¡Descarga Resumen ''El hombre en busca del sentido'' y más Resúmenes en PDF de Ética Medica solo en Docsity! Resumen comentado, El hombre en busca del sentido.* En el presente escrito hablaré de manera resumida acerca de la lectura del libro El hombre en busca del sentido, de Viktor Frankl. Siendo una actividad de lectura que realizo para mi clase de ética. Es un resumen en el cual comentaré aspectos relevantes e interesantes que se presentan en la lectura, incluyendo experiencias vivenciales y enriqueciendo aquellos puntos importantes e interesantes con opiniones personales. Primero que nada, el libro relata las vivencias del autor Frankl como prisionero en los campos de concentración nazis. Todo desde un punto de vista psicológico, ya que él era un psicólogo. En el texto narra aquella experiencia de cómo es que se les maltrataba de manera física y psicológica, y el proceso de deshumanización que llevaron a cabo, mostrando lo que puede dar de sí la naturaleza humana, para lo malo y lo bueno. La historia de este libro se divide en tres capítulos, que describen las fases por las cuales pasa la psique de un prisionero en un campo de concentración Nazi. La primera fase que se menciona es la de internamiento en el campo, donde se nos habla acerca de cómo eran transportados a los campos de concentración, lo que pensaron y creyeron que pasaría y cómo poco a poco descubrieron que serían despojados de todo. Nos cuenta también cómo dejaban de tener nombre e identidad y se convertían en sólo un número. Y este es un punto del cual me gustaría opinar, del cómo en ese momento ellos simplemente se desprendían de lo que eran y únicamente eran caracterizados por un vano número que los habría de sustituir entonces de todo lo que eran y los conformaba de manera personal, es muy triste viéndolo de esa manera. Tocando este aspecto me recuerdo a mí en universidad actualmente, muchas veces no siendo llamada por mi nombre, sino siendo simplemente una matricula por la cual se me identifica y ya, donde no se me llama por Evellyn ni se me trata como un humano sino a veces como un simple número más de cientos. Es triste, siento que los maestros siempre deben tener claro que somos más que una simple matricula y que somos alumnos que sienten y merecen ser tratados con ese toque de humanidad que a veces se pierde tanto y del cual se olvidan. * Franki, V. (1991). El hombre en busca del sentido. Editorial Herder, Barcelona. También en la primera fase se encuentra el estado de “shock” ante la inesperada situación a la que tiene que enfrentarse el protagonista donde además aparece el síntoma conocido en psiquiatría como la “ilusión del indulto”. Este síntoma puede resumirse en la necesidad que tiene el individuo en pensar y aferrarse en la esperanza de que pronto será liberado de tales malas circunstancias. Pasada esta fase inicial vemos como en el relato se va sucediendo otra fase llamada “existencia desnuda” donde al prisionero se le borra todos los recuerdos y la conciencia de su vida anterior. Este es el punto de inflexión de donde se parte hacia la búsqueda de las estrategias para salvar la vida, aun sabiendo que toda posibilidad puede ser mínima. En esta parte de la obra se ve cómo el protagonista cambia de aptitud y aquellas ilusiones de salir pronto de esta situación se convierten en una especia de humor donde destaca su obsesión por proteger a su mente de todo lo que le rodeaba y sobre todo de mantenerse contra la tentación de suicidarse. Estas cuestiones que acabo de mencionar a mí me llamaron muchísimo la atención y me hicieron ponerme a reflexionar con cuestiones actuales de mi vida diaria. La manera en cómo yo veo y el cómo el autor va modificando su aptitud de acuerdo a las circunstancias tan estresantes a las que se veía expuesto, me hace pensar en cuando pasamos una situación mala de nuestra vida y tratamos de poner todo de nosotros para poder olvidarlo. A mí, en lo personal, me consta que soy una persona que ante cualquier problemática tiende a estresarse demasiado e incluso imaginar un desenlace caótico, esto a mí me pone muy mal, pero siento que ya conozco e identifico esa parte de mí tanto que a veces intentó simplemente engañar a mí mente e imaginar lo mejor, me hace olvidarme de lo que pasa por un tiempo. Luego viene la segunda fase, la vida en el campo, que se marca por la apatía que lleva directamente a una especie de “muerte emocional”. El sufrimiento constante durante tanto tiempo le había llevado sin duda a no sentir asco, piedad u cualquier tipo de horror. Esta insensibilidad vista desde fuera como una crueldad, servía al prisionero como una especia de caparazón protector por otro lado necesario para vivir en un ambiente tan desolador. En esta fase, la idea de sobrevivir un día más se sobreponía a
