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Resumen de Tormento de Benito Pérez Galdós, Resúmenes de Lengua y Literatura

En este documento verás el resumen de los capítulos, del 1 al 41, además de características de los personajes.

Tipo: Resúmenes

2020/2021

Subido el 18/04/2022

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gisela-perez-sanchez-1 🇪🇸

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¡Descarga Resumen de Tormento de Benito Pérez Galdós y más Resúmenes en PDF de Lengua y Literatura solo en Docsity! Tormento; Benito Pérez Galdós Resumen Capítulo 1. Dos embozados se chocan al andar. Después de abroncar uno al otro se dan cuenta que se conocen. Por eso van al café de Lepanto, donde empiezan a contarse que tal les va. Uno tiene un amo capitalista (Felipe Aristo) y dice que es el mejor del mundo. El otro hacía de escritor (Ido del Sagario), su amo dictaba y él escribía, incluso acabó alguna obra él solo. Felipe se quiere ir porque se hacía tarde. Mientras Ido sigue hablando sin hacer caso. Insiste e Ido empieza a imaginar sobre la carta que tiene que llevar Fernando. La carta va destinada a unas vecinas de Ido. Ido le cuenta al oído un secreto. Luego se fueron los dos ya que llevaban el mismo camino. Capítulo 2. Francisco de Bringas y Caballero, ya no es el mismo que era, ahora tiene cincuenta años. Era muy habilidoso, arreglaba cualquier cosa rota. Su mujer era Rosalía Pipaón, la cual le había dado tres hijos. El mayor de quince años que estudiaba bachillerato y era muy engreído. Completaban la familia una niña de diez años y un niño de nueve. Al principio de noviembre se mudó por la creciente familia a la calle Silva. Capítulo 3. Rosalía trabajaba sin descanso con la ayuda de una amiga y una criada. No dejaba de hablar durante el trabajo, así recriminaba a Amparo, y con su criada, Prudencia, hacía lo mismo. En otro lado de la casa el señor Bringas tampoco callaba, dando ordenes a Felipe, que era un criado prestado por un pariente de don Francisco. Quedaron los señores muy satisfechos de cómo había quedado la casa. Rosalía enseñó la casa a su amiga Cándida, y no paró de alagar a su propia casa, ya que para ella no había nada mejor que lo suyo. Sonó la campanilla mientras hablaban. Capítulo 4. Amparo era familiar de Rosalía pero un familiar muy lejano. Cuando Amparo y Refugio se sentaban a la mesa con Rosalía, lo cual pasaba pocas veces, esta hacía ver su superioridad. El señor Bringas defendía a Amparo. Refugio, harta de esa situación se despidió un día para no volver. Así solo quedo una de las dos hermanas, la más débil. Capítulo 5. Amparo solía ir al principal de la Cotanilla de los Ángeles. Rosalía unas veces no paraba de dar ordenes a Amparo, en cambio otras veces la hablaba de manera cordial, la proponía ser monja, lo cual lo podía conseguir gracias al primo Agustín. Este llegó de visita a la casa. Llevaba quince años sin mirarse a un espejo, y estuvo con un amigo dos años y medio sin ver a ninguna persona. Agustín traía entradas, pero trajo tres, la sobrante era para Amparo, por ello Rosalía le abroncó. Capítulo 6. Cuando se quería ir Agustín Caballero, entraron los dos niños. Rosalía se arrepentía de que su hija Isabel no naciese antes, y así poder casarse con el primo Caballero, el cual era un gran partido. Otra idea le vino a la cabeza, que si faltase el señor Bringas ella se casaría con Caballero. Llegó el señor Bringas. El cual invitó a comer a Caballero, que dio como respuesta que no, que otro día. Mientras el hijo de Bringas y un amigo estudiaban en la habitación, ensayando discursos. Su padre estaba encantado de oírlo. La señora se retocaba y arreglaba en su cuarto. Y después de comer aprisa se fueron. Capítulo 7. Fueron andando por no gastar en el coche. Al llegar allí todo era mirar quien estaba, como iban, etc. A Rosalía le gustaba aparentar. Aunque no tenían dinero para la clase social en que estaban, querían aparentar, así si tenían que recortar gastos de la casa lo hacían. Capítulo 8. A los tres días se les ofreció otra vez entradas, pero dudaron en aceptarlas al estar uno de los niños enfermo. Al final las aceptaron. Se quedó Amparo a dormir para que no se Capítulo 9. La idea de Caballero era de ir poco a poco, primero se sienta, la da conversación, va enredando unas cosas con