asesinos, ya que habían depositado sus esperanzas en el teólogo, quien los había traicionado bajo su parecer. Le pidieron que redactase una retracción, pero Lutero se negó contundentemente. Lutero fue proclamado como el gran responsable de la derrota de los campesinos, ya que había animado a los señores a que empleasen toda la fuerza contra ellos, para así acabar con la revuelta. Esta obra es una justificación de su posición en la contienda, explica las razones por las que se postuló de parte de los señores y príncipes. El autor, critica la percepción que los campesinos han realizado, ya que reclaman misericordia, pero ellos han cometido salvajes acciones, asesinando, robando y blasfemando en nombre de la palabra de Dios, por lo que no han actuado en consecuencia con lo que demandaban. Los individuos que confundan los dos reinos que presenta Lutero, el reino del mundo y el reino de Dios, cambiarían la ira al reino de Dios y la misericordia al reino del mundo, lo que equivaldría a colocar al demonio en el cielo y a Dios en el infierno. Esto era lo que los campesinos querían hacer, por lo que lucharían con la espada contra el Evangelio, en vez de ser pacientes y misericordiosos. Por ello, quien se haya equivocado en el reino del mundo debe pedir clemencia a quienes se encuentran en el reino de Dios, o atenerse a las posibles consecuencias con las que deberían hacer frente. Defiende la idea de no relacionarse con los rebeldes y actuar de forma correcta para realizar buenas acciones, abandonando el crispamiento y la violencia con la que se habían desarrollado las revueltas de los años anteriores. Además, Lutero apela a que pidió compasión con quienes se habían entregado, así como por quienes fueron obligados a participar en las revueltas en el lado de los campesinos. Defiende la idea de que los rebeldes no merecen un juicio racional, ya que aunque pudieran llevar razón en sus exigencias, la forma de encauzar sus protestas no encajan con el juicio cristiano, donde deben completa sumisión. Cometen un grave error al justificar sus malas acciones con la palabra de Dios. El debee de un buen cristiano desde la perspectiva del autor es «sufrir la injusticia y no tener espada y recurrir a la violencia». Tappert (1967). SI LOS HOMBRES DE ARMAS TAMBIÉN PUEDEN ESTAR EN GRACIA (1526) Esta obra se publicó a finales de diciembre de 1526, fue redactada a partir de una conversación que Lutero mantuvo con Assa von Kram, oficial del príncipe elector de Sajonia, en ella debatieron sobre si el oficio de la guerra se puede compaginar con la condición cristiana y sobre el contraste entre el orden laico y el eclesiástico, tras la entrada en Wittenberg del príncipe elector, después de que concluyera la guerra de los campesinos. Lutero le prometíó a Assa von Kram que escribiría sobre las diversas cuestiones de las que habían estado discutiendo, sin embargo, al teólogo se le olvidó y tuvo que ser recordado. La resistencia a la autoridad es la idea principal, a partir de la cual se desarrolla el escrito, este punto se había popularizado después de que, a mediados de 1526, se planteara la posibilidad de conformar una liga entre Hesse y Sajonia electoral contra el emperador Carlos. Lutero considera que cualquier oficio u obra puede ser bueno y justo o malo e injusto, dependiendo de la persona o el agente que los realice, ya que si estos no son buenos no podrán actuar correctamente. La guerra es considerada como un oficio divino, por lo que sería necesaria, al igual que otras acciones cotidianas. Se hace una fuerte distinción entre quienes realizan un homicidio en plena conciencia de sus actos, y entre quienes lo hacen de forma justificada, como pudiera ser en defensa propia, por lo que la culpa y el castigo no se puede medir de igual forma. En caso de que se lleve a cabo un crimen a conciencia la pena por el mismo debe de ser mucho mayor y dura, ya que no se distingue una necesidad clara de realizas esos actos. 