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Orientación Universidad
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Resumen final de Histología, Apuntes de Histología

(Créditos en el archivo) Resumen final de la materia: Histología, Citología y Embriología 1° año, cátedra A - UNLP

Tipo: Apuntes

2019/2020

Subido el 16/06/2020

CeliG
CeliG 🇦🇷

4.6

(54)

56 documentos

Vista previa parcial del texto

¡Descarga Resumen final de Histología y más Apuntes en PDF de Histología solo en Docsity! Anabel González M. – Cátedra de Histología A - 2012 Histología, Embriología y Citología Citología CÉLULAS: La sustancia viva se denomina protoplasma. La célula es la mínima cantidad de protoplasma que posee existencia independiente. Todas las células se componen de una membrana celular que contiene al citoplasma (protoplasma que no forma al núcleo) y ADN. Teoría celular: Explica la constitución de la materia viva a base de células. Sus postulados son:  La célula es la unidad fisiológica y estructural de la vida. Las funciones vitales de los organismos ocurren dentro de las células, o en su entorno inmediato, controladas por sustancias que ellas secretan. Cada célula es un sistema abierto, que intercambia materia y energía con su medio. En una célula caben todas las funciones vitales.  Todos los seres vivos están formados por una o varias células y por sus productos de secreción.  Todas las células proceden de células preexistentes, por su división. Es la unidad de origen de todos los seres vivos.  Cada célula contiene toda la información hereditaria necesaria para el control de su propio ciclo y del desarrollo y el funcionamiento de un organismo de su especie, así como para la transmisión de esa información a la siguiente generación celular. Así que la célula también es la unidad genética. Eucariotas y procariotas: Son las dos posibles conformaciones básicas de la célula. La mayor diferencia entre ambas es que las procariotas (bacterias y arqueobacterias –similares a las bacterias pero con historia evolutiva y conformación bioquímica distintas-) tienen su ADN con forma circular, incluido en el citoplasma; mientras que las eucariotas lo tienen dentro de un núcleo delimitado por una envoltura nuclear, y con un contenido de protoplasma distinto al citoplasma (nucleoplasma). Por ende, las procariotas no tienen nucléolo. Con respecto a las organelas, las procariotas carecen de organelas de membrana; incluso las inclusiones de pigmentos o sustancias que se hallan en vesículas libres en eucariotas, se encuentran en repliegues continuos con la membrana. Los orgánulos que sí tienen son los ribosomas, de tamaño menor que en eucariotas. Además, se reproducen por fisión binaria en lugar de mitosis/meiosis, replican su ADN y traducen su ARNm en forma distinta (al no tener núcleo y poseer 1 solo ribosoma), no tienen citoesqueleto (aunque sí proteínas estructurales), poseen paredes de peptidoglucano (las células vegetales y fúngicas también poseen pared, pero de celulosa o quitina), no forman tejidos ni organismos pluricelulares, tienen metabolismos muy variados (a diferencia de las eucariotas que son casi exclusivamente aerobias) y sus flagelos están formados por una prot. llamada flagelina en lugar de microtúbulos. Tejido y población celular: Un tejido es un cúmulo de células de uno o varios tipos, ordenadas regularmente, con comportamiento fisiológico coordinado y un origen embrionario común, que a veces producen sustancias orgánicas e inorgánicas extracelulares que constituyen la matriz extracelular; estas células se unen entre sí o con la matriz. Una población celular es un conjunto de células del mismo o distinto tipo que se encuentran en un lugar y un momento particular. Por ejemplo: un epitelio que se renueva seguido, es un tejido compuesto por una población celular; un año más tarde el tejido va a ser el mismo, pero la población celular va a ser otra, ya que las células se descaman y son remplazadas por mitosis de otras células. Hay poblaciones celulares que no cambian ni se renuevan, como las neuronas. (Definición según Atlas y texto histológico Gartner; otras definiciones conceptúan a una población celular como un conjunto de células exclusivamente del mismo tipo en un lugar y momento particular). Componentes de la célula: Membrana (plasmalema) + citoplasma + núcleo (+ nucleoplasma) + organelas. Citoplasma: Se encuentra entre la membrana y el núcleo. Su componente principal es citosol, que tiene: una porción más gelatinosa en el centro, pegado al núcleo, que contiene a los centríolos (centrosoma), en la periferia de éste se vuelve más fluido (sol), y vuelve a tomar consistencia gelatinosa cerca de la membrana (ectoplasma). La fluidez del citosol es determinada por el citoesqueleto; a más filamentos, más gelatinoso se vuelve. La diferencia e/ citosol y citoplasma es que el citoplasma es todo lo que se encuentra e/ el núcleo y el plasmalema (incluyendo organelas), mientras que el citosol es sólo la parte soluble de ese citoplasma; no incluye orgánulos separados por membrana ni al citoesqueleto, aunque sí a macromoléculas, moléculas y iones solubles. Su composición es acuosa. Anabel González M. – Cátedra de Histología A - 2012 Plasmalema: Componente membranoso que delimita a la célula y divide sus compartimientos. Incluso con microscopía electrónica sólo puede observarse como una línea más clara e/ 2 líneas oscuras de 8 nm. de espesor en total. Modelos: El modelo de unidad de membrana, propuesto por Danielli y Davson, sostenía que el plasmalema está formado por una capa de fosfolípidos, hidrófoba, interpuesta entre dos capas de proteínas globulares, hidrófilas. El modelo actual es el de mosaico fluido, que sostiene que la membrana está formada en su unidad fundamental por una bicapa de moléculas anfipáticas (porción polar + porción no polar), fosfolípidos de membrana, y unidades especializadas de proteínas disueltas en la bicapa. El mosaico es fluido ya que la bicapa tiene características de un líquido, y sus moléculas están siempre en movimiento; su viscosidad varía de los dobles enlaces de sus colas lipídicas (a + dobles enlaces, +”torceduras” de las colas y menos empaquetamiento = mayor fluidez), la ctdad. de colesterol (moléc. “rígida”, más empaquetamiento = menor fluidez), y la temperatura (que puede cristalizar a los ác. grasos; el colesterol impide que esto pase a la temp. normal de cristalización al cambiar el empaquetamiento). Los movimientos de los fosfolípidos pueden ser: dentro de una misma capa (difusión lateral), muy rápidos y sencillos, o de una capa a la otra (flip-flop), mucho más lento y que debe ser llevado a cabo por enzimas traslocadoras, flipasas. Las flipasas permiten que la membrana sea asimétrica; la capa externa está compuesta casi completamente por fosfatidilcolina y esfingomielina, y la interna por fosfatidiletanolamina y fosfatidilserina, de carga negativa, y moléculas de fosfatidilinositol; las dos últimas intervienen en la señalización interior – exterior de la célula. Además, en la capa externa sobresalen oligosacáridos, que tienen funciones de señalamiento y reconocimiento y asociación a las moléc. hidrocarbonadas del glucocálix. Proteínas de membrana: Componen el 50% del plasmalema (pero mucho menos en n° de moléc.); pueden clasificarse de acuerdo a su función (de transporte, de anclaje, receptores o catalizadores) o a su ubicación: a las integrales de membrana, para separarlas es necesario romper el plasmalema, y son: transmembrana, anfipáticas con su porción hidrófoba embebida en la parte lipídica de la membrana, pueden ser de paso único o múltiple; o integrales no transmembrana, hidrófilas que se unen covalentemente a un oligosacárido (GPI, glucosil-fosfatidil-inositol) u otra proteína con un grupo –SH, o anfipáticas que tienen su parte hidrófoba en la membrana pero no la atraviesan. Las periféricas, hidrófilas, se unen por uniones no-covalentes a proteínas integrales o cabezas de los fosfolípidos, y se pueden separar por métodos menos corrosivos (cambio de pH, aumento de la [c] iónica). Con respecto a las funciones, las proteínas de transporte se dividen en prot. transportadoras que transportan activamente a iones (con aporte de ATP) y canales que permiten la difusión pasiva de agua y moléc. pequeñas; prot. receptoras que permiten el reconocimiento y la fijación de ligandos, prot. ligadoras que fijan el citoesqueleto a la matriz extracel., enzimas que catalizan reacciones, y prot. estructurales que, por ej., forman uniones intercelulares. Orgánulos: se dividen en membranosos y no membranosos. Los membranosos forman compartimentos intracelulares, y son (además del plasmalema): Retículo endoplasmático rugoso (REr) y liso (REl), aparato de Golgi, endosomas, lisosomas, vesículas de transporte, mitocondrias, y peroxisomas. Los no membranosos se hallan incluidos en el citoplasma, y son: microtúbulos, filamentos (micro e intermedios), centríolos, ribosomas e inclusiones. Diferenciación de membrana: En algunas células la membrana plasmática se ha especializado para cumplir distintas funciones; además de presentar cilios, flagelos u otras estructuras asociadas, la misma bicapa forma repliegues, que pueden ser basales (invaginaciones), laterales (interdigitaciones) o apicales (microvellosidades y esterocilios). Microvellosidades: prolongaciones membranosas digitiformes (forma de dedo), características de ciertas cél animales (por ejemplo, las cél. del epitelio intestinal), que presentan filamentos de actina anclados a la villina (en la punta de la microvellosidad) y que en la base forma una red, el velo terminal; con otras proteínas, dan forma y sostén. Las microvellosidades aumentan la superficie de intercambio de la célula con el exterior y su membrana contiene enzimas y sistemas de transporte implicados en la digestión. Estereocilios: No muy difundidos (en los humanos se encuentran en los órganos sensoriales del oído, el conducto deferente y el epidídimo). Tienen forma de microvellosidades, pero con 3 diferencias: son más grandes y largas, también poseen actina, pero ésta se une a la membrana de los estereocilios mediante una proteína, la erzina, y no tienen villina en su punta. Invaginaciones e interdigitaciones: Repliegue de la membrana intercalado con otra célula o la memb. basal, suele presentar uniones de anclaje intercelulares o cél-memb. basal, o uniones “gap” cél-cél. RE en general: Red laberíntica de sáculos y túbulos de membrana simple con un lumen común. Su membrana contribuye a formar otros orgánulos. Las prot. se importan al RE mediante una secuencia o péptido señal, que es dirigido a la membrana por una partícula de reconocimiento señal (SRP) y el receptor de SRP que transfiere el Anabel González M. – Cátedra de Histología A - 2012 como del ARNm. El inicio y el comienzo de la transcripción son marcados por el mismo ARNm, por codones de inicio (AUG) y de “STOP” (que no son reconocidos por ningún ARNt, y se unen a factores de liberación). Citoesqueleto: Las células eucariotas poseen un armazón proteico filamentoso desplegado por todo el citosol, denominado citoesqueleto. Está integrado por tres clases de filamentos (de actina, intermedios y microtúbulos) y un conjunto de proteínas asociadas, clasificadas como reguladoras, ligadoras y motoras. Reguladoras: Controlan en nacimiento, alargamiento, acortamiento y desaparición de los tres tipos de filamento. Ligadoras: Conectan a los filamentos entre sí y con otros componentes de la célula. Motoras: Sirven para trasladar macromoléculas y organoides de un punto a otro del citoplasma. También hacen que dos filamentos contiguos y paralelos entre sí se deslicen en direcciones opuestas, lo cual constituye la base de la motilidad, la contracción y los cambios de forma de la célula. Esta propiedad le confiere una función adicional al citoesqueleto: la de ser el “sistema muscular” de la célula, o citomusculatura. Los distintos filamentos están formados por protofilamentos, que a su vez están compuestos por pequeñas subunidades proteicas que se pueden ensamblar y desensamblar rápidamente, unidas entre sí por interacciones hidrófobas y enlaces no covalentes. En la polimerización hay una etapa inicial, la nucleación, que limita la velocidad del ensamblaje, por lo que es ayudada por proteínas de ensamblaje; una vez superada esta barrera la adición posterior es mucho más rápida. Los filamentos de actina y los microtúbulos tienen subunidades proteicas con un sito que se une a un ATP/ADP (actina) o GTP/GDP (en la subunidad β de la tubulina; la subunidad α no tiene). Cuando se adiciona una nueva unidad, un enlace P se hidroliza, lo que permite el almacenamiento de energía en el polímero. Esta hidrólisis es mucho más rápida si ocurre en el monómero trifosfato del polímero que si lo aporta una unidad libre. El monómero difosfato queda incluido en el polímero; el P se libera. Esto les confiere a los microtúbulos y microfilamentos una polaridad. En los microtúbulos, la tubulina α se encuentra expuesta en el extremo – y la β en el extremo +. En filamentos de actina, la ranura de unión a ATP forma el extremo -. El extremo + es el que crece o decrece con mayor rapidez. El alargamiento se produce cuando el ΔG para la adición de subunidades es menor a 0. Cambio rotatorio: sub.u. son reclutadas en su forma T en el extremo + y liberadas en su forma D en el –. Esto consume energía, pero le otorga flexibilidad temporal y espacial a los filamentos, y les permite despolimerizarse rápidamente. Filamentos intermedios: 10 nm de diámetro. Se llaman intermedios porque tienen un grosor menor que los microtúbulos y mayor que los de actina. Su composición química es diversa, dependiendo de dónde se ubique: Los filamentos intermedios dan estabilidad mecánica y elementos de unión. Núcleo- láminas A, B y C; Vimentina (células mesenquimáticas); Desmina en el músculo; Proteína glial en las células gliales; periferinas y queratinas en células epiteliales; y proteínas de neurofilamentos en neuronas. Se empaquetan y entrecruzan por proteínas asociadas como la filagrina y la plectina. Microtúbulos: tubos cilíndricos de un Ø cercano a 25 nm. Actúan como un andamio para determinar la forma de la célula y en una variedad de movimientos, tales como, el transporte intracelular de organelos y vesículas y la separación de las cromátidas en la mitosis. Sus unidades son la tubulina α y β, la cual posee el GTP o GDP asociado. Se pueden ver con el microscopio óptico. Microfilamentos: proporcionan un andamiaje que dota a la célula de una forma con posibilidad de remodelarse rápidamente en respuesta a su entorno o a señales del organismo, por ejemplo, aumentando la superficie celular para la absorción, dividiéndose en la citocinesis o dando soporte a la adhesión de las células para formar tejidos. Sobre este andamiaje se pueden anclar otras enzimas, orgánulos como el cilio, o dirigir la deformación de la membrana celular externa que permite la ingestión celular o la citocinesis. También puede producir movimiento, bien por ella misma o ayudada de motores moleculares. De ese modo contribuye a procesos como el transporte intracelular de vesículas y orgánulos y la contracción muscular, o la migración celular. Su molécula unidad es la actina, que está unida a un ATP/ADP. Se pueden entrecruzar e/ sí por proteínas accesorias como la fimbrina y la α-actinina (esta última permite la adhesión de las cabezas de miosina en el músculo), la espectrina en el córtex celular y la filamina en los lamelipodios. Regulación del citoesqueleto: Nucleación de los microtúbulos: se forma a partir del centro organizador de microtúbulos o centrosoma (este último sólo en animales), a partir de un anillo de tubulina υ; y crecen por su extremo +. En el centrosoma, hay centríolos que organizan la matriz. Nucleación de los microfilamentos: suelen nuclearse cerca de la membrana plasmática, en el córtex celular que le da forma y movimiento a la superficie de la célula. El complejo arp comienza la nucleación dejando el extremo + libre, o puede unirse a varios filamentos creando un árbol. Anabel González M. – Cátedra de Histología A - 2012 Hay proteínas que se unen a las subunidades solubles e impiden que se polimericen, como la timosina con la actina. Para reactivarlas existe otra proteína, la profilina, que compite con la timosina y que una vez que la unidad está integrada al filamento, se desprende del extremo +. Para la tubulina existe una proteína llamada estatmina que la secuestra. Además existen otras proteínas reguladoras que pueden estabilizar filamentos (como las tau y las map para los microtúbulos), evitando su desensamblaje, o que evitan la interacción del filamento con otras proteínas (como la tropomiosina para la actina), o que desestabilizan (como la cofilina para la actina) y favorecen la despolimerización (o generan catástrofes, como las catastrofinas para los microtúbulos), o que protegen al extremo de la actina, impidiendo que crezca o decrezca (capz para el +, tropomodulina para el -). También hay proteínas como la catanina que pueden fragmentar los microtúbulos (con aporte de atp) y las gelsolinas para la actina (no requieren atp). Muchas de estas proteínas pueden a su vez ser reguladas por fosforilaciones. Los filamentos del citoesqueleto también se pueden unir a membrana mediante proteína erm, y con otras células, matriz y lámina basal mediante contactos focales (matriz) y desmosomas. Motores moleculares: Hay prot. asociadas al citoesqueleto que le dan motricidad a la célula, interna y globalmente. Un ejemplo de ello es la miosina II, que forma con su cola un filamento del que salen cabezas, que por hidrólisis de ATP pueden desplazarse por un filamento de actina y generar la contracción de la célula. Clasificación de la miosina: - Asociadas a la actividad contráctil (tipo II) - Implicadas en la organización intracelular y la protrusión de la superficie celular (tipo I) - Intervienen en el transporte de orgánulos y vesículas por los filamentos de actina (tipo V) Otras proteínas motoras importantes son las quinesinas, que se desplazan a lo largo de microtúbulos. Parecida a la miosina II, la quinesina posee dos cadenas pesadas, dos ligeras, dos cabezas globulares que conforman el dominio motor y un fragmento que permite la dimerización. La mayoría se mueve hacia el extremo (+) de los microtúbulos. Tienen en su cola sitios de unión a organela u otro microtúbulo. Tienen roles durante mitosis y meiosis en la formación del huso y la separación de los cromosomas. Las dineínas, por otra parte, tienen tres cadenas pesadas con cadenas asociadas. Se desplazan hacia el extremo – de los microtúbulos. Las dineínas ciliares son proteínas motora especializadas en el movimiento deslizante de los microtúbulos en cilias y flagelos. Las proteínas motoras pueden regularse por fosforilaciones. Ciilias y flagelos: Son estructuras móviles formadas por microtúbulos y dineína. Difieren en su movimiento; los flagelos están presentes en espermatozoides y protozoos y tienen un movimiento ondulatorio que permite “nadar”, mientras que los cilios tiene un movimiento que permite nadar