RESUMEN "EL HOMBRE UNIDIMENSIONAL", Apuntes de Sociología

¡Descarga RESUMEN "EL HOMBRE UNIDIMENSIONAL" y más Apuntes en PDF de Sociología solo en Docsity! Reseña por Amalia Miano Octubre 2010 1 http://proyectodeautonomia.wordpress.com/ PROYECTOS Procesos de Aprendizaje y Creación Aprendizaje y Percepción de la Diferencia en la Construcción de Autonomía INCLUIR – Instituto para la Inclusión Social y el Desarrollo Humano Asociación Civil e Instituto Rosario de Investigaciones en Ciencias de la Educación IRICE-CONICET Autor: Herbert Marcuse Nombre del libro: El hombre unidimensional Año de la primera edición: 1965 Editorial: Ariel Año de la publicación: 2005. El libro está compuesto por: - Prefacio. pp. 7-14 - Introducción: La parálisis de la crítica: una sociedad sin oposición. pp. 19-28. - Capítulo 1: Las nuevas formas de control. Pp. 31-48. - Capítulo 2: El cierre del universo político. Pp. 49-85. - Capítulo 3: La conquista de la conciencia desgraciada: una resublimación represiva. Pp. 86-113. - Capítulo 4: El cierre del universo del discurso. Pp. 114-150. - Capítulo 5: El pensamiento negativo: la lógica de protesta derrotada. Pp. 151- 170 - Capítulo 6: Del pensamiento negativo al positivo: la racionalidad tecnológica y la lógica de la dominación. Pp. 171-196. - Capítulo 7: El triunfo del pensamiento positivo: la filosofía unidimensional. Pp. 227. - Capítulo 8: El compromiso histórico de la filosofía. Pp. 231-252. - Capítulo 9: La catástrofe de la liberación. Pp. 253-275. - Conclusión. Pp. 276-286. Síntesis El argumento central del autor es que en lo que él denomina “la sociedad industrial avanzada”, la cultura, el lenguaje, el pensamiento, la filosofía, la política se han convertido en esferas “unidimensionales”, esto quiere decir, por un lado, que es una sociedad que neutraliza los opuestos, neutraliza el conflicto al incluir en sí misma los elementos y factores que se oponen a ella; por otro, es una sociedad totalitaria, en tanto no permite ningún tipo de oposición. La principal característica de la sociedad Reseña por Amalia Miano Octubre 2010 2 industrial avanzada es esta estructura totalitaria basada en la explotación del hombre por el hombre. A través del desarrollo del libro se genera una contradicción ya que para el autor esta sociedad es capaz de reprimir todo cambio cualitativo (por su característica anteriormente mencionada de incluir incluso aquellos factores que se oponen a ella) pero, por otro lado, es en esta misma sociedad en la que se encuentran las fuerzas para superarla y esta superación puede concretarse a través de un cambio de orientación del desarrollo tecnológico. O sea, el mismo aparato tecnológico que oprime y se vuelve totalitario en la sociedad industrial avanzada contiene las posibilidades de la liberación si se cambia su finalidad política. Prefacio El autor se propone realizar un análisis del capitalismo americano en la década del ´60. Hace referencia en varias partes del libro a la guerra de Vietnam como acontecimiento importante del contexto histórico. Las características de este capitalismo se pueden enumerar en: • un aumento de la productividad que se vuelve destructivo contra el hombre, la naturaleza, la nutrición • la dominación de los individuos sobre la base de una “libertad administrada” y una “represión instintiva” • la mercantilización de las relaciones humanas, el sometimiento a un modelo de consumo determinado por los medios masivos de comunicación, la determinación de las necesidades por el sistema capitalista. La libertad se experimenta a través de la satisfacción de las necesidades materiales. ¿Cuál es la propuesta del autor? ¿qué escenario de futuro plantea como deseable? Lo que se busca aquí –su elaboración conceptual sólo está en el estadio de una lenta gestación-, no es simplemente una sociedad fundada sobre otras relaciones de producción (aunque semejante transformación de la base permanezca como una condición necesaria de la liberación): se trata de una sociedad en la cual las nuevas relaciones de producción, y la productividad desarrollada a partir de las mismas, sean organizadas por los hombres cuyas necesidades y metas instintivas sean la negación determinada de los que reinan en la sociedad represiva (…) La diferencia cualitativa se manifestaría en la trascendencia política de la energía erótica, y la forma social de esta trascendencia sería la cooperación y la solidaridad en el establecimiento de un mundo natural y social que, al destruir la dominación y la agresión represiva, se colocaría bajo el principio de la realidad de la paz; solamente con él puede la vida llegar a ser su propio fin, es decir, llegar a ser felicidad. Pp. 9-10. El autor, al igual que los demás intelectuales de la Escuela de Frakfurt (Adorno, Horkheimer, Habermas) se inscribe en la línea de pensamiento marxista en tanto se centra en analizar el sistema de producción capitalista y las posibilidades de superación del mismo. Introducción: la parálisis de la crítica: una sociedad sin oposición La sociedad industrial avanzada tiene la capacidad de contener en sí misma las posibilidades del cambio social, de aquí la idea de un sistema totalitario que no deja espacios a elementos que se opongan a