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Orientación Universidad
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Resumen de la selección de capitulos, Resúmenes de Lengua y Literatura

Aquí, junto con mis compañeras, reunimos todos los capítulos que aparecen en el el libro adaptado para bachillerato.

Tipo: Resúmenes

2023/2024

Subido el 29/02/2024

viktoriia-vasyk
viktoriia-vasyk 🇪🇸

2 documentos

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¡Descarga Resumen de la selección de capitulos y más Resúmenes en PDF de Lengua y Literatura solo en Docsity! PRÓLOGO (primera parte) El prólogo inicia con el reconocimiento del autor sobre su subjetividad a la hora de presentar su obra, aunque no la considere su hijo, si la considera su hijastro por lo que explica no puede encontrarle fallas. Por esta razón le pide al lector que emita juicio sobre su obra, para poder darse cuenta de las limitaciones que un hombre como él, quien admite libremente sus obstáculos en la escritura, tiene. Continúa admitiendo las dificultades a las que se ha afrontado al escribir el prólogo, a diferencia de la facilidad con la que escribió el resto de la novela. Para acentuar esta dificultad se nos muestra un dialogo entre el autor y un amigo suyo, el Duque de Béjar, quien hubo entrado en su casa cuando el autor estaba escribiendo el prólogo. Primeramente, Cervantes enumera todos aquellos aspectos o características que usualmente se pueden encontrar en grandes obras pero que él decide no incluir en su prólogo. Dichos aspectos son la presencia de sonetos, especialmente aquellos escritos por grandes duques, damas, poetas u obispos; no quiere incluir ningún tipo de anotación en los márgenes o al final de la novela ni tampoco referenciar a autores clásicos (como Aristóteles, Xenofonte o Zeuxis). Cuando el autor le explica todo esto a su amigo, éste le hace comprender que no hay ninguna necesidad de que incluya ninguna de estas cosas, pero que, en el caso en el que realmente considerara necesario incluirlas en la obra, él mismo le daría ejemplos de lo que podría incluir. Una vez finalizada la enumeración de todo lo que podría incluir para ganarse el aprecio y la consideración del público, el amigo de Cervantes le explica que debido al objetivo principal de su obra (escribir una invectiva contra los libros de caballería), no es necesario que cite a ningún autor clásico, ya que nadie ha escrito con ese mismo propósito hasta ahora. Continúa explicándole como de innecesario es incluir estas cosas, ya que, dice, únicamente le hacen falta sus propias palabras para divertir y entretener al público. Capítulo I QUE TRATA DE LA CONDICIÓN Y EJERCICIO DEL FAMOSO Y VALIENTE HIDALGO DON QUIJOTE DE LA MANCHA En este capítulo se hace una explicación de las características del protagonista. La obra se sitúa en un lugar de la Mancha no especificado y se pueden observar diversas comparaciones entre don Quijote y otros caballeros de la literatura española, así como Amadís de Gaula o el Cid, entre otros. Don Quijote es un hidalgo, de complexión delgada que vive en la Mancha junto a una ama con más de cuarenta años, su sobrina con menos de veinte y un mozo de campo y plaza. DQ es un hombre que pasa la mayoría de su tiempo leyendo libros de caballerías, llegando a olvidar sus quehaceres como la administración de su agenda. Se dice, que DQ ha perdido la cabeza de tanto leer historias, pues se pasa más tiempo leyendo que durmiendo: “y así, del poco dormir y del mucho leer se le secó el cerebro, de manera que vino a perder el juicio”. Así pues, a DQ se le ocurre que debe aumentar su honra haciéndose caballero y yéndose con sus armas y caballo a hacer todo aquello que había leído. Para realizar dicha aventura, coge las armas de sus bisabuelos, las limpia y las arregla para poder vestirse con ellas. Seguidamente, va a ver a su rocín y lo bautiza como Rocinante. A sí mismo también decide ponerse un nombre para igualarse a los mejores caballeros: don Quijote de la Mancha, nombre nacido del mote “Quijada” o “Quesada” y basado en Amadís de Gaula. Finalmente, decide que debe encontrar una dama a quién amar y defender: la bautiza como Dulcinea del Toboso, aunque en realidad se llama Aldonza Lorenzo, que fue la mujer de