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¡Descarga respuestas de Introducción a la Filosofía y más Apuntes en PDF de Introducción a la Filosofía solo en Docsity! Pregunta 1 La palabra filosofía está integrada por dos palabras griegas: philia y sophia. Philia significa amor y sophia, sabiduría. De este modo que en la misma etimología de la palabra filosofía nosotros nos encontramos con este desear, amar, buscar la sabiduría, precisamente porque no se la posee. Traer a presencia lo que está ausente, y este buscar la sabiduría que el hombre no posee, es propio del Eros filosófico. El amor, entonces, es el que hace de intermediario entre lo que el hombre tiene y lo que el hombre no tiene; lo que el hombre tiene de presente y lo que busca en la ausencia, que presiente, que a él también le corresponde. Platón decía que el Dios Eros, era hijo de dos dioses: Poros y Penía. Una vez, festejando el nacimiento de venus, se realizó en el Olimpo una gran fiesta, donde concurrieron Penía (Diosa de la pobreza) y Poros (Dios de la riqueza) y en esa fiesta, Penía quería tener un hijo de Poros y lo logro en virtud de las libaciones que esa noche tuvieron lugar. Platón apela al mito y dice que es hijo de Poros y Penia. Por ello de su madre heredo la humildad. Es pobre y lejos de ser hermoso y delicado, como se piensa generalmente, va descalzo, no tiene domicilio ni techo ni abrigo que la tierra. Está siempre en precaria situación. Pero de su padre ha heredado al estar siempre sobre la pista de lo bueno y de lo bello. Es osado, perseverante, ansioso de saber, es filósofo porque ocupa un lugar intermedio entre los sabios y los ignorantes. El amor no es sabio pero es amante de la sabiduría. Tiene algo de cada uno de sus padres. De su madre, la escasez y la pobreza y del otro, el haber contemplado la belleza y tratar nuevamente de conseguirla. Este es el carácter de la filosofía. Una búsqueda amorosa antes que transmitir un contenido especial. Aquí es donde convergen el concepto de filosofía, en su acepción etimológica, y el mito de Eros ya que el filósofo es un amante de la sabiduría y la palabra filosofía está indicando justamente este carácter. Pregunta 2 pártes del alma clase social formas de gobierno Alma racional: estaban ubicadas metafóricamente en la cabeza y su virtud era “la prudencia y la sabiduría” se decía que a esta alma le correspondía tener las riendas de las pasiones y los apetitos (mito del carro alado) Los gobernantes: estaban formados por aquellos cuya alma sea la racional, cuyas personas continuaban el proceso de educación. Donde el rey tenía que ser un filosofo y no podían tener bienes propios porque suponía una distracción, tampoco mujeres propias porque las mujeres tienen que ser comunes para ellos y sus hijos no eran hijo de esa pareja sino que eran hijos de la polis cuidad (cuidad Las formas de gobierno que platón proponía era la Aristocracia del espíritu (a cargo de los mejores espiritualmente) griega) quienes estaban a cargo de sus educación como sacrificio de las clases superiores en pro de un bien superior, dentro de las potencias estaban caracterizados con la jerarquía del ORO Alma Iracible: estaban ubicadas metafóricamente en el pecho y su virtud era “la fortaleza” su relación con el mito del carro alado era en representación del caballo blanco (más noble y representa a los valores) Los guardianes: estaban formados por aquellos cuya alma sea la iracible, formados o incentivados en virtud de la fortaleza. Al igual que los gobernantes continuaban con sus procesos de educación y también se les pedía como sacrificio de clase superiores en pro de un bien superior. Estaban caracterizados por el metal PLATA. Timocracia: no estaban dirigidas por la sabiduría, sino por el desarrollo de la ambición que daba paso a la siguiente forma de gobierno. Alma concupiscible: estaba ubicada metafóricamente en el estomago y su virtud era “la templanza” Los artesanos: estaban a cargo de las cuestiones domesticas estos estaban formados por todo aquellos que de alguna manera tienen más desarrollados el alma concupiscible. Estos están caracterizados por el COBRE Democracia. Pregunta 3 Para Platón la autentica realidad está en el mundo de las ideas, mientras que para Aristóteles autor que continua en la línea socrática