él. Esta capacidad de neutralizar/integrar la oposición se concreta a través de la técnica: Reseña por Amalia Miano Octubre 2010 5 Si para Marx, la ganancia del capitalista dependía de la cantidad de tiempo de trabajo que le sustraía al trabajador como tiempo no remunerado, en la sociedad capitalista avanzada, esa capacidad de fuerza de trabajo viva que generaba la ganancia del capitalista es reemplazada por la maquinaria automática, conformándose esta última en la fuente de ganancia. Capítulo 3: La conquista de la conciencia desgraciada: una resublimación represiva En este capítulo el autor hace referencia a la forma en que en la sociedad industrial avanzada se neutralizan los elementos opositores que surgen en el campo de la cultura. A diferencia de la tesis de Adorno y Horkheimer que postulan que en la modernidad la alta cultura se transforma en cultura de masas, Marcuse argumenta que lo que ocurre es que la realidad sobrepasa y refuta a la cultura en tanto el hombre puede hacer hoy más que los héroes y semidioses de la cultura; ha resuelto muchos problemas insolubles p. 86. Anteriormente, la cultura constituía otra dimensión de la realidad social. Cultura y realidad social, conformaban dos esferas separadas. En la actualidad se disminuye el antagonismo y la distancia entre cultura y realidad social. Esta liquidación de la cultura bidimensional no tiene lugar a través de la negación y el rechazo de los valores culturales, sino a través de su incorporación total al orden establecido, mediante su reproducción y distribución en una escala masiva p. 87. A través de este proceso, la cultura se convierte en mercancía. Capítulo 4: El cierre del universo del discurso El lenguaje opera de la misma forma que el razonamiento tecnológico: tiende a identificar las cosas y sus funciones. En este lenguaje funcionalizado, la palabra absorbe el concepto, no se deja que los conceptos sean pensados. Así, la palabra se convierte en cliché. Se da una fetichización en tanto este lenguaje impide el desarrollo del verdadero significado. El lenguaje se vuelve unívoco, busca el compromiso, armoniza las contradicciones. Esta univocidad del lenguaje conlleva a un pensamiento y una conducta unidimensional. El concepto abarca algo más y diferente que una cosa particular: alguna condición o relación universal que es esencial a la cosa particular, que determina la forma en la que aparece como objeto concreto de la experiencia. P. 148. Capítulo 5: El pensamiento negativo: la lógica de protesta derrotada La razón ha guiado la lógica del pensamiento occidental. Es a través de la razón que el mundo que experimentamos se ha convertido en verdad: la razón es el poder de lo subversivo, el poder de lo negativo que establece, como razón teórica y práctica, la verdad para los hombres y las cosas. P 151. En este contexto el autor establece que la racionalidad tecnológica es la última transmutación de la idea de Razón p. 151. En este capítulo el autor pone como ejemplo el sentido de la lógica en la edad clásica que se basaba en la contradicción, en un estilo bidimensional del pensamiento, para oponerlo a la lógica de la razón instrumental. El estilo de la lógica de la edad clásica se puede atribuir a la propia filosofía clásica que intentaba aprehender la realidad siempre a través de la apertura, la complejización, la contemplación de lo que es y, al mismo tiempo, de lo que no es: las proposiciones que definen la realidad, afirman como verdadero algo que no es (inmediatamente) cierto, así, contradicen lo que es y niegan Reseña por Amalia Miano Octubre 2010 6 su verdad. (p. 160). En síntesis, se trataba de la tensión propia del pensamiento dialéctico. El pensamiento es llevado, por la situación de sus objetos, a medir su verdad en términos de otra lógica, otro universo del discurso. Y esta lógica proyecta otra forma de existencia: la realización de la verdad en las palabras y los hechos del hombre. P. 162. Capítulo 6: Del pensamiento negativo al positivo: la racionalidad tecnológica y la lógica de la dominación En la era de la razón tecnológica se realiza una distinción entre la dimensión de pensamiento universal, calculable, objetivo y la dimensión particular, incalculable y subjetiva; esta última entró en la ciencia sólo luego de pasar por una serie de reducciones. La lógica formal anticipa la reducción de cualidades secundarias a primarias en las que las primeras se convierten en las propiedades medibles y controlables de la física. Entonces, los elementos del pensamiento pueden ser organizados científicamente. La racionalidad tecnológica, la ontología y la tecnología, están ligadas por aquellos elementos del pensamiento que ajustan las reglas del pensamiento a las reglas del control y la dominación. P. 166. Esta lógica formal de pensamiento carece del elemento “negativo” y de contradicción propio de la lógica de la edad clásica. El autor percibe una continuidad en la historia que vincula a la razón pre tecnológica con la tecnológica, esto es la dominación del hombre por el hombre. Sin embargo, lo que ocurre en la sociedad industrial avanzada es que se reemplaza gradualmente la dependencia personal (la del esclavo con su dueño, la del siervo con el dueño de la