la que se enamoró tiempo atrás, pero que ella nunca lo supo. Era una moza labradora de muy buen parecer. Se inicia la primera salida. CAPÍTULO 7 En este capítulo se recoge la segunda salida de don Quijote de la Mancha, esta vez acompañado de su nuevo escudero Sancho Panza. El capítulo inicia con don Quijote despertando en su casa, después de regresar gracias a un vecino labrador suyo que se lo encuentra durante su primera salida y lo devuelve a casa. Se despierta dando voces, ya que cree, en sus desvaríos, que está luchando contra varios enemigos. Acto seguido comienza a hablar sobre libros de caballería, y el cura y el ama de llaves de don Quijote le alimentan y acuestan de nuevo para que descanse y se relaje. El cura y el barbero proponen pues, como remedio contra la locura de su amigo, tapiar y murar el aposento de los libros, para cesar el efecto acabando con la causa. Ponen este muro en la biblioteca de Don Quijote, así él no puede acceder y comprobar que los libros no están, pues los habían quemado. Don Quijote se acuerda de su biblioteca y pregunta por sus libros, y su sobrina le dice que un mago la hizo desaparecer. Don Quijote afirma que debió ser Frestón, un encantador sabio que era enemigo suyo. Después de aquello, don Quijote pasó quince días tranquilos ya que se propuso buscar un escudero y obtener dinero para partir. Consigue como escudero a su vecino labrador, Sancho Panza, al cual convence de que se una a él prometiéndole que le hará dueño y señor de una ínsula. Sancho monta un asno, que don Quijote se propone cambiar por un caballo en un futuro. Don Quijote también empeña ciertas pertenencias suyas para obtener dinero antes de partir a la aventura. Después de haber hecho todo esto, ambos protagonistas abandonan su hogar sin despedirse, al anochecer, tomando rumbo por el campo de Montriel. Durante el viaje ambos hablan sobre la isla prometida a Sancho. CAPÍTULO VIII Llegaron a unos campos donde había entre treinta y 40 molinos de viento. Don Quijote, al verlos, le dice a su escudero, Sancho Panza, que la aventura está siendo mejor de la que esperaban, pues decía que los molinos eran gigantes, con los cuales pensaba hacer una batalla. Sancho confuso por qué no entendía lo que le decía don Quijote, le volvió a preguntar y al ver que Quijote decía que eran gigantes, le tuvo que explicar que eran molinos. Don Quijote volvió a discrepar con las palabras de su escudero y le dijo que en el caso de que tuviera miedo se apartara, ya que él estaba dispuesto a luchar con "los gigantes". Al decir esto, se fue con su caballo a luchar con los gigantes. Los molinos movían sus aspas y él se creía que eran brazos. Don Quijote sacó una espada y le dio al aspa del molino, haciendo que él y su caballo rodaran por el campo. Sancho acudió al rescate. Esa noche durmieron entre árboles. Don Quijote no durmió, se pasó la noche pensando en Dulcinea y reconstruyendo con una rama de un árbol su arma que se había roto con el aspa del molino. Al día siguiente, partieron hacia el Puerto Lápices y al cabo de tres días llegaron. Estando ya en el campo, asomaron por el camino dos frailes del orden de San Benito y detrás de ellos un coche rodeado de caballos y dos mozos, el cual llevaba a una señora vizcaína. Don por muy de acuerdo que esté, no tiene ningún linaje real que le permita a ningún monarca adentrarlo en sus aposentos. De esta manera, dejan la suerte a Dios y continúan con su aventura. CAPÍTULO XXII Prosiguieron, pues, por el camino don Quijote y Sancho Panza hasta divisar doce hombres atados por el cuello a una larga cadena y esposados, supervisados por dos a caballo con escopetas y dos a pie con dardos y espadas. Don Quijote pregunta a un guarda por la causa que ha llevado a esos hombres a estar presos, a lo que le responde que son gente de Su Majestad que van a galeras. Don Quijote, insiste en tener más información a lo que otro guarda contesta que tienen el registro y todas las sentencias, pero que no es tiempo de leerlas. Don Quijote, acercándose a los galeotes les pregunta por la causa de su condena a lo que uno contesta que por enamorado estar de una canasta de colar, atestada de ropa blanca. El otro por ladrón de bestias, un tercero por faltarle diez ducados y finalmente otros