¡Descarga Reseña Arquitectura y Ciudad y más Apuntes en PDF de Historia de la Arquitectura solo en Docsity! MONTESINOS RUIZ, Sergio Arquitectura y ciudad en la Edad Moderna (Grupo A1) CASTEX, Jean, Renacimiento barroco y clasicismo. Historia de la arquitectura, 1420- 1720, Madrid, 1990 [Quinta parte: “El siglo XVII francés”, pp. 309-324 y 335 a 360]. En este gran libro de Jean Castex en el que habla sobre la Historia de la arquitectura desde el siglo XV al siglo XVIII en el ámbito europeo, vamos a centrarnos únicamente en el panorama francés durante el siglo XVII y en cómo, tanto Enrique IV como Luis XIII cambiaron el panorama urbanístico de la capital francesa. También veremos algunos de los nombres importantes de la arquitectura del momento, algunas de las obras más relevantes y algunas de las plazas y barrios más importantes. Pero, antes de entrar en todos estos aspectos hay que contextualizar brevemente el momento en el que se da. Enrique IV entró en Paris en marzo de 1594 tras todas las polémicas sobre su ferviente calvinismo. Polémicas que se solucionaron cuando “abrazó” el catolicismo, comenzando así una nueva dinastía en Francia, la dinastía Borbónica. Muchas veces se le atribuye a Enrique IV o el Grande, ser uno de los mejores monarcas de la historia francesa, siendo celebres frases como “Un pollo en las ollas de todos los campesinos, todos los domingos”. Además de conquistas, prosperidad y paz, Enrique IV desarrolló entre 1600 y 1610 una exitosa política urbanística apoyada en tres plazas: la plaza de los Vosgos (plaza real rebautizada a plaza de los Vosgos) (1605), la plaza Dauphine (plaza triangular que sirve de asilo para los banqueros) (1607) y la plaza de Francia (1610). El proyecto urbanístico de Enrique IV es un proyecto colectivo del que formó parte; la monarquía, promotores, especialistas y empresarios. En este momento los arquitectos más importantes fueron; Louis Metezeau y Jacques II Androuet du Cerceau. El gusto de Sully (ministro de Enrique IV) por la arquitectura flamenca no explica por si solo la arquitectura de ladrillo y piedra que aparece en el reinado de Enrique IV, dando un importante cambio respecto a la tradición anterior. Esta se da gracias a una transformación de las técnicas y de una reconversión del artesanado parisiense. Todo esto generó un cambio importante en la ciudad, desapareciendo ese predominio por los edificios realizados en madera. Así, en tan solo 50 años, la ciudad de París cambia totalmente, pasando de ser una ciudad de madera a estar hecha por materiales más sólidos. Todo esto fue comportado por tres factores que influyeron de manera decisiva en el auge de la construcción parisina. En primer lugar, un importante aumento de la población, provocando a su vez el aumento de la riqueza. En segundo lugar, el bajo coste de los materiales respecto al bienestar de la población y, por último, el aumento de los alquileres.