platónica y que le da mucha importancia a la experiencia afirmaba que la autentica realidad iba a estar en el mundo de los sentidos, Platón postula que lo que nosotros vemos por los sentidos cada cosa que percibimos no es la realidad, la realidad está mas allá y que por medio de los sentidos vamos a llegar a la autentica realidad, donde la realidad se capta por la razón. El decía “de este mundo de los sentidos yo solo puedo tener una mera opinión”. Pues resulta que las cosas del mundo sesncible son semejanzas, imitaciones , apariencias imaenes o formas de otras cosas que las miden las rigen y determinan. Aristóteles sin embargo afirmaba de creer que el conocimiento autentico tenía que versar en el universal, el universal no lo va a encontrar en el mundo de las ideas sino que en el mundo de los sentidos, donde va llegar a él a través de un proceso de abstracción donde despoja a las cosas de las características particulares y retiene lo que es común a todos los miembros de las especies. El decía que el mundo sensible esta aca lo podemos ver y tocar , lo material. La esencia ya no va a estar afuera como explico Platón sino que ahora va a estar en la cosa. imaginación. Este estado corresponde a la infancia de la humanidad y en el gobiernan los sacerdotes y monarcas absolutos. 7 La filosofía de Nietzsche se enfrenta con buena parte de la tradición filosófica occidental, oponiéndose a su dogmatismo, cuya raíz sitúa en Sócrates, Platón y la filosofía cristiana. La distinción y oposición, realizada en sus primeras obras, entre lo apolíneo y lo dionisíaco, le llevará a desarrollar una original interpretación de la historia de la filosofía, según la cual el pensamiento se verá sometido a un alejamiento de la vida, a partir de la reflexión socrática, que le llevará a oponerse a ella, negándola mediante la invención de una realidad trascendente dotada de características de estabilidad e inmutabilidad, justo las contrarias de las que posee la única realidad que conocemos, contradictoria y cambiante. a) La crítica de la metafísica Nietzsche se opone al dualismo ontológico, fiel reflejo del dualismo platónico: • este mundo, sensible e imperfecto • el otro mundo, suprasensible y perfecto, fundamento de aquel. Según tal concepción, la realidad queda escindida en dos ámbitos: una realidad suprasensible, estática e imperecedera, frente a una realidad cambiante, sensible, perecedera... que es el producto residual, "despreciable" de la anterior. Frente a este esquema ontológico reaccionará Nietzsche esgrimiendo tres objeciones. • 1.- La infravaloración de la realidad sensible se debe a su mutabilidad, mientras que la razón humana opera con categorías inmutables (conceptos); pero el hecho de que la razón funcione con tales categorías no demuestra la "imperfección" ni la "dependencia" del mundo sensible, sino sólo la inadecuación de la razón para conocerlo... ¿Y si la razón no fuera la facultad adecuada para conocer el mundo? ¿Es posible acceder de forma no racional al conocimiento del mundo? ¿Es la razón nuestra única posibilidad cognoscitiva? • 2.- El mundo suprasensible no es más que una ilusión, una ficción, una fantasía construida como negación del mundo sensible, única realidad para nosotros. • 3.- Recurrir a un mundo suprasensible lo interpreta, pues, como una reacción anti-vital, como una negación de la vida, (vida que está marcada por el sufrimiento tanto como por la alegría), como una venganza contra la naturaleza, propia de espíritus ruines que odian la vida, un producto del resentimiento contra la vida. Incapaces de aceptar un destino trágico, los hombres se rebelan contra esa vida que les aboca al sufrimiento y la niegan, convirtiéndola en un mero residuo de otra realidad, perfecta ésta, donde ahogan su resentimiento. b) La crítica de la moral Nietzsche acusa a la moral platónica- cristiana de antinatural por ir en contra de los instintos vitales. Su centro de gravedad no está en este mundo, sino en el más allá, en la realidad en sí, o en el mundo sobrenatural del cristianismo. Se trata de una moral trascendente que no gira en torno al hombre, sino en torno a Dios y que impone al hombre un rechazo de su naturaleza, una lucha constante contra sus impulsos vitales, por lo que significa un rechazo general de la vida, de la