o desplazar material (como los cilios del aparato respiratorio). La parte central de ambas estructuras se denomina axonema, y está formada por nueve dobletes de microtúbulos (uno completo, A + uno fusionado, B, forman c/ doblete) más un par central completo rodeado por una vaina central (9+2). Extendiéndose desde los microtúbulos hay dineínas, que se unen a los vecinos mediante nexinas, y tienen un brazo int. y otro ext. Cuando tratan de desplazar un microtúbulo sobre el otro, se produce el movimiento. Los corpúsulos basales, con nueve tripletes de microtúbulos fusionados sin par central, anclan a cilios y flagelos a la superficie celular. Centríolos: Visibles con el microscopio óptico, son cilindros cortos formados por 9 tripletes; cada uno de ellos tiene 3 microtúbulos, donde el A es un anillo completo y el B y el C se fusionan a él y tienen forma de “C”. En el centro del centríolo hay una luz, que en la porción más distal (alejada del núcleo) tiene proteínas centrinas, fijadoras de Ca2+, y en la más proximal está revestida por γ-tubulina, que provee la plantilla p/ la organización de los microtúbulos. Otras proteínas que se encuentran en los centríolos son conectoras: e/ centríolos, formando filamentos (proxi. Y distal), e/ la parte distal y el plasmalema, y con la envoltura nuclear. Los centríolos se encuentran muy cerca del núcleo, en el centrosoma; éste tiene matriz amorfa más densa que el resto del citosol, con estructuras anulares que inician la formación de los microtúbulos. Las funciones de los centríolos son: - Formación de los cuerpos basales: un centríolo se replica y forma un procentríolo, que migra a la superf. de la célula. - Formación de husos mitóticos: establece el eje de los husos mediante la formación de microtúbulos astrales, que se disponen alrededor de él como puntas de una estrella; organiza los microtúbulos en la fase M. Complejos de unión celular: Ocluyentes, de anclaje o comunicantes. Ocluyentes: Pueden ser estrechas (en vertebrados) o septadas (en invertebrados). Las estrechas forman una barrera de impermeabilidad selectiva. Muy presentes en epitelio. Están formadas por proteínas transmembrana claudinas, ocludinas y ZO, unen a las membranas estrechamente. Las septadas tienen otras proteínas: las disc – large, más organizadas en filas. Anclaje: Puede ser célula-célula o célula-matriz / lámina basal Anabel González M. – Cátedra de Histología A - 2012 Uniones adherentes: Son célula - célula. Tienen un dominio transmembrana compuesto por cadherinas, que por medio de proteínas de anclaje como las cateninas se une a filamentos de actina paralelos a la membrana y contráctiles por miosina. Las cadherinas son glucoproteínas Ca2+ dependientes; si éste disminuye, no se adhieren entre sí. Desmosomas: Unen células entre sí. A ellos se pueden anclar filamentos intermedios, generalmente de queratina (o desmina en el músculo cardíaco). Está anclada por proteínas de anclaje en la membrana como la desmoplaquina, con cadherinas transmembrana que se unen con las de la célula vecina. Adhesiones focales: son célula-matriz. Las proteínas transmembrana integrinas se anclan intracelularmente por filamentos de actina y extracelularmente a un componente proteico de la matriz extracelular. Hemidesmosomas: Son célula-membrana basal. Posee integrinas que se unen a la laminina basal, y por proteínas de anclaje se unen a fil. Intermedios de queratina. Comunicantes: Las uniones tipo gap forman canales comunicantes que permiten el paso de pequeñas moléculas que necesitan transportarse rápidamente de una célula a otra. Están formadas por seis subunidades de proteínas transmembranas conexinas, que forman un canal o conexón. Éste alterna entre abierto y cerrado por regulación celular, o si hay un cambio brusco de pH o de concentración de Ca+2, o por señales extracelulares. Núcleo: compartimento limitado por membrana que contiene al genoma de los eucariontes. Envoltura nuclear: 2 membranas continuas entre sí y con el REr pero con composiciones proteicas distintas, unidas por complejos de poro nuclear, que delimitan el compartimento nuclear y contienen a la cromatina. La membrana interna está en contacto con la lámina nuclear, y la membrana externa con ribosomas asociados que producen proteínas para ser liberadas al espacio perinuclear (entre las dos membranas, se continua con la luz del RE) y filamentos intermedios de vimentina que forman una malla laxa. Hay un gran intercambio de material con el citosol, que es cuidadosamente regulado. Ambas membranas se unen en los poros, que las atraviesan. Complejos de poro: En los poros donde se unen ambas membranas delimitando un canal, ocho subunidades proteicas denominadas nucleoporinas forman un armazón central, e/ dos anillos proteicos; el citoplasmático envía fibrillas proteicas, y el nuclear fija 8 fibrillas que constituyen un “diafragma” y terminan en un anillo terminal. Estos complejos de poro permiten el paso de las moléculas más pequeñas; para importar proteínas, éstas deben estar marcadas con señales de localización nuclear, que pueden ser secuencias o regiones por lo general con carga positiva (contienen abundante lisina y arginina) y estar en cualquier parte de la cadena proteica. Los poros son relativamente grandes, por lo cual las proteínas y sub.u. ribosómicas pueden pasar sin desplegarse ni desarmarse. Para que esto ocurra existen proteínas hidrosolubles llamadas receptores de importación o de exportación al núcleo que se unen a las nucleoporinas en los sitios de repetición FG (fenilalanina-glicina) y a la proteína a importar o ARN a exportar en su región o secuencia señal, y luego se van trasladando mediante ciclos unión/disociación hasta liberar su carga; luego vuelven al citosol. Además existen proteínas adaptadoras que a veces median entre las receptoras y las nucleoporinas. Dado que el gradiente de ciertas proteínas es desparejo entre núcleo y citosol, una GTPasa denominada Ran aporta energía por hidrólisis de GTP a GDP y además regula la direccionalidad del traslado proteico; favorece la unión receptor cargado-nucleoporina y separa la unión receptor-carga cuando se une a GTP dentro del núcleo; luego es devuelta al citosol por Ran-GAP y Proteína de unión a Ran. La exportación es similar pero a la inversa. Algunas proteínas pueden entrar y salir, ya que poseen secuencias de im/exportación (proteínas lanzadera). Pueden ser inhibidas de pasar por los poros por otras proteínas reguladoras. Lámina nuclear: red de subunidades proteicas de filamentos intermedios que se despolimerizan con la desorganización nuclear durante la mitosis, debido a la fosforilación por quinasas. Cuando se reorganiza el núcleo lo hace a partir de membrana del RE, y vuelve a importar todas las proteínas nucleares no cromosómicas. Por eso no se corta la secuencia señal de proteínas importadas al núcleo, a diferencia de otras organelas. Constituye la armazón citoesquelética de la cromatina y los poros. ADN: Es una macromolécula lineal (en eucariotas) o circular (en procariotas) que acumula la información genética; sus porciones llamadas “exones” codifican proteínas. Se encuentra en el núcleo y matriz mitocondrial de eucariotas, o en el citoplasma de procariotas. Está formado por dos cadenas de polinucleótidos, con orientación antiparalela, un esqueleto de azúcares (desoxirribosas) orientado h/ afuera y bases que se aparean por puentes de hidrógeno; citosina- guanina y adenina-timina, por lo que ambas cadenas son complementarias. Se disponen formando una doble hélice dextrógira, con dos surcos en cuyos fondos quedan expuestas las bases. Se asocian a proteínas para formar cromatina. Anabel González M. – Cátedra de Histología A - 2012 nucléolo desaparece. En el centrómero aparece maquinaria proteica: el cinetocoro. En metafase aparecen los husos mitóticos, formados por microtúbulos y proteínas asociadas (dineínas y quinesinas), que se adhieren y alinean a los cromosomas en el ecuador de la célula. Los microtúbulos del huso emanan todos del centrosoma duplicado (1 en cada polo de la célula), y se dividen en 3 clases: -Los microtúbulos astrales contribuyen a separar los polos, orientan y posicionan el huso. -Los microtúbulos cinetocórico unen (a través de los cinetocoros) los cromosomas al huso. -Microtúbulos polares se interdigitan en el ecuador del huso. Son responsables de la forma bipolar del huso. En anafase la enzima separasa corta las cohesinas, separando las cromátides, que son luego arrastradas hacia los polos por el acortamiento de los microtúbulos cinetocóricos y proteínas motoras situadas en el cinetocoro. En telofase, la lámina nuclear se desfosforila y puede volver a formarse la envoltura nuclear; los nuecléolos reaparecen, y se empiezan a formar dos núcleos separados, además del anillo contráctil. Citocinesis: Salvo que una célula vaya por algún motivo a ser multinucleada, ocurre inmediatamente después de la mitosis, y culmina el ciclo celular. En animales, comienza como un fruncido, el surco de segmentación, con un anillo contráctil formado por el córtex, con actina, miosina II y proteínas asociadas como quinasas que estrangula a la célula. Vesículas intracelulares aportan más membrana para poder hacer la división. Ésta se produce en el lugar correcto marcado por los microtúbulos astrales. Para producir células hija asimétricas, el huso mitótico debe ser reubicado. Tras la división se elimina el anillo contráctil. En otros organismos como las levaduras, otras proteínas como las septinas intervienen en la división. Además de los cromosomas, las organelas también deben ser distribuidas a las células hijas. Organelas muy abundantes como las mitocondrias, que se dividen por fisión, no necesitan demasiados cuidados, pero el RE, que es continuo, debe fragmentarse para poder dividirse (lo mismo Golgi). En plantas, donde hay pared celular, la citocinesis se hace por construcción de la placa celular entre las dos hijas, dirigida por el fragmoplasto, con microtúbulos solapados. MEIOSIS: La reproducción sexual consiste en ciclos que alternan fases cortas de células haploides que se fusionan y dan origen a células diploides, que tienen fases muchísimo más largas y complejas. Esto proporciona la ventaja de la variabilidad genética ante un ambiente cambiante, sin excesivas mutaciones de generación a generación, que es posible en organismos simples pero no en organismos superiores. La meiosis da lugar a las células haploides de la fase corta. Una única fase de duplicación de ADN seguida de dos divisiones celulares produce cuatro células haploides a partir de una diploide. La variabilidad surge de la distribución aleatoria de los cromosomas maternos y paternos, pero también del entrecruzamiento. Dos cromosomas homólogos se unen por medio del quiasma e intercambian segmentos; incluso entre los cromosomas X e Y existe una pequeña región homóloga. El entrecruzamiento se realiza en la profase I: LEPTOTENE (Lepto=delgado): Los cromosomas, formados por dos cromátidas desde la interfase, inician su espiralización. Las cromátidas, difícilmente visibles como tales en esta fase, se encuentran ancladas por sus extremos a la membrana nuclear. ZIGOTENE (Zigo=junto): Los cromosomas homólogos se aparean en toda su longitud, punto por punto, gen a gen, mediante una serie de proteínas o nódulos de recombinación que forman el llamado complejo sinaptonémico. Así se forman los llamados divalentes o tétradas (cada tétrada es una pareja de cromosomas homólogos y contiene, por tanto, cuatro cromátidas). El nº de divalentes es = al nº haploide de cromosomas del organismo en cuestión. PAQUITENE (Paqui=grueso): Las cromátidas de los divalentes se acortan y engruesan. Además, se produce el llamado entrecruzamiento o sobrecruzamiento (crossing-over) entre cromátidas homólogas, en determinados puntos (nódulos de recombinación) donde existen los enzimas necesarios para el intercambio de fragmentos entre cromátidas “no hermanas”. Dicho intercambio se denomina recombinación génica. DIPLOTENE (Diplo=doble): Comienza la separación de los homólogos, pero aún se mantienen unidos por algunos puntos de entrecruzamiento, por lo que aparece unas estructuras a modo de “X” que se conocen como quiasmas (comprobación visual del fenómeno de sobrecruzamiento). DIACINESIS (Dia=separar, cinesis=movimiento): La membrana nuclear empieza a desaparecer. El nucléolo se va desintegrando. Comienza a formarse el huso. Los quiasmas (puntos de cruce) se van desplazando hacia los telómeros al aumentar la separación entre homólogos. Anabel González M. – Cátedra de Histología A - 2012 Los procesos que siguen a la profase I son muy parecidos a nivel molecular a la mitosis (incluso en meiosis I los cromosomas se separan por las separasas que afectan a las cohesinas), con una breve interfase y citocinesis en el medio. En anafase I los centrómeros no se dividen, y las cromátides permanecen juntas. En su lugar se separan los cromosomas homólogos. La anafase II es igual a la de la mitosis. La citocinesis es muy despareja en los ovocitos, donde uno recibe casi la totalidad del citoplasma, y el otro se convierte en ovocito polar. Genotipo y fenotipo: El genotipo es la información genética que posee un organismo en particular, en forma de ADN; tanto la que está expresada como la que no. El fenotipo es la expresión del genotipo en función del ambiente, e incluye no sólo a las características observables (conductuales y físicas) son también a características no visibles, como la presencia de una enzima. Algunos genes solo expresan un fenotipo bajo ciertas condiciones ambientales. Inversamente, algunos fenotipos pueden ser el resultado de varios genotipos, lo que se conoce como pleiotropismo. Anabel González M. – Cátedra de Histología A - 2012 Embriología Mecanismos biológicos del desarrollo embrionario: El desarrollo celular, tisular y embrionario resulta de la expresión genética; distintos genes se expresan en distintos momentos y órganos. Los órganos son creados por morfogénesis, y adquieren funcionalidad por citodiferenciación; en un principio las cél. son pluripotenciales, y luego se especializan. Procesos moleculares fundamentales: Moléculas pueden regular a la propia célula o a otras: Factores de transcripción: Proteínas que actúan dentro de una misma célula, ya que se unen a promotores (secuencias de bases que marcan el inicio de un gen) en el ADN; poseen 2 dominios, uno que interactúa con el promotor, y otro que interactúa con la ARNpol II (ARNm), por lo que regula cuánto se transcribe una proteína. Los tipos conocidos de factores de transcripción son: “hélice-vuelta-hélice”, sector no-helicoidal entre 2 hélices-α, una de las cuales se une al ADN; “dedos de cinc”, pliegues con forma de dedos unidos a 1 átomo de cinc; y “proteínas de homeodominio”, codificadas por el ADN en lo que se conoce como “homebox”, forman 3 hélices. Moléculas de señal: Abandonan las cél que las producen y van a una cél blanco, donde ejercen su función. Las moléc. de señal pueden comenzar una cascada regulatoria, al influenciar a una cél a que influencie otra, etc. Muchas de estas moléc. son factores de crecimiento, familia proteínica. Las familias más importantes son las del “factor de crecimiento transformante β” y “factor de crecimiento fibroblástico”. Además hay otra familia, las “hedgehog”, de la cual la “Sonic hedgehog” es muy importante en los centros de organización del embrión. Receptores: Son necesarios p/ que la cél. blanco reciba a la moléc. de señal. Pueden ser intracelulares (sobre todo p/ moléc. señal hidrófobas) o transmembrana con dominios citosólico y extracel. Las transmembranas pueden tener actividad quinasa o necesitar quinasa citosólica. Estas últimas cuando reciben al ligando necesitan de un segundo mensajero que active a las quinasas. Por reconocimiento del ligando se desencadena la respuesta celular. Diferenciación celular: Es el proceso mediante las células adquieren una especialización morfológica, bioquímica y funcional. En vertebrados, el destino de una cél. depende de las condiciones en las que se encuentre, ya que es influenciada por su entorno. Esto se denomina especificación condicional. A veces las modificaciones son reversibles o transitorias, y dependen de la influencia de factores de modulación. El reparto de los componentes del citoplasma es asimétrico en las divisiones del cigoto y embrión, por lo que algunas cél. poseen proteínas que otras no tienen, a pesar de tener el mismo genoma. Estas prot. generan una reacción en cadena. En mamíferos, esto ocurre a partir de la 3° división (8 cél.). Las sust. que generan la diferenciación se denominan morfógenos. La potencialidad evolutiva es la ctdad. de cél. distintas que puede originar un cél. En adultos aún hay algunas células pluripotenciales, lo que permite la reparación de los tejidos o la descamación. Los tejidos también pueden inducir a otros a que se diferencien, en lo que se denomina competencia. Hay un tejido inducido y uno inductor. Una inducción puede generar una cascada que termine en la diferenciación de varios tejidos. Proliferación celular: Es imprescindible para el crecimiento, pero está cuidadosamente regulada por proteínas que inhiben o permiten la continuación del ciclo celular. Este sistema de control está formado principalmente por las quinasas dependientes de ciclinas (CDK) que difieren para las distintas fases de la célula. Hay mecanismos intracelulares que detienen la proliferación basados en estas CDK; y también mecanismos extracel, que pueden ser enviadas de una cél. a la otra por las uniones gap. Apoptosis: A veces las cél. deben morir p/ el desarrollo correcto de un tejido u órgano; pero lo deben hacer en forma ordenada y no dañina para las otras cél. Se produce bajo control génico o por inducción. Está mediada por una cascada proteolítica intracelular, a cargo de las caspasas, que se encuentran en la célula normal como procaspasas hasta que se activan por medio de proteínas (procaspasas iniciadoras). Esto se induce por receptores de señales de muerte, presentes en la superf. celular, o por vías intracel, por ej. por liberación de citocromo-c por parte de las mitocondrias. Otras proteínas como las Bcl-2 y las IAP regulan esta vía intracelular, inhibiendo o estimulando al citocromo. Generalidades de las gametas: son células muy especializadas. El espermatozoide es muy pequeño, se compone de una cabeza y un flagelo. La cabeza tiene, de caudal a distal: un acrosoma, aparato de Golgi modificado y lleno de enzimas que se liberan en la reacción de zona; y un núcleo con carga haploide. El flagelo tiene, de prox. a dist: un centríolo (anclado a la membrana por 9 placas proteicas) que junto con el material genético es lo único que ingresa al ovocito; una pieza media con gran cantidad de mitocondrias p/ la producción de energía; la cola en sí, un simple flagelo recubierto de membrana; y la porción terminal, que se afina y forma el vértice de la cola. Anabel González M. – Cátedra de Histología A - 2012 divertículo en la pared del saco vitelino y el pedículo de fijación (región más caudal) llamado alantoides, que juega un papel en