Docsity
Docsity

Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes

Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity


Consigue puntos base para descargar
Consigue puntos base para descargar

Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium


Orientación Universidad
Orientación Universidad

Resumen del libro La Celestina, Apuntes de Literatura

Resumen del libro La Celestina, clásico en la literatura española

Tipo: Apuntes

2018/2019

Subido el 01/06/2019

aitanagy
aitanagy 🇪🇸

4.3

(17)

19 documentos

Vista previa parcial del texto

¡Descarga Resumen del libro La Celestina y más Apuntes en PDF de Literatura solo en Docsity! AUTORÍA DE LAS OBRAS DE SHAKESPEARE Alrededor de ciento cincuenta años después de la muerte de William Shakespeareen 1616, muchas dudas comenzaron a emerger en el ámbito literario británico, sobre la autoría del dramaturgo a las obras y poesías atribuidas a su persona. El término “autoría shakespeariana” se refiere normalmente a la teoría de conspiración preponderada por los académicos que se mostraban reacios a creer en Shakespeare como compositor de la producción literaria que giraba a sus espaldas. Debe ser distinguida de los debates menos contenciosos que versan sobre lo que realmente Shakespeare escribió en el mundo colaborador del teatro isabelino. Teorías que niegan la autoría de Shakespeare Shakespeare habría muerto de fiebre, como consecuencia de su estado de embriaguez en febrero de 1616, cuando celebró una reunión literaria con Ben Jonson y Drayton, dos editores de gran renombre. Tras el incendio del Globe Theatre, muchos textos se perdieron, quedando en manos de distintos escritores, que se tomarían el trabajo de reescribirlos. Entre ellos figuraban los nombres de John Fletcher y John Donne, quienes se reunían con Shakespeare el primer viernes de cada mes. Obras como Enrique VIII, que ha sido atribuida al dramaturgo inglés, fueron redactadas en compañía de otros autores como el ya mencionado Fletcher. Es bastante probable que Shakespeare fuera influenciado por allegados a su círculo intelectual, tal era el caso de Marlowe, Nash y Peele, señalados por los antistratfordianos como posibles autores de las 36 epopeyas de la literatura universal que serían registradas en el First folio, hacia 1623. La mayor preocupación era la que concernía a la división de bienes por oportunas publicaciones. Algunos autores evitaban tener que pagar dividendos a otros colegas, por lo que se concentraban en editar sus obras bajo el nombre de un único hombre de letras. El decimoséptimo conde de Oxford, Edward de Vere (1550-1604), ha sido apuntado como el más fiable de todos los escritores que podrían haber escrito gran parte de las obras de Shakespeare. Poeta lírico y dramaturgo, a Edward no le interesaba el dinero ni el reconocimiento ajeno, por lo que terminó sumido en la pobreza al ceder sus derechos a la compañía Chamberlain, oportunidad de la que Shakespeare pudo haber sacado algún provecho. Vere temía, además, que la reina Isabel I le cancelara la renta anual de 1000 libras que recibía para su propio mantenimiento; hecho que terminaría por concretarse una vez que la monarca tomara represalia en respuesta de las malas administraciones del conde. El afamado John Lyly y el poeta Anthony Munday, bien pudieron haber contribuido con buena parte de la tarea del gran dramaturgo. Sakspere ―como se deletreaba originalmente― solo ha dejado su huella en una serie de documentos de índole mercantil y judicial; algo que los grafólogos atribuyen a un hombre de nivel académico insuficiente. Muchas reseñas biográficas sobre la vida del escritor isabelino han pretendido desestimar a una decena de presuntos coautores, elevando a Shakespeare a la categoría de los grandes de la literatura universal, posición que ocupan unos pocos como Cervantes, Homero, Dante, Virgilio, Sófocles, entre otros. Thomas Looney, historiador británico especialista en literatura isabelina, puso de relieve la presunta autenticidad del autor del First folio. El filósofo y médico neurólogo austríaco Sigmund Freud lo secundó en 1938, expresándole sus más sinceras felicitaciones y mencionando a Edward de Vere, como el verdadero y silenciado artista, responsable de gran parte del volumen literario de William. Al club de los “antistratfordianos” se sumó el ilustrado francés Voltaire, como lo demuestra su dura manifestación: "Los ingleses lo compararan con Sófocles. Era fecundo y sublime, es cierto, pero sin el menor gusto y sin el menor conocimiento de las reglas." La teoría baconiana defiende que fue Francis Bacon quien creó las obras atribuidas a Shakespeare, y que este nombre sería un seudónimo con claves masónicas. El nombre que Bacon construyó para aparecer en sus obras habría sido el de William Shakespeare, sin ninguna referencia a Stratford, asociado con un nombre similar (Shakspur). Existen razones para sospechar que el Shakspur de Stratford no tenía relación alguna con William Shakespeare. Se considera que el año 1623 fue elegido intencionalmente por Bacon para la publicación del First Folio, por los estrechos vínculos de los números que lo componen con los nombres combinados de William Shakespeare y Francis