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Resumen canto i Iliada, Apuntes de Cultura Greco-latina

resumen canto primero iliada para la asignatura de literatura grecolatina en la parte de grecia

Tipo: Apuntes

2018/2019

Subido el 28/05/2019

patatasysalsa
patatasysalsa 🇪🇸

4.3

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¡Descarga Resumen canto i Iliada y más Apuntes en PDF de Cultura Greco-latina solo en Docsity! ILÍADA • Narra la retirada del combate de Aquiles. Se estructura sobre dos líneas de desarrollo - El tema de la cólera de Aquiles (ménis) - Escenas de la guerra de Troya ESTRUCTURA Y CONTENIDO DE LA ILÍADA • La Ilíada narra un episodio de la guerra de Troya. La cólera de Aquiles que se retira del combate ultrajado por Agamenón, rey de Micenas y jefe del ejército griego. SÍNTESIS • Tras retirarse del combate, Aquiles suplica a su madre Tetis que obtenga de Zeus dar la victoria a los Troyanos (canto I) • A lo largo del poema se describen episodios bélicos con victoria Troyana cuyo ejército encabeza Héctor. • Debido a la grave situación por la que atraviesa el ejército griego, Patroclo sale a luchar con la armadura de Aquiles y muere a manos de Héctor (canto XVI) SÍNTESIS • Es entonces cuando Aquiles, lleno de tristeza y rabia, vuelve a la lucha a matar a Héctor (canto XXII) • El poema termina cuando Príamo, rey de Troya y padre de Héctor, logra de Aquiles la devolución del cadáver de su hijo. ESTRUCTURA Y CONTENIDO • La Ilíada es un poema de 15693 versos, divididos en 24 cantos por Zenódoto el primer director de la Biblioteca de Alejandría. • La acción ocurre durante 51 días del año décimo de la guerra de Troya pero la narración se concentra en unos pocos días, puesto que casi 40 de ellos comprenden hechos contados en pocos versos). ESTRUCTURA • La narración se puede dividir en tres partes • 1. Exposición del conflicto entre Aquiles y Agamenón (21 días, canto 1 y parte del II, hasta el verso 47) • 2. Núcleo de la acción, ocupa casi todo el poema, hasta la muerte de Héctor. El día más extenso en la obra es el día 26 que dura ocho cantos desde el XI hasta el XVIII. • 3. La parte final del poema ocupa dos cantos, con un desarrollo temporal de 24 días. MOTIVOS DE LA GUERRA DE TROYA ANTECEDENTES • Mitológico: El juicio de Paris y el rapto de Helena • Histórico: Enfrentamiento entre dos pueblos: Griegos y Troyanos. Antonio Mingote, El juicio de Paris, Oleo sobre Lienzo, 1994. • Como hemos dicho la acción se estructura en dos temas: LA CÓLERA DE AQUILES ESCENAS DE LA GUERRA DE TROYA • • Canto I Canto I: Agamenón se apodera de Briseida, esclava de Aquiles en compensación por la devolución forzosa de Criseida a su padre Crises, sacerdote de Apolo. Aquiles se retira del combate y suplica a Tetis que obtenga compensación de Zeus: Éste promete dar la victoria a los Troyanos. ILÍADA-ODISEA • En contraste con la Ilíada que se trata de historia hecha leyenda, la Odisea es un relato fantástico que utiliza elementos históricos. Mezcla de realidad y fantasía. • Ilíada y Odisea son semejantes en la lengua y en la métrica, pero la segunda es un poema de aventuras, de acción, con múltiples escenarios, mientras que en la Ilíada sólo hay un escenario y no se tratan aventuras. • En la Odisea el dominio de la técnica narrativa es mayor por ello, se considere que el autor es el mismo o no, la crítica piensa que entre ambos poemas transcurrieron bastantes años (30?) RESUMEN CANTO I “LA ILÍADA” El canto I se basa en dos escenas, ellas son en la tierra y en el Olimpo. Cada parte o bloque tiene un núcleo, en el primero es el conflicto de Aquiles y Agamenón, la querella que deriva en cólera. Lo que plantea antes Homero son antecedentes que tenemos que saber para introducirnos y entender lo que sucederá posteriormente. La participación de los hombres no impide la intervención divina, ya que siempre los dioses están presentes en lo humano marcando la dirección de los acontecimientos. En el segundo hay dos partes igualmente importantes: el ruego de Tetis; y la categorización que le da Homero como parte literaria de la obra. Homero no va a escribir sobre la guerra ni sobre una parte de ella, sino sobre el asunto que con tanta lucidez expone en los primeros versos. Lo que determina el poema, no es nada exterior como el conflicto, si no la trágica concesión de que la pelea entre los hombres provocara dolor, muerte y destrucción a muchos. “Canta, oh diosa, la cólera del Pelida Aquiles; cólera funesta que causó infinitos males a los aqueos y precipitó al Hades muchas almas valerosas de héroes... -cumplíase la voluntad de Zeus-...”. Estos primeros versos, que conforman la invocación, nos muestran la presencia todopoderosa de los dioses a través de la inspiración poética. Comienza a esbozarse ya aquí la concepción homérica del mundo: la coexistencia de los hombres y los dioses, la importancia de lo divino en cuanto partícipe “aventura humana”. La diosa invocada es Mnemosine, madre de las musas (ellas inspiraban a los aedos en sus cantos) diosa de la memoria. Aparece la cólera de Aquiles que es el tema de toda la Ilíada, con sus consecuencias, y luego se indica que “cumplíase la voluntad de Zeus”, lo que nos indica que todo es parte de un plan universal trazado por el destino. EL canto I funciona como la introducción a la Ilíada. Homero toma en cuenta, además de la invocación, el episodio de Crises para no introducirnos súbitamente en la querella. La querella ocurre en medio de la Asamblea, y a ella nos internamos advirtiendo un microclima que justifica la conducta de Aquiles y Agamenón. Es el episodio de Crises lo que desencadena la Asamblea, personal con Aquiles, sino un enfrentamiento con todos, en plena soledad y cuestionada su condición de jefe. Agamenón ha captado bien la intención de aislarlo y enfrentarlo a los demás aqueos y frente a ello, la promesa final, remitida a un tiempo indefinido le resulta irrelevante: “los aqueos te pagaremos el triple o el cuádruple”. Por eso comienza su nuevo discurso diciendo: “Aunque seas valiente, deforme Aquiles, no ocultes así tu pensamiento, pues no podrás burlarme ni persuadirme”. Frente al insulto explícito Aquiles se limita a devolvérselo sin mayor convicción: “¿Acaso quieres par conservar tu recompensa, que me quedé sin la mía?”