el sistema de algunos vertebrados inferiores pero no en los humanos. Formación de la notocorda: En el ectodermo, se forma un engrosamiento de células diferenciadas como neuroepitelio, llamado placa neural, que se extiende cranealmente con respecto al nódulo de Hensen. Alrededor de 16 días post-fecundación, una población de células del ectodermo comienza a diferenciarse como prenotocordales y a invaginarse en la región de la fosita primitiva y el nódulo de Hensen, para luego migrar por entre el endodermo y ectodermo hacia la región cefálica hasta que llegan a la placa precodal (pequeña agrupación celular mesodérmica, al lado de la membrana bucofaríngea, que influiría en la formación del cerebro anterior); así, de la región caudal a la cefálica, crean el proceso notocordal, primer esbozo del sistema nervioso, el cual adopta forma de tubo con una luz, prolongación de la fosita primitiva. A medida que evoluciona, su pared ventral se fusiona con el endodermo subyacente, y ambas capas se disgregan, exponiendo la luz y pared superior del tubo al saco vitelino (lo que a su vez genera que se comunique la cavidad amniótica con éste, por medio de la fosita primitiva, formando lo que se denomina el conducto neurentérico). El proceso neural ya no tiene forma de tubo, sino de lámina; y ya no está entre el ectodermo y el endodermo, sino que se encuentra solo y expuesto por debajo de la placa neural del ectodermo, a la cual le forma el "surco neural" por acanalamiento. Poco después, las células del proceso proliferan, se va desprendiendo del endodermo, transformándose en un cordón macizo llamado notocorda definitiva, y el endodermo vuelve a formarse por debajo de ella, separándola del saco vitelino. Este proceso se da en dirección cefálica-caudal, y una vez que llega a la línea primitiva, continúa a medida que ésta se retrae alrededor del 26º día. La notocorda juega un importante papel en la señalización e inducción de los futuros procesos de crecimiento del embrión. Ejes del cuerpo: El establecimiento de los ejes corporales se produce antes y durante la gastrulación, y está determinado por diversos genes. La línea primitiva, por ejemplo, es iniciada y mantenida por la expresión de Nodal (un factor de crecimiento); a partir de lo cual se comienza a orientar el embrión en el espacio. El nódulo de Hensen es el que actúa como organizador de gran parte de este proceso. La secreción de diversas sustancias genera que el mesodermo en su región cefálica se diferencie en una zona paraxial que dará origen a los somitos (los dos primeros surgen alrededor de los 20 días), a ambos lados del axis que representa la notocorda. Esta diferenciación en notocorda y mesodermo paraxial luego se irá expandiendo, también, hacia la zona media y caudal. Los lados (izq/der) son establecidos también por la secreción de Nodal por cél del nódulo y línea primitiva pero sólo del lado izquierdo, al igual que las proteínas (factores de crecimiento) Lefty. Crecimiento del disco embrionario: El disco embrionario, que era aplanado y casi redondo, en la tercera semana comienza a cambiar su forma, alargándose y ensanchándose en el extremo cefálico, gracias a la migración ininterrumpida de células desde la zona primitiva, que continúa hasta el fin de la cuarta semana, cuando la línea primitiva y el nódulo se retraen h/ la cola y finalmente desaparecen. Fin de la 3° sem/ 4° semana: La 4° sem. se caracteriza por el plegamiento del embrión, el período somítico, y la continuación de la Neurulación, que había comenzado a fines de la 3° semana. Segmentación del mesodermo: El mesodermo, que antes del 16º día es una simple hoja entre el ectodermo y el endodermo en comunicación con el mesodermo extraembrionario, sufre una serie de transformaciones que llevan a su segmentación. Para empezar, la formación del proceso notocordal y posteriormente la notocorda en la línea media determinan el segmento cordado del mesodermo; el cual termina con la placa precordal, también en la línea media. A ambos lados de la línea media, las células mesodérmicas proliferan y crean dos placas engrosadas llamadas mesodermo paraxial, el cual a su vez se va a organizar en segmentos llamados somitómeros, células dispuestas en espirales concéntricas que en la región cefálica coinciden con la segmentación de la placa neural, formando neurómeras que contribuyen al mesénquima cefálico; mientras que a partir de la región occipital generan somitas, las cuales aparecen cerca del 20º día en la zona cervical, y siguen formándose de a pares hacia la región caudal, hasta llegar a ser entre 42 y 44 pares. A ambos lados del mesodermo paraxial la hoja mesodérmica sigue siendo delgada, y se conoce como lámina lateral, la cual comienza a generar cavidades entre las células, que confluyen en una cavidad o celoma intraembrionario, que Anabel González M. – Cátedra de Histología A - 2012 a su vez se comunica con la cavidad coriónica o celoma extraembrionario. De esta forma, el mesodermo lateral queda dividido en dos hojas: una somática y otra esplácnica, de acuerdo a con qué mesodermo extraembrionario se continúen. Comunicando al mesodermo lateral y al paraxial se encuentra el mesodermo intermedio. Neurulación: Finalizando la tercera semana, los bordes de la placa neural se elevan, generando el surco neural. Estos pliegues se van acercando el uno al otro hasta que se fusionan, comenzando en la quinta somita (región cervical) y extendiéndose craneal y caudalmente, formando un tubo con una luz interna: el tubo neural, cuyo interior se comunica aún con la cavidad amniótica por medio de los neuroporos craneal y caudal. Éstos se cierran eventualmente, alrededor del 25º día (el craneal) o el 27º (el caudal). Mientras tanto, una población celular del borde lateral del neuroectodermo comienza a separarse de las demás, y a tornarse mesenquimática. Éste conjunto de células se denomina cresta neural, y tiene una gran importancia en el desarrollo de muchos tejidos. Una vez que el tubo neural está formado y cerrado, las células de la cresta neural migran en distintas direcciones, de acuerdo a su futura función y especialización. Derivados de las tres hojas germinales Las tres hojas que genera el epiblasto, serán el origen de todos los tejidos y órganos del cuerpo. Derivados del ectodermo: el ectodermo puede segmentarse en externo, y en neuroectodermo, el cual a su vez se divide en crestas neurales y tubo neural. Externo: da origen a la epidermis, cabello, uñas, glándulas cutáneas y mamarias, cristalino, oído interno, hipófisis anterior y al esmalte dental. Crestas neurales: dan origen a melanocitios (migración dorsal) tejido conjuntivo y huesos de la cara y cráneo (incluye meninges, dermis y odontoblastos), células gliales, sistema nervioso periférico, tabique troncoconal del corazón (migración ventral a través de las somitas). Tubo neural: da origen al sistema nervioso central y los nervios motores, la retina, el cuerpo pineal y la neurohipófisis. Derivados del mesodermo: el mesodermo se divide en notocorda y placa precordal en la línea media, y mesodermo paraxial, intermedio y lateral a ambos lados de ella. Notocorda: la notocorda sirve de señalizador, soporte y axis en estadios tempranos en los vertebrados. Placa precordal: se cree que la placa precordal podría influir en la formación del cerebro anterior. Mesodermo paraxial: al comienzo de la cuarta semana las células de las somitas cambian de posición. Las más próximas a la notocorda y el tubo neural (es decir, las más ventrales) se vuelven mesenquimáticas, y pasan a llamarse esclerotoma. Éstas formarán la columna vertebral y tendones, cartílago y hueso. Otro conjunto de células somíticas, esta vez de la porción dorsomedial, migran hacia el lado ventral para formar el miotoma, precursor de los músculos. La capa dorsal restante constituye el dermatoma, que pasa a formar la dermis y el tejido subcutáneo. Este proceso se da segmentado; cada somita tiene su propio esclerotoma, miotoma y dermatoma. Mesodermo intermedio: el mesodermo intermedio da origen al aparato urogenital incluyendo gónadas, glándulas accesorias y conductos. Mesodermo lateral: la hoja parietal o somática forma las membranas serosas pleural, pericárdica y peritonea; la hoja visceral o esplácnica forma membranas serosas alrededor de las vísceras. Sangre y vasos sanguíneos: los vasos y su contenido pueden formarse de dos maneras; por angiogénesis, "brotes" a partir de vasos preexistentes, o por vasculogénesis. Esta última también tiene origen en el mesodermo, específica- mente en el que rodea al saco vitelino primero y en el intraembrionario, en la hoja esplácnica, después (cuando ya se está formando el sistema cardiovascular), donde se forman "islotes" de hemangioblastos, precursores de todas las células sanguíneas y de los vasos. Su diferenciación como una u otra cosa depende de si son periféricos o no. Derivados del endodermo: el endodermo juega un importante papel en la formación del intestino primitivo cuando el embrión comienza a plegarse; así como también reviste al conducto vitelino que comunica al intestino primitivo medio con el saco y a la alantoides que en un estadio temprano forma la cloaca. A medida que el embrión evoluciona, pasa a formar el revestimiento epitelial del aparato respiratorio, vejiga y uretra, cavidad timpánica y trompa auditiva, y también forma al parénquima (tejido funcional) de la tiroides, paratiroides, el hígado y el páncreas. Plegamiento del embrión: Alrededor de la cuarta semana, el embrión experimenta una serie de plegamientos que lo transforman de un disco plano en un embrión cilíndrico. Uno de estos plegamientos es el céfalo-caudal, el cual se Anabel González M. – Cátedra de Histología A - 2012 produce por el desarrollo del tubo neural y el crecimiento de las vesículas cerebrales, a causa de lo cual el disco embrionario comienza a sobresalir de la cavidad amniótica y se enrolla en los extremos, creando el pliegue cefálico y el pliegue caudal. Como consecuencia del rápido crecimiento de las somitas, se produce otro plegamiento, esta vez lateral. Ambos plegamientos se generan de tal forma de que el endodermo (que entre otras cosas, constituía el techo del saco vitelino) quede incorporado al cuerpo del embrión; que éste vaya incluyéndose en su totalidad dentro de la cavidad amniótica; que el celoma intraembrionario se separe del extraembrionario o cavidad coriónica, la cual va disminuyendo hasta desaparecer; y que el ectodermo recubra totalmente al embrión, incluso en la pared ventral que ya no está formada por endodermo. El plegamiento causa una conexión mucho menor del embrión con sus anexos, a través de una pequeña porción de su parte ventral. El cordón umbilical está en desarrollo y se pueden apreciar sus partes; el pedículo embrionario, y el pedículo vitelino. A causa del plegamiento, el endodermo forma el ya mencionado intestino primitivo; el cual se divide en intestino anterior, medio y posterior (que está en la región de la cola). El intestino medio se comunica por medio del conducto vitelino con el saco, pero a medida que el embrión crece esta comunicación se vuelve cada vez más estrecha y larga. El intestino anterior, por otra parte, se comunica con la cavidad amniótica por medio de la membrana bucofaríngea, la cual se rompe durante la cuarta semana. Lo mismo sucede durante la 7º con la membrana cloacal, que comunica al intestino posterior con la cavidad amniótica. En el ser humano el saco vitelino tiene carácter vestigial y es probable que desempeñe una función nutricia sólo en las primeras semanas de desarrollo; en el segundo mes, se ubica en la cavidad coriónica. Desarrollo del trofoblasto y circulación del embrión: Las vellosidades primarias que estaban presentes al comienzo de la tercera semana, formadas por una prolongación del sincitiotrofoblasto con un núcleo de citotrofoblasto, adquieren ahora una tercera capa, más interna y formada por mesodermo extraembrionario, (vellosidades secundarias) que al final de la tercera semana comienzan a diferenciarse en células sanguíneas y pequeños vasos sanguíneos (vellosidades terciarias o placentarias), formando el sistema capilar velloso que establecerá contacto con los capilares del resto del mesodermo y el sistema circulatorio intraembrionario, preparándose así para cuando el corazón comience a latir en la 4ª semana. Por otra parte, el núcleo de citotrofoblasto de cada vellosidad se introduce a través del sincitio hasta llegar al endometrio, donde se pone en contacto con otras de estas prolongaciones y forma la envoltura citotrofoblástica externa, que va rodeando al trofoblasto para unirse con la placa decidual materna (parte del endometrio donde se formará la placenta). Hay dos tipos de vellosidades que se forman a partir de las placentarias: las troncales o de fijación, que van de placa (coriónica) a placa (decidual) para anclar al embrión y sus anexos , y las libres o terminales, a través de las cuales se produce el intercambio de nutrientes. El corion adquiere un gran desarrollo en la zona del pedículo, en lo que se denomina corion frondoso; el resto comienza a retraerse. Más adelante en la 4° sem. se vuelve liso y pasa a denominarse corion calvo. Además alrededor de la 4° semana se empieza a formar el cordón umbilical, con su vena umbilical que lleva sangre oxigenada y sus art. que traen sangre desoxi. El asa cardíaca, corazón en formación, ya late, y recibe sangre por dos prolongaciones sinusales (izq/der) que juntan a las venas vitelina (onfalomesentérica), umbilical y cardinal común. Con respecto a las arterias, al final de la 4° sem. ya se han formado los arcos aórticos I, II, III y IV, desde ambas aortas dorsales; y la aorta dorsal da directamente a las dos art. umbilicales, que van a la placenta. La circulación en esta etapa es distinta a la fetal, ya que el esbozo hepático no está listo, las art. y venas pulmonares apenas están siendo formadas, el asa cardíaca no está correctamente tabicada, y el hígado y el conducto arterioso aún están desarrollándose. 2° mes: Quinta semana: El embrión, que mide unos 8mm. de largo, comienza a formar los esbozos de los primeros órganos; los huesos y tejidos de la cara y cráneo, que ha crecido mucho con respecto al resto del cuerpo, se encuentran en proceso de formación a partir de los arcos branquiales; la eminencia cardiohepática también se ha formado, y empiezan a verse los esbozos de ojos y oídos. Los esbozos de los futuros miembros ya son más notables, los superiores estando más desarrollados que los inf, y comienzan a aplanar su porción distal p/ formar manos/pies. La cola todavía es prominente, el cordón umbilical ya se ha formado por la unión de los pedículos embrionario y vitelino, y los genitales aún no se han diferenciado de acuerdo al sexo del individuo. Anabel González M. – Cátedra de Histología A - 2012 virus como el del sarampión y la poliomielitis, y ciertas hormonas orgánicas como la tiroxina o sintéticas, que pueden causar serios problemas. DESARROLLO DE LOS DISTINTOS SISTEMAS Aparato locomotor: Esqueleto: Se desarrolla a partir del: mesodermo paraxial, del mesénquima del esclerotoma de los somitas, que forma osteoblastos; de la hoja pleural del mesodermo lateral (p/ las cinturas y los miembros), y de algunas cél. de la cresta neural (p/ algunos huesos de la cara y cráneo). Por lo general, el mesénquima que forma los huesos forma primero cartílago hialino, que se osifica; pero a veces hay osificación intramembranosa del mesénquima de la dermis. Cráneo: Se divide en neurocráneo (cráneo) y viscerocráneo (cara). El neurocráneo está formado por huesos planos de la calota + huesos de la base. Los huesos planos se forman por mesénquima de las crestas neurales y el mesodermo paraxial, que revisten al cerebro y sufren una osificación membranosa, no cartilaginosa, que se irradia de espículas óseas. Aumentan de volumen por la formación de nuevas capas externas y absorción de las internas por osteoclastos. En un recién nacido los huesos del cráneo están unidos e/ sí por suturas de t.c., ya que al nacer el cráneo se comprime y se superponen los huesos. Estas suturas se terminan de osificar en el adulto. Los huesos de la base se forman por cartílago primero; los que están por delante de la notocorda derivan de la creta neural, y los que están por detrás del mesodermo paraxial (condrocráneo precordal y cordal). Luego se fusionan y osifican. EL viscerocráneo se origina de los cartílagos de los 2 primeros arcos faríngeos. El 1° da el proceso maxilar, que forma los huesos maxilar, cigomático y parte del temporal, y mandibular, que da un cartílago (de Merckel) alrededor del cual el mesénquima sufre osificación membranosa; el cartílago después desaparece, y queda la mandíbula. El 2° arco + el 1° forman los huesecillos del oído, que son los primeros en osificarse (4° mes); y la cresta neural forma el resto de los huesos de la cara. Miembros: Los esbozos de los miembros aparecen a fin de la 4° semana como un núcleo de mesénquima de la hoja somática del mesodermo lateral (huesos y t.c.) rodeados por ectodermo, que en el borde distal forma la cresta apical ectodérmica, e influye en el mesénquima de la extremidad distal p/ que todavía no se diferencia y siga creciendo. A las 6 semanas se forman las placas de las manos y pies, aplanadas; y 2 constricciones (muñeca/codo tobillo/rodilla). Muerte celular en 4 puntos de la cresta apical divide cada placa en 5 dedos. A la 6° semana ya hay moldes de cartílago hialino, con condensaciones que forman las articulaciones; y a la 12° semana ya hay centros de osificación endocondral en ambos extremos de las diáfisis (huesos largos). Al nacimiento éstas están completamente osificadas. A la 7° semana los miembros sup. rotan 90° lateralmente y los inf. 90° medialmente. La única otra diferencia e/ ambos pares de miembros es que los superiores van adelantados en su desarrollo con respecto a los inferiores. Vértebras: Las vértebras se forman a partir del esclerotoma de las somitas, que a la 4° semana migran alrededor de la médula y la notocorda, las rodean por completo, y sufren un proceso de resegmentación, en la cual c/ somita de ½ de cada vértebra (supra e infrayacente) con el disco intervertebral en el medio. La notocorda va degenerando, salvo a nivel de los discos, donde contribuye a la formación del núcleo pulposo. Caja torácica: Las costillas se forma a partir de prolongaciones de las vértebras torácicas. El esternón se desarrolla por el mesodermo somático de la pared corporal ventral. Músculo esquelético: Surge de los miotomas de las somitas, que se forma por dos labios: ventrolateral y dorsomedial. Las cél. se diferencian en mioblastos, se fusionan e/ sí y forman fibras musc, que pronto empiezan a presentar miofibrillas, y al fin del 3° mes, estrías. Los tendones son formados por cél. del esclerotoma cercanas al miotoma, en los extremos de c/ futuro músc. Los patrones de formación del músc son controlados por el t.c. a donde migran. Al final de la 5° sem. las cél. musc. se agrupan en uno porción dorsal (epímero) formado por el labio dorsomedial, que va a dar los músc. episomíticos, y una