Bacon. En otras palabras, el número total de las letras de los dos nombres suma 33, un número clave en la masonería. William Shakespeare + sir Francis Bacon = 33 letras. La principal evidencia baconiana se funda en la presentación de un motivo para el ocultamiento, las circunstancias que rodean la primera puesta en escena de La comedia de las equivocaciones, la proximidad de Bacon a la carta de William Strachey a partir de la cual muchos estudiosos creen que se basó La Tempestad, interpretación de alusiones en las obras al conocimiento legal de Bacon, los numerosos supuestos paralelismos con las obras publicadas de Bacon y anotaciones en el Promus (su libro de notas personal), el interés de Bacon en las historias civiles, alusiones sostensiblemente autobiográficas en las obras de teatro y coincidencias temporales documentadas entre la actividad de Bacon, la muerte de Shakspur y la publicación del First Folio. BIOGRAFÍA Fernando de Rojas (La Puebla de Montalbán, España, h. 1470 - Talavera de la Reina, id., 1541) Escritor español, autor de La Celestina. Fernando de Rojas 1 de cuatro generaciones que fue perseguida por la Inquisición. Estudió derecho en Salamanca y, como todos lo estudiantes salmantinos de aquella época, debió de cursar tres años obligatorios en la Facultad de Artes, por lo que seguramente conoció los clásicos latinos y la filosofía griega. En posesión del título de bachiller en Leyes, para el que tuvo que estudiar nueve o diez una torre, desde la que confiesa todo lo ocurrido a su padre, Pleberio. Melibea se suicida arrojándose desde lo alto de la torre. La obra termina con el impresionante lamento de Pleberio, una desconsolada imprecación contra los males del mundo y el poder destructor de las pasiones. A pesar de la declarada intención moralizante, y como ocurre en las grandes creaciones, la riqueza significativa de la obra parece desbordar este planteamiento. No hay motivo para negar esa intención; la finalidad moral de la ficción literaria predominó durante toda la Edad Media y seguiría predominando en el Renacimiento. Ello no ha impedido a los estudiosos, sin embargo, detectar una fuerte carga crítica en la obra: el converso Rojas trazaría un agrio retrato de una sociedad que se dice cristiana pero que en modo alguno actúa como tal: todos los personajes se mueven por el egoísmo, por el propio interés; a unos los ciega la pasión, a otros las lujuria, a otros la codicia, la envida o el odio; y todos persiguen el dinero o el placer, sin importar su clase social: desde Calisto hasta los rufianes y las prostitutas protegidas por Celestina. Y no es que solamente obren de forma egoísta en la práctica; en muchos casos, como muestran sus palabras, piensan que es así como hay que obrar en el mundo. Antes de arrojarse desde la torre, Melibea no piensa en que su suicidio supondrá su condenación eterna; en su lugar, lamenta amargamente no haber disfrutado más del placer ("¿Cómo no gocé más del gozo"?). Otras interpretaciones que no ponen el acento en la condición de converso del autor coinciden también en ver en La Celestina el retrato de una sociedad en crisis: una sociedad que ha perdido ya los valores del antiguo sistema feudal (el honor y la dignidad en los señores, la lealtad en los vasallos, la moral y el concepto de vida cristianos) sin hallar en su lugar ningún otro valor fuera del individualismo. Los jóvenes amantes pasan por encima de su honor y de su dignidad, prescindiendo de los mayores y de los usos sociales; los criados, convertidos en meros asalariados, sólo persiguen su interés; el inframundo celestinesco atiende a lo inmediato y prescinde igualmente de toda moral. La Celestina sería así el reflejo de un mundo en descomposición, aquejado de una crisis tanto de orden moral como social, y del todo incapaz de sustituir los viejos valores arrinconados por otros superiores La autoría de La Celestina: La mayoría de los críticos concuerdan en que Rojas escribió al menos una parte de La Celestina, pero el debate sigue con respecto a qué partes. Generalmente sostienen que es el autor de los actos II a XVI de laComedia original, así como los actos adicionales interpolaodos, y los últimos "argumentos", sin embargo, no se ponen de acuerdo en cuanto a la autoría del primer acto. Rojas dice en "El autor a un su amigo", texto que da inicio a La Celestina, que encontró un manuscrito que contenía el texto del primer acto de la obra y que decidió continuarla, y que no sabe quién es el autor del primer acto, pero sugiere que podría ser o Rodrigo de Cota o Juan de Mena. La historia del "manuscrito encontrado" vuelve a aparecer en El Quijote, pero en la obra cervantina es evidente que es un recurso literario que ficcionaliza la realidad. Es sabido que la autoría compartida o el anonimato es también un recurso para protegerse de la censura y salvaguardar el nombre del autor ante la Inquisición. Corroborando la historia de Rojas, muchos estudios han revelado que hay ciertas diferencias lingüísticas y estilísticas entre el primer acto y el resto de la obra. Por ejemplo, hay muchos arcaísmos en el primer acto que no aparecen en los otros. Y ese acto carece de las sentencias y refranes, especialmente