verdadera realidad del hombre, en favor de una ilusión generada por el resentimiento contra la vida. Tal moral es síntoma y expresión de la decadencia de la cultura occidental. c) La crítica del conocimiento Por lo que respecta a la explicación del conocimiento, la metafísica de tradición platónico- cristiana hace corresponder a una realidad inmutable un conocimiento y una verdad igualmente inmutables: el conocimiento conceptual. Pero el concepto, dice Nietzsche, no sirve para conocer la realidad tal y como es. El concepto tiene un valor representativo, pero siendo lo real un devenir, un cambio, no puede dejarse representar por algo como el concepto, cuya naturaleza consiste en representar la esencia, es decir, aquello que es inmutable, que no deviene, que no cambia, lo que permanece idéntico a sí mismo, ajeno al tiempo. El concepto no es más que un modo impropio de referirse a la realidad, un modo general y abstracto de captar la realidad y por ello, de alejarnos de lo singular y concreto, de alejarnos de la realidad. Lejos de ofrecernos el conocimiento de la realidad, el concepto nos la oculta. • c.1) El concepto no es más que una metáfora de la realidad, una representación general de una realidad que es individual. Prescinde, por tanto, de toda diferencia individual. Y la filosofía tradicional ha olvidado este carácter metafórico del concepto y ha pretendido encontrar en él no una simple generalización de las cosas, sino la "esencia", una supuesta realidad suprasensible de las cosas. • c.2) Nietzsche dirigirá también su atención al papel que ha jugado el lenguaje en la reflexión filosófica. Dada la íntima relación existente entre el pensamiento y el lenguaje que lo expresa, a medida que el valor de los conceptos es falsificado por la metafísica tradicional, queda también falsificado el valor de las palabras y el sentido en que se usan. De este modo el lenguaje contribuye decisiva y sutilmente a afianzar ese engaño metafísico acerca de la realidad. Recuperar el sentido de lo real exige, por lo tanto, recuperar simultáneamente el sentido, el valor de la palabra. De ahí el estilo aforístico de su obra. d) La muerte de Dios El análisis de la trayectoria del pensamiento y la cultura occidentales le llevará a Nietzsche a constatar la muerte de Dios. Dios había sido la brújula del hombre occidental. Pero el hombre ha ido matando a Dios sin darse cuenta, expulsándolo poco a poco de su pensamiento y de su cultura. Al descubrir la muerte de Dios el hombre queda desorientado, su vida pierde el sentido. La muerte de Dios es, en realidad, la muerte del monoteísmo cristiano y de la metafísica dogmática, para quienes sólo hay un Dios y una verdad. Y el responsable de ello es el hombre. Al cobrar conciencia de ello el hombre sustituye a ese Dios y a esa verdad única por múltiples dioses y múltiples verdades, en un intento desesperado por salvar los valores asociados a esa imagen de Dios. Pese a ello, con la caída del Dios y de la metafísica tradicional los valores asociados a ellos no pueden subsistir, no encuentran justificación trascendental alguna y, carentes de fundamentación, será el blanco de las críticas más exacerbadas y negados como valores. El ateísmo conduce, pues, al nihilismo. e) El nihilismo El nihilismo es el proceso que sigue la conciencia del hombre occidental y que quedaría expresado en estos tres momentos: • 1) El nihilismo como resultado de la negación de todos los valores vigentes: es el resultado de la duda y la desorientación. • 2) El nihilismo como autoafirmación de esa negación inicial: es el momento de la reflexión de la razón. • 3) El nihilismo como punto de partida de una nueva valoración: es el momento de la intuición, que queda expresada en la voluntad de poder, en quien se expresa a su vez el valor de la voluntad. Esta es la base sobre la que ha de construirse, según Nietzsche, la nueva filosofía. El hombre provoca, en primer lugar, la muerte de Dios, sin apenas darse cuenta de ello. En segundo lugar, el hombre toma conciencia plena de la muerte de Dios y se reafirma en ella. En tercer lugar, y como consecuencia de todo lo anterior, el hombre se descubre a sí mismo como responsable de la muerte de Dios descubriendo, al mismo tiempo, el poder de la voluntad, e intuyendo la voluntad como máximo valor.