ventral (hipómero) que da los hiposomíticos. Los nervios dan 1 ramo 1° a c/u. Los musc. de la cabeza se van formando dirigidos por el t.c. de la cresta neural. Los de los miembros migran a los esbozos. Una vez allí, los nervios se ponen en contacto íntimo con el mesénquima, lo que es imprescindible p/ su diferenciación. Sist. tegumentario: Piel: La epidermis de la piel proviene del ectodermo superficial, que al principio del 2° mes se divide en 2 capas; la más externa es de cél. planas y se denomina periderma. La capa basal por otra parte sigue proliferando hasta que al fin del 4° mes hay 4 capas: la basal es la germinativa; la espinosa es de cél. poliédricas grandes; la granulosa tiene gránulos de queratohialina; y la córnea está compuesta por cél. planas, muertas, llenas de queratina. Durante los primeros 3 meses, llegan de la cresta neural células que van a formar los melanocitos. Anabel González M. – Cátedra de Histología A - 2012 A la 7° semana aparecen las cél. inmunes de Langerhans, que migran desde la médula ósea. La dermis deriva de la hoja somática del mesodermo lateral y del dermatoma de las somitas; sus cél. migran bajo la epidermis y forman el corion, que al 3° y 4° mes empieza a proyectar papilas dérmicas a la epidermis. La capa más profunda, el subcorion, contiene abundante tejido adiposo. Al nacer la piel está cubierta por una sust. blanquecina, la vérnix caseosa, constituida por la secreción de las glánd. sebáceas y las cél. descamadas y que protege a la piel y la aísla del líquido amniótico. Pelo: Las glánd se forman por proliferaciones epidérmicas que se invaginan en la dermis y forman las papilas pilosas. Poco después las cél. del centro se tornan fusiformes, se queratinizan y forman el tallo del pelo; mientras que las cél. periféricas le forman la vaina. El mismo mesénquima de la dermis forma el músc. erector del pelo, liso. Los primeros pelos forman lo que se denomina lanugo y se desprenden al acercarse el nacimiento p/ ser remplazados por pelos más gruesos. En la porción superior de las glánd. pilosas se forman las glánd sebáceas. Glándulas mamarias: Se forman por un engrosamiento de la epidermis, la cresta mamaria, desde la base del miembro sup. a la región sup. del miembro inf. Ésta luego desaparece, salvo por un pequeño segmento torácico, que luego se introduce en el mesénquima subyacente, donde forma e/ 16 y 24 brotes. Al final de la vida intrauterina se forman los conductos galactóforos, que desembocan en una depresión que después del nacimiento constituye el pezón. Desarrollo de las cavidades corporales: Cavidad intraembrionaria: Las dos cavidades que quedan e/ las hojas somática y esplácnica (parietal/visceral) del mesodermo lateral con el plegamiento del embrión pierden la comunicación con el celoma extraembrionario y terminan juntándose, estrangulando al saco vitelino y luego rodeando al intestino primitivo. Entre el pedículo del saco vitelino y la futura cavidad torácica queda una lámina gruesa de tejido mesodérmico que se denomina septum transversum, que no separa completamente a la cavidad torácica de la abdominal sino que deja a c/ lado del intestino ant amplios espacios que se denominan canales pericardioperitoneales. El septum se encuentra inicialmente frente a los somitas 3, 4 y 5 cervicales y origina sus componentes nerviosos, como los nervios frénicos, que luego se dirigen a los pliegues pleuropericárdicos (razón por la que se adosan al pericardio). De allí en más el septum va bajando por un crecimiento más rápido dorsal que ventral del embrión, y a la 6° semana ya se encuentra en el tórax. Los n. frénicos van bajando con él. Membranas serosas: Son membranas de t.c. cubiertas por mesotelios. Se forman por las dos láminas del mesodermo lateral; la parietal sufre una diferenciación y forma la hoja serosa parietal, y del mismo modo la visceral forma la hoja serosa visceral; ambas cubren a las cavidades pericárdica, pleural y peritoneal, y a los órganos abdominales, corazón y pulmones. En algunos puntos se reúnen, formando puntos de refracción, fascias de coalescencia o mesos. El mesenterio dorsal se forma por un engrosamiento del mesodermo en toda la extensión del tubo digestivo; y el ventral por el adelgazamiento del mesodermo del septum transversum, y llega desde el intestino ant. h/ el futuro duodeno. Diafragma y cavidad torácica: Cuando comienza el crecimiento de los esbozos pulmonares se expanden dentro de los canales pericardio-peritoneales tan rápido que los sobrepasan y se expanden dentro del mesénquima de las paredes. Durante su expansión aparecen dos pliegues pleuropericárdicos, que luego se prolongan y forman las membranas pleuropericárdicas, que contienen a las venas cardinales comunes y a los nervios frénicos. Con el descenso del corazón las venas cardinales van a la línea media y las membranas se extienden como mesenterio, se fusionan y separan la cavidad pericárdica de las pleurales; en el adulto forman el pericardio fibroso. En este estadio, las cavidades pleurales aún se comunican con la abdominal; pero pronto aparecen 2 pliegues semilunares llamados pleuroperitoneales, en el extremo caudal de los pleuropericárdicos, que se extienden y a la 7° semana se fusionan con el mesenterio esofágico y el septum transversum para separar definitivamente a las 2 cavidades. Las pleurales se siguen expandiendo, formando un reborde anular en el futuro diafragma, que pronto es invadido por mioblastos que migran desde la pared y forman la porción muscular. Por ende,el diafragma está compuesto por: el septum transversum (forma el centro tendinoso), las membranas pleutoperitoneales, el mesenterio del esófago (también da a los pilares del diafragma) y mioblastos de la pared. Desarrollo del sistema cardiovascular: Campo cardiogénico: Primer esbozo del sist. cardiovascular, aparece a mitad de la 3° semana por cél. cardíacas progenitoras del epiblasto que migran a través de la línea primitiva; cuanto más craneales en el futuro corazón antes se invaginan. Llegan a la hoja esplácnica del mesodermo lateral, rostrales a la membrana bucofaríngea y los pliegues neurales, y son inducidas por el endodermo faríngeo a formar mioblastos cardíacos. Los islotes celulares se unen y forman un tubo revestido de endotelio y con miocardioblastos periféricos con Anabel González M. – Cátedra de Histología A - 2012 forma de herradura: el campo cardiogénico. Alrededor, por vasculogénesis en el mismo mesodermo esplácnico, se van formando las aortas dorsales. Al principio hay 2 campos, uno en c/ mesodermo lateral. Tubo cardíaco: Con el crecimiento del sist. nervioso la memb. bucofaríngea es llevada h/ delante, y el campo cardiogénico h/ la zona torácica. Con el plegamiento lateral del embrión los dos tubos endoteliales se fusionan en dirección craneocaudal, y las cél. miocárdicas lo rodean por completo. El tubo cardíaco único ya está formado a las 3 semanas (22 días), recibe sangre por su polo caudal y la bombea h/ el 1° arco aórtico (craneal). El plegamiento del embrión también genera la formación de la cavidad intraembrionaria, por lo que el tubo cardíaco se encuentra dentro de ella, primero adosado a la pared dorsal por un pliegue de tejido mesodérmico, el mesocardio dorsal. Luego éste desaparece, dejando el seno transverso, y el corazón queda suspendido por los vasos es sus polos. Durante esta etapa, el miocardio secreta e/ él y el endocardio una capa de matriz extracel. rica en ác. hialurónico; y en el septum transversum se forman cél. del proepicardio, que migran desde la cercanía del seno venoso y forman el casi todo el epicardio; el resto es formado por cél. mesoteliales cercanas al tracto de salida. Asa cardíaca: Alrededor del día 23 el tubo, que sigue creciendo, comienza a plegarse: la porción cefálica, h/ ventral, caudal y a la derecha; y la caudal, h/ dorsal, craneal y la derecha. Este plegamiento se completa al día 28 y da origen al asa cardíaca. Ésta ya presenta segmentos diferenciados: una porción auricular, que al principio es par y se encuentra por fuera de la cavidad pericárdica, forma la aurícula común, y se comunica h/ abajo con el seno venoso; un canal aurículoventricular, porción estrechada que la comunica con el ventrículo primitivo; luego de dicho ventrículo viene el bulbo (separado de él por el surco bulboventricular y el agujero interventricular 1°) que formará la porción trabeculada del ventrículo derecho y en su porción cefálica presenta el cono arterial, que forma los tractos de salida ventriculares y aún más arriba el troco arterioso, que origina las raíces y la porción proximal de las art. aorta y pulmonar. Cuando el asa ya está formada sus paredes empiezan a formar trabéculas primitivas en las zonas más proximales y distales al agujero interventricular 1°. El ventrículo primitivo, ya trabeculado, pasa a llamarse ventrículo izquierdo primitivo, y la porción trabeculada del bulbo ventrículo derecho primitivo. La porción troncoconal del bulbo (al principio desplazada a la derecha) se vuelve más medial, debido a la formación de dos dilataciones transversales a c/ lado de la aurícula que sobresalen h/ el bulbo. Regulación molecular: por señales del endodermo y del mesodermo lateral (BMP 2 y 4), y bloqueo de proteínas del tubo neural que inhiben el desarrollo cardíaco; + genes que inducen la lateralidad nodal y lefty2. Seno venoso: El seno venoso es una estructura en el polo distal de la aurícula que recibe por dos prolongaciones sinusales (izq/der) sangre de 3 venas a c/ lado: la vitelina (onfalomesentérica), la umbilical, y la cardinal común. Esta estructura va cambiando y generando que el seno se vaya desplazando a la derecha; a la 5° semana, se obliteran la v. umbilical derecha y la vitelina izq. A la 10° semana se oblitera la v. cardinal común izq, y sólo queda de la prolongación sinusal izq. venas del corazón: el seno coronario y la vena de Marshall. La prolongación derecha por otra parte se va incorporando a la pared de la aurícula derecha, donde su desemboca- dura (orificio sinoauricular) es flanqueada por dos pliegues valvulares (izq/der), que se reúnen en su comisura cefálica p/ formar el septum spurium; la válvula der. queda incorporada a la pared, salvo en su parte inf. donde forma la válvula de la v. cava inf, y la válvula del seno coronario. La válvula izq. y el septum spurium se fusionan con el tabique interauricular. La prolongación derecha y sus válvulas van a formar la parte lisa de la aurícula derecha, y se separan de su porción trabeculada por la cresta terminal. Tabiques cardíacos: Los principales se forman e/ el día 27 y el 37; su formación puede deberse: a dos almohadillas endocárdicas en paredes opuestas que crecen h/ fusionarse o una sola que crece h/ alcanzar la pared opuesta, o una banda de tejido que no crece, mientras las cavidades a su alrededor se expanden; y la estrecha cavidad que deja es luego tapada por crecimiento del tejido circundante. Las almohadillas endocárdicas se encuentran en la región aurículoventricular y troncoconal, y contribuyen a formar varios tabiques y válvulas. Aurícula común: Al final de la 4° semana aparece una cresta en el techo de la aurícula común: el septum primum, cuyos extremos se dirigen por el canal aurículoventricular h/ las almohadillas endocárdicas. El orificio que deja en su porción inferior se denomina ostium primum, que es luego cerrado por las prolongaciones de las almohadillas sup. e inf., pero antes de su cierre aparece otro foramen, el ostium secundum, por muerte celular en la porción superior del septum primum. Un segundo pliegue semilunar empieza a crecer paralelo y a la derecha del septum primum; es el septum secundum, que no es completo, sino que deja un gran foramen oval, un poco por debajo del ostium secundum. La porción superior del septum primum desaparece gradualmente y el resto pasa a formar la válvula del foramen oval. Con el aumento de la presión dentro de la aurícula izq. por el inicio de la circulación pulmonar postnatal la válvula oblitera al foramen oval y pasan a formar la fosa oval y su limbo, y ambas aurículas ya no se comunican. Anabel González M. – Cátedra de Histología A - 2012 intestino ant. y el esbozo es tapada por los rebordes traqueoesofágicos, que se fusionan y forman un tabique; pero los esbozos se siguen comunicando al exterior por el orificio laríngeo. Laringe: El mesénquima de los cartílagos y músculos laríngeos proviene del 4° y 6° arco faríngeo; prolifera rápidamente y forma los cartílagos cricoides, tiroides y aritenoides. El epitelio laríngeo también prolifera tan rápidamente que oblitera temporariamente su luz; luego se produce una vacuolización y recanalización, pero permanecen dos pliegues que delimitan el ventrículo laríngeo, y que son los pliegues vestibulares y los vocales. El mesénquima de los arcos faríngeos también forma los músculos, que van a estar inervados por los n. laríngeos superior y recurrente. Tráquea, bronquios y pulmones: El esbozo pulmonar va formando 2 evaginaciones laterales, que al comienzo de la 5° semana se agrandan y forman los bronquios fuente izq. y der. Cada uno se va dividiendo en sus bronquios lobares correspondientes. A medida que van creciendo los esbozos se introducen en los canales pericardioperitoneales, y más adelante son separados de las otras cavidades por los pliegues pleuroperitoneales y pleuropericárdicos. El mesodermo que reviste los pulmones afuera y la cavidad torácica primitiva por dentro va formando las pleuras visceral y parietal. Mientras tanto los bronquios 2° se van dividiendo por dicotomía y formando los segmentarios; 10 en el derecho y 8 en el izquierdo. Al 6° mes se habrán dividido unas 17 veces, pero post-nacimiento se producen 6 divisiones más. A medida que el árbol bronquial se va dividiendo por la interacción mesodermo/endodermo también baja en dirección caudal. Maduración pulmonar: Al 7° mes ya existen bronquíolos, que también se dividen en conductos más minúsculos h/ formar bronquíolos respiratorios, cuyas cél. se vuelven más planas y delgadas (cél. epiteliales alveolares tipo I), se disponen alrededor de cavidades que forman los alvéolos primitivos y a su alrededor se relacionan con capilares linfáticos y sanguíneos. Al final del 7° mes ya se podría producir el intercambio gaseoso; pero los alvéolos siguen aumentando incluso varios años después del nacimiento. Las cél. alveolares tipo II ya existen al 6° mes. Antes del nacimiento los pulmones están llenos de líquido con cloro y moco de sus glándulas. Además los mov. respiratorios que comienzan antes del nacimiento generan que el feto aspire líquido amniótico; este mov. estimula el desarrollo de los pulmones y músc. respiratorios. Al nacer el líquido que ocupa los pulmones es reabsorbido por los capilares, y el resto expulsado por la tráquea; el surfactante ya se halla recubriendo el epitelio, lo que permite que los alvéolos no colapsen. Aparato digestivo: Todo el tubo digestivo se forma a partir del intestino primitivo, una inclusión del saco vitelino que es estrangulada a causa del plegamiento del embrión, y queda dentro de la cavidad intraembrionaria. El resto de los elementos revestidos de endodermo, el saco vitelino y la alantoides, permanecen fuera de esta cavidad. Al intestino primitivo, con forma de tubo ciego, se lo puede dividir en anterior (cefálico, en relación con el intestino faríngeo y llega hasta el esbozo hepático), posterior (caudal, forma desde el 1/3 izq. del colon transverso hasta la membrana caudal) y medio (que se extiende e/ los otros dos y se comunica por un tiempo con el saco vitelino por el pedículo de éste). En los tres intestinos (el faríngeo pertenece al desarrollo de cabeza y cuello) hay un revestimiento interno de endodermo que forma el revestimiento epitelial de todo el tubo y el parénquima de sus glándulas; el estroma de ellas, los componentes musc, de t.c. y el revestimiento peritoneal provienen del mesodermo esplácnico. Regulación molecular: Distintos factores de transcripción en distintas partes del tubo; interacción epitelio- mesenquimatosa que comienza por expresión del Sonic hedgehog y regula los cambios en el mesodermo. Mesenterios: El intestino en un comienzo se halla en contacto con el mesénquima de la pared post, pero a la 5° semana esta conexión se estrecha y forma el mesenterio dorsal, que se extiende desde el extremo inf. del esófago a la región cloacal. De acuerdo a la región forma: el mesogastrio dorsal (futuro epiplón mayor), el mesoduodeno dorsal y el mescolon dorsal. El mesenterio ventral, por otra parte, sólo existe en la región terminal del esófago, estómago y porción sup. del duodeno, y deriva del septum transversum, que cuando es invadido por los cordones hepáticos forma el epiplón menor, que va del estómago al hígado, y el lig. falciforme, que va del hígado a la pared ventral. Entre las dos inserciones del peritoneo que forma el lig. falciforme se encuentra la vena umbilical, que es cubierta por éste. Intestino anterior: Esófago: Cuando alrededor de la 4° semana aparece el esbozo pulmonar que es luego separado del tubo por el tabique traqueoesofágico se forma el esófago, que es primero corto pero luego se alarga con el descenso del corazón y los pulmones. Su capa muscular es estriada en los 2/3 superiores e inerv. por el vago; su tercio inf. es liso e inerv. por el plexo esplácnico. Estómago: Es una dilatación fusiforme (con forma de huso, alargado y con extremos afinados) del tubo, que sufre varias rotaciones: primero, rota 90° en un eje longitudinal de modo que la cara izq. queda adelante y la derecha atrás; además, la pared post. (ahora izquierda) crece más rápido que la otra, y genera las curvaturas mayor y menor. Luego hay una segunda rotación en un plano coronal que genera que la extremidad inf. suba h/ la der. y la sup. baje h/ la izq. Anabel González M. – Cátedra de Histología A - 2012 Estas rotaciones no sólo afectan al estómago en sí sino también a sus mesogastrios; el anterior es traccionado a la derecha, forma el epiplón menor, por detrás de él la transcavidad de los epiplones, y en su borde libre el lig. hepatoduodenal que contiene a la tríada portal; e/ las 2 hojas del dorsal aparece el primordio del bazo, se alarga por la rotación, la porción que se encuentra a la derecha del bazo se fusiona con el peritoneo gástrico, y a la izq. forma el lig. gastroesplénico; el resto del mesogastrio dorsal forma un amplio delantal que cubre al resto de la cavidad antes de volver h/ arriba: el epiplón mayor. Duodeno: Se forma por la parte distal del intestino ant. y proximal del medio. Con la rotación del estómago, el duodeno forma un asa en “C” y gira a la derecha. El crecimiento de la cabeza del páncreas también lo desplaza un poco a la derecha. Ambos quedan adosados a la pared dorsal, y el mesoduodeno se fusiona con el peritoneo parietal y desaparece por completo menos en el píloro. Durante el 2° mes la luz duodenal es obliterada por la proliferación celular, pero pronto se canaliza. Su origen en 2 intestinos le da doble irrigación (sist. mesentérica sup y tronco celíaco). Hígado y vesícula biliar: El primordio hepático aparece a la 4° semana como una