hacienda, entre otras) por la dependencia al orden objetivo de las cosas (las leyes económicas, los mercados, etc.) p. 171. Este “orden objetivo de las cosas” es también resultado de la dominación, pero se trata de una dominación con un alto grado de racionalidad: Los límites de esta racionalidad y su siniestra fuerza, aparecen en la progresiva esclavitud del hombre por parte de un aparato productivo que perpetúa la lucha por la existencia y la extiende a una lucha internacional total que arruina las vidas de aquellos que construyen y usan este aparato. P. 171. Esta estructura racional produce un modelo de mentalidad que justifica y absuelve incluso los aspectos más nocivos del aparato productivo. Sobre la negación de la neutralidad de la tecnología en Marx: Un computador electrónico puede servir igualmente a una administración capitalista o socialista; un ciclotrón puede ser una herramienta igualmente eficaz para un partido de la paz como para uno de la guerra. Esta neutralidad es refutada por Marx en la polémica afirmación de que “el molino de brazo da la sociedad con el señor feudal: el molino de vapor, la sociedad con el capitalista industrial”. Y esta declaración es modificada más aún en la misma teoría marxiana: el modo social de producción y no la técnica es el factor histórico básico. Sin mebargo, cuando la técnica llega a ser la forma universal de la producción material, circunscribe toda una cultura, proyecta una totalidad histórica: un mundo. P. 181. En la sociedad industrial avanzada la dominación se ejerce y perpetúa no sólo por medio de la tecnología sino como tecnología. (…) En este universo, la tecnología también provee la gran racionalización para la falta de libertad del hombre y demuestra la imposibilidad técnica de ser autónomo, de determinar la propia vida. Porque esta falta de libertad no aparece ni como irracional ni como política, sino más bien como Reseña por Amalia Miano Octubre 2010 7 una sumisión al aparato técnico que aumenta las comodidades de la vida y aumenta la productividad del trabajo. La racionalidad tecnológica protege así, antes que niega, la legitimidad de la dominación y el horizonte instrumentalista de la razón se abre a una sociedad racionalmente totalitaria. P. 186. Capítulo 7: El triunfo del pensamiento positivo: la filosofía unidimensional El autor explicita (recién acá!) lo que entiende por positivismo: a) la ratificación del pensamiento cognoscitivo mediante la experiencia de los hechos b) la orientación del pensamiento cognoscitivo hacia las ciencias físicas como modelo de certidumbre y exactitud c) la fe en que el progreso en el conocimiento depende de esta orientación. p. 199 El positivismo se presenta como una lucha contra la metafísica, el trascendentalismo y el idealismo por considerarlos formas de pensamiento regresivas y oscurantistas. En el grado en que la realidad dada es científicamente comprendida y transformada, en el grado en el que la sociedad se hace industrial y tecnológica, el positivismo halla en la sociedad el medio para la realización (y la ratificación) de sus conceptos: la armonía entre la teoría y la práctica, la verdad y los hechos. P. 199. Esta tendencia hacia lo objetivo, lo fáctico, genera una impronta que constituye a la filosofía unidimensional, es decir, una filosofía que no se hace preguntas ni busca soluciones más allá de las que se encuentran a simple vista. De esta manera, la filosofía se compromete con el actual estado de cosas y desconfía de la posibilidad de una nueva experiencia. P. 205. Luego el autor realiza una crítica al lenguaje filosófico que reside en que este ultimo no genera acción y pone el siguiente ejemplo que lo reproduzco completo: En circunstancias normales, el lenguaje ordinario es en realidad procedente, es un instrumento práctico. Cuando alguien dice “mi escoba está en el rincón”, probablemente trata de que algún otro que ha preguntado por la escoba vaya a cogerla o la deje allí, vaya a estar satisfecho o enojado. En cualquier forma, la frase ha cumplido su función provocando una reacción de conducta, una forma de proceder (…). En contraste, si, en un texto o un razonamiento filosófico, la palabra “sustancia”, “idea”, “hombre”, “alienación” se convierte en sujeto de una proposición, no ocurre una transformación del significado en una reacción de conducta, ni se intenta que ocurra. Las palabras permanecen, como quien dice, sin realizarse; excepto en el pensamiento, donde pueden provocar otros pensamientos. P. 206. La filosofía se ha convertido en una disciplina fútil ya que contradice y genera movilización sólo en el plano del pensamiento. Frente a esto, la solución que plantea el autor es que la política ingrese a la filosofía, no como materia de análisis sino como el intento de sus conceptos por comprender la realidad sin mutilarla. P. 227. Capítulo 8: el compromiso histórico de la filosofía El compromiso histórico que tienen la filosofía con esta forma de comprender el mundo a través de una mutilación de la realidad y del pensamiento, tiene su forma acabada en la forma en que esta filosofía considera a los universales, o sea, el estatus que le da a estos universales, De esta manera, por ejemplo, la filosofía se propone analizar