¡Descarga Reseña Garcilaso de la Vega y más Ejercicios en PDF de Literatura Española solo en Docsity! Ariadna García Urosa Literatura española del XVI 15/11/2021 El amor en Garcilaso de la Vega Garcilaso de la Vega, Obra poética y textos en prosa, Bienvenido Morros, Barcelona, 2001 Garcilaso de la Vega representa el ideal del cortesano del renacimiento, es decir, fue soldado y poeta. Su producción literaria fue breve y no llegó a publicarse en vida. Escribió, dentro del cancionero petrarquista, 40 sonetos y 5 canciones, de los ensayos epistolares, 2 elegías y la epístola a Juan Boscán, y por último, 3 églogas. Para entender la poesía de Garcilaso hay que tener en cuenta tres fechas importantes que marcaron su vida. La primera fecha es 1525, cuando tuvo lugar su matrimonio con Elena Zúñiga. La segunda es 1526, época en la que se enamoró de Isabel Freyre, probablemente, la mujer que está detrás de la mayoría de sus sonetos. Y la tercera es 1532, fecha de su destierro a Nápoles, donde conocería a humanistas de la talla de Juan Valdés, Bernardo Tasso y Luigi Tansillo, entre otros. La principal influencia de Garcilaso es Petrarca, de cuya obra tomaría el amor cortés como tema principal de su producción. El poeta nos muestra el amor en todas sus formas y nos guía a través de sus versos por la locura que solo el amor es capaz de provocar. El amor cortés nos muestra un amor apasionado en el que el enamorado idealiza a la amada de tal modo que el hombre se encuentra en una posición inferior con respecto a la de la mujer y se rinde completamente a ella. Todo esto provoca el sufrimiento y los delirios del enamorado que vive por y para la amada. El otro gran tema de su poesía es la naturaleza, a través de la cual Garcilaso nos muestra sus sentimientos y pensamientos más íntimos, con un lenguaje sencillo y natural. El soneto V es con diferencia mi poema favorito de Garcilaso por la dulzura con la que el autor describe sus sentimientos hacia la mujer que ama y la pasión que impregna en cada verso. Uno de los rasgos que más llaman la atención es la forma que tiene Garcilaso de describir ese amor eterno y esa servidumbre por la amada. El poeta nos muestra un soneto que ha sido escrito por él, pero que al tener a la amada tan dentro de su corazón es como si esos versos los hubiera escrito ella a través de sus manos, como si ella misma hubiese tomado su pluma y la hubiese deslizado sobre el papel. La primera estrofa es importante porque Garcilaso nos dice que todo su ser está supeditado a la voluntad de su amada y convierte lo que podría ser un amor ideal en un amor desatado y descontrolado, ignorando el el bien por uno mismo. “Escrito está en mi alma vuestro gesto y cuanto yo escribir de vos deseo: vos sola lo escribisteis, yo lo leo tan sólo, que aun de vos me guardo en esto. En esto estoy y estaré siempre puesto, que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo, de tanto bien lo que no entiendo creo, tomando ya la fe por presupuesto.” El poeta admite no ser digno de la amada y la diviniza de tal modo que cree y asume todo lo que procede de ella. Reconoce que su vida carece de sentido sin su amor y relaciona lo que siente con una prenda de vestir que lo mantiene prisionero en una dulce cárcel. “Yo no nací sino para quereros: mi alma os ha cortado a su medida; por hábito del alma misma os quiero”. En mi opinión, los últimos versos son los más importantes ya que en ellos Garcilaso confiesa que no solo vive por y para la amada sino que sería capaz de dar la vida por ella. “Cuanto tengo confieso yo deberos, por vos nací, por vos tengo la vida, por vos he de morir, y por vos muero.” Por su parte, el soneto XXIII es típicamente petrarquista ya que a lo largo del poema encontramos rasgos que nos remiten a Petrarca. Garcilaso describe la belleza femenina a través de los tópicos de la palidez de la piel en lo que respecta al rostro usando para ello la imagen de las azucenas, y la imagen de la rosa, que en el imaginario colectivo es sobre todo de color rojo, haciendo referencia a unas mejillas sonrosadas. “En tanto que de rosa y azucena se muestra la color en vuestro gesto”. En la segunda estrofa, el poeta nos describe el cabello de la joven que, al igual que en el petrarquismo, es rubio como el oro (“y en tanto que el cabello, que en la vena del oro se escogió”), y su hermoso cuello blanco que en ocasiones se comparan con el marfil, el cristal o el mármol (“por el hermoso cuello blanco, enhiesto”). Aparece, por otra parte, uno de los tópicos más utilizados e importantes, el carpe diem. El poeta le pide a la dama que disfrute de su juventud antes de que sea demasiado tarde y para ello utiliza expresiones como “dulce fruto”, “alegre primavera” que hacen referencia a la juventud y en cierto sentido, también a la hermosura de la dama.