evaginación del epitelio endodérmico del extremo distal del intestino ant. El esbozo hepático consiste en cordones celulares que se introducen en el mesodermo del septum transversum y forman el parénquima del hígado; las células hematopoyéticas, conectivas y de Kupffer (macrófagos hepáticos) derivan del mismo septum. Estos cordones se entremezclan con las venas vitelinas y umbilicales p/ formar los sinusoides hepáticos. Durante su desarrollo, la comunicación e/ el hígado y el duodeno disminuye h/ formar sólo el conducto colédoco; una evaginación de éste genera la vesícula biliar con su conducto. Una vez que los cordones celulares han invadido casi todo el mesodermo del septum transversum, la lámina mesodérmica que queda de éste adosada a la pared ventral se estrecha y forma los ligamentos falciforme y epiplón menor. El mesodermo que recubre al hígado forma su peritoneo, salvo en el área desnuda del hígado donde forma el centro tendinoso del diafragma. A la 10° semana el hígado representa el 10% del peso del feto, y tienen una función hematopoyética muy importante. En los últimos dos meses esto disminuye y el peso baja al 5% del peso del feto. El hígado comienza su secreción exócrina (bilis) alrededor de la 12° semana. La regulación del crecimiento hepático está dada por factores de crecimiento fibroblásticos que bloquean a inhibidores secretados por la notocorda, mesodermo no cardíaco y ectodermo. Páncreas: Se forma por dos esbozos, dorsal y ventral, en el revestimiento endodérmico del duodeno. El dorsal se encuentra en el mesenterio dorsal. El ventral se encuentra cerca del colédoco, y se desplaza dorsalmente con la rotación del duodeno, p/ terminar fusionándose con el otro. El esbozo ventral forma la apófisis unciforme del páncreas y el dorsal el resto. En cuanto a los conductos pancreáticos, el ventral y la porción proximal del dorsal forman el principal, mientras que la porción distal del dorsal forma uno más pequeño accesorio (de Santorini). El principal se introduce al duodeno junto al colédoco en la papila; el accesorio se une al principal en un extremo y lleva el otro a desembocar en el duodeno (en la papila duodenal menor), unos cm. por encima de la papila duodenal mayor. Los islotes de Langerhans se forman alrededor del 3° mes y comienzan a secretar insulina al 5° mes. De este mismo tejido del esbozo endodérmico se forman las cél. que secretan glucagón y somatostatina; el t.c. deriva del mesodermo. El páncreas se desarrolla por el bloqueo de inhibidores secretados por la notocorda y ectodermo. Intestino medio: Forma al tubo desde la porción del duodeno distal a la desembocadura del conducto colédoco h/ los 2/3 proximales del colon transverso. Es irrigado por la arteria mesentérica superior. Se caracteriza por un crecimiento muy rápido que forma el asa intestinal primitiva, aún comunicada con el pedículo del saco vitelino; y que se alarga tan rápido que excede la cavidad abdominal e invade el celoma extraembrionario del cordón umbilical a la 6° semana, formando la hernia umbilical fisiológica). A medida que el asa se alarga también va rotando en forma antihoraria (vista ventral), con la a. mesentérica superior como eje, hasta hacer 270°. Esto genera el enrollamiento de las asas delgadas, mientras que la porción del asa que va a formar al colon ascendente/transverso no rota y se ensancha. A la 10° semana finalmente vuelven las asas delgadas herniadas, por aumento de la cavidad, regresión del riñón mesonéfrico y disminución del volumen del hígado. Van volviendo de izquierda a derecha. El último en volver es el esbozo del ciego, que se ubica primero debajo del hígado y baja luego a la fosa ilíaca derecha y forma el colon ascendente y flexura hepática. Además genera un pequeño divertículo, el apéndice. El mesenterio del asa intestinal primitiva forma en las asas delgadas una amplia sábana enrollada alrededor de la art. mesentérica sup, con una inserción parietal que va del duodeno a la unión ileocecal. En la flexura hepática y colon ascendente se adosa a la pared y los fija, pero en el ciego deja un espacio retrocecal. En el colon transverso se fusiona con la pares post. del epiplón mayor, y mantiene su movimiento. Intestino posterior: Da origen al 1/3 distal del colon transverso + el sigmoideo, flexura esplénica, sigmoideo, recto y parte superior del canal anal, que se continúa con la región posterior de la cloaca. Ésta es una cavidad que forma un Anabel González M. – Cátedra de Histología A - 2012 ensanchamiento en la porción más distal del intestino posterior con la implantación de la vesícula alantoidea (que luego se va a comunicar con el seno urogenital) en su porción ventral; está tapizada de endodermo y revestida en su límite ventral por ectodermo superficial, con la membrana cloacal interpuesta entre ambos. El tabique urrorectal, lámina mesodérmica que se forma por la fusión del mesodermo que cubre al saco vitelino con el que cubre a la alantoides, separa una región anterior de una posterior. A la 7° semana la membrana cloacal se rompe y aparece la abertura anal y un orificio urogenital ventral. Entre ambos el extremo del tabique urorrectal forma el cuerpo perineal, mientras que la proliferación del ectodermo cierra la región más caudal del conducto anal, que más adelante se recanaliza y forma la porción distal del conducto anal. La unión de las dos porciones del conducto anal es la línea pectínea, que marca donde terminó el endodermo y comenzó el ectodermo. A partir de esta línea el epitelio cilíndrico se transforma además en plano estratificado. Sistema urogenital: Los dos provienen de una cresta mesodérmica común en el mesodermo intermedio de la pared posterior de la cavidad abdominal, y desembocan en un principio en una misma cavidad, la cloaca. Aparato urinario: Sistemas renales: Se forman 3, ligeramente superpuestos, que son el pro, meso, y metanefros. El primero es rudimentario y no funciona; el segundo funciona un breve tiempo al comienzo del período fetal, y el tercero forma el riñón definitivo. Pronefros: Aparece al comienzo de la 4° semana como 7/10 grupos celulares en la región cervical que forman unidades excretoras vestigiales (nefrotomas), que sufren una regresión y desaparecen completamente al final de la 4° semana. Mesonefros: Derivan del mesodermo intermedio de los segmentos torácicos superiores a los lumbares superiores; comienzan a surgir durante la regresión del pronefros, en forma de túbulos que se alargan en forma de S y adquieren un ovillo capilar (glomérulo) en su extremo medial, alrededor de los cuales forman la cápsula de Bowman (glomérulo cápsula = corpúsculo renal). El otro extremo desemboca en un conducto longitudinal, el conducto mesonéfrico. Al 2° mes el mesonefros forma un relieve ovoide a cada lado de la línea media, que con la gónada en desarrollo que se sitúa medialmente forman la cresta urogenital. Pronto el mesonefros también comienza a degenerarse, de cefálico a caudal. En la mujer desaparece por completo, pero en el varón algunos túbulos y el conducto cumplen funciones. Metanefros: Es el que forma el riñón definitivo. Sus túbulos colectores se desarrollan a partir del brote ureteral, evaginación del conducto mesonéfrico cercano a su desembocadura en la cloaca. Este brote se introduce en el mesodermo metanéfrico, que le forma una capucha sobre el extremo distal, y se dilata para formar la pelvis renal primitiva, que se divide en porciones craneal y distal, futuros cálices mayores. Cada cáliz a su vez forma dos nuevos brotes al introducirse en el tejido metanéfrico, que a su vez se siguen subdividiendo hasta constituir 12 o más generaciones de túbulos. Los túbulos de 2° orden al final del 5° mes crecen e incorporan a los de 3° y 4° orden y forman los cálices menores. Los de 5 ≤ generación se alargan, convergen en los cálices menores y forman las pirámides renales. Por ende, el brote ureteral forma el uréter, la pelvis renal, los cálices mayores y menores y de 1 a 3 millones de túbulos colectores. En cuanto al sistema excretor, éste es formado por el capuchón de tejido metanéfrico que rodea al extremo de cada túbulo colector, el cual lo induce a diferenciarse y formar vesículas renales, que originan túbulos más pequeños con forma de “S”. Los capilares crecen en uno de sus extremos y forman el glomérulo; los túbulos con sus glomérulos forman las nefronas. El extremo proximal de cada nefrona está formado por la cápsula de Bowman, en cuya profundidad se encuentra el glomérulo; el extremo distal se comunica con un túbulo colector. El alargamiento del túbulo excretor es el que forma el túbulo contorneado proximal, el asa de Henle y el contorneado distal. Las nefronas se forman hasta el nacimiento. La producción de orina comienza alrededor de la 12° semana, después de la diferenciación de los capilares glomerulares (a la 10° semana), pero no excreta productos de desecho; el líquido que forma es volcado a la cavidad amniótica. Al nacimiento los riñones tienen aspecto lobulado, pero luego no. Posición del riñón: Primero se sitúan en la cavidad pélvica pero luego se desplazan en dirección craneal, proceso causado por la disminución de la curvatura corporal y el crecimiento renal. En su ascenso es irrigado por vasos de la aorta que se van formando y degenerando a alturas cada vez mayores. Vejiga: La cloaca se divide e/ la 4° y la 7° sem. en una porción ventral urogenital y dorsal rectal por el tabique urorrectal. En el seno urogenital se distinguen 3 porciones; la superior es más voluminosa y forma la vejiga urinaria. Con la obliteración de la cavidad alantoidea (que en un principio se comunica con el seno) el vértice de la vejiga queda unido al ombligo por el uraco (lig. umbilical medio), un grueso cordón fibroso. Luego tenemos otra porción que es la porción pélvica del seno urogenital, que da en el varón las porciones membranosa y prostática de la uretra. Finalmente tenemos la porción fálica del seno, muy distinta en el varón y en la mujer. Anabel González M. – Cátedra de Histología A - 2012 laríngeos y el t.c. de la región), cél. de la cresta neural (que migran desde del neuroectodermo del cerebro anterior, medio y posterior a la región facial de los arcos faríngeos donde forman hueso, cartílago, dentina, tendones, dermis, piamadre y aracnoides, neuronas sensitivas y estroma glandular) y por último regiones engrosadas del ectodermo que forman placodas ectodérmicas, y que dan origen a las neuronas y ganglios sensitivos craneales V, VII, IX y X. La región branquial se caracteriza por la formación de los arcos faríngeos. Éstos aparecen e/ la 4° y 5° semana y están formados por barras de tejido mesenquimatoso separadas por hendiduras branquiales, y evaginaciones en las paredes del intestino faríngeo llamadas bolsas faríngeas que se introducen en el mesénquima circundante. El desarrollo de la cara y cuello a partir de los arcos es inducido por interacciones epitelio-mesenquimatosas. Desarrollo de la faringe: Forma la porción más cefálica del tubo digestivo, comienza a desarrollarse a la 4° semana. Se abre cranealmente al estomodeo; su límite caudal es el esbozo traqueo-pulmonar ventralmente y el esófago dorsalmente. En sus paredes laterales y suelo presenta las bolsas faríngeas, y prof. los arcos y surcos faríngeos. Arcos faríngeos: Cada arco se compone de un núcleo central mesenquimatoso del mesodermo paraxial y lateral + cél. de la cresta neural, cubierto por ectodermo superficial externamente y epitelio endodérmico internamente. Cada arco va a formar sus propios grupos musc, inervados por sus propios nervios e irrigados por sus propios grupos arteriales. Primer arco faríngeo: Está formado por una porción dorsal, el proceso maxilar, y una ventral, el proceso mandibular, que contiene el cartílago de Meckel. Durante el desarrollo éste desaparece excepto por 2 pequeñas porciones que forman al yunque y martillo. El proceso maxilar da origen a los huesos premaxilar (porción del maxilar adyacente al canino), maxilar superior y malar, y por osificación membranosa a una porción del temporal. El proceso mandibular forma la mandíbula por osificación membranosa del mesénquima que rodea al cartílago de Merckel, y de éste forma los huesecillos yunque y martillo. En cuanto a la musculatura, el 1° arco forma los músc. de la masticación, el vientre ant. del digástrico, el milohioideo, el tensor del martillo y el tensor del velo del paladar, todos inervados por el mandibular, rama del trigémino. Además el 1° arco forma dermis de la cara. La piel de su región también será inervada por ramos del trigémino. Segundo arco: Su cartílago da origen al estribo, apóf. estiloides del temporal, lig. estilohioideo, asta menor y porción sup. del cuerpo del hioides. Su musculatura forma el músc. del estribo, el vientre post. del digástrico y los músc. de la mímica (incluyendo a los auriculares), todos músc. inervados por el n. facial. Tercer arco: Da origen al resto del hioides y a los músc. estilofaríngeos. Su nervio correspondiente es el glosofaríngeo. Cuarto y sexto arco: Sus componentes cartilaginosos se fusionan y forman los cartílagos laríngeos (menos la epiglotis). Los componentes musc. del 4° arco son los músc. cricotiroideo, elevador del velo del paladar y constrictores de la faringe, inervados por su nervio correspondiente, el laríngeo superior del vago. El sexto arco da el resto de los músc. intrínsecos de la laringe y su nervio correspondiente es el laríngeo recurrente del vago. Bolsas faríngeas: Son cinco pares de la cual la última es atípica y se la considera parte de la cuarta. Su revestimiento endodérmico da origen a numerosos órganos importantes. Primera bolsa: Forma un divertículo, el receso tubotimpánico, que se contacta con el epitelio de la 1° hendidura faríngea (futuro conducto auditivo externo). Este divertículo constituye la caja del tímpano con su membrana timpánica y la trompa de Eustaquio. Segunda bolsa: Su revestimiento epitelial prolifera, se introduce en el mesénquima subyacente y forma con él el primordio de la amígdala palatina, que e/ el 3° y el 5° mes es infiltrada por tejido linfático. Tercera bolsa: En su extremo distal presenta prolongaciones dorsal y ventral. A la 5° semana, la dorsal se diferencia en la glánd. paratiroides inferior, la ventral forma el timo, ambas pierden su conexión con la pared faríngea y migran. Cuarta bolsa: También tiene prolongaciones, de las cuales la dorsal forma la paratiroides superior y migra. Quinta bolsa: Se suele considerar parte de la cuarta; da origen al cuerpo ultimobranquial, que luego queda incluido en la glánd. tiroides. Las cél. de este cuerpo forman las cél. “C” de la tiroides. Hendiduras faríngeas: 4, separan los arcos; pero sólo la 1° es de importancia, ya que es la que forma el conducto auditivo ext. y con su revestimiento epitelial ayuda a formar el tímpano. El resto de las hendiduras forman e/ sí una cavidad que se denomina seno cervical y que pronto desaparece por completo. Lengua: Aparece a las 4 semanas como dos protuberancias linguales laterales y un tubérculo impar en el 1° arco; con una 2° protuberancia impar, la cópula, formada por el 2°, 3° y parte del 4° arco. Pronto se forma una tercera eminencia impar en el 4 ° arco que formará la epiglotis, y por detrás de ésta se encuentra el orificio laríngeo. Las protuberancias linguales laterales exceden a la impar y se juntan formando el cuerpo de la lengua. La raíz es formada por la cópula. La sensibilidad la da el trigémino (por el mandibular) en el cuerpo, el glosofaríngeo y laríngeo sup. la raíz, y los músc. (formados por mioblastos de somitas occipitales) por el hipogloso. Anabel González M. – Cátedra de Histología A - 2012 La inervación sensorial está dada por el n. cuerda del tímpano del facial en el cuerpo y el glosofaríngeo en la raíz. Tiroides: Surge como una proliferación epitelial en el piso de la faringe, e/ el tubérculo impar y la cópula (en el futuro foramen ciego). Luego baja por la pared faríngea ant. aún comunicada con la lengua por el conducto tirogloso que después desaparece. Pasa delante del hioides y la laringe p/ llegar a la posición final delante de la tráquea a la 7° semana, y ya presenta los lóbulos y el istmo. Comienza a funcionar alrededor del 3° mes, cuando ya presenta folículos con coloide. Las cél. “C” derivan del cuerpo ultimobranquial del 5° arco faríngeo. Cara: Aparece al fin de la 4° sem. como procesos faciales formados por el 1° par de arcos faríngeos con mesénquima derivado de la cresta neural alrededor del estomodeo (invaginación del ectodermo situada en el intestino anterior que dará origen a la boca, constituyendo la cavidad bucal primitiva del embrión somítico y que comprende la cavidad bucal como tal y la cavidad nasal, pues en ese período entre ambas no existe ninguna separación); se observan los procesos maxilar y mandibular, la prominencia frontonasal, formada por proliferación del mesénquima ventral a las vesículas cerebrales, y a ambos lados de ésta dos engrosamientos del ectodermo superficial que forman las placodas nasales. Durante la 5° sem. las placodas se invaginan y forman las fositas olfatorias, con un reborde de tejido que constituye las prominencias nasales mediales y laterales. Durante la 6° y la 7° semana los procesos maxilares continúan creciendo y comprimen medialmente a las prominencias nasales mediales y terminan fusionándose con ellos, formando el labio superior. El labio inf. se forma por el proceso mandibular. E/ los procesos maxilares y las prominencias nasales laterales queda un surco nasolagrimal de ectodermo que forma un cordón macizo que luego se desprende del resto, se canaliza y forma el conducto nasolagrimal. Una vez que éste se desprende los procesos nasal lateral y maxilar se unen, los maxilares forman las mejillas y los maxilares sup, y los nasales lat. forman las aletas de la nariz. El puente de ésta es formado por la prominencia frontonasal, y las nasales mediales forman la cresta y punta. En un plano profundo en la línea media se forma el segmento intermaxilar, compuesto por el surco subnasal del labio superior, el maxilar superior con los 4 incisivos, y un componente palatino primario; hacia arriba el segmento se continúa con el tabique nasal, que se forma por la prominencia frontonasal. EL componente palatino secundario es constituido por dos evaginaciones de los procesos maxilares, las crestas palatinas, que aparecen a la 6° semana y a la 7° se unen e/ sí, con el paladar 1° (a la altura del foramen palatino anterior) y con el tabique nasal (con el que terminan de dividir cavidad bucal de las fosas nasales) y forman el paladar secundario. Por último, las fosas nasales antes de la formación del paladar habían empezado a formarse a la 6° semana por la profundización de las fositas nasales, que se separan de la cavidad por la membrana buconasal que luego es remplazada por el paladar 1° y 2°; y generan los senos paranasales como divertículos en las paredes laterales de las fosas que luego invaden a los huesos maxilar, etmoides, frontal y esfenoides. Dientes: Se originan a partir de interacciones e/ el epitelio bucal y el mesénquima subyacente