4. Conclusión. La concepción política de Lutero fue influenciada por grandes personajes como Erasmo de Róterdam, Jan Hus, Agustín de Hipona, Juan Wiclef o Girolamo Savonarola, entre otros. El autor basa su concepción política principalmente en las Sagradas Escrituras, ya que además de uno de los grandes protagonistas de la Reforma protestante, es teólogo. Spener o Gottfried Arnold despedazaron la idea anterior de Lutero, ya que se daba por hecho que la reforma aun no había acabado. Como un pionero de la libertad y luchador contra el orden jerárquico es denominado el autor por parte de los ilustrados del siglo XVIII, además de como un férreo defensor de la autonomía del individuo en sí. Destaca principalmente la lucha que ejerce Lutero contra Roma y el papado, para poder conseguir la libertad de conciencia y la razón. Pensadores del siglo XIX proseguirán con la idea liberalizadora que se percibe de Lutero, también Marx seguirá con esta imagen. Sin embargo, en el siglo XX se empieza a denominar a Lutero como hijo de la Edad Media, abandonando la idea de modernizador que anteriormente había obtenido por parte de diversos autores, ahora la imagen del teólogo pasaba a ser la de un hombre medieval, el autor que propulsó esta nueva concepción de Lutero fue Ernst Troeltsch. Lutero acusó a la Iglesia católica de Roma de corrupción, ostentación, mala vida de la corte o venta de indulgencias, y sus escritos se centraron principalmente en denunciar estas prácticas y defender el poder secular y la razón, así como la libre interpretación de las Sagradas Escrituras. Tanto Lutero como Calvino, otro de los grandes reformadores de la Protesta, defendieron la idea de que la resistencia a quienes gobiernan no es buena. Sin embargo Calvino fue un autor mucho más racional y humanista. En líneas generales, Lutero predicó un mensaje religioso de manera sentimental y reflexiva, por lo que en ocasiones llegó a ser paradójico. Una de sus principales preguntas fue: ¿Cómo puedo hallar un Dios misericordioso?, mediante la cual pretendía conseguir la felicidad del ser humano. Algunos de los grandes impulsos de la reforma de Lutero se encuentra en la pérdida de gran parte del poder de los eclesiásticos, que anteriormente componían un orden jerárquico considerable, y gozaban de una posición ampliamente privilegiada, esto desencadenó en que tanto losfamilia como el Estado pasaran a ser cuestiones propias del cristiano. Es holgada la independencia que se ganó en ciertas actividades humanas, como el mundo, la familia o el Estado, todas ellas antes ligadas en grandes líneas al orden eclesiástico. La ruptura de la unidad religiosa propició que se instaurara la base del absolutismo político, la principal forma que se desarrolló durante el Estado moderno. En conclusión, Martín Lutero, fue uno de los principales autores que propulsaron las grandes ideas de la Reforma protestante, dando lugar posteriormente a la Contrarreforma. Una de sus grandes obras, Escritos políticos, rompió con los moldes establecidos en la época, ya que el teólogo centró su crítica en el poder del orden eclesiástico, al que atribuía grandes abusos. Cada una de las obras desglosadas anteriormente muestran las ideas principales de la Reforma, y en concreto del autor, así como los acontecimientos que se desarrollaron durante los años 1520 a 1526, además, centra sus líneas en cuestiones referentes a la autoridad a la obediencia política, desde la magnitud del hombre cristiano. Bibliografía LUTERO, M. “Escritos políticos”, estudio preliminar y traducción de Joaquín Abellán (1986), Tecnos, Madrid. GARCÍA, B. (2013). El pensamiento político de Martín Lutero. Revista digital de Historia, Nº 5 enero/abril, ISSN 2174-5633, pp. 34-57. Juan Morado, Guillermo. ¿Qué son las indulgencias? Catholic.net (web), 2016. Disponible en http://es.catholic.net/op/articulos/15583/qu-son-las-indulgencias.html Akal, G. (2017). La Alemania de Lutero |. 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