dos, uno por insultar a unas primas hermanas suyas y el otro por ser alcahuete y hechicero. A todos ellos las condenas son de entre tres y seis años de galeras. Caso especial es para uno que está atado además por los pies y la garganta, era Ginés de Pasamonte, conocido ladrón y embustero, que antaño ya había pasado cuatro años y está condenado a diez años más de galeras. Don Quijote exige a los guardias que liberen a los prisioneros y, en caso contrario, él mismo los obligará con su lanza y espada. Uno de los guardas invita a don Quijote que se vaya con su locura a lo que don Quijote reacciona con un ataque y el guarda cae mal herido iniciándose una pequeña batalla. Con la confusión del momento, se liberan lo galeotes y atacan a los guardas, mientras Pasamonte con la escopeta del guarda caído apunta a todos los presentes. Finalmente, los guardas huyen. Sancho pide a don Quijote que partan hacia la Sierra, pero antes el Caballero de la Triste Figura pide a los galeotes que vayan a Toboso a contar a su amada Dulcinea sus hazañas. Se niega a ir, por todos, Pasamonte con lo que don Quijote entra en cólera. Pasamonte ya enterado de la locura de don Quijote mira a los galeotes y estos empiezan a lanzar piedras contra aquel y Sancho además de robarles. CAPÍTULO 25 LA PENITENCIA EN SIERRA MORENA En este capítulo, Don Quijote hace penitencia en Sierra Morena imitando Amadís de Gaula, un caballero admirado por el hidalgo. Al inicio, Sancho le pide a Don Quijote que le deje regresar a casa, ya que no puede soportar el silencio que su amo le ha impuesto. Además, admite que no entiende por qué van en busca de Cardenio si no iba a continuar contándoles la historia que había iniciado. El hidalgo le explica que van en su busca para evitar que siga blasfemando sobre una reina tan honrada. Mientras esta conversación se sucede, Don Quijote decide pararse para hacer penitencia por su dama, Dulcinea del Toboso. Una vez acabada, el hidalgo le dice a su escudero que deberá marcharse y pasar tres días con Dulcinea para poder explicarle todas las aventuras y acciones que ha hecho en su honor. Además, debería entregarle una carta en nombre de su señor, por lo que Sancho acaba preguntándole quien es la dama Dulcinea. Don Quijote acaba admitiendo su verdadero nombre, Aldonza Lorenzo, y Sancho empieza a hablar mal de ella, lo que acaba iniciando una pelea con el hidalgo. Una vez acabada la trifulca, Don Quijote empieza a escribir la carta para su dama, la cual entrega finalmente a Sancho para que se la entregue a Dulcinea, llevándose a Rocinante con él. CAPÍTULO 31 DE LOS SABROSOS RAZONAMIENTOS QUE PASARON ENTRE DON QUIJOTE Y SANCHO PANZA SU ESCUDERO, CON OTROS SUCESOS En este capítulo, vuelve Sancho de su viaje a entregar la carta a Dulcinea del Toboso encargado por Don Quijote. Éste le pregunta a Sancho por la reacción de su amada, qué estaba haciendo cuando llegó, entre otras cosas. Sancho le contesta que ella estaba ahechando dos hanegas de trigo en el corral de su casa, que cuando recibió la carta la rompió, diciendo que ella no sabía leer ni escribir, y que, además, no quería mandarla a leer a alguien no fuese que sus secretos (entre Dulcinea y don Quijote) fuesen desvelados. Es una mujer que no quiere revelar sus conversaciones personales, ella le dice a Sancho que prefiere ver a DQ en persona antes que escribirle. Cabe destacar, que el escudero le resume el contenido de la carta a la dama. Ella, como joya, le entrega a Sancho pan y queso; rompiendo así la tradición caballeresca de entregar una prenda o una joya para el amado. Don Quijote destaca que Sancho ha tardado muy poco en ir y volver a llevarle la carta a Dulcinea. En concreto, poco más de tres días. Sancho Panza miente a don Quijote, ya que nunca vio a su amada ni le entregó la carta. Don Quijote debe decidir si ir primero a ver a su amada Dulcinea o matar a un gigante para ganar fe y gloria ante una princesa y su padre el rey. Se decanta por matar al gigante gracias al consejo de SP (que le sigue su locura, es decir, que engaña a DQ siguiéndole el rollo con su ilusión de que debe matar a un gigante que en realidad es fruto de su imaginación). Aparecen nombrados dos personajes: maese Nicolás y Dorotea. Aparece también Andrés, un mozo