que deriva de cél. de la cresta neural. A la 6° semana el epitelio genera una estructura en forma de “C” en el maxilar y la mandíbula: la lámina dental, que origina los esbozos dentales (componentes ectodérmicos de los dientes) que se invaginan y forman una caperuza formada por dos epitelios dentales, int/ext, un núcleo formado por el retículo estrellado (t.c. laxo) y una papila dental formado por mesénquima de la cresta neural. La papila forma odontoblastos que producen la dentina, y la pulpa. Las cél. epiteliales forman ameloblastos productoras de esmalte, y una vez que éste está espeso retroceden al retículo estrellado dejando una membrana (cutícula) en la superficie del esmalte. La raíz del diente se produce por la penetración de las capas epiteliales en el mesénquima subyacente, formando la vaina radicular epitelial; luego se deposita dentina, en cuyo contacto cél. mesenquimatosas se vuelven cementoblastos que producen cemento; por fuera de éste el mesénquima forma el ligamento periodóntico. Los dientes permanentes se forman al el 3° mes en la cara lingual de los temporarios. Desarrollo del sistema nervioso central: Se origina con la aparición de la placa neural al comienzo de la 3° semana. Ésta se encuentra por delante del nódulo primitivo en la región dorsal media, y sus bordes pronto se elevan y forman los pliegues neurales. Los pliegues se elevan y fusionan e/ sí desde la región cervical h/ los polos cefálico y caudal, y forman el tubo neural, cuyos extremos permanecen abiertos como neuroporos hasta que se cierran: el craneal en un estadio de 20 somitas al día 25, y el caudal dos días después. En el extremo cefálico del tubo neural se forman tres vesículas encefálicas primarias; anterior (prosencéfalo), medio (mesencéfalo), y posterior (rombencéfalo). Al mismo tiempo se forman dos flexuras: una cervical en la unión del cerebro post. y el tubo neural cervical, y una flexura cefálica en la región del mesencéfalo. Anabel González M. – Cátedra de Histología A - 2012 A las 5 semanas el prosencéfalo se divide en telencéfalo, con una porción media y dos evaginaciones laterales que constituyen los hemisferios cerebrales primitivos, y el diencéfalo, donde aparecen como evaginación las vesículas ópticas. El mesencéfalo comienza a separarse del rombencéfalo por un surco profundo: el istmo del rombencéfalo. El rombencéfalo a su vez también se divide en dos: el metencéfalo, que formará la protuberancia y el cerebelo y el mielencéfalo que formará el bulbo raquídeo. Entre ambas se encuentra una 3° flexura: protuberancial (basocraneal). La luz del tubo neural forma el conducto ependimario en la médula, el 4° ventrículo en el rombencéfalo, el acueducto de Silvio en el mesencéfalo, el 3° ventrículo en el diencéfalo y los ventrículos laterales en los hemisferios primitivos. Médula espinal: Las paredes del tubo neural a poco de cerrarse están formadas por cél. neuroepiteliales, que forman un grueso epitelio pseudoestratificado. Una vez que se cierra el tubo se dividen rápidamente y producen cada vez más células neuroepiteliales p/ formar el neuroepitelio, y comienzan a originar otro tipo cel. con un gran núcleo esférico: los neuroblastos, cél. nerviosas primitivas, que se disponen en una “capa del manto” que rodea al neuroepitelio. La capa del manto formará la sust. gris; la capa más externa, la marginal, contiene a las fibras de la capa del manto y por su mielinización se torna sust. blanca. Por adición de neuroblastos a la capa del manto se forman dos engrosamientos a cada lado: los ventrales forman dos placas basales con los somas motores de las futuras astas ventrales, y los dorsales forman dos placas alares con los somas de las neuronas sensitivas de las astas dorsales. Ambas zonas son divididas por un surco limitante longitudinal. Entre ambas placas ventral y dorsal surgen dos astas laterales más pequeñas que contienen los centros espinales simpáticos (en la porción torácica y lumbar) y parasimpáticos (en la región sacra). Diferenciación histológica de las neuronas: Los neuroblastos sólo se pueden originar por diferenciación de las cél. neuroepiteliales. Primero presentan una prolongación central, la dendrita transitoria, que se extiende h/ la luz; pero cuando migran a la capa del manto ésta desaparece y las cél. se vuelven apolares. Más adelante generan dos prolongaciones citoplasmáticas en los lados celulares opuestos y forman neuroblastos bipolares; una de estas prolongaciones se alarga y forma el axón, y la otra se arboriza y forma las dendritas. Una vez que llega a este estado multipolar, el neuroblasto pierde la capacidad de dividirse, se convierte en neurona adulta, y envía su axón a través de la capa marginal para emerger de la médula por las raíces anteriores o para subir por la sust. blanca (las dorsales). Células de la glía: Se originan a partir del neuroepitelio cuando cesa la producción de neuroblastos. La mayor parte origina glioblastos, que migran a la capa del manto (donde se diferencian en astrocitos protoplasmáticos y astrocitos fibrosos) y la marginal. Otro grupo de cél. sostén que deriva de los glioblastos son las cél. de la oligodendroglia, que se encuentra principalmente en la capa marginal y forma las vainas de mielina que rodean a los axones. En la 2° mitad del desarrollo aparece un tercer tipo celular: las cél de la microglia, que derivan del mesénquima y poseen alta capacidad fagocítica. Cuando las cél. neuroepiteliales dejan de producir cél. de la glía se diferencian en ependimocitos que recubren el conducto ependimario de la médula. Cél. de la cresta neural: A cada lado de los pliegues neurales se forma la cresta neural, con cél. de origen ectodérmico que migran lateralmente y dan origen a los ganglios sensitivos de los nervios raquídeos y otros tipos celulares. Las neuronas de los ganglios presentan dos prolongaciones, de las cuales una penetra la médula formando la raíz dorsal y la otra va a los órganos receptores sensitivos. Además de formar las neuronas ganglionares, las cél. de las crestas neurales forman cél. de Schwann, cél pigmentarias, odontoblastos, meninges y mesénquima de los arcos faríngeos. Nervios raquídeos: Se forman por la unión de las fibras que emergen por las raíces anteriores motoras con las prolongaciones distales de las neuronas de los ganglios espinales, y se dividen en ramos primarios dorsales y ventrales. Mielinización: En los nervios periféricos está a cargo de las cél. de Schwann, que se originan en la cresta neural, emergen a la periferia de los axones y enrollan su membrana alrededor de ellos, mielinizándolos, a partir del 4° mes. Las vainas de mielina de la médula espinal están formadas por las cél. de la oligodendroglia, provenientes del neuroepitelio, que también comienzan la mielinización al cuarto mes y continúan la mielinización h/ el 1° año de vida. Cambios de posición de la médula espinal: Al 3° mes la médula está ocupando toda la longitud del embrión; pero más adelante la columna y duramadre se alarga más rápidamente que el tubo neural, por lo que la médula termina en el neonato a la altura de L3 y en el adulto en L2. Regulación molecular: Por factores de crecimiento secretados por el ectodermo que recubre al tubo neural, y Sonic hedgehog secretado por la notocorda en la región ventral. Rombencéfalo: Mielencéfalo: Sus neuronas y cél. gliales se originan en forma similar a las medulares, pero a diferencia de la sust. gris de ésta las placas alares y basales se disgregan formando núcleos; las basales forman tres columnas, los eferentes somáticos, los eferentes viscerales especiales, y los eferentes viscerales generales, de medial a lateral; y las Anabel González M. – Cátedra de Histología A - 2012 Oído medio: La cavidad timpánica y trompa de Eustaquio derivan de la 1° bolsa faríngea, que se pone en contacto con el suelo de la 1° hendidura faríngea, de la cual su porción distal forma el conducto tubotimpánico que se ensancha y forma la cavidad timpánica, mientras que su extremo proximal se alarga y forma la trompa de Eustaquio. Los huesecillos provienen de los cartílagos: del 1° arco faríngeo, el yunque y martillo; y del 2°, el estribo. Se forman en la primera ½ del desarrollo, pero permanecen incluidos en el mesénquima h/ el 8° mes, cuando el tejido circundante se disgrega, libera a los huesecillos y la cavidad timpánica se amplía. Algo de mesénquima permanece como mesos que luego forman los ligamentos; y los músc. provienen del 1° arco (el tensor del tímpano, inerv. por la rama mandibular del trigémino) y del 2° (el del estribo, inerv. por el facial). En un estadio fetal avanzado la cavidad timpánica vacuoliza a la mastoides, la neumatiza y forma el antro y celdillas. Oído externo: El conducto auditivo externo se forma por la porción dorsal de la 1° hendidura faríngea; donde al 3° mes proliferan las cél. epiteliales y forman el tapón meatal. Al 7° mes éste se disgrega y participa en la formación de la membrana timpánica. Ésta además tiene revestimiento interno de endotelio de la cavidad timpánica y una capa intermedia de t.c. Con respecto a la oreja, su pabellón se forma a partir del 1° y 2° arco alrededor de la 1° hendidura, por estructuras mesenquimáticas que se fusionan y ascienden del cuello al nivel de los ojos. Ojos: Empieza a desarrollarse a los 22 días como surcos a c/ lado del cerebro anterior. Con el cierre del tubo neural éstos producen evaginaciones: las vesículas ópticas, que luego se contactan con el ectodermo superficial y lo inducen a formar el cristalino. Luego las vesículas empiezan a invaginarse y forman las cúpulas ópticas, de pared doble primero separadas por una luz y luego adosadas e/ sí. Esta invaginación llega a la porción inferior de la cúpula, donde se marca la fisura coroidea, cuyos labios se fusionan a la 7° semana, y la cúpula produce una abertura: la futura pupila. Las cél. del ectodermo superf. se alargan y forman las placodas del cristalino, que luego se invagina y forma la vesículas del cristalino. A la 5° semana, ésta se sitúa en la boca de la cúpula óptica. La capa externa de la cúpula va a pigmentarse formando la capa pigmentaria de la retina; mientras que la interna forma en sus 4/5 post. la retina óptica, con cél. que se diferencian en elementos fotorreceptores, bastones y conos; adyacente a la capa fotorreceptora se encuentra la capa del manto que origina a las neuronas y células de sostén, incluidas las capas nuclear ext/int. y de cél. ganglionares. Las fibras de la retina óptica convergen en el pedículo p/ formar el nervio óptico. El 1/5 ant. de la capa interna forma la porción ciega, que se divide en una porción irídea en la cara int. del iris y ciliar, que contribuye a formar el cuerpo ciliar. La región situada e/ la cúpula óptica y el epitelio superf. suprayacente es ocupada por mesénquima laxo donde se forman los músc. esfínter y dilatador de la pupila, que se desarrollan a partir de ectodermo subyacente de la cúpula óptica. En el adulto, los músc. con su capa pigmentaria y t.c. muy vasc. forman el iris. La porción ciliar de la retina constituye pliegues marcados, con una capa de mesénquima que forma al músc. ciliar, el cual se adhiere a la zónula del cristalino. Cristalino: Luego de la formación de la vesícula del cristalino, las cél. de la pared post. producen fibras largas que van llenando el interior de la vesícula, y al fin de la 7° sem. forman las fibras 1° del cristalino, que se extienden h/ la pared ant. Luego de la 7° semana se siguen agregando fibras secundarias al núcleo central. Córnea, esclerótica y coroides: Al fin de la 5° semana el primordio del ojo está rodeado por mesénquima laxo, que pronto se diferencia en una capa interna similar a la piamadre y una externa similar a la duramadre. La interna formará una capa pigmentada muy vascularizada, la coroides, y la externa se convierte en la esclerótica y se continúa con la duramadre que cubre al n. óptico. En la cara anterior, por otra parte, la diferenciación es distinta; por vacuolización se forma la cámara ant. del ojo que divide al mesénquima en una capa interna, la membrana iridiopupilar, que luego desaparece, y una externa (sust. propia) que se continúa con la esclerótica y que junto a una capa epitelial que deriva del ectodermo superf. y una capa epitelial que rodea la cámara ant. del ojo forma la córnea. Cuerpo vítreo: El mesénquima invade el interior de la cúpula óptica, donde forma los vasos hialoideos, que en vida intrauterina irrigan al cristalino; y alrededor envía una red de fibras, cuyos intersticios son luego ocupados por sust. gelatinosa transparente, y constituye el cuerpo vítreo. Los vasos hialoideos se obliteran y desaparecen antes de nacer. Nervio óptico: Se forma por las fibras que discurren desde las neuronas de la retina a través del pedículo óptico que conecta a las vesículas ópticas con el cerebro anterior, y es cubierto por una prolongación de la coroides (piaracnoides) y de la esclerótica (duramadre) en su trayecto a la base del cerebro. Anabel González M. – Cátedra de Histología A - 2012 Origen embriológico de los tejidos: Epitelio: Deriva de las 3 capas germinativas; el epitelio de la epidermis deriva del ectodermo; el de las membranas serosas pleurales, peritoneales y pericárdicas es un mesotelio y deriva del mesodermo; el que recubre el interior del tubo intestinal deriva del endodermo. Tejido conjuntivo: Deriva del mesodermo, el cual forma mesénquima, tejido conjuntivo sin diferenciación que da origen a casi todos los distintos tipos celulares que forma el mesodermo. Glándulas: Su parénquima deriva del epitelio a partir del cual se desarrolla, por lo que puede tener origen en las 3 capas germinativas. Su estroma está formado por tejido conjuntivo proveniente del mesodermo. Tejido muscular: Con excepción de los músc. del iris, cuyas cél. son neuroectodérmicas, todas las células musculares derivan del mesodermo, al igual que el t.c. que las rodea. Tejido nervioso: Todo el tejido nervioso deriva del ectodermo; las cél. gliales y las neuronas tanto del sist. nervioso central como el periférico provienen del tubo neural o de las crestas neurales. Juntos se denominan neuroectodermo. Histología Tejido conjuntivo: Está compuesto por células y matriz extracelular con fibras, sustancia fundamental y líquido hístico. Forma un amplio compartimiento por todo el cuerpo separado por las láminas basales de los epitelios y las células musculares y de sostén del SN periférico. Tiene una amplia variedad de células, fibras y sust. fundamental, que definen distintos tejidos conjuntivos con funciones variables. La característica que los reúne es la ctdad de materia extracel. T.c. embrionario: Es el mesénquima, formado a partir del mesodermo (salvo en algunas regiones de la cabeza donde intervienen cél. de la cresta neural); forma un tejido conjuntivo primitivo que madura y forma distintos tejidos conjuntivos definitivos, así como membranas serosas y los aparatos cardiovascular y genitourinario. El t.c. se puede encontrar en el embrión como mesénquima, con matriz extracel. con algunas fibras colágenas finas y células fusiformes pequeñas sin diferenciarse; y en el cordón umbilical como tejido mucoso cuya sust. fundamental forma la gelatina de Wharton, y que posee menos células. T.c. laxo: Es un tejido con fibras colágenas delgadas y escasas, con abundantes células y sustancia fundamental. Su principal función es la difusión de gases, nutrientes y desechos desde los vasos a otros tejidos, por lo que se encuentra debajo de epitelios de todo el cuerpo. Por esta razón es un muy vulnerable a agentes patógenos, contra los que forma una barrera; y por él pasan muchas células transitorias de defensa, además de las células residentes. T.c. denso: Posee muchas más fibras, menos células, y menos sust. fundamental. Se divide en: T.c. denso no modelado: O irregular; posee principalmente fibras colágenas y fibroblastos. Es resistente, soporta tensiones, y se puede encontrar en la capa reticulada de la dermis y en las submucosas, donde da resistencia y forma a los órganos huecos. T.c. denso modelado: También posee abundantes fibras, pero éstas se hallan dispuestas en haces paralelos y muy juntas para proveer una máxima resistencia. El t.c. modelado forma: Tendones, por bandas de t.c. en donde las fibras se disponen en haces paralelos entre los cuales hay fibroblastos (tendinocitos) y que está rodeado por el epitendón, lámina de t.c. no modelado, que a veces envía un endotendón que divide al tendón en fascículos; ligamentos, similares a los tendones pero con fibras menos regulares, y a veces poseen fibras elásticas; y aponeurosis, similares a tendones anchos y planos pero con fibras organizadas en capas múltiples perpendiculares e/ sí (disposición ortogonal). Fibras del t.c.: Pueden ser de 3 tipos principales: colágenas, reticulares y elásticas. Colágenas: Son las más abundantes. Flexibles y resistentes a la tensión, están formadas por haces de subunidades filamentosas finas, las fibrillas colágenas. De acuerdo a su disposición pueden medir e/ 15 a 300 nm. de diámetro. Presentan una secuencia de bandas transversales que es reflejo de cómo se ordena la molécula de colágeno; ésta posee una cabeza y una cola, y se alinea con otras en hileras superpuestas. Cada molécula de colágeno es una triple hélice de 3 cadenas polipeptídicas llamadas α que se enrollan e/ sí p/ formar una triple hélice dextrógira que se une a residuos hidroxilisílicos, por lo que forma una glucoproteína. Las cadenas α no son todas iguales ni tienen el mismo tamaño; hay al menos 42 tipos, que forman 27 clases de moléculas de colágeno de acuerdo a cómo se dispongan que se numeran del I al XXVII (la disposición de sus cadenas α a su vez se clasifica en homotrimérica, si son todas las cadenas iguales, o heterotrimérica, si son distintas). Los colágenos entonces se clasifican según cómo están compuestos. Los fibrilares incluyen moléculas de colágeno tipo I, II, III, V y XI; los asociados a fibrillas unen a los fibrilares a la matriz extracel, y tiene colágeno tipo IX, XII, XIV, XVI, XIX, XX y XXI. Los colágenos formadores de redes hexagonales son de tipo VIII y X; los transmembrana son tipo XIII, XVII (que se encuentra en Hemidesmosomas), XXIII y XXV; los colágenos con interacciones múltiples o multiplexinas son de Anabel González M. – Cátedra de Histología A - 2012 tipo XV y XVIII; y los colágenos formadores de membranas basales incluyen moléc. de tipo IV principalmente, además de tipo VI que genera filamentos perlados y VII que ancla a la membrana basal a la matriz extracel. Biosíntesis y degradación: Las células secretan al colágeno como procolágeno, que a medida que sale de la célula se convierte en colágeno maduro gracias a la procolágeno peptidasa asociada a la memb. celular. La fibriogénesis que transforma a las moléculas en una fibrilla es controlada por la cél. que envía vesículas de secreción. Casi todas las cél. del t.c. producen colágeno; y además las epiteliales lo sintetizan p/ formar su lámina basal. Otras células también lo pueden degradar, ya sea por degradación proteolítica (fuera de las células, por liberación de