otras, que cuando llegó a Madrid se fijo en alguien, esta era Amparo, después de decir todo esto la propondría matrimonio. Pero no pudo decir nada de esto, se liaron las ideas. Ella preguntó que si iba a volver a Burdeos, y él contestó que solo cuando pierda toda esperanza, siendo ella monja. En ese momento sonó la campana, que eran los señores que regresaban del teatro. Capítulo 10. Amparo esperaba la corta cantidad que todos los sábados recibía del señor Bringas. Pero ese día no recibió nada. Caballero estaba invitado en la casa. Mientras comían los señores Amparo subía triste las escaleras. Refugio criticaba a su hermana por servir a pobres como eran ellas. Amparo se enfadó con su hermana, porque tenía la casa desordenada, encima había empeñado y vendido diversas cosas. Refugio estuvo contando que el señor Ido había hecho una novela basada en ellas. Refugio iba al teatro, había arreglado un vestido y comprado unos zapatos, todo ello con el dinero que había ganado como modelo. Capítulo 11. Amparo se queda sentada, y empezó a meditar. Sonó la campana de la puerta. Era Felipe que traía una carta de su amo. La carta contenía billetes. Invitó a Felipe a sentarse y este explicó lo bueno que era su amo, lo bien que tenía su casa. Allí van a pedir limosna todo tipo de gentes. Felipe se fue porque se le hacía tarde. Capítulo 22. Tenía Agustín pocos amigos. Sus mejores amigos eran: Arnáiz, Trujillo y Mompous. Ellos, intentaron casarlo con alguna de sus hijas, excepto Arnáiz que no tenía, pero Agustín salía medio huyendo cada vez que se le invitaba a una casa. Un día pasó, como acostumbraba, su prima con los niños. Rosalía preguntó con quién se iba a casar. Agustín no se lo dijo, pero al día siguiente confesó con quien era. Rosalía al oírlo se quedó sin aliento. Y en cuanto llegó el señor Bringas se lo contó. Rosalía estaba muy alterada, y Bringas la calmó como pudo. Pensaron en el gasto que iba a suponer la boda. Capítulo 23. Amparo antes de que le confesase su amor Agustín, ya se había fijado en él. Pero ahora no estaba segura de casarse y no paraba de pensar en ello. Así un día iba ir Caballero a visitarla y ella no paró de pensar como decírselo. Después de echar a su hermana, limpió y se arregló con vestido más decente. Al llegar Agustín, ella se olvidó de todo lo que quería decir. Y aunque lo intentó no pudo decírselo. Estuvo Agustín dos horas en casa de su amada. Capítulo 24. Después de tres días sin ir, Amparo fue a la casa de Bringas. Allí Rosalía la recibió. Capítulo 25. La carta era de Pedro Polo, se despedía de Amparo, estaba en la granja donde su amigo lo había mandado. Amparo se alegró de que se fuese para siempre. Llegó Caballero y Amparo no se atrevías a decirle lo que antes estaba decidida. Hablaron de las cosas que iban y no iban hacer. Entró Refugio. Esto asustó a Amparo, por su comportamiento, pero se comportó bien. De todas maneras estaba deseando que se fuese Caballero. Capítulo 26. Refugio hacía bromitas a Amparo, a esta no le gustaba nada. Ya en la cama, Amparo explicó a su hermana la situación, que aquél no era un amante, sino su novio y que se iba a casar con él. Rosalía se desvivía a la hora de comprar y eso que las compras eran para Amparo. Al pasear los tres, Amparo se sentía como si todos la mirasen, en cambio Rosalía se hacía ver. Amparo tenía miedo de todo y de todos. Ido del Sagrario se presentó un día en su casa, era para pedirla trabajo. Ella le tenía miedo, pero sabía que era un buen y honrado hombre. Capítulo 27. Amparo fue otra vez al confesionario, no a confesarse, sino a decir al cura que no había tenido valor para decírselo a Caballero. En la iglesia, como la otra vez, estaba Marcelina Polo allí. Amparo discutió con su hermana y esta se fue. Ido del Sagrario, fue a verla y le comentó que había ido a ver al señor Caballero y que estaba medio colocado y a la vez quería colocar a toda su familia. Pasó el año, y la boda se fijó para finales de febrero o principio de marzo. Enero se lo pasaron con los preparativos. Rosalía no hacía más que dar consejos a Amparo. Un día preguntó Rosalía que si sabía donde vivía Marcelina Polo. Amparo la contestó como pudo. Estuvieron viendo la casa de Agustín y futura casa de Amparo. Al volver a su casa, acompañada de Caballero, Amparo recibió una carta. Capítulo 28. Esa carta