. Frente a la negativa de compensarle por la pérdida de Criseida, vuelve a insistir. La misma vehemencia de la negativa de Aquiles le empuja a dar por sentado que no renuncia a la reparación, y que está dispuesto a todo: “Y si no me la dieren yo mismo me apoderaré de la tuya o de la de Ayax, o me llevaré la de Odiseo”. Allí se personaliza la amenaza. Pero de inmediato Agamenón procura suavizar la tensión que sus propias palabras anteriores crearan y menciona a otros héroes. Una vez desahogado Agamenón, pasa a querer disponer de las cosas: 1) Agamenón pide otra recompensa; 2) Aquiles la acepta para cuando caiga Troya; 3) ahora Agamenón, aunque ha insistido en mantener el reclamo parece dispuesto a diferir la consideración: “Mas sobre esto deliberaremos otro día”. Enseguida pasa a disponer los preparativos de la devolución de Criseida. Como se ve, ni Aquiles ni Agamenón quieren desencadenar un conflicto entre ellos, pero se ven arrastrados por la fuerza de las circunstancias, por sus propios actos y palabras a hacer que estalle. En este juego en que las consecuencias se autonomizan con respecto a las causas juega un papel de primera importancia la circunstancia externa, es decir el hecho de que estemos en medio de un ágora o reunión de todos los jefes y de que por lo tanto, esté en juego el respeto social de cada uno. Y esto es fundamentalmente para los héroes homéricos por que ellos son eminentemente seres sociales. Hasta la propia concepción central de este mundo de la Ilíada, la del honor o “areté”, tiene una clara denotación social: si bien es atributo del héroe, no existe plenamente si no está sancionado por el respeto de los demás. Por eso la presencia muda de los demás jefes es tan importante como caja de resonancia de los insultos y desafíos que Atrida y el Pelida se intercambian. Agamenón pretende cortar la discusión en el momento, pero su anterior amenaza de que si no le dan recompensa el mismo se apoderará de ella, subleva del todo a Aquiles, en especial porque las palabras de Agamenón parecía suponer una relación jerárquica que él rechaza: no es un inferior o subalterno sino un aliado. Agamenón elige el lugar menos protegido para herir allí al enemigo: escoge las palabras que más puedan herir a Aquiles, al tacharlo de cobarde: “huye”. Y luego del insulto, al final, la amenaza de llevarse el mismo a Criseida para que sepa bien cuanto más poderoso es él y otro tema es decir que es su igual. Agamenón reconoce la calidad de Aquiles como guerrero, aunque este es un llamado a la capacidad reflexiva de su parte: “Si es grande tu fuerza, un dios te la dio”. Aquiles se decide por la acción; o más bien lo veremos en el momento en que su espíritu se encamina hacia la acción. El tiempo sociológico irrumpe así, intercalándose en la influencia del tiempo cronológico de los hechos y sucesos. La aparición de Atenea no solo detiene la mano de Aquiles sino también a Agamenón y a los demás, que ni siquiera ven a la diosa, como tampoco oyen nada de lo que conversa con Aquiles. Comienza a ocurrir lo maravilloso: aparición súbita de la diosa, mientras todo el entorno queda como petrificado en un gesto que luego se reasumirá y continuará, una vez cerrado el pasaje de lo fantástico. La obediencia de Aquiles al mando de la diosa: “Preciso es, oh diosa hacer lo que mandáis, aunque el corazón esté muy irritado”. No se extingue o desaparece la pasión, sino que se la domina o contiene. Cuando apreció Atenea veíamos la mano de Aquiles que comenzaba a sacar la gran espada de la vaina, como si su mano de guerrero se adelantara al propio pensamiento. Al cerrarse la escena de Palas lo primero que vemos es esa misma mano, “robusta mano” envainando “la enorme espada” que no llegó a extraer del todo. Sigue enseguida el último discurso de Aquiles en el episodio. Culmina esta primera parte del discurso con las palabras que, de nuevo, enfrentan a Agamenón con todos los demás: “Rey devorador de tu pueblo porque mandas a hombres abyectos, en otro caso, Atrida éste fuera tu último ultraje”. A continuación el solemne juramento-amenaza de Aquiles, que “Algún día los aquivos todos echarán de menos a Aquiles, y tú, aunque te aflijas, no podrás socorrerles cuando muchos sucumban y perezcan a manos de Héctor, matador de hombres. Entonces desgarrarás tu corazón, pesaroso por no haber honrado al mejor de los aqueos”. Enseguida de este discurso de Aquiles que marca el final del clima y viene el larga discurso de Néstor, y los dos breves de Agamenón y Aquiles en los que si bien se mantiene la cólera en plena temperatura, el influjo de las exhortaciones de Néstor atempera el lenguaje, a la vez que Aquiles aclara que se resigna a perder a Criseida sin luchar. Enseguida de esto se disuelve el ágora.
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