enzimas metaloproteinasas de la matriz) o fagocítica (por macrófagos y fibroblastos que “engullen” a una fibrilla y la degradan por lisosomas dentro de la misma célula). Fibras reticulares: También están formadas por fibrillas colágenas, pero a diferencia de las fibras colágenas están compuestas por colágeno de tipo III, que se organiza en redes o mallas; sus fibras son más delgadas y menos resistentes que las gruesas fibras colágenas, y se encuentra principalmente formando un armazón debajo del límite del t.c. laxo con el epitelio, alrededor de adipocitos, de pequeños vasos sanguíneos y en las primeras etapas de curación de las heridas. En un tejido más viejo suelen ser remplazadas por colágeno tipo I que es más fuerte. También se encuentra en el tejido hemato y linfopoyético (pero no en el timo) donde es producida por una cél. especial, las cél. reticulares, a las cuales rodea y aísla de otros componentes del tejido. En otros tejidos es sintetizada por fibroblastos. Fibras elásticas: Más delgadas que las colágenas, forman un modelo ramificado en red tridimensional; suelen estar mezcladas con fibras colágenas para limitar la elasticidad del tejido y darle resistencia. Están formadas por un esqueleto polipeptídico con un núcleo central de elastina y una red circundante de microfibrillas de fibrillina. Las fibras elásticas son sintetizadas por fibroblastos y cél. musculares lisas por un mecanismo similar al de la síntesis colágena, y se entremezclan en ligamentos (sobre todo de la columna) y arterias elásticas, entre otros tejidos. Matriz extracelular: Es una red estructural que sostiene a las cél. del t.c.; está formada por fibras y sust. fundamental. Además de proveer sostén mecánico y estructural, sirve como una barrera bioquímica y regula varias funciones metabólicas; fija las células a los tejidos, provee vías para la migración celular, fija y retiene factores de crecimiento. La sustancia fundamental es una sustancia viscosa y clara con un alto contenido de agua con 3 tipos principales de moléculas: proteoglucanos, glucosaminoglucanos (que se unen covalentemente a los anteriores) y glucoproteínas multiadhesivas. Los glucosaminoglucanos (GAG) son los heteropolisacáridos más abundantes, compuestos por cadenas largas de hexosas y ác. hialurónico, con abundantes cargas negativas que atrae al agua y forma un gel que da la rigidez necesaria para el armazón estructural donde se encuentran las células. Una clase muy abundante de GAG es el hialuronano, al que se unen proteoglucanos por proteínas de enlace para formar aglomeraciones de proteoglucanos, especialmente abundantes es el cartílago; tiene la propiedad de inmovilizar cél. en un punto particular de la sust. fundamental y resistir a la compresión sin inhibir la flexibilidad. Los proteoglucanos, por otra parte, están compuestos por GAG unido covalentemente a una proteína central. Están presentes en el t.c. de todos los tipos y a menudo unidos a membranas plasmáticas, como el sindecano de los linfocitos B. El agrecano es un ejemplo de proteoglucano extracel. que se une a un hialuronano. Las glucoproteínas multiadhesivas tienen dominios y funciones múltiples, con sitios para la fijación de toda clase de moléc. de la sust. extracel. (como fibras colágenas) e interaccionan con receptores de la membrana celular. Algunas de las más notables son: fibronectina, la más abundante, adhiere a las cél. a la matriz extracel; laminina, presente en láminas basales y externas, ayuda a la cohesión de sus componentes; tenascina, presente en el crecimiento embrionario y la reparación de heridas; y osteopontina, que interviene en el secuestro del calcio en los huesos. Células de la matriz extracelular: Se dividen en población residente y transitoria. Las de la transitoria son cél. que migran desde la sangre (linfocitos, plasmocitos, neutrófilos, eosinófilos, basófilos y monocitos) Las residentes son: Fibroblastos y miofibroblastos: Los fibroblastos sintetizan las fibras colágenas, reticulares y elásticas, así como los componentes de la sust. fundamental. Tienen un RER y Golgi prominente, con prolongaciones citoplasmáticas finas y aplanadas y un núcleo alargado. Los que se encuentran por debajo del epitelio constituyen una población replicativa. Los miofibroblastos son células alargadas y fusiformes con características de fibroblastos y cel. musculares lisas; pero a diferencia de estas últimas carece de memb. basal que lo rodee. Interviene en la contracción de las heridas. Macrófagos: Derivan de los monocitos de las células sanguíneas; presentan un núcleo arriñonado, abundantes lisosomas y pliegues en su membrana con prolongaciones digitiformes. Contienen un Golgi, RER, REL muy desarrollados, ya que produce numerosas enzimas necesarias para la fagocitosis; su función principal es limpiar residuos celulares y cuerpos extraños por fagocitosis, pero también interviene en la respuesta inmunitaria, y en su superficie presenta proteínas específicas como moléculas de histocompatibilidad (MHC) que le permite interactuar Anabel González M. – Cátedra de Histología A - 2012 Los gránulos azurófilos o primarios son los comunes a todos los leucocitos y son menos abundantes; son los lisosomas de los neutrófilos, y contienen mieloperoxidasas que contribuyen a la formación de bactericidas, y proteínas defensinas con función análoga a la de los anticuerpos. Los gránulos terciarios son de dos tipos: los que contienen fosfatasas, y los que contienen metaloproteinasas (que facilitan la migración de los neutrófilos). Los neutrófilos migran al t.c. a través de las paredes de las vénulas capilares; está controlada por las moléculas de adhesión expresadas en la superficie del neutrófilo (selectinas) que interaccionan con los receptores del epitelio reduciendo la velocidad del leucocito; y una segunda clase de moléculas, las integrinas, que se unen a receptores del endotelio. El neutrófilo entonces envía un pseudópodo a una unión intercelular, y por la histamina y heparina que son liberadas en el sitio de infección puede pasar entre las células, que están más permeables, y desplazarse por el t.c. por quimiotaxis (unión de moléculas quimiotácticas). En el sitio de inflamación los neutrófilos son fagocitos de cuerpos extraños a los que degradan mediante sus gránulos; por lo general una vez que cumplen su tarea mueren y constituyen pus. Eosinófilos (3%) 3 a 8 hs: Se llaman así a causa de sus gránulos, que son fuertemente eosinófilos. Tienen un tamaño similar a los neutrófilos y un núcleo bilobulado con heterocromatina cercana a la membrana nuclear. Los gránulos (además de los primarios o azurófilos –que son lisosomas- presentes en todos los leucocitos) específicos contienen un cuerpo cristaloide con 4 proteínas principales: una proteína principal que es la que da el color eosinófilo, además de la proteína catiónica, la peroxidasa y la neurotoxina derivada del eosinófilo; además de otras sustancias como histaminasa, arilsulfatasa, colagenasa y catespinas. Las 4 proteínas características son tóxicas a protozoos y parásitos. La histaminasa disminuye la acción de las histaminas. Los eosinófilos se asocian con reacciones alérgicas, infestaciones parasitarias e inflamación crónica. Basófilos (0,5%) 3 a 8 hs: Son los menos abundantes. Tienen tamaño similar a los eosinófilos. Su núcleo bi o trilobulado está oculto por sus gránulos fuertemente basófilos (los secundarios; los primarios son azurófilos lisosómicos). Estos gránulos contienen heparina, histamina, heparán sulfato y leucotrienos que desencadenan una mayor permeabilidad del epitelio de los vasos y la contracción prolongada de las fibras musculares lisas de la vía aérea. Estas reacciones son contrarrestadas por los gránulos de los eosinófilos. La función de los basófilos se relaciona íntimamente con los mastocitos; ambos fijan un anticuerpo secretado por los plasmocitos a un receptor de membrana y la expresión ulterior del antígeno de este anticuerpo genera la liberación de los gránulos. Linfocitos (30%): Las principales cél. funcionales del sist. linfático; tienen distintos tamaños y se clasifican en pequeños, medianos y grandes, con un diámetro de 6 a 30 micras. Sólo poseen gránulos azurófilos (son agranulocitos) que forman sus lisosomas, y tienen un núcleo grande. Desde el punto de vista funcional, se divide a los linfocitos en 3 grupos: los T, los B y los NK. Los linfocitos T (60 al 80% de los linfocitos maduros) se llaman así porque se diferencian en el timo; tienen una vida media prolongada y expresan en su membrana proteínas marcadoras CD2, CD3, CD5 y CD7, y se subclasifican según tengan o no CD4 y CD8 y reconocen antígenos por proteínas de reconocimiento expresadas en su membrana y se unen a ellos. Los linfocitos T citotóxicos presentan CD8 y destruyen al cuerpo al que se unen. Los LT helper o coayudantes presentan CD4 y secreta sust. que alteran a los otros linfocitos incluidos NK y B para que destruyan al cuerpo o generen anticuerpos; y los LT supresores disminuyen la formación de anticuerpos por los L.B. Los linfocitos B (20 al 30%) se llaman así porque se identificaron en la bolsa de Fabricio de las aves; participan en la producción de anticuerpos y expresan proteínas inmunoglobulínicas. Los linfocitos NK (5 al 10%) se llaman así por su nombre en inglés (natural killer cells) y son programados para destruís células infectadas por virus; poseen gránulos citoplasmáticos visibles. Monocitos (5%): Son los leucocitos más grandes, con un diámetro de 18 micras. Se movilizan de la médula ósea a los distintos tejidos, donde se diferencian en las distintas células del sistema fagocítico mononuclear: macrófagos del t.c. (histiocitos), osteoclastos del tejido óseo, macrófagos alveolares, macrófagos perisinusoidales hepáticos (cél. de Kupffer), macrófagos de los ganglios linfáticos, la médula ósea, el bazo y las serosas, y las cél. de Langerhans de la epidermis. Permanecen en la sangre sólo por 3 días como monocitos. El núcleo es grande y arriñonado, con una escotadura bien visible, donde se encuentran los centríolos y el Golgi bien desarrollado. Contienen muchas otras organelas, además de los gránulos azurófilos que son sus lisosomas. Durante la inflamación, el monocito abandona el vaso por el que transcurre y se transforma en macrófago en los tejidos, donde fagocita bacterias, otras células y desechos. El monocito macrófago es además una célula presentadora de antígenos, a los que degrada parcialmente y “presenta” a los linfocitos T coayudantes. Anabel González M. – Cátedra de Histología A - 2012 Trombocitos: o plaquetas, son pequeños fragmentos citoplasmáticos anucleados cubiertos por membrana que derivan de los megacariocitos (cél. poliploides situadas en la médula ósea) que circulan por los vasos. Tienen el tamaño más pequeño, con sólo 3 micras, y una vida media de 10 días. Desde el punto de vista estructural se los puede dividir en 4 zonas: Zona periférica, membrana celular + glucocálix formado por proteínas, GAG y factores de la coagulación; Zona estructural, compuesta por microtúbulos, filamentos de actina, miosina y proteínas fijadoras de actina que sostienen a la membrana; Zona de organelas, donde se encuentran las mitocondrias, peroxisomas, glucógeno y 3 tipos de gránulos: α, contienen fibrinógeno, factores de la coagulación y plasminógeno, gránulos δ menos abundantes, con ADP, ATP, serotonina e histamina, y gránulos λ semejantes a lisosomas con enzimas hidrolíticas; y finalmente una Zona membranosa compuesta por un sistema canalicular abierto que son invaginaciones de la membrana en el citoplasma y un sistema tubular denso que no se comunican con la superficie y contienen material electrodenso. Acción de las plaquetas: Las plaquetas intervienen en la hemostasia (detención de la hemorragia). Inspeccionan constantemente el revestimiento endotelial de los vasos en busca de roturas o brechas; cuando la pared de un vaso se lesiona, queda t.c. expuesto en el sitio del daño, y a éste se adhieren los trombocitos, acción que desencadena su desgranulación y la liberación de ADP, serotonina y tromboxano A2. La serotonina es un vasoconstrictor potente que genera la contracción de las cél. musc. lisas de los vasos, reduciendo el flujo sanguíneo en el sitio lesionado; el ADP y tromboxano generan la aglomeración de plaquetas que forman un tapón hemostático provisional que detiene la extravasación de la sangre. Las plaquetas liberan luego sus gránulos α y δ, con factores de coagulación como el factor tromboplástico plaquetario y más serotonina; al mismo tiempo, el glucocálix de los trombocitos provee una superf. de reacción para la conversión de fibrinógeno (que es soluble) a fibrina, que forma una red laxa sobre el tapón inicial con enlaces covalentes cruzados y que atrapa a eritrocitos y más plaquetas; esto forma el tapón hemostático secundario, o coágulo definitivo, gracias a factores hísticos adicionales secretados por las cél. del vaso sanguíneo lesionado. Una vez que el tapón secundario se ha formado las plaquetas se retraen gracias a su actina y miosina y permiten una circulación normal en el vaso. A medida que el tejido de éste se va regenerando el tapón se va lisando por interacción de las enzimas hidrolíticas de los gránulos λ con plasminógeno que circula en la sangre, y que transforma en plasmina. Además las plaquetas intervienen en la reparación del tejido más allá del mismo vaso gracias al factor de crecimiento derivado de las plaquetas, que libera desde los gránulos α y estimula a cél. musc. lisas y fibroblastos a la reparación. Hemopoyesis: Comprende a la eritropoyesis, leucopoyesis y trombopoyesis; dado que estas células se producen y destruyen constantemente, es necesario una hemopoyesis muy activa; pero el ritmo de producción varía de acuerdo a la vida media de cada tipo celular. En los humanos adultos los eritrocitos, granulocitos, monocitos y plaquetas se producen en la médula ósea roja; los linfocitos se pueden generar en la médula ósea roja o los órganos linfáticos. Durante la vida fetal la hemopoyesis comienza a la 3° sem. en la etapa del saco vitelino como islotes sanguíneos dentro de este último y en la hoja visceral del mesodermo esplácnico; en la segunda fase, o fase hepática, aparecen centros hemopoyéticos en el hígado. La tercera fase o fase medular ósea es la definitiva, y comienza a partir del 2° trimestre. Eritropoyesis: Los eritrocitos se desarrollan a partir de la célula madre mieloide multipotencial bajo la influencia de un factor estimulante denominado eritropoyetina. La primera célula que resulta de ello es el proeritroblasto, célula relativamente grande, nucleada con y con organelas. Esta célula se divide por mitosis y da dos eritroblastos basófilos más pequeños, con una basofilia intensa debido a la cantidad de ribosomas que sintetizan hemoglobina; cuanta más hemoglobina va acumulando la célula más eosinófila se vuelve, hasta que pasa a ser un eritroblasto policromático; éste se tiñe de azul en algunas partes y de rosa (por tener muchos ribosomas y mucha hemoglobina) y ya presenta un núcleo de menor tamaño. Finalmente hay cada vez menos ribosomas y más hemoglobina hasta que las cél. forman eritroblastos ortocromáticos; éstos apenas son más grandes que un eritrocito, ya no son capaces de dividirse, y presentan una coloración eosinófila. Por último tenemos al eritrocito policromatófilo o reticulocito, que pierde el núcleo por expulsión del mismo de la célula; si bien una vez que esto ocurre ya están listos para ser liberados a la sangre, se denominan policromatófilos porque aún contienen algunos ribosomas produciendo hemoglobina; cuanto más viejos se vuelven, menos basofilia presentan. Desde esta etapa tienen una vida media de 120 días. Cinética de la eritropoyesis: La mitosis ocurre en todas las etapas, continuamente, hasta los eritrocitos policromatófilos, que ya no se dividen. Todo el proceso es regulado por la hormona glucoproteica eritropoyetina, que es sintetizada y secretada por el riñón. A partir de un eritroblasto se tarda 1 semana en llegar al eritrocito. Granulopoyesis: Los tres leucocitos granulocitos (neutrófilos, basófilos y eosinófilos) tienen un origen muy similar; de hecho, son indistinguibles entre sí hasta la etapa de mielocito, en la que aparecen los gránulos específicos. Anabel González M. – Cátedra de Histología A - 2012 Los granulocitos se forman a partir de cél. madre mieloide multipotencial (CMMP) que son estimuladas por citosinas a diferenciarse en mieloblastos; éstos son la primer cél. precursora reconocible de los granulocitos. Mide e/ 14 y 20 micras y posee un núcleo grande con citoplasma muy basófilo. Posteriormente el mioeloblasto se transforma en promielocito, cél. con un núcleo esferoidal grande, y que genera a los gránulos azurófilos (que se producen sólo en esta etapa). Pronto comienzan a formar los gránulos secundarios, y se transforman en mielocitos; éstos son los primeros en exhibir gránulos específicos, y su núcleo ya adquiere una escotadura. En el siguiente estadio, los metamielocitos, las cél. tienen ya varios centenares de gránulos, y los específicos superan a los azurófilos. Más adelante encontraremos que los granulocitos han desarrollado un núcleo alargado y curvo con forma de herradura; a ésta cél. se la denomina célula en banda, y es más reconocible en los neutrófilos que en basófilos o eosinófilos. EN la última etapa el núcleo ya se encuentra lobulado, y los granulocitos son liberados a la sangre. Cinética de la granulopoyesis: La división celular cesa al final de la etapa del mielocito. Por lo general una vez que se liberan los neutrófilos tardan e/ 6 y 8 horas en dejar la sangre para llegar al t.c. donde vive 1 o 2 días. A partir de un mielocito se tarda también 1 semana en obtener un granulocito formado. Las sust. que regulan el proceso son las citosinas, factores sintetizados por las cél. renales, los linfocitos y las cél. endoteliales, entre otras. Monocitopoyesis: También se forman a partir de una CMMP que madura para convertirse en monoblastos, y posteriormente en promonocitos. Éstos pueden ser de división rápida o lenta, y están en proporción 50/50; los de división lenta sirven como líneas de reserva. La producción de un monocito a partir de una cél. madre dura 55 hs. y el monocito circula por la sangre unas 16 hs. antes de llegar al tejido de su destino. Trombopoyesis: Se forman a partir de una CMMP que genera una gran célula denominada megacarioblasto, que tiene unas 30 micras de diámetro y un gran núcleo no lobulado. Éste sufre varias endomitosis (se duplican los cromosomas pero no se divide la célula) y por acción de la hormona trombopoyetina la ploidía puede aumentar hasta 64n antes de que cese la replicación. Esto da origen a un megacarioblasto, que aumenta de tamaño (tanto núcleo como citoplasma) en relación a su ploidía; su membrana plasmática se invagina formando canales de demarcación plaquetaria, y comienza a generar fragmentos citoplasmáticos que constituyen las plaquetas. Linfopoyesis: Si bien proliferan en los órganos linfoides periféricos, su fuente siguen siendo las cél. madre de la médula ósea roja. La