era de Pedro Polo, decía que había vuelto a Madrid al enterarse de su casamiento. Amparo fue a casa de Pedro Polo, allí Celedonia se estaba muriendo. Hablaron y Amparo dijo que se iba a casar sin querer a su futuro marido. Eso es lo que quería oír Pedro y dijo esto Amparo por miedo a que al decir lo contrario se enfadase. Siguieron hablando y mientras él la tenía agarrada, ella chillaba que la soltase. Al soltarse, iba derecha a tirarse por la ventana, pero él la cerró. Y dijo que estaba allí prisionera. Capítulo 29. Estuvieron un rato en silencio. Luego empezaron a hablar, y discutieron. Ella dijo que mandaría una carta a Caballero diciendo que no se podía casar con él. Esto le pareció a Polo una bobada. Luego casi ahoga a Amparo. Amparo fue a la habitación de Celedonia, la cual no hacía más que decir que viniese el padre Nones y llamaba pecadores a los dos allí presentes. Amparo decidió irse, la costó que la dejase marchar, pero al estar fuera se volvió para asegurarse de que Polo no iba a decir su secreto. Capítulo 30. En eso oyeron un ruido, eran doña Marcelina y Nones. Amparo no sabía que hacer y se escondió como pudo. Hablaron los tres, preguntaron por el estado de Celedonia, luego que si estaba decidido a irse, a lo que contestó que si. Decían que les había parecido oír voz de mujer. En esto a Polo le entró sudores. Marcelina había estado hablando con Rosalía. Y al mirar al suelo, según decía esto, vio un guante y reconoció de quien era. Empezó a registrar toda la casa. Cambiaron de conversación al entrar a ver a Celedonia. El enferma. Capítulo 31. Salieron los dos hermanos de la habitación, y Marcelina seguía diciendo que allí había alguien, y Pedro la echó, pero ella se quedó vigilando por si salía Amparo. Cuando estaba Marcelina en la calle, salió Amparo de su escondite. Nones la vio y decidió que tenía que bajar a la calle. El padre Nones la acompañó y Marcelina solo miraba. Amparo cogió un coche y se marchó. Capítulo 32. Al llegar a su casa, Caballero no estaba, ya se había ido. Al día siguiente fue a la casa de Bringas y Rosalía estaba muy contenta, la mandaba hacer cosas, lo cual hacía tiempo que no lo hacía. En cambio el señor Bringas estaba triste, serio y no la miraba tan siquiera. Rosalía comentó que sabía lo que pasaba que se lo contase ella, que ya lo sabía. Amparo en ese momento se desplomó en el suelo. Al recuperarse, marchó para casa con el permiso de con un abrazo. Después empezó con ironías de mal gusto. Al irse para su casa, Rosalía no la encargó nada. Amparo empezó a pensar en su falta. Pasaron cuatro días y fue a confesarse. Tardó bastante, pero al terminar se sentía mejor y con fuerza espiritual. Estaba desando ver a Caballero para poder confesarse ante él. Recibió Amparo una carta. pero no fue. Capítulo 33. Pasó esa noche y no fue, pero tampoco fue al día siguiente, así que Amparo empezó a pensar es suicidarse. Había decidido que al día siguiente iría a la farmacia y compraría su veneno. Pasaron las horas, y oía ruido en las escaleras, que era su esperanza, pero nadie se dirigía a su casa. Se vistió para bajar a por el veneno, pero sonó la puerta, era Francisco Bringas que quería llevarla a ver a su prometido y le explicase todo. Tras un rato cogieron un coche y allí se bajó en la calle Arenal. Capítulo 34. Llamó a la puerta y Felipe abrió. Agustín no estaba, se había ido a ver a doña Marcelina. Amparo pensó que no había nada que hacer y cuando se iba se mareó. Se sentó en el sofá y pidió un vaso de agua a Felipe. Luego dio a Felipe la receta del veneno y lo mandó a la farmacia. Cuando volvió pidió una carta y algo para escribir. Se tomó el veneno. Se fue a la otra habitación donde había también un sofá. Allí se sintió desvanecer. Capítulo 35. Como se había enterado Agustín no se sabe bien, lo más seguro por Mompous. Después de haberse desmayado Amparo en casa de los Bringas fue Caballero. Este se dio cuenta que Rosalía sabía algo. Rosalía dijo algunas mentiras, como que Amparo no estaba en casa y que ella había prometido ir a disculparse. Al día siguiente Caballero esperaba la visita de Amparo, pero en vez de ella fue Rosalía. La cual dijo que Amparo no estaba en su casa y comento algo sobre doña Marcelina. Así Agustín quería ir a ver a Marcelina.
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