al que DQ intentó “salvar” de los azotes de su amo pero que, gracias a la intervención, acabó sufriendo muchos más daños. Así pues, Andrés le pide a DQ que nunca más intente salvarlo, que será peor. Podríamos decir que “le saldría más caro el collar que el perro”. Finalmente, tras humillar a DQ delante de todos, Andrés se marcha corriendo con el pan y el queso que SP le ha entregado a cambio de los daños. CAPÍTULO 44 Este capítulo se inicia al amanecer, cuando don Quijote grita, pues tiene la mano atada con el cerrojo de la puerta del pajar a causa de una broma de Maritormes, que al oír los chillidos le desata la mano al protagonista. Al desatarle la mano, don Quijote cae ante el ventero y los cuatro jinetes que llegaban a la venta, enviados por el padre de don Luis, el muchacho que había estado cantando la noche anterior en honor de Clara, la mujer de la que estaba enamorado y a quien estaba siguiendo. Estos recién llegados a la venta, eran caballeros enviados por el padre de don Luis, que buscaba a su hijo, ya que deseaba verle. Después, el Oidor, padre de Clara, pregunta al chico que se halla en la venta quién es, y éste le explica que es vecino suyo y que los estaba siguiendo a causa de su apasionado amor por su hija Clara. También le expresa su deseo de contraer nupcias con ella. El padre acepta con la única condición de que el padre del muchacho esté conforme con tal decisión. Una vez finalizado esto, deciden partir hacia Andalucía: don Luis, don Fernando, el Oidor, Clara y un criado. El resto de los criados van a ver al padre de don Luis para obtener su aprobación ante la boda. Justo entonces hace su aparición el barbero al que don Quijote había arrebatado el supuesto yelmo de Mambrino. El barbero, al ver a Sancho, arremete contra él, acusándole de ser un ladrón y de haberle saqueado. Don Quijote ve a su escudero luchando por defender su honor y se enorgullece, prometiéndose nombrarle caballero en cuanto tenga ocasión. Durante el resto del capítulo discuten sobre si el famoso yelmo de Mambrino era un yelmo o una simple bacía como afirmaba el barbero. hombre, de aspecto parecido a un mago, le responde que sí. Para comprobarlo, él le adentra en el bellísimo palacio de cristal cerca del lugar, donde Durandarte, muerto en vida y encantado por Merlín (un hechicero francés hijo del diablo), le pide al hombre que le lleve su órgano a la mujer, aunque ya lo hizo anteriormente. Más tarde, el exánime compara la belleza de Dulcinea del Toboso con su amada, a lo cual don Quijote se ofende, aunque acaba aceptando que cada persona tiene gustos distintos. Además, también se encuentra con una de las damas de su enamorada, que le hace saber que ella necesita noticias de cómo está, añadiendo unos regalos por su parte: un faldellín de cotonía nuevo y media docena de reales. Tras todas estas explicaciones, tanto Sancho como el primo le etiquetan de loco. Siguiendo su rumbo don Quijote y Sancho Panza llegan pues al río Ebro, donde don Quijote divisa un barco sin remos atado a un tronco dónde atan a los animales. Don Quijote convencido está de que ese barco está allí para que fuera a socorrer a un caballero en apuros ya que en las historias caballerescas era habitual socorrer a otro caballero de esa forma. A esto que don Quijote y Sancho suben al barco y se alejan dejando atrás a los animales. Sancho se echa a llorar por el hecho de abandonarlos y don Quijote pregunta por que llora si ya han hecho muchas leguas de distancia. El Caballero de la Triste Figura, le cuenta a Sancho que al llegar a la línea equinoccial habrán caminado la mitad de trescientos y sesenta grados que tiene la Tierra y añade que al pasar esta línea uno queda sin ningún piojo. Le pide a Sancho que compruebe si tiene piojos en el muslo, en este caso la entrepierna concretamente, a lo que responde Sancho que no se lo cree, pero que hará todo lo que le diga su amo. Se pasa la mano por la zona mencionada y responde que o bien lo que a él le cuenta es falso, o no han pasado la línea equinoccial ya que tiene piojos y poco se han alejado de la ribera, puesto que divisa a los animales. Siguen pues el curso del rio, hasta encontrar unas aceñas. Al verlo, don Quijote dice que eso es un castillo donde está encerrado un caballero. Sancho