progenie de las CCMP destinadas a formar linfocitos T abandonan la médula ósea y viajan al timo, donde se van a educar para ser liberados a la sangre como linfocitos T. Las cél. destinadas a convertirse en linfocitos B se originan en la médula ósea, el tejido linfático asociado al intestino y el bazo. Las precursoras de los linfocitos en la médula se denominan células transicionales; y son apenas más grandes que los linfocitos formados. Médula ósea: Se halla dentro de los huesos; tanto en la cavidad medular de huesos largos jóvenes como en los espacios entre las trabéculas del hueso esponjoso. Está formada por vasos sanguíneos, estructuras vasculares denominadas sinusoides y una malla de células hematopoyéticas. El sinusoide de la médula ósea es una unidad vascular singular, que ocupa el lugar donde se encontraría un capilar, interpuestos entre arterias y venas. Sus paredes están formadas por un endotelio (epitelio simple plano) con su lám. basal y una capa de cél. adventicias que envían prolongaciones al interior de los cordones hematopoyéticos y les dan sostén; además, producen fibras reticulares y estimulan la maduración de células sanguíneas. El sistema sinusoide de la médula ósea es un sistema de circulación cerrada; los elementos deben atravesar sus capas para llegar a la sangre, y deben abrir en ellas una abertura transitoria limitada por las membranas plasmáticas fusionadas entre sí, por lo que se mantiene la impermeabilidad del vaso. En la médula ósea roja los cordones de células hematopoyéticas contienen cél. sanguíneas en desarrollo y megacariocitos; los granulocitos se desarrollan en “nidos” alejados de los sinusoides. En la médula ósea que no es activamente hematopoyética, o médula amarilla, los cordones celulares son adipocitos; aunque mantiene su potencialidad hematopoyética. La médula ósea roja en adultos se encuentra principalmente en el esternón, las costillas, vértebras y pelvis. Ojo: Estructura macroscópica: Paredes + contenido. Las paredes son 3 envolturas concéntricas, que de la periferia al interior comprenden: esclerótica + córnea  capa fibrosa, coroides + cuerpo ciliar + iris  úvea, y capa int.  retina. La esclerótica forma los 5/6 post. y tiene color blancuzco. Está en relación con la cápsula de Tenon, de la que está separada por el espacio supraesclerótico, y con la coroides y una capa de t.c. (lámina fusca) en su cara interna. Tiene en su parte post. y apenas medial una lámina cribosa por donde ingresan los filetes del n. óptico; y en su polo ant. un Anabel González M. – Cátedra de Histología A - 2012 post. y vítrea (media) del ojo; y son cél. que sin pigmento. La capa prof. tiene una lám. basal que mira al estroma de t.c. de los cuerpos ciliares; sus cél. sí están pigmentadas, y se continúa con la capa epitelial pigmentada de la retina. Este epitelio ciliar biestratificado se continúa con el del iris (epitelio pigmentado post. y mioepitelio pigmentado ant.). Las fibras zonulares se extienden de la lámina basal de las cél. no pigmentadas de los procesos p/ insertarse en la cápsula del cristalino. Ambas capas del epitelio se unen e/ sí por desmosomas y nexos que forman canales ciliares. El humor acuoso que produce este epitelio es similar al plasma pero con menos proteínas (0,1% contra el 7%). Coroides: Lámina vascular; de un ¼ de mm. en la parte post. y 0,1 mm. en la anterior. Se distinguen dos capas: una coriocapilar, lámina vascular interna organizada en un solo plano con capilares fenestrados que nutre a las células de la retina, y que termina a nivel de la ora serrata; y la membrana de Bruch, delgada, amorfa y hialina, entre la lámina vascular y la retina, que está formada por 5 capas, la lámina basal de las cél. endoteliales de la capa coriocapilar, una capa de fibras colágenas, una capa de fibras elásticas, otra capa de fibras colágenas y la lám. basal de las cél. del epitelio retiniano. A la altura de la ora serrata las capas colágenas y elásticas desaparecen y se continúa con la memb. basal del epitelio pigmentario de la retina que cubre la cara posterior del cuerpo ciliar. La coroides se adhiere con fuerza a la esclerótica por laminillas que se desprenden de la lámina fusca y llenan el espacio pericoroideo, y que están formadas por melanocitos, fibras elásticas y colágenas, fibroblastos, macrófagos, mastocitos, etc. También hay cél músc. Libres no asociadas a los vasos, y vías linfáticas (espacios linfáticos epicoroideos), vasos ciliares largos y cortos y nervios que corren h/ la región anterior. Retina: Es la capa más interna; se divide en retina nerviosa y epitelio pigmentario. E/ ambas hay un espacio potencial. La retina nerviosa a su vez se divide en una retina fotosensible o porción óptica que reviste la superf. int. del ojo por detrás de la ora serrata excepto donde es perforada por el n. óptico, y la región no fotosensible, o porción ciega, que recubre la superf. ext. del cuerpo ciliar y el iris. El punto por donde se origina el n. óptico, el disco óptico también es un punto ciego; la región de mayor agudeza visual se denomina fóvea central, y es una depresión situada unos 2.5 mm. por fuera del disco óptico, rodeada por una región amarillenta llamada mácula lútea. Retina nerviosa: Está formada por diez capas con sus prolongaciones. Estas capas poseen células que se pueden clasificar en 4 grupos: Fotorreceptores, que son los conos y bastones de la retina; neuronas de conducción, que son las células bipolares y ganglionares; neuronas de asociación y otras neuronas (células horizontales, centrífugas, interplexiformes y amacrinas), y células de sostén que son las células de Müller, los microgliocitos y los astrocitos. Las capas son: 1) epitelio pigmentario (que en realidad no pertenece a la retina nerviosa pero está asociado a ella), 2) de conos y bastones, 3) limitante externa, 4) nuclear externa, 5) plexiforme externa, 6) nuclear interna, 7) plexiforme interna, 8) ganglionar, 9) de fibras del n. óptico, 10) limitante interna (separa a la retina del cuerpo vítreo). 1- Epitelio pigmentario: capa simple de cél. cúbicas apoyadas sobre la membrana de Bruch de la coroides; se adhieren por nexos y zonas Ocluyentes y adherentes y forman la barrera hematorretiniana. Poseen en su superf. apical vainas cilíndricas cercanas a las prolongaciones fotorreceptoras de los conos y bastones, y proyecciones citoplasmáticas (microvellosidades) con gránulos que se aglomeran al lado cel. más cercano a los conos y bastones. El núcleo se ubica cerca de la membrana basal. La función del epitelio es: absorber la luz para impedir su reflexión, formar la barrera hematorretiniana por sus zonas Ocluyentes, participar de la restauración de la fotosensibilidad, y fagocitar y eliminar discos membranosos de los segmentos externos de las células fotorreceptoras retinianas. 2- Conos y bastones: Son los segmentos externos de las cél. fotorreceptoras de la retina, cuyos núcleos forman la capa nuclear externa; la luz que les llega debe atravesar las capas internas. Los bastones son más numerosos y más sensibles a la luz (utilizados cuando hay menos luminosidad). Los conos se dividen en sensibles a las longitudes de onda: largas (L), medianas (M) y cortas (C), pero no se distinguen morfológicamente, y que poseen tipos distintos de moléculas de pigmentos visuales para distintas longitudes de onda del espectro cromático. Debido a la especifidad de los 3 tipos de cono es que existe el daltonismo. Cada receptor se compone de 3 partes: un segmento externo, cilíndrico/cónico, en relación con las microvellosidades de las cél. del epitelio pigmentario cercano; un pedículo de conexión que une a los segmentos int/ext, con un cilio que parte de un cuerpo basal y una prolongación caliciada que se extiende del seg. int. para rodear al ext; y un segmento interno, dividido en una porción elipsoide externa y una mioide interna, que contiene a la mayoría de los orgánulos; Golgi, RER y ribosomas libres en la mioide y mitocondrias en la elipsoide, que también contiene raicillas fibrosas con estriaciones transversales que se extienden del cuerpo basal a las mitocondrias. El segmento externo, entonces, es el sitio fotosensible, mientras que el interno contiene la maquinaria metabólica necesaria. El segmento ext. es un cilio muy modificado, ya que se une al interno por un pedículo de conexión que Anabel González M. – Cátedra de Histología A - 2012 contiene un cuerpo basal. En el segmento externo hay discos horizontales, invaginaciones transversales repetidas de la memb. plasmática en la región cercana al cilio, y que pueden renovarse. Los discos de los bastones pierden su continuidad con la membrana plasmática, pero los de los conos no, y su interior se continúa con el espacio extracel. Los bastones y conos presentan pigmentos: rodopsina y yodopsina. La rodopsina es la “púrpura visual”; se encuentra en el lado citoplasmático de los discos de los bastones, e inicia el estímulo visual cuando se descolora por la luz. La yodopsina se encuentra en los discos de los conos. Tanto yodo como rodopsina poseen una moléc. llamada opsina (fotopsina en los conos, escotopsina en los bastones) que se fija a la membrana y un 2° componente, el cromóforo; el de los bastones deriva de la vitamina “A”. Dado que el interior de los discos de los conos está en continuidad con el espacio extracelular y el de los bastones no, los pigmentos se incorporan de maneras distintas; la rodopsina recién sintetizada se va incorporando a la membrana de los discos de los bastones a medida que estos se forman en la base del segmento externo, y viajan con ellos h/ el extremo a medida que éstos se van renovando. En los conos, en cambio, si bien los discos también se renuevan la yodopsina se puede incorporar a cualquier disco. La transducción que convierte a la luz en impulsos eléctricos consta de 2 pasos: el 1° es una reacción fotoquímica en la cual los extremos del segmento externo de los conos y bastones absorben energía luminosa que produce cambios conformacionales en los cromóforos, y generan que la opsina interaccione con una proteína (transducina) que activa una fosfodiesterasa que degrada GMP. En el segundo paso, la disminución del GMP en el segmento interno disminuye la permeabilidad de la membrana plasmática al Na+, y se produce una disminución en la secreción de neurotransmisores que es detectada por las cél. bipolares de la retina, y se produce el impulso eléctrico. En los bastones la luz recibida causa cambios en el retinal a retinol; por lo que se separa de la escotopsina. Las cél. de Müller y el epitelio pigmentario ayudan a la interconversión de retinol a retinal y las reacciones necesarias para la nueva síntesis de la yodotopsina. En bastones y conos, los discos van siendo eliminados y fagocitados por las cél. del epitelio pigmentario; pero como se producen constantemente no disminuyen en número. 3- Capa limitante externa: es una hilera de zonas adherentes entre los extremos apicales de células de Müller e/ sí y con los conos y bastones; es una barrera que restringe el paso de grandes moléculas a las capas internas de la retina. 4- Capa nuclear externa: Contienen los núcleos de los conos y bastones, separados de los segmentos internos por un istmo citoplasmático. Los núcleos de los conos tienen más citoplasma a su alrededor que los de los bastones. 5- Capa plexiforme externa: Está formada por prolongaciones de conos y bastones y las otras neuronas de la retina, y permite el acoplamiento eléctrico entre estas para la transmisión del impulso. Las prolongaciones de los conos y bastones forman esférulas y pedículos respectivamente. 6- Capa nuclear interna: Está formada por los núcleos de las células horizontales, amacrinas, bipolares, interplexiformes y de Müller. Estas últimas se prolongan en toda la retina, y sus extremos basal y apical forman las capas limitantes interna y externa respectivamente. Con respecto a las células neuronales accesorias, cada una tiene prolongaciones con distintas orientaciones; las bipolares se extienden h/ ambas capas plexiformes y establecen muchas conexiones (menos en la fóvea); las horizontales van a la capa plexiforme externa; las amacrinas se ramifican ampliamente y hacen sinapsis con las bipolares y ganglionares, y las interplexiformes transmiten impulsos de la capa plexiforme interna a la externa. 7- Capa plexiforme interna: Conexiones sinápticas entre axones de neuronas accesorias y ganglionares, pero ya no hay pedículos ni esférulas. 8- Capa ganglionar: Contiene los somas de las neuronas ganglionares, grandes y multipolares, por lo general en un solo estrato pero llegan a formar 8 estratos en la mácula. Dispersas entre ellas hay pequeñas células de la neuroglia. 9- Capa de fibras del nervio óptico: Son las prolongaciones axónicas de las células ganglionares; aumenta de expesor cuanto más próxima se encuentra al disco óptico, y contiene a la mayoría de los vasos retinianos. 10- Capa limitante interna: Es la lámina basal de las células de Müller. Regiones especializadas de la retina: Son la fóvea y su área circundante, la mácula lútea. La fóvea central es una depresión pequeña en el eje posterior que carece de la mayoría de las capas, salvo fotorreceptores. No tiene vasos y percibe muy bien los detalles. La mácula lútea la rodea y es amarillenta por un pigmento. Permite que la luz llegue sin obstáculos a la fóvea. Vasos de la retina: Son la arteria y venas centrales de la retina, que forman un plexo que alcanza a la capa nuclear int. Cristalino: Estructura biconvexa, avascular y transparente, unido por la zónula de Zinn al cuerpo ciliar. Tiene 3 componentes principales: una cápsula, lámina basal gruesa producida por células del epitelio anterior compuesta por Anabel González M. – Cátedra de Histología A - 2012 colágeno tipo IV y proteoglucanos; un epitelio subcapsular, capa única de células cúbicas unidas por nexos con pocos orgánulos y que se unen a las fibras cristalinas; y estas últimas, fibras cristalinas, producidas por el epitelio subcapsular cercano al ecuador, cuyas células se alargan, pierden los orgánulos y se llenan de proteínas cristalinas que se agrupan densamente. La pérdida de transparencia en el cristalino ocasiona las cataratas, y la pérdida de elasticidad la presbicia. Cuerpo vítreo: Sustancia gelatinosa que ocupa la cámara posterior, formada en un 99% agua, colágeno, glucosaminoglucanos, y cordones celulares de hialinocitos que generan las sustancias y fibras. Estructuras anexas al ojo: Conjuntiva: Mucosa delgada y transparente formada por epitelio estratificado cilíndrico con cél. caliciformes sobre una lámina propia de t.c. y cubre a la córnea desde el limbo esclerocorneano. Párpados: Protegen al ojo; se componen de una piel externa fina y elástica, el músc. estriado orbicular de los párpados, una placa flexible de t.c. denso (tarso) cuyo borde adherente se fija al músc. tarsal superior (m. liso), y un revestimiento interno formado por la conjuntiva. Además de las glándulas de la piel de los párpados hay: glándulas tarsales, sebáceas, forman una capa oleosa que retarda la evaporación lagrimal; glándulas sebáceas de las pestañas, que se vierten a sus folículos; glándulas apócrinas de las pestañas, sudoríparas con conductos excretores sinuosos no ramificados; y glándulas lagrimales accesorias, tubuloalveolares compuestas en la superficie interna de los párpados. Glándula lagrimal: Situada debajo de la conjuntiva con sus porciones palpebral y ósea. Consiste en varios lobulillos separados con adenómeros tubuloalveolares sinuosos con luz grande y células cilíndricas. Por debajo hay cél. mioepiteliales que contribuyen a la excreción. De la glándula surgen unos 12 conductos excretores que se abren al receso de la conjuntiva por debajo del párpado superior (fornix del saco conjuntival). Después de bañar la conjuntiva son drenadas al saco lagrimal y el conducto lacrimomuconasal por dos puntos en el ángulo interno del ojo. El conducto tiene epitelio pseudoestratificado ciliado. Las lágrimas que producen estas glándulas, las lagrimales accesorias, las tarsales y las caliciformes de la conjuntiva están compuestas por un líquido acuoso con proteínas (albúminas), enzimas, lípidos, metabolitos y electrolitos. Músc. extrínsecos: Rectos y oblicuos. Son músculos estriados. Oído: órgano sensorial compartido por el sist. vestibular y coclear; está formado por 3 partes, oído ext, medio e int. Oído externo: Compuesto por la oreja o pabellón auricular, apéndice ovalado formado por cartílago elástico cubierto por piel fina con glándulas sudoríparas, sebáceas y folículos pilosos que permite amplificar el sonido, y el conducto auditivo externo, espacio aéreo tubular con trayecto curvo que termina en la membrana timpánica y se abre en el pabellón auricular. Está contenido en el hueso temporal y recubierto por: en la porción externa, piel con folículos pilosos, glándulas sebáceas y glándulas ceruminosas (tubulares enrolladas similares a las apócrinas de la axila que mezcla su secreción con la de las sebáceas p/ formar el cerumen que protege al oído de sust. extrañas) pero carece de glánd. sudoríparas. La porción más interna tiene piel más fina con menos pelos y glándulas. Oído medio: formado por una cavidad timpánica, llena de aire, con tres huesecillos, el martillo, yunque y estribo, con los ligamentos que los unen a las paredes y los músc. del estribo y tensor del tímpano. El oído medio también contiene a la trompa de Eustaquio, que marca el límite anterior; y se comunica por el aditus ad antrum con las cavidades neumáticas del antro y las celdillas de la mastoides. El oído medio convierte vibraciones sonoras en mecánicas. Membrana timpánica: Está formada por una capa externa de piel fina del conducto auditivo externo; un centro de fibras colágenas de disposición radial y circular; y una membrana mucosa perteneciente al oído medio. El martillo apoya su apóf. lat. contra ella y las vibraciones de la membrana se transmiten a él. Huesecillos y músculos: El tensor se ins. en la apóf. ant. del martillo y el del estribo en este huesecillo, y participan en el reflejo de la atenuación, por el cual se torna más o menos rígida la cadena de huesecillos. Trompa de Eustaquio: Tiene un epitelio cilíndrico pseudoestratificado ciliado con cél. caliciformes; sus paredes se separan en el bostezo y la deglución; comunica al oído medio a la faringe. Celdillas y antro mastoideo: Revestimiento continuo con la cavidad timpánica. Oído interno: Está formado por el laberinto óseo y el membranoso, con tres espacios llenos de líquido; los endolinfáticos, por dentro del laberinto membranoso, llenos de endolinfa con una composición similar al líq. del citosol (abundante Ka+, menos Na+); espacios perilinfáticos, entre el laberinto óseo y el membranoso, con perilinfa (similar al líquido extracelular, abundante Na+, menos Ka+); y el espacio cortilinfático, dentro del órgano de Corti, lleno de cortilinfa de composición similar al líquido extracelular. Laberinto óseo: comprende al vestíbulo + conductos semicirculares + cóclea + conducto auditivo interno.
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