los de Petrarca, que abundan en el en la mayoría de la obra. No obstante, algunos críticos, atribuyen estas diferencias no a otro autores, sino a distintas épocas de un mismo autor. También hay incongruencias de argumento entre el primer acto y los demás. Por ejemplo, el halcón que aparece en el primer acto no vuelve a aparecer. También en este acto Calisto aparece de repente en el huerto de Melibea, pero luego se sabe que no es tan difícil entrar por las altas paredes que lo rodean. Las diferencias van más allá de las que se hallan entre el primer acto y el resto de la obra. La proliferación de ediciones, cada una con modificaciones, complica el debate aún más. La primera edición de la obra se publicó en 1499. A esta la siguieron otras versiones, incluso una con el título Libro de Calisto y Melibea y de la puta vieja Celestina. En 1502 apareció la Tragicomedia de Calisto y Melibea, con cinco actos adicionales además de varias otras diferencias. Aún hay críticos que sospechan que los cinco actos adicionales fueron una colaboración entre Rojas y varios amigos. También hay partes de la Tragicomedia que añadieron los editores, como por ejemplo el incipit y los argumentos particulares de cada acto, y lo afirma Rojas en el nuevo prólogo. Lo cierto es que La Celestina, con sus múltiples ediciones, sigue siendo un rompecabezas para los que la estudian. Problema de la autoría EN LA CELESTINA En la carta del autor a un su amigo, se plantea ahora el problema de la autoría, la justificación, tal como el primer autor, de no firmar su obra A) En la propia obra . 1.- Fernando de Rojas afirma : “el antiguo autor” del Auto I ( al mandar una copia del manuscrito de la Comedia a un amigo, a quien va dirigida la carta), o sea, acepta la autoría de otro escritor para el Auto I. 2.- En los versos acrósticos, no en la carta del autor a un su amigo, dice que el hallazgo tuvo lugar en Salamanca y que no quiso tocar lo hecho por el primer autor y puso todo lo hallado junto : Auto I (18% del total) y los 15 Autos restantes de LC (82% : una media de ni siquiera el 6% por Auto restante/ MARCIALES) 3.- Alonso de Proaza remite al lector en los versos finales al hallazgo en los versos acrósticos : El Bachiller Fernando de Rojas, nascido en la Puebla de Montalban, acabó la Comedia de Calisto y Melibea. 4.- En el Prólogo (ya en la T.C.) Rojas comenta que el primer autor la llamó Comedia. A partir de todos estos datos, podemos hacernos una idea de los estudios realizados por el autor, y del ambiente donde se gestó la Celestina. El primer elemento que hay que tener en cuenta es que Rojas, según él mismo comenta en “El Autor a un su amigo” y en “El Autor escusándose de su yerro”, es el continuador de un texto que encontró en Salamanca: Yo vi en Salamanca la obra presente. Movíme a acabarla por estas razones: la primera, que estó en vacaciones; otra, que oý su inventor ser ciente... Por tanto, se encontraba en la ciudad de Salamanca realizando sus estudios de derecho, y quién sabe si también en artes, cuando encontró un manuscrito que decidió continuar durante su periodo vacacional. La Universidad de Salamanca destacaba en este momento por sus estudios en los dos derechos (civil y canónico), así como en teología y en artes liberales. Es un periodo capital, pues se asiste al cambio de la enseñanza tradicional mediante la incorporación de las nuevas corrientes del Humanismo italiano y del Nominalismo procedente de la Universidad de París. También influye en los grandes cambios de fines del siglo XV el nacimiento de la imprenta y su capacidad de difusión de los textos, que modificó sustancialmente el modo de educación eminentemente memorística anterior, pues a partir de estos momentos los estudiantes y profesores pueden poseer los ejemplares que se estudian en las universidades y tienen acceso a textos publicados en los lugares más remotos de Europa. No podemos olvidar, tampoco, la renovación de los estudios de la lengua latina iniciados por Nebrija, cuyasIntroductiones latinae seguían siendo el manual escolar principal, y cuyos discípulos (Alonso de la Cámara, Cerezo, etc.) fueron contemporáneos de Rojas. Por Salamanca pasaron ilustres humanistas italianos, como es el caso de Lucio Marineo Sículo, Lucio Flamminio, Pedro Mártir de Anglería o el portugués Arias Barbosa, que afianzaron la renovación intelectual. En este ambiente cultural, en donde los estudios de las obras clásicas terencianas y la comedia humanística latina formaban parte del bachillerato en artes, se educó Fernando de Rojas, y por tanto, es en este ambiente donde se encuadra perfectamente la Comedia de Calisto y Melibea, continuando y modificando dicha tradición escolar y universitaria. Proaza, humanista y corrector de la obra, afirma en los versos finales: No debuxó la cómica mano de Nevio ni Plauto, varones prudentes tan bien los engaños de falsos sirvientes y malas mugeres, en metro romano. Cratino y Menandro y Magnes anciano esta materia supieron apenas pintar en estilo primero en Athenas, como este poeta en su castellano. (pp. 612-3)
Docsity logo



Copyright © 2024 Ladybird Srl - Via Leonardo da Vinci 16, 10126, Torino, Italy - VAT 10816460017 - All rights reserved