Reseña critica sobre cuentos "El amarrón", Ejercicios de Comunicación

¡Descarga Reseña critica sobre cuentos "El amarrón" y más Ejercicios en PDF de Comunicación solo en Docsity! EL AMARRÓN CAMPOS Claudia, MEDINA Bladimir y MURILLO Cristina, VARGAS MUÑOZ Sergio Daniel, El Amarrón, Fundación Kuripukuska, Florencia – Caquetá, pág. 56-97, 2016. El amarrón narra historias acerca de relatos relacionados con la madre selva, en la que incluye personajes que se transforman en animales salvajes como el jaguar y nativos que protegen su cultura, territorio y riquezas naturales de otras civilizaciones, y seres ancestrales que a través de sueños les revelaban acontecimientos que sucedieron y podrían suceder más adelante. También nos cuenta las historias que tienen las comunidades Ingas con rituales a base de yagé; obtienen la sanación por medio de reflexiones y visiones, considerándola como una planta medicinal y fundamental en sus ritos para curar la mente y el corazón de quienes la necesitaban. Estas ceremonias se realizaban en lugares sagrados como malocas y eran dirigidas bajo el mando de un taita, el cual se consideraba una persona sabia y experta en estos actos ceremoniales, pues eran los caciques o mayores de la comunidad y solo ellos tenían este poder. MUJER ASTRAL La historia trata sobre un joven que va en busca de una fortaleza a través de la experiencia y guía de un taita quien vive con su esposa a la que llama mayora. Aquella vez que bebieron de la medicina que su maestro preparaba, el joven observaba en él rasgos y gestos diferentes al de un humano. Esa misma madrugada, comenzó a llover fuertemente como si se escuchara los gritos y lamentos de una mujer provocando tormentas y relámpagos. Al día siguiente, el taita cambió su semblante, se levantó y le comunicó a su discípulo que lo pondría prueba tomando únicamente la medicina sin probar bocado por nueve días. Cada vez que bebía aquel brebaje a base de yagé en una copa pintada con manchas de jaguar; escuchaba nuevamente los lamentos de la extraña mujer que provocaba una fuerte lluvia con descargas eléctricas. Cuando su maestro ingresaba a lo más profundo de las montañas, este provenía con caza, pero lastimosamente el joven no podía probar ningún bocado de aquella carne, así que le facilitó un arco y una flecha, indicándole que solo podría cazar un colibrí. Cuando fue en busca de su pequeña comida, escuchó a lo lejos una voz que apaciguaba aquellas fuertes tormentas por medio de melodías, resultando ser la mujer de su maestro quien en una hoguera quemó una ofrenda aromatizando todo el lugar. De inmediato, apareció un extraño ser, llamándola como astro lunar; una mujer hermosa con vestido blanco y de cabello negro, quien rechazaba los objetos apreciados por la mayora como regalo para que parara de llover y así no inundara más los cultivos. El joven deslumbrado por cuanta belleza, pensaba que estaba alucinando por el brebaje o por la misma hambre que hace días padecía, procurando no dejarse ver por la mayora o por el mismo maestro. Después, volvieron a tomar los tres juntos, esta vez una sola toma de tres litros, que en la madrugada no podía levantarse del cansancio y vio que el taita se estaba ingiriendo una bola para que de nuevo se volviera a dormir. Al cabo de un rato, el joven observó a su maestro moverse en su hamaca donde estaba recostado, contemplando que uno de sus brazos tenia manchas negras y una cola de felino que se asomaba por el borde deslizándose y al instante escuchó rugir a un jaguar. Asombrado por aquel majestuoso animal no se percató que se dirigía a él mostrándole sus filudos colmillos y su aliento de taita. LO REAL DE LA MONTAÑA Este joven narra la experiencia que vive durante un viaje que realiza junto a un paisa en un campero rumbo a la finca del taita Polo. Durante la estadía en el lugar mantuvo una dieta a base de yuca, que junto a Márden el mayordomo, fueron a cargar madera, cosechar unas hojas de chagro y machacar bejucos, mientras que el joven realizaba esta última acción, se desanimó al ver que no le rendía y estaba muy cansado, pero aun así decidió sacar fuerza y continuar con su labor. Una hora después de machacar el bejuco, pasaron toda la noche y gran parte de la madrugada esperando que el bejuco y el chagro se cocinaran, para luego melarlo y vertirlo en recipientes de plástico e ir a descansar. Cuando salieron, el taita los esperaba en la maloca, después de bañarse y cambiarse volvieron pero el joven sentía miedo de estar allí. Luego de un rato acepta un brebaje que el taita le estaba ofreciendo, y al beberlo su cansancio desapareció, posterior a esto, el chico vio una niña que jamás había visto en la finca, cuando ella se percató de este la estaba observando se escondió entre los matorrales. Después de esto, él se preguntaba cómo había logrado verla, así que le comentó lo sucedido a él taita, y este se rió y le explicó que eran espíritus de la naturaleza. Posteriormente, el joven se dirige al baño y al volver cae en un sueño profundo en donde soñó que se encontraba en una nave junto a tres hombres, los cuales lo hacen reflexionar sobre algunas situaciones. Finalmente, éste despierta y observa a él taita cantando, quien suelta una carcajada, al ver el joven un poco extraño, el taita le cuenta que cuando él era joven también tenía sueños raros, pero que de estos sueños aprendía a interpretar las señales de la naturaleza y el universo, y así reflexionar sobre lo que sucederá en un futuro, y recibir de la mejor manera los regalos que el universo nos trae. EL CURA Y EL CURACA El padre Isidoro llegó con sus súbditos capuchinos quienes vestían con traje enterizo color café a las comunidades indígenas a imponer la religión cristiana en contra de su propia voluntad. Ellos ordenaron que la maloca principal se hiciera el templo al que llevaron figuras cristianas para dorarlas y rezarlas como si fueran sus dioses. Aquel indígena que no obedeciera las reglas o costumbres cristianas, lo maltrataban por medio de golpes o incluso le cortaban alguna parte de su cuerpo como las orejas. Al cabo de unas semanas, llegaron las escuelas obligando a los niños y jóvenes asistir a ellas a fortalecer la pedagogía que el sacerdote profesaba. Del mismo modo, se presentaba con las iglesias para acudir a las misas orientadas por la misma comunidad religiosa y quienes se rehusaban en ir; lo sacaban a golpes de donde estuviera. Al querer imponer su nueva cultura, los capuchinos los amedrentaban diciéndoles que el único dios verdadero era el que se escuchaba en las oraciones de cristianas, que el yagé era un brebaje maligno, los taitas se les consideraban brujos a quienes por medio de rituales satánicos invocaban al diablo y que debían hablar el castellano más no el idioma Inga de la comunidad indígena. El taita de la comunidad indígena, era un hombre sabio que nunca tuvo malas intenciones o atentar contra los nuevos habitantes a pesar que su pueblo estuviese azotado bajo una nueva costumbre. Cuando algunas de las personas de la comunidad intentaban defenderse de las amenazas y golpes de los capuchinos, el taita con sus sabias palabras le comunicaba que debían proteger su comunidad con sabias palabras y que las dificultades no deben debilitarlos; sino fortalecernos y unirlos más. Con el paso de los tiempos, el hijo del taita quien cuenta la trágica historia que tuvieron que soportar y luchar sus ancestros o familiares de la generación pasada por preservar sus riquezas, hoy por hoy, tanto