le dice que son aceñas para moler trigo, a lo que contesta don Quijote que no lo son ya que un hechicero ha hecho que parezcan aceñas. El barco se dirige a las aceñas muy rápidamente, por lo cual, los molineros cubiertos de harina salen con varas largas para detener el barco. Don Quijote cree que son demonios, los amenaza y saca su espada. Los molineros consiguen detener el barco, aunque don Quijote y Sancho acaban en el agua y son rescatados por los molineros. Puestos, pues, llegan los dueños del barco y desnudan a Sancho Panza y le piden a don Quijote que pague los daños causados, a lo que este contesta que lo hará si liberan a la gente prisionera en el supuesto castillo, el molino. Don Quijote alza la voz para que lo oigan los supuestos prisioneros, dice que no puede rescatarlos y le pide a Sancho que pague los daños, y así se acaba esta aventura. CAPÍTULO 41 DE LA VENIDA DE CLAVILEÑO, CON EL FIN DE ESTA DILATADA AVENTURA El capítulo inicia con los protagonistas esperando la llegada de un famoso caballo llamado Clavileño, el cual se dice estar guardado tan solo para los caballeros merecedores de él. Cuando por fin llega, quienes trajeron el caballo les hacen creer a Don Quijote y a Sancho que están a punto de realizar un viaje aéreo para llegar a su próxima aventura, por lo que les dicen que deben de cubrirse los ojos para no marearse con la latitud. Una vez hecho, los duques y duquesas que habían traído el caballo empezaron a despedirse de ellos, como si realmente estuvieran surcando el aire, imitando el movimiento del viento y el calor. Utilizan también unos petardos pegados a la cola del caballo de madera para tirar a Sancho y Don Quijote al suelo. Con esto, Don Quijote le asegura a Sancho que ya han llegado a la región del fuego, donde deberán realizar su aventura, por lo que se quitan las vendas de los ojos. Cuando pueden abrir los ojos, observan que aún están en el mismo sitio del que supuestamente partieron, con la única diferencia que se encuentran una espada clavada en el suelo con un mensaje. En este mensaje, se da por finalizada la aventura de la Condesa Trifaldi, realizada por el caballero Don Quijote de la Mancha. Cuando el Duque lee esta nota, felicita efusivamente al caballero, a la vez que Sancho le relata a la Duquesa la vista que tuvo de la tierra desde el aire, de las sensaciones y calor que le había hecho sentir la cercanía al sol. La Duquesa le replica que es imposible, pero Sancho asegura que todo es posible mediante el encantamiento. CAPÍTULO 48 DE LO QUE LE SUCEDIÓ A DON QUIJOTE CON DOÑA RODRÍGUEZ, LA DUEÑA DE LA DUQUESA, CON OTROS ACONTECIMIENTOS DIGNOS DE ESCRITURA Y MEMORIA ETERNA Don Quijote se encuentra en una habitación haciendo reposo bajo unas sábanas amarillas. Entonces, pican a su puerta y él creé que es Altisidora, pensando que quiere tener relaciones con él. Cuándo entra, DQ se da cuenta de que no es Altisidora, sino doña Rodríguez, la dueña de honor de la duquesa. DQ se piensa que ha entrado para acostarse con él y asustado se santigua numerosas veces. La mujer, al verlo así, tapado hasta arriba y herido (aunque vendado) se asusta y se le cae la vela que sostenía en las manos. Va a buscar otra y le aclara a DQ que no quiere acostarse con él, sino pedirle algo. DQ se queda tumbado en su lecho, tapado hasta arriba y ella se sienta en un sillón frente a él. Ella le cuenta su vida: que nació en Asturias de Oviedo, se quedó huérfana y trabajando para otras personas, trabajó para la duquesa, se enamoró de un escudero, tuvo una hija con él, se quedó viuda, entre otros detalles. Doña Rodríguez le cuenta a don Quijote que un labrador se ha enamorado de su hija e incluso juró casarse con ella (se acostaron), pero que no quería cumplirla y el duque no la ayuda porqué dicho labrador le presta dinero continuamente. Doña Rodríguez destaca el valor de su hija frente a Altisidora: “que no es todo oro lo que reluce”. De repente, abren la puerta y a la mujer del susto se le cae la vela (de nuevo), dejando la habitación a oscuras. Alguien la agarra de la garganta y otra persona la azota con un zapato habiendo levantado sus faldas. A DQ lo pellizcan por todas partes y le dan mamporros, se defiende a puñadas como puede. CAPÍTULO 62 Este capítulo inicia después de que don Quijote y su fiel escudero conozcan a unos caballeros, entre los cuales se halla Antonio Moreno, caballero rico, que los invita a pasar unos días en su casa de la ciudad; invitación que ellos aceptan gustosamente. El primer día después de la comida, don Antonio les muestra un busto fabricado, según él, por uno de los mayores encantadores y hechiceros que ha tenido el mundo, un discípulo del famoso Escotillo. Don Antonio afirma que el mencionado estuvo en su casa y creó aquel busto por precio de mil escudos. También explica que el busto responde a todo lo que se le pregunta pero que aquel día estaba mudo ya que era viernes y los viernes no hablaba. Después de esto, don Quijote sale a dar una vuelta con don Antonio vestido con un balandrán de paño leonado, pero antes de salir le cosen en la espalda, sin que se percate, un pergamino que reza: “este es don Quijote de la Mancha”. Esta vez el caballero de triste figura no sale con Rocinante, sino con un gran macho de paso llano. Una vez fuera, al ver que todo el mundo le reconoce, se siente gozoso, ya que la situación demuestra la magnitud de sus aventuras. Un hombre en particular le grita que está loco y que haría más bien no molestando a nadie y volviendo a casa, consejo que él ignora secundado por don Antonio. Por la noche se celebra una fiesta a la que asisten amigas de la señora de don Antonio. En ella, dos muchachas sacan a bailar a don Quijote, que tras bailar un rato les pide que le dejen en paz, destacando que él es propiedad de Dulcinea del Toboso. Posteriormente Sancho acuesta a don Quijote tras el agitado baile para que descanse. Al día siguiente don Quijote, Sancho, don Antonio, su mujer, dos amigas de ella y dos amigos de su marido; van a la sala del busto a hacerle preguntas. Éste las responde adecuadamente, dejando sorprendidos a todos los presentes que no conocen el engaño del busto. El motivo por el que el busto hablaba era que estaba conectado a un tubo por el que llegaba la voz del sobrino de don Antonio, que se hallaba en la sala de abajo, y cómo sabía quién se hallaba en la sala del busto,respondía con conjeturas acertadas. Sancho se siente algo decepcionado con el busto, pues él pregunta si volverá a gobernar, cuando dejará la estrechez de escudero y si volverá a ver a su mujer e hijos, y el busto le responde que gobernará en su casa y dejará de ser escudero cuando abandone a su amo. Sin embargo, la broma del busto es abandonada por don Antonio después de que durase entre diez y doce días, ya que corría el riesgo de ser castigado por la inquisición, pues el busto parlante era un elemento que podía confundir al vulgo ignorante.A los pocos días don Quijote visita una imprenta y en ella descubre que están corrigiendo la Segunda parte del ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha de Avellaneda, el supuesto vecino de Tordesillas. Lo critica de nuevo reiterando que es totalmente falso. PARTE 2: CAPITULO 64 La mujer de Antonio Moreno explica la historia de cuando se puso contento de ver a Ana Félix. Una mañana don Quijote, paseando por la playa, vio a un caballero armado, al cual se le llama Caballero de la Blanca Luna. Este caballero se le dirigió a don Quijote y le dijo que venía a probar la fuerza que tenía y que su dama era mucho más hermosa que Dulcinea del Toboso. Además, puso unas condiciones a la batalla: si gana él, don Quijote, ha de estar un año retirado de las batallas, en cambio, si no gana don Quijote, se podrá quedar con todas las armas y tierras del Caballero de la Blanca Luna. En la batalla, don Quijote cayó al suelo y Rocinante también. A continuación, don Quijote dijo que Dulcinea es la mujer más hermosa y que el caballero le ha quitado su honra. Don Quijote regresa a su pueblo (por última vez). A la entrada del pueblo, presencia a unos niños peleando, y escucha que uno dice: “No te canses Periquillo, que no a has de ver todos los días de tu vida”. Don Quijote interpreta esto como una mala señal y le dice a Sancho que nunca más volverá ver a Dulcinea. En ese momento, una liebre perseguida por galgos y cazadores se refugia bajo el rucio. Sancho captura la liebre